Sistema Vs. Quien Soy Por: Abel Saavedra Investigador Social
[email protected] Blogs: Zeitgeist Panamá http://zeitgeistpanama.blogspot.com/ Canal YouTube: SaavedraAbel http://www.youtube.com/user/SaavedraAbel Uso un nombre al publicar mis ideas porque tengo que defenderme de la ignorancia de los cobardes, pero siempre he sabido lo que dicta mi corazón, que debo ser recordado como anónimo, porque en algún descanso que tomé mientras lamía las heridas que el sistema me provocó, me dí cuenta realmente quién soy. Al publicar un escrito que contenía herramientas de emancipación, me encontré con que a veces eran utilizadas por otro autor sin mencionarme, me dí cuenta entonces de que no se violaba ningún derecho de autor, pues yo no soy un nombre, así como tampoco el que piensa que roba mi idea para rasgar la ignorancia de otro es un ladrón, los dos somos la misma verdad que aquella frase de emancipación representa. Entonces, quiénes somos aquellos los que estamos luchando en contra del sistema que mantiene prisionera de su potencial a la ingenua humanidad. No somos Pedro ni Rosa, no somos profesores ni estudiantes, ni padres o hijos, mucho menos somos patriotas de ninguna nación que nos divide en pedazos de diferentes etnias con la limitación de un sinfín de fronteras. Los que siempre buscamos hacer harapos las vendas de los pobres de espíritu, somos los mismos. La misma fuerza en diferentes flancos luchando en contra del virus que carcome cual cáncer al universo en el cual todos convivimos. Somos todos semillas de una misma simiente, que vamos inyectando por las grietas de un sistema que pronto colapsará, el germen inminente de la verdad. No somos hermanos, ni tenemos la misma sangre. Sería subestimarnos pues nos une algo eterno e indestructible, la más grande fuerza espiritual e invisible, la misma manera de pensar que ha sobrevivido a las hogueras y torturas de la mortal inquisición…
Aunque muchos aun estamos deshojando la cáscara del temor al escalar por las paredes de la caverna de Platón, algo es seguro, hemos creado los anticuerpos que hacen de esta última generación, la que tiene entre sus puños el último golpe crucial de la liberación. No hablo a los que saben la verdad, sino a los que son la verdad. En tal sentido, hago un llamado a los que se niegan, so pretexto de indecisión, a salir de los bosques y de las burbujas en las cuales enmohecen. Las imperfecciones son inherentes y parte de nuestra evolución, no las arrastren a la hora de luchar sino utilícenlas como un karma para territorios conquistar. Hago un llamado a retomar las armas caídas y levantar la bandera que nos a caracterizado al pasar de los siglos, aquella mirada que a hecho temblar a nuestros verdugos minutos antes de morir, cuando le decimos: “No tengo temor”. No importa cuantos en el intento muramos, pues el sacrificio de nuestros cuerpos es el abono del espíritu al cual igual e inherentemente pertenecemos. Al leer estas líneas no estás escuchando a otra persona, somos el mismo, la voz de tu interior que simplemente te recuerda quién soy. Levántate y resplandece, somos luz. Somos el fénix que renació de las oscuras cenizas del olvido, somos fuego, azul como el infinito, nos forjaron entre el dolor, nacimos para consumir el egoísmo, llevar libertad a los cautivos y sembrar en las grietas de este corrupto sistema el antivirus del amor…
“Cuando un hombre pierde el miedo a la muerte… Es cuando empieza a ser verdaderamente libre.”