SUPLEMENTO DE LA REVISTA
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México, D.F. 25 de junio de 2009 Cooperación voluntaria 1
PRESENTACION El suplemento número cinco de nuestra revista ve la luz a una semana de que concluya el actual proceso electoral. Hemos querido dedicarlo a exponer nuestras consideraciones sobre los actuales comicios. Nuestra idea principal es que lo que podríamos llamar la batalla por Iztapalapa cristaliza el futuro inmediato de la lucha social y de clases en nuestro país. Ahí se cruzan la política cínica y arrogante pero audaz y a fondo que ya aplica y desarrollará en los próximos años la mafia usurpadora; en Iztapalapa podemos observar de manera clara el comportamiento de los agentes burgueses incrustados en la oposición, quienes a nombre de un supuesto social-democratismo están operando como un caballo de Troya al seno de nuestro pueblo. Pero en esa batalla está concentrado también el esfuerzo por derrotar la política anticonstitucional y represora de la burguesía. Los cientos de brigadistas que luchan en Iztapalapa por detener la mano golpeadora del Régimen representan -junto con los luchadores de otras resistencias populares- a los héroes de las batallas que habrán de cubrir la geografía nacional después del 5 de julio. CONSEJO Director General: Armando Martínez Verdugo Directora Editorial: Ma. de Lourdes Ramírez Flores Webmaster: Flaviano Ojendiz Arley
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YA EL CUADRO ESTA DISEÑADO
1.
Las elecciones que están teniendo lugar en estos momentos son significativas no porque puedan traer un cambio sustancial en el mapa gubernamental y legislativo. Buena parte de los candidatos de todos los partidos no llegarán a “sus” cargos para poner en práctica una política estatal distinta a la que ha venido prevaleciendo en los últimos sexenios, que es y seguirá siendo una línea de golpeo permanente a la vida de nuestro pueblo y de hipoteca de nuestro patrimonio histórico al capital transnacional. Aquellos candidatos que sustentan intenciones y propuestas progresistas y democráticas poco, muy poco -o casi nada, para ser más exactos- podrán hacer en el ejercicio estricto de sus funciones como autoridades gubernamentales o como miembros de las instituciones legislativas: sus propuestas sobre temas fundamentales no serán aprobadas y sus discursos y disertaciones, en lo fundamental serán gritos en el desierto que se perderán en las paredes institucionales a menos que, en la calle, las conviertan en proclamas de agitación anti-neoliberal ante el pueblo; sus programas de gobierno y su gestión gubernamental (en municipios y delegaciones del DF) en nada sustancial cambiarán las relaciones sociales y los niveles de vida de nuestra gente. No se pondrá un hasta aquí definitivo (ni siquiera superficial) a la mafia neoliberal y a su política anti-popular y anti-patriótica mientras no se le expulse de la Presidencia y del Gobierno de la República mediante un Levantamiento popular civil 3
pacífico (el Lpcp). Estos diputados y senadores realmente democráticos y progresistas (nos referimos sobre todo a algunos propuestos por AMLO, aunque no todos pues también en esto el compañero López Obrador comete muchas pifias; no tenemos en mente, claro está, a candidatos que vienen de las tribus perredistas y que son tan clientelares como los priistas y los panistas) sólo podrán usar sus “curules” para hacer agitación y propaganda en el pueblo, dando a conocer sus iniciativas, denunciando que éstas no fueron atendidas y contribuyendo a organizar las condiciones que permitan derrotar a la mafia neoliberal en el momento oportuno; o, en el caso de presidentes municipales o delegados progresistas, sólo podrán abonar más con sus medidas gubernamentales a la fortaleza de la legitimidad del movimiento anti-neoliberal y a la ampliación de la base social de apoyo de este movimiento (lopezobradorista, sobre todo), y así también coadyuvar a la derrota de la mafia neoliberal en un futuro cercano.
2.
Estas elecciones de 2009 son significativas porque con ellas se trazan y perfilan una serie de condiciones para las importantes batallas que en los siguientes tres años y medio de aquí al 2012 se escenificarán entre la mafia neoliberal y la población anti-neoliberal. En estas elecciones, la tarea central de los luchadores contra la mafia que detenta el poder reside en ganar terreno a la oligarquía gobernante en la perspectiva de la gran pelea por la Presidencia y el Gobierno de la República en los 4
tiempos venideros. Es la tarea de crear condiciones para recuperar aquel nivel de combatividad de amplios sectores del pueblo que se alcanzó durante las acciones de 2006 y estar en posibilidades de asumir actitudes de ofensiva en tiempo breve. Es la tarea de fortalecer el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, de fortalecer al movimiento lopozobradorista, haciendo los máximos esfuerzos para que sus propuestas (y sobre todo en Iztapalapa) salgan triunfantes. La tarea central no va por el lado que formalmente se considera deseable, o sea, alcanzar mayoría democrática en casi todos los cargos en disputa (aunque en el DF el propósito sí es tratar de no disminuir las posiciones alcanzadas e incrementarlas) o elevar el número de cargos ganados con la ilusión de poner en práctica leyes o programas de gobierno patrióticos y democráticos. Si así fuera, si ésta fuera la tarea central en las actuales lides electorales, la mafia usurpadora ya podría cantar victoria, pues los pronósticos, como se sabe, van en el sentido de que en el Congreso aumentará la representación y la fuerza de los neoliberales. Pero esta victoria electoral neoliberal podría ser un triunfo pírrico o logrado, a la larga, con más daño del vencedor que del vencido. Y esto es lo que hay que tratar de alcanzar en estas elecciones: que el triunfo de priistas, panistas y sus comparsas sea pírrico.
3.
Esta campaña electoral debe servir para desenmascarar aún más al gobierno de Calderón como una mafia anti-popular y antipatriótica. Debe servir para favorecer la organización del pueblo, 5
ayudándole en su conciencia de que no hay solución a sus problemas fundamentales sin transformaciones tajantes y radicales, desplazando a la mafia gobernante. Debe servir, sobre todo, para reafirmar la convicción o crear la certeza de que la gran batalla contra esta mafia debe irse construyendo en estos tres años y medio para coronar en el 2012 con la victoria del candidato del pueblo, Andrés Manuel López Obrador. Esta campaña electoral debe establecer la obligación de que los próximos diputados y senadores democráticos, así como las autoridades municipales o delegacionales patrióticos deben proceder como verdaderos tribunos populares, como agitadores políticos, como propagandistas políticos en el seno del pueblo, más que actuar como autoridades encerradas en sus respectivos espacios institucionales físicos, más que comportarse como fieles y respetables seguidores de la parafernalia seudo-parlamentaria y gubernamental dominada y normada por esa mafia que hay que combatir. Deben usar su investidura y su cargo para dedicarse íntegramente a hacer labor entre las ciudadanas y ciudadanos de su ámbito institucional, una labor política sobre todo. Sus acciones legislativas deben recoger las demandas y las necesidades más profundas y radicales de la población, no limitando la elaboración de sus proyectos de leyes a las posibilidades que imponen los actuales órganos legislativos controlados por la mafia, no ocupando tiempo en las supuestas negociaciones y cabildeos, a los que fueron proclives los anteriores representantes que llegaron 6
a curules promovidos y propuestos por los partidos de oposición, y sobre todo los llamados chuchos. Todos los candidatos democráticos y patrióticos que ganen en la votación deben dedicar parte fundamental de sus nuevos ingresos a ayudar al movimiento popular y, mejor todavía, al Gobierno legítimo. ¡No a las ilusiones legaloides; no a la politiquería propia a las tribus perredistas colaboradoras con el Régimen!
4.
Este domingo 5 de julio se abrirá una nueva etapa dentro del periodo actual de la lucha social y de clases (al que hemos llamado periodo de la recuperación ampliada de las condiciones que en el 2006 estuvieron a punto de colapsar al Estado neoliberal). La sociedad mexicana, sus antagónicos principales (la mafia neoliberal, por un lado, y el pueblo democrático y patriótico, por el otro) en estos tres años y medio que siguen se trenzarán en batallas abiertas y veladas pero cruentas y sin márgenes de conciliación. La mafia gobernante ya ha venido preparando el tinglado; tiene al país en guerra, tiene al Ejército en la calle, tiene las condiciones creadas para que la fuerza represora norteamericana opere sin velo alguno, ha forjado un clima de temor y de incertidumbre, mantiene niveles altos de socavamiento del símbolo movilizador que hoy se ha dado nuestro pueblo, ha destruido por dentro al principal instrumento que las masas habían forjado para su lucha anti-neoliberal, tiene agentes incrustados en muchos espacios del propio campo de la oposición, tiene, en fin, estructuras 7
políticas e ideológicas que golpean fuerte a la voluntad popular. Pero tiene un desgaste profundo de su mandato histórico, político, ideológico y moral. Tiene un complejo de crisis en la base de su Poder, al grado que su edificio de dominio cruje por todos los poros. Tiene una correlación mundial y sobre todo latinoamericana adversa. De parte nuestra, sólo cabe la persistencia, pero una tenacidad inteligente, llena de audacia y de creatividad. Claridad, mucha claridad en los pasos que deben darse. El ambiente nacional está cargado de innumerables agravios contra el pueblo, de ofensas a nuestra gente por parte de Calderón y sus valedores, de material inflamable para que crezca el descontento, la resistencia, la lucha. Pero hace falta mucha madurez, mucha humildad de las direcciones políticas, mucho deseo de poner por delante la decisión de derrotar a esta mafia ilegítima y asesina. ¡Los revolucionarios tienen la palabra; la tienen los demócratas consecuentes! ¡Ha llegado la hora de trabajar intensamente para forjar las condiciones del derrocamiento de los neoliberales! Será el mejor homenaje a nuestros héroes en esta hora que, como hace 100 y 200 años, vuelve a ser crucial para nuestra historia. Una hora cargada de presagios de tormenta por doquier.
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