Control de factores ambientales en la crianza de pollitos: 1 02 julio 2012
Brian Fairchild, Extensionista Científico en Avicultura de la Universidad de Georgia, explica las temperaturas y fisiología del pollito, los efectos de la temperatura y el rendimiento del pollito. (Este es el primero de una serie de dos artículos). El objetivo principal en la crianza de pollitos es proveer un medio ambiente eficaz y económico, que sea cómodo y sano para que las aves desarrollen. La temperatura, calidad del aire, humedad y luz son factores muy importantes a considerar. El no proveer el ambiente adecuado durante el período de crianza reducirá la rentabilidad, debido a un menor crecimiento y desarrollo, una conversión alimenticia más pobre y mayor propensión a enfermedades, decomisos y mortalidad.
El correcto manejo del galpón y de los pollitos durante el período de crianza conducirá a los pollitos a un buen inicio.
Temperatura y fisiología del pollito
En la crianza de pollitos es crítico mantener la temperatura correcta, especialmente durante sus dos primeras semanas de vida. Al nacer, el pollito está mal preparado para regular sus procesos metabólicos y controlar adecuadamente la temperatura de su cuerpo. Como resultado, el pollito recién nacido depende de la temperatura ambiental para mantener la temperatura corporal óptima. Si la temperatura disminuye, también lo hará la temperatura corporal del pollito. Asimismo si aumenta la temperatura medioambiental, también aumentará la temperatura corporal del pollo.
Demasiado frío o calor durante este período crucial puede resultar en un pobre crecimiento, una mala conversión alimenticia y mayor susceptibilidad a enfermedades. Las prácticas adecuadas de crianza deben mantener la temperatura corporal del pollo para que no tenga que utilizar energía, para perder calor mediante el jadeo o para generar calor a través de su metabolismo. Las investigaciones han demostrado que el pollito desarrolla la capacidad de regular su temperatura corporal alrededor de los 12 y 14 días de edad. El pollo se puede estresar fácilmente si su temperatura corporal disminuye o aumenta tan solo un grado. Una vez que cambia su temperatura corporal, el ave tratará de compensarla y en muchos casos esto significa que tendrá un efecto negativo en el rendimiento. La temperatura corporal de un pollito de un día de edad es de aproximadamente 103°F (39°C), pero para cuando tiene cinco días de edad la temperatura corporal es 106°F (41°C), igual que el adulto. Las temperaturas extremas (altas o bajas) a menudo provocan la mortalidad de los pollitos, pero incluso un leve enfriamiento o sobrecalentamiento puede afectar el rendimiento de los pollitos jóvenes sin causarles la muerte. Mientras que los pollitos toleran las temperaturas altas mejor que las aves adultas, las temperaturas altas durante largos periodos de tiempo incrementan la mortalidad y tienen un impacto negativo en el rendimiento. Las investigaciones han demostrado que los pollitos sometidos a una temperatura fría tienen dificultades con sus sistemas inmunológico y digestivo. Como resultado, pollitos estresados por el frío crecen menos y tienen mayor susceptibilidad a las enfermedades. Los pollitos estresados por el frío exhibirán una mayor incidencia de ascitis, un trastorno metabólico que se traduce en menor rendimiento, mayor mortalidad y mayores decomisos en
la planta de procesamiento. En estudios de investigación, donde se criaron grupos de pollitos a 80°F o 90°F (27°C o 32°C), los pollitos criados bajo temperaturas más cálidas tuvieron mejores ganancias de peso, mejor conversión alimenticia y mejores condiciones de vida. Los pollitos criados debajo de 80°F (27°C) experimentaron un menor crecimiento que el tratamiento de crianza con una temperatura más alta. Los pollitos criados bajo esas temperaturas no alcanzaron el peso corporal y resultaron pesando menos en la edad de comercializarlos que las aves que se criaron correctamente. No solo que los pollos expuestos a bajas temperaturas de crianza tienen menores tasas de crecimiento, sino que también consumirán más alimento para mantenerse calientes, reduciendo la eficiencia de los alimentos y aumentando los costos de alimentación.
* "El pollito desarrolla la capacidad de regular su temperatura corporal alrededor de los 12 y 14 días de edad"
Temperatura y rendimiento del pollo
Uno de los objetivos durante la crianza es mantener a los pollitos dentro de su zona de confort, es decir, que no utilicen energía para ganar o perder calor, para mantener la temperatura corporal. Cuando las aves se mantienen en temperaturas ambientales por encima o por debajo de su zona de confort, deben gastar más
energía para mantener la temperatura corporal. Esta energía extra se suministrará en última instancia a través de los alimentos consumidos. Por lo tanto, se utilizará la energía del alimento para mantener la temperatura corporal, en lugar de emplearla para el crecimiento y desarrollo, lo cual resultará en una mala conversión alimenticia. Así es como la temperatura del medioambiente juega un papel importante para determinar el costo de producir un kilo de carne o para criar una pollona reproductora. La crianza adecuada no sólo consiste en mantener la temperatura debida, sino también en emplear las prácticas de buen manejo. Las temperaturas empleadas en la crianza variarán dependiendo de si la fuente de calor es un calentador de aire, una criadora infrarroja convencional o una criadora radiante (Tabla 1). Tenga en cuenta que las temperaturas en la tabla 1 se refieren a temperaturas del aire diseñadas para proporcionar una temperatura de piso de 90°F (32°C). Al criar pollitos la temperatura de la cama es crucial. Los estudios sugieren que la temperatura promedio del piso debe ser 90°F (32°C) el día se colocan los pollitos en el galpón. Los calentadores de aire forzado requieren ajustes de temperatura más altos, ya que ellos calientan el aire que calienta el piso. Una criadora infrarroja convencional de campana dirige aproximadamente 40 por ciento de su calor al piso y 60 por ciento al aire. Las criadoras infrarrojas radiantes proyectan aproximadamente 90 por ciento de su calor al piso y 10 por ciento al aire. Debido a que las criadoras infrarrojas de campana y las criadoras radiantes dirigen más calor al piso, la temperatura del aire necesaria para lograr la temperatura deseada en la cama es menor que la requerida para los calentadores de aire forzado. Los galpones de pollos están específicamente diseñados para permitir el estricto control del ambiente que está directamente alrededor del pollito. En operaciones de crianza de pollos comerciales, los galpones de los pollos están aislados y equipados con sistemas de ventilación mecánica para mantener las temperaturas del galpón dentro de cinco grados F de la
temperatura deseada, independientemente de la temperatura exterior. Las temperaturas óptimas para la crianza de pollitos se han desarrollado a través de muchos años de investigación y experiencia en el campo.
Cuando se obtiene la temperatura adecuada de la caseta y los pollitos están bien administrados, ellos deben estar distribuidos en todo el galpón y no acurrucados unos con otros, o sentados mayormente en las bandejas de los comederos.
El mejor método para supervisar la comodidad del pollito es observar su comportamiento y regular la temperatura consecuentemente. Al observar un galpón de pollos de engorde, los pollitos deben estar distribuidos uniformemente en todo el galpón. Cuando los pollitos tienen frío se les ve acurrucados (incluso pegados a la pared lateral) y tienden a sentarse en las bandejas de los comederos. Los pollitos que tienen calor se alejan de las criadoras infrarrojas y calentadores, jadean y se separan de la parvada tratando de enfriarse. Muchos galpones tienen controles ambientales que observan la temperatura del galpón y prenden y apagan las criadoras infrarrojas y los calentadores según sea necesario. Los controles regulan también el tiempo que opera una fuente de calor. Esta información puede utilizarse para localizar áreas del medioambiente del pollito que pueden tener excesivas pérdidas de aire o corrientes de aire. Por ejemplo, si las criadoras infrarrojas o los calentadores cerca de la cortina del túnel funcionan más tiempo que otros en el galpón,
puede indicar fugas de aire alrededor de la cortina o de la puerta al extremo de la pared. Ventilación
La ventilación es necesaria para regular la temperatura y retirar el dióxido de carbono, el amoníaco, otros gases, humedad, polvo y olores. Se debe introducir el aire fresco uniformemente, bien mezclado con aire del galpón y debe distribuirse correctamente en toda la caseta. El patrón de flujo dentro del edificio es muy importante. La circulación de aire en la caseta se logra mediante presión negativa en los galpones de túnel. Los ventiladores retiran aire del galpón, creando una presión negativa. El aire ingresa a través de las entradas de aire ubicadas en las paredes o en el techo, y se dirige a través del techo para mezclar el aire. La mezcla del aire que ingresa del exterior con el aire interior impide que el aire frío se asiente cerca de la parvada y enfríe a las aves. Las entradas de aire y la velocidad del aire que ingresa a través de éstas es importante, para asegurar que el aire se mueva a lo largo del techo. Si las entradas se abren demasiado, o si la velocidad del aire que ingresa es demasiado baja, el aire frio caerá al piso más rápido. Esto no solo causará el problema que las aves se enfriarán, sino que puede crear puntos fríos en paredes y piso. A lo que el aire tibio entra en contacto con estos puntos fríos se formará condensación y se formarán puntos húmedos. Estos puntos húmedos pueden llevar a aumentar el endurecimiento de la cama, así como a una mayor producción de amoníaco.
La luz de mayor intensidad durante la crianza fomentará la actividad de los pollitos. El aumento de actividad ayudará a los pollitos a encontrar las fuentes de alimento y de agua, llevándolos así a un buen comienzo.
Gráfica 5. El aire entra a través de las tomas de aire y se dirige a lo largo del techo. Esto permite que el aire se caliente a la temperatura adecuada de crianza antes de entrar en contacto con los pollitos. Esto también aumenta la capacidad del aire para retener humedad para que cuando el aire caliente baje al nivel del pollito, recoge y sostiene mejor la humedad de la cama, ayudando a mantener las condiciones de la cama en el galpón.
Se deben utilizar ventiladores de circulación para romper la estratificación de la temperatura, y proporcionar una temperatura más uniforme en toda la caseta de aves. El mover el aire más cálido al nivel de las aves no solo ayuda a mantener las temperaturas del cuerpo y del piso de las aves, sino que también ayuda a eliminar la humedad de la cama. Se controla el funcionamiento de los ventiladores por medio de la temperatura, para mantener la temperatura deseada. Algunos ventiladores trabajan con temporizador para regular la humedad relativa y mantener la buena calidad del aire cuando el galpón está a la temperatura deseada. El controlador ambiental de la caseta opera los ventiladores en base a ajustes en la temperatura y en el temporizador. Los controladores abrirán entradas de aire situadas
en las paredes laterales o en el techo, para garantizar la entrada uniforme de aire en la caseta. La cantidad que se abren las entradas está determinada por presión estática. Iluminación durante la crianza
La luz es un factor importante durante la crianza, que no se debe ignorar. La actividad de los pollitos es mayor en intensidad de luz brillante que en baja intensidad de luz. Durante la crianza la luz debe tener una intensidad de lo más brillante para fomentar la actividad de pollito y así ayudarles a encontrar alimento y agua. Una vez que aprenden donde se encuentran el alimento y el agua (entre siete y 10 días), la intensidad de la luz y la duración puede y debe reducirse. Los sistemas de luz deben diseñarse para producir un mínimo de 25 lux (velas de 2.5 pies) o más al nivel de las aves. Muchas de las casetas de pollos de engorde que se construyen hoy son capaces de proporcionar hasta 40 lux (velas de 4 pies) a nivel de los pollitos en el área de cría.
Con un ático aislado el aire es más cálido que el aire exterior. El aire permite utilizar mayores tasas de ventilación sin mayor uso de combustible. Estas mayores tasas de ventilación ayudarán a mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento.
El diseño del sistema de iluminación deberá permitir modificar la intensidad y la duración de la luz según crecen las aves, y proporcionar una intensidad de luz uniforme a nivel de las aves. Normalmente las luces funcionan 23 horas al día durante la crianza y la intensidad de la luz es máxima. Entre los siete y los 10 días de edad deberá reducirse el número de horas que las luces prenden (en función de las directrices de la operación), y para los 10 a 14 días de edad se debe reducir la intensidad de la luz a 5 lux
(velas de 0.5 pies). El propósito principal de la iluminación durante la crianza es garantizar que los pollitos estén activos y que busquen las fuentes de alimento y agua. Conservación de energía
Asegúrese que los controles de sensores/termostatos estén colocados correctamente: el ubicar los sensores/termostatos demasiado cerca de una criadora infrarroja o de los pollitos, o demasiado alto en relación al piso, puede resultar en aves con frío. Ubicarlos demasiado cerca de la pared lateral, cortina de cría o de donde el aire entra a la caseta, puede provocar un excesivo uso de combustible. Use ventiladores de circulación o de paletas: el uso de estos ventiladores mueve el aire caliente del techo, eliminando la estratificación de la temperatura y logra bajar el calor hacia el nivel de los pollitos, donde es necesario y reduce los costos de calefacción. Estudios demuestran que los ventiladores de circulación son efectivos sin importar qué tipo de sistema de calefacción se utiliza. Entrada de aire en el ático – jalar aire del ático en días frescos cuando sale el sol, puede resultar en mayores tasas de ventilación sin mayores costos de combustible. Esto permite a los productores aprovechar el aire cálido que se encuentra en el ático, el cual ayudará a mantener la humedad relativa entre 50 y 70 por ciento. Para que las entradas de aire del ático funcionen correctamente, la caseta debe ser lo suficientemente hermética para extraer por lo menos 0.13 pulgadas de columna de agua en una prueba de presión estática. Si las casetas no pueden extraer esta presión estática, se debe hacer el esfuerzo de hermetizar los galpones para reducir la filtración antes de instalar entradas en el ático. Eliminar filtraciones: sellar las fugas proporciona control de dónde y cuánto aire entrará a la caseta. Esto asegurará que el aire ingrese a través de entradas previstas y minimizará la posibilidad que las aves sientan frío, que la cama se endurezca y que la temperatura se estratifique durante el clima frío. Use temporizadores de cinco minutos en lugar de temporizadores de diez minutos: Esto reducirá la posibilidad que la temperatura del
galpón baje, y como resultado los calentadores funcionarán menos tiempo, ayudará también a regular los niveles de amoníaco y de humedad. Limpie y repare las criadoras infrarrojas de forma regular – El mantenimiento adecuado de la criadora infrarroja reducirá el monóxido de carbono y ésta quemará el combustible de manera más eficiente. Se debe soplar el polvo de las criadoras infrarrojas entre cada parvada. Mantenga limpios los orificios del quemador. Utilice para limpiar el tamaño adecuado de agujas para evitar alterar el tamaño del orificio y gastar combustible.