Tecnicas De Estudio En Medicina

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INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL HOSPITAL GENERAL REGIONAL NO. 46 Subdirección de Enseñanza Internado de Pregrado

Técnicas de Estudio

Norma Alejandra Vázquez Cárdenas Interno de Pregrado

Guadalajara, Jal. 13 Enero 2002

Justificación ¿Porqué un curso de técnicas de estudio? El nivel de conocimiento que nuestra competitiva sociedad nos exige, es cada vez más elevado, esto ejerce una gran presión sobre el alumno, cada vez más consciente, de que una buena preparación es vital para su futura vida laboral y profesional. Es necesario tener en cuenta que cerca del 50% de la población estudiantil de occidente fracasa en sus estudios. Varias son las causas de este preocupante problema, pero estudios e investigaciones han demostrado que un elevado porcentaje de alumnos tienen problemas de aprendizaje por carecer de hábitos de estudio correctos. Es por ello, que surge la necesidad de crear un curso de técnicas de estudio para enseñar al alumno a programar su tiempo de trabajo, a organizar su material, a leer y a tomar apuntes correctamente, a resumir y memorizar lo aprendido.

Objetivos 1. Que el lector sepa cómo adquirir el hábito del estudio. 2. Que comprenda la necesidad de dominar las técnicas de estudio para alcanzar calidad en el trabajo en menos tiempo. 3. Que adquiera conocimientos acerca de las estrategias de estudio más actuales. 4. Que pueda poner en práctica estos conocimientos. 5. Que cada vez que se siente a estudiar siga un método adecuado y logre el máximo rendimiento, que con mayor probabilidad le asegurará el ÉXITO.

Introducción A algunos les puede sorprender el hecho de que hay que aprender a estudiar, pero en realidad eso es lo que hay que hacer. Probablemente el error se encuentra en la propia definición de “estudiar”, sinónimo para muchos de memorizar sin comprender. Sin embargo, esto no es estudiar. Estudiar es un trabajo profesional por un lado y por otro es un arte. Un arte entendido como el dominio de una serie de destrezas, habilidades y técnicas, que se aprenden con el ejercicio y que permiten la consecución del objetivo propuesto, en este caso el estudio. Es el proceso que realiza el estudiante para aprender cosas nuevas. Hasta aquí parece sencillo pero lo más complicado debería ser aprender a estudiar de manera eficaz, esto significa con el mínimo esfuerzo y el máximo resultado. Desde el punto de vista del desarrollo cultural y humano, el fin esencial del estudio, es la formación integral de la persona, capacitándola para llevar una vida con plenitud, tanto a nivel individual como colectivo, una existencia activa, consciente. Lo importante no es la cantidad de estudio, sino la calidad del mismo. Saber estudiar, significa saber cómo hay que pensar, observar, concentrarse, organizar y analizar, en suma ser mentalmente eficiente. A simple vista parece ser una ligereza incorporar un tema llamado Técnicas de Aprendizaje, pero no lo es, pues todos debemos aprender a estudiar. Aún más ahora, que cada vez los conocimientos sobre los misterios del aprendizaje se van incrementando y la ciencia nos proporciona mejores herramientas para aprender más, utilizando menor tiempo y recordándolo con mayor rapidez y por mucho tiempo. En tus manos está finalmente, el éxito. El éxito que obtengas en estas líneas, en tu carrera, en tu vida, dependerá de lo que hagas con el conocimiento que recibirás. Aquel que se motive a llevar este curso, hablará muy bien de él, pues se trata

de una persona inteligente que se preocupa por aprender y en este caso: Aprender a estudiar. Será una herramienta para el estudio.

Las técnicas de estudio son una vía a través de la cual el estudiante desarrolla unas mejores capacidades para aprender, lo cual implicaría un aumento en el rendimiento escolar. Ayudan al alumno a aprender a estudiar, en definitiva, son estrategias que enseñan al estudiante a aprender. Mediante estas técnicas el estudiante aprende un método que, a través de su práctica, le permitirá obtener un máximo provecho de su estudio. ¿Qué se pretende? Que el alumno aprenda a estudiar. ¿Cómo? Enseñándole qué pasos debe seguir para extraer la información necesaria de un texto. Enseñándole cómo planificar una sesión de estudio. Enseñándole cómo afrontar un examen.

Cosas necesarias para estudiar Sólo son tres las cosas necesarias para estudiar: • Poder Estudiar • Querer Estudiar • Saber Estudiar Poder se refiere a poseer las capacidades mínimas de inteligencia y de aptitudes. Querer, significa, tener motivación suficiente para el esfuerzo que supone el estudio. Y Saber, se refiere a dominar las técnicas de estudio y los hábitos necesarios para hacer más eficaz el trabajo de estudio. Por tanto, la actividad del estudio se integra en dos aspectos básicos: hábitos y métodos de estudio. Es necesario tener en cuenta que el estudio es una destreza técnica y no hay destreza si no hay entrenamiento que le dé soporte.

Hábitos de Estudio Si nos hacemos la pregunta de cuándo estudiamos, probablemente la mayoría contestará: “un día antes del examen”, otros dirán “en la semana de exámenes”, pocos dirán “con frecuencia”. Así también contestarán: “cuando me van a preguntar”. Todo ello refleja la falta de hábitos de estudio. Otra pregunta que debemos hacernos es: ¿Dónde estudio?, unos contestarán: “En la recámara”, otros dirán que en la sala, biblioteca, etc. El lugar es muy importante para estudiar. El estudio debe ser un hábito. Hábito significa una conducta que se repite. Por lo tanto el estudio debe ser diario. Es necesario estudiar todos los días, un nato, pero todos los días. Dónde y Cuándo Estudiar En una habitación que dispongas para ello, sin malos olores, bien aireada y ventilada, ni con mucho calor ni con frío, sin molestias de ruidos, ni otro tipo de distracciones (televisión, cuarto de juegos de los hermanos, radio, etc.). De ser un lugar austero de estímulos sensoriales. No en la cama, pues si no lucharemos no tanto para entender el tema sino para no quedarse dormido. El estudiar en la cama provoca una actitud pasiva, provoca sopor. Ten una mesa de trabajo amplia, en la que puedas tener encima todo el material que vas a necesitar, sin otros objetos de distracción como revistas, juegos, adornos móviles, etc. La luz que sea preferiblemente natural y si no es así que sea blanca o azul y que proceda del lado contrario a la mano con la que escribes (a un zurdo la luz tendrá que provenirle de la derecha). Tanto la mesa como la silla deberán estar en consonancia con tu altura, ser cómodas pero no en exceso. La silla tiene que tener respaldo y ser dura. La excesiva comodidad te llevará a rendir menos e incluso a dejar de estudiar, pero con la incomodidad ocurrirá lo mismo.

Debes cuidar mucho la postura. Con el tronco estirado y la espalda apoyada en el respaldo de la silla. A una distancia alrededor de 30 cm. del libro o apunte y si es posible que estén inclinados, esto hace que la vista y los ojos no se cansen tan pronto. Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a estudiar, no titubees e intenta mentalizarte de que ese es el trabajo que tienes que hacer y es mejor hacerlo con alegría y distensión que enfadados y sin ganas. Es muy importante que antes de ponerte a estudiar hagas una reflexión sobre todo lo que vas a necesitar y lo coloques o en la mesa o al alcance de la mano (diccionarios, libros de consulta, bolígrafos, reglas, enciclopedias, etc). También es muy importante que sepas que es lo que vas a hacer cada día y tenerlo todo planificado (pero con flexibilidad). Por eso es muy conveniente que hagas un horario de estudio diario pero que tiene que ser realista, teniendo en cuenta tus capacidades, realizable y factible y también flexible y preparado para los imprevistos, donde no solo esté reflejado el tiempo de estudio sino también el tiempo de ocio y descanso. Recuerda que cada 50 minutos debes descansar 10 minutos. (No prolongues ni un minuto los periodos de descanso que te fijes). Establecer un horario nos ayuda a crear un hábito de estudio diario y evita que perdamos tiempo innecesario. Es importante que lo organicemos bien en función de una serie de cuestiones porque si no fuera así acabaría no funcionándonos. Hay que aceptar que el primer horario que confeccionemos no siempre será el que finalmente utilicemos porque es su uso, el que decidirá su funcionalidad. También en función de nuevas asignaturas lo podremos reorganizar. A la hora de hacer tu horario piensa cual es el mejor momento para estudiar, según tus condiciones, y siempre empieza por las asignaturas más fáciles para pasar posteriormente a las más difíciles y terminar con otras también fáciles.

Las horas de ocio también son importantes, no te olvides de ellas. Nunca debes dormir menos de 6 horas, es fundamental para luego rendir bien.

Pensamiento analítico El pensamiento analítico le dará soporte al sentido de comprensión. Debemos sentarnos a estudiar analizando, y analizar significa descomponer un todo en partes. El pensamiento analítico es un proceso en que se registran tres aspectos esenciales: 1. Leer para separar las ideas que integran un tema. 2. Jerarquizar ideas: Significa otorgar a cada idea un valor

determinado. Qué es lo más importante, un ejemplo o la introducción. Si la idea que localizamos tiene valor, la escribiremos y haremos la sinopsis.

3. Sinopsis, o cuadro sinóptico: es la forma material de

reproducir el pensamiento analítico. Por lo tanto: • Leer • Separar ideas • Valorarlas

Saldrá un Gráfico

Cuadro sinóptico

El cuadro sinóptico es un diagrama de ideas, se elabora de izquierda a derecha, lo más importante se escribe a la izquierda, y de ahí hacia la derecha. No es una figura geométrica. Se utilizan flechas entre cada categoría. Se compone de cinco categorías de ideas diferentes: • Idea General: Es la idea esencial, es única. • Ideas principales: Son las ideas que desarrollan la idea general, explican de manera directa la idea general. Peden ser los subtítulos.

• Ideas complementarias: Es la explicación de la idea principal, la complementan. • Detalles: No influyen en la comprensión profunda, puede ser un acontecimiento, nombres, etc. • Subdetalles: Como fechas importantes, cantidades, ejemplos, etc. A continuación veremos un esquema de un cuadro sinóptico. Ideas Detalles Subdetalles Idea Principal complementarias Idea General

Síntesis Significa reducir un concepto a su expresión mínima. Para ello es necesario seleccionar una palabra que represente un concepto. A esta palabra se le llamará palabra clave. A diferencia con el cuadro sinóptico en la síntesis la expresión material de ella es el diagrama de palabras clave. Aquí se utilizarán las flechas, significa que en lugar de tomar ideas tomadas textualmente del escrito, utilizaremos una palabra, la más importante que explique todo un concepto. Significa entonces que en un diagrama de ideas, habrá menos escritura. A continuación un esquema de un diagrama de palabras clave.

Palabra clave

Palabra clave Palabra clave

Palabra clave

Al sentarnos a estudiar, siempre habrá que elegir cuál es el gráfico que me acompañará en el estudio: Cuadro sinóptico o un Diagrama de palabras clave. Pero siempre será necesario tener un gráfico que soporte el proceso de comprensión visualizado en una página.

Etapas de Métodos de Estudio La palabra método etimológicamente es sinónimo de la palabra camino. Por lo tanto seguir un método significa, seguir un camino. Se divide en seis etapas: 1.

Prelectura: Es una lectura ágil, breve y en corto tiempo, no debe de llevar más de 4 ó 5 minutos. Se trata de que en esta prelectura incorporemos información previa que tenemos del tema. Se trata de poner énfasis en los títulos y subtítulos, con el objetivo de ver que tan largo es el tema y cuánto tiempo nos llevará en estudiarlo. Es necesario poner énfasis en todos los componentes gráficos: mapas, fotos, láminas, y en lo subrayado y destacado por el autor. Aquí en esta lectura tomaremos decisiones sobre la forma de gráfico que utilizaremos: cuadro sinóptico o un diagrama de palabras clave.

2.

Lectura Analítica: Es una lectura profunda, se hará pensando. El tiempo que le dedicaremos será ilimitado. Iremos leyendo, analizando y realizando el gráfico que elegimos hacer.

3.

Lectura de Revisión: Significa volver a leer el tema (segunda lectura), con la finalidad de corrección del gráfico (cuadro sinóptico o diagrama de palabras clave), se irá checando el tema con el gráfico. Iremos quitando palabras, o lo completaremos.

4.

Repetición activa: En este momento cerraremos el texto, sólo nos quedaremos con el cuadro o gráfico que elaboramos. Y en voz alta trataremos de reconstruir el tema de estudio, con nuestras propias palabras. Aquí veremos si nos sabemos el tema. Verificaremos lo estudiado.

5.

Memorización: Significa habilidad de memorizar estrictamente el cuadro sinóptico o diagrama de palabras

claves. Aquí podremos aplicar reglas mnemotécnicas. Posteriormente trataré más acerca de la memoria. 6.

Lectura de repaso: es un repaso, pero ahora sin consultar el cuadro sinóptico o diagrama. Es necesario decirlo en voz alta. El primer repaso fija la información si se realiza en las primeras 8 horas después de haber estudiado.

Por tanto, cada vez que nos sentemos a estudiar, deberemos de seguir de hoy en adelante estas seis etapas.

La memoria Uno de los temas que más interés tiene en las Técnicas de Estudio, es La Memoria. Es evidente que en todo proceso de estudio la memoria es uno de los elementos fundamentales. Pero lo importante es entender la memoria correctamente. "La memoria funciona como un gran archivador. Ubicar la información en el lugar correspondiente implica agilizar el proceso de selección y recuperación del material". La memoria y el proceso memorístico está formado por tres fases: • Registrar • Retener • Rememorar Nuestra memoria es como un gran armario o archivador en el que es evidente que encontraremos mejor las cosas si las tenemos ordenadas de una forma lógica. Registrar: En esta fase adquirimos el contacto con los elementos que posteriormente memorizaremos. Sería la primera lectura. Para tener más claros estos conceptos que leemos usamos el subrayado, los esquemas, los resúmenes o fichas.

Pero es fundamental que lo que leamos y escribamos lo hagamos de una forma ordenada, lógica y comprendiendo lo que se lee. Retener: Cuanta más atención prestemos a lo que intentemos memorizar, más fácil nos será retenerlo. Esta es una premisa básica dentro del proceso de la memorización: La Atención. Por esta razón el interés y la motivación ante lo que estamos leyendo y pretendemos memorizar es algo básico. Es fundamental la concentración: aislarnos de ruidos, olores, gente que pasa por la habitación, de la televisión e incluso en ciertas ocasiones de la música. No es recomendable estudiar con música cuya letra conocemos, esto nos distraerá. Para retener las cosas, releer los textos solo con lo subrayado, releer la fichas o anotaciones y, por supuesto, releer los temas. Rememorar: Este es, el proceso más importante y el que a todos más nos interesa. El recordar aquello que hemos memorizado. Para ello, la manera de haberlo retenido (ordenado, con lógica, con notas, subrayados, esqemas) va a ser fundamental y también el interés que hayamos puesto en ello. A veces intentamos recordar algo que sabemos claramente que lo hemos estudiado, pero como no lo hicimos de la manera correcta y con la lógica necesaria nos es imposible rememorarlo. Dentro del tema de la memoria, tenemos la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo. En un principio cuando empezamos a estudiar, la información pasa a la memoria a corto plazo, pero lo que tenemos que pretender es "enviarla" a la memoria a largo plazo, que es la que pervive y la que necesitamos a la hora de los exámenes o pruebas. Para que la información pase a la memoria a largo plazo es necesario la repetición, la concentración, el orden y la lógica y sobre todo el interés por esos contenidos que queremos memorizar. Lo que si es evidente es que se recuerda mejor lo que previamente hemos escrito (no todo al completo) o que previamente hemos clasificado. Por eso se insiste tanto en lo del subrayado, los resúmenes, los esquemas y las fichas. Un tema de 30 páginas de historia se puede resumir en una ficha señalando en ella solo los apartados o puntos clave del

tema y luego al mirar simplemente esa ficha, si ya lo hemos estudiado, la mente irá soltando todos los contenidos de esos apartados ella sola. Se insiste mucho en la lógica, orden e intención, pero es que realmente son las piezas claves de la memoria. Las reglas nemotécnicas o trucos para recordar: Las reglas nemotécnicas son un conjunto de truquillos, casi siempre lingüísticos, para facilitar la memorización. Se basan en que recordamos mejor aquello que nos es conocido o aquello que nosotros mismos hemos creado. Por ejemplo: La primera línea de la tabla periódica de los elementos químicos: Litio-Berilio-Boro-Carbono-Nitrógeno-Oxígeno-Fluor-Neón Si tenemos que memorizar esta serie, un buen método sería confeccionar una frase con la primera o primeras letras de cada uno de estos elementos: "La BBC no funciona". Esta podría ser una de las posibilidades para acordarnos de estos ocho elementos. Fijaros que he utilizado la L de Litio (La), la B de Berilio y Boro, la C de Carbono (BBC) , la N de Nitrógeno y la O de Oxígeno (no), la F de Fluor y la N de Neón (funciona).

Nueve reflexiones sobre el estudio 1. La imagen es la clave del recuerdo Las imágenes nos llaman y nos seducen, luego es lógico que sean mejor recordadas que las palabras, los sonidos o los olores. El truco, en lo que se refiere al estudio, es traducir los conceptos abstractos a imágenes. Algunos lo hacen con facilidad, a otros le cuesta horrores. Pero en todos se puede incrementar esta facultad natural. Acostúmbrese a usar esquemas. 2. ¡Atención a la atención!

No estamos atentos. Excepto que un perro nos muestre los dientes y gruña terroríficamente, no solemos atender con los cinco sentidos. Y lo peor es que no nos damos cuenta; nuestra "desatención" nos pasa desapercibida. Todo ello tiene un remedio, tan sencillo como difícil: prestar atención con todos los sentidos. "Observar con atención equivale a recordar con claridad" (Edgard Allan Poe. "Los Crímenes de la calle Morgue) 3. ¡No hay aprendizaje sin actividad! Cuanto más activo, menos olvido. Se trata de "actividad" mental, no física. Incrementar la actividad -en situación de "alumno"- puede ser la cuadratura del círculo. Cuando uno está como alumno no tiene muchas oportunidades de ser activo; de ahí que en un clase el que más aprende suele ser el que menos lo necesita... el maestro. El alumno está en una especie de jaula. No debe moverse, no debe hablar ¿cómo entonces incrementar la actividad? La respuesta es única: tomando notas. Al hacerlo uno se mantiene despierto y sigue el proceso del pensamiento que expone el profesor. 4. La toma de notas es un test de inteligencia Cuánto más tonto, más detallados serán los apuntes tomados en clase. Notas extensas = cabeza hueca. Las "notas" deben ser breves e incompletas. Se trata de utilizar esas pocas palabras registradas como estímulos para recordar todo el pensamiento expuesto. Luego, ya más tranquilos, podemos completarlos agregando todo lo que la memoria nos proporciona. Al principio tomar notas de esta manera es preocupante. Uno tiene miedo de registrar demasiado poco. Sin embargo la experiencia repetida va mostrando "cuánto" y "qué" anotar. El que no se arriesga no aprende. Una persona "inteligente" no es aquella que "no comete errores", sino alguien que aprende de sus errores. 5. ¡El repaso es la clave del examen!

Notas breves incitan a repasarlas para completarlas (lo ideal, dentro de las 24 horas siguientes). Y ésta es otra cualidad de las notas breves... que no pueden dejarse sin completar. Sólo el repaso consolida lo comprendido. El repaso elimina gran parte de las singularidades caprichosas de la memoria; más debe hacerse con método, sujetarlo a un calendario. Una vez escuchado un tema el primer repaso debe ser pronto. Los siguientes se van espaciando conforme a una progresión casi geométrica. Resumiendo, el primero al finalizar la clase; luego a las 24 horas, a la semana, al mes, a los seis meses. Los expertos aseguran que con estos cinco repasos los temas quedan "almacenados" de por vida. De todas maneras aún no se ha conocido el alumno que los haga. En la práctica podemos reducirlos a las 24 horas, y al mes. El resultado no será tan completo, pero se mantienen los mínimos requeridos para cualquier examen universitario. 6. Escribir para pensar mejor Si alguien quiere aprender... que escriba. Cuando se realiza la operación tan sencilla como poco practicada de poner por escrito nuestro pensamiento, algo pasa. Uno se permite decir muchas tonterías cuando habla; al leerlas "saltan" a la vista. Al hablar, las frases quedan inconclusas. Al escribir tenemos que terminar lo dicho. Hay que ajustarse a una disciplina: poner una palabra detrás de la otra. No se trata de hacer literatura. Escribir sencillo para pensar con claridad Escribir es "regar" la planta del pensamiento reflexivo. Una herramienta esencial, si se desea "aprender" toda la vida. 7. Para sobrevivir en la universidad ¡sea esquemático! Un consejo que dan algunos estudiosos, y es cierto. Pero no sólo para la universidad; vale para cualquier actividad donde se manejen ideas y donde haya que tomar decisiones. En este contexto "ser esquemático" no significa nada malo. Quiere decir:

"¡Haga muchos esquemas!". No se trata de reducir la complejidad de la vida, sino de eliminar todas las palabras sobrantes. 8. Quien se autoexamina, ¡APRUEBA! Un estudiante eficaz es autosuficiente: no necesita del examen para enterarse si realmente conoce el tema. De allí que, intuitivamente o por método, dedica gran parte de su esfuerzo a elaborar exámenes privados. Un estudiante eficaz se autoexamina antes de que lo hagan los demás. Por otro lado, crear un cuestionario es una excelente forma de repasar. Otra posibilidad es contar lo que sabemos a alguien que nos pida ayuda. Intentar transmitir lo que se sabe es la mejor manera de reflexionar sobre ello. 9. Duplicar el tiempo Todos los habitantes de las ciudades tenemos poco tiempo. Las actividades se suceden sin interrupción. Y cuando nos queda algo, la industria del ocio se lo lleva todo. El tiempo es un bien escaso; más aún que el dinero. El dinero va y viene, el tiempo sólo se va. Recordemos: a los hábitos solo se los puede cambiar construyendo nuevos hábitos. Y para ello se necesita tiempo.

El Olvido y el Repaso Facilitan el olvido: •Memorizar sin comprender. •Falta de atención y concentración. •Falta de repasos o mala distribución de los repasos. •No conectar lo aprendido con lo que sabemos. •No utilizar lo aprendido. •Exceso de nerviosismo que hace que nos bloqueemos. •Poco interés en lo que aprendemos. La solución para contrarrestar el olvido consiste en una buena planificación de repasos. Aprender un tema nuevo lleva

su tiempo, en cambio realizar un repaso cuando tenemos reciente la información es una actividad breve. Sin embargo, si no efectuamos los repasos olvidaremos la mayor parte de la información y tendremos que aprender prácticamente de nuevo.

Aprender a Subrayar Cada uno tiene un modo distinto de subrayar: hay algunos que prefieren tener colorear el libro con múltiples colores y otros, en cambio, optan por destacar una o dos palabras en cada página de texto. Pero como regla general, se subrayan las ideas principales y si acaso las secundarias. Los ejemplos no, aunque los entiendas bien. El subrayado tiene el objetivo de resaltar las ideas para que así puedas aprendértelas. Su fin es comprender el texto antes de esquematizarlo para su posterior memorización.

Pasos para poder subrayar bien Lee el texto entero, para tener una visión general. Pon una marca leve por la zona donde no entiendas y resuelve tus dudas preguntando o con un diccionario o enciclopedia. Aunque esto la mayoría de las veces lleve tiempo a veces una de esas palabras puede ser la clave de la comprensión del texto. Ahora lee por párrafos y busca sus ideas principales o palabras clave. Respecto a las ideas secundarias, subráyalas en un color menos llamativo, más apagado. Éstas también son imprescindibles para llegar a comprender la idea principal. La mayoría de las veces los estudiantes optan por utilizar el llamado "bicolor", rojo y azul, con el que se subrayan las ideas según su relevancia.

Aprender a tomar apuntes

Antes de empezar, los apuntes deben seguir los siguientes requisitos: 1.-Contener las ideas principales de la explicación: 2.- Se ve el orden lógico de las ideas 3.- Limpieza 4.- Claridad en la letra, subrayados, etc. 5.- Orden 6.- Brevedad La toma de apuntes es más difícil de lo que parece. Por eso requiere un entrenamiento concreto y práctica. La concentración es algo fundamental. Una buena idea para facilitar la toma de apuntes es que sepamos de que va a tratar el tema que nos van a exponer. Por eso, si es posible, sería conveniente echarle un vistazo al tema el día anterior para saber por donde irán las cosas. Por otra parte, tu actitud ante el profesor y el tema deberá ser positiva. No tengas prejuicios y no te dejes llevar por los estados de ánimo, ni por las simpatías o antipatías. Concéntrate en lo que haces. Controla tu atención. No divagues. Es necesario concentrar la atención en: • Captar la lógica de lo que expone el profesor. • Comparar lo que dice con lo que ya sabes. • Busca la utilidad para ti de lo que explica.

Relajación

En sólo unos minutos de relajación se pueden eliminar más fatiga y ansiedad que en horas de sueño. La técnica de contracción -relajación (relajación progresiva) (Jakobson). Consta de cuatro tiempos: 1.- Tensar el músculo al máximo, aproximadamente durante cuatro segundos. 2.- Tomar conciencia de la tensión de dicho músculo. 3.- Destensar el músculo al máximo, aproximadamente ocho segundos.

4.- Tomar conciencia de la agradable sensación de relajación que se está produciendo. Se comienza contrayendo y relajando los dedos de los pies, las pantorrillas, abdomen, estómago, espalda, hombros, pecho, cuello y mandíbula; dientes, ojos, labios, nariz, frente, y termina con los brazos: puño, antebrazo y brazo. Luego, se tensan y destensan todos a la vez.

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