El origen del Derecho Internacional Humanitario se encuentra en los códigos y normas de las religiones y las culturas del mundo. El desarrollo moderno de ese derecho comenzó en los decenios de 1860 - 1900, es decir, a partir del Convenio de Ginebra de 1864, de la Declaración de San Petersburgo de 1868 y de los Convenios de La Haya de 1899 1 y desde entonces se orienta, en el campo del derecho internacional convencional, hacia perspectivas bien articuladas: la protección de las víctimas de los conflictos armados, por una parte, y por la otra, la limitación de los medios y métodos de hacer la guerra. Estas dos vertientes constituyen cuerpos de normas conocidos como Derecho de Ginebra y Derecho de La Haya, respectivamente. Desde esa época, los Estados han aceptado un conjunto de normas prácticas, basadas en la amarga experiencia de la guerra moderna, que mantienen un cuidadoso equilibrio entre las preocupaciones de carácter humanitario y las exigencias militares de los Estados 2 . En la misma medida en que ha crecido la comunidad internacional, ha aumentado el número de Estados que han contribuido al desarrollo del Derecho Internacional Humanitario. Actualmente, éste puede considerarse como un verdadero sistema jurídico universal e incluso se aceptan muchas de sus disposiciones como derecho consuetudinario internacional, es decir, como normas generales aplicables por todos y a todos los Estados.