Rutas Literarias Centro de Intercambios Escolares (CIE) SERVICIO DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO
PLAZA DE SAN MIGUEL / MENTIDERO DE LA PUERTA DE GUA DALAJARA En este lugar estaba la antigua puerta de la muralla Mediev al llamada “Puerta de Guadalajara” que, a finales del siglo XVI era y a el centro de un barrio de artesanos y pequeños comerciantes, como atestiguan aún los nombres de sus calles: plateros, bordadores, tintoreros, coloreros, hileras, herradores, cuchilleros, etc. Esta puerta de Guadalajara estaba siempre muy animada, debido a que era una zona de tránsito y de comunicación entre el Alcázar, las casas de los nobles y los arrabales. En sus alrededores se formaban corros de gentes muy v ariadas que hacían tratos, comentaban y difundían noticias, conv irtiéndose en un “Mentidero político y literario” frecuentado por los escritores del siglo de oro (Cerv antes, Lope de Vega, ...) y por desocupados y curiosos. También había en este espacio v arios garitos de juego y una librería, la de Francisco de Robles, que v endía libros de Cerv antes y en la que se organizaban también tertulias literarias y partidas de juegos en las que participaba, con bastante frecuencia, don Miguel de Cerv antes y que reflejó, en múltiples ocasiones, en sus obras (v er texto adjunto del “Juez de los divorcios”). Don Francisco de Robles fue el librero que animó a Cerv antes a escribir la segunda parte del Quijote. Las librerías y los mentideros fueron muy importantes en la sociedad madrileña del siglo de oro. A las librerías acudían escritores para hacer tertulias y conocer las últimas nov edades de libros impresos. Estas tertulias fueron el precedente de las que posteriormente se llamaron de “rebotica” y que han v enido manteniéndose en las trastiendas de las librerías hasta nuestros días. Su importancia cultural es ev idente por cuanto contribuy eron a crear un foro de opinión e intercambio de ideas entre los intelectuales, y especialmente entre los poetas dramáticos y líricos de los siglos XVI y XVII, al margen del ambiente univ ersitario y eclesiástico, dando origen a una cultura profana y de concepción univ ersal. En cuanto a los Mentideros y corrillos, fueron lugares fijos de reunión en determinadas calles de la ciudad a las que acudía un público heterogéneo áv ido de noticias, de cotilleos, y generalmente desocupado. Hubo mentideros políticos, de soldados, de escritores, de cómicos, etc., que dieron a la ciudad un aspecto bullicioso y colorista y fueron fácilmente identificables por las prendas que usaban sus asistentes y que les relacionaban con una profesión o activ idad específica. Muy cerca de aquí, en la confluencia de la calle May or con la Puerta del Sol, se encontraba otro de los mentideros mas importantes de Madrid llamado de “San Felipe El Real” porque era en las gradas y en el atrio de este Conv ento donde se reunían compradores, soldados, escritores (Cerv antes, Lope de Vega, Góngora, Quev edo, Calderón....) y todo tipo de gente desocupada para cotillear y propagar todo tipo de noticias. Era principalmente un mentidero de soldados que se hizo famoso por las exageraciones y fantasías que en él se contaban y que Cerv antes frecuentaba atraído por la v ida de la milicia, reflejando su ambiente también en v arias de sus obras. El Mentidero de San Felipe el Real fue testigo de importantes sucesos que conmocionaron la v ida madrileña del siglo XVII, entre ellos el asesinato del conde de Villamediana, que dio lugar a toda clase de rumores y especulaciones. (Ver imagen “Mentidero de San Felipe El Real”) En este barrio nació Lope de Vega el 25 de Nov iembre de 1.562 , y a que su padre, que era bordador, acababa de instalarse en una casa de esta zona, procedente del Valle de Carriedo (Santander), con el fin de encontrar mejor fortuna en la capital del imperio. Lope fue bautizado en la Iglesia Mediev al de San Miguel que estaba en el mismo lugar que hoy ocupa el Mercado del mismo nombre y que se quemó en el siglo XVIII en el incendio que destruyó casi totalmente la Plaza May or. En este barrio, lleno de colorido y mov imiento, transcurrió también su infancia en la que muy pronto demostró su inclinación a leer y componer v ersos con tanta precocidad que, cuando aun no sabía escribir, daba su merienda a los muchachos may ores para que le escribiesen los v ersos que él componía mentalmente Itinerarios Literarios por la ciudad de Madri d
Sobre la Plaza de San Miguel
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Rutas Literarias Centro de Intercambios Escolares (CIE) SERVICIO DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO y , y a con doce o trece años, escribió sus primeras comedias. Fue, pues, un estudiante brillante y precoz, pero inconstante e impaciente que, con 16 años, se escapó de su casa, junto con un amigo, para conocer el mundo, hasta que fue detenido y llev ado de nuev o a Madrid por un alguacil. El mismo Lope de Vega describe admirablemente su carácter enamoradizo, apasionado e impulsiv o en el siguiente sone to:
Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alertado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente y fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño: esto es amor; quien lo probó lo sabe. Cervantes reflejó muy bien el ambiente del mentidero de la Puerta de Guadalajara en el siguiente texto incluido en el entremés “El Juez de los divorcios”.
Doña Guiomar:-
Quiero decir que pensé que
me casaba con un hombre
moliente y corriente, y a pocos días hallé que me había casado con un leño, como tengo dicho; porque él no sabe cuál es su mano derecha, ni busca medios ni trazas para granjear un real con que ayude a sustentar su casa y familia. Las mañanas se las pasa en oír misa y en estarse a las puertas de Guadalajara murmurando, sabiendo nuevas, diciendo y escuchando mentiras; y las tardes, y aún las mañanas también, se va de casa en casa de juego,...
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