SANGRE Y FUEGO Cansado de dar besos a la almohada. De tu piel cada mañana que no roza ya mi espalda. Del cielo que ya no riega las plantas, y que viste con tu ausencia de vacío mi colada. Te has marchado sin decir por qué. Los silencios no se te dan bien. Cómo hacer pá querer sin tocarse. Los misterios de tu candidez. Crucigramas de mi estupidez. Una vez intente lo de atarte. Todo ha cambiado. Hoy mi papel no será el mismo si decides no volver.
A sangre y fuego voy aprendiendo a ser el zapato y la horma de tu pie. De tus desplantes murió el talante y sé que suplicarte es como hablar con la pared.
© JESÚS ORTEGA RUIPÉREZ
Cansado de dar besos a la almohada. De tu piel cada mañana que no roza ya mi espalda. Del frío, que se me mete en la cama, y que no encuentra descanso ni siquiera cuando llamas.
Todo ha cambiado. Hoy mi papel no será el mismo si decides no volver.
A sangre y fuego voy aprendiendo a ser el zapato y la horma de tu pie. De tus desplantes murió el talante y sé… que suplicarte es como hablar… A sangre y fuego voy aprendiendo a ser el zapato y la horma de tu pie. De tus desplantes murió el talante y sé… que suplicarte es como hablar con la pared.
© JESÚS ORTEGA RUIPÉREZ