RETROSPECTIVA (2001-2008)
La presente exposición es una pequeña selección de mi trabajo visual o fotográfico, que va del año 2001 al 2008. Donde distintos proyectos se interrelacionan, incluso yuxtaponen. Intentando con esto no tanto darles una continuidad cronológica sino más bien develar el sentido que los cruza o conecta, por ejemplo: lo épico, la muerte, el viaje, lo arqueológico, la memoria, lo inmemorial etc. Reconociendo como escenario el lugar donde se ha vivido, la región de Atacama, digamos reinvención del territorio interior y exterior. Creando con ello un espacio para el juego estético-espacial, (la fotografía y la instalación), por tanto invención de otra perspectiva acerca de nuestros antecedentes genético-culturales, para descubrir sus aspectos irreductibles, por decirlo de alguna manera. Recuperando con ello la extrañeza primera, el misterio o lo innombrable que la memoria colectiva y personal aun guardan en sus intrincados laberintos. Seria a fin de cuentas una lucha contra el total olvido o la muerte inútil no tanto de una cultura o un ser, sino del gesto sagrado que lo hicieron posible. De esta manera una de las características de la labor artística constituiría, a mi juicio, volver a mirar y repensar las cosas, darle sentido estético sagrado a la perdida, al vacío, recomponer el lenguaje para permitir la comunicación con lo que existió, con lo que ha muerto, pero que pervive en nosotros: el antepasado, el imaginario borrado, los cultos y ritos negados etc. En rigor reactualizar lo que nos ha permitido ser y conocer.
Mi trabajo visual al enfrentar el montaje permanente de este museo, ofrece la oportunidad de delatar o reafirmar sus propias fuentes: lo mítico, la historia, lo arqueológico, lo antropológico etc. Sería imitar o teatralizar su labor de resguardo de “cosas”, representaciones tanto en imágenes como en crónicas o viejas cosmogonías, huellas que han dejado otros. Elementos que finalmente nos confirman como seres espaciales y temporales con deseos de proyección. Sin embargo dada mi lectura personal, imaginaria y lúdica, de esos referentes provocaría un efecto paradójico entre la búsqueda de la verdad histórica y la libertad creativa o verdad artística la cual también es mentira. Para que quizás lo estético y el juego casi gratuito sean elementos que aporten y transgredan al mismo tiempo este contexto (el museo regional) que por su impuesta formalidad pedagógica se le niega lo festivo, lo excesivo, el puro relato visual y el sin sentido o mas bien el sentido otro de las cosas. Entonces en esta ocasión estamos frente a un intento de conexión entre ciencia, historia y arte, no siempre separadas por cierto, (pensemos en otras épocas de la histórica), pero que vueltas a encontrar hacen posible una lectura diferente y a veces mas profunda de sus “respectivos espacios o territorios” contaminándose mutuamente para cuestionarse y recuperar lo poético, la mirada primera o la particularidad humana de preguntar lo imposible. Delatando con ello lo que originalmente las mueve: lo verdadero y lo bello…Lo sagrado. Manuel Ormazábal Soto Artista Visual Copiapó, 13 de enero de 2009
¡Dónde están los héroes!
Dónde están los héroes Aquellos hombres cuyos ojos iluminaban Los escenarios del horror, Cuya mano acarició el rostro pálido De aquella adolescente que lo rescataría De las manos ensangrentadas de sus enemigos, Que lo liberaría de su propio grito en la barbarie De su inevitable viaje a un templo frío y monumental. Sin embargo la patria es también esa misma adolescente Que lo ama con ternura desvirgándolo religiosamente, Para luego nuevamente virginizarlo en la muerte atroz Perfeccionando así su soledad Y su condición de imagen eterna. El héroe también es, en algunas ocasiones, aquel hombre Que desde nuestra temprana niñez nos cuida y alimenta, Sacándonos a veces a ver el mundo. El nos hereda la historia, la incertidumbre, el silencio, la clase, el icono, la resistencia Y el desvanecimiento en el tiempo.
¡Padre! ¿Podré algún día ser un héroe?