Pilar Rahola. La Libertad Escupida

  • December 2019
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18 LA VANGUARDIA

O PINIÓ N

MIÉRCOLES, 14 ENERO 2009

Màrius Carol Pilar Rahola

L

La libertad escupida

o confieso. Iba a titular este artículo de forma más contundente y explícita: “La izquierda fascista”. Pero me ha frenado el sensato artículo de Lluís Foix, en La Vanguardia de ayer. Ciertamente, y como yo misma he escrito en ocasiones, hay que tener mucho cuidado con el uso de algunos grandes conceptos que han teñido de horror el pasado de Europa. Foix habla del uso perverso del término genocidio para atacar la incursión militar de Israel. Yo, que coincido con él, cometería el mismo error si usara el término fascista para definir a los sectores que tengo la intención de analizar. El fascismo es un fenómeno ideológico con un largo historial de violencia y muerte y no es equiparable a nada. Y si es la expresión extrema y trágica de las ideas de derechas, no podemos olvidar que también existe la versión extrema y trágica de las ideas de izquierdas. Del fascismo al comunismo, todos convergen en el mismo gusto por tiranizar y matar. Dejemos, pues, las ideologías totalitarias para la memoria negra de la historia. Como resulta evidente, sin embargo, que actualmente existen sectores de la izquierda que presentan tics inequívocamente intolerantes, y cuyo dogmatismo fanático impide la disidencia, a veces de forma violenta, también resulta fácil considerarlos fascistas de izquierdas. No caeré en la trampa, e intentaré considerarlos solamente intolerantes, incapaces de asumir dos actitudes fundamentales de la cultura de la libertad: el derecho a la disidencia y el derecho a no ser sospechoso por ejercerla. Por supuesto, escribo por la herida, no en vano tengo el dudoso honor de ser blanco, junto con algunos otros colegas, de las iras de sectores organizados que, con la excusa de la defensa del pueblo palestino, están demonizando nuestro derecho a pensar distinto. Guardianes celosos del pensamiento único, y esclavos de su miedo a pensar en libertad, disparan contra el pianista para impedir cualquier posibilidad de reflexión crítica. Sobre el conflicto de Palestina no se debate. Se imponen argumentos camuflados de

solidaridad y pacifismo, y cualquier análisis que esté fuera de la ortodoxia progre es enviado a los infiernos de la maldad y de la complicidad asesina. Por supuesto, todo bien aliñado con campañas de difamación, insultos en todos los foros posibles, y algunas lindas amenazas. Estos mismos que se manifiestan de forma gritona en las calles, levantando bondadosas banderas de solidaridad, son los mismos que nos atizan con esas banderas, en un intento burdo de hacernos callar porque pensamos distinto. Su intolerancia llega hasta el

punto de intentar monopolizar, no solo la verdad del conflicto, sino también la defensa de la paz. Es decir, no sólo niegan el debate. También se creen con el derecho a considerarse “los buenos” de la tragedia que se vive en Tierra Santa, en un ejercicio pueril de maniqueísmo. Buenos palestinos y malos israelíes y resumen en blanco y negro un conflicto que hace 60 años que dura. Por supuesto, los que tenemos opiniones más complejas sobre el rompecabezas de Oriente Próximo somos tildados de genocidas, cómplices de la matanza, y otras lindezas al uso. ¿Y si resultara

que para defender la paz, se necesita un pensamiento más complejo? ¿Y si los enemigos de la paz, estuvieran en las filas que defienden? ¿Y si algunos palestinos lo tuvieran más claro que los papistas europeos que dicen defenderlos? ¿Y si Israel fuera la única alternativa real que le queda al pueblo palestino, cuando se libere de las ideologías que los oprimen? Ni contemplan la posibilidad de pensarlo, imbuidos de una pretendida superioridad ética que les permite negar toda opción que no sea la de su verdad bíblica. La superioridad ética de la intolerancia. En este proceso de demonización de la disidencia, se ha llegado a momentos de pura locura. Por ejemplo, las manifestaciones de Madrid y Barcelona, donde los gritos de Allah Akbar, los pasamontañas y las pistolitas, los vivas a Hamas, las quemas de banderas israelíes y americanas y los grupos islamistas se manifestaban en buena compañía con L'estaca, los progres al uso y los pacifistas de toda la vida. Y con el propio conseller de Interior, en uno de los actos más vergonzosos de la historia de esta conselleria. Como dicen algunos mossos, ¿cómo van a recibir información sobre islamismo radical por parte de otros servicios de inteligencia, si su propio conseller se manifiesta en tamaña compañía? Dicen que se manifestaron a favor de la paz, pero se oyeron gritos de guerra. Dicen que se manifestaron a favor de la solidaridad, pero en la manifestación se repartieron revistas donde seis ciudadanos catalanes –Joan ASTROMUJOFF Culla, Vicenç Villatoro, Lluís Bassat, Miquel Sellarès, Pilar Rahola i Jaume Renyer–, eran señalados con la diana de la maldad y la sospecha. ¿Ellos señalan, y quizás otros disparan? Por supuesto, recibirán la querella pertinente. Y finalmente, dicen que se manifestaron a favor de Palestina, y solo oímos el ruido atronador del odio contra Israel. De tolerancia, nada. De solidaridad, con el ojo tuerto. Y de libertad, sólo el grito, usado para imponer el pensamiento único, y acallar las bocas disidentes.c www.pilarrahola.com

Oriol Pi de Cabanyes

N

adie con un mínimo de sensibilidad puede quedar indiferente a tantas y tan repetidas imágenes de sangre y sufrimiento que las cámaras tan oportunistamente apostadas ante los hospitales nos traen de la franja de Gaza. Nadie. Son imágenes que nos revuelven las tripas, que nos sublevan. ¿Quién puede permanecer indiferente ante tanto dolor humano? Israel ganará también esta vez. Pero perderá, ya ha perdido, la batalla de la imagen. A veces más importante que la verdad factual es la verdad emocional. ¿Cómo los telespectadores de todo el mundo podrían cegarse a la evidencia del contraste entre un ejército ultrasofisticado y una masa humana fanatizada en su impotencia y su desespero? No es de extrañar, pues, que la opinión pública de los países, no todos, a los que

Gaza llegan con machacosa reiteración estas imágenes se sienta solidaria con el pueblo palestino. Más que más en un país como este, en el que la Guerra Civil añadió unas secuelas psíquicas tan profundas a nuestra ya larga historia de perdedores que una más de las manifestaciones inconscientes de la cultura es la solidaridad con todo tipo de causas perdidas. Y si somos campeones mundiales del “no a la guerra” es porque nos hemos sentido, y porque nos sentimos, un pueblo derrotado. Y por si alguien necesitara hacerse cargo del hambre y del sufrimiento psíquico y físico que también aquí se padecieron durante la guerra es recomendable leer el testimonio de esa niña de trece años que, recién ahora, tantos años después, se ha editado con el título de Amb ulls de nena.

Traduzco: “Todo el mundo oye sirenas y aviones a la vez. Ha habido algunos muertos de ataques de corazón o de nervios. Hay muchos muertos y heridos. Los hospitales están llenos. En muchas casas donde han caído bombas hace una semana todavía están sacando escombros. Hay quien se ha quedado sepultado y ha pasado horas y horas sin comer y asfixiándose. ¡Qué triste tiene que ser!”. Encarnació Martorell, nuestra Ana Frank, lo escribió mientras bombardeaban la ciudad de Barcelona, en el año 1937. Pero igual podría leerse como escrito hoy mismo en Gaza. O en un kibutz amenazado por los cohetes de Hamas. “¿La humanidad? –escribía Elie Wiesel en La noche–. La humanidad no se interesa por nosotros. Actualmente todo es posible. Todo es posible, hasta los hornos crematorios...”.c

Globo de Oro a Barcelona

E

l alcalde Hereu lanzó un grito de euforia (como si hubiera marcado Messi) cuando se enteró de que Vicky Cristina Barcelona había obtenido el Globo de Oro a la mejor comedia, dejando sin el galardón a Quemar después de leer de los hermanos Coen. Nunca un millón de euros de las arcas municipales, que fue la subvención que se llevó la película de Woody Allen, había tenido tanto retorno para la capital catalana. La polémica ridícula que en su día suscitó aquel esfuerzo económico del Consistorio cuesta de entender tras comprobar que es la película del realizador neoyorquino que más dinero ha recaudado después de Hannah y sus hermanas, estrenada hace 22 años, habiendo logrado una recaudación récord de 80 millones de dólares y el 82% de aprobación entre los críticos, según la web de referencia Rotten Tomatoes. Es más, durante los días del estreno, los taxis amarillos de Manhattan llevaron publicidad de la línea NY-BCN inaugurada por American Airlines, aprovechando el tirón de la cinta. La concesión del Globo de Oro al filme rodado en Barcelona (y Oviedo), que ha comportado una extraordinaria promoción para la ciudad, coinci-

‘Australia’ le ha costado 40 millones al Gobierno y la película ha resultado un fiasco en pantalla de con el relativo fiasco que ha supuesto toda una gran superproducción como Australia, cuyo coste se sitúa por encima de los 140 millones de dólares, aunque algunos insinúan que el presupuesto de la película de Baz Luhrmann se habría disparado muy por encima de esta cifra. En cualquier caso, la cinta interpretada por Nicole Kidman y Hugh Jackman recibió 40 millones de Turismo de Australia, convencidos de que supondría el mejor anuncio de promoción del país. Tanto fue así que las autoridades invirtieron otros 27 millones de dólares en una campaña titulada See the movie, see the country (Vea la película, vea el país), basada en largos spots que incluían secuencias del filme e imágenes del territorio, que se difundieron en cadenas de televisión de veinte países. La película no obtuvo ningún galardón en la ceremonia del domingo, ni es candidata a ningún Oscar, pero además no ha tenido buenas críticas y los productores saben que no recuperarán el dineral invertido. Peor fracaso ha sido la película Sangre de mayo, de José Luis Garci, con la que se quería conmemorar la defensa de Madrid durante el 2 de mayo de 1808 y que la Comunidad patrocinó con 15 millones de euros. El filme apenas estuvo una semana en cartel, no se llegó a estrenar en la mayoría de las ciudades españolas y finalmente la programó Telemadrid para su segundo canal en horario de medianoche. El lunes, el alcalde Hereu estaba especialmente orgulloso de haber acertado invirtiendo en Vicky Cristina Barcelona. Ignoro si les ha dicho, a algunos de los que le criticaron en su día, aquella frase definitiva de Allen: “Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme”.c

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