Caso Psicológico I.
DATOS DE FILIACION Nombres y Apellidos Edad Lugar de nacimiento Fecha de nacimiento Estado Civil Grado de instrucción Ocupación Dirección Fecha de entrevista
: Antonio D.R. : 65 años : Huancayo : 16-junio-1935 : Casado : Superior completa : Administrador de Empresas - Jefe de Logística : Callao-Cercado : Junio del 2016
II.PRESENTACION DEL PROBLEMA Motivo de consulta El examinado llega a la primera consulta presentando intensos sentimientos de soledad, resentimiento y culpando a su esposa e hijos por tener que vivir solo y no en su casa con ellos. “Trato de no deprimirme pero a veces ya no puedo con este sentimiento de soledad”,” me demanda mucho esfuerzo tener que seguir trabajando”. Además refiere que no quiere vivir solo porque extraña a sus hijos, a pesar que se encuentra algo resentido con ellos “no considero justo que mis hijos hayan decidido apoyar a su madre y me hayan pedido que salga de la casa”. Manifiesta que quisiera que las cosas se arreglen y volver a su casa “aunque sea me conformaría con que me den el cuarto de servicio, pero quiero estar junto a mis hijos, porque la familia siempre debe estar unida, en las malas y en las buenas”. Problema actual El examinado refiere que últimamente siente que ya no puede soportar los sentimientos de soledad que experimenta al tener que vivir solo en un departamento, separado de sus hijos, el mayor de 34 años y la segunda de 29 años, pues a pedido de su esposa y de ellos, ha tenido que irse a vivir solo. Esta actitud de los hijos se debió a las repetidas discusiones que mantenían sus padres, por casi seis años, pero que en los últimos dos años éstas se habían intensificado lo cual ocasionó problemas en el aparato cardiovascular a la madre, incluso con riesgo de infarto debido al constante estrés que le generaba el conflicto de pareja. Debido a esta situación, la madre comunica a sus hijos la decisión de separarse de su padre, los mismos que la apoyan y lo invitan a retirarse de la casa, quien accede pacíficamente, pero deja de comunicarse radicalmente con su esposa, más no así con sus dos hijos. Los sentimientos de soledad que experimenta el consultante, pero a la vez de resentimiento hacia a la esposa, son tan intensos que no se siente incapaz de manejar por si solo esta situación “siento que ya nada vale la pena, el dinero, lo material, si no se tiene una familia, alguien con quien compartir una comida...no quiero terminar mi vida solo”. Es por ello que espera con mucha expectativa los fines de semana para salir a comer con sus hijos o a veces los llama en cualquier momento para ir a almorzar o cenar con ellos. El examinado se autodefine como una persona pacífica, dispuesta al diálogo pero que le molestaba intensamente (10/ 10) cuando su esposa le recordaba continuamente la infidelidad que tuvo él hace años atrás, “es un tema que ya hemos discutido, ya lo hemos hablado, pero ella insistía en lo mismo, por eso yo ya no le hablaba, le cortaba el habla a veces durante una semana, no me gusta volver a hablar de un asunto que ya se ha cerrado, me molesta que me estén repitiendo lo mismo”. Al respecto refiere “hay que olvidar esas situaciones de dolor del pasado”. Manifiesta que en tales situaciones levantaba el tono de voz, se enojaba y se retiraba de la escena. El usuario manifiesta a la familia su deseo de volver a la casa pero los hijos temen que nuevamente continúen las discusiones entre sus padres, por lo cual se muestran en desacuerdo, temiendo que la salud de la madre nuevamente se vea alterada, salvo que su padre realmente muestre una actitud de cambio en la relación marital, ellos estarían de acuerdo en que retorne a la casa. Ante esta demanda del padre, los hijos lo buscan y sugieren que solicite la ayuda de un psicólogo, iniciándose así la intervención con el usuario.
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Desarrollo cronológico del problema El examinado refiere que en el año 2010 sufre un accidente de tránsito muy grave en donde estuvo a punto de perder la vida, pues quedó gravemente herido, por lo que tuvo que ser hospitalizado. Es en esta situación es en donde su esposa se entera que en el vehículo lo acompañaban, una mujer que resultó igualmente herida de gravedad y una niña de seis años, la cual perdió la vida en ese accidente de tránsito. El esposo le confiesa que la mujer era una compañera de trabajo con la cual sostenía una relación afectiva paralela a su matrimonio, desde hace varios años, pero lo que nunca le aclaró si la niña era el producto de dicha relación. En los días que estuvieron hospitalizados y con riesgo de morir, la otra mujer pidió hablar con la esposa para pedirle perdón por lo sucedido, pero tampoco le aclaró lo de la niña. El esposo igualmente, al verse en peligro de perder la vida, le confiesa toda la verdad sobre su relación extramarital y se muestra arrepentido por todo lo sucedido. Antonio manifiesta que hace aproximadamente seis años, después del accidente, las relaciones de pareja en su matrimonio se tornaron muy tensas, ya no tenían vida marital, el paciente discutía mucho con su esposa y a veces no le hablaba ni le dirigía la palabra, se mostraba indiferente con ella, incluso durante varios días, debido a que la esposa constantemente le tocaba el tema de la infidelidad, le recriminaba el hecho de haberla descuidado y repetirle que ella no se merecía que la haya traicionado. Al respecto, el paciente refiere “eso me cansaba, me sacaba de quicio, si ya habíamos hablado de eso, ¿para qué me lo volvía a repetir?”, “de lo que se habla una vez, ya no se habla más”. Ante las recriminaciones de la esposa, el paciente optaba por quitarle el habla e ignorarla, consiguiendo con eso que su esposa se altere más. Hace año y medio la esposa decide separarse diciéndole que se vaya de la casa, decisión que es apoyada por los dos hijos quienes también lo invitan a retirarse, pues las constantes discusiones entre ambos, originaron problemas de salud en la madre, por lo cual el paciente se va a vivir solo a un departamento alquilado. El consultante, desde entonces, continúa apoyando económicamente a los hijos en cuanto a los gastos de la casa donde viven, junto a la madre, incluso no le ha cortado el seguro de salud a su esposa, el cual es proporcionado por el actual trabajo de jefe de logística en la empresa donde labora. En los últimos 18 meses que vive solo, evita todo contacto con su esposa, no la llama por teléfono y no se preocupa por su estado de salud “no la llamo porque no quiero hablarle, estoy resentido con ella, porque es la culpable de que mis hijos no quieran que regrese a la casa a vivir con ellos” Durante todo este tiempo suele encontrarse con sus dos hijos, una vez por semana, para ir a almorzar o cenar, “con ellos la paso bien, al comienzo estaba un poco resentido con ellos, porque habían apoyado en la decisión a su madre y pensaba que eran injustos conmigo, pero ahora ya estoy bien con ellos”, también agrega: “Yo pienso que los hijos deben vivir siempre con los padres, por eso yo hubiera querido que ellos se mantengan junto a mí, pero no fue así”.” La familia debe estar siempre unida, vivir todos juntos, pase lo que pase” En los últimos meses ha notado que se siente muy solo, que ya no tiene ganas de ir a trabajar, le cuesta mucho esforzarse para hacerlo, por eso le ha pedido a ellos que acepten que regrese nuevamente a su casa, “me conformaría con que me dejen ir a vivir con ellos, aunque sea que me den el cuarto del servicio, no me importa pero ya no quiero seguir viviendo solo”. El día que llega a consulta el paciente, lo hace acompañado de su hija, manifestando lo anteriormente descrito, expresando la necesidad de ayuda profesional para superar la situación por la que atraviesa. Opinión del paciente sobre su problema actual: “Me siento muy solo, no quiero seguir viviendo separado de mis hijos, quiero regresar a mi casa, yo voy a poner todo de mi parte para cambiar”. Además agrega que desea orientación sobre cómo ayudar a sus hijos para que superen el dolor que sienten por el pasado “que se olviden de esas situaciones”.
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