RESINA ACUARREACTIVA La resina al reaccionar con el agua del terreno, forma un sólido elástico y expandido (con un factor de expansión que varía entre 10 y 15 veces el volumen en estado líquido) que impide la circulación de lodo y agua a través de la junta hacia el interior de la estructura enterrada. Procedimiento operativo FASE I - Perforación Para el tratamiento de las juntas se procede, en primer lugar, a la realización de una serie de taladros de diámetro, longitud, separación e inclinación adecuados en cada caso a la geometría de la estructura a tratar. La perforación se efectuará a rotación o rotopercusión con un diámetro comprendido entre 16 mm y 40 mm y hasta un metro (1 m) de longitud que atravesará el hormigón de revestimiento hasta entrar en contacto con el trasdós del muro y/o solera. El número de taladros y sus características podrán ser modificados, a la vista de los resultados que se obtengan. Una vez perforado el taladro se procede a la limpieza del mismo con aire a presión y se coloca un obturador mecánico que se adhiere a las paredes del taladro, mediante la expansión del cierre de caucho. El obturador en conjunto tiene que aguantar, sin moverse del agujero del taladro, una presión de inyección de 25 kg/cm2. FASE II – Inyección La fase de inyección consiste en la aplicación de la resina convenientemente catalizada a través de los taladros efectuados en el hormigón y equipados con los obturadores que se dotarán de las correspondientes válvulas y llaves de control. Para evitar sobrepasar el límite de presión fijado, se pueden utilizar además de manómetros calibrados, las correspondientes válvulas de regulación y purga.