Tercera Persona Cronica.docx

El éxito que trae, el sufrimiento.

Era una mañana tranquila. La sala de espera estaba vacía. Una mujer alegre y tranquila llego, las personas que la vieran, pensarían que tuvo una vida llena de amor y felicidad. Las apariencias engañan, ella tenía un pasado, el cual no le gustaba recordar. La muerte de casi toda su familia, ver morir su hermano, su padre, sus sobrinos fueron momentos que la hicieron fortalecer su alma y su vida para sacar adelante él bebe que estaba a punto de nacer. Desde entonces su mente y corazón, dejo en el olvido tanto daño que le hicieron, para centrar su alma en criar a su hijo y sacarlo adelante sin que nada malo le sucediera. Ese bebe tan frágil e inquieto, era. Jhon Prieto. A medida que el tiempo pasaba. Él iba creciendo e iba conociendo lo que en verdad era este mundo. Hasta que un suceso cambio su vida. Todo lo que creía humano se convirtió en inhumano; y todo lo que para él fue un sueño, se convirtió en una realidad. Pero mucho peor a la que se imaginaba. -Él tenía 3 años. La vida lo golpeo como si nunca fuese a ver un mañana. Las personas no paraban de gritar, la sangre escurría en los andenes y no podía saber que era lo que sucedía, después de todo, solo era un niño. Veía todo tan extraño. Ni en sus peores sueños se imaginaba cosas tan malvadas como esta. Ese momento marco su vida. Tanto dolor y sufrimiento hicieron de él una persona más fuerte, que nunca dejara de pensar en que el dolor ya no hace parte de su esencia. Vio muchas personas llorando. Su familia, Sus amigos, Sus conocidos, todos tenían un miedo que nunca sacara de su memoria. Cada momento que pasaba, más temor dominaba su alma. Sus pasos, su voz, todo lo que hacía era lo peor que pudiese imaginar; pero por cosas del destino, pudieron escapar. De aquel ser que no dejo que las noches del pequeño fueran tranquilas. Dejando atrás todo el amor y todo lo que era parte de él. Nunca pudo recuperar todo el tiempo que perdió después de que aquel hombre amenazara a su familia, destruyéndola y separándola por mucho tiempo. Empezaron una travesía, buscando donde rehacer sus vidas, con el dolor de los recuerdos, de haber abandonado su hogar, de haber perdido a tantas personas las cuales lloraron y no pudieron

enterrar. Pero esto no fue ningún impedimento para superar todo lo malo y construir una nueva vida, con la cual pudieran superar todo el odio y rencor que tenían en el corazón. Luego de partir de aquel lugar que, en su memoria, solo recuerdos malignos traían. La madre y el buscaron donde no hubiera más sufrimiento y donde el dolor que los ahogaba en el pasado se pudiera destruir. Llegaron a un lugar donde para ellos todo era nuevo. Solo que este nuevo lugar, no los recibió de la manera que pensaban. Papá les abrió. No se encontraba solo. Tenía una nueva compañía. les dolió en el alma. El cinismo con el que los repugnaban y echaban de esa casa tras ese suceso. Una pelea entre la madre y la nueva esposa de ese que se hace llamar su padre, trajo un final muy triste para él. Todos lo que en esa casa se refugiaban, se alzaron en contra de la madre. No aguantaron tantas miradas de desprecio, que lo único que hicieron fue irse de ahí. Buscaron familiares donde pudieran estar por un tiempo mientras la situación se arreglaba. Hasta que un ángel caído del cielo, le brindó la entrada a su casa un lugar humilde y lleno de amor. Algo de lo cual no habían visto por mucho tiempo. Ella era cariñosa, los recibió como reyes. Pero no solo por hecho de ser la tía de su madre, sino porque en verdad su corazón era tan grande, que no podía resistir ver en los ojos del pequeño tantas lágrimas. Duraron unos días en esa casa tan agradable. La madre consiguió un trabajo estable donde lucho y se esforzó con el fin de poder pagar la educación de su hijo. Tanto esfuerzo no fue en vano, todo lo que hacía ella, él se lo recompensaba con buen comportamiento y buenas calificaciones. Siempre se esforzó por ser el mejor y poder llegar un día a estar en la universidad. Lucho tanto por una beca y nunca valoraron el esfuerzo tan grande que hacía. Pero esto no fue impedimento para él. Esto lo hizo más fuerte. Fue una experiencia que jamás olvidaran, pero que ha de enfocarlos, a lograr ser exitoso y esforzarse por superar cada obstáculo que se les presente. Porque cada barrera trae una recompensa de mucho más valor. Hasta ahora es el comienzo de su vida… porque nada se acaba, hasta que tu decidas acabarlo.

JHON ANDRES PRIETO HORTUA

ANGELICA QUINTERO

CRONICA

CATEDRA PENSAR

2017