Políticas sectoriales Educación y cultura Propuesta: Elevar la calidad de la educación con un modelo de gestión moderna y responsable. Análisis: La educación debe consolidarse como el motor del desarrollo y de la estabilidad democrática. La educación mala, mediocre o nula representa la peor de las injusticias: limita la capacidad del ciudadano para lograr su propio desarrollo. En las últimas décadas, el presupuesto de la Educación ha registrado incrementos significativos, sin embargo ello no ha redundado en una mejora inmediata de la calidad educativa. Evaluaciones nacionales e internacionales demuestran que al menos el 80% de estudiantes de primaria y secundaria no entienden lo que leen y no resuelven ejercicios matemáticos elementales. Y los docentes también presentan serias deficiencias en estas áreas. Si bien el presupuesto ha crecido, más del 90% se destina al gasto corriente (pago de planillas), en cambio no se ha incrementado la inversión de gasto por alumno ni para mejorar los resultados de su aprendizaje. De otro lado, gran parte de los esfuerzos choca desde hace años con una valla casi inexpugnable: el manejo politizado del sindicato magisterial, que dificulta toda mejora, entre ellas, la evaluación y selección de los maestros, lo que es fundamental. El Estado debe emprender el gran impulso educativo. De lo contrario, no se logrará incluir a millones de peruanos de escasos recursos dentro del concepto de nación unificada, conocedora de sus derechos y deberes. Acciones / Ud. decide Incrementar progresivamente el presupuesto del sector hasta llegar al 6% del PBI, con la evaluación correspondiente de resultados y objetivos. Incrementar la inversión estatal por alumno al año. Crear un instituto con rango ejecutivo y de manejo autónomo, formado por expertos calificados y con competencias debidamente acreditadas, para que planifique y ejecute las políticas educativas desde una perspectiva especializada y sin injerencia política. El Ministerio de Educación mantendría su representatividad en los aspectos de política general, de la misma manera que el Ministerio del Justicia lo hace ante la judicatura. Asignar a este instituto la capacidad de nombrar y cesar a los maestros y determinar los contenidos curriculares, entre otras funciones operativas. Incrementar el sueldo de los maestros en función de evaluaciones periódicas e intensificar mecanismos de evaluación de la calidad docente y sus resultados. Promover una carrera magisterial basada en méritos y no en filiaciones políticas o antigüedad en el puesto. Fomentar la participación de los padres de familia en la fiscalización de la gestión docente. Descentralizar la educación, mediante planes y currículos adaptados a las realidades regionales, que refuercen la identidad nacional. Aplicar las recomendaciones del Proyecto Educativo Nacional (PEN) 2006-2021, diseñado por el Consejo Educativo Nacional, como base para políticas educativas de largo plazo.
Hacer obligatoria la acreditación de competencias profesionales y la capacitación docente, como requisito para la promoción y ascenso dentro de la carrera profesional. El Estado debe promover programas de extensión y de posgrado. Frenar la proliferación de centros de educación superior que no ofrezcan aprendizajes de calidad. Definir una nueva política de infraestructura educativa, así como desarrollar un nuevo modelo de administración y mantenimiento de las escuelas, concebido en red, sobre bases arquitectónicas seguras y diseñadas para acompañar los procesos de aprendizaje. Todo colegio debe ser habitable y disponer de profesores en número suficiente. Extender las nuevas tecnologías de la información a todos los colegios del país, y alentar la investigación y producción editorial en las universidades y centros superiores. Desarrollar un sistema de estándares de calidad educativa que permita a los usuarios y beneficiarios del servicio identificar a las instituciones educativas que garanticen no solo logros educativos exitosos sino también condiciones óptimas de infraestructura educativa. Dichos estándares deben comprender tanto la educación básica regular como la educación superior.