Una Edad

  • April 2020
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UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN Blog: http://desdelacallechile.blogspot.com

I. NIÑEZ

Aquella tarde al inicio de un tórrido verano, Rafa había quedado con su inseparable amigo Mati, en que después de la hora de la siesta, obligación impuesta por sus madres, irían al jardín de la señora Felisa, y después al taller de carpintería del señor Rogelio, con el fin de conseguir en uno y otro sitio algún material de desecho, que les permitiera a los dos chiquillos aportar algo de combustible destinado a la hoguera de San Juan, que estaba próxima a celebrarse en distintos lugares de las diversas barriadas de Salamanca.

Rafa le dijo a Mati: –Vamos primero al jardín de la señora Felisa- que se encontraba cerca del terraplén de la vía del ferrocarril en las inmediaciones de La Alamedilla y de la Escuela Elemental de Trabajo-, que cómo ella es prima segunda ó tercera de tu madre, malo ha de ser que no nos dé algún abrojo de los ramajes del jardín, pues recuerdo que el año pasado hasta nos lo UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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agradeció, y después vamos al taller del señor Rogelio- que se encontraba al comienzo del Camino de las Aguas- que es primo de mi tío Enrique y le pedimos algunas virutas y serrín y si le cogemos de buen humor, a lo mejor, hasta nos da también algún recorte de madera.

Rafa y Mati organizaban estas expediciones con mucha ilusión y dedicación, pues comenzaban preparando los adornos de la Cruz de Mayo, con la vegetación que encontraban por el Camino Viejo de Cabrerizos cerca de los Campos de Futbol de la “FERRO” y de la “CAMPSA” que ambos frecuentaban los jueves por la tarde y los domingos por la mañana, y continuaban, cómo ahora, con la hoguera de San Juan y acababan en Diciembre con la petición del aguinaldo, ocupando su tiempo antes en el mes de Septiembre y a veces en Abril, en la Feria de Botijeros, colaborando con los feriantes en la instalación de sus carruseles en los alrededores de La Alamedilla, lo que qué les proporcionaba unos preciados vales, que les permitían disfrutar de las distintas atracciones de forma gratuita.

El padre de Rafa, que era ferroviario, desempeñaba el cargo de guardafrenos y su madre, aparte de atender a la casa, cogía puntos a las medias, contando el matrimonio con tres hijos más, menores que Rafa: Angelito, Nines y Aurorita. Todos ellos ocupaban una modesta vivienda de planta baja, en el Barrio de las Delicias que compartían con otra familia, unos utilizaban la parte derecha y UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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otros la izquierda, ya que estaba dividida por un largo pasillo que desembocaba en un patio de utilización común dónde se encontraba el retrete y la pila de lavar, igualmente de uso común y a su vez adornado por una parra que, la verdad, no era muy generosa en sus frutos considerando el trato y cuidados que todos le daban.

Mati, a su vez, era hijo de un camarero del Café Nacional, que se hallaba en la Plaza Mayor, y su madre cuidaba de la familia compuesta por dos hermanos de Mati: Juli, que era mayor que éste y Santi que iba después de él. La casa que ocupaban se hallaba en la Avenida de Campoamor, muy cercana al Depósito de Aguas y al Salón de Baile Avenida, y la misma era similar a la de Rafa, pero no la compartían con nadie, ya que era propiedad del abuelo materno y a éste, que entonces vivía en un pueblo cercano, le pagaban la renta que tenían establecida.

Cómo se acercaba el día de la hoguera, Rafa y Mati fijaron un turno de guardia con el resto de la cuadrilla de amigos que organizaban la que se instalaba en una de las calles que confluían en la Avenida de Campoamor, no muy lejos del Bar El Parral, pues de sobra sabían que, debido a la competencia existente entre las distintas hogueras, al menor descuido unos y otros se distraían las existencias llamadas a ser devoradas por el fuego. Por ello Rafa le dijo a Mati: – Como mi padre está de servicio hoy en la línea de Plasencia-Empalme y no UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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viene hasta muy tarde yo me quedo a vigilar hasta última hora y tú si te parece te estas según tenga el turno tú padre en el Café- De esta forma los dos amigos establecieron su colaboración en la importante tarea de vigilar la hoguera.

Llegada la víspera de la festividad del Bautista y acercándose la mágica noches de San Juan, la vieja ciudad de Salamanca se transformaba por doquier en una ardiente tea llena de flameantes hogueras, al igual que de ruidosos cohetes y petardos, así cómo de sorprendentes bengalas. Lo mismo que al resto de la chiquillería, a Rafa y Mati la hora de la siesta, ese día se les hacía interminable, pues se hallaban ansiosos de disponer todo el material acumulado y darle una forma atractiva, que, en casi todas las hogueras culminaba en un sombrero y una escoba, aparte de que también permitiera una eficaz y aparatosa combustión que destacara sobre las demás.

Un problema que ese día siempre se suscitaba era la falta de recursos económicos para poder ir al kiosco del Demetrio, muy próximo al Parque de Bomberos, y adquirir los petardos imprescindibles para disfrutar de la noche y de la hoguera. Rafa trataba de convencer a su madre diciéndole:-Durante todo el año te reparto las medias por las casas de las clientas, traigo a Nines y Aurorita de la escuela y también ayudo a Angelito a hacer los deberes, Dame por lo menos para comprar seis petardos y dos bengalas –La madre, que no era UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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muy partidaria de éstos explosivos, demoraba su decisión:-Prefiero que lo que sea se lo pidas a tú padre y que él decida lo que estime conveniente-. Pero de sobra sabía Rafa que en lo que se refería a la economía doméstica, que en éste caso, en definitiva, era de lo que se trataba, su madre llevaba la voz cantante, por lo que insistió:–Cuando venga mi padre ya será tarde pues de sobra sabes que cuando acaba el servicio se entretiene con los amigos en la cantina de la estación y ,además, la decisión todas las veces te la endilga a ti- De esta forma, Rafa consiguió al final, aunque de forma parcial, que su madre atendiera su petición.

Mati, en el aspecto monetario, lo tenía algo más fácil, pues recurría a su padre aprovechando que él era el encargado en casa de llevarle al café el avituallamiento cuando las horas de servicio se alargaban, bien por Semana Santa, Ferias u otras celebraciones, al igual que también se ocupaba de ir a buscarle el tabaco al estanco dónde tenía domiciliada la cartilla del racionamiento y la “Hoja del Lunes” que entonces se publicaba con abundante información deportiva, a la que su padre era muy aficionado y que también había

contagiado

a

Mati,

consiguiendo

que

su

padre

atendiera

sus

requerimientos pecuniarios. Para ello, este utilizaba el recurso de las propinas y alguna gabela que por su profesión, de vez en cuando, le caía, pero antes le hizo la siguiente advertencia: –Adminístralo bien y sobre todo ten cuidado cuando utilices los petardos o lo que compres, pues ya sabes que casi todos UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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los años hay accidentes por imprudencias y solo nos faltaría que ocurriera algo , viendo cómo anda tu madre- Ésta siempre estaba enferma y cualquier alteración que pudiera haber le inquietaba y agravaba su precario estado, ya de por sí endeble por naturaleza.

Llegada la anhelada noche, con la hoguera dispuesta y con el acopio de petardos y demás cohetería, el suspense se centraba en cuál de las hogueras del entorno era la última en prenderse, pues ésta era una de las cosas de las que al día siguiente se alardeaba, al igual que cuál de todas había dejado más tarde de arder y durado más su rescoldo, motivo por el cual, a pesar de la presión de sus progenitores, la chiquillería insistía en retrasar el encendido, hasta que por fin un padre, chisquero en mano, prendía fuego y después de un intenso humo se iniciaban las llamas. En las distintas formas que estas llamas adoptaban, mayores y pequeños veían de manera diferente no carente de un cierto grado de fantasía, rasgos y trazos que bien podían representar las diversas ilusiones y frustraciones que cada uno vivía día a día. La ilusión de unos chavales, perseverando en una costumbre o rito ancestral, permitía a todos unidos por el fuego, el ruido de los petardos y la consiguiente algarabía, reflexionar al contemplar cómo la hoguera se iba consumiendo, sobre la levedad de la vida y en cómo las llamas que el fuego propiciaba, también representaban para cada uno, las aspiraciones más modestas al igual que las que parecían más inalcanzables. El fuego tenía de este modo, para sus UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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respectivas vidas un efecto placebo al que necesariamente había que acceder todas las noches de San Juan, para hacer acopio de fuerzas para un año más y a la vez concebir nuevos proyectos e ilusiones que probablemente habrían de repetirse al año siguiente.

Al día siguiente, Rafa y Mati, sentados a la sombra de uno de las árboles que rodeaban el Asilo de San Rafael en el Paseo del Rollo, cercano a sus hogares, recordaban la noche pasada y hacían proyectos para el resto del verano, Mati decía: –Yo me iré unos días con mi madre y mi hermano Santi al pueblo del abuelo, haber si cambiando de aires mi madre mejora como le ha dicho el médico, pero estaré aquí antes de San Lorenzo que es la fiesta y la verbena de los bomberos en Campoamor; y mi hermano Juli se quedará aquí con mi padre, pues éste le ha dicho que es fácil que pronto le avisen para entrar de botones en el Gran Hotel, ya que Juli cumple catorce años el día de Santiago y acaba la Escuela -.

Rafa, por su parte, le comentaba a su amigo Mati –Yo no tengo tu suerte pues no tengo parientes en ningún pueblo, así que me quedaré aquí todo el verano haciéndole los recados a mi madre y cuidando de mis hermanos, me iré a los Jesuitas a jugar, y algún día cómo puede ser la Fiesta de San Ignacio, es posible que me vaya con ellos y con los que por allí andamos de excursión a la arboleda de Cabrerizos ó tal vez a La Flecha, ya sabes por otros años que UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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llevan una buena merienda y aunque vamos y venimos andando lo pasamos muy bien, y por las noches saldré con mi madre y mis hermanos a tomar el fresco, también algún día iremos a la estación a buscar a mi padre,

así le

ayudamos a traer el farol y el resto del equipo y yo aprovecho para ver la salida y llegada de los trenes, sobretodo ése que a mi me gusta que es el expreso que va de Lisboa a Hendaya y que tiene coches-cama – Pero a Rafa, en el fondo lo que más le gustaba del verano, eran aquellas noches que con su madre y sus hermanos y a veces con su padre iban a la Alamedilla, a escuchar el concierto que en el templete daba la Banda Municipal, dirigida por un hombre muy alto y muy serio, que, con su mirada, incluso intimidaba a la chiquillería que constantemente hacía ruidos gritando cuando pedían a sus padres helados o barquillos.

De esta forma, estos niños que muy bien podían representar a la mayoría de los que habitaban aquella vetusta ciudad de Salamanca, pertenecientes a una generación nacida en los años inmediatos a la conclusión de la dramática contienda civil, que había sufrido España, encaraban cada día, aproximándose al final de la niñez y al comienzo de la siempre complicada adolescencia.

II. ADOLESCENCIA

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Cómo su hermano Juli ya llevaba dos años trabajando, al igual que su padre, en el ramo de la hostelería, Mati se veía obligado, ya en su último año de escuela, a colaborar cada vez más en las tareas del hogar, pues su madre cada día se hallaba con la salud más precaria, y el pequeño Santi necesitaba más tiempo para realizar los deberes escolares y asistir a la catequesis preparatoria de la primera comunión, siendo estos los motivos por los que no frecuentaba todo lo que el deseaba a su grupo de amigos especialmente a Rafa

Cuando una tarde, un tanto tormentosa, del mes de Septiembre Mati acompañaba a su madre al dispensario que los Jesuitas tenían en el Barrio de La Prosperidad, concretamente en la Calle Vergara, para que le pusieran una inyección, se encontró con Rafa y éste le propuso: – ¿Por qué no quedamos más tarde para ir a los Jardines de Las Salesas y después de ver allí la salida de los toros nos damos una vuelta por las Ferias? - Entonces Mati miró a su madre para ver por su semblante que le parecía, pero ésta, que a pesar de su deficiente estado de salud, nunca quería condicionar la vida de los suyos, le dijo: –Sabes que una vez que volvamos del dispensario ya no te voy a necesitar, pues si el nublado no va a más me iré con Santi y el abuelo -que había venido a pasar las Ferias-, a sentarnos en uno de los bancos del Paseo del Rollo cerca del Hogar Cuna- De esta forma los dos amigos pudieron concretar el programa de aquella tarde.

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En aquella Salamanca, el mes de Septiembre, con la celebración de las Ferias y Fiestas, tenía para todos, grandes y pequeños, un atractivo muy especial, pues en aquellos días la actividad de los mayores disminuía y los más pequeños acudían a la escuela solo por las mañanas, siendo frecuentada la ciudad por gente de la provincia, la cual una vez recogida la cosecha de los diferentes productos, llegaba de sus pueblos en trenes especiales que hacían parada algunos de ellos en el apeadero de la Calle María Auxiliadora próximo al Cine Taramona ó en Coches de Línea cuyo final de trayecto lo tenían en el Garaje San Isidro, el Arroyo de Santo Domingo y en las inmediaciones del Mercado de San Juan, y disfrutaba visitando a familiares que no podían ver durante todo el año y, haciendo cada uno el exceso económico

que estaba a su alcance,

acudían a los espectáculos que aquellos días se ofrecían; bien a La Glorieta a presenciar el desenjaule o alguna corrida de toros, bien a ver a las denominadas Compañías de Revista, que actuaban en los distintos teatros el Gran Vía, el Liceo, el Bretón ó el Coliseo, acabando siempre la jornada en el lugar dónde se instalaban las Atracciones de Feria, unas veces en la Gran Vía ó el Paseo Carmelitas, otras en los alrededores de La Alamedilla, mas tarde en la Avenida de Portugal y en la Carretera de Ledesma y alguna vez en la prolongación de la Avenida de Federico Anaya.

Rafa y Mati, cómo los demás adolescentes, disfrutaban de aquel ambiente que siempre desencadenaban las Ferias y las Fiestas de su ciudad, pues para ellos UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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entonces era mucho el tiempo que transcurría de un año para otro y el final de las mismas llegaba rápidamente trayendo siempre consigo la monotonía y la rutina. Pero aquel año bien por el grado de independencia que iban alcanzando o por el despertar de nuevas y desconocidas sensaciones, ambos muchachos participaban y disfrutaban con más ilusión. Por las mañanas algún día quedaban para ir al Edificio de la Cárcel Vieja, que se hallaba al final de la Cuesta Sancti Spiritus, para ver la salida de los Cabezudos, especialmente los conocidos como el Padre Lucas y la Lechera, después se acercaban a la Plaza Mayor a escuchar el concierto de la Banda Municipal y presenciar también el lanzamiento de cohetes y globos grotescos, e incluso un día acompañados por el abuelo de Mati, fueron al Mercado de Ganado, que en aquella época se establecía en las inmediaciones del Barrio del Arrabal, no faltando ningún día a las atracciones de la Feria, aunque solamente fuera para verlas, puesto que los recursos económicos y los vales gratuitos no duraban para todos los días.

En los diferentes barrios de la ciudad, aquellos días tenían lugar sesiones de cine al aire libre así cómo verbenas, por lo que tanto Mati cómo Rafa tenían que convencer a sus padres para que les dejaran asistir, permiso que conseguían pero condicionado a que llevaran a alguno de los hermanos pequeños. Rafa llevaba a Angelito y a Nines y Mati por su parte a Santi.

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A los dos amigos les contrariaba bastante asistir a estas celebraciones acompañando y cuidando de parte de la prole familiar, puesto que les impedía estar con el resto de los amigos que componían la pandilla, y al mismo tiempo acercarse a alguna amistad del otro sexo que conocían del barrio y que, en alguna ocasión a uno o a otro les hacían algo de caso. Con éste motivo le dijo Rafa a su amigo: –Cómo mañana acaban las fiestas con los fuegos artificiales cerca de La Alamedilla y estos tienen algún peligro para los pequeños, si te parece vamos a convencer a nuestros padres para que nos dejen ir solos y de esta

manera

estamos

con

quien

nos

parezca-

Mati,

chaval

bastante

observador, adivinaba que lo que Rafa pretendía era que ésa noche los dos haciéndose los encontradizos, presenciar los fuegos artificiales con Isa, aprendiza de un taller de modista que había cerca de su casa y con Paqui, la amiga de ésta, a la que Mati conocía por haber tomado la primera comunión con ella años atrás. De esta forma, los dos muchachos proyectaron acabar aquel año las Ferias y Fiestas de la ciudad.

A Rafa no le fue difícil convencer a su madre, pues ésta ya había decidido que aquella noche iría a los fuegos con Angelito y las dos pequeñas y después se acercarían a la estación a recoger a su padre que aquel día estaba de servicio a Fuentes de Oñoro, pero para Mati resultó más complicado, ya que tenía que llevar los bocadillos de la cena a su padre y a su hermano Juli y su madre, cómo siempre, no se encontraba bien, pero al final el abuelo se comprometió a UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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llevar a los fuegos a Santi y de esta manera liberó a Mati de la obligación de tener que llevarlo él.

De esta manera, los dos amigos, después de entregar los bocadillos al padre y al hermano de Mati se dispusieron a disfrutar de aquella noche para ellos especialmente mágica e ilusionante, dirigiéndose al entorno de la Plaza de España y La Alamedilla a presenciar los fuegos artificiales que clausuraban las Fiestas de aquel año. Primero trataron de localizar a su habitual pandilla de amigos y después, especialmente por parte de Rafa, a Isa y a Paqui, lo cual no resultaba fácil debido a la cantidad de gente que allí había congregada y mucho menos después del estallido del primer cohete y de toda la pirotecnia que vino a continuación. Rafa le decía a su amigo: –¿Tú ves alguno de los nuestros?- y Mati, de forma un tanto socarrona, le contestaba: –No veo a ninguno y tampoco a ninguna- Todo lo cual, unido a los gritos y a la algarabía desencadenada, tenía totalmente desconcertado a Rafa, que pensaba:–Con lo que me hubiera gustado asistir a estos fuegos al lado de Isa y ofrecerle mi protección ante estas explosiones y estruendos- pero el espectáculo continuó y el final del mismo fue para los dos chiquillos una ilusión ansiada, pero en cierto modo frustrada, pues ambos habían deseado compartirla, y de manera especial Rafa, con aquellas chiquillas también adolescentes que en alguna ocasión les habían prestado atención, pero tal vez no tanta cómo los dos muchachos habrían podido pensar. UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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Así transcurría la vida adolescente de estos muchachos, lo mismo que la de muchos otros en aquella para ellos acogedora ciudad de Salamanca, cuyos limites por un lado los establecía el entrañable Río Tormes con el típico Barrio del Arrabal, por otro el siempre atrayente Barrio de la Prosperidad cercano a la Aldehuela de los Guzmanes, lugar éste de esparcimiento en cualquiera época del año. El resto los límites se hallaban establecidos por la barriada extraordinariamente trabajadora de Los Pizarrales, por el Cementerio de la ciudad y el feudo de El Calvario, recinto éste último dónde los aficionados al fútbol disfrutaban los éxitos y sufrían los fracasos de la por todos querida Unión Deportiva Salamanca, y finalmente el extremo norte de la ciudad lo marcaba una extensión de terreno, en su mayoría todavía de uso agrícola, que comenzaba desde el Cuartel de Ingenieros y la Plaza de Toros hasta la Estación del Ferrocarril, por donde empezaba entonces a emerger el Barrio Garrido.

Rafa y Mati, aquel año afrontaban su último Curso de la Enseñanza Primaria. El primero asistía a una escuela existente contigua al Parque de Bomberos llamada Luís Vives, y Mati recibía sus enseñanzas en el Colegio de los Jesuitas muy próximo al de Rafa, siendo con frecuencia los diferentes centros educativos la causa de alguna discusión entre ellos. Rafa siempre le decía a Mati: –En mi escuela no tenemos patio para el recreo pero podemos estar en la calle y hacer lo que nos dé la gana, además no nos obligan a rezar el rosario y UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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a confesarnos todos los sábados por la tarde y tampoco son tan puntuales cómo en el tuyo para empezar las clases- A todo esto, Mati no tardaba en replicar: –En mi escuela organizamos partidos y campeonatos de fútbol todo el año, tenemos salón de juegos y al finalizar el curso tenemos una fiesta dónde nos reparten diferentes diplomas, también hay un coro que va a cantar a distintos sitios y todos los domingos lo hace en misa de una en La Clerecía- Y con estas disputas los dos amigos pasaban el tiempo y defendían con orgullo y ardor a sus distintas escuelas.

En aquella época, como en tantos siglos ha sucedido, las familias azuzaban a los chavales que ya apuraban su último año en la escuela, para que, aparte de colaborar en casa en la cotidiana vida doméstica, adquirieran una mayor formación, utilizando los precarios medios que entonces podían tener a su alcance. Por ello, Mati había comenzado a asistir a clases de Dibujo Lineal, que entre otras materias se impartían en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, ubicada en el vetusto edificio de la Cárcel Vieja, donde también tenían su sede los Juzgados de la capital y el Cuerpo de Guardia de la Policía Municipal. Con éste motivo Mati le decía a Rafa: – Me he comprado todo el material para dibujar láminas y croquis y te diré que la enseñanza allí es distinta a la de la escuela; también va gente mayor y de otros barrios. Las dos horas que duran las clases se pasan rápido, además nos han dado un carnet con el cual los sábados podemos asistir allí mismo a una sesión de cine y dicen que, incluso, a UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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final de curso nos llevarán de excursión en tren a Alba de Tormes- Rafa, que por su parte había iniciado un curso de mecanografía, que daba una señora algo mayor en su casa, en la Cuesta de la Raqueta casi enfrente de la trasera del antiguo Salón de Baile El Ideal, le comentaba a Mati: –Son unas clases muy entretenidas, pues tenemos una máquina de escribir para cada uno de los que vamos. Por cierto. sabrás que allí coincido con Paqui la amiga de Isa, y la profesora nos ha asegurado que al final, si superamos un examen, nos dará un Diploma-, además, continuó diciéndole: -Por mediación de mi tío Enrique, voy a ir los martes y los jueves a un taller que enseñan aeromodelismo, que está en un sitio que llaman El Estambul, en la Cuesta del Carmen enfrente del Cine Moderno, y que es algo de La Falange o del Frente de Juventudes y también todos los sábados proporcionan sesiones de cine e, incluso, como premio al final del curso, te facilitan la asistencia a un Campamento de Verano que está por la parte de la Sierra de Gredos– Con esta conversación los dos adolescentes intercambiaban los pormenores de sus respectivas vidas, ilusiones y proyectos. Todo ello tenía cómo escenario aquella capital pequeña

pero

acogedora,

con

rincones

populares

y

charra

monumentos

incomparables que para cada uno de sus habitantes encerraban imborrables recuerdos y vivencias de distintos tiempos, matices y sentimientos.

Entre paseos, e idas y venidas de sus respectivas obligaciones, así se sucedía el día a día en la vida de Rafa y Mati, disfrutando de su adolescencia y UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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compartiendo con sus familias unos días mejores y otros peores, pues las estrecheces eran muchas y las satisfacciones, aunque sencillas, se acababan casi antes de comenzar a saborearlas. Todo esto los muchachos lo superaban con la alegría y la ilusión que su adolescencia les iba deparando, sintiéndose ambos satisfechos, entre otras cosas, con disponer de algunas monedas que, de vez en cuando, les permitieran disputar un futbolín en Salones que al efecto había en Salamanca, uno en la Calle Prior, y otro que denominaban La Gimnástica, en la Calle Espoz y Mina, o dando un paseo por la Plaza, la Alamedilla o incluso por la Carretera de Madrid, según la época del año, tratando de coincidir, para acompañarlas un rato, con alguna amistad femenina; y si se trataba de Isa y Paqui, mucho mejor. Así, estos adolescentes, seguramente sin tener mucha conciencia de ello, se iban acercando a la decisiva etapa de la juventud.

III. JUVENTUD

Mati tuvo que abordar el comienzo de esta etapa con un acontecimiento especialmente dramático, pues su madre después del doloroso y prolongado proceso de su enfermedad, derivado del agravamiento de su siempre precario estado de salud, había muerto al comienzo de aquella prometedora primavera, que vino precedida de un duro invierno para toda la familia, con constantes y sobresaltadas idas y venidas al Hospital Provincial, dónde, con más cariño que UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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medios, habían tratado de superar el deficiente estado de salud de la pobre mujer, Durante este periodo, Mati estuvo especialmente comprometido con la situación familiar, pues a pesar de que se hallaba trabajando de chico de los recados en una tienda de ultramarinos existente en el barrio, le permitían ausentarse cuando le era necesario. Esta disponibilidad no la tenían su padre y su hermano Juli, ya que estos tenían trabajos en los que las exigencias eran más rigurosas. El pequeño Santi todavía asistía a escuela, aunque también colaboraba a su manera sin desatender los estudios en los que, por cierto, comenzaba a sobresalir.

Rafa, por el contrario, afrontaba la juventud sin ningún lastre que pudiera compararse con el que vivía su amigo Mati. Se encontraba desde hace algún tiempo trabajando en un taller de carpintería que se hallaba en el Alto del Rollo, y a la vez se preparaba para optar en su día al ingreso, cómo hijo de ferroviario, en el Cuartelillo de Ferrocarriles, y por éste medio conseguir su futuro profesional en la misma actividad que su padre, pues desde siempre le había fascinado el ambiente ferroviario. Mientras, su familia se encontraba un tanto preocupada, ya que su hermano Angelito estaba decidido a ingresar en el Seminario de Calatrava, y ninguno acertaba con el argumento adecuado que le hiciera desistir, pues el chico se hallaba muy influenciado por un cura que todos los jueves iba a dar una charla de religión a su escuela. Esta decisión del muchacho había traído consigo una situación de desasosiego a los padres a la UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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que no eran ajenos el resto de la familia, incluidas sus dos hermanas pequeñas Nines y Aurorita.

Aquella mañana Rafa al levantarse se dijo: -Hoy sin falta tengo que ver a Mati para saber algo de él, pues desde que murió su madre a penas le he visto y tenemos que quedar-, y sin más se propuso que al salir del taller a mediodía lo iría a buscar a la tienda dónde trabajaba. De esta forma al final pudo quedar con él para el día siguiente, que precisamente era el Domingo de Ramos con el que daba comienzo la ya entonces importante Semana Santa de Salamanca.

Mati le confiaba a su amigo Rafa: –Lo estoy pasando muy mal, pues nunca pensé que a pesar del delicado estado de salud de mi madre, ella pudiera desaparecer, e incluso fíjate que para lograr su recuperación, cuando salía de la clase de dibujo me asomaba a la Capilla del Cristo de los Milagros para hacerle constantes promesas encaminadas a que pusiera buena a mi madre, pero ni así ha sido posible. Además ahora mi padre apenas se ocupa de nosotros ni de nuestro porvenir

Cuando acaba el servicio se queda por los

bares de los Portales de San Antonio y no nos enteramos ni de la hora a la que llega a casa, siendo Juli y yo los que nos ocupamos de las necesidades de la casa y de la educación y los estudios de Santi, que cómo sabes está destacando bastante- A todo esto Rafa prestaba atención mientras pensaba la forma de poder ayudar y animar a su amigo. UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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En la festividad del Jueves Santo, Rafa fue a buscar a Mati a su casa y después de ayudarle a terminar algunas tareas domésticas le convenció para salir a dar una vuelta, así que ambos se encaminaron a la Plaza Mayor, y después por la Calle la Rua hacia las catedrales, ya que allí era dónde por ésas fechas más gente se concentraba y, en espera de los desfiles procesionales, se establecía un agradable paseo, en el que era frecuente encontrarte con otros amigos y conocidos del barrio. De esta manera fue cómo coincidieron con las inseparables Isa y Paqui, las cuales se disponían a ver la procesión de ése día en la Calle de La Compañía. Después de interesarse por el estado de Mati, se dejaron acompañar por los dos amigos para presenciar aquel desfile procesional.

Mientras transcurría la procesión Isa le decía a Mati: –Tienes que distraerte y animarte un poco más sin dejar de ocuparte del trabajo y de las responsabilidades de tu casa, y tampoco tienes que olvidarte de tu porvenir, pues por lo que me dices lo de la tienda de ultramarinos no te entusiasma demasiado- Rafa escuchaba la conversación mientras pasaban delante aquellos cofrades con su espléndido hábito y zapatos extraordinariamente brillantes y pensaba: -Esta Isa es una chica estupenda y de qué manera está sabiendo llegar a Mati, mientras que Paqui no dice nada, no sé si por prudencia o porque tal vez no se le ocurre nada, y pensar que yo hasta ahora creía que UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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ella era la más lista de las dos amigas- y continuó escuchando cómo Isa seguía animando y, a su manera, también aleccionando a Mati, diciéndole:–Ya sabes que yo antes de concluir la etapa escolar comencé de aprendiza en un taller de modista, pero por mediación de un vecino, he encontrado un trabajo mucho mejor retribuido en una fábrica de chocolate que hay cerca de la Casa de la Madre, pasando La Alamedilla ,y por la tarde a última hora voy a un curso de corte y confección que de forma gratuita imparten en un colegio de monjas cerca del Paseo de Canalejas, así que no te quedes lamentándote y procura afrontar las dificultades y buscarte el mejor porvenir cómo hacemos todosMati asentía a todo lo que le decía Isa, y para sus adentros se sentía especialmente reconfortado, por éste tiempo y estas palabras que le llegaban de esta muchacha, que nunca le había parecido asequible, y que, ahora, se manifestaba extraordinariamente cercana así como sinceramente preocupada por el momento que Mati estaba viviendo.

Aquella primavera y después de transcurrida la Semana Santa, tanto Rafa cómo Mati no entendían un día de fiesta sin ser compartido por ambos, y a la vez tratar ahora de coincidir bien en el paseo de la Calle Toro, La Plaza ó por La Alamedilla, con Isa y Paqui, las cuales, aunque de forma un tanto esporádica, habían comenzado a aceptar la compañía de éstos muchachos; si bien la afinidad de Isa con Mati era perceptible para todos, mientras que Paqui y Rafa no alcanzaban idéntica sintonía. Pero no por ello los cuatro dejaban de sentirse UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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a gusto cuando coincidían, pues Rafa desde un principio había aceptado la preferencia de Isa por su amigo.

Cuando el día de San Juan de Sahagún, Mati y Rafa regresaban de la verbena a la que habían asistido en la Plaza Mayor, el primero le dijo a su amigo: – El uno de julio voy a comenzar a trabajar en una fábrica que está cerca de la cárcel más allá de los lavaderos que hay en el Barrio de la Fontana, pues un señor que hay allí de encargado y que es del pueblo de mi abuelo y algo pariente de él, me ha recomendado sabiendo de mis conocimientos de dibujo, aunque tendré que ir con disposición de hacer de todo – y continuó : – Mi abuelo me ha dicho que se ha comprometido mucho con su pariente por mí, así que debo procurar cumplir lo mejor que pueda con todo lo que allí me manden – Rafa a su vez informaba a su amigo: –Creo que en Septiembre ó cómo muy tarde en Octubre, tendré que enfrentarme, según me ha dicho mi padre, al examen de ingreso en el Cuartelillo de Ferrocarriles, así que, si todo resulta bien, dejaré el taller de carpintería y comenzaré la vida de ferroviario que siempre he deseado.– De esta manera, recíproca e ilusionada, los dos amigos se hacían estas confidencias que tanto habrían de repercutir en el futuro de sus vidas.

Con estas perspectivas de su inmediato futuro, los dos amigos afrontaban aquel verano que, probablemente, fuera el último que, de forma tan intensa, compartieran. Asistían siempre que les era posible a las fiestas y verbenas que UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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entonces se celebraban en los distintos barrios, comenzando por la de El Arrabal a la que la seguía la del cercano pueblo de Tejares, con la Romería de la Virgen de la Salud, y continuaba con la de la Prosperidad, concluyendo con la de los Pizarrales. También en aquella época tenían especial relevancia festiva, las meriendas que en La Aldehuela y otros lugares cercanos se celebraban, en la festividad del 18 de Julio y el día de Santiago, pues estos días, cómo tantos otros, para los habitantes de aquella entrañable ciudad, cada calle, rincón o paseo de la misma, eran una prolongación de sus humildes hogares, por lo que, cualquier hecho o celebración que en estos lugares aconteciera, era ocasión que se aprovechaba para coincidir con otras familias, amigos y conocidos de otros barrios, e incluso para establecer nuevas amistades de distinta índole, las cuales en muchas ocasiones acababan en una relación que podía conducir a un destino y futuro compartido.

Una de las últimas noches de ése verano, cuando regresaban del río, dónde a ultima hora habían ido a darse un baño a la zona que todos conocían por El Cabildo, y se encaminaban a sus casas por el Puente Pradillo, Rafa le dijo a Mati: – Nos vamos a cambiar pronto de casa pues a mi padre le han concedido una vivienda nueva de las que la Renfe está acabando en la Avenida del General Mola, así que mi madre no cabe en sí de alegría, pues donde ahora vivimos estamos muy escasos de espacio, y Nines y Aurorita ya se están haciendo mayores, igual que Angelito, aunque éste al final en Octubre se va de UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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seminarista a Calatrava – Mientras Mati escuchaba lo que le iba comunicando su amigo, pensaba en lo que podía representar el alejamiento de sus respectivos domicilios y se decía para si mismo: -Cómo no pueda frecuentar de la misma forma que hasta ahora a Rafa ni tampoco a Isa, no sé a quien voy a recurrir para charlar y desahogarme, porque en casa mi padre sigue sin querer saber nada, Juli con el trabajo y preparando su boda, pues quiere casarse para la próxima primavera, tampoco está para muchas conversaciones al igual que Santi, que una vez que ha aprobado el Ingreso para iniciar el Bachillerato, no piensa más que en estudiar.- Por aquella época, con Isa tampoco podía estar todo el tiempo que él querría, ya que aparte del trabajo en la fábrica de chocolate, y el curso de corte y confección al que seguía asistiendo, tenía que atender a sus abuelos maternos, que vivían en el Barrio del Matadero, al otro lado del río, muy distante de su domicilio, pues ella vivía en la Plaza de San Cristóbal, cerca de un Cine muy modesto pero económico que todos conocían con el nombre de San José, por estar dirigido por un sacerdote que regía un Colegio con el mismo nombre en las inmediaciones.

Entonces Rafa, adivinando en el silencio de su amigo lo que éste estaba pensando, le dijo: –Oye Mati no creas que porque nuestras casas vayan a estar más distantes no vamos a continuar quedando y viéndonos, pues yo, mientras no ingrese en el Cuartelillo, según regreso del taller, te veo y, si no estás en casa, le dejo a Santi cualquier recado – De esta forma los dos amigos, mientras UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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llegaban a sus respectivos hogares, dejaban establecida la manera que impidiera el distanciamiento de una relación que desde chiquillos mantenían, y a la que por nada del mundo renunciarían, pues eran muchos los buenos y malos momentos compartidos, así cómo los proyectos e ilusiones que les unían, y que ahora en una crítica situación de su prometedora juventud afrontaban con la valentía propia de esa incomparable edad.

IV.

EPÍLOGO : EDAD ADULTA

Rafa después de un destacado periplo profesional en la empresa ferroviaria a la que pertenecía desde su juventud, aceptó, previa consulta con su mujer, una guapa aragonesa que había conocido cuando estuvo destinado en Zaragoza, la prejubilación que le habían propuesto, y de común acuerdo, la pareja decidió trasladar su residencia que entonces tenían en una población cercana a Madrid, a Salamanca, ciudad constantemente añorada por Rafa, y que no hacía mucho había estado de permanente actualidad de una manera muy especial, por haber sido designada Capital Europea de la Cultura. En ella, aunque su padre ya hacía años que había fallecido, aun tenía a su madre, que a pesar de la edad, todavía se conservaba bastante bien conviviendo con su hermana Aurorita, que estaba soltera, pues Nines se había casado y, por circunstancias UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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laborales de su marido, residía ya hace años en Barcelona, mientras que Angelito, después de dedicar unos años a la carrera sacerdotal, había abandonado los hábitos y ejercía de profesor de Filosofía en un Instituto de Zamora, dónde se había casado ya algo mayor, con una profesora de Lengua, teniendo su domicilio en la ciudad del Duero.

Apenas instalado el matrimonio en la ciudad, una mañana desayunando, le dijo Rafa a su mujer: –Hoy sin falta voy a quedar con Mati – del cual siempre le estaba hablando –pues aunque no hemos dejado de estar en contacto por uno u otro motivo, ahora no es lo mismo; que los dos tenemos todo el tiempo para nosotros. Ya sabes que él lleva jubilado unos años por aquel acuerdo con la empresa telefónica en la que trabajó desde que cumplió el servicio militar en Ingenieros, que, por cierto, creo que es lo único en lo que este hombre tuvo suerte – Pues Rafa de sobra sabía que Mati, después de haber sufrido la prematura muerte de su madre y los penosos años que tuvo que convivir con su padre, con la desagradable deriva que éste tomó cuando ella faltó, tuvo que responsabilizarse de la casa, ya que su hermano Juli, una vez casado, se preocupó solamente de su nuevo hogar, y el pequeño Santi, a su vez, de sus estudios, con los que al final consiguió un importante puesto en una Entidad Bancaria, que profesionalmente le había conducido a crear y establecer su familia en una población importante de la parte de Levante – Y fíjate, -le continuaba diciendo a su mujer-, lo que le habrá costado superar lo de Isa – UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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pues ésta falleció al poco tiempo de jubilarse Mati, cuando los dos tenían por delante un sinfín de proyectos para disfrutar, ya que se habían casado nada más licenciarse Mati e ingresar éste en la Compañía de Teléfonos, habiendo tenido en su matrimonio por unas causas u otras más sinsabores que satisfacciones.

De esta forma, aquella mañana de un apacible otoño, muy característico de la capital charra, Mati y Rafa se encontraron en una de las cafeterías existentes en el Paseo de Carmelitas, un espacio de la ciudad que a los dos, desde chavales, siempre les había gustado. Después de darse un fuerte abrazo y pedir sendos cafés, se sentaron a departir sobre los últimos acontecimientos de sus respectivas vidas. Mientras hablaban, Rafa no apartaba la vista de una especie de estuche de cartón de tamaño mediano que Mati había depositado encima de la mesita que ambos compartían, y éste, que a pesar de los años no había perdido su dotes de hombre observador, le dijo a su amigo: -Cómo veo que llevas un rato pensando cual puede ser el contenido de esta caja ábrela tu mismo y luego me dices que opinas de su contenido –Rafa procedió de manera inmediata a cumplimentar la invitación de su amigo.

La sorpresa y la emoción que le produjo a Rafa lo que aquel estuche contenía, fue tan profunda que no pudo evitar que los ojos se le humedecieran y contener alguna lágrima, pues tenía ante él un libro titulado “LA CIUDAD QUE UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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VI” del fotógrafo salmantino Guzmán Gombau, que recogía un amplísimo compendio de atractivas imágenes y fotografías, que con anterioridad y de manera sucesiva desde hace algunos años había venido publicando y aun lo continuaba haciendo un periódico semanal gratuito de Salamanca llamado DGRATIS, en las que aparecían diferentes y característicos lugares de la capital charra tal cómo eran durante la niñez, adolescencia y juventud de aquellos amigos. Contemplándolas, los dos amigos, de manera emocionada, apreciaban y comentaban sin disimular la nostalgia que a ambos les invadía, las notables diferencias entre la ciudad que aquellas fotografías representaban y la que ellos ahora contemplaban. Sabían ahora los dos, jubilados y con las cicatrices que de diferente índole la vida en ellos había dejado, que esta ciudad, a pesar de los asombrosos cambios experimentados, seguiría siendo la que siempre habían querido, como inigualable escenario de sus vidas, y en la que ahora se proponían disfrutar todos los años que el destino les tuviera reservados en su nueva situación, renovando e intensificando cada día su inquebrantable amistad.

Mati se despidió de Rafa después de haber estado un largo rato examinando y elogiando una y otra vez aquella fantástica y emotiva publicación. Rafa, según veía a Mati alejarse, se preguntaba qué podría hacer él en lo sucesivo, para conseguir que de su amigo desapareciera aquella tristeza y melancolía que en él se había instalado. Y reflexionando sobre ello se dirigió a casa portando UNA EDAD, UN TIEMPO, UNA CIUDAD…SALAMANCA RAMON GARCIA MARTIN. http://desdelacallechile.blogspot.com

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aquella obra y para él ahora entrañable documento, cuya existencia el desconocía, y que Mati con el cariño y la naturalidad de la que siempre con él había hecho gala, le había regalado como mejor testimonio de todo lo que a los dos amigos les unía.

Mientras caminaba, Rafa pensaba, a propósito de aquellas fotografías que tanto le habían sorprendido: -Verdaderamente estas imágenes representan de forma magnifica, los lugares más entrañables y profundos donde han ido quedando las huellas de nuestras vidas, con sus emociones, ilusiones y también decepciones- y asociando éste pensamiento a una obra de reciente lectura del autor Mario Benedetti, continuaba en su meditación: -Ahora si que Mati y yo, podemos coincidir con éste escritor uruguayo ubicándonos en este extraordinario álbum fotográfico, cuando él dice, “DE TODOS LOS TIEMPOS, LOS VIEJOS Y LOS NUEVOS, QUEDAN LAS VIRUTAS DE LA VIDA” , pues muchas de las nuestras se hayan esparcidas en lugares y rincones de nuestra querida Salamanca, cómo los que aparecen en este sorprendente libro.-

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