Si cierras puertas, Se te abrirán nuevos horizontes Siempre es preciso saber cuándo se acaba un ciclo, una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en esos estados más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando, puertas, círculos, o cerrando ventanas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Debes saber que lo importante es abandonarlos, cerrarlos, y dejarlos escapar, y abandonar todos esos momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasar mucho tiempo perdiendo la posibilidad de avanzar, de buscar nuevas metas, objetivos, perspectivas, para encontrar, y darle si hace falta un golpe de timón, un nuevo giro y rumbo a tu vida. Puedes continuar ensimismado permaneciendo en la irrealidad de tu pasado-presente, en el estado imposible de las cosas, "revolcándote" en los por qués, rebobinando, reiniciando y volviendo a analizar el casete de tu vida, y tratar de entender por qué sucedió lo que sucedió, en tal o cual hecho. Permanecer en ese estado e intento de inmovilidad es una estupidez, además de ser imposible…, no te va ayudar ni va arreglar ni curar nada en absoluto. Solo va conseguir envenenarte
y dañarte, impidiéndote avanzar, y continuar en el camino y en la búsqueda de tu felicidad. Si intentas permanecer en esa etapa de tu vida, estás actuando, contra natura, no avanzas. Intentar permanecer anclado y amarrado a un muerto (lugar de amarre de un vehículo marino), en un período de tiempo pasado, es tan irreal como imposible, el tiempo pasado, ya se fue, ya se disipó, es irrefutable extinto, es irretornable, pues debemos conocer y tener en cuenta que el tiempo es tan efímero como una pompa de jabón, que suavemente aparece con todo su esplendor, y durante unos segundos nos muestra su hermosura, pero de repente se desvanece, dejándonos un sencillo recuerdo como prueba de su existencia, pero esa hermosa belleza con la que nos ha deslumbrado, desapareció, y se perdió en el pasado, porque ese periodo de tiempo pasado ya no está, es irrepetible e irrecuperable. El tiempo no se puede, ni detener, ni guardar, solo se puede aprovechar, o malgastar. No malgastes tu tiempo intentando analizar y revivir lo irredimible del porque paso lo que pasó, porque estas desaprovechando y estas tapándote y encubriendo tu discernir con un tupido velo que te impide ver el camino de recuperación, y apaga la luz del nuevo camino lleno de felicidad, que tienes por delante y que sólo tú, y digo solo tú, puedes recorrer,…. Te vuelvo a recomendar que no malgastas tu tiempo, en revivir, y revolver aquello que debería quedar detrás de la puerta que has cerrado…., porqué mientras no cierres la puerta,… y tires la llave hacia la parte que has dejado atrás, nunca podrás reanudar, ni continuar libre tu caminar hacia una nueva etapa de tu vida, y poder continuar avanzando en tu nuevo caminar,…. Intenta por todos los medios posibles tratar de aprovechar la excelente oportunidad que la vida, de nuevo, pone a tu disposición, te ofrece, brinda, y pone a tu alcance para que puedas continuar tu feliz andadura. Si no cierras la puerta, el desgaste que vas a sufrir va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos inevitablemente encaminados a ir pasando etapas, sucesos y estamos obligados a ir cerrando capítulos, ir pasando la hoja del libro de nuestra vida, estamos continuamente dándole vuelta a las hojas del libro, de nuestra vida y terminando con los ciclos, las etapas, o con momentos de nuestra vida para poder seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni
adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que liberar, dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que existe y tenemos en el presente. ¿O es que acaso, te queda pena o te sientes mal por esa pérdida o echas de menos esos hechos que te han llevado a ese mal estado en el que te encuentras?, ¿a qué quieres volver?, ¿para qué?, ¿es que acaso no has tenido suficiente?, ¿o es qué quieres seguir teniendo más de lo mismo?, ¿o es qué quieres vivir amargamente durante el resto de tu vida? ¿Toda tu vida será un continuo hurgar en las heridas que ahora tienes? ¿Estás decepcionado y ahora no quieres aprovechar el camino que tienes delante para escapar de ese infierno en el que ahora te encuentras? Ahora se abre, ante ti, una nueva ventana, para ver de nuevo el cielo, y poder recuperar tu autoestima, ahora tienes anti ti una oportunidad de oro para romper con las ataduras del pasado, y romper el grillete que te sujetaba y al que con tanto anhelo te estabas aferrando, sufriendo innecesariamente, porque cuanto más lo intentabas mas espinas te clavabas, tienes que tapear esa puerta y…, escapar, tienes que cambiar de sala cerrando esa puerta que te tanto daño te está haciendo, que te hace sufrir, seguir y permanecer ahí será un infierno, y un continuo calvario…, Cierra esas puertas, tapéalas para nunca más volver a abrirlas, olvídate de que has estado ahí, por qué ahora,… Tienes ante ti un nuevo camino hacia la luz de la esperanza, que ahora te está esperando con los brazos abiertos, el camino que elijas será corto, o largo, según tu lo decidas y quieras, eso lo tienes que decidir tú,…. Recuerda que cuando antes empiezas tu caminar, sin pausas, sin pararte en el camino para intentar volver atrás, más pronto vas a llegar…, Pero, no te despistes, ni te pongas a entablar conversaciones contigo mismo…, porque ahora ya no importa quién es el culpable, quien ha tenido la culpa, de haber llegado a ese infierno en el que estas inmerso. Ten siempre en mente que si en algún momento te paras, miras para atrás, te detienes…, por cada una de la veces que lo haces y dudes en continuar, te digo, amigo mío, que por cada vez que
hagas esas cosas…., el camino se te va a estrechar, y alargar, y te será mucho más difícil…, se te va a poner cuesta arriba, y te vas a sentir tentado a volver, te vas a encontrar decepcionado porque te parecerá que ese final nunca llega, te vas a tener que enfrentar con la duda de si vale la pena el esfuerzo, de continuar…, tendrás tentaciones, te vas a desanimar y te vas a quedar inmovilizado intentando volver atrás…, pero recuerda que si lo haces, amigo mío, solo será para seguir en el infierno en el que ahora te encuentras y del que intentas escapar, y en el que ahora estás inmerso, y te será mucho más difícil realizar ese esfuerzo para recorrer, y pasar por el corredor y túnel que tienes delante…, Nunca sabrás la alegría y felicidad que se siente, al llegar a perfilar y estar en el final del túnel…, si no caminas hacia delante para llegar al final del túnel. Amigo mío, tienes que tener siempre presente que ese camino, ese recorrido, ese túnel, que ante tus ojos se displaya, te enseña, muestra y presenta por un extremo o lado el reflejo del infierno, del dolor, del sufrimiento, del que tratas de huir, y abandonar, e intentas dejar atrás…, y por el otro extremo se deja vez una luz resplandeciente que deslumbra…, pero tienes que saber que esa luz es la luz de la esperanza, la alegría, la felicidad y el cielo, y te presenta una nueva puerta en la que tu podrás poner todo aquello que pueda ayudarte a ser feliz el resto de tus días.
Amigo mío, escapa mientras estás a tiempo y te sea más fácil coger las riendas de tu destino, y así poder recuperarte de tu dolor y tus sufrimientos, Solo así podrás vendar, curar, y reparar todas las heridas que se han abierto durante tu etapa de desencanto y decepción. Ahora tienes que recuperarte, curar y quitar, esas espinas que siguen estando clavadas en tu corazón. El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte. La vida está hecha para ir siempre hacia adelante, como el río va siempre con dirección hacia la mar, así es nuestra vida, nunca se debe dar un paso atrás.
Para atrás, ni para coger aire, ni impulso, amigo mío. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso…., nunca podrás despertarte de esa falsa ilusión, y no…, por favor no lo hagas, porque si lo haces, nunca podrás desprenderte del padecer, ni vivir lo de hoy con alegría y satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?, ¿para qué?, es que acaso no hemos tenido
suficiente), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero, no por orgullo, ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!