Una Jirafa diferente Yolanda era una niña de 6 años, un poco caprichosa porque siempre le dejaban hacer todo lo que quería. Un día su abuelita la llevó al parque con su pelota preferida. Enseguida se acercaron muchas niñas a jugar con ella. A todas las dejó jugar menos a una. Muy atenta se acercó su abuelita para ver qué pasaba. Yolanda le dijo que no quería jugar con esa niña porque era diferente del resto. Entonces su abuelita cogió la pelota y les dijo a todas que se sentaran para contarles un cuento: “En una selva de África vivía una gran manada de jirafas. En primavera empezaron a nacer muchas crías pero una nació con la piel toda lisa. No tenía ninguna mancha y su color era muy raro. Enseguida el resto de la manada empezó a dejarla aparte y la pobre jirafa se sentía muy triste. Un día mientras jugaban en el río ella las miraba con pena detrás de un matorral. Entonces, vio como un león se acercaba peligrosamente a sus compañeras. Sin pensarlo ni un momento salió a avisarlas y el león le dio un zarpazo, pero todas consiguieron huir. Cuando estaban a salvo las demás se dieron cuenta de lo generosa que había sido poniendo en peligro su vida para salvarlas a ellas y se sintieron muy avergonzadas. Desde ese día no volvieron a apartarla del grupo. -
¿Qué os ha parecido el cuento? - Dijo la abuela.
Entonces, Yolanda se levantó de un salto, cogió la pelota y fue corriendo a buscar a la niña que no había dejado jugar. -
Perdona, le dijo, antes he sido un poco tonta. Nos gustaría que vinieras a jugar con nosotras.
Cuando llegaron a casa la abuelita le explicó que todos somos distintos, y que no por eso somos peores ni mejores, ya que lo más importante es como somos por dentro. Yolanda dio un abrazo a su abuelita y le pidió que al día siguiente la volviera a llevar al parque.
FIN
RAQUEL