Latinoamericanos Buscan Nuevos Horizontes

Mundo Hispano, Mayo de 2006

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Dossier

Emigración

Dossier: Emigración /

El reciente informe Migración internacional, derechos humanos y desarrollo en América Latina y el Caribe de la Comisión de Estudios Económicos Para

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América Latina (CEPAL) de Naciones Unidas cifra en 25 millones los latinoamericanos que viven fuera de sus países, equivalente el 13% del total mundial.

Representan el 13% de la migración mundial

Latinoamericanos buscan nuevos horizontes Por John Spencer S.

urante el último tiempo suele hablarse del "fenómeno" de la inmigración, como si ésta fuese algo nuevo y extraño al comportamiento humano. Una interpretación bastante lejana de la intrínseca naturaleza del hombre que desde que existe sobre la Tierra, migra.

Envíos de dinero

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El 2005, las remesas alcanzaron la cifra récord, a nivel mundial de US$232.000 millones de dólares, de los cuales US$167.000 millones de dólares llegaron a países pobres, cifra esta última que duplica las ayudas destinadas al desarrollo. Los países que más recibieron fueron India (US$21.700 mill.), China (US$21.300 mill.), México (US$18.500 mill.) y Filipinas (US$11.600 mill.).

Las motivaciones son diversas, pero persisten las económicas y tal como hace miles de años el hombre buscaba tierras generosas en frutos, hoy busca un trabajo que le permite acceder a un mejor salario. Este comportamiento no ha sido ajeno a los europeos. Quienes hace más de un siglo emigraron a los Estados Unidos llevando lo puesto, perseguían lo mismo que quienes inmigran en la actualidad a los países del primer mundo. Los europeos que huyeron de la guerra, fueron buscando tierras de paz, pero también oportunidades que los libraran del hambre y de la miseria. Y siglos atrás, ¿no buscaban la Ciudad de los Césares aquellos españoles que llegaron a América? No encontraron todo el oro que deseaban, pero trajeron frutos desconocidos que aliviaron y sacaron a Europa del hambre que significaba una alimentación deficiente. Ellos también querían huir de su pobredumbre, también querían borrar de sus vidas la precariedad. No se les puede criticar, como tampoco se puede criticar a los inmigrantes actuales por luchar y querer una mejor vida para sí y para sus hijos. Después de todo, el sentido de la vida se encuentra cuando las necesidades básicas están cubiertas. Sin embargo, los 192 millones de migrantes, apenas representan el 2,9% de la población mundial, guarismo que confirma la tendencia sedentaria del hombre desde que hace 14.000 años comenzara a cultivar la tierra. El reciente informe Migración internacional, derechos humanos y desarrollo en América Latina y el Caribe de la Comisión de Estudios Econó-

Las remesas enviadas, a diferencia de la inversión extranjera, tienen una incidencia rápida y directa en la población. Inciden en la economía de manera dinámica y son parte importante del producto interno bruto (PIB) de algunos países: Haití (24%), El Salvador (14%), Nicaragua (11%), Honduras (10%), República Dominicana (10%), Ecuador (6%), Guatema la (6%), Colombia (3,1%), México (1.7%) y Perú (1.5%). En los últimos veinticuatro años las remesas dirigidas a Latinoamérica han tenido un crecimiento explosivo, multiplicándose por 35 veces, desde US$1.120 millones de dólares (1980) a US$40.000 millones de dólares (2004). México constituye un caso aparte, dado que entre 1992 y 2002 los hogares que se beneficiaron del envío de dinero pasaron de 650 mil a un millón 400 mil.

ilustración: Patricia García Silva

micos Para América Latina (CEPAL) de Naciones Unidas cifra en 25 millones los latinoamericanos que viven fuera de sus países, equivalente el 13% del total mundial. Lo que llama la atención de los expertos es que entre el 2000 y el 2005 emigraron 4 millones de latinoamericanos. El 77,6% eligió los Estados Unidos,

el 8,77% Europa, el 2,3% Canadá, el 1,42% Japón, y el 0,30% y 0,31% Australia e Israel, respectivamente, mientras que el 9,3% se dirigió a otros países, principalmente de la misma Latinoamérica. Los mexicanos son los que más migran (10% de su población), seguidos de colombianos y ecuatorianos.

Los países que más reciben son Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, y República Dominicana, con una media igual o superior a US$2 mil 500 millones de dólares al año. Les siguen Ecuador, Haití, Honduras, Nicaragua y Perú, con un nivel cercano o por encima de los US$1.000 millones de dólares anuales; y Argentina, Bolivia, Costa Rica, Chile, Panamá, Paraguay, Venezuela y Uruguay, con remesas inferiores a US$500 millones de dólares al año. Los principales países desde donde se originan estos envíos de dinero son los EEUU (con US$28.000 millones), Arabia Saudita (US$15.000 millones), y Bélgica, Alemania y Suiza (con US$8.000 millones cada uno).