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GÉNESIS Y NARRATIVA DE LA NOTA ROJA EN MÉXICO

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ÍNDICE

0. INTRODUCCCIÓN: ¿POR QUÉ LA NOTA ROJA MEXICANA? PENDIENTE 1. LA NOTA ROJA: DEFINICIÓN, ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS 2. NOTA ROJA EN EL CONTEXTO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA 3. POSREVOLUCIÓN: GÉNESIS DE LA NOTA ROJA MODERNA: CREACIÓN DE UN ESCENARIO PARA LA NOTA ROJA 3.1. MARGINADOS INCORPORADOS: EL PELADITO Y LA IGUALADA. 3.2. AUTORIDAD IRREDUCTIBLE: GENDARMES, HIGIENISTAS Y POLICÍA SECRETA 3.3. INCORPORADOS Y DESARRAIGADOS: PELADOS, PELADITOS, MAMARRACHOS, FIGURINES, PACHUCOS Y TARZANES. 3.4. SEGÚN SUS RAZAS: INDIOS, TOPILES, LADINOS, NEGROS, NEGRITOS, PRIETOS, GÜEROS, GÜERITOS, GAVACHOS, GRINGOS, CHINOS Y GACHUPINES. 3.5. EQUIVOCADOS: MARICONCITOS, JOTOS, INVERTIDOS Y MAYATES 3.6. BUENAS Y MALAS MUJERES: MADRECITA ABNEGADA, PÉRFIDAS, CHICAS DE AMBIENTE 3.7. TRANSGRESORES: RATEROS, MALANDROS, SUJETO DE MARRAS, CHACALES Y HAMPONES 3.8. ESPACIOS DE CATARSIS, CRIMEN Y AISLAMIENTO. 3.9. CABARETS, PULQUERÍAS, VECINDADES Y CUADRILÁTEROS 3.10. ISLAS MARÍAS, LECUMBERRI Y EL MANICOMIO DE LA CASTAÑEDA 4. CINE MEXICANO Y NOTA ROJA. 5. EVOLUCION DE LA NOTA ROJA 5. LA NOTA ROJA COMO ESPACIO DE ESPECTÁCULO Y EXHIBICIÓN ANTISOCIAL 6. NOTA ROJA, SUBPRODUCTOS CULTURALES Y MANIFESTACIONES CORRELACIONADAS 6.1. ALARMA! ESTUDIO DE CASOS. LA FASCINACIÓN DEL MEXICANO POR LA MUERTE. 6.2. EL CORRIDO: CANTAR DE GESTA DEL MÉXICO MODERNO 7. LA NOTA ROJA COMO HIBRIDACIÓN DE GÉNEROS PERIODÍSTICOS. PENDIENTE 8. NOTA ROJA Y FOTOGRAFÍA: DE OBRAS ARTÍSTICAS A DOCUMENTOS HISTÓRICOS. PENDIENTE 9. ANÁLISIS DE LA NOTA ROJA AÑOS CUARENTA 9.1. ANALISIS DE LA NOTA ROJA ACTUAL 9.2. LA NOTA ROJA EPISÓDICA: GREGORIO CÁRDENAS Y COLOSIO 10. NOTA ROJA Y LITERATURA 10.1. NOTA ROJA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA NEGRA PENDIENTE 11. LA NOTA ROJA COMO TEXTO DE FICCIÓN Y SU ANÁLISIS TÉORICO 12. CONCLUSIONES. PENDIENTE 13. BIBLIOGRAFÍA. PENIDENTE.

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Commented [JC1]: Los apartados siguientes son un desglose de personajes y no propiamente de escenarios

Commented [JC2]: Estos serían propiamente los espacios (escenarios de la nota roja) ¿no?

1. LA NOTA ROJA: DEFINICIÓN, ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS El término nota roja es utilizado en México para definir todas aquellas noticias que dan cuenta de hechos violentos que puede ir desde robos, accidentes de tránsito, hasta asesinatos y suicidios. Sus protagonistas suelen ser una o varias víctimas, uno o varios victimarios, y el contexto la ciudad y en menor medida poblaciones rurales. Estas noticias aparecen principalmente en los periódicos, en algunos de ellos como una sección y en otros como su leitmotiv, relegando a segundo plano otro tipo de noticias como las de economía, política, deportivas y sociales. Aparte del medio impreso existen espacios en televisión y en Internet dedicados a divulgar este tipo de noticias. Pero, ¿cómo surge la nota roja y cuáles son sus características? La historiadora María del Carmen Ruiz Castañeda ubica el origen en la Nueva España, cuando la Santa Inquisición ejecutó castigos a cientos de “alborotadores y ebrios” que cometían delitos “en contra de la fe y las buenas costumbres”, publicando los edictos de los juicios en los pórticos de las iglesias con el nombre de “noticia roja” en la que se empleaba el símbolo del sello rojo del Santo Oficio.1 Por su parte, Sara Corona Berkin en La verosimilitud en la crónica apunta una segunda vertiente a partir del magnicidio del General Ramón Corona Madrigal el 10 de noviembre de 1889, en manos del profesor Primitivo Ron Salcedo2. Dicho general formaba parte de los héroes que libraron la Batalla de Puebla contra los franceses en 1862, era gobernador en funciones de Jalisco y un posible candidato a la presidencia de México “Fue el tribunal de la Santa Inquisición (1517-1813), quien inicialmente popularizó el término conocido ahora como nota roja, de ahí que esa palabra hace referencia a la difusión de sucesos vinculados a la justicia o derramamiento de sangre.” Ruiz Castañeda, María del Carmen. La nota roja: la sangre vende. México, Universidad Autónoma de México: 1981. p. 21. 1

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Corona Berkin, Sara. La verosimilitud en la crónica policial. El asesinato de un gobernador. México: Paidós, 1997, p. 29.

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contra Porfirio Díaz. Debido a la magnitud del personaje, el crimen se publicó en numerosos diarios, entre ellos El Mercurio Occidental de Guadalajara, cuyo editor, Enrique de Olavarría y Ferrari, pidió a uno de sus colaboradores, Manuel Caballero, que mojara una mano en un cubo de tinta roja y la plasmara en el rotativo. (Ilustraciones 1,2, 3 y 4). Bajo la perspectiva de la profesora Ruiz Castañeda, la nota roja vincula el delito al apelativo que estigmatizó y señaló punitivamente al delincuente en el México colonial, pero en Corona Berkin encontramos un nuevo elemento: la nota roja se asocia a la difusión masiva del delito; la marca indeleble de la tinta roja sugiere que lo sangriento es lo relevante. A este respecto, el escritor José Emilio Pacheco añade: (…) Le decimos “nota roja” a la información acerca de crímenes porque (Manuel) Caballero anunció el asesinato del general Ramón Corona con una plana en que chorreaba sangre a color de la mano del asesino, llamado, como si fuera un personaje del realismo mágico, Primitivo Ron.3

La sugerencia que Pacheco hace del asesino como personaje y la peculiaridad literaria de su nombre no resulta menor. Uno de los objetivos de la presente investigación es demostrar cómo los crímenes en la nota roja terminan por rebasar el límite informativo y que, en la búsqueda de aclarar sus enigmas y expresar perplejidad ante conductas patológicas, se convierten en relatos dotados de ficción. La noticia del crimen del general Corona saltó a otros periódicos y a otras plumas y testimonios que Corona Berkin (1997:159) sintetiza en cuatro: La crónica de Luis Pérez Verdía que aparece en su Historia particular del estado de Jalisco (1911), dos versiones del testimonio de Gerardo Murillo, mejor conocido como el doctor Atl (célebre escultor de la época), una publicada en 1933 en sus Cuentos “De Todos colores”, y la otra versión desarrollada de la oralmente contada a Guadalupe Zuno:

Pacheco, José Emilio. “Manuel Gutiérrez Nájera: el sueño de una noche porfiriana.” en Letras Libres, No. 14, febrero. 2000, en http://www.letraslibres.com/revista/convivio/manuel-gutierrez-najera-elsueno-de-una-noche-porfiriana. Consultado en mayo de 2012. 3

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“Aquellos días”, y el texto aparecido en el periódico “El Abate Benigno” en su ejemplar publicado el 17 de noviembre de 1889, siete días después del atentado. Corona Berkin señala que “las cuatro crónicas coinciden en dos hechos: la víctima y el asesino. Sin embargo, el resto de los elementos que estructuran los relatos varían de forma notable”4, es decir caen en contradicciones. Esas variaciones, junto con la forma narrativa en que se cuenta el acontecimiento nos sitúan en gran medida en el terreno de la invención, pues lo único que permanece como realidad es que el general de nombre Ramón Corona Madrigal fue asesinado por un individuo llamado Primitivo Ron Salcedo, además de la precisión espacio temporal.5

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Corona Berkin, op. cit. p. 158.

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Esto puede ejemplificarse en la crónica que el periodista e historiador, Miguel Alessio Robles escribió sobre el asesinato del general Corona: Era un domingo como cualquier otro en la ciudad de Guadalajara. El gobernador Ramón Corona, vestido con un traje de civil, caminaba por la acera llevando del brazo a su esposa. Transitaban por la calle de Pedro Moreno, ubicada a un costado del Palacio de Gobierno, y se dirigían al Teatro Degollado para presenciar la puesta en escena titulada Los mártires de Tacubaya. Era una costumbre para el matrimonio Corona reservar las tardes dominicales para asistir a eventos culturales tales como representaciones teatrales o conciertos. Los propios actores le habían hecho la invitación formal durante la semana. Nadie imaginaba que el desenlace de aquella tarde sería trágico y no dramático como lo sugería el título de la obra (…) El general Corona era muy querido entre su gente. Nunca necesitó de guardias especiales para su protección. El cariño del pueblo era lo único que necesitaba para garantizar su seguridad personal. Saludaba a todos los transeúntes que cruzaban por su paso con la mayor naturalidad. El señalado domingo 10 de noviembre de 1889, el general y su esposa doblaron por Pedro Moreno hacia la calle del Carmen que los llevaría al Teatro Degollado. En ese instante fue atacado por la espalda. Su victimario, un joven de nombre Primitivo Ron, que llevaban consigo un puñal con mango de madera de unos diez centímetros de largo. Descargó la primera puñalada en la zona cervical del gobernador y la segunda en el hombro derecho, cerca de la clavícula. La señora Corona comenzó a gritar buscando ayuda. Se interpuso entre su marido y el atacante, quien intentó hundirle el cuchillo en el vientre encontrando las varillas del corsé como obstáculo. El general, en el suelo y con el brazo derecho inmovilizado, recibió una tercera puñalada en el vientre. En ese instante, al ver huir a su agresor, gritó con las fuerzas que le quedaban ¿Qué haces?... ¡desdichado, yo te perdono! Se levantó; bañado en sangre y por su propio pie, caminó de regreso por Pedro Moreno para llegar al Palacio de Gobierno, donde se encontraba la Inspección de Policía, y cayó desplomado e inconsciente. Se dio aviso a los doctores personales del gobernador de apellidos Garciadiego, Bustamante y Arce, quienes de inmediato descartaron una operación pues el paciente no la resistiría. Las heridas eran mortales; tenía seccionados los intestinos. Se le notificó al presidente Porfirio Díaz quien de inmediato mandó un cirujano competente para realizar la operación… no llegaría a tiempo. La gente de Guadalajara se agolpó a las afueras de Palacio esperando noticias. Habían sido informados por testigos presenciales que el gobernador agonizaba. Ramón Corona pasaría sus últimas horas dentro de palacio, con fuertes dolores y sin la oportunidad de enfrentar a su atacante, como fue su costumbre como hombre de armas. El agresor, Primitivo Ron, fue perseguido por civiles que se encontraban en los alrededores de Palacio. Al verse acorralado tomó el puñal y lo hundió en su pecho en cuatro ocasiones. La última le partió el corazón cayendo muerto instantáneamente. En sus bolsillos se encontró una carta con tintes de extrema locura. En ella, con innumerables faltas de ortografía, anunciaba su suicidio llevándose consigo al general Corona. La nota decía lo siguiente: Yo deseo habitar en otros cielos y tierras nuevas donde more la justicia para gozar en unión de los humanos pasados presentes y futuros. Mansión de Empédocles, 5

El siguiente esquema expone cómo el texto de Alessio Robles ofrece una gama de elementos narrativos sobre las bases de un breve apunte noticioso:

ELEMENTOS NARRATIVOS ATMOSFERA COLOQUILIDAD

ATRIBUTOS POSITIVOS DE LA VÍCTIMA

CARACTERÍSTICAS NEGATIVAS DEL VICTIMARIO

SUSPENSO DRAMATISMO

EFECTISMO

EXTRACTOS “Era un domingo como cualquier otro en la ciudad de Guadalajara” Era una costumbre para el matrimonio Corona reservar las tardes dominicales para asistir a eventos culturales tales como representaciones teatrales o conciertos.” “El general Corona era muy querido entre su gente.” “¿Qué haces?... ¡desdichado, yo te perdono!” “Sin la oportunidad de enfrentar a su atacante, como fue su costumbre “(el general) fue atacado por la espalda.” “(el victimario) intentó hundirle el cuchillo en el vientre (a la mujer.)” “Al verse acorralado tomó el puñal y lo hundió en su pecho en cuatro ocasiones.” “En sus bolsillos se encontró una carta con tintes de extrema locura. En ella, con innumerables faltas de ortografía.” “Nadie imaginaba que el desenlace de aquella tarde sería trágico y no dramático como lo sugería el título de la obra.” “Ramón Corona pasaría sus últimas horas dentro de palacio, con fuertes dolores.” “Finalmente a las siete y cincuenta minutos de la mañana del lunes 11 de noviembre de 1889, el héroe de los cien combates expiraba para jamás volver.” “Se levantó; bañado en sangre y por su propio pie, caminó de regreso por Pedro Moreno para llegar al Palacio de Gobierno, donde se encontraba la Inspección de Policía, y cayó desplomado e inconsciente.” “Al verse acorralado tomó el puñal y lo hundió en su pecho en cuatro ocasiones.”“La última le partió el corazón cayendo muerto instantáneamente.”

POETIZACIÓN

“La nota (del asesino) decía lo siguiente: Yo deseo habitar en otros cielos y tierras nuevas donde more la justicia para gozar en unión de los humanos pasados presentes y futuros. Mansión de Empédocles, Critias, Litré, Ramírez, Acuña, Dantón, Jesús y Voltaire, recibidme en vuestro seno, la Inmortalidad feliz o la Tumba. Viva el ilustre naturalismo y el sapientismo (sic) panteísmo.”

HECHO NOTICIOSO REAL

“El señalado domingo 10 de noviembre de 1889, el general y su esposa doblaron por Pedro Moreno hacia la calle del Carmen que los llevaría al Teatro Degollado.”

Critias, Litré, Ramírez, Acuña, Dantón, Jesús y Voltaire, recibidme en vuestro seno, la Inmortalidad feliz o la Tumba. Viva el ilustre naturalismo y el sapientismo (sic) panteísmo. Primitivo Ron. Guadalajara, noviembre 6 1889… El general, postrado en una cama de Palacio, era asistido por los médicos quienes trataban de sostenerle la vida. Finalmente a las siete y cincuenta minutos de la mañana del lunes 11 de noviembre de 1889, el héroe de los cien combates expiraba para jamás volver. Alessio Robles, Miguel. “La muerte de Ramón Corona” en Expedientes digitales del INEHRM. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2011, en http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.php?pagina=exp— ramon—corona—articulo. Consultado en mayo de 2012.

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HECHO NOTICIOSO REAL

HECHO NOTICIOSO REAL

“Su victimario, un joven de nombre Primitivo Ron, que llevaban consigo un puñal con mango de madera de unos diez centímetros de largo. Descargó la primera puñalada en la zona cervical del gobernador y la segunda en el hombro derecho, cerca de la clavícula.” “Se dio aviso a los doctores personales del gobernador de apellidos Garciadiego, Bustamante y Arce, quienes de inmediato descartaron una operación pues el paciente no la resistiría. Las heridas eran mortales; tenía seccionados los intestinos.”

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Ilustración 1. General Ramón Corona Madrigal.

Ilustración 2. El sello de la nota roja.

Ilustración 3. Carátula del periódico Mercurio

Ilustración 4. Carátula de compendio de

Occidental.

cuentos del Dr. Atl.

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A través del análisis del asesinato del general Corona y la forma en que se trastoca la verosimilitud, desprendemos una importante característica de la nota roja; su ficcionalidad. Pero es importante decir que con base en la presente investigación, el origen de la nota roja como un hecho noticioso no tiene un momento preciso, pues si bien podemos encontrar en ambos casos (Inquisición, magnicidio) la utilización de un símbolo (cruz roja, mano roja) como llamado de atención sobre hechos que implican transgresiones al orden, a lo largo de la historia no sólo de México sino de otras latitudes podemos sumar acontecimientos que apuntan a ese surgimiento; la Historia no ejerce una acción lineal sobre determinado espacio geográfico, sino que se expande más allá de las fronteras manifestándose con diferentes particularidades. Un ejemplo de ello son las “hojas sueltas” que Foucault menciona en Vigilar y castigar, de la Francia del siglo XVIII en las que se anunciaba la ejecución publica de los delincuentes. Otra más, situándonos en el contexto mexicano, son los volantes repartidos por pregoneros en el siglo XV, en los que se anunciaban las noticias del momento, incluyendo asimismo los castigos ejemplares, otro lo encontramos en las cartas de Relaciones que la investigadora María José Rodilla analiza en Entre la ficción y el periodismo, cronistas de la nueva España, como un híbrido que oscilaba entre el periodismo y la ficción, y que daba cuenta de sucesos que ocurrían en España. “Estas Relaciones anónimas que llegaban en las flotas a la Nueva España informaban sobre sucesos históricos: derrotas o victorias, noticias de política exterior, noticias de guerras; noticias sensacionalistas o tremendistas de delitos y de violencia; crímenes, incestos, causas contra reos, detenciones de cautivos; narraciones de sucesos extraordinarios o milagrosos con intenciones devotas; prodigios, milagros, martirios, conversiones, leyendas devotas, autos de fe que abundan sobre todo en el XV (…) Los avisos son sinónimos de noticias que provienen de otros lugares y que en la Nueva España

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se difundían a través de carteles pegados en las principales esquinas o por medio de bandos, pregoneros en las plazas, en los que se avisa a la población de las pragmáticas que llegaban de la metrópoli (…)” (las cursivas son mías.) Encontramos que el origen más exacto de la nota roja en México se encuentra asociado a la llegada de la imprenta a la Nueva España en 1539, cuando los acontecimientos considerados relevantes se divulgan por el medio escrito de forma breve y muchas veces exaltado por cierto tipo de énfasis en el lenguaje. Nos parece inherente que el carácter de la noticia estableciera la forma en que se la anunciaba. Es por esto que los encabezados estrambóticos o literarios de la nota roja no surgen, como a menudo se piensa, en el periodismo de mediados del siglo XX. (Raptóla, matóla, violóla, rematóla, destazóla, encabezado atribuido al periódico Alarma!, de los años setentas.) El historiador Agustín Sánchez hace una exhaustiva recopilación de notas rojas decimonónicas en su Terribilísimas historias de crímenes y horrores en la Ciudad de México en el siglo XIX, donde saltan títulos como: “Por egoísmo, se la llevó con él al infierno”, “Un hombre que parió perros”. “El Caireles, criminal sin razón.” Agustín Sánchez relata en su estudio que cuando en 1894, Ángel Pola Moreno y Federico Mendoza Vizcaíno fundan “El Noticioso”, cuyo primer número anunció: “se compran noticias”, un hombre acudió al rotativo para preguntar qué suma de dinero le podían pagar por la noticia que traía, y una vez escuchada la posible oferta apartó las manos de su cuerpo y dejó caer sus propios intestinos, para luego decir que acababa de recibir una puñalada. Esta anécdota —supuestamente verídica— dibuja de suyo el carácter truculento, la avidez de ese tipo de noticias y su carácter ficcional.

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Poco asociado al terreno de la noticia roja, El libro rojo 1520—1867 Hogueras, orcas, patíbulos, martirios y sucesos lúgubres y extraños, escrito por Vicente Riva Palacio en 1905 nos parece correlativo a lo hasta aquí dicho, pues relata acontecimientos históricos desde la óptica del hecho violento. En dichos relatos encontramos el inicio de una ficcionalización de la realidad. Para Riva Palacio la Historia de México —como para muchos historiadores decimonónicos y de la primera mitad del siglo XX— tiene un sentido patrio, pero él pone énfasis en la muerte como acontecimiento indeleble y trágico, que al parecer sólo puede ser contada exacerbando las pasiones humanas.6 En Las flores del mal, mujeres criminales en el Porfiriato, Elisa Speckman Guerra, analiza qué tipo de delitos y en qué porcentaje eran cometidos por mujeres, las cuales, grosso modo, se acostumbra ver bajo la óptica de “señoritas recatadas” (mujeres victorianas); pero cuyos crímenes arrojan tres componentes: uno, que bajo el velo del recato existía todo un submundo criminal; dos, que el tipo de delitos que se atañen a la mujer de esa época eran el aborto y el infanticidio, y tres; que un alto porcentaje de los delitos los cometían mujeres de clase baja y de raza indígena, con lo cual la sociedad reforzaba la idea del que el bien era inherente a la buena cuna y el cumplimiento estricto de las normas morales.7 En los últimos años del siglo XX encontramos un vínculo más al de la nota roja, el de la prensa amarillista. El término yellow se acuña a partir de uno de los primeros personajes de la tira cómica, The Yellow Kid (1895), un niño que vestía una bata de ese

“Momentos después, traspasado su cuerpo, cayó desprendido de los espíritus vitales. Una descarga arrancó su alma del cerro de las Campanas, para que fuera a ser juzgado por el único Juez infalible. Su cuerpo quedó á merced de los elementos que combaten la corrupción de la materia, y su nombre fue saludado como el del héroe mártir del gran drama de la intervención en México.” Riva Palacio, Vicente et al. El libro rojo. 1520-1867. Tomo II. Pola editor. México: 1906, p. 316. 7 Speckman Guerra, Elisa. “Las flores del mal. Mujeres criminales en el Porfiriato” en Historia mexicana Universidad Nacional Autónoma de México, México: 1997 Vol. 47 Núm. 1 Jul-Sep, pp. 183-229. 6

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color y tenía como rasgos provenir de barrio bajo y expresarse a través de “globos” o “bocadillos” en una jerga marginal. Yellow significa amarillo pero también cruel, con lo cual, posteriormente, se describió la esencia de ese estilo de hacer noticia.8 “La expansión de este tipo de periodismo (cruel, amarillo) a finales del siglo XIX en Estados Unidos motivó la aparición de un término asociado, el de “prensa amarillista”: “aquella propagadora de noticias sensacionalistas, concebidas para atraer la atención escandalizando.”9 A partir de un primer muestreo de periódicos (La Prensa 2015, enero, febrero, marzo, abril y mayo) que tratan la nota roja, encontramos constantes como víctima, victimario, delito y urbe, pero un análisis más exhaustivo arroja que de todo esto, la única variante que nunca está ausente de la nota roja es la víctima, no así el agresor ni el delito, pues también se narran accidentes donde la imprudencia fue la causa de que alguien perdiera la vida, como en el caso de electrocutados o de trabajadores que cayeron de una altura considerable, incluso de accidentes de tránsito donde un semáforo descompuesto causó el embate. También podemos subrayar que la pérdida de la vida no siempre es una constante de este tipo de noticias, pues podemos encontrar algunas donde la víctima resultó ilesa de un accidente o de un robo a mano armada. Pero si la víctima es la única constante, ¿por qué una noticia de alguien que padece cáncer no es nota roja y un accidente automovilístico sí lo es?, observamos que la respuesta está en el riesgo que la víctima corre en un fragmento preciso de tiempo, y que ese riesgo siempre pone en peligro su integridad física. Todas las noticias que se han analizado a través del presente trabajo arrojan víctimas expuestas, de un momento a otro,

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Massota, Óscar. La historieta en el mundo moderno. Buenos Aires: Paidós, 1982, p. 26.

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Grijelmo, Álex. El estilo del periodista. México: Taurus, 2003, p. 533. 12

a lo inesperado: el choque, el robo, el secuestro, la gresca, el temblor de tierra, el derrumbe, y así un sin número de circunstancias causadas por un tercero o por las fuerzas de la naturaleza aparecen reiteradamente. Si bien es cierto, que en la mayoría de este tipo de noticias se narran sucesos donde sí existe un agresor. Estas precisiones son necesarias para entender las particularidades de la nota roja y delimitarla de otro tipo de noticias, por ejemplo, de aquellas que le son afines como las de casos insólitos de deformidades humanas o filias aberrantes. A veces, en esas noticias se incorporan elementos de la nota roja, y se dice que tal o cual persona que “tenía dos hileras de dientes” comía carne humana y había asesinado a varias personas. Sin embargo, no hemos encontrado que en la nota roja se incorporen elementos de lo insólito, pues la nota roja pretende —y esta palabra la debemos subrayar— contar hechos verídicos. Otra característica es que la mayoría de los casos de la nota roja se distinguen por no tener un seguimiento. Esto se comparte con otro tipo de noticias y pareciera un hecho inherente al periodismo. No importa cuán asombroso sea el robo cometido por una banda de asaltantes a un banco o la incertidumbre que provoque el súbito secuestro de una joven a plena luz del día, será difícil encontrar más información en publicaciones posteriores. Sin embargo, existen casos muy precisos que logran calar en la atención pública y se conforman en una especie de zaga que va dando cuenta del hecho y sus nuevos derroteros. Noticias como el asesinato del ex candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio (1994) o el asesino serial Gregorio “Goyo” Cárdenas (1942) ejemplifican este tipo de zagas de la nota roja, más adelante hablaremos de ellos y de las características que tienen para saltar de lo efímero a lo histórico. Si el riesgo —como amenaza o hecho consumado— de perder la vida o la integridad física es el elemento esencial de este tipo de noticias, cabe preguntarse por qué 13

despiertan tanto interés; el cual se constata en la vigencia del género y en su gran difusión, incluso generando subproductos como documentales y películas de casos paradigmáticos. Hemos encontrado que la respuesta está en la forma de emitir dichas noticias y en quienes las reciben, ambos en su conjunto como parte de la sociedad del espectáculo de la que Commented [JC3]: Revisar que se haya abordado más adelante.

habla Guy de Bord y que desarrollaremos en su momento. Volviendo a las características de la nota roja, a partir de su primer elemento: el riesgo de perder la vida o la integridad física, encontramos que la noticia se puede tornar compleja al añadir elementos como el victimario, el grado de violencia y el resultado final que implica sangre, dolor, tortura, quedar lisiado, muerte de agresor y/o agredido. Para la nota roja el porqué un semáforo está descompuesto no es lo importante y si lo menciona es casi aledaño (“atención autoridades, esto es lo que causa un semáforo descompuesto”), sino hablar del número de muertos y si acompañarlas de fotos que describan lo más gráficamente posible el cuerpo humano en su dolor o mutilación, lo mismo que la destrucción de bienes materiales como coches o ciudades en caso de desastres naturales, así pues el foco de atención de la nota roja no tiene que ver ni con antecedentes ni con consecuencias, sino con el realce de aquella parte del suceso que implique riesgo físico, violencia o transgresión. El caso real de un médico que le extirpó el ojo equivocado a un niño en un hospital público no contempla el contexto en el que sucedieron los hechos, más bien pone el énfasis en una suerte de barbarie, si no premeditada sí de todas formas criminal, y en la víctima, que recibe un particular tratamiento, exaltando aquellos rasgos que incrementan la maldad del agresor, no obstante, como ya hemos dicho, por mucho que el relato provoque indignación y el lector se sume a la condena expresa o subtextual del periodista, nunca sabremos cuál fue el destino del médico que extirpó el ojo equivocado al niño.

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Surgen de este análisis varios elementos que debemos considerar para definir las características de la nota roja y que tienen que ver con responder quiénes son sus actores y en qué escenarios acontecen. Hemos dicho anteriormente que la ciudad más que el medio rural es ese escenario. ¿Cuál es la razón? ¿Son más frecuentes los delitos en la ciudad o tienen diferencias que los particularizan? ¿Existen personajes recurrentes de la nota roja? En caso de que así sea, ¿quiénes son y por qué? Hasta este momento sólo tenemos un primer acercamiento de lo que define la nota roja, uno de los propósitos finales de este trabajo será tener el paisaje completo, es decir qué es y que representa para la sociedad. Para comprender a profundidad la nota roja en México abordaremos de forma detallada el contexto en el que surge, pues es ahí donde encontramos sus claves, mismas que servirán para su posterior análisis.

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2. NOTA ROJA EN EL CONTEXTO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA A finales del siglo XIX y principios del XX la divulgación del crimen estaba en manos de los rotativos, pero también de ciertos artistas que, a través del grabado, la fotografía —y en menor medida la historieta— consignaron una primera grafía y descripción del delito. El grabado fue reproducido en la prensa, fundamentalmente en los periódicos El Imparcial y El Hijo del Ahuizote, (ilustración 5 y 6), su finalidad era retratar las injusticias sociales y los excesos de la clase porfiriana, pero también, en el caso de El Imparcial, prodigaron alabanzas al régimen cargando sus tintas en asociar revolución y crimen como símiles, interpretando la pobreza como efecto de la haraganería y taras heredadas de padres viciosos.10 Dentro del género de lo criminal, esos grabados fueron el antecedente de la fotografía de muertos que se añadió décadas después a la nota roja (ilustración 7); uno de sus artistas más representativos fue José Guadalupe Posada, quien en su obra abordó diversos temas, usando entre otros gráficos el esqueleto humano (ilustración 8) para satirizar que la muerte no distingue condiciones. Accidentes, hechos sobrenaturales, asesinatos y suicidio, fueron parte de su temática. Por su parte, la historieta tuvo tres vertientes, la sátira de la vida política mexicana, el tema amoroso con una de las primeras historietas, “Rosa y Federico” de Tomás Cuellar (1869, periódico La Ilustración Potosina)11, y el crimen, de este último, la cigarrera El

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El Imparcial en 1896 implicó el nacimiento de la prensa industrial mexicana. Este periódico usó el amarillismo como señuelo y se consagró a la defensa de las clases en el poder. Ruiz Castañeda, María del Carmen et al. El periodismo en México: 450 años de su historia. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1980, pp. 231-232. “Sobre la fecha del inicio de la historieta existen (…) varias posturas: para Zalpa, por ejemplo, su origen se sitúa en 1918, cuando “algunos periódicos empiezan a publicar tiras cómicas con los personajes de Chupamirto, Adelaido el conquistador y Mamerto”; Hinds y Tatum, por su parte, señalan que la primera tira cómica considerada genuinamente mexicana, apareció en 1918 cuando el periódico El Heraldo le encargó una tira diaria a Salvador Pruneda, quien creó a “Don Catarino”, una tira de humor sobre un charro mexicano. En cuanto a la historieta propiamente dicha apareció —afirman— en la década del treinta con la 11

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Buen Tono, publicó pequeñas narraciones delictivas, entremezcladas con la publicidad de sus cigarros12 (ilustración 9).

revista Paquín, que se empieza a editar en 1934; a esta le siguieron Paquito en 1935, así como Pepín, cuyo primer número apareció en marzo de 1936, y Chamaco en 1936. Posteriormente el término pepines se empleará para designar a toda clase de publicación considerada por el Estado vulgar o reprochable, y que por ello debía ser censurada.” Jaime González, Cecilia. “La historieta mexicana como un reflejo de la ciudad; El caso de “La familia Burrón” en http://www.pepines.unam.mx/ensayo/show/id/8. Consultado en febrero de 2016. 12

Es importante destacar que la historieta mexicana tendría una gran difusión y penetración en México, su época dorada, por decirlo así comenzaría en la década de los treinta y se mantendría hasta finales de los ochenta. La violencia y la sexualidad serían temáticas recurrentes y si bien no se prohibieron sí fueron foco de atención de críticas que la asociaban al bajo nivel educativo y a que estas estaban en realidad, moldeando los valores y la conciencia del mexicano. Un antecedente que habla de la gravedad del caso es Gran Bretaña (1955), donde, ante la amplia demanda de las mismas, se estableció la censura de historietas norteamericanas que explicitaran crímenes, violencia, crueldad y actos de naturaleza horrible o repulsiva. (Zalpa, Genaro. El mundo imaginario de la historieta mexicana. México: Universidad Autónoma de Aguascalientes, 2005, p. 41.)

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Ilustración 5. Periódico a favor del régimen.

Ilustración 6. Periódico contra el régimen.

Ilustración 7. Ilustración Posadas.

Ilustración 8. Las calaveras de Posadas.

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Ilustración 9. Viñeta publicitaria—criminal.

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Un último momento del periodo de la nota roja porfiriana es el caso publicado que a la postre se llamó “Los 41”, a partir de un hecho ocurrido el 18 de noviembre de 1901, cuando la policía interrumpió en una casa céntrica en ciudad de México, para detener a los participantes de una fiesta de homosexuales. Según los periódicos de la época 19 de ellos vestidos como mujeres y el resto de hombres. El periódico señaló que los detenidos sumaban 42, pero más tarde la policía aclaró que sólo eran 41 y eso avivó el rumor de que uno de ellos fue ayudado a escapar por la autoridad, y que se trataba de don Ignacio de la Torre, esposo de una hija del presidente Porfirio Díaz (ilustración 10). “Lo más significativo del episodio de “Los 41” es, desde luego, la redada con su negación absoluta de los derechos humanos y civiles. A partir de ese momento, se sienta jurisprudencia y lo que viene es legal porque ya lo fue: redadas continuas, chantajes policiacos, torturas, golpizas, envíos a las cárceles y al penal de las Islas Marías. Sólo se necesita una frase en el expediente: “Ofensas a la moral y las buenas costumbres”. No hace falta más, no hay abogados defensores (en el caso de los jotos ni siquiera de oficio), no hay juicios, sólo caprichos judiciales dictados por el prejuicio y “el asco”. Y la sociedad, o la gente que se entera, encuentra normales o admirables esos procedimientos.”13

Monsiváis, Carlos. “La gran Redada” en La Jornada, sección Letras, noviembre 8 de 2011. En http://www.jornada.unam.mx/2001/11/08/ls-monsivais.html. Consultado febrero de 2016. 13

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Ilustración 10. Titular del periódico sobre redada de homosexuales

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Como cualquier conflicto armado, la revolución mexicana (1910—1920) trastocó la vida nacional en todos los sentidos, y el énfasis que los periódicos dieron a la nota roja si bien no desapareció sí se vio disminuida ante la narrativa de la revolución. Una breve muestra de esto la podemos encontrar en el seguimiento del periódico El Informador de Guadalajara, al comparar un año de plena revolución (1917) con otro, diez años después, de postrevolución (1929). AÑO PALABRA CLAVE NUMERO DE NOTAS POR AÑO 1917 ASESINO 18 1929 ASESINO 119 1917 POLICÌA 210 1929 POLICIA 500 1917 ROBO 101 1929 ROBO 208 1917 ESTAFADOR 1 1929 ESTAFADOR 9 1917 DELITO 130 1929 DELITO 209 1917 DELINCUENCIA 2 1929 DELINCUENCIA 9

En la tabla anterior apreciamos un notable incremento de noticias referentes a lo criminal después de la revolución, a través de palabras clave de la nota roja. Si bien esta sólo es una muestra, de ninguna forma puede relacionarse con un aumento demográfico que en consecuencia implicaría el aumento de criminalidad, pues más bien la población decreció de una década a otra a consecuencia del conflicto armado.14

Commented [JC4]: Fecha de consulta

Como era de esperarse, el foco de atención de los periódicos fue la revolución, Pancho Villa, Emiliano Zapata, son entre otros los protagonistas de esa crónica

14

La lucha revolucionaria con la que el país entra a la segunda década del siglo XX impactó notablemente no sólo la vida social y política de México, sino también sus características demográficas. En el denominado Censo General de Habitantes de 1921 oficialmente se contabilizó a una población de 14.3 millones de habitantes (7.0 millones de hombres y 7.3 millones de mujeres), es decir, alrededor de 900 mil habitantes menos. En la historia demográfica del país, éste es el único ejercicio censal que ha registrado un monto de población inferior al del censo precedente. Mendoza García Ma. Eulalia y Graciela Tapia Colosia. Situación demográfica de México 1910-2010, en http://www.unfpa.org.mx/publicaciones/cuadro_4.pdf

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periodística que se constituye en una zaga cuyo desenlace se vislumbra azaroso. Un día se narran sus batallas asombrosas y otro sus asesinatos que vuelven a poner al país de cabeza. (Ilustraciones 11, 12, 13). Los fotógrafos Agustín y Miguel Casasola se convierten en testigos de la historia de ese México convulso, produciendo un vasto archivo visual de la primera parte del siglo XX mexicano, donde además de la narrativa gráfica de la guerra, apreciamos ya, casi como un telón de fondo, algunos personajes y lugares de los cuales hablará la nota roja una vez terminada la guerra, cuando el caudillo pasa a segundo plano y el ciudadano común a primero. (Ilustraciones 14 y 15.)

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Ilustración 11. Pancho Villa y Emiliano Zapata en la silla presidencial.

Ilustración 12. Cadáver de Pancho Villa.

Ilustración 13. Cadáver de Emiliano Zapata.

Ilustración 14. Exterior pulquería.

Ilustración 15. Interior Pulquería.

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Queda claro que no toda noticia de muerte es motivo de la nota roja, los muertos de la revolución no lo son, como tampoco aquellos que fallecen a causa de enfermedades. Las muertes aparecen en la nota roja como producto de hechos transgresores, es decir fuera de la ley. Matar en una guerra deja de ser un hecho transgresor por mucho que un bando llame al otro criminal, esas muertes forman parte del contexto de la guerra, incluso el robo —como la apropiación de las haciendas o el asalto a un tren que lleva armas o dinero— deja de ser robo en el sentido pleno del término y es un recurso más que un bando usa para ganar terreno. Sin embargo, no podemos sustraernos al hecho de que la narrativa de la revolución con su dosis de violencia, sangre y víctimas suplió en buena medida aquel espacio que, como ya hemos dicho, no desapareció del todo, sino que decreció por la preponderancia de la guerra, pero también —y a continuación intentaremos demostrarlo— porque la ciudad de México y sus habitantes en gran medida nacieron y se moldearon después de la revolución, igual que los espacios propios de la criminalidad.

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3. POSREVOLUCIÓN, GÉNESIS DE LA NOTA ROJA MODERNA: CREACIÓN DE UN ESCENARIO PARA LA NOTA ROJA El periodo revolucionario fue un parteaguas en el que de un lado encontramos la culminación de un México colonial convertido en el México de las grandes desigualdades económicas y sociales y el ideal afrancesado y modernizador del Porfiriato, y del otro un país en el que todo está por crearse a partir de los escombros de la guerra, incluyendo la construcción de la identidad nacional, cuyos ejes principales son el apostolado educativo, el ideal del mestizaje y la valorización de la esencia de lo prehispánico. Para entender a los protagonistas de la nota roja es necesario examinar con mucho detenimiento este periodo posrevolucionario, pues en esta etapa individuos y espacios cobran particularidades y la nota roja se convierte en un escenario simbólico donde cierta clase de personas son exhibidas como víctimas o victimarios, caracterizados por el paradigma científico de la época (la eugenesia) y la exposición dinámica entre sociedad, prensa y cine, ya que este último medio irrumpió en la década de los treinta y jugó un papel primordial en la fabricación de los personajes urbanos y rurales, para una sociedad ávida de entretenimiento, identificación y apropiación de figuras carismáticas. El punto de partida tiene como pivote la impostergable tarea del Estado mexicano de llevar educación a todo el país. Desde 1920 a la fecha el gobierno ha implementado seis grandes campañas de alfabetización,15 cada una de éstas con características particulares, la primera, que ocupa el periodo postrevolucionario temprano, impulsada por José Vasconcelos, rector de la Universidad Autónoma de México (1920—1921) y

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Esos periodos se distribuyen entre 1920 a 1982. Mirada ferroviaria. Centro Nacional para la Conservación del Patrimonio Cultural Ferroviario. Revista digital, no. 15, septiembre-diciembre 2011. 3ra. época. http://www.museoferrocarriles.cuadriga.com.mx/sites/default/files/adjuntos/mirada_ferroviaria_ 15_digital.pdf 26

primer secretario de Educación pública del país (1921—1924), parte del hecho de que los diez años de guerra repercutieron en la instrucción de la población, dejando un país con un alto grado de analfabetismo. 66.1% de la población. Junto con la nueva clase política nacida de la revolución, artistas e intelectuales participaron en la reconstrucción de México. Muralistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros plasmaron sus obras en las paredes de los edificios gubernamentales16. Los grandes motivos fueron la revolución, los obreros como una nueva clase que nace de la necesidad de convertir al país en una nación industrial, el campesinado politizado, y, especialmente, la búsqueda del pasado indígena.17 El papel del Muralismo no fue casual ni menor, pues además de su papel en la reconstrucción simbólica del país adquiere presencia internacional y esto se torna un argumento que empuja hacía la propaganda de Estado en pro de que el país está llamado a grandes empresas en el concierto internacional de las naciones18 una vez que abandone sus rezagos culturales. La tarea alfabetizadora se encomendó a niños con instrucción primaria y maestros de carrera dispuestos a colaborar en lo que se llamó un apostolado educativo de dimensión nacional, creándose escuelas nocturnas urbanas para adultos y misiones educativas en las

“Al general Álvaro Obregón, presidente de la República Mexicana de diciembre de 1920 a 1924 (…) le urge prestigiar su régimen neutralizando la leyenda internacional de un país de bandidos, y de turbas que fusilan ciudadanos decentes en plena calle, mientras a carcajadas se enfundan los sombreros de señoras. En su búsqueda de respeto a su gobierno, y de créditos financieros del exterior, Obregón está dispuesto a mudar de personalidad, patrocinando incluso el arte y las humanidades. También, y con más ahínco, enfrentar el peso muerto del analfabetismo —cerca del 80% de la población-, obstáculo feroz del proyecto de modernización.” Monsiváis, Carlos. “El muralismo: la reinvención de México” en Revista Fractal. No. 31, 2003, en http://www.fractal.com.mx. Consultado en mayo de 2012. 17 “Unos cuantos leen. Todos son capaces de ver. Vasconcelos (secretaria de educación) sabe lo que hace al elogiar la fuerza didáctica de la pintura. Si contrata artistas, le pide a Diego Rivera que abandone Europa, y cede los muros de antiguos conventos, no es con tal de prodigar Boticellis y Fra Angélicos, sino en pos de su utopía” (…) “Rivera especifica su meta: Escribir en enormes murales públicos la historia de la gente iletrada que no puede leerla en libros”. Ídem. 18 “Es importante anotar que el Muralismo posrevolucionario es una de las corrientes plásticas más emblemáticas del arte mexicano, a través de cual nuestra nación se inserta en la historia del arte mundial. Crónicas. El Muralismo, producto de la Revolución Mexicana, en América. Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, en http://www.catalogoderevistas.unam.mx/interiores/c/cronicas.html 16

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escuelas rurales de los lugares más recónditos del país. Ahí donde sólo habían llegado las armas y la violencia de uno u otro grupo revolucionario, debían ahora llegar los maestros con las armas de la palabra y la retórica del significado de México. Los maestros enfrentaron de primer contacto el rezago de campesinos mestizos e indígenas, cuya imposibilidad de saber leer y escribir no era sino la última de sus carencias. Estos profesores itinerantes trajeron de vuelta a la urbe la información de un mexicano sumido en la pobreza y la ignorancia, imagen matizada por el discurso gubernamental y la propaganda que dibujó a un campesino sufrido pero fiel a la tierra y sus raíces. Bajo esta óptica, dicha ignorancia si bien inadmisible, los había preservado también de la malicia propia del desarraigo. Aunque también existieron posturas opuestas que vieron en la urbe un espacio de civilidad en contraposición al campo como lugar de criminalidad y resistencia al progreso.19 El Estado descubrió el poder de un nuevo medio que junto con el radio y la prensa podía coadyuvar a convencer a la población de las bondades del programa gubernamental en materia educativa, este medio fue el cine que en unos cuantos años, de 1920 a 1930, incrementó su cantidad de salas cinematográficas a 320.

“Hay comarcas donde durante treinta y cuarenta leguas, apenas se encontraban dos o tres rancherías: y en la época revolucionaria, muchas aldeas llegaron a estar pobladas por los desechos de las ciudades, productos patológicos, verdaderos monstruos humanos, mendigos, criminales retirados y prófugos de la justicia de otras regiones. En la lucha rudísima por la existencia, que produjo la etapa militar de nuestra evolución política se refugiaban a poblados aislados, los que huían de enemigos vencedores; los que tenían algo que ventilar en los tribunales de otra parte, y los que se lisiaban alguna visera o perdían algún miembro; pues las condiciones de lucha armada, en que vivíamos, caracterizaba a estos últimos como inválidos en los centros de gran actividad y a aquellos como víctimas de la ley; siendo las ciudades, los lugares donde se establecían los triunfadores; y donde podía, por consiguiente, y aunque fuera a intervalos ensayarse alguna sombra de justicia.” Guerrero, Julio. La Génesis del crimen en México, en https://books.google.com.mx/books?id=e7ANAwAAQBAJ&printsec=frontcover&dq=La+G%C3%A9ne sis+del+crimen+en+M%C3%A9xico&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjjudum28DLAhXMRCYKHeSiA3s Q6wEIGzAA#v=onepage&q=La%20G%C3%A9nesis%20del%20crimen%20en%20M%C3%A9xico&f= false. pp. 134-135. 19

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Breves noticiosos transmitieron los avances de la alfabetización en imágenes de un México en vías de progreso. No obstante, se descubrió que la tarea de convertir al indio en un ser “civilizado” no había terminado con la Conquista. Ya no sería a través de la espada y la cruz, sino a través de las nuevas corrientes filosóficas y científicas que se podría repercutir en la mejora de la raza y en la creación de una nación mexicana moderna y progresista. Los informes del apostolado educativo se convirtieron en cifras y en reportes para la naciente Secretaria de Educación Pública, cuyas constantes tenían que ver con el elemento racial.20 La enseñanza básica en un principio fue caótica y comprendió libros como La Ilíada y la Odisea, Las Tragedias de Esquilo y Sófocles, Platón, La Divina Comedia, El Quijote y otros.21 Posteriormente se logró la publicación de un solo libro nacional de lectura y las obras “Adelante” y “Rosas de la Infancia y Corazón” de Daniel Delgadillo, cuyo sentido, además de conseguir enseñar a leer fue la transmisión de valores morales.

“Si bien se señalaba que la “raza” predominante en la villa de Teopisca era la mestiza y que todos los alumnos hablaban español, el inspector aclaraba que la mayor parte de los mismos provenía del barrio denominado Pueblo Viejo, el cual era prácticamente indígena en su totalidad. No es de extrañar, entonces, que entre las labores desarrolladas por el maestro se encontrara la de enseñar a los estudiantes a dormir en camas. A pesar de tal iniciativa “civilizatoria”, el informe de septiembre de 1931 concluía enfatizando el poco acercamiento conseguido entre la escuela y la comunidad, el cual se veía reflejado en el escaso número de celebraciones cívicas y en la precaria asimilación de conocimientos concernientes a la vida de los más grandes mexicanos y a la organización política del municipio y la Federación.” Barrera-Aguilera, Óscar Javier. “Entre empatía y colaboración: actitudes hacia las escuelas rurales federales en la región de San Bartolomé de Los Llanos, Chiapas, 1926-1940” en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1665-80272013000100004&script=sci_arttext 21 “Esta política de dar los clásicos al pueblo fue duramente criticada. Se dieron casos de maestros rurales que no abrieron ni siquiera los paquetes que les enviaba la Secretaría, pues consideraban que esa lectura era inapropiada para sus alumnos y solicitaron a cambio silabarios y textos de lectura.” “Los libros de texto en el tiempo (parte II)” en http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/articulos/sec_29.1.htm 20

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Es importante destacar la obra de Justo Sierra, Historia Universal e Historia Patria, cuyo espíritu exalta la Independencia de México, el legado prehispánico y la visión de un México en el que todo choque de ideas y luchas armadas (Conquista, Independencia y Revolución) fueron el necesario trabajo de parto de la patria. Sierra hace un profundo repaso de la Historia, desmenuzando los acontecimientos y dotándolos de un carácter literario que promueve el acercamiento del mexicano a sus orígenes indígenas, situando estos en un espacio ya finiquitado, pero que debe preservarse en la memoria colectiva.22 La raza es un elemento recurrente en la obra de Sierra.23 Héroes y villanos, traidores y próceres, todos juntos se reformulan en el México posrevolucionario y son cobijados por un ideal que los trasciende. Para el nuevo mexicano, todos esos personajes de la Historia se convierten en mujeres y hombres que sacrificaron aspiraciones personales por un bien común, realizando incluso proezas increíbles que en el ejercicio de la educación y la enseñanza pública vasconcelista se transmiten como hechos verídicos.24 Es casi automático asociar que la mitificación de la Historia —sin restarle

“En los últimos espantosos combates se oían los sonidos roncos del caracol de guerra, como los últimos rugidos de un león en agonía. Cuando (Cuauhtémoc) ya prisionero, fué conducido ante Cortés (Hernán): “Malinche, le dijo, tocando el puñal que el vencedor llevaba al cinto, mátame con este cuchillo, ya que no pude salvar mi trono y mi tierra.” Con él cayó para siempre el águila azteca; Cuauhtémoc significa en náhoatl águila que cae.” Sierra, Justo. Historia Patria, Departamento Editorial de la Secretaria de Educación Pública, 1921, en https://archive.org/stream/historiapatria00sier#page/n1/mode/2up. p. 45. 23 De Benito Juárez, en el periodo de la Independencia, Sierra escribe: “Tenía la gran calidad de la raza indígena a que pertenecía, sin una gota de mezcla: la perseverancia (…) A través de la Constitución y la Reforma veía la redención de la república indígena; ése era su verdadero ideal, a éste fue devoto siempre; emanciparla del clérigo, de la servidumbre rural, de la ignorancia, del retraimiento, del silencio, ése fue su recóndito y religioso anhelo; por eso fue liberal, por eso fue reformista, por eso fue grande; no es cierto que fuese un impasible, sufrió mucho y sintió mucho; no se removía su color, pero sí su corazón...” Sierra, Justo. Obras completas del maestro Justo Sierra. Evolución política del pueblo mexicano. Vol. 12. México: UNAM, 1948, pp. 290-291. 22

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Ejemplo de esto es la historia de Juan José de los Reyes Martínez Amaro, El Pípila (1792-1863), héroe de la Independencia: “Rodeado de un torbellino de plebe (el cura Hidalgo) dirigió la voz a un hombre que la regenteaba, y le dijo: “Pípila, la patria necesita de tu valor… ¿Te atreves a prender fuego a la puerta de la alhondiga? Sin titubear (El Pípila) dijo que sí. Tomó al intento una loza ancha de cuarterón, de las muchas que hay en Guanajuato; púsola sobre su cabeza, afianzándola con la mano izquierda, para que le cubriése el cuerpo; tomó con la derecha un ocote encendido, y casi a gatas marchó hasta la puerta de la alhóndiga, burlándose de las balas enemigas (…) ¡Pípila! Tu nombre será inmortal (…) quisiera tener la pluma 30

crédito a quienes con sus hechos hicieron avanzar los grandes cambios nacionales— corre paralelamente a esa ficcionalización de la que hablábamos en la nota roja. Si se puede fabricar a un héroe o exaltar su conducta por qué no la de un criminal. El tema indígena no era sin embargo novedoso, ya en la primera década del siglo XX Andrés Molina Enríquez escribe Los grandes problemas nacionales de México (1909), donde aparte de la crítica al Porfiriato, gesta la corriente de la mestizofilia, al exponer que el mestizaje es imprescindible para resolver los muchos problemas de la nación.25 Pero sería Vasconcelos quien lo intentaría llevar a la práctica.26 El rescate de lo indígena tuvo que ver con el estudio de dos culturas precolombinas, los aztecas y los mayas, precedidos los primeros por los olmecas. Lo admirable del indígena será su artesanía, el sincretismo en sus fiestas y celebraciones y la gastronomía igualmente sincrética, pero al mismo tiempo lo indígena fue visto como sinónimo de rezago cultural. En este sentido, la problemática no sólo tenía que ver con el rescate del pasado, sino con la integración de grupos que parecían muy lejanos a formar parte de una misma identidad. Hordas de campesinos emigraron a la gran ciudad, arrojados de un campo en ruinas a consecuencia de la contienda armada. 11 familias lingüísticas, 68 agrupaciones y 364 variantes, según el catálogo del Instituto Nacional de

hermosa de Plutarco para parangonarte con uno de tus héroes; recibe sin embargo, mi pobreza y el voto de mi corazón agradecido.” Del Valle Arizpe, Artemio “El nacimiento del Pípila” en http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/36_iv_oct_2010/casa_del_tiempo_eiv_num36_55_56.pdf 25 “Si bien la raza blanca es superior por su “acción”, producto de su más adelantada evolución, la raza indígena es superior por su “resistencia”, resultado de su más adelantada selección.” Molina Enriquez, Andrés. Los grandes problemas nacionales. México: imprenta de A. Carranza e hijos. 1909. 26 “Imaginaba al mestizo como el faro espiritual de la civilización hispánica. También obsesionado con la idea de la homogeneización y convencido de la necesidad de incorporar al indio, Vasconcelos esperaba que el mestizaje pudiera contrarrestar la fuerza nefasta de la “raza” materialista anglosajona y el rapaz imperialismo de los Estados Unidos”. Stern, Alexandra. “Mestizofilia, biotipología y eugenesia en el México posrevolucionario: hacia una historia de la ciencia y el Estado, 1920-1960” en Relaciones 81, 2001. Vol. XXI, en http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13708104, p. 61.

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las Lenguas Indígenas nacionales, persistían pese a la castellanización. Muchos de estos hablantes se asentaron en barracas insalubres de la ciudad de México, donde comenzaron una dura y forzada tarea de integración y se vieron expuestos al choque con otros grupos previamente asentados, urbanos de origen, pero también desposeídos. El director soviético, Sergéi Einseinstein (La huelga 1924, El acorazado Poptemkin, 1925) vivió un episodio de ese proceso al llegar al país en 1930. Su película Viva México! presenta un collage cultural de los preparativos de una boda indígena, el ritual de la fiesta brava (herencia colonial) y la celebración del Día de muertos (prehispánico) y en la cual queda en claro que el mestizaje no era sino uno de los muchos rostros de lo mexicano. El Instituto Nacional de Antropología creado en 1939, es el resultado institucional de dichos esfuerzos por rescatar y darle sitio a las culturas mesoamericanas. La misión es preservar la memoria de un imperio que conoció las matemáticas, la astronomía, que tuvo dioses y ceremonias religiosas, que luchó hasta donde sus fuerzas se lo permitieron contra los conquistadores, pero al mismo tiempo se hace necesario dejar atrás todo vestigio racial indígena. Esta concepción tiene origen en las ideas en boga de la eugenesia, que junto con las tareas posrevolucionarias terminaron de perfilar al mexicano “deseable”, pues sus principios se basan en que ciertas razas tienen una resistencia innata al progreso. La investigadora, Beatriz Urias Horcasitas destaca que el desarrollo de la eugenesia en México está relacionado con tres elementos: 1) la tendencia del Estado hacia la concentración del poder; 2) la influencia de concepciones médico—higienistas del

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extranjero; y 3) la tesis vasconceliana de considerar que la fusión de razas en el mestizo debe constituir la esencia de la nacionalidad.27 Para los gobiernos posrevolucionarios que abarcan de 1920 a 1946,28 si bien México es un mosaico racial: indios, mestizos, criollos, españoles y en menor medida negros, chinos, judíos sefaraditas, judíos asquenazí, libaneses, turcos, gitanos y africanos, debieran existir en el México ideal del mestizo. Pero el mestizo se torna impreciso ante un amplio sector de indígenas que, ya en la ciudad, entablan un juego dinámico con los individuos de la urbe a través del lenguaje29, la idiosincrasia y la apropiación y delimitación de fronteras urbanas. Vecindades, colonias de clase media, zonas de abolengo venidas a menos y lugares de actividades como el centro de la ciudad y tianguis30 son el escenario de esa mezcla, choque y resignificación del mexicano. La pelea por el espacio más allá de lo geográfico es por la existencia como grupo definido. Barrios

Lutz, Bruno. “Biopolíticas de la distinción social y racial en México, del porfiriato a la posrevolución” en Revista Convergencia. México: UAEM, No. 44, mayo—agosto, 2007, p.178. 28 Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez, Lázaro Cárdenas del Río y Manuel Ávila Camacho. 29 Muchos de estos hablantes se asientan en barracas insalubres en el DF, donde se mezclan con el pícaro de ciudad, cuya lengua es una variante del español proveniente del norte y sur de la península española. Otros grupos, provenientes de África se asientan en las costas, una pequeña porción de ellos llega a la ciudad, lo mismo que también en menor medida gitanos españoles vienen también a conformar ese nuevo idioma citadino hecho de diferentes prestaciones lingüísticas, cuyo resultado es un lenguaje popular llamado “caló”. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, caló significa “negro.” Esto indica cierta influencia cultural africana, y la comparación es pertinente si recordamos que como el caló mexicano-, los esclavos negros en Estados Unidos jugaban con el lenguaje en sus “canciones del trabajo”, donde además de contar sus penas podía subtextualmente quejarse de sus patrones. De la misma forma, el caló mexicano hace lo mismo, emitir un discurso cuyo significado subtextual es otro. Octavio Paz se refiere en estos términos al lenguaje mexicano. “El lenguaje popular refleja hasta qué punto nos defendemos del exterior: el ideal de la ‘hombría’ consiste en no ‘rajarse’ nunca. Los que se ‘abren’ son cobardes. Para nosotros, contrariamente a lo que ocurre con otros pueblos, abrirse es una debilidad o una traición. El mexicano puede doblarse, humillarse, ‘agacharse’, pero no ‘rajarse’, esto es, permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad. El ‘rajado’ es de poco fiar, un traidor o un hombre de dudosa fidelidad, que cuenta los secretos y es incapaz de afrontar los peligros como se debe. Las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren. Su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su ‘rajada’, herida que jamás cicatriza” Paz, Octavio. El Laberinto de la soledad. México: Fondo de Cultura Económica, 2005, p. 10. 30 La palabra tianguis viene del náhuatl tiyānquiztli, significa mercado y su origen es prehispánico. El mercado más grande que existió es el de Tlatelolco, que, según Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, tenía las dimensiones de la ciudad de Salamanca en España. 27

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como Tepito imponen sus fronteras a través del lenguaje y ciertas normas de conducta. Su peligrosidad es asimismo una forma de establecerse, de existir, de significar. Si la nota roja habla de un tepiteño queda claro que no está hablando ya de un ciudadano mexicano, sino de alguien más específico. El indígena y otros grupos son clasificados a través de enunciados lingüísticos que ubican al individuo en el paisaje nacional, describiendo con una sola palabra su conducta y apariencia. Adjetivarlos permite decir quiénes son, qué les sucede y también aventurar el porqué de sus destinos. A través de la nota roja y las películas de la época hemos sustraído la tipificación de esos grupos, pero antes de proponer cierta compilación de los más representativos nos parece importante recordar las siguientes definiciones en aras de entender bajo qué concepto se les define en la nota roja. Prototipo, estereotipo, tipo y fenotipo. Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua española un prototipo es el “ejemplar más perfecto y modelo de una virtud, vicio o cualidad.” El estereotipo la “imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.” El tipo “el ejemplar.” El genotipo “el conjunto de los genes de un individuo incluida su composición atlética.” Y el fenotipo “la manifestación visible del genotipo en un determinado ambiente.” Bajo estos conceptos, cuando surge la figura del charro cantor hablamos de un prototipo en el cual se establecen las cualidades deseables de un mexicano: viril, conquistador, honrado, humilde pero orgulloso de su origen campirano y dotado de atributos especiales como una buena voz para cantar o ser diestro en las armas. Una buena parte de la población —influenciada por el cine— aspira al prototipo y trata de imitarlo. Pero cuando se dice que cierto individuo de rasgos indígenas o negroides cometió un

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crimen, entramos al terreno del fenotipo, en el que la conducta transgresora es consecuencia de taras ancestrales, que la educación y la falta de mestizaje no han podido corregirle.31 Los protagonistas de las películas, es decir los estereotipos suelen ser mestizos no indígenas y, por supuesto, tampoco extranjeros, con excepción de Tizoc32.

“En el prólogo a su manual de 1947, Gómez Robleda y Ada D’Aloja escribieron sobre su esperanza de que la biotipología llegara a convertirse en el nuevo canon de los investigadores mexicanos que parecían “tan increíblemente insistentes en perpetuar las técnicas de la antropología física racista. En este sentido, el movimiento eugenista mexicano —especialmente después de virar hacia el “nuevo organicismo” de Gini y las nociones modernas de la constitución fisiológica en la década de 1930— jugó un papel crítico en la expansión de los vocabularios de la diferenciación social.” Stern, Alexandra. Op. Cit. p. 90. 32 Tizoc: Amor Indio. Dir. Ismael Rodríguez. México: 1957. Matouk Films S. A. (film). 31

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3.1.

MARGINADOS

INCORPORADOS:

EL

PELADITO

Y

LA

IGUALADA. Según Ezequiel Maldonado y Concepción Álvarez, el pelado “constituye la expresión más elemental y bien dibujada del carácter nacional. Se trata (…) de un individuo que lleva el alma al descubierto, sin esconder nada. De manera cínica hace ostentación de ciertos impulsos elementales que otros hombres intentan ocultar. Pertenece a una categoría ínfima, es un sujeto urbano que representa el deshecho humano. Se ubica en lo económico por debajo del proletario y en el ámbito intelectual es un primitivo. Como la vida lo ha tratado mal es un resentido con el mundo, de ahí deviene una naturaleza explosiva que lo convierte en un ser potencialmente peligroso. La agresividad que posee la expresa de diversas maneras: en forma verbal, utilizando un lenguaje grosero y agresivo, lleno de alusiones sexuales que son expresión de una virilidad mal entendida en la que cifra su aparente valentía.” Si nos remitimos al significado de la palabra pelado entendemos que se trata de algo expuesto, sin piel, sin cáscara, sin recubrimientos, aludiendo a que el pelado es alguien desprovisto de buenos modales y de una vestimenta adecuada, por lo cual muestra lo más bajo de sí. Un sinónimo es el de lépero, pero este se usó con más frecuencia en el siglo XIX y guarda relación con el lenguaje. Ser lépero es ser grosero, decir leperadas. Todo pelado es lépero en ese sentido. El pelado aparece recurrentemente en la nota roja y cuando se le menciona, prácticamente no existe necesidad de mayores explicaciones para determinar quién es el delincuente. Pero, en una población aún con gran número de analfabetas el pelado es una mayoría innegable, que, por otra parte, va más allá de la descripción reductible del

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adjetivo, así que de una manera u otra se le integra a la sociedad, ya sea por la vía de la educación o de cierta “zona de tregua social.” El diminutivo como morfema, se usa de manera cotidiana en el habla mexicana y tiene distintos propósitos, como el de suavizar una información, expresar ternura, pero también se emplea como la aceptación paternalista del defecto ajeno. En esta aceptación subyace la idea de que aquello que se califica, al restarle proporción, se convierte en algo domesticado o intrascendente. Lo negativo se torna cómico y pintoresco. El pelado, convertido en peladito conserva las características de aquel, pero se convierte en un personaje pícaro del México urbano, su lenguaje resulta jocoso, reflejo de su ignorancia involuntaria, es un arma con la que enreda a la autoridad o a una clase social que lo ve con tolerante simpatía. Sus acciones transgresoras nunca llegan al crimen fatal descrito en la nota roja. El pelado es victimario, el peladito un daño colateral por el cual sólo se puede sentir simpatía y piedad, pues a diferencia del pelado, en el peladito se reconoce que sus limitaciones —pobreza material, de lenguaje, mala vestimenta— “no son culpa suya”, sino de una especie de destino inexorable: sus genes. “La misma ciudad produjo un personaje que transitó del suburbio al teatro carpero y de ahí al cine con particular éxito: el pelado. Tema de análisis del carácter mexicano que también preocupó a Samuel Ramos y a sus seguidores, el pelado fue encarnado por el actor Mario Moreno, Cantinflas (…) Utilizando el lenguaje como elemento de resistencia y crítica a las inconsistencias y corruptelas de políticos y representantes sociales, Cantinflas salió del teatro vernáculo para incorporarse definitivamente al cine y al espectáculo masivo como una aportación netamente mexicana a los giros lingüísticos del castellano de México y específicamente con el juego de hablar mucho y no decir nada, como argumentó García Riera.” (La cultura. México 1930—1960. Pag. 57. Ricardo Pérez Montfort. Funcación Mapfre.) 37

En dichas carpas —teatro ambulante del pueblo— éste y otros personajes como el gendarme y la igualada se enfrentan en un duelo de ingenio cuya vía es el lenguaje y la finalidad la derrota lingüística del adversario, es la revancha domesticada de las clases desprotegidas antes los representantes de la autoridad. La igualada es aquella mujer sin instrucción, generalmente la sirvienta que viene de pueblo a trabajar a las casas de las clases alta y media, y que, aparentemente, no entiende cuál es la diferencia entre ella y sus empleadores, ni cómo esto debe traducirse en una conducta subalterna. La igualada le habla de tú a quién debe hablarle de usted, se da cuenta de las contradicciones y debilidades de quienes tienen dinero o gozan de algún título distintivo, el licenciado, el médico, la señora de la casa, la doña, y no tiene empacho en decirle dichas debilidades. O como se dice en el habla popular de “cantarle sus verdades”. Llamar igualada a alguien es advertirle que su conducta es grosera porque olvida que “no es igual” y que debe ponerse en un papel de recato y servidumbre. Cuando decimos que el peladito y la igualada son los marginados incorporados nos referimos a ese lugar de tregua que representan las carpas y posteriormente el cine, en el que tanto estos personajes como el público establecen un pacto simbólico donde aquel puede expresarse tal cual es, manifestar sus desatinos, su mal uso del lenguaje, su ignorancia, siempre y cuando esto se lleve a la comedia y no a la realidad brutal, esa le corresponde exponerla a la nota roja. El lazo de comunicación entre estos personajes y el público es la risa, en ella el público acepta a tales especímenes de la sociedad, ríe porque los comprende, porque simpatiza con ellos. El peladito y la igualada entienden en la risa que no hay hostilidad ni rechazo, sino una burla aceptable ante la cual no les queda más remedio que aceptar su propia ignorancia, se trata de una risa cargada de piedad.

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3.2.LA AUTORIDAD IRREDUCTIBLE: GENDARMES, HIGIENISTAS Y POLICÍA SECRETA. El gendarme representa el brazo legal más lejano del estamento jurídico y más cercano al ciudadano. Del escalafón judicial es el más bajo, un policía uniformado de a pie, sin otra arma que una macana para aplicar correctivos y un silbato para pedir ayuda a los policías de patrulla. El cine lo ridiculiza o lo exime a través de la comedia, la nota roja lo narra como testigo de los hechos. Para el ciudadano, el gendarme es una mezcla de sereno y autoridad, del que puede fiarse porque conoce el barrio y a su gente, y que entrará en su auxilio cuando se le requiera, pero también es un representante de la policía siempre impredecible y arbitraria. Como un Caronte, el gendarme es también la siniestra posibilidad de que el ciudadano se vea embarcado rumbo a espacios de incertidumbre y pérdida de las garantías individuales, como los sótanos de la temida delegación en la calle de Revillagigedo o en el sótano del edificio de la actual Lotería de la ciudad de México, Las Islas Marías, el Manicomio de La Castañeda o el llamado Palacio Negro de Lecumberri, espacios destinados a recluir a estos personajes urbanos, donde el peladito y la igualada son despojados de cualquier atributo cómico y enfrentan la cara más dura de las contradicciones legales.33 Los conflictos en los que media el gendarme —según vemos en la nota roja de los años treinta y cuarenta— suelen ser disputas entre vecinos de arrabal; por la pelea de los tendederos de ropa, el robo de autopartes o la apropiación de la bomba de agua de la vecindad, robos a casa habitación, generalmente perpetrados por delincuentes de las

Siete años presa en Chiapas por no saber decir en español “yo no maté a mi hijo”. Es el titular de una noticia del periódico El País, como ejemplo del choque cultural entre un Estado cuya idea de integración es el despojo de aquello que al otro lo define, según sus términos como rezagado y criminal. Santaeulalia, Inés. “Siete años presa en Chiapas por no saber decir en español ‘yo no maté a mi hijo’”, en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/03/20/actualidad/1332204801_702746.html 33

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colonias de clase baja a las colonias de clase media y alta. Ataviado de autoridad y de un mínimo y confuso vocabulario de normas y leyes —como el peladito—, el gendarme representa la frontera entre lo civil y lo jurídico. Es quien ante el delito llama a “la chota” (patrulla) al pegar el silbatazo. No es un vecino con raíces en el lugar donde trabaja, no se conoce a su familia, “no es del barrio”, frase que indica su no pertenencia, pero a la vez tiene un lugar emotivo y circunstancial para los vecinos porque fraterniza con ellos y uno de los grandes valores del mexicano —mitad mito mitad verdad— es su hospitalidad. Por encima del gendarme hay toda una serie de personajes —patrulleros, fiscales, abogados de oficio, médicos y psiquiatras—, que en esa época se convierten en figuras irreductibles de autoridad, porque por encima de sus conocimientos científicos o legales su sola palabra o presencia los hace capaces de dictaminar sentencia. Donde termina el límite de la explicación legal o científica está el “porque lo digo yo.” Si echamos un vistazo a las películas de la época o a ciertos hechos narrados en los periódicos encontramos este esquema recurrente de la figura de autoridad irreductible. El ciudadano que acude al médico, más que escuchar la explicación de su enfermedad o el efecto de una medicina, recibe la receta sin más palabras de por medio, el gendarme con su sólo uniforme o un gesto severo impone respeto, el juez y el abogado regañan y ordenan. Hay que precaverse del psiquiatra cuando la familia pide que examine a un padre viejo o a una hija de conducta extravagante, porque tiene el poder de hacer que por las buenas o con una camisa de fuerza se lleve al señalado al manicomio.

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Este énfasis en la autoridad irreductible puede ser rastreado en la cosmogonía prehispánica34 y en el paternalismo colonialista35, y se expresa como lo hemos dicho, en la jerarquía que en última instancia no necesita sustentarse en un marco racional para dar órdenes. El higienismo es un término que abarca a una amplia variedad de médicos, filósofos y profesionales que tiene origen en el siglo XIX, como una corriente que pretendía limpiar a la sociedad en el más amplio sentido de la palabra, desde los espacios físicos: las calles y sus sistemas de drenaje, hasta la conducta y la salud física. Con base en los higienistas franceses el Estado mexicano hizo de éstos avatares de la salud y el progreso. Su papel no es sólo producto de un capricho o de sumarse a las tendencias del momento, sino de la necesidad real de enfrentar y resolver enfermedades producto de las condiciones insalubres de vida y de otras que pudieran convertirse en pandemia como el

“Cuando (el que se ofrecía en sacrificio) pasaba por las calles, tocando su flauta, oliendo flores y fumando cigarros, la gente se inclinaba y comía tierra en signo de respeto y las mujeres le presentaban a sus hijos. Poco antes de la fiesta, el representante de Tezcatlipoca era casado con cuatro mujeres, imágenes de las diosas Xochiquetzal, Xilonene, Uixtacíhuatl y Atlatona. Veinte días después, el joven, que había sido ataviado por el rey mismo, acompañado por sus cuatro mujeres, navegaba en una pequeña canoa hacia un pequeño templo. Las representantes de las diosas abandonaban entonces al joven a su trágico destino. Por voluntad propia, el mancebo subía con lentitud los peldaños de la pirámide. Conforme ascendía, en cada escalón, rompía una flauta. Ya en la cima de la construcción, los sacerdotes le abrían el pecho y después bajaba su cuerpo cuidadosamente. Olivier, Guilhem. La identificación con la víctima sacrificial. Sacrificio entre los mexicas. Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, en http://www.mna.inah.gob.mx/contexto/sacrificio-entre-los-mexicas-g-olivier.html (Tezcatlipoca: dios del cielo y de la tierra. Xochiquetzal: diosa de la belleza y el amor. Xilonene: diosa del maíz tierno. Uixtacíhuatl: diosa de la sal. Atlatona: diosa de las aguas). 34

“El significado del paternalismo del hacendado, como el del endeudamiento del peón con el hacendado, obviamente varía dependiendo del balance de fuerzas entre estas dos clases sociales. En el caso den Guanacaste de finales del siglo diecinueve y principios del veinte, los propietarios “paternalistas” muchas veces presentaban con generosidad o buena voluntad el “regalo” de los recursos de la hacienda de los cuales los campesinos realmente se servían. Edelman, Marc y Jeanina Umańa Aguiar. La lógica del latifundio. Universidad de Costa Rica, 1998, p. 118. 35

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tifus y la sífilis.36 Bajo este espectro, el higienista adquiere una relevancia equiparable a la de los hombres que custodiaban el alma durante la época del Santo Oficio. Continuando con nuestros personajes del periodo posrevolucionario y que como veremos figuran en la nota roja, tenemos a la policía secreta. Es policía (tiene poder sobre la libertad ajena) y es secreta (no tiene por qué dar explicaciones.) Creada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas como una oficina de información política, cuya tarea era recabar información sobre las actividades de los personajes opuestos a la expropiación petrolera, pronto rebasó esa tarea para dedicarse a todo tipo de casos criminales, logrando en muchas ocasiones resultados sorprendentes que se divulgaron con bombos y platillos en la nota roja.37 El ciudadano tuvo muy en claro que una cosa es que a cierta persona se lo hubiera llevado el gendarme que la policía secreta, esto último indicaba que el infractor podía estar envuelto en delitos más serios como la sedición social.38 Los interrogatorios de “la Secreta” suceden en el sótano del emblemático edificio de la Lotería Nacional. Los agentes visten con la elegancia propia de la época: sombrero,

“Tras la revolución, entre 1925 y 1928, las autoridades de la ciudad se enfrascaron en una cruzada de desinfección contra los piojos y en una campaña educativa que incluía la distribución gratuita de volantes, carteles y la exhibición de películas con títulos como Luchemos contra las ratas, El tifo y La tuberculosis. Pese a todos estos esfuerzos, la enfermedad (tifus) continuó siendo un problema, y en 1931 se dio otro brote epidémico: parece haber germinado en la infame prisión de Belén, para luego propagarse por la ciudad. Comparado con la epidemia de 1915-1916, el brote de 1931 fue menor, pero significó un suceso importante: se constituyó en la oportunidad y la atmósfera en que una nueva generación de cazadores de microbios, tanto mexicanos como extranjeros, finalmente resolvieron los últimos misterios de la enfermedad.” Tenorio Trillo, Mauricio. “De piojos, ratas y mexicanos”. Istor. Revista de historia internacional. Año XI, no. 41, verano 2010, en http://www.istor.cide.edu/archivos/num_41/dossier1.pdf. p. 27. 36

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Con la Policía Secreta el poder judicial adquiere rango de protagonista. Personajes elevados a lo mítico, los de la Secreta, atrapan a criminales renombrados, como Johnny O’Brian —pistolero bajo las órdenes de John Dillinger—: su captura trajo al gobierno mexicano felicitaciones del FBI y con esto luz verde para ir tras los delincuentes por los medios que consideraran necesarios. El código Penal de 1941 en su artículo 145 se refiere a la sedición social y su castigo. “Se aplicará prisión de dos a doce años y multa de mil a diez mil pesos, al extranjero o nacional mexicano que, en forma hablada o escrita o por cualquier otro medio realice propaganda política entre extranjeros o entre nacionales mexicanos, difundiendo ideas, programas o normas de acción de cualquier gobierno extranjero o perturben el orden público o afecten la soberanía del Estado Mexicano.” 38

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traje y bigote fino y una ética particular de la justicia que recuerda a los personajes, pero más allá de la elegancia y de los métodos de investigación policiales, comienza la época del abuso de autoridad y la tortura, de la cual se desprenden una serie de métodos de confesión muy particulares en el contexto mexicano. Entre estos destacan el “tehuacanazo”39 (meter agua mineral gasificada en las fosas nasales), el “pozolazo”40 (sumir la cabeza del delincuente en un retrete) y electricidad en los “tompiates” (del vocablo náhuatl, tompiatli; canasta para guardar maíz, aquí referido a los testículos). Es importante señalar que la policía secreta fue divulgada en la nota roja como heroica y sagaz, y que en la gran recopilación de notas periodísticas no encontramos una donde se consignen casos de corrupción.

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El Tehuacán es una marca de agua mineral embotellada. Tehuacán es un lugar en Puebla, donde existen manantiales naturales. De ahí el nombre tehuacanazo, porque la bebida gaseosa en la nariz provoca un efecto explosivo y doloroso. 40 El pozole es una especie de sopa mexicana como lo podría ser el cocido español, aquel hecho de maíz y diferentes tropiezos como cerdo y pollo, en caldo.

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3.3. INCORPORADOS Y DESARRAIGADOS: PELADOS, PELADITOS, MAMARRACHOS,

FIGURINES,

PACHUCOS

Y

TARZANES,

LUCHADORES, HEROES DE BARRIO. Nueva York, Londres y París se convierten en modelos a imitar de lo que significa ser cosmopolita. Ser hombre de ciudad y hombre de pueblo adquieren plena diferenciación. El mexicano al que aspira la mestizofilia se logra cuando el hombre acrisola sus costumbres en la gran urbe, lejos del campo donde los atavismos persisten y seres de la más ínfima categoría se resisten al progreso y “el indio vive empulcado” (enviciado por el pulque, bebida fermentada de origen prehispánico.) El campo es referido muchas veces como un sitio donde no sólo no hay progreso, sino una suerte de estancamiento evolutivo. “A pocos kilómetros de la Capital, al Oriente, por ejemplo, en la estación de los Reyes, hay enjambres de ciegos blenorrágicos, con las cuencas de los ojos purulentas y vacías: rodean al tren que se detiene, y aturden a los pasajeros con plegarias monótonas, masculladas en voz alta y acompañadas con chirridos de violín. En el camino de Temoaya a Actopan, salen de las rancherías de Chitávazco, muchachos raquíticos, color de tabaco, completamente desnudos, que a carretera siguen el guayin, pidiendo limosna en una lengua desconocida. (…) Se contaba de sus habitantes, que eran salteadores, incendiarios, monederos falsos; que practicaban el aborto e infanticidio; y que sus costumbres normales eran el estupro, las brujerías y envenenamientos so pretexto de filtros, la embriaguez, el juego, y el asesinato”.41 El hombre de ciudad viste a la moda que, por primera vez, nace en la pantalla cinematográfica más que en los escaparates de las tiendas.42 La indumentaria de este ser

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Guerrero, Julio. Op. Cit. pp 136-137.

“Los diseñadores parisinos, como Schiaparelli y Lucien Lelong reconocieron el impacto de los trajes de las películas sobre su trabajo. Lelong dijo: “Nosotros, los modistos, ya no podemos vivir sin el cine pero el 42

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civilizado es el traje con hombreras, pantalones anchos a la cadera y estrechos en el tobillo, zapatos de punta de ala o a dos colores. Sombrero, guantes y pañuelos se tornan indispensables, pero para el hombre campirano cuya indumentaria es la de un peón, el hombre de ciudad merece el calificativo de figurín. El calificativo alude a lo artificial, a la pose, y en última instancia a la pérdida de hombría. El figurín para el hombre de campo “no es mexicano”, sino un imitador de costumbres extranjeras. No se puede confiar en él porque no es sincero, porque desprecia la tierra, así que mejor se le da la vuelta o se le reeduca si vienen de visita a la provincia. Hay que volverle a enseñar a hablar, a tener maneras “recias” porque, además, en el figurín se esconden tendencias homosexuales. El figurín usa pañuelo de seda para limpiarse de la nariz, el hombre de campo un paliacate rojo que además le sirve para quitarse el sudor producto de labrar la tierra. El paliacate es un símbolo de raíces y de resistencia. El viejo que ha llegado a vivir al barrio de ciudad pone el paliacate en algún lugar visible, a medio bolsillo, en el cuello, para que se sepa que él no se avergüenza de su origen como otros que llegan del pueblo y se apresuran a remediar aquello que los delate y los margine. Al hombre de ciudad le merece respeto la vestimenta del charro porque lo ha visto en las películas, vestido de gran gala, con adornos de hilo de plata u oro en el traje, botonadura y sombrero ancho, los demás son peones o indios patarajadas, por usar huaraches o andar descalzos. El hombre de ciudad va al teatro, al jockey club donde alterna con gente distinguida, lee periódicos y habla “correctamente”, si bien impregna su lenguaje con la jerga urbana y según su clase social. Al campesino lo distingue no sólo por su vestimenta

cine puede vivir sin nosotros” (…) “La manga de la bata de hojaldre Adrian's (usada) por Joan Crawford Letty Lynton, fue copiada por Macy's en 1932 y vendió más de 500.000 copias en todo el país. (Estados Unidos.)” “La moda en el Siglo XX” en http://mariaseradulce.blogspot.mx/2011/02/19301940.html 45

sino por el “mal uso del lenguaje” aunque, curiosamente, éste tenga resabios del español de Cervantes; dice “ansina” en vez de “así”, “divisar” en vez de “ver”, “sus mercedes” en vez de “ustedes”, y es motivo de burla y escarnio cuando migra a la ciudad. Sin embargo, también se dice que el campesino se vuelve “mañoso” en la ciudad y cuando regresa al campo entra en choque con sus raíces. El hombre de ciudad distingue al que sólo trata de parecerlo, pues a éste último le queda el traje grande, no compra el casimir en las tiendas de prestigio sino con los vendedores itinerantes, muchos de ellos libaneses que también están procurando su propia integración. Lo llaman mamarracho y es el perdedor social por excelencia de las décadas de los treinta y cuarenta, no consigue trabajos permanentes o son de poca monta. Es el zapatero, el aprendiz de mecánico, electricista o albañil, que cuando la ocasión lo amerita —domingos o celebraciones— deja la ropa de trabajo y usa camisa, corbata y un traje viejo y arrugado, en un intento de refinamiento y de búsqueda de aceptación. “Todos somos mexicanos”, “Porque somos mexicanos”, “Así somos, ¿y qué?” Serán frases recurrentes que pretenden homogeneizar la conducta del mexicano en un carácter nacional, pero al mismo tiempo tal concepto se mantiene en pugna con la necesidad de diferenciarse de ese otro. “Aunque estamos hechos del mismo barro, no es lo mismo bacín que jarro.” En este crisol podemos diferenciar distintos grupos, aquellos a quienes se rechaza por su conducta como al pelado, aquellos a quienes se les concede una especie de indulto como el peladito y otros que por sus virtudes estereotipadas son representantes de lo mexicano, como el charro. Jorge Negrete, el charro cantor, Pedro Infante el héroe de barrio, Santo el enmascarado de Plata, se vuelven íconos. Para nadie hay duda que ellos encarnan el

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espíritu nacional. Parecieran ser la hechura de la raza cósmica vasconcelista, lo tienen todo: una buena voz para cantar, presencia, fuerza, amor a sus raíces, humildad y a la vez orgullo y, sobre todo, son innegablemente mexicanos. Existe otro tipo de mexicano que buscó su porvenir en los Estados Unidos y se reintegra durante los años treinta y aparece en los periódicos, criminalizado, el pachuco. Valentina Genova, en su Migración entre México y Estados Unidos: historia, problemáticas, teorías y comparación de interpretaciones, narra diferentes etapas de migración de mexicanos a los Estados Unidos. Dos de ellas son claves en el periódico posrevolucionario. “La era del enganche (1900—1929), cuando la difusión de los ferrocarriles aumentó la posibilidad de desplazamiento; esto fue utilizado por los enganchadores para timar mediante promesas de gloriosas ganancias a los trabajadores mexicanos y llevarlos al otro lado de la frontera, quienes a menudo acababan siendo explotados en los campos del sur de Estados Unidos, enganchados a la necesidad de pagar la deuda a quienes les habían prestado el dinero para el viaje”.43

Y una segunda etapa que sucede a partir de la crisis de 1929. “La era de las deportaciones, periodo en el cual un clima de alta tensión privilegió la atención sobre los migrantes, muchos de los cuales fueron deportados para dar una impresión de seguridad a los nativos”.44 En esta segunda etapa, México recibe su primera oleada de repatriados que, igual que otros grupos se ve envuelto en una reinserción dolorosa, de rechazo y apropiación de espacios y territorios de comportamiento. Muchos de esos mexicanos traen consigo los signos del sincretismo cultural, su lenguaje se define como spanglish, su vestimenta es la

Genova, Valentina. “Migración entre México y Estados Unidos: historia, problemáticas, teorías y comparación de interpretaciones” en Norteamérica. Revista Académica del CISAN-UNAM. vol. 7, núm. 1, enero-junio, 2012, en http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=193724453009 44 Ibid. p. 226. 43

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del hombre de la gran urbe norteamericana, pero estilizada de una forma estrafalaria y provocadora, resignificando lo llamado elegante. Los hombros amplios se amplían aún más, las pinzas en los pantalones se multiplican, al sombrero se le añade una pluma, las camisas y las corbatas se tornan vistosas, al pantalón se le añade una larga cadena. Se hacen llamar pachucos y su vestimenta, conducta y lenguaje se convierten en símbolos de presencia y resistencia como mexicanos en Estados Unidos, sin embargo, a la vuelta al territorio nacional su lucha persiste, pues tampoco están dispuestos a abandonar lo que de allá han traído, son los hombres de ninguna parte que consiguen tregua —como el peladito y la igualada— cuando el celuloide los torna figuras populares, pero que en la nota roja aparecen como seres problemáticos y desarraigados.45 El término “pachuco” proviene del náhuatl y significa “lugar donde se gobierna”, refiere a que el pachuco existe, gobierna, manda, “se rifa.” Podemos encontrar su antecedente en el llamado tarzán de la época revolucionaria.46 “Los tarzanes son malvivientes de representación e indumentaria muy especiales: pelo largo sobre la nuca, pantalones anchos fajados por sobre la cintura, cadena de reloj, etc.”.47

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El máximo exponente del pachucho es sin duda Germán Valdez Tin Tan, quien manifiesta el choque cultural con los habitantes de la ciudad de México y los rurales, no se entiende ni con uno ni nosotros, sus expresiones en inglés y su facha lo vuelven inaceptable, pero al mismo tiempo queda claro que tiene costumbres mexicanas y que ha vuelto para quedarse. El hijo desobediente (1945), con la música por dentro (1946) y el Rey del barrio (1946) son ejemplos fehacientes de ese choque y reinserción cultural. Tin Tan protagonizó dieciocho películas. Ringo Starr, integrante de los Beatles lo invitó a estar en la portada de Sargent Pepper Club Band como representante del mosaico cultural de dicha portada, pero el cómico se negó. “Que rechulo es mi tarzán, ay mamá, cuando me paseo con él, ay se mira tan remono con esos tirantes rojos, esos pantalones flojos, ay con esa caída de ojos, su pelo muy ondulado, muy bien envaselinado, todo muy bien relujado, mamá yo muero por él… Pero ay mijita por Dios, qué caray, mira lo que vas a hacer, qué no ves estás visiones que hasta dan retortijones, zapatos de lavadero, todos llenos de agujeros, terror de los peluqueros, que dizque son los tarzanes, una punta de holgazanes. Mira lo que vas a hacer.” Briseño, Severiano (autor). “Los tarzanes” en Disco platino de Lucha Reyes. RCA Víctor. 1940. 46

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Frenk, Margit Op. Cit. p. 32.

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3.4 SEGÚN SUS RAZAS: INDIOS, TOPILES, LADINOS, NEGROS, NEGRITOS, PRIETOS, GÜEROS, GÜERITOS, GAVACHOS, GRINGOS, CHINOS Y GACHUPINES El racismo es otra vía de adjetivación usada de manera frecuente y abierta en la nota roja. No hace falta ahondar demasiado en que sus orígenes y particularidades en el contexto mexicano se remontan a la Nueva España. Si bien el sistema de castas desaparece en el contexto de la revolución industrial y la abolición de la esclavitud se remonta a la Independencia de México, la idea de razas inferiores y superiores persiste y es reforzada por la idea del mestizaje, que como ya hemos dicho se vuelve parte del ideario del Estado mexicano en este periodo de la Historia. Cabe señalar que en la gran cruzada por el mestizaje a los negros se les incluyó de forma genérica como mestizos y el gobierno no mostró un interés particular por los orígenes de su cultura y se pensaba que todos venían de África como un sitio en común, pero en realidad provenían de siete regiones distintas: Ghana, Gabón, Costa de Marfil, Senegal, Gabia, Nigeria y Angola. Los güeros son la gente de piel blanca, la raza dominante por la cual existe un resentimiento producto del choque de lo indio y español. Al decir güerito se reconoce en el otro una superioridad racial que se puede sobrellevar por la convivencia, el diminutivo convierte al otro en última instancia en inferior si no por la vía racial sí porque lo pequeño es infantil y manejable. Cuando un güero aparece en la nota roja es que ha sido engañado porque le vieron cara de gringo o no supo sobrevivir en un medio hostil donde había pelados. El mexicano que sin ser negro lo parece por el tono de piel es llamado prieto. Decir “nació prietito el niño” es una forma de decir que se le quiere “aunque no haya sido

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blanco.” El prieto está en la frontera entre lo deseable y lo indeseable. A una mujer se le puede querer porque “es una prieta chula” o despreciar porque esta “re prieta.” La escuela, la familia y los medios de comunicación —prensa y radio—, fomentan el respeto a la autoridad y los modales en el habla.48 Esto conlleva de igual forma a suavizar con eufemismos aquello que en realidad se piensa defectuoso, pero que no debe decirse abiertamente por no herir al otro o poner en evidencia la capacidad propia de sentir burla o rechazo. En este sentido, decir negro es una falta de educación, decir negrito es decir que lo negro es un “defecto” del que el otro no tiene la culpa. Los gabachos siempre están del otro lado de la frontera, viven en “la tierra de las oportunidades” y el progreso material. El gabacho es también un objeto que de suyo tiene una manufactura superior por pertenecer a un país desarrollado tecnológicamente. Un coche, una radio, una licuadora gabacha siempre será mejor que una nacional. Lo gabacho no es lo europeo —sinónimo de alcurnia o viejo— sino específicamente lo norteamericano e industrializado. Lo gabacho se vuelve peyorativo al llamarlo gringo (green go home), a menos que, nuevamente, se emplee el diminutivo para convertirlo en un gringuito, al que se le reconoce superioridad racial, pero también inferioridad por su falta de gastronomía, de unión familia al estilo mexicano y por “perderse” de la riqueza de las tradiciones mexicanas. El gringo desconoce, no entiende, no aprecia el pulque, el picante, el tequila y la tortilla.

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Historiadores como Jaques Soustelle refieren esto a que los mexicas tenían por gran valor el respeto hacia los mayores, llámense padres, autoridades o dioses.

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Decir gachupín49 implica rechazo al conquistador. “Dentro de los valores que se manejan en los refranes del hablar mexicano, se encuentra la posición del gachupín como el villano o el enemigo; en sí un ser indeseable: Dios nos libre de un rayo, o de un gachupín a caballo”, sin embargo, no se le debe confundir con el español, por el contrario, él es alguien respetable, muy diferente al gachupín.” (Los refranes y su reproducción de la ideología racista en México. Oriana Deeni Mendoza Olivares. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.) Los indios son los últimos de la escala social y reciben distintos apelativos. Indios, topiles, ladinos. El indio que llega a la ciudad comete torpezas, no sabe cruzar las calles, no habla bien español, se le llama topil de forma despectiva. El discurso que se refiere a ellos en ambivalente. Si la nota roja los ubica positivamente hablará de ellos como víctimas (el pobre indito fue engañado) o hará referencia a su pasado glorioso (innegable hijo de un heroico Moctezuma), pero si habla de ellos negativamente usará su aspecto racial asociado a rezago cultura e inferioridad genética (el muy topil no entendía que estaba violando la ley.)50

“Gachupín” para la real Academia de la Lengua Española es la de “persona que se establece en América”, pero también refiere a punzar con el zapato al caballo, para que trote y se dice que era el modo de referirse de los indígenas a esa particularidad que tenían los conquistadores al cabalgar. 49

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Dentro de la etnia de los huicholes (ubicados en Sierra Madre Occidental, principalmente en los estados de Jalisco, Nayarit y partes de Durango y Zacatecas) están los topiles dentro una escala jerárquica inferior, quizá en este sentido el apelativo topil se refería un indio de ínfima categoría, pero como en muchos casos del uso del lenguaje los significados se deforman y pierden su origen, y topil era —y es- decir indio de forma despectiva. “En la escala más baja de la autoridad están los “topiles”. Son los auxiliares de los capitanes en sus funciones de policía, pero realizan además otras tareas, como la de llevar mensajes a los pueblos o acarrear a la gente a las festividades religiosas. Los topiles son siempre los más jóvenes y tienen que pasar por esa dura prueba para poder acceder a puestos más altos. Se distinguen por llevar una cuerda alrededor de la cintura, con lo cual amarran a los delincuentes. Cabe mencionar, en fin, a las mujeres llamadas “tenanchi”, mujeres viudas que realizan el aseo en la oficina del gobernador y que son a veces también cocineras y concubinas.” Tello Díaz, Carlos. “Formas de gobierno en las comunidades indígenas” de México. Instituto Federal Electoral en http://www.ine.mx/documentos/DECEYEC/vgn_ivestigacion/formas_de_gobierno_comunidades.htm.

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El ladino nunca se asocia a otras razas que no sea la indígena, no existen gachupines chinos o gringos ladinos, sólo el indio tiene tal condición y significa que es alguien que siempre oculta sus verdaderas intenciones, incapaz de mostrar sus sentimientos. Es el que “te sigue la corriente” y se muestra “agradecido y obediente”, pero que “a las calladas” siempre hará su voluntad, terminará traicionando a quien trata de educarlo, para regresar a su estado de “salvajismo.” En Los refranes y su reproducción de la ideología racista en México, Oriana Deeni Mendoza Olivares, recopila una serie de calificativos aplicados al indígena, examinando la relación existente entre el uso en el habla cotidiana mexicana de los refranes y la reproducción de las ideologías racistas de esa época. “El burro para el indio, la mula para el mulato y el caballo para el caballero.” “Si quieres cuidar tu raza, a la india con indio casa; no te parezca mejor casarla con español.” “No hay que darle razón al indio, aunque la tenga.” “Mueran indios, que hartos nacen.” Citar lo indígena en el discurso popular, oficial o la nota roja, se realiza mediante un doble discurso ya sea acentuando la “pureza” de una raza gloriosa o su rezago genético y cultural. “En cuanto a su carácter, el indio es grave, taciturno y melancólico, aun en sus fiestas y diversiones; flemático, frío en sus pasiones y lento en sus trabajos; pero esto hace que lleve a la perfección toda obra que requiera mucha paciencia. (…) El maltratamiento que los indios han sufrido siempre, los ha hecho serviles, desconfiados, hipócritas,

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tímidos, mentirosos y aun pérfidos. (…) Para el indio no hay patria, gobierno ni instituciones, todo lo ve con indiferencia.”51 La xenofobia fue un catalizador en la búsqueda de identidad nacional y uno de los subproductos del nacionalismo que marcó a la sociedad y se reflejó en la nota roja, los narradores de la misma no esconden, incluso, expresiones de burla o de rechazo ante razas que consideran inferiores. “La inferioridad de los chinos se demuestra en su físico que es repugnante desde sus “ojos atravesados”, su “piel amarilla”, sus hábitos alimenticios y sus costumbres, sobre las cuales se inventaron todo tipo de mitos (en 1913 se acusó a un grupo de chinos en Zacatecas de practicar la antropofagia). Además, son enfermos y portadores de “tuberculosis, tracoma, sífilis, lepra”. El peligro del mestizaje aterraba aún más porque la inmigración de los chinos, en su mayoría, era de varones. Entre las leyes que intentaron promulgarse (y que fueron aceptadas en algunos estados) estuvieron el confinamiento de la población en guettos y la prohibición de matrimonio o cohabitación con mujeres mexicanas, a quienes se trataba de proteger, puesto que no podía ser más que “el hambre o la desvergüenza [lo que] las arroja a los brazos de un chino… [y] pierden honra y salud engañadas por el sátiro de ojos atravesados”. En cuanto al producto del mestizaje con chinos, dijo un diputado sinaloense: “examinad (…) a esas criaturas que resultan de la unión de las desesperadas de nuestra raza con los hijos de Confucio y veréis que sólo por una ironía de la naturaleza andan en dos pies.” (Página 482. Cultura y sociedad la persecución de los chinos en México Flora Botton Beja. Colegio de México.)

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Pimentel, Francisco. Memoria sobre las causas que ha originado la situación actual de la raza indígena de México y medios de remediarla. Sistema físico y moral de los indios. Tomo III. México: Tipografía Económica, 1903. pp. 131-132.

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3.5 EQUIVOCADOS. MARICONCITOS, JOTOS, INVERTIDOS Y MAYATES En anteriores páginas expusimos un breve muestreo de algunas palabras claves que aparecen en la nota roja del rotativo El Informador de Guadalajara. Su hemeroteca digital conserva periódicos de 1917 a la fecha. En una nueva búsqueda encontramos que la palabra homosexual no figura hasta un ejemplar de 1937, es decir veintisiete años después, y a partir de éste se incrementan notas que mencionan al homosexual, esto nos habla la renuencia a hablar de cierto tipo de personajes de la urbe, que provocaban rechazo y que la nota roja terminó por revelar a causa de su incidencia en hechos criminales; persecuciones y asesinatos. El maricón al que se nombra mariconcito no merece un lugar social, pero si compasión. Al mariconcito se le des—sexualiza, no se piensa en los actos “contranatura” que comete, sino en su afeminamiento risible. Determinado por sus inclinaciones, que en la sociedad de la época él mismo entiende como inadmisibles, se confiesa señorito y es producto de burlas y escarnios. El joto, en cambio, sufre mayor nivel de rechazo social, es aquel que no necesariamente ha mostrado una conducta amanerada y de pronto se le descubre homosexual. El joto ha estado engañando a la sociedad, de pronto resultó ser lo que no era y su papel de hijo, esposo, padre de familia, se desmorona. Los invertidos y equivocados son aquellos que se obstinan en llevar una conducta que la lógica y el consenso social no duda en calificar de aberrante. Son homosexuales porque padecen de locura moral y se han aferrado al vicio de una forma delirante y desenfrenada. Las notas del periódico que adjetivan como invertido o equivocado le dicen al lector un hecho irreductible e incuestionable. El equivocado que aparece como víctima de burla o asesinato se buscó su destino. No cabe duda.

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El Mayate (del náhuatl mayatl, escarabajo) es el hombre que lleva una vida heterosexual y tiene encuentros esporádicos sexuales con otros hombres, llevando la parte activa de la relación. Raramente, aparece en la nota roja, pues su conducta es inentendible. Nuestros rastreos encuentran que se le menciona en periódicos de la década de los setenta.

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3.6. BUENAS Y MALAS MUJERES: MADRECITA ABNEGADA, PÉRFIDAS, CHICAS DE AMBIENTES

La condición de la mujer en la década de los treinta está claramente determinada por su comportamiento sexual y docilidad al mando del hombre, todo esto respaldado por un marco jurídico (sin derecho a voto, sin derecho al divorcio y sin derecho a decidir sobre su cuerpo) y por las ideas cientificistas del papel reproductor de la mujer. “No le queda a la mujer otro camino que elegir: o la maternidad, y por esto mismo la igualdad con el hombre, ser madre lo más posible ante todo y siempre, o si renuncia a la maternidad, ser considerada como un ser accesorio o un desecho de la sociedad, ni más ni menos que la antigua hetaira o la moderna cortesana [ . . .] La mujer no es dueña de su cuerpo aunque haya documentos firmados por médicos o jurisconsultos que así lo proclamen y que no han servido más que para acrecentar la frecuencia del aborto criminal.52 En esta etapa la mujer no es el “ángel del hogar” que tiene la casa limpia y a la familia en armonía, de los años cincuenta. La mujer sólo adquiere relevancia al paso de los años, cuando su prole está encaminada en la vida y su cabello se torna blanco, entonces se le besa la frente, se le venera y se le reconoce sabiduría no producto de la educación escolar o superación personal, sino de toda una vida de sufrimientos. La madrecita abnegada es uno de los personajes recurrentes del cine nacional y una de los peores crímenes que se puede describir en una nota roja es el del asesinato de una mujer abnegada, en este caso el asesino “no tiene perdón de Dios.”

González, José Eduardo, “Algunas consideraciones sobre eugenética”, tesis para examen de médico cirujano y partero. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Medicina, 1923, p. 94. Apud Beatriz Urías Horcasitas en Eugenesia y aborto en México (1920—1940). 52

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La madre abnegada corrige a los hijos, dirige sus vidas, gobierna la casa e incluso el marido, a regañadientes, también la obedece, pues es una mujer des—sexualizada a la que también suele llamar mamá y sin la cual se confiesa un inútil en el plano de las tareas cotidianas. “¿Por qué Sara García (actriz del cine nacional) es insuperable como madre y abuela? Porque instaura la voluntad femenina so pretexto del matriarcado, y porque estratifica su actuación en dos niveles: la disolución y la resurrección en las lágrimas, y la voluntad de confundir en un solo personaje a la Ama de Casa y a la Cacica. Cuando Sara García no se aflige hasta la desmesura por la suerte de su prole, cuando no dialoga con su creador. (“Ay, Dios mío, cuídame a ese muchacho tan irresponsable y aventurero, es bueno en el fondo, pero sálvalo de su desobediencia”), busca ser como en Los tres García53), la severidad dulcísima que guía a sus muchachos54. La madrecita abnegada es el título simbólico que la mujer recibe por su buen comportamiento, es el honoris causa que le otorga la sociedad. Del más ínfimo escalón del entramado familiar, la mujer se convierte en madre y se le coloca en un pedestal donde su voluntad es temida y respetada. “No me mire así jefecita, que voy a creer que se lleva su rencor al cielo”, dirá uno de los diálogos de película de aquella época. En los años treinta, la mujer no tiene derecho al voto, aunque desde la década del diez, se generan movimientos y luchas por la igualdad.55 Con la fundación en 1931 de la

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Los tres García, Dir. Ismael Rodríguez. Méxio: 1946. Rodríguez hermanos S. A. (film)

Vid. Monsiváis, Carlos. “La Santa Madrecita Abnegada: la que amó al cine mexicano antes de conocerlo.” en http://www.debatefeminista.com/PDF/Articulos/lasant962.pdf 54

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Algunos hechos relevantes al respecto lo fueron el de 1922, cuando el gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, reconoció el derecho de las mujeres a participar en las elecciones municipales y estatales. No obstante la primera mujer electa al congreso, Elvia Carrillo Puerto, se vio obligada a abandonar su cargo por amenazas de muerte. Más tarde, el presidente Cárdenas declara a la prensa, el 26 de agosto de 1937, que “el gobierno no se detendrá únicamente a tratar cuestiones que interesen o más convengan a los hombres, sino que colocará a las mujeres en el mismo plano que a los hombres (…) Porque no sería justo 57

Sociedad Eugénica Mexicana para el Mejoramiento de la Raza, todo grupo cuya genética lo hace proclive a conductas desviadas es materia de estudio, en dichos grupos cabe, como ya hemos visto los indígenas, pero también la mujer. De ellas se estudiará su conducta moral, la prostitución, las enfermedades venéreas y el aborto, en proyectos fundamentados por la biotipología. “Clave para la integración nacional, la armonía étnica y el desarrollo de agencias de bienestar social efectivo”, según Alfredo M. Saavedra, uno de los fundadores de la Sociedad Eugenética. “Si bien la apreciación acerca de la validez del aborto se flexibilizó entre 1920 y 1940, no puede decirse lo mismo acerca de la visión de la mujer que abortaba. Aunque la legislación no llegó a ser modificada, el aborto fue pensado por los médicos eugenistas más progresistas como un instrumento en manos del Estado para mejorar la calidad de la población, pero el papel de la mujer quedó circunscrito a la generación de ciudadanos sanos en el marco de una estricta moral sexual.”56 Constantemente, la nota roja divulga hechos en los que un hombre comete robos o crímenes motivados por una mujer que usa su sexualidad para seducirlo y subyugar su voluntad. Para la ciencia, la conducta extravagante de la pérfida, su exagerado sentimentalismo, el “furor uterino” a la que es proclive, lo impredecible de su conducta durante su periodo menstrual se explican en su genética y junto con la profilaxis recomendada —hábitos alimenticios, ejercicio, desarrollo de cualidades virtuosas— se

que estuviéramos reclamando la presencia de la mujer en los actos sociales, si no la hemos colocado en un plano de igualdad política”. “Cronología integrada del movimiento de mujeres en México (1910-2010)” en http://portales.te.gob.mx/egenero/files/cronologia_mujer.pdf. 56

Beatriz, Urías Horcasitas, Eugenesia y aborto en México (1920—1940), http://equidad.org.mx/ddeser/seminario/internas/lecturas/lect-aborto/eugenesiayaborto.pdf. p 322.

en

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sugiere la vigilancia de un marido y de un Estado rector, que aplique leyes ante el aborto y la infidelidad. Los refranes sobre la mujer, descarnados y misóginos recurrentes de la época, hablan de la necesidad de corregirlas, de no confiar en ellas, de su conducta caprichosa y de las virtudes que debiera tener la mujer ideal.57 La pérfida es la mujer que traiciona y termina volviendo al arrabal, a las calles oscuras para prostituirse, a los cabarets y al sórdido mundo de la perdición del que alguna vez fue rescatada por un hombre bueno. Dentro de los calificativos que la mujer recibe por la ligereza de su conducta sexual están una serie de variantes de prostituta, casi todos pueden encontrarse en la nota roja, menos aquellos más francos como puta. Güila, palabra de origen náhuatl que significa paloma y que en el siglo XX se aplica a la mujer que se prostituye. “Putilla” la que además de ser prostituta no vale gran cosa. Putona, la degenerada, y chica de ambiente, que pese a su inmoralidad ha conseguido vivir en una suerte de zona de tregua social. Cuando los hombres califican a una mujer de chica de ambiente aluden a su conducta sexual licenciosa, pero no la juzgan. La chica de ambiente es divertida, capaz de sostener una conversación, accede a las relaciones sexuales sin compromiso, escucha los problemas que el hombre tiene con la novia o la esposa. No se prostituye por dinero, no es la amante que espera que el hombre se divorcie, se la conoce a través de grupos de amigos y algunas sirven de damas de compañía.

Refranes frecuentes sobre la mujer hasta mediados de siglo XX. “A la mujer, ni todo el dinero ni todo el querer.” “Mujer llorona, es puta o ladrona.” “A la mujer casada y casta, el marido le basta.” “Al caballo, con la rienda, a la mujer, con la espuela.” “Mujer que guisa, se casa aprisa.” “A la mujer y al ladrón, quitarles la ocasión.” “A la mujer y la gata, no les lleves la contraria.” “A la mujer, búscala delgada y limpia, que gorda y sucia ella se volverá.” “Mujer tan ancha, es que no usa la escoba y menos la plancha.” “Mujer aseada, aunque sea jorobada.” “Mujer que al andar culea, bien se yo lo que desea.” Mujer que ve la luna llena, no es buena.” “Mujer asomada a la ventana, o es puta o está enamorada.” 57

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3.7. TRANSGRESORES: RATEROS, MALANDROS, SUJETO DE MARRAS, CHACALES Y HAMPONES

Muy avanzada la primera parte del siglo XX, ciencia, Derecho y Estado trabajaron estrechamente para definir las causas de la conducta de los individuos transgresores. La Sociedad Eugenética Mexicana se ocupó de clasificar la caterva de los diferentes tipos de delincuentes y la nota roja no constató a estos especímenes antisociales donde encontramos ciertos esquemas recurrentes que refieren a conductas predecibles según el individuo, los pachucos desintegrados son un ejemplo, y los indígenas situados en su carácter y posición geográfica otro. Julio Guerrero, en La génesis del crimen en México clasifica a los indios y sus temperamentos según su relación con la ciudad. En el valle de México están diseminados los indios, con muy distinto desarrollo social y moral. Y pertenecen por consiguiente a un grupo más elevado, o forman con el primero los últimos, únicos y degradados restos del antiguo imperio mexicano en el Anahuac. Los de Míxcoac, Tlalpam, Coyoacán, Amecamecam, Texcoco, Chalco, Milpa Alta y otros del mismo rumbo (…) son sanos, robustos, morales, trabajadores, católicos, honrados en sus compromisos, aseados, económicos (…) su alejamiento de la ciudad los salvó de la degradación; pero hay otros, como los de Ayotzingo, cerca de Chalco, Jaloxtoc, junto a Guadalupe, las rancherías de Xochimilco, Tacuba, etc, que a pesar de este aislamiento, no han escapado a la más profunda abyección, son feos, raquíticos, sucios, vagan harapientos por los campos, viven en jacales con medios techos de tejamanil y duermen en un petate, en la más inmunda promiscuidad de hermanos, hermanas, padres, hijos, tíos y sobrinos sin conciencia de su abyección ni remordimientos por sus placeres58

Trabajando en la misma línea, en su ensayo, La criminalidad en México de los años treinta, Ezequiel Maldonado y Concepción Álvarez señalan que (…) científicos de diversas disciplinas como Julio Guerrero (jurista y sociólogo) y Carlos Roumagnac (inspector de policía y periodista) así como criminólogos y antropólogos de la época, genuinos voceros de las ideas dominantes de principios de siglo, no ocultan su condición de clase pequeñoburguesa: disertan sobre la cultura del crimen, diseñan 58

Guerrero, Julio. Op. Cit. p. 162.

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filiaciones sobre mujeres criminales y adolescentes que incurren en prácticas homosexuales; miden cráneos, dibujan cabezas y opinan respecto de la severa decadencia biológica de indígenas. Todo ello bajo el amparo y estilo de sus profesores: Cesare Beccaria y Cesare Lombroso. 59

No suelen ser los indígenas de sangre pura los ladrones o asesinos cuando se les menciona en la nota roja, son más bien los especímenes producidos en los barrios de la ciudad, producto de un medio ambiente insalubre y promiscuo, de la mezcla indeseable de individuos que sólo pueden producir seres degradados (indios con chinos, indios con pelados de barrio, alcohólicos y prostitutas). La sífilis y el alcoholismo son constantes en las causas de la criminalidad. La sexualidad fuera del matrimonio lleva al delito, pues así como el fumador de opio se embrutece y envilece, así la prostituta es socia innata del delincuente, y la cópula ilícita sólo puede producir dos cosas: enfermedades que los anuncios médicos, en los periódicos de la época y las ventanas de los consultorios céntricos de la ciudad llaman “enfermedades secretas” o engendrar hijos anormales. El llamado labio leporino (de liebre) es síntoma visible de padres alcohólicos y sifilíticos, no sólo en el imaginario popular sino para muchos de los médicos de la época, a pesar de que en el Renacimiento se iniciaron estudios a partir de los cuales se diferencian las formas congénitas de las adquiridas por sífilis60. Toda deformación visible como el raquitismo, la joroba, el estrabismo, la epilepsia (considerada una forma de locura), resultan altamente sospechosas en el comportamiento psicosocial de quien tiene tales características.

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Robert M. Buffington. Criminales y ciudadanos en el México moderno. México, Siglo XXI, 2001, p. 20. Apud Maldonado, Ezequiel y Concepción Álvarez en “La criminalidad en el México de los años treinta”http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/num9/a_criminalidad.htm#n12 60 Llaurado, L. Tresserra. “Labio leporino: evolución histórica”. http://www.raco.cat/index.php/RevistaRAMB/article/download/71297/91054 61

Los periodistas de la nota roja dan cuenta de asesinatos aludiendo a la salud moral del sujeto. Esto no es un hecho menor si consideramos que para 1930 las estadísticas revelan que la muerte por causas violentas (menos suicidio), ocupan el cuarto lugar en México, precedido por diarrea y enteritis, neumonía e influenza, fiebre y caquexia palúdica, en ese orden, y seguido después por viruela, debilidad congénita y los llamados “vicios de conformación” en quinto y sexto lugar.61 Un término empleado frecuentemente en la nota roja es el de sujeto de marras, cuyo significado es sujeto en cuestión, pero que en el contexto de los años treinta se resignifica y alude al “consabido ladrón, asesino o transgresor de la ley”. Mencionar al sujeto de marras es manifestar que una vez más cierta persona —ya podemos imaginarnos por su aspecto y conducta de quién se trata— ha vuelto a hacer de las suyas.” El sujeto de marras es calificado de forma irremediable. Ha sido atrapado “con las manos en la masa”, planeó el delito y ya está donde debe de estar, en manos de la justicia. Cada vez que aparece un sujeto de marras no es más que la representación del mismo cáncer social de siempre, el de esa clase de individuos que no tienen remedio. Si atendemos a la nota roja, los ladrones de poca monta, de cuello blanco, estafadores agudos capaces de vender un monumento histórico, basteros (que “meten el 2 de bastos”: dos dedos, en el bolsillo para sacar la cartera), retinteros (ladrones que arrebatan la bolsa de una mujer y sale corriendo), jauleros (ladrones de casa habitación) son producto de la urbe, pues la mayoría de sus delitos los cometen en la ciudad y no en

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Compendio histórico estadísticas vitales (1893—2010) Secretaria de Salud. Dirección General de Estadística e Informática. http://www.epidemiologia.salud.gob.mx/doctos/infoepid/publicaciones/2011/libros/I_HISTO_DE_ESTA _V_NAC_Y_DEFU_1893_2010.pdf

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el campo. El campo es registrado por los periódicos y las películas como un lugar bucólico donde no sucede nada y él único de sus males es la ignorancia de sus habitantes. El peor de todos los especímenes en el escalafón criminal es el llamado chacal. Cuando el crimen rebasa toda proporción por su crueldad se dice que fue cometido por un chacal. Este individuo no sólo ha perdido el más mínimo rasgo humano, incluso físico pues a menudo se le describe de aspecto simiesco. Tiene la frente chica, la nariz ancha, las manos de mono, es bajo de estatura, no se comunica bien en español, se muestra ladino, pero de pronto estalla en una ira incontenible e incluso emite gruñidos. Junto con éste aparece su pareja la hiena, licenciosa, burda, descarada sexualmente, promiscua, alcohólica, capaz de matar a sus propios hijos por un arrebato de celos o venganza. Se les ubica en la especie de depredadores más bajos del reino animal, el chacal y la hiena definen a personas cuyos delitos son abominables. Para la sociedad resultan los más temidos de todos los delincuentes porque deambulan por la ciudad y se parecen a “cualquiera”. Padecen la peor de las locuras: la locura moral. “El loco moral, sabe que no debe hacerlo, pero por encima de cualquier moral está su placer, su placer subjetivo”62 Un personaje menos frecuente de la nota roja es el hampón, asociado al tráfico de marihuana y el opio63, al cual explicaremos mucho mejor cuando hablemos de cine y nota roja.

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Mira y López Emilio. Manual de Psicología Jurídica. Sexta edición. Buenos Aires: El Ateneo, 1980.

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En México, en 1940 se da incluso un breve periodo de 6 meses de legalización de la marihuana, cuando el presidente Lázaro Cárdenas ordena a través del Diario oficial de la Federación del Reglamento de Toxicomanía, la venta de drogas en las farmacias para los adictos, con un costo “normal”, que pretende evitar que los adictos acudan a traficantes. “El Departamento de Salud también creó dispensarios para atender a los “toxicómanos, a quienes no consideraba delincuentes sino enfermos. En esas clínicas el adicto pagaba su dosis y se le suministraba la droga cuando él la solicitara. El primer dispensario para drogadictos comenzó a operar en la Calle Versalles del centro de la capital; a él acudieron alrededor de 700 personas. Pagaban 20 centavos por la inyección, y entre 10 y 12 pesos por cinco dosis diarias. (…) gracias a ese dispensario, Lola la Chata (narcotraficante) estaba perdiendo alrededor de 2,600 pesos diarios.”. Cedillo, Juan Alberto. La cosa nostra en México: Los 63

A manera de conclusión de esta parte del trabajo podemos decir que el periodo posrevolucionario, en la búsqueda de la identidad nacional, encontró que el mestizo no era sino la primera cara visible de una nación compleja en diversidad racial y en las prácticas culturales de sus distintos grupos. Se intentó recomponer al mexicano a través de los sueños de eugenesia, de la caricaturización o el estereotipo idealizado del cine y de la estigmatización de su conducta en la nota roja. El mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda, de Diego Rivera (1947), expresa fidedignamente ese crisol de seres que conviven precisamente como en un sueño vivido en común, diverso, caótico y contradictorio, el de la mexicanidad. (Ilustración 16 y 17.)

negocios de Lucky Luciano y la mujer que corrompió al gobierno mexicano. Grijalbo, México: 2011, p. 34.)

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Ilustración 16. Sueño de una tarde de domingo en la Alameda

Ilustración 17. Sueño de una tarde de domingo en la Alameda (fragmento.)

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3.8. ESPACIOS DE CATARSIS, CRIMEN Y AISLAMIENTO A partir de la Conquista, la destrucción de pirámides, templos y casas de gobernantes y pobladores, para levantar en ella una ciudad de estilo europeo con sus caserones e iglesias, fue una misión caótica que implicó eliminar zonas lacustres, trazar calles para el paso de carretas y la hechura de un sistema de drenaje que produjo constantes inundaciones, generando insalubridad y territorios muchas veces aislados de justicia. El trazado de calles atendió a las necesidades de establecer primero las iglesias, los edificios centrales y las casas de los nobles, y muy por último el espacio geográfico de los desposeídos.64 (…) en vista de que los indios no tenían medios para construir calles, se provocó una aglomeración de casas sin un plan determinado dentro de las tierras comunales que les fueron destinadas. Sin embargo, dichas tierras fueron invadidas poco a poco por necesidades de crecimiento y las parcialidades indígenas terminaron ubicadas dentro del perímetro de los nuevos proyectos de la ciudad.65

Los lagos ahora convertidos en canales de aguas negras, el hacinamiento, significaron un escenario propicio para la criminalidad, y cuando, poco a poco, las orillas perdieron su frontera también el crimen dejó de tenerla. Crimen y ciudad siempre fueron de la mano en México, y dentro del pensamiento medieval el escarmiento debía hacerse público para infundir temor, como si se asentara que la ciudad no sólo era un sitio donde

“Las obras se iniciaron en 1607 y su desarrollo tomó casi dos siglos, debido a diversos problemas técnicos y burocráticos. En ese lapso se produjeron varias inundaciones de gran magnitud, dentro de las que destaca la de 1629-1635, en la que se estima murieron 30 000 personas y que un número similar de españoles salieron de la ciudad. La catástrofe fue tan grande que se pensó seriamente en trasladar la ciudad a otro sitio.” Domínguez Mora, Ramón. “Problemática y Alternativas de Solución”, en Revista UNAM / 1 de octubre de 2000 Vol.1 No.2. http://www.revista.unam.mx/vol.1/num2/proyec1/ 64

Commons, Áurea. “La población en la Nueva España” en Tempus. Revista de Historia de Facultad de Filosofía y Letras. Núm. 3. Primavera 1995, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México. p. 24. 65

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el malhechor transgredía el orden, sino donde podía perder la vida ante la mirada de propios y ajenos.66 Después de la revolución, la ciudad de México comienza a dividirse en nuevos barrios o colonias con fisonomía y carácter propio, como la Roma y la Juárez, caracterizados por los residuos de las clases altas porfirianas, ahora venidas a menos o los barrios llamados “bravos”, como Tepito o Santa Julia. En cada barrio se suscitan delitos y confrontaciones. Se hizo necesario el alumbrado público como una medida que previniera el delito cometido al amparo de la oscuridad. Junto con esto se vio la importancia de crear espacios lúdicos y no sólo funcionales, sitios de sano esparcimiento como jardines y centros deportivos. Los higienistas pusieron especial atención en que el ocio era caldo de cultivo para todo tipo de conductas insanas, que iban desde la masturbación adolescente, el alcoholismo, la vagancia, la prostitución, el robo y el asesinato. Sin embargo, los espacios de entretenimiento “deseables” se vieron rebasados por los de la modernidad (cabarets, cines), junto con los de un México marginal como las

“A la población en general le causaba particular expectación la ejecución de la pena de muerte y participaba activamente asistiendo a ese acto en un lugar que era propicio a la singularidad y teatralidad del evento ya que era el mismo centro de la ciudad y todos tenían fácil acceso a ese sitio. A las autoridades les interesaba una amplia divulgación ya que así se cumplía la función principal del acto: el escarmiento de la población. En los casos de particular atrocidad o escándalo la población seguía con interés el desarrollo de los juicios asistiendo al desarrollo de estos y participaba activamente gritando improperios. Ejemplo de este tipo de sentencia es el de una mujer indígena que mató a su marido. Como no hablaba español durante el juicio se utilizó a un intérprete quien no explicó que la mujer estaba en cinta. El día de la ejecución su abogado defensor solicitó que se suspendiera la ejecución ya que estaba a punto de dar a luz. De todos modos la sacaron de la cárcel y cuando era llevada por las “calles acostumbradas” al pasar frente a la plaza de San Pedro un grupo de médicos la examinó y comprobó que ya casi comenzaba el trabajo de parto. Se envió un mensajero a la Sala del Crimen para evitar la ejecución, pero debido a lo atroz del crimen, la solicitud no fue atendida y de todas maneras fue ahorcada ese mismo día, se le mutiló una mano y se colocó en el lugar que había cometido el crimen.” ohnston Aguilar, René. La pena de muerte en la época colonial. Universidad del Valle de Guatemala: 2006, p. 187 66

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pulquerías, las ferias de barrio, las carpas, la Arena México (Lucha Libre), los patios de vecindad e incluso los cementerios como lugares de fiesta y duelo en los Días de muertos.

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3.9 CABARETS, PULQUERÍAS, VECINDADES Y CUADRILATEROS A partir de los años treinta surgen numerosos cabarets67, donde se escucha lo mismo el Swing y el Boggie—Boggie, que el Bolero y el Danzón, la Rumba, la Guaracha y el Mariachi. En lo arquitectónico se edifican con fachadas modernas y otras kitch: egipcias, chinas, prehispánicas; algunos espacios representan al infierno con llamas, como aceptando que lo prohibido o reprochable es parte de la condición humana y algo divertido. A los cabarets asiste toda la escala social, ejecutivos, oficinistas, los famosos del momento, obreros, pachucos, prostitutas, pelados y rufianes. Ahí se diluyen por unas horas las aspiraciones nacionalistas (sólo lo mexicano es bueno) y sus asistentes bailan lo que toque la orquesta, en este sentido en el cabaret, el hombre de ciudad tiene éxito porque lleva a cabo las mismas prácticas culturales que se dan en las grandes urbes como Nueva York, y junto con el tequila el parroquiano puede experimentar bebidas del extranjero como el martini y el daiquirí. No hay ciudad moderna que no tenga vida nocturna y México no es la excepción. La iluminación artificial es uno de los triunfos del siglo XX porque exorciza la noche, nos aleja de las cuevas, de los caminos de los asaltantes, de las antorchas medievales, de la vida de campo donde el hombre se ve obligado a la faena temprana. Como nunca, el cine de la época proyecta imágenes en las que destellan anuncios nocturnos de hoteles, centros de diversión y marcas de coches, refrescos y cigarros. Vivir de noche se vuelve un concepto habitual. Si bien ya Georges Claude había presentado su inventó, la luz de neón, en el Salón del automóvil de Paris en 1910, es en esta etapa cuando los neones

La “campaña por la decencia”, emprendida por el entonces regente de la ciudad, Ernesto Uruchurtu, acabó con innumerables cabarets, como Salón los Ángeles, Smyrna club, Mata Hari, Waikiki, La tablita, Cyros, El patio, Carpi, Barba Azul, Savoy, La Perla, El Burro, etc. 67

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surgen en lo alto de los edificios y las marquesinas, dando luz a la noche y presencia a todo lo que signifique urbe: edificios altos, ventanas y avenidas. El neón junto con otros inventos que se industrializaron a pasos agigantados —el coche, el refrigerador, la aspirina— encaminan al ciudadano a la sociedad del bienestar. Pero esa alegría nocturna, esa catarsis a menudo lleva al choque entre individuos que, bajo presión, estallan y riñen exponiendo la pertenencia a distintos barrios o el demostrar hombría, uno de los temas más presentes en ese México de la primera parte del siglo XX.68 Detrás de esta perenne fiesta nocturna, persisten espacios asociados al mexicano que la mestizofilia no ha podido erradicar. Uno de ellos es la pulquería. De profunda raíz mexicana, el pulque —o “planta de las maravillas” como la definió José Acosta (1540), jesuita y antropólogo español, por sus múltiples usos—, pasó de un status de bebida ceremonial a asociársele con pobreza y crimen.69 Los desórdenes públicos surgidos en las pulquerías ameritaron varias instrucciones, como la que ordenaba que los alcaldes de corte y los ordinarios visitasen con frecuencia estos 68

DRAMA INCUBADO EN UN CABARET DE TACUBAYA. TRES MORTALES PUÑALADAS. Por una mujer, conocida allí, riñeron dos amigos; y ya en la calle, uno atacó al otro con puñal, dejándolo tendido en tierra. En el cabaret “La cita” de Tacubaya, habían estado varios amigos en la última noche y entre ellos se encontraban Alejandro Reyes Miranda y Jenaro Ramos. Ahí estos dos pretendieron a una misma mujer para que bailara con ellos y se sentara a su lado. Ella se mostró coqueta para los dos y ellos quedaron disgustados abandonando el centro de vicio, pero siempre juntos, entre sus demás amigos. Sin embargo, al salir rumbo a la vivienda de Ramos, comenzaron a reñir y éste sacó un filoso puñal, dio tres golpes a Reyes Miranda, dejándolo en un estado de suma gravedad. Ramos emprendió la huida con los demás del grupo, mientras Reyes Miranda agonizaba en el patio de la vecindad.” Núñez Cetina, Saydi. La violencia, el pulque y la muerte. Criminalidad y castigo en México entre 1920-1940, en Historia 2.0. conocimiento histórico digital. Año III. Bucaramanga: 2013, p. 146. https://www.academia.edu/8145912/_La_violencia_el_pulque_y_la_muerte._Criminalidad_y_castigo_en _M%C3%A9xico_entre_1920-1940_ “(…) [El] consumo ritual estaba limitado a los sacerdotes y ancianos, y se castigaba al resto de la población que lo bebiera. Únicamente durante una fiesta que se llevaba a cabo cada cuatro años llamada pillahuanco, “fiesta donde los niños y niñas beben el vino o pulque, se autorizaba a toda la población su consumo. La restricción del pulque en la época prehispánica, que llegaba a la pena de muerte a quienes violaran la norma, se rompió con la Conquista española.” “Las haciendas pulqueras en México”, p. 46. 69

http://bidi.unam.mx/libroe_2007/1133740/A06.pdf

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establecimientos. Además, se proveía la formación de una junta, en 1788, compuesta por el arzobispo, el regente de la audiencia, el fiscal más antiguo y el superintendente de la aduana, para que propusieran los “medios más eficaces y oportunos para remediar los desórdenes de las pulquerías.70

Una vez finalizada la revolución, el desplazamiento de los campesinos a la ciudad trajo consigo al pulquero ambulante, que pronto se convirtió en sedentario y abrió los primeros locales para la comercialización oficial de dicha bebida. Dichos locales se asociaron a un paisaje indigno y decadente; las pulquerías, quienes las frecuentaban y lo que en ellas sucedía eran parte de los residuos de ese México que se resistía al progreso. Atendiendo al espacio físico como una producción ideológica y cultural del hombre, la pulquería presenta la faz de un México disidente de las pretensiones cosmopolitas o lúdicas del cabaret. En la pulquería no se aspira a lo moderno, no se juega a dibujar el infierno en las paredes porque ya lo es. Lo lúdico tiene que ver con el uso del lenguaje de sus parroquianos —el de los léperos— y de los nombres mordaces, caricaturescos e irónicos de las propias pulquerías.71 El espacio del pulquero refuerza aquello que el Estado quiere erradicar, el símbolo del estancamiento evolutivo, la persistencia de grupos que, con su presencia y conducta, inconscientemente, niegan el ideal del mestizaje, pues en las pulquerías reproducen todo aquello que afuera avergüenza y que tiene que ver con “ser indio”. Pero, el Estado, la sociedad y por supuesto la nota roja, cargaron las tintas en los hechos violentos que sucedían en esos lugares, producto de la embriaguez y la personalidad de los aficionados al pulque. En nuestra larga pesquisa de notas rojas no encontramos una sola asociada al whisky o entre “caballeros distinguidos.”

“El maguey y el pulque en México”. http://bidi.unam.mx/libroe_2007/1133740/A06.pdf. p 49. “Donde los valientes se atreven.” “Las buenas amistades.” “Las preocupaciones de Baco.” “Los eructos de una dama.” “Los hombres sin miedo.” “Nomás no llores.” “Salsipuedes.” “Los Sabios sin estudio.” “La conquista de Roma por los aztecas.” “El amor tranquilo.” 70 71

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Tras haber ingerido pulque en la colonia Argentina, en el centro de la ciudad, Luciano y los otros individuos que trabajaban como ladrilleros, llegaron ebrios al horno de ladrillo ubicado en la calle de San Joaquín de la colonia Tacuba. Según la denuncia, después de surgir un disgusto entre Luciano y Francisco comenzaron a reñir y luego de intercambiar insultos pasaron a los golpes. González Medina derribó a Francisco N. y cuando este se encontraba en el suelo, Luciano se abalanzó contra él clavando repetidas veces un cortaplumas en su tórax. Una de las heridas le produjo directamente la muerte. 72

Las casonas de marqueses —extinguidos por la Revolución o el despilfarro de sus descendientes— se fragmentaron en viviendas con un gran patio central y uno o dos baños al fondo para todos los vecinos. Recibieron el nombre de vecindades y en ellas se gestaron las prácticas culturales de ese amplio sector de la población caracterizado por ser netamente urbano, descender de inmigrantes de distintas partes de provincia, desempeñarse en oficios varios como zapateros, albañiles, electricistas, estudiantes, buscadores de fama en el medio radiofónico, rumberas, pelados, pachucos y muchos de los personajes de los que ya hemos hablado anteriormente. Fiestas y serenatas con mariachis, bodas y bautizos donde los adornos y la comida no tenían parangón, dadivosidad del desposeído, la vecindad se convirtió en territorios donde si bien la vida podía ser violenta, había un código de honor que sus habitantes entendían y que a veces daba pasaporte y adopción a los ajenos. Ese espacio que —como lo veremos más adelante— el cine magnifica, la nota roja lo condena al describirlo el laberinto donde el delincuente consigue burlar a la autoridad en una geografía llena de escondites, salidas a otras calles y azoteas que conectan entre sí. Numerosas notas dan cuenta de grescas entre vecinos por el agua, el baño y el uso de los tendederos, las azoteas donde suceden los amores ilícitos, las fiestas donde la celebración termina en reyertas y venganzas entre familias, algunas veces producto del alcohol, y otras veces planificadas a conciencia justo para ejecutarse en medio de la algarabía.

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Núñez Cetina, Saydi. Op. Cit. p. 149.

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La vida explosiva y nocturna de cabaret en el que se diluyen las fronteras de lo mexicano y se puede ser cosmopolita, la colorida fiesta en una vecindad a la que se asiste para comer, reír y convivir, la charla y consumo de alcohol desmesurado en una pulquería, donde pese a los anhelos de la educación y modernidad gubernamentales “el peladaje” puede comportarse como quiera y hablar como se le dé la gana, son lugares catárticos porque, precisamente, en dichos espacios se transgrede aquello que en otros sitios —la calle, las áreas de trabajo, las oficinas de gobierno, las escuelas, el propio hogar—, no se puede hacer. En estos espacios el mexicano puede “echar relajo”, expresión popular que otorga a la diversión algo rotundamente transgresor pero inofensivo. “El relajo es el gelatinoso aflojamiento de normas que permite una insubordinación limitada, que tolera un relajamiento dosificado de las reglas de comportamiento civil. El relajo es la forma que los pelados “alternan con otros ejemplares de la sociedad, colocados a un nivel más alto que el suyo”, dice significativamente Reyes Nevares. Para este documentador del alma mexicana el relajo ‘no es, de ninguna manera, un motín. Ni siquiera un escándalo de proporciones alarmantes. Es una revolución, en tanto que implica un atentado contra la norma vigente. Pero es una revolución privada, diseñada en tal forma que se reduzca a un mero divertimento, a una broma más o menos pesada, que en ocasiones degenera en riña, casi siempre incruenta’”.73

Junto con los espacios de catarsis antes nombrados surge en 1933 la Arena México, donde se inaugura una de las aficiones más simbólicas de las prácticas culturales del mexicano popular, la lucha libre. La máscara y la división entre técnicos (héroes) y rudos (villanos) teatralizando un drama predecible, convoca en un mismo espacio a luchadores y público, de tal forma que no sólo son los luchadores en el cuadrilátero los que representan la puesta en escena, sino la audiencia que anima a su favorito e insulta al contrincante, y que en el “relajo” desaforado se insultan de una a otra butaca. Los asistentes terminan por volverse personajes también conocidos, que asisten cada sábado y de los cuales se espera la irrupción verbal entre risas y abucheos. Los luchadores, a

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Bartra, Roger. La jaula de la melancolía. Identidad y metamorfosis del mexicano. Grijalbo, México: 1987, p. 194.

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veces ajenos a esas voces y otras veces contestándolas unifican el espectáculo, rompen, por decirlo de alguna forma la cuarta pared teatral. La lucha tiene una estructura narrativa codificada al modo de los productos de las industrias culturales: es simple, pues sus signos son ampliamente reconocidos por la gran mayoría, fácil de comprender en poco tiempo (…) Esto permite al aficionado promedio, de escasa escolaridad y pobre consumo cultural, entender de inmediato una trama ya conocida: no quiere novedades, sino buenas representaciones. Cada lucha es más o menos previsible, el luchador técnico —el bueno, el justo, el héroe— sufre y generalmente gana al sobreponerse a la deslealtad combativa del oponente y a otras adversidades; en contraparte, el rudo —el malo, al antihéroe— sólo puede ganar por medio de la trampa o de la traición de un tercero en perjuicio de su antagonista.74

La máscara juega un papel importante dentro del espectáculo, pues no sólo oculta el rostro del héroe o del villano, a uno dotándolo de un anonimato humilde y misterioso y al otro quizá de fealdad y cobardía, sino que sus colores y formas cautivan a los aficionados. Perder la máscara es una tragedia porque ese anonimato, ese ocultamiento casi metafísico resume al hombre en un ser común, de rasgos ordinarios. (La máscara) es el tesoro más valioso de un luchador, objeto de devoción o admiración por parte del público (entre el que hay quienes gustan ponerse máscaras como la de sus ídolos mientras están en la arena, compradas allí mismo) y un ícono que forma parte del universo simbólico del imaginario colectivo.” (…) “aquella (lucha) en la que apuestan la máscara, en la que el perdedor debe quitársela delante de todo el público y entregarla su vencedor, decir su nombre y nunca más volver a usarla. 75

Una conexión histórica nos lleva a pensar en el papel que la máscara ha jugado en la cultura mexicana desde sus orígenes y que en las festividades de distintas etnias tiene mucho de espectáculo, donde lo cómico, lo sacro y lo sexual se teatraliza, además de que en la propia celebración los portadores de dichas máscaras, quienes representan a distintos dioses con virtudes y defectos, interactúan con el mundo: los espectadores, quienes como en la lucha libre moderna toman la representación por un algo verdadero y al mismo

Villarreal, Héctor. “Simulacro, catarsis y espectáculo mediático en la lucha libre”, en Razón y Palabra, vol. 14, núm. 69, julio-agosto, 2009, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Estado de México: México, p. 6. 74

75

Ibíd. p. 3.

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tiempo lúdico. “Cuando la máscara aparece en la fiesta (huichol), su actuación no solamente implica chistes irreverentes, gestos vulgares y mofarse de las autoridades, también consiste en amedrentar a los presentes, sobre todo a los niños y borrachos que obstaculizan los caminos por donde deben de circular los grupos de danzantes o las procesiones. Las máscaras son “bravas”, así que el miedo que la concurrencia les tiene es genuino.”76 La máscara despoja a quien la porta de su humanidad, lo convierte en dios con los poderes que todo dios posee y que es descrito en la mitología prehispánica, y por eso se le teme, pero en su interacción risible con el mundo ese poder se manifiesta grotesco, como los dioses y demonios bufones, que recomponen junto con esa mitología prehispánica la traída por los conquistadores. Las máscaras más conocidas son las que usan los judíos o borrados, xumuabikari, de la Semana Santa —un ejército de demonios salvajes de la fertilidad que emergen desde el inframundo para matar al Cristo—Sol—. Durante los días de la muerte de Cristo, los judíos corren frenéticamente alrededor del pueblo, bailan y simulan los movimientos de diferentes posturas del coito. Algunos portan penes de madera, y todos llevan sables del mismo material, cuyo simbolismo alude al machete en tanto pene. La pintura corporal oscura, a base de olote quemado, borra la personalidad cotidiana dando paso al aspecto más incivilizado de la persona.77

Una segunda conexión que encontramos con la máscara está en el terreno ontológico de las reflexiones de Octavio Paz, como carácter del mexicano, que no se muestra tal cual es a causa de una soledad y melancolía producto de su origen dramático, la Conquista, el choque de dos civilizaciones, así “Viejo o adolescente, criollo o mestizo,

Neuath, Johannes. “Máscaras enmascaradas indígenas, mestizos y dioses indígenas mestizos”, en Relaciones, No. 101, invierno 2005, Vol. XXVI. Museo Nacional de Antropología. INAH: México, p.24. 76

77

Ibid. p. 28.

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general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa.”78 La lucha libre es pues algo más que entretenimiento, es un espectáculo que resuena en el imaginario nacional que conjuga máscara, espectáculo y catarsis de los desposeídos. El cabaret, la vecindad, los cuadriláteros y la pulquería (ilustraciones 18, 19, 20, 21), todos ellos proporcionan las condiciones necesarias y particulares para la catarsis, pero en el estallido de la festividad, se puede pasar de un momento a otro al drama y saltar de dichos espacios a la nota roja, donde las historias narran cómo, en la densa niebla de humo de un cabaret, dos hombres pelearon por una mujer79, un maleante consideró que la vecindad era el mejor escondite para evadir la justicia80, el público causó tremenda

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Paz, Octavio. Op cit. p. 14.

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Herido por un soldado. Porque no le permitió bailar con una mujer, ayer en la madrugada cerca de la una horas, el estudiante Porfirio Soria Carvajal fue golpeado y herido en la cara, por el soldado del noveno Batallón, Antonio Morales Santiago. Este hecho de sangre se desarrolló en el interior de una cantinucha cabaret ubicada en el cruzamiento de las calles Pedro Moreno y la Calzada Independencia. El escolapio se dedicaba a bailar con Juana Aceves Alatorre y cuando Morales pretendió que ésta bailara con él y el primero se negó, el soldado le dio un golpe con el puño en la cara, haciéndole añicos los lentes, cuyos vidrios hirieron el ojo izquierdo de Soria y el ángulo orbitario externo. El heridor una vez cometida su fechoría y advirtiendo que el estudiante se desplomaba en el suelo sangrando abundantemente, le dio algunos puntapiés en las costillas y luego pretendió huir, pero fue desarmado, detenido y entregado a la policía por un gendarme que intervino. El Informador. México, 23 de febrero de 1943. 80

Un sujeto que apuñaló hace 2 meses a una mujer, fue aprehendido. Los hechos ocurrieron en uno de los cuartos de la vecindad situada en la calle Jesús García número 688, donde vivía la Arellano, quien estuvo a punto de perder la vida en manos de Flores, que impulsado por los celos cometió su crimen, huyendo después sin que hubiera sido posible aprehenderlo. Había permanecido escondido pero transcurridos dos meses y creyendo sin duda que ya todo se había olvidado y que la policía no lo buscaba, empezó a salir a la vía pública, sin contar con que los agentes de las Comisiones de Seguridad le seguían los pasos, y fue así como ayer tarde lo atraparon, conduciéndolo desde luego a los calabozos de la Inspección General. El Informador. México, 19 de diciembre de 1936. 76

gresca en medio de la Lucha Libre81 o el hecho violento se desató en una pulquería.82 Historias que como se puede ver, y ahora que se tiene descrito el bestiario de los personajes y lugares, llevan ya el sello de lo tragicómico que la pluma del periodista acabará por resaltar. Pero el Estado tiene preparados otros espacios para dichos personajes, cuando la catarsis rebasa sus límites: la cárcel y el manicomio.

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Magno escándalo. Los agentes policíacos detuvieron anoche a un grupo de espectadores al deporte de la “lucha libre” celebrado ayer en la tarde en una arena de la avenida Corona, por haber originado un escándalo mayúsculo que desdice mucho de la cultura y la tranquilidad de la afición. Dos luchadores, que fueron quienes iniciaron el incidente al bajarse del entarimado del ring y emprenderla a sillazos, como parte de la “pantomima! Que ordinariamente representan para dar mayor interés al encuentro también fueron detenidos y multados por alteradores del orden. El Informador. México, 04 de junio de 1945. Insigne grosería. Hay gentes que son groseras hasta en sus finezas. José Torres, apodado “Alma Grande”, llegó días pasados a una pulquería de la capital, en la que se encontró con Ángel Hernández, Torres, que tiene el tragadero tan grande como el alma, pidió en el acto una medida de pulque de las mayores, y quiso que le sirvieran otra igual a Hernández pero como éste es un ángel, no sabe tomar y declino el obsequio. “¿No toma pulque?” Le preguntó airado Alma Grande, y al serle constada la pregunta en sentido negativo, aquél agregó: “entonces tomará otra cosa.” Sacó violentamente su pistola e hizo tomar al pobre Ángel cinco litros de calibre 44. ¿Quién negará que Alma Grande es también un malcriado muy grande? El Informador. México, 22 de diciembre de 1925. 82

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Ilustración 18. Interior del cabaret Colonia

Ilustración 19. Vecindad Ciudad de México

Ilustración 20. Cartel de Lucha libre

Ilustración 21. Fachada de pulquería

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3.10. ISLAS MARÍAS, LECUMBERRI Y MANICOMIO DE LA CASTAÑEDA. “El siglo XIX se sentía orgulloso de las fortalezas que construía en los límites y a veces en el corazón de las ciudades. Le encantaba esta nueva benignidad que reemplazaba los patíbulos. Se maravillaba de no castigar ya los cuerpos y de saber corregir en adelante las almas. Aquellos muros, aquellos cerrojos, aquellas celdas figuraban una verdadera empresa de ortopedia social.” Michel Foucault. Vigilar y castigar

La revolución arrasó con todo vestigio de la dictadura de Porfirio Díaz, las grandes haciendas fueron expropiadas y convertidas en latifundios, la no reelección quedó establecida en la Constitución, la educación se convirtió, como ya hemos visto en estas páginas, en una tarea impostergable del Estado mexicano, pero en materia de justicia y salud mental se mantuvo la idea de que la cárcel y el manicomio eran los medios de idóneos para aislar al infractor cuando éste representaba un peligro para la sociedad. A esta idea, los posrevolucionarios sumaron una, la de la rehabilitación. Ninguna de las instituciones que el gobierno de Díaz creó para el aislamiento de los transgresores sociales (Lecumberri, La Castañeda, Islas Marías, San Juan de Ulúa) fueron demolidas por los gobiernos posrevolucionarios, sin embargo cabe señalar que sólo uno de esos espacios, Las Islas Marías, que el gobierno de Díaz institucionalizó como penitenciaría en 1905, fue impactada por el mandato del presidente Lázaro Cárdenas, cuando éste en 1939, promovió leyes para que los prisioneros pudieran vivir ahí con sus familiares, lo cual transformó sociológicamente la cárcel; se tuvo que prohibir el ingreso a delincuentes sexuales y psicópatas, construir escuelas, hospital, biblioteca, casas para las autoridades y lugares de esparcimiento como canchas deportivas y cine, convirtiendo,

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involuntariamente, las Islas Marías en un fenómeno antropológico social poco estudiado, que da un giro al concepto de prisión.83 Las Islas Marías representó junto con otros hitos —el intento de legalización de las drogas, la expropiación petrolera, la educación socialista, la reforma agraria y la incorporación de mentes lúcidas de la Guerra civil española a los sectores de salud y educación— parte de los logros del cardenismo, que terminaron por remontar distancia del México porfiriano. No obstante, La Casteñeda y Lecumberri siguieron siendo espacios de confinamiento cuyo personal —higienistas y criminólogos— usaron como grandes laboratorios humanos para poner en práctica las ideas en boga en materia de salud mental y criminalística; los primeros fundamentos de la antropología criminal, el principio de “Intercambio de Locard”84 y la frenología de la que ya hemos hablado son ejemplos de esto. La prisión de Lecumberri (palabra de origen vasco que significa lugar “bueno y nuevo”) fue inaugurada en 1900 por el gobierno de Díaz, y muy pronto rebasó la cifra de reos para la que fue diseñado (de 800 internos iniciales terminó albergando 3800), lo cual devino en la modificación de los espacios originales y en la descomposición paulatina del tejido social.

“El primer requisito para ingresar a la isla es tener un bajo perfil delincuencial, no ser adicto a las drogas, tener de 20 a 50 años de edad, ser condenado con un máximo de 15 años de castigo, no ser discapacitado y estar sano física y mentalmente. Es indispensable es que el interno tiene que estar de acuerdo con su traslado, ser casado o concubino fijo para poder tener a su familia, no haber sido policía o servidor público y tener un perfil socioeconómico medio o bajo.” Medina, Luis Alberto. “Las Islas Marías, prisión con muros de agua” en El Sol de Torreón. 16 mar 2008. https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/338246.las— islas—marias—prision—con—muros%20—de—agua.html) 83

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Siempre que dos objetos entran en contacto, transfieren parte del material que incorporan entre ellos. De ahí se desprenden los rastros que dejan los delincuentes en la escena del crimen.

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En lo que a la arquitectura se refiere, el sistema panóptico fue el punto de partida. Su estructura omnisciente permite a los centinelas resguardarse en una torre central para poder observar cualquier prisionero. Los presos eran recluidos en células individuales en las faldas de la torre. La torre, se vuelve así un ojo divino que vigila, controla y corrige cada movimiento inmiscuido de los individuos. 85

La división estratificó internos de diferentes calibres: carteristas, retinteros, pederastas, violadores, asesinos seriales, presos políticos e infractores menores. Los sediciosos de la “B” no tenían nada que ver con los rateros de la “A” o los homosexuales de la “J” (Jotos), como en una universidad con sus diferentes Facultades, cada grupo dio corpus a su peculiar conocimiento y se sintió orgulloso de su terreno y grupo. Lecumberri terminó por definir y dar sentido de grupo y pertenencia a los desechos de la sociedad. Hubo diferentes intentos por “humanizar” Lecumberri, uno de ellos en 1931 cuando el presidente Emilio Portes Gil, promovió la readaptación del interno a partir del trabajo y la disciplina, pero dichos intentos no lograron disminuir la problemática carcelaria. Lecumberri como espacio amenazante tampoco redujo las estadísticas de asesinatos y delitos. Muy por el contrario, despertó fascinación social. Cuando la nota roja menciona Lecumberri, no deja lugar a dudas que la aplicación de la justicia llegó a un terreno más que temido, intrigante. Decir que el sujeto de marras, afincado en cierta vecindad de la ciudad, dedicado a la actividad de bastero, fue llevado a la delegación por un gendarme, donde se le practicó un examen antropométrico y se le interrogó por

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La cárcel, ideada por el inglés Jeremy Bentham, consistía en un edificio circular organizado en torno a una columna central desde donde la autoridad (los celadores) podían vigilar permanentemente a los prisioneros. Mastreta, Sergio. “El palacio negro de Lecumberri”. http://mundonuestro.econsulta.com/index.php/reportaje/item/el-palacio-negro-de-lecumberri

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elementos de la policía secreta, para luego ser trasladado al Palacio negro de Lecumberri86, tiene ya todo un sentido lingüístico, narrativo y socio cultural.87 Lecumberri reprodujo fundamentalmente el consabido paradigma contradictorio de los higienistas, la rehabilitación junto con el prejuicio de la criminalidad genética y por lo tanto incorregible. Detrás de ese paradigma y de la búsqueda de rehabilitación, persistió la idea de que los individuos debían ser castigados, y junto con la privación de la libertad, se amalgamaron más crímenes, injusticias y delitos dentro de ese espacio físico destinado a los transgresores; la sentencia, la condena, la violación de los derechos humanos, todo junto se sumó al mismo viejo modelo de condena al transgresor. El suplicio. “Una pena para ser un suplicio debe responder a tres criterios principales: en primer lugar, ha de producir cierta cantidad de sufrimiento que se puede ya que no medir con exactitud al menos apreciar, comparar y jerarquizar. La muerte suplicio es un arte de retener la vida en el dolor, subdividiéndola en “mil muertes” y obteniendo con ella, antes

“Sus pesados muros de acero forrados de piedra juegan parte en un hundimiento constante que sólo se contrarresta con la levedad de las promesas que éstos encierran; el color negro —que absorbieron del canal de desagüe que los colindaba durante su construcción— se volvió metáfora para la percepción que tenían, quienes se encontraban fuera de sus muros, acerca de las operaciones que sucedían en sus adentros. Estos muros ennegrecidos contuvieron celdas, talleres y pasillos que, a su vez, configuraron las siete crujías que se disparan desde un centro alguna vez ocupado por una imponente torre de acero erigida como guardián que veía todo lo acontecido en el palacio. Tal fue la intención panóptica con la que se diseñó este lugar, donde todos los elementos estaban distribuidos para hacer sentir al inquilino que vivía sujeto a una constante observación. (…) El Palacio de Lecumberri era —y sigue siendo— un lugar penitenciario. Dicho lugar fue el resultado de la intención y del discurso; y contribuyó —pero no definió— a las prácticas que hicieron de dicho lugar un espacio.” Brinkman-Clark, William. “El Archivo Negro. Operaciones penitenciarias y archivísticas en el Palacio de Lecumberri” en Historia y Grafía, núm. 38, 2012, pp. 128—169 Departamento de Historia Distrito Federal, México, p. 4. 86

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Exhibían películas inmorales. La policía judicial descubrió ayer un antro de vicio donde se exhibían películas inmorales a jóvenes escolares, quienes pagaban cinco pesos la entrada. El centro de vicio de referencia estaba amparado por una supuesta librería que se encuentra ubicada en la casa número treinta y nueve de la calle Puente de Alvarado, de la cual es propietario Juan Dueñas, y encargada Consuelo Ibarra Carbajal, quien fue enviada a la Penitencial. Al dueño no se le ha encontrado para enviarlo también a “veranear” al “palacio de Lecumberri”. El Informador. México, 04 de diciembre de 1950.

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de que cese la existencia, “the most exquisite agonies”. (…) El suplicio descansa sobre todo en un arte cuantitativo del sufrimiento. (…) El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga.”88 Entre los presos célebres de Lecumberri los anales reportan a Francisco Guerrero Pérez “El Chalequero”, que a finales de siglo XIX asesinó a 20 prostitutas en la Ciudad de México, fue uno de los primeros delincuentes estudiados bajó la óptica de la frenología, retratado como analfabeta, con evidentes muestras de decadencia social, inteligencia subnormal, ascendencia indígena y aspecto simiesco. Pancho Villa, caudillo de la revolución, preso en 1912 por insubordinación, desobediencia y robo, a punto de ser fusilado recibió el indulto. Su abogado le proporcionó seguetas para limar los barrotes, pero fue descubierto, poco después, disfrazado de doctor, consiguió escapar de Lecumberri. Ramón Mercader, asesino de León Trotski en 1940, cumplió una condena de 20 años en Lecumberri. William Burroughs, escritor norteamericano, estuvo 13 días en el Palacio negro en 1951 por dispararle a su esposa un tiro en la frente, al querer apartarle una manzana que tenía en la cabeza replicando la hazaña de Guillermo Tell. Otros nombres célebres que figuran en los anales de Lecumberri son los del poeta Álvaro Mutis, el escritor José Revueltas y el muralista Alfaro Siqueiros, pero de entre todos ellos uno cobró popularidad en la nota roja, Gregorio “Goyo” Cárdenas, del cual hablaremos más adelante.89

88

Foucault, Michel. Vigilar y castigar, nacimiento de la prisión. Siglo XXI Editores, Argentina: 2002, p. 34. Raúl Fraga Juárez propone los siguientes casos paradigmáticos de presos de Lecumberri, “El asesinato de León Trotsky (20-VII-1940), las mujeres que mató e inhumó clandestinamente “Goyo” Cárdenas (1942), 89

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En suma, mientras las Islas Marías representó un raro espacio de transformación penitenciaria, Lecumberri fue el sitio donde los sueños de los higienistas se derrumbaron porque, como en gran parte de las cárceles del mundo, primó la escuela del crimen; el submundo carcelario causó intriga y por lo tanto avidez de saber de él a través de las páginas de la nota roja. (Ilustraciones 20, 21, 22, 23).

el homicidio de los hermanos Ángel y Miguel Villar Lledías (23-VIII-1945), el secuestro de Fernando Bohigas (4-X-1945), la demencial crueldad del homicida Higinio “El Pelón, Sobera de la Flor (1952) y “Las Poquianchis” en los años 60. Fraga Juárez, Raúl. “Medios de comunicación y cobertura del delito” en Los desafíos de la seguridad pública en México. Instituto de investigaciones jurídicas. Serie doctrina jurídica. No. 120. UNAM, México. p. 56

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Ilustración 20. Penitenciaria Las Islas Marías

Ilustración 21. Fachada de la cárcel de Lecumberri

Ilustración 22 El pintor David Alfaros Siqueiros en Lecumberri

Ilustración 23. (homosexuales).

Presos

en

la

85

crujía

J

El manicomio de La Castañeda90 no fue menos significativo como sitio de aislamiento. Abrió sus puertas el mismo año en que estalló la revolución (1910) y cerró el mismo en que aconteció la matanza de estudiantes de Tlatelolco (1968). Inaugurado por Porfirio Díaz como uno de los últimos logros de su gobierno en términos de salud y orden social fue cerrado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz como signo de oprobio y decadencia, en ese lapso de 58 años se convirtió en el espacio que simbolizó el entusiasmo de los alienistas por comprender y delimitar los márgenes de la locura y el lugar donde fueron puestos los individuos considerados alienados no sólo por su comportamiento, sino para librarse de sujetos cuya ideología se desmontaba vía de acusarlos de demencia. Además de esto la Castañeda fue la proyección y prolongación de una ciudad en constante y disparatado crecimiento poblacional, y de un Sistema al que se le fue de las manos la diferenciación entre locura, delito y hambre. Documentos de la época nos hablan de mujeres detenidas y encerradas en el manicomio por vestir de rojo a mediodía, de niños de la calle, de indígenas a los que, al no hablar español, se les clasificaba como dementes

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Este hospital estuvo poblado de niños, delincuentes, ancianos, alcohólicos, drogadictos y prostitutas. De acuerdo con el Reglamento de 1913, los enfermos estuvieron distribuidos en las siguientes secciones: el Pabellón de los Distinguidos. La Castañeda estuvo poblado por niños, delincuentes, ancianos, alcohólicos, drogadictos y prostitutas. De acuerdo con el Reglamento de 1913, los enfermos estuvieron distribuidos en las siguientes secciones: el Pabellón de los Distinguidos recibió a pensionistas de primera clase, sin distinción de padecimientos; el Pabellón de Observación, era destinado a indigentes y pensionistas de segunda y tercera clase, que permanecían el tiempo necesario para su clasificación; una sección especial se reservaba a los toxicómanos; el Pabellón de Peligrosos albergó a los asilados violentos, impulsivos o agitados, también resguardaba a los presos cuya seguridad no podía garantizar. Además existían los pabellones de Epilépticos, de Imbéciles y de Infecciosos; en esta última sala fueron canalizadas las prostitutas. Tal parece que el manicomio de los años revolucionarios de México albergó a los homosexuales, enfermos venéreos y toso aquellos que postergaban la razón en aras a las demandas de la pasión. Ríos, Guadalupe. "La Castañeda", en http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/lacastañedarios.htm, 2003. Las autoridades definieron la locura como una enfermedad que distorsionaba el funcionamiento de la mente, quienes la padecían manifestaban incoherencia en el lenguaje y desequilibrio humoral expresado en los desórdenes físicos del cuerpo. Un caso es el de Sara Santos, detenida en la calle de Mesones, en 1910: Mujer de 18 años de edad, mexicana, detenida por vestir de rojo y medias acanaladas negras, blusa de satín blanco, desgarrado por el frente, dando un espectáculo inmoral, pues se asomaban los pechos. AHSS Manicomio General Expedientes Clínicos, 1910, p. 58-59 apud Ríos, Guadalupe. Op cit.

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por rezago cultural, esto reforzado por los conceptos de la frenología del alemán Franz J. Gall, que partía del supuesto de que ciertos perfiles raciales o anatómicos (la forma del cerebro, las cejas, los ojos, el mentón) revelan la mente pervertida y mórbida.91 La construcción de La Castañeda estuvo a cargo del ingeniero Porfirio Díaz (hijo del presidente) y de notables médicos como Eduardo Liceaga y el psiquiatra Miguel Alvarado, por lo que se consideraron escrupulosamente tanto valores estéticos como funcionales y clínicos. De primera instancia, La Castañeda fue un conjunto de edificios de un magnífico diseño arquitectónico estilo francés, con amplios jardines y generosos espacios, que tuvo el propósito de tratar los diferentes tipos de demencia bajo una óptica humana y científica. Había tres intenciones primordiales: aislar, diagnosticar y de ser posible curar. (Rehabilitar como en el caso de Lecumberri, postulado de los posrevolucionarios.) Los territorios de razón y locura fueron definidos por la psiquiatría y traducidos por la sociedad en una serie de prejuicios, rumores, miedos y certezas; miedos reforzados por la nota roja y la divulgación de los estudios que hablaban de la peligrosidad de los locos y de lo hereditario.

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Cesare Lombroso, médico criminólogo, italiano (1835-1909) fue quien más acusó las teorías de la frenología, donde el criminal es “culpable nato”, lo cual fue explotado en la nota roja a pasto: “El delincuente nato es un sujeto que no evolucionó. Se puede comparar con un salvaje al cual le gusta tatuarse, es supersticioso, le gusta los amuletos y prefiere los colores primarios. Es comparable con los niños, los cuales están en una etapa anterior, reaccionan, pues de una forma infantil, no tienen control adecuado sobre sus emociones y coinciden principalmente en: venganza, celos, mentira, falta de sentido moral, escasa afectividad, ocio, flojera, vanidad, juego e imitación. Estos son sus rasgos físicos: 1. Frente huidiza y baja 2. Gran desarrollo da arcadas superficiales 3. Asimetrías craneales 4. Altura anormal del cráneo 5. Fusión del hueso atlas 6. Gran desarrollo de los pómulos 7. Orejas en asa 8. Gran pilosidad 9. Brazo superior a la estatura y otras características psicológicas, biológicas y sociales como insensibilidad al dolor, zurdería, frecuencia de suicidios, inestabilidad, vanidad en general y celos. Lombroso, Cesare. Atlas criminal. Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses y Escuela de Criminología de Cataluña. Valladolid: 2006, p. 3. 87

La homosexualidad, la prostitución, la infidelidad, la epilepsia que “de la nada” arrojaba a un individuo al suelo preso de convulsiones, fueron síntomas de demencia. El término locura moral abarcó un amplio espectro de conductas que preocuparon al Estado, pues desde una óptica positivista la sociedad fue vista como un organismo semejante al cuerpo del hombre; la gangrena podía comenzar en cualquier sitio y propagarse al resto del organismo vivo; hay lugares “del cuerpo” más sensibles que otros, aquellos donde la enfermedad, merced a la falta de oxigenación de las células hace estragos, por ejemplo en el apretado hacinamiento de un cuartucho de vecindad, en las pulquerías inmundas y en los cabarets de quinta. Visto así, como cualquier otra enfermedad, la locura podía ser contagiosa y el miedo al contagio se traducía en la observancia del recato en la mujer, los rasgos físicos, los antecedentes familiares. No había mejor antídoto que el pudor moral y saber de dónde provenía el apellido, no en un sentido de linaje sino de sana ascendencia y rectitud moral. “Es de buena cuna” “Viene de buena familia”, eran expresiones que se empleaban más en ese sentido. Thomas, S, Szasz, en su ensayo, La fabricación de la locura, cita tres elementos de juicio para dictaminar los efectos de la brujería en la época de la Inquisición y los extrapola al tema de la locura en el siglo XX. 1) Protectores y enemigos internos de la sociedad, 2) proceso de identificación del malhechor y 3) proceso de demostración de la culpabilidad del malhechor. En la Inquisición, nos dice Szasz, el malhechor era la bruja y el inquisidor el protector de la sociedad, en la modernidad el malhechor es el loco y el alienista el protector. Si se nos pregunta cómo es posible saber si una enfermedad ha sido causada por brujerías o por un defecto físico natural, responderemos que en primer lugar débese acudir al juicio de los doctores… Por ejemplo, los médicos pueden deducir de circunstancias tales como la edad del paciente, lo saludable de su complexión y la reacción de sus ojos, que su

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enfermedad no deriva de ningún defecto de la sangre o del estómago o de otra dolencia natural; por lo tanto, podrá juzgar que no se debe a ninguno defecto natural, sino más bien a una causa extrínseca. Y puesto que dicha causa extrínseca no puede ser una infección venenosa, que iría acompañada de malos humores en la sangre y el estómago, tiene fundamento suficiente para decidir que se debe a la brujería 92.

En el México posrevolucionario señalar al loco no era complicado, el núcleo familiar o social podían hacer ese primer diagnóstico a “ojo de buen cubero” o por la rareza de su comportamiento (la divorciada quejumbrosa, el padre taciturno, el desempleado que deambula por los parques), pero era el alienista quien tenía la autoridad para determinar hasta dónde se trataba de locura y hasta donde de un comportamiento inofensivo. Su función y su jerarquía se tornan sumamente valoradas y reconocidas en la sociedad. Al psiquiatra se le cita en los juicios para diagnosticar y de su ojo experto sobre el territorio corporal del otro: rasgos anatómicos, un tic nervioso, una palabra emitida, depende su sentencia final que pone al individuo en la libertad de la urbe o en el confinamiento del manicomio de la Castañeda. 93 La bruja, siguiendo en la línea de Szasz, tiene su condena en la hoguera, pero en el siglo XX no sé puede quemar a un loco, lo que procede es extirparlo del organismo social, donde no perturbe, porque a fin de cuentas la perturbación es lo inquietante. Los perturbados hablan de más, actúan de más, intentan —como las brujas— subvertir las normas y confundir a la sociedad. Lo que necesita el loco, se dice, es silencio.

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Szasz, Thomas S. op cit. (1981), p. 22.

“El psiquiatra Gregorio Oneto Barenque recorrió diferentes prisiones de la capital mexicana para ver a los internos fumar marihuana y analizar los efectos que ésta producía. Además, asesoró a Juan Bustillo Oro en la realización de la película El hombre sin rostro (…) y fue ampliamente conocido por la sociedad mexicana en septiembre de 1942 por haber sido el primer psiquiatra en analizar detalladamente al muy famoso multihomicida Gregorio Cárdenas Hernández, Goyo.” Ríos Molina, Andrés. “Un mesías, ladrón y paranoico en el manicomio la Castañeda. A propósito de la importancia historiográfica de los locos” en Estudios de Historia Moderna y contemporánea de México. no. 37, enero—junio, 2009, p. 72. 93

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En este sentido los perturbados son variopintos, pero no el espacio donde deben ser confinados, así se llamen dipsómanos, licenciosas, indigentes o amorales, para eso está el Manicomio general de La Castañeda. Szasz remonta el origen de ese confinamiento colectivo al siglo XVIII. La Salpetriere es, en 1778, el hospital más grande de París y quizá de Europa (…) Recibe a mujeres y muchachas gestantes, a nodrizas y a sus niños lactantes; a niños varones comprendidos entre los siete y ocho meses de edad y los cuatro o cinco años; a muchachas jóvenes de cualquier edad; a ancianos y ancianas casados; a lunáticos delirantes, imbéciles, epilépticos, ciegos, lisiados, afectados de empeine, incurables de todo tipo, niños afectados de escrófula94, etc..., etc… (…) Repasando cuidadosamente esta escena, George Rosen afirma sin paliativos que “el individuo era encerrado básicamente, no para recibir cuidados médicos, sino para proteger a la sociedad y prevenir la desintegración de sus instituciones.95

En conclusión, el manicomio de La Castañeda terminó por ser “el cajón del sastre” donde cupo todo aquello a lo que se le podía atribuir el calificativo de loco, cuyo significado se amplió a transgresor moral y legal. De esta manera se intentó que ese espacio hiciera del “loco” un ser inexistente, albergando entre sus muros a indígenas que escapaban de la posibilidad de la mestizofilia, a mujeres acusadas por sus maridos de disolutas, huérfanos, desempleados, ancianos, infractores menores, adolescentes

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Tuberculosis. Szasz, Thomas S. op cit. (1981), p. 28. 90

rebeldes, etc. Todos ellos se volvieron invisibles en la Castañeda, acaso seres efímeros de la nota roja.96 97 98 99 Una vez adentro del manicomio, sus vidas quedaron atrapadas en la exclusión, pero aún ahí el “organismo” gangrenado produjo una serie de testimonios y vivencias que sobrepasaron las dimensiones de los estudios de los alienistas. Muchos de esos testimonios se conservan en las cartas de los internos. Y todo parece indicar que los locos de la Castañeda no tenían la razón, pero seguían vivos. “No sé ni su nombre ni he querido averiguarlo, sólo sé que una fuerza magnética arrebatadora, me lleva hacia usted. Al mirar fijamente sus lindos ojos siento estremecimientos que agitan las fibras de toda mi alma y pasa sobre mí una luz misteriosa, acariciadora que me sume en ignorados éxtasis de pasión.”100

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Escaparon de La Castañeda colgándose de una gran altura. Del manicomio de La Castañeda, cercano a esta metrópoli, se fugaron hoy tres enajenados, que se encontraban ahí en el Departamento de peligrosos, y los cuales se descolgaron con ayuda de unas sábanas, desde una altísima ventana del edificio. Dichos enajenados se internaron parce, en esta metrópoli, por diversos barrios, y esto ha causado pánico, por temerse que vayan a cometer atentados, lo cual no es remotamente, por tratarse de locos furiosos. El Informador. México, 30 de enero de 1922. 97

Al ser llevado al manicomio de La Castañeda un loco particular, le quitó la macana al loquero y con ella le dio tal entrada de trancazos que le dejó por muerto en el camino. Si lo supieron los demás locos del manicomio, han de haber batido palmas. El Informador. México, 02 de febrero de 1934. Facilitaron la fuga de “Goyito”. Se informa que la responsable de la fuga de Gregorio Cárdenas Hernández, estrangulador de cuatro jovencitas a quienes trataba como novias, recae exclusivamente sobre el juez licenciado Carlos Espeleta y sobre todo en el director del manicomio de Mixcoac (Castañeda), doctor Leopoldo Salazar, Viniegra, en atención a que el primero no exigió de las autoridades del manicomio una vigilancia especial sobre el torvo, criminal, y a que el segundo extremó atenciones hacia el mismo hasta el grado de permitirle todas las noches que saliera a la calle sin ninguna vigilancia. Los informes recabados dicen que no hubo tal fuga de “Goyito, sino que una de tantas noches no regreso su de sus paseos nocturnos. El Informador. México, 02 de febrero de 1934. 98

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Volvió a la Castañeda el Chango Casanova. Nuevamente será internado en el manicomio la Castañeda, el que fuera magnífico boxeador Rodolfo Casanova, quien se ha venido agravando en estos últimos tiempos, de su locura. Desde que salió del manicomio Casanova, no ha hecho mas que beber, hasta tal grado que ha perdido totalmente la razón. El Informador. México, 26 de abril de 1936. 100

Carta de un demente del pabellón de furiosos a una del de tranquilos, para invitarla a salir al cine, apud Adrés Ríos Molina. Op. Cit. p. 85.

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Ilustración 24. Entrar de niño a la Castañeda

Ilustración 25. Hacerse adolecente en La Castañeda.

Ilustración 26. Envejecer en La Castañeda.

Ilustración Castañeda.

Ilustración 28. El “poeta” de La Castañeda.

Ilustración 29. Los “niños locos” de la Castañeda.

27.

Fachada

de

la

Ilustración 30. Luz en la Castañeda101

Ilustración 31. Las “bondades” del progreso

“El caso de Luz. Ella tuvo dos ingresos. La primera vez tuvo lugar el 26 de agosto de 1920 cuando apenas contaba con 17 años, y sólo estuvo dos meses. En cuanto a sus antecedentes, quedó registrado lo 101

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siguiente en la historia clínica: ‘El padre parece haber sufrido ataques epilépticos y murió atropellado por un tranvía. [A ella] le gusta el vino y ha tomado en ocasiones hasta embriagarse. La enfermedad comenzó con excesos del carácter y luego en extravagancias cada vez más extraordinarias hasta llegar a intentar tirarse a la vía para que la matara el eléctrico’. A los 15 años ingresó a la Escuela Comercial donde conoció a Jorge Ferreira, quien solicitó a los familiares de Luz formal permiso para frecuentarla como novio oficial. A Jorge le escribió varios poemas desde el Manicomio: ‘Cuando reina la media noche y la triste calma fúnebre me sorprende cerca muy cerca de ti, dulce amado, se me revela la triste historia que se refiere a los bellos y locos desvaríos de un alma que apasionada y abrazada de un amor ardiente se encuentra separada de su único amor sobre la tierra’. Luz declara, al médico autoridades del manicomio: “No sé si por ese sentimiento perdí el sentido, me puse hecha una imbécil. Como dos meses después seguí en los bailes del Palacio del Mármol, el Gato Negro y el Lux y por último me envicié en ir al Paris Cabaret. (…) Fui el mes octubre a ver una partera y me dijo que estaba enferma, después fui al Consultorio Público que está en San Lázaro y me dijo el doctor lo mismo. Luego usted, Dr. Iturbide, dice que no y me felicitó, pues bastante desgracia sería que siendo una mula, hoy tan brincona, tuviera yo un hijo no sé para qué diablos, sería castigo de Dios’ (Rivera Garza, 2008: 35).Rivera Garza, Cristina

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4. CINE MEXICANO Y NOTA ROJA

Hemos venido mencionando al cine como un espacio que, junto con la nota roja, moldearon al mexicano a partir del periodo posrevolucionario. Ahora nos ocuparemos de ejemplificar de qué manera se dio esto y de destacar su papel en la articulación que junto con la sociedad jugó en la transmisión de valores y en las pautas de conducta de una sociedad ávida de entretenimiento y personajes que la representarán.

A partir de los años treinta dos son los escenarios primordiales en el cine nacional. Ciudad y campo. Las ciudades escenifican el buen vivir, pero también son los escenarios donde los valores morales se relajan y el alma del individuo puede corromperse, mientras el campo expresa la “querencia de la tierra” atemporal o límbica, pues se ocupa de contar una vida sufrida de los peones a causa de los amos, como si la etapa pre revolucionaria siguiera existiendo y sin mencionar que aquello que se nos cuenta pasó veinte años atrás.

El cine se ocupó de promover el sometimiento a una moral impuesta y necesaria para la consolidación de una clase media incorporada en una tradición patriarcal; la visión del ascenso social, devenida de la modernización del país, era también inevitable. El género por el cual está “guía de comportamiento social” se difundió fue el melodrama, el cual presentaba como telón de fondo edificios y callejones; lugares donde los personajes se encontraban marcados por una importante influencia católica, la cual limitaba el actuar del individuo, aleccionándolo de esta manera sobre las buenas costumbres. En la vida real se trataba de llevar a cabo el modelo capitalista que todavía no se afianzaba como sistema de vida, sino que por el contrario, ganaba terreno a manera de modelo económico que se imponía por la fuerza en contextos dados y en diversos grados de explotación; México trató de todas las maneras posibles, económica y socialmente, de integrarse a la economía mundial, teniendo como influencia directa la economía estadounidense. Para divertir a las 94

crecientes masas populares, la ciudad debió dar espacio a cuatro mil cantinas, un número similar de cabarets, sin olvidar los doscientos prostíbulos y casas de citas que iban en aumento con la recién surgida clase media, el cine fue uno de esos espacios y sus temáticas se ocuparon de mostrar a los especímenes de la sociedad desde un punto de vista maniqueo.

A partir de la demanda de este sector de la población; clase media y en menor medida, obrera, era de esperarse que algunos de los temas principales en la producción cinematográfica de la época estuvieran dirigidos esencialmente a moldear sus perfiles, centrándose en la consolidación de un modelo de familia: padre proveedor, madre abnegada, hijos obedientes, es decir la gran familia mexicana cuya unidad podía verse en peligro por seres corrompidos como la mujer pérfida, el hampón y los ricos que “tenían dinero pero les faltaba corazón.”

Santa (1931) es la primera que inaugura la saga de mujeres pérfidas. Al principio de la cinta, en unas cuantas imágenes vemos en Santa las virtudes de un México provinciano donde la faena cotidiana, la humildad y el respeto representado por modales recalcados conviven en una armonía bucólica y apacible, hasta que Santa pierde su virginidad con un general que va de paso por el pueblo. Carente de la figura paterna, los hermanos de Santa son quienes reciben la vergüenza del deshonor al enterarse que su hermana cedió a los caprichos del general. Enseguida comienza el viacrucis de Santa, que vende su cuerpo en una casa de prostitución de medio pelo, donde presenciamos el primer desnudo en el cine nacional cuando, en una secuencia de prostitutas que ríen alcoholizándose, unas manos masculinas le arrancan la blusa a una de ellas, dejándole expuestos los senos.

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Santa termina en un prostíbulo de quinta, de donde es echada cuando se enferma. Su enfermedad es tan reprochable que ni siquiera puede mencionarse: “lo que padece la señora es un cáncer tremendo, sin cura”, dice el médico, aunque es obvio que se trata de la temida e innombrable sífilis, que en los años treinta seguía siendo tratada con vapores de mercurio y salvarsán —la penicilina se usó en 1946— y que en casi todos los casos era mortal. En el entresijo de la vida licenciosa y trágica de Santa se cita en contraposición la figura de la madre abnegada, que está en un escalón superior, casi metafísico, gracias a toda una vida de renunciación como mujer. Los hermanos vuelven a buscar a Santa para decirle: “madre ha muerto anteanoche (…) Madre te bendijo. Pobrecita, antes te llamó (…) Si madre por ser madre tuya también, no te maldijo, nosotros sí.” A lo cual uno de los amantes de Santa reafirma: “Tiene usted razón en apesadumbrarse, Santita, la madre es lo más sagrado que tenemos en el mundo, cuando muere nos parte el corazón en dos pedazos. No vuelva a casa de Elvira (la Madame) recójase en un hotel, rece mucho por su madrecita, y pídale por su alma a la virgen de la Macarena.” Santa sólo ha tenido tres posibles redenciones, la primera es haberle hecho caso a un hombre bueno, Hipólito, que supo salir adelante pese a su orfandad y ceguera, la segunda haberse comportado como su madre abnegada y la tercera que ocurre al final de su drama; darse cuenta de que dejó pasar las dos primeras oportunidades, así que antes de morir agradece y reconoce el valor de Hipólito y evoca a la madre en su lecho de muerte: “júrame (Hipólito) que tú me enterrarás en mi pueblo, Chimalistac, lo más cercano que se pueda de mi madre.” Hipólito cerrará aquel viacrucis con palabras que parecen transmutar a la mujer pérfida hacia su redención: “Santa, Santa, Santa madre de Dios…”

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Una segunda protagonista que habla de la mujer pérfida es Rosario. (La mujer del puerto 1934). Al igual que Santa, Rosario pierde la virginidad con un hombre que no piensa casarse con ella. Y también de la misma forma su iniciación sexual acontece en un campo lleno de flores, representación del paraíso del que luego es expulsada. De nueva cuenta, el deshonor recae en una figura de autoridad masculina endeble, en este caso el padre de Rosario, viejo, enfermo y pobre, que con sus últimas fuerzas se levanta de su lecho de muerte y trata de ir a cobrar su honor mancillado, pero lo que consigue es que el burlador de su hija lo arroje por las escaleras de la vecindad y lo mate. No será la búsqueda de justicia el leitmotiv de la trama —el asesino no vuelve a salir en toda la película—, sino mostrar las consecuencias del desliz de Rosario. La pérdida de la virginidad y la falta de protección masculina son siempre el caldo de cultivo de desgracias que no tienen fin en el tratamiento de la mujer que pierde el honor. Pocos son los lazos que se le pueden tender a una mujer que “no supo guardarse”, para Santa el amor de un ciego desexualizado y más cercano a la figura de un mártir: “me sé todo el martirologio” dirá Hipólito. Para Rosario la de un viejo que intenta comprar su cuerpo: “te quiero bien, Rosario, pasión de viejo…” Mientras más carga sexual hay en la mujer, menor posibilidad de redención tiene. Santa siempre guardará cierto candor, pero Rosario muestra desde el principio una fuerte sensualidad y en el clímax de su perdición, después de un elaborado juego de seducciones con un marinero, descubre que éste es su propio hermano. La locura y el suicidio son el final de Rosario, donde no cabe siquiera una tumba, unas palabras de perdón o la evocación de la madre. Mezcla de la influencia del cine norteamericano y como un subproducto nacional, nace la figura del hampón mexicano de los años treinta. A diferencia de los Estados

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Unidos, en México no existe una Ley Seca ni una diversidad idiomática, racial y religiosa que contraponga en todos estos sentidos a los habitantes de la nación (italianos católicos, alemanes luteranos, judíos ortodoxos, etc), que delimiten territorios y se vuelvan enemigos públicos número como los de la Cosa Nostra. El cine lo personificó con menos trazo de realidad que a la prostituta, al campesino y al pelado de barrio, e hizo de él una rara mezcla de mexicano y gánster estadounidense. La primera película que habló de él fue Marihuana, el Monstruo verde (1936) de José Bohr. La cinta comienza con una serie de hombres y mujeres fumando marihuana, ansiosos o hilarantes, y después da cuenta de un periplo policíaco de corte de cine negro, en el que el investigador Raúl Devoto es atrapado por la banda de traficantes llamados Monstruos Verdes que lo vuelven adicto a la heroína y una vez convertido en vicioso, su jefe. El adicto se convierte en un ser más cercano a un converso irracional o al muerto viviente del cine gore, pues una vez probado la droga transforma drásticamente su personalidad. De las drogas y sus efectos, la cinta hace hincapié en el hecho de la adicción y revela información escueta, como que “la marihuana mezclada con peyotina” tiene un efecto desastroso sobre el sistema nervioso.” Junto con la historia central corre una subtrama en la que subyace el racismo hacia los chinos, éstos aparecen como dueños de un antro mitad tetería mitad salón de baile, al que acuden policías y hampones. Uno de los traficantes, que en el fondo es bueno, se enamora de la hija del dueño del antro, quien se hace llamar Chinito Li y que, constantemente, se comunica a través de proverbios que pretenden sabiduría oriental, pero que se mezclan con la caricaturización del chino torpe en el manejo del lenguaje español y un tanto simplón en su humor.

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El enamorado en cuestión sostiene un debate en defensa de la joven china y cuando otro mafioso le dice: “¿Ya viste a la china?”, él responde: “cállate, no es china. Medio china. ¿Y qué importa que sea china?, si tiene el alma blanca.” Aun el chinito Li se convierte en un personaje que nos recuerda el papel de la mujer en la sociedad y el cuidado que se debe poner en su conducta, cuando en uno de sus proverbios supuestamente oriental nos dice: “secreto que guarda mujer es como mancha de aceite, cada día se desparrama más.” En este género gansteril, como en aquel donde hemos visto que la redención de las pérfidas está estrechamente ligado a la contraposición de la madre abnegada, el detective enviciado por la mafia, Raúl Devoto, antes de morir dice como sus últimas palabras: “madre, tengo frío”, palabras que lo dignifican y cobijan en la figura protectora y redentora de la madre mexicana. Tanto Santa como Rosario y Raúl Devoto (nombres todos del santoral católico) representan una muestra de esos personajes trágicos mexicanos, que unas veces el cine y otros la nota roja ponen en relieve y viven en el imaginario colectivo como una mezcla de realidad y ficción. Los tres han dado un traspié irremediable, las mujeres por liviandad, los hombres por infortunio. Un último punto a considerar de Marihuana, el monstruo verde, es lo referente a las técnicas de la policía para hacer confesar a los hampones. Además de los interrogatorios habituales, hay una que sin más es la tortura y se narra como un hecho absolutamente normal durante la película. La secuencia al respecto resulta poco entendible en cuanto al sórdido método para infringir dolor y hacer confesar al hampón. De alguna manera, los policías le aplican a éste un “algo” que lo va haciendo perder peso corporal hasta llevarlo a un grado que puede costarle la vida. Nadie pone en tela de juicio

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los métodos de la policía, pues el propósito ulterior es loable: acabar con los monstruos verdes, porque como bien dice dos veces uno de los personajes, al principio y al final de la película: “el asesino mata la carne, éstos (los traficantes) matan el espíritu mientras destruyen la carne. Y la muerte moral es la más horribles de las muertes.” Otras películas que consideran el tema del gánster mexicano son las dirigidas por el director gallego afincado en México, Juan Orol, al que se le calificó como un surrealista involuntario al producir cintas estrambóticas sobre un gansterismo mexicanizado, con trabajos como Los misterios del hampa (1945) el Reino de los gánster (1947) Gánster contra charros (1947), Cabaret Shanghái (1950) y Antesala del crimen (sindicato de la muerte) (1956). En su prolífica produccción —37 películas que abarcan de 1935 a 1979— Orol también narró a la Madre abnegada y a la mujer pérfida en, Madre querida (1935), La mesera coja del café del puerto (1947) y Secretaria peligrosa (agente internacional) (1957). El cine narró hasta la saciedad la vida del héroe popular, sus vicisitudes y aspiraciones, las primeras tienen que ver con la pobreza y el rechazo de los pudientes; la vecindad parece una prolongación de lo rural y el que sale de ella se ataranta en el caos citadino o es confundido con ratero en las zonas ricas. (Nosotros los pobres 1948, Ustedes los ricos, 1948, Ismael Rodríguez). Las aspiraciones tienen que ver con el amor sincero del muchacho trabajador y la muchacha honesta y virginal. No es fácil precisar hasta qué punto el cine generó tal realidad con la creación de héroes inexistentes, pero lo cierto es que al retomar las vecindades le dio espacio sentimental al patio con sus tendederos, que podían albergar los sueños de la gente común, a la que el celuloide y sus prototipos (Pedro Infante, Tin Tan, Cantinflas, David Silva,

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Javier Solis) convencieron de que sus sufrimientos y pobreza lo dignificaban y tal vez tendrían recompensa. ¿Qué mayor prueba de ello que el hecho verídico de que algunos de los cantantes famosos habían salido de esos mismos espacios? Una representación de esto es la escena final de Ustedes los ricos, cuando al patio en el que los vecinos han puesto una gran mesa en la que la comida abunda aunque sea de pobre (frijoles, tortillas, aguas de frutas), llega de luto doña Charito, la mujer rica cuyo malogrado hijo causó males a los humildes: “Por favor, déjenme entrar, estoy muy sola con todos mis millones, y vengo a pedirles, por caridad, un rinconcito en su corazón, ustedes que son valientes, y que pueden soportar todas sus desgracias porque están unidos, ustedes los pobres que tienen un corazón tan grande para todos, denme un pedacito, ustedes que son buenos.” A lo que el héroe de barrio responde: “Pásele señora, ahora no entró usted con los pesos por delante. Entró con una pena y el corazón en la mano. Ora sí es de los nuestros...” Si bien el cine negro no produjo una tradición del género en México, sí que estableció el interés por relatar hechos criminales e influenciar en la redacción policial de los periódicos y en producir una narrativa basada, en hechos o protagonistas reales. Así, surgen las revistas Historias de Lecumberri. Detectives (1932), Seguridad Pública (1939) y el Magazine de Policía (1939), que podríamos definir como un modelo de novela de detectives “a la mexicana”.

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EVOLUCIÓN DE LA NOTA ROJA Hemos venido sosteniendo que los personajes de la nota roja se generaron en el contexto posrevolucionario, sin embargo, han pasado ya más de ochenta años de ese origen. Muchos de esos personajes no existen más: pachucos, pelados y gendarmes forman parte de la Historia de México, así como también se han modificado los escenarios de esparcimiento y catarsis social; primero las discotecas y luego los antros tomaron el lugar de los cabarets, la Lucha libre no tiene la presencia de antaño y si bien las vecindades siguen existiendo, muchas de las prácticas sociales que sus habitantes ejercían se han visto modificadas por los cambios en el panorama socioeconómico. En cuanto a los espacios de aislamiento y castigo: el manicomio de la Castañeda y la cárcel de Lecumberri, fueron demolidos. La policía secreta también desapareció y en su lugar han ido surgiendo y desapareciendo otras corporaciones que, además, se encuentran bajo la lupa de Derechos Humanos; la tortura es un acto reprobable al menos en tinta y en papel. El mestizaje como alma de la nación y la eugenesia que se permeaba en la adjetivación y clasificación de los entes sociales de la nota roja han quedado rebasados. Pese a todo esto, la nota roja sigue existiendo. Si bien algunos periódicos como Alarma!, dedicados enteramente a ella han desaparecido, otros como La Prensa continúan publicando ese mismo tipo de noticias. Pero cabe señalar que a lo largo de los años se ha ido perfilando un segundo tipo de nota roja al que podríamos calificar como moderada porque no carga las tintas en la sangre ni la violencia, sino en el hecho general del delito o bien da a conocer una noticia relevante sobre la captura o muerte de algún narcotraficante. Para motivos de esta investigación llamaremos al primer tipo de nota roja clásica y al segundo moderada.

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Es importante señalar que el tiraje de los periódicos se ha visto notablemente afectado por el surgimiento de Internet y que sería adecuado considerar el número de ejemplares vendidos en función del contraste entre unos periódicos y otros, más que asociar cantidad a impacto social. Hemos clasificado como presencia alta cuando la nota roja representa la sección primordial del periódico, media cuando aparece al mismo nivel que otras secciones y baja cuando apenas ocupa un espacio; los criterios de presencia alta corresponden a una media entre el uso de páginas centrales, tamaño de las fotografías y posicionamiento en titulares de primera plana. La siguiente es una tabla comparativa en la que podemos apreciar el alcance actual de la nota roja en los periódicos de mayor circulación de México:102 PERIODICO La Prensa Ovaciones Metro Publimetro Reforma El Universal Gráfico La Jornada Unomasuno El Financiero Milenio El Universal El Sol de México La Razón Excélsior Economista

NOTA ROJA SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ NO SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ NO

TIPO CLÁSICA CLÁSICA CLÁSICA CLÁSICA MODERADA CLÁSICA NO CLÁSICA MODERADA MODERADA CLÁSICA CLÁSICA CLÁSICA CLÁSICA NO

PRESENCIA ALTA MEDIA MEDIA MEDIA BAJA MEDIA NO MEDIA BAJA BAJA MEDIA MEDIA MEDIA MEDIA NO

TIRAJE MES 250,023 156,173 146,531 139,678 139,469 138,291 107,668 106,182 91,923 78,753 56,138 43,125 35,514 25,357 25,220

En la tabla anterior podemos apreciar que el periódico de mayor tiraje es La Prensa, la cual contiene el tipo de nota roja clásica y aparece con una alta presencia; casi la totalidad del periódico es nota roja y por lo tanto podemos inferir que se consume

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Secretaría de Gobernación: www.pnmi.segob.gob.mx/

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fundamentalmente para leer ese tipo de noticias. Resulta notable que sea el periódico de mayor circulación en México. El Economista, cuyo contenido es primordialmente financiero, no cuenta con nota roja. La Jornada, de corte progresista, no cuenta con sección de nota roja, pero no está exento de cubrir algunas de esas noticias cuando resultan de interés nacional, y en ese caso lo hará bajo el espectro de nota roja moderada, informando del hecho en general sin aportar descripciones escatológicas. Un segundo factor que podemos observar, a partir de la tabla, es que todos aquellos periódicos que manejan nota roja moderada, tienen una baja presencia de dicho tipo de noticias. Si la nota roja sigue siendo, pues, consumida de forma notoria —La Prensa— pese a que la sociedad que la originó se ha transformado, cabe hacerse una serie de preguntas. ¿Cuáles son esos cambios? ¿De qué escenarios y personajes se ocupa actualmente? ¿Cómo habla de ellos? La propia persistencia de la nota roja es una interrogante, pues al parecer estaríamos ante un fenómeno atemporal, cuyos posibles ejes son el interés por los delitos cotidianos y el deseo de venderlos, ese interés de consumo tendría al menos dos vertientes, una necesidad de informarse y otra que sería motivo de análisis para disciplinas como la psicología y la antropología social, donde se contemplara la fascinación por la violencia. Abordaremos dos caminos para desentrañar la evolución de la nota roja, uno el contexto histórico; según nuestro análisis posee dos puntos de inflexión: el del año 1994 en el que prominentes personalidades —un candidato presidencial y un diputado en funciones son asesinados— y 2006, cuando el gobierno declara la guerra al narcotráfico y esta temática comienzan a tomar el primer plano de la nota roja.

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Nuestro segundo camino de análisis será el corpus de la propia nota roja, es decir la virtualidad del discurso de este tipo de noticias103, sólo que no hemos querido desechar el contexto porque nos parece complementario. Como punto de partida, nos queda claro que la nota roja puede ser analizada desde estos principios estructurarles como cualquier otro relato. Innumerables son los relatos existentes. Hay, en primer lugar, una variedad prodigiosa de géneros, ellos mismos distribuidos entre sustancias diferentes como si toda materia le fuera buena al hombre para confiarle sus relatos: el relato puede ser soportado por el lenguaje articulado, oral o escrito, por la imagen, fija o móvil, por el gesto y por la combinación ordenada de todas estas sustancias; está presente en el mito, la leyenda, la fábula, el cuento, la novela, la epopeya, la historia, la tragedia, el drama, la comedia, la pantomima, el cuadro pintado (…), el vitral, el cine, las tiras cómicas, las noticias policiales, la conversación.”104 Si bien más adelante analizaremos otros periódicos, para este capítulo de la evolución hemos seleccionado El Informador de Guadalajara, una ciudad que actualmente cuenta con un millón y medio de habitantes y que registra las mismas problemáticas que cualquier ciudad (crimen, accidentes, secuestro, narcotráfico, etc.)

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Aquí partimos, naturalmente, del sentido de inmanencia que conforma uno de los preceptos de los formalistas (Vladimir Propp, Roman Jackobson) y el cual es retomado por los estructuralistas, para establecer que un texto puede ser analizado dentro de su estructura sin considerar elementos externos como al autor, es decir que la estructura del texto nos puede desvelar sus resortes, pues estamos estudiando literalidad, no literatura. Barthes nos sitúa dentro de esta misma perspectiva: “más allá del nivel «narracional» comienza el mundo, es decir, otros sistemas (sociales, económicos, ideológicos), cuyos términos ya no son sólo los relatos, sino elementos de otra sustancia (hechos históricos, determinaciones, comportamientos, etc.)” Barthes, Roland. Análisis estructural del relato. Ediciones Coyoacán, México: 2008, p. 29. 104 Ibid. p. 7.

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Las razones de nuestra selección son dos, una que sirva de contraste con otros periódicos de Ciudad de México, para demostrar la hipótesis de que la nota roja no es privativa de una ciudad de 30 millones de habitantes, y la segunda, que El Informador posee una nutrida base hemerográfica (1917 a la fecha), la cual nos permite dar un seguimiento tanto estadístico como cualitativo de la nota roja. El Informador tiene un tiraje de 187,000 ejemplares y es considerado de corte conservador.105 Hemos abordado una franja de ochenta años para apreciar de forma más completa la evolución (1930—2010), misma que abarca el periodo de origen (posrevolucionario) y los puntos de inflexión antes mencionados (1994 y 2006.) El muestreo es de dos notas por cada dos años, un total de 82 notas. Los elementos considerados son: año, mes y día. Título. Frases representativas de las notas. Victimario. Víctima (cómo se les nombra). Autoridad (cómo participa). Lugar de los hechos y si existe o no fotografía que acompañe a la noticia. Ahora bien, queremos plantear el enfoque teórico de nuestro análisis, de tal manera que, posteriormente, cualquier término o valoración sea comprendido desde esa perspectiva. Ya hemos dicho —desde Barthes— que la nota roja es un relato en términos estructurales porque podemos decodificarlo como a cualquier otro tipo de relato: cuento, novela, ensayo, discurso, etc. ¿Pero qué tipo de relato es la nota roja?

Vidal Bonifaz, Francisco. “Circulación de los principales grupos de periódicos” en La Rueda de la Fortuna. 16 de febrero de 2009. www.ruedadelafortuna.wordpress.com. Consultado 8 de enero de 2016. 105

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Para los formalistas, todo relato tiene funciones que pueden ser extraídas de los enunciados del mismo, Propp encontró 31 funciones en los cuentos106, dichas funciones son ejercidas por los personajes a los cuales los formalistas y estructuralistas llaman actantes. Llevando este modelo a la nota roja encontramos que nuestros actantes son de dos tipos. Fijos: victimario y víctima. Variables: testigos y autoridad. A su vez, los testigos y la autoridad pueden ser directos o indirectos. Directos cuando el narrador de la nota los sitúa dentro del acontecimiento, el hombre que presencia un crimen, el policía que inmediatamente detiene al agresor, e indirectos cuando no sabemos quiénes son, pero sí que gracias a ese testigo —ente invisible— se presentó la autoridad o bien aquellos que no presenciaron el hecho en cuestión, pero que son capaces de atestiguar cosas que afiancen lo sucedido, por ejemplo, alguien que atestigua que, en efecto, un hombre ya antes había intentado violar a la víctima. No es testigo del hecho principal, pero si un testigo indirecto que proporciona un argumento revelador. Las funciones (ejercidas por los actantes) pueden ser fijas u ocasionales. Nuestro análisis arroja que son fijas: transgresión, evento pernicioso y señalamiento. Variables: castigo, huida y muerte. ¿Qué función ejerce cada actante? El victimario: la transgresión y huida. La víctima: el hecho pernicioso, el señalamiento, el castigo y la muerte. Los testigos: señalamiento y castigo. La autoridad: castigo. (Llamamos evento pernicioso a la injuria recibida.)

ACTANTE FIJO:

ACTANTE VARIABLE: NO

FUNCIÓN FIJA

FUNCIÓN VARIABLE

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Algunas de estas funciones de Propp son: el alejamiento de uno de los miembros de la familia. La prohibición que recae sobre el héroe y la transgresión de la prohibición. Propp, Vladimir. Morfología del cuento, 2ª. Ed., Fundamentos, Madrid: 1971, pp. 36 y ss.

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SIEMPRE APARECE EN EL RELATO

SIEMPRE APARECE EN EL RELATO. DIRECTO O INDIRECTO: PARTICIPA DEL ACONTECIMIENTO O ES UNA INSTANCIA POSTERIOR.

Victimario Víctima

Ejerce transgresión Sufre evento pernicioso

Autoridad Testigos

Señalamiento

Huida Señalamiento / Castigo del agresor / Su propia muerte Castigo al agresor Castigo al agresor

Con esto queremos decir que siempre que aparece un victimario habrá de ejercer una transgresión y que su huida puede o no suceder, mientras que la víctima siempre sufrirá un evento pernicioso, pero que señalar a su víctima, castigarla o morir serán funciones variables. Por su parte la autoridad, a veces ejercerá un castigo y a veces no, dependiendo de diversas circunstancias, por ejemplo, la huida del agresor. Los testigos tienen la función fija del señalamiento, siempre cuando sean mencionados en la nota. Asimismo, pueden ejercer o no castigo sobre el agresor, por ejemplo, en una situación de linchamiento. Aquí tenemos ejemplo: ASQUEROSO VAMPIRO HUMANO FUE APREHENDIDO EN MAZATLÁN, SIN.107 Mazatán, Sin. Octubre 28. En el Hospital Civil de este puerto se encuentra desde ayer un sujeto de nombre Ignacio Reyes López, verdadero vampiro humano que fue detenido por la policía al encontrarlo chupando la sangre de un perro en los basureros cercanos a la población; Reyes López es conocido en los barrios bajos con el apodo de “El Abogado” y ya ha sido detenido muchas veces acusado de ser un ardiente adorador de los paraísos artificiales producidos por la marihuana. La ocupación habitual del vampiro, con la que se gena la miserable vida que lleva, es la de carretonero del servicio de limpia de la ciudad y a uno de los enfermeros del Hospital Civil le confesó hoy que bebía la sangre de los perros porque esta le daba “mucha fuerza”; se encuentra en una bartolina y se ha negado a comer los alimentos que le llevan los encargados del

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La nota se refiere a Sinaloa, Estado ubicado al norte de México.

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Departamento de Alienados, pidiendo a grandes gritos que lo saquen violentamente 108 de ese lugar porque “no está loco y el hecho de que mate perros de todas las edades y chupe la sangre de sus venas hasta dejarlos fríos, no es por otra cosa que porque necesita tonificarse”. La fantasía popular ha hecho correr la versión de que el vampiro humano ha dejado sin sangre muchas criaturas de los barrios bajos, lo cual no es verdad; sin embargo, las madres de familia están alarmadísimas y no permiten que sus hijos pequeños salgan solos a la calle, preocupándose terriblemente cuando por cualquier circunstancia tardan en llegar a sus casas, pues temen que el Vampiro se fugue del Hospital y ataque a los niños. Los informes oficiales proporcionados a la prensa son en el sentido de que se trata de un sujeto anormal, loco o marihuana, que ha sacrificado numerosos canes para chuparles la sangre; pero niegan que haya atacado a ninguna persona, por lo que se considera infundado el temor de las madres de familia.109

Los actantes son los siguientes. Victimario: Ignacio Pérez López alias “El Abogado”. Víctimas: los perros callejeros. Testigos: quienes vieron al victimario chupar la sangre a los perros. Son testigos directos los policías que lo detuvieron justo cuando lo vieron chupando la sangre de un perro. Son testigos indirectos quienes contribuyen a formar la personalidad de Reyes Rojas. “es conocido en los barrios bajos con el apodo de “El Abogado” (No sabemos quienes lo conocen por ese mote, sólo que pertenecen a los barrios bajos. Ellos no estaban cuando lo detuvieron.) Otros testigos indirectos son “los informes oficiales proporcionados a la prensa.” (Alguien, sujeto de carne y hueso, no sabemos quién, está detrás de esos informes.) Otro testigo indirecto es “uno de los enfermeros del Hospital Civil,” El no vio a Reyes chupar la sangre de los perros, pero sí es testigo de su confesión que contribuye a

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Hemos encontrado en esta y otras notas que la expresión violentamente se usa como sinónimo de rápidamente, lo cual es obvio cayó en desuso y no volvemos a encontrar en notas posteriores a los años cincuenta. 109

El Informador. México, 01 de noviembre de 1944

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entender su personalidad y a probar la repetición de su delito: “Le confesó (al enfermero) que bebía la sangre de los perros porque esta le daba “mucha fuerza.” Queda claro que testigos (directos e indirectos) ejercen la función del señalamiento. Lo acusan de beber sangre de los perros y de ser “un ardiente adorador de los paraísos artificiales producidos por la marihuana.” En este caso, el actante de autoridad directa se conforma por quienes detuvieron a Reyes López (los policías). Pero también existe la autoridad indirecta, misma que mantiene detenido a Reyes en el Hospital Civil. La autoridad ejerce, pues, la función: castigo (el cual podemos traducir de múltiples maneras según cada nota: privación de la libertad, agresión física en la confrontación, tortura, sentencia, etc.), en este caso ejerció la función de arrestarlo y por último la de mantenerlo detenido. Todorov hace una diferenciación que da luces al presente análisis entre historia y discurso. (La obra es) historia en el sentido de que evoca cierta realidad, acontecimientos que habrían sucedido, personajes que, desde este punto de vista, se confunden con los de la vida real. (…) Pero la obra es al mismo tiempo discurso: existe un narrador que relata la historia y frente a él un lector que la recibe. A este nivel, no son los acontecimientos referidos los que cuentan, sino el modo en que el narrador nos los hace conocer. 110

En este sentido, la historia es una evocación y por lo tanto una abstracción, no existe hasta que la cuenta el narrador, también esto sucede en la nota roja, sólo que debemos considerar que, a diferencia de la literatura de ficción, donde una historia — realidad abstracta— es un referente con ciertos visos de realidad, en la nota roja se espera que esa realidad —por muy abstracta que sea— esté reflejada de la manera más fidedigna posible en el discurso. Este punto nos parece el más revelador de nuestra tesis, pues la

Todorov, Tzvetan. “Análisis estructural del relato” en Teorías literarias del siglo XX. Cuesta Abad, José Manuel y Julian Jiménez Heffernan (comp.). Akal, Madrid: 2005, p. 184. 110

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nota roja —en sus articulaciones discursivas que veremos más adelante— toma cierta distancia de dicha historia de una forma más decidida que, por ejemplo, una noticia cuyo objetivo es revelar hechos puntuales. Decir que un jefe de Estado llegó a suelo nacional, se apegará a la verdad, es comprobable, pero la nota roja no puede apegarse a la verdad histórica en tanto califica a los sujetos y descompone el orden de los acontecimientos buscando cierto efecto en el lector. La literatura de ficción, por su parte, puede renunciar a los hechos históricos, incluso pueden no existir previamente, pero también puede asegurar: esta historia está basada en hechos reales (y aun así no ser verdad) o basarse en los hechos hasta donde le sea indispensable. A nadie incomodará tal cosa, nadie la juzgará por el modo en que reconvenga la historia, a no ser bajo las reglas de una lectura que hable de qué tanto cierta obra pudo evocar una realidad concreta, en cambio, se supone, la nota roja no debe “mentir”, no puede decir que en el aparatoso choque de la semana pasada murieron 400 personas, cuando sólo fueron cuatro, ni tampoco cambiar nombres, género, lugares u otros componentes de la realidad. A la nota roja se le exige decir la verdad al referirse a la historia como un acontecer concreto, pero se le permite “ficcionalizarla” al ponerla en términos discursivos. Una nota roja revela la historia como un referente abstracto pero comprobable: Ron Salcedo —el asesino del general Corona— se suicidó, y al narrarlo revela algo que muchas veces no es no sólo comprobable, sino inexplicable: hay quienes aseguran que Salcedo se propinó dos puñaladas en el corazón. ¿Cuáles son las características de la historia que precede al discurso de la nota roja? La primera es que está compuesta de hechos concretos en un lapso preciso de tiempo, generalmente breve, por ejemplo, accidentes, asesinatos y robos. Incluso cuando tales hechos están ligados a otros —descritos en el discurso—, como los días que estuvo secuestrada una persona o la cadena de robos que ya venía cometiendo cierta banda de 111

delincuentes, la historia, lo que el relato toma de ella es un acontecimiento particular, por ejemplo, el de la liberación del secuestrado o el instante en que la banda de ladrones fue capturada. Hablar de un antes y de un después, para la nota roja es inexistente o se resume o se atisba en ciertos correlatos, por ejemplo, al describir de forma cronológica la liberación del secuestrado y de paso mencionar que otras víctimas de los secuestradores no tuvieron esa suerte, pues fueron asesinados, y rematar con un enunciado que diga: ahora los delincuentes están a disposición de las autoridades y enfrentan una condena que puede estimarse en 40 años de prisión. Pese a que el formalismo y el estructuralismo nos hablan de la inmanencia del relato, es decir que puede comprenderse en la propia articulación de éste, nos parece que si queremos ahondar en la virtualidad del discurso de la nota roja, aparte de su estructura es importante tener en cuenta el grado de dependencia que mantiene con la historia, esa realidad, esa evocación, esos acontecimientos cotidianos donde la transgresión y alteración de la normalidad se repiten una y otra vez, ya que dicha realidad condiciona el discurso. Gran parte de los análisis de formalistas y estructuralistas han sido sobre la ficción: novela, cuento, fábula; lo que hay detrás de ella es otras novelas, cuentos, fábulas, incluso anécdotas, cartas, testimonios y ¿por qué no?, hechos periodísticos, en el caso de la nota roja encontramos una misma historia basada en la ruptura del orden cotidiano mediante la transgresión o el accidente. Un alguien (actante) cometió/sufrió un evento (delito/accidente) que puso en riesgo su vida o lo despojó de ella. Este es modelo clave y único de la nota roja, sobre él se han escritos ríos de tinta a lo largo de casi 100 años del género, toda nota roja —a no ser algunas que como veremos se limitan a describir el perfil de un criminal o a reflexionar sobre la situación actual en términos de crimen o accidentes— se basa en este modelo. 112

El relato de la nota roja nos promete contarnos cierta realidad. No está inspirado en novelas, cuentos ni fábulas. Nada de esto acude al narrador—periodista para la construcción de su relato. Su fuente generadora es una realidad modélica —la que enunciamos antes—, continua, repetitiva, efímera y enclavada en un tiempo que corta de tajo un antes y un después: ese antes, reiteramos, puede ser un referente del relato (“ya antes habían asaltado a otros transeúntes”) y ese después una promesa o enunciado de resolución (“lo atraparon” “lo buscan” “hay orden de aprehensión.”) Otra cosa que podemos decir del modelo enunciado es que, en la evolución de la nota roja y/o de las preferencias de cada periódico se sustraen y privilegian diferentes acontecimientos de la realidad. A veces es el robo, otras el secuestro. X sufrió o cometió Y: violación, robo, secuestro, accidente, narcotráfico. X siempre será un valor fijo (víctimas y victimarios) y Y puede ser variable. Consideramos que estos han sido los desplazamientos de esa variable Y en el arco evolutivo de la nota roja. 1930—1990 1991—2000 2001—2010

Robos, asesinatos, accidentes Secuestros Narcotráfico

Lo anterior no significa que ciertas notas dejan de ser contadas por otras, sino que van turnando su protagonismo en función de lo que se considera debe ser contado. Nuevamente, esto abona a que el análisis del contexto es complementario al inmanente de la nota roja.

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Barthes retoma las funciones de Propp dividiéndolas en distintos tipos: las que tienen que ver con el núcleo de la historia y llama primarias, las de catálisis que llama secundarias, y las integrativas que a su vez se dividen en indicios e informantes.111 Las nucleares son en realidad las acciones principales que se encadenan formando los acontecimientos esenciales del relato, no podemos sustraerlas sin afectar la historia, mientras que la catálisis son acciones menores que lo complementan a veces como correlatos o evocaciones del personaje (aquello que en técnicas de escritura podrían ser las subtramas.) Finalmente, los indicios son metáforas y los informantes datos concretos. Si pensamos en la nota roja que usamos antes (para hablar de los actantes y las funciones de Propp) tenemos que: a) un sujeto de nombre Ignacio Reyes López, x1) verdadero vampiro humano b) fue detenido por la policía al encontrarlo chupando la sangre de un perro x2) en los basureros cercanos a la población; x3) Reyes López es conocido en los barrios bajos con el apodo de “El Abogado” x4) y ya ha sido detenido muchas veces acusado de ser un ardiente adorador x5) de los paraísos artificiales producidos por la marihuana. Bajo el modelo de Barthes, las funciones nucleares A y B sostienen el relato. Resultaría imposible omitir que Reyes fue detenido y luego seguir avanzando en la historia y darnos cuenta que lo está. Tampoco podemos sustraer la razón de su detención: beber sangre de perro, porque más adelante sería confuso darnos cuenta de que “algo que tuvo que ver con los perros” hizo que esté en un manicomio. En cambio, se podría prescindir de contar x1, x2, x3, x4, x5 sin que el relato pierda su sentido. ¿Cómo definimos x1, x2, x3, x4, x5?

“El alma de toda función es, si se puede decir, su germen, lo que le permite fecundar el relato con un elemento que madurará más tarde al mismo nivel, o, en otra parte, en otro nivel…” ibíd. p. 172. 111

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Commented [JC5]: ¿Quieres que elimine la parte del formalismo que abordas aquí?, para no redundar tanto. Precisamente hablo de ello en comparación con la novela negra. Lo analizas bien, por eso mejor lo quito, ¿cómo ves?

X1, x6 expresan metáforas de la condición de Reyes “vampiro humano” “paraísos artificiales” (consume sangre y se droga), así que desde una óptica estructuralista se traducen en funciones integrativas denominadas indicios metafóricos. X2, x3, x4 nos revelan información concreta: el lugar donde lo detuvieron fue en los basureros cercanos a la población. Reyes López es conocido en los barrios bajos con el apodo de “El Abogado”. Y ya ha sido había sido detenido muchas veces. En consecuencia, estas funciones son de nuevo integrativas y reciben el nombre de informantes; revelan datos puros que dan sentido de verismo.112 Las catálisis113 no forman parte de la nota roja en el sentido en que lo demuestra el análisis estructural de un producto ficcional como la novela o el cuento. No existen acciones secundarias o no debieran existir por la naturaleza de la noticia que no puede “irse por las ramas”, sino que debe contar el hecho, y si tenemos la sensación de que se va por las ramas nos es por la profusión de correlatos, sino porque añade a la acción nuclear indicios metafóricos e informantes. ¿Es siempre así la nota roja? ¿Es ese el modelo repetitivo de la nota roja? Nuestro análisis arroja lo siguiente existe un modelo de nota roja llamémosle literario (en tanto

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La segunda gran clase de unidades, de naturaleza integradora, comprende todos los indicios (en el sentido más general de la palabra); la unidad remite entonces, no a un acto complementario y consecuente, sino a un concepto más o menos difuso, pero no obstante necesario al sentido de la historia: indicios caracterológicos que conciernen a los personajes, informaciones relativas a su identidad, notaciones de «atmósferas», etcétera. ibíd. 174.

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Las catálisis disponen zonas de seguridad, descansos, lujos; estos «lujos» no son, sin embargo, inútiles: desde el punto de vista de la historia, hay que repetirlo, la catálisis puede tener una funcionalidad débil pero nunca nula: aunque fuera puramente redundante (en relación con su núcleo), no por ello participaría menos en la economía del mensaje; pero no es este el caso: una notación, en apariencia expletiva, siempre tiene una función discursiva: acelera, retarda, da nuevo impulso al discurso, resume, anticipa a veces incluso despista: puesto que lo anotado aparece siempre como notable, la catálisis despierta sin cesar la tensión semántica del discurso, dice sin cesar: ha habido, va a haber sentido; la función constante de la catálisis es, pues, en toda circunstancia, una función fática (para retomar la expresión de Jakobson): mantiene el contacto entre el narrador y el lector. ibíd. 176 115

nutre el relato de metáforas, cierta descripción de personajes, en ocasiones diálogos) y otro informativo; estos pueden corresponder a los que páginas atrás denominábamos con nota roja clásica y nota roja moderada. En el primer modelo encontramos lo ya mencionado, acciones nucleares acompañada de algunos indicios metafóricos e informantes y en el segundo puras acciones nucleares, como podría ser el caso de: “un hombre asaltó un bancó llevándose 5 millones de pesos, la policía lo capturó, resultó herido y ahora está al borde de la muerte.” Cada uno de estos hechos son nucleares, no revelan información secundaria ni añaden metáforas. Pero también podemos encontrar en este segundo modelo (nota roja moderada) acciones nucleares y algunas informantes, pero nunca metafóricas. Repitamos el mismo ejemplo y añadamos las funciones informantes: “un hombre asaltó un bancó llevándose 5 millones de pesos, la policía lo capturó en un parque situado en la calle Esparteros en su intento de escape, resultó herido al disparar cuatro veces sobre los agentes, sin herirlos y el recibir a cambio dos impactos de bala en una pierna, y ahora está al borde de la muerte. Se dice que no sobrevivirá.” La nota roja da cuenta de accidentes y delitos, es monotemática en este sentido, como el relato tradicional que habla de príncipes, hadas y castillos; sólo que los personajes de aquella sufren hechos escandalosos: asesinatos y accidentes. De alguna manera pareciera que la nota roja usa el modelo de narración tradicional para contarnos una historia, sólo que el protagonista no será un príncipe, sino un ladrón o un asesino, pero igual que del príncipe, poco sabremos de su mundo interior y mucho de sus hechos: emprendió un viaje, mato a un dragón, liberó a una princesa y se casó con ella, para que el relato cumpla su propósito.

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Para Todorov la obra literaria es una historia y un discurso, mientras que para Genette la obra es una historia, un relato y una narración.114 La historia, ya lo hemos visto, es un conjunto de hechos, una referencia, una evocación que aún no existe en términos de relato. El relato sería el texto o producto y la narración el cómo se le cuenta. En consecuencia, Genette extrae dos modelos narrativos: uno donde la historia produce el relato y su narración, y se sitúa, por ejemplo, las noticias, y otro donde la narración produce relato e historia, y en el que se inscribe la ficción. Esto se explica en el hecho de que antes de narrar la noticia y convertirla en relato se requiere una historia; historia como fragmento verídico de la realidad. Mientras que la ficción no necesita de la existencia previa de la historia, al narrar inventa, al narrar construye el relato. Sin embargo, al pensar en nota roja, ninguno de esos dos modelos parece adecuado, ya que si bien como noticia la historia debiera generar relato y narración, encontramos que la nota roja tiene elementos literarios que generan la historia al relatarla, pero tampoco son los suficientes para producirla por completo. Luego entonces, consideramos que la nota roja posee un tercer modelo en el que en cierto nivel de concordancia, historia y narración producen al relato. Modelo A (Noticias) Historia produce: narración y relato

Modelo B (Ficción) Narración produce historia y relato Modelo C (Nota roja) Historia—Narración produce: relato

Esto no significa que la historia surja simultáneamente con la narración, sino que trabajan en conjunto. Esa simultaneidad existe en otro terreno, el de las noticias

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Genette, Gerard, Figuras II, Barcelona, Lumen, 1989.

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televisadas y en vivo, donde en un momento dado podríamos presenciar la historia que la cámara narra bajo cierta perspectiva (emplazamientos) para al final conseguir el relato. Ejemplo de esto puede ser las negociaciones con un grupo de terroristas que tomaron una embajada o consulado. Todo eso está sucediendo en tiempo presente (historia) y en tiempo presente es contado (narración), de lo cual se desprenderá un relato. Resumiendo, en la nota roja, historia (veracidad) y narración (interpretación de un narrador) se vinculan dinámicamente para producir el relato. La historia en su sentido de germen noticioso aporta hechos comprobables, si se quiere ver en ese terreno, mediante testigos o por los rastros que dejan esos hechos: víctimas, denuncias, personas detenidas, desaparecidas, muertos, etc. La mirada del narrador —una mirada sesgada por su propio enfoque— traduce la historia en signos lingüístico, palabras, ideas que se constituyen en enunciados nucleares, pero también, si lo considera disgrega e introduce elementos metafóricos, alejándose y acercándose a dos extremos opuestos, el de la realidad y la ficción. Existe un tiempo de la historia y un tiempo del relato.115 En la nota roja el tiempo de la historia está delimitado por un acontecimiento preciso al que podemos llamar alteración. (El tiempo del accidente, del delito, no hay cosa más importante como materia narrativa.) La virtualidad para contarlo, para hacer de esa alteración un relato tendrá que ver con la forma en que se la cuente, y, curiosamente, con la manera en que el narrador

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Los tecnicismos tiempo de la historia y tiempo del relato van a designar dos instancias temporales absolutamente distintas: el tiempo de la historia está, por definición, ordenado a partir de una secuencialidad lógica casual, mientras que el tiempo del relato señala la particular organización del tiempo en un discurso narrativo realiza en relación con el tiempo de la historia. UNA ARAÑA EN EL ZAPATO: LA NARRACION. TEORIA, LECTURAS, INVESTIGACIÓN Y PROPUESTAS DE ESCRITURA. (Gloria Pampillo: 47)

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desarticule el tiempo de la historia, lo traduzca en otro tiempo, uno que se prolongue o por el contrario se agilice, en función de narrar con eficacia. Genette describe tres tipos de alteraciones del tiempo: orden, velocidad y frecuencia.116 Dentro del orden contempla analepsis y prolepsis, las primeras son retrospectivas y nos llevan a situaciones anteriores a los hechos nucleares (en términos de Barthes) y las prolepsis se traducen en anticipaciones extraídas de esos hechos nucleares y que se cuentan en un orden no cronológico; un buen ejemplo de esto es Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez, desde el principio sabemos que Santiago Nasar va a ser asesinado y lo importante se desplaza del qué al cómo, es decir, encontramos en esto una anticipación (prolepsis). Por el contrario, en Cien años de Soledad, del mismo autor, una vez que se establece que Aureliano Buendía va a ser fusilado, comienza una gran analepsis al decir que: “frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces…” En la nota roja estas estrategias de orden se presentan de forma particular. No hemos encontrado una sola donde se anticipen acontecimientos (prolepsis) en el contenido del relato, sin embargo, si consideramos el título de la nota, muchas de ellas cumplen esta función. Cuando leemos “lo mató sin piedad” “muere hombre electrocutado” estos títulos anticipan lo que luego el relato se encarga de cumplir, tal parece, entonces, que la prolepsis titular, llamémosla así, es una estrategia narrativa recurrente de la nota roja que cumple la función de atrapar al lector en una sentencia, para luego llevarlo al terreno del cómo.

116

Gerard Genette, figuras III, Barcelona, Lumen, 1989

119

¿Qué sucede en la nota roja en relación a la analepsis? Esta condición encaja muy bien con la literatura, donde los personajes nos llevan a través de sus introspecciones a momentos ajenos a la historia principal, en ellos comprendemos las motivaciones más íntimas del propio personaje. Sus analepsis, en ocasiones, se convierten en profusos correlatos. La nota roja tiene un compromiso: la realidad (esa historia previa de la que hemos hablado), los personajes no son ficticios ni tampoco —aunque entes reales— cuentan con el tiempo narrativo para narrar sus evocaciones, en todo caso, si lo hicieran, nos parecerían ficticios; abandonaríamos el breve terreno de la nota roja para adentrarnos en la literatura o, la crónica periodística o testimonial. Sin embargo, en su economía enunciativa, la nota roja constriñe la analepsis en breves enunciados que dan cuenta de lo retrospectivo, de ahí frases como “X estaba obsesionado por Y desde que eran niños y ayer terminó violándola”, etc. No sabremos de forma desmenuzada cómo fueron esos momentos en que el violador nutrió sus fantasías, pero quedan enunciados en una sentencia que escapa al hecho nuclear de la violación y remite a una forma de analepsis. La segunda distorsión del tiempo citada por Genette es la velocidad y funciona en tanto que el relato se alarga, se agiliza o intenta sucede en tiempo real, todo esto a través de escenas, pausas, resúmenes y elipsis. Nos dice que las escenas son las que más se ajustan a ese tiempo real, pues incorpora diálogos en la narración; esto tiene cierta resonancia con lo que hablábamos anteriormente, sobre las noticias en vivo, igualmente, piénsese en una obra de teatro o las escenas de una película, lo que los actores representan a través de sus diálogos durará el tiempo efectivo de la realidad, a menos que ellos, en sus diálogos digan algo como “parece mentira, ya pasaron cinco horas, se nos fue volando el tiempo” o bien se termine una escena, haya oscuros y cuando se enciendan de nuevo las luces, la decoración sea otra y los personajes nos hagan ver que transcurrió el tiempo.

120

En la nota roja podemos enfocar esto desde distintas perspectivas, es posible decir que cada nota en sí es una sola gran escena cuya acción nuclear es: alguien cometió/sufrió un evento (delito/accidente) que puso en riesgo su vida o lo despojó de ella, y donde no existe una siguiente escena. Pero también, si decimos que la escena se delimita por el espacio donde suceden las cosas, podríamos decir que ciertas noticias agrupan varias escenas. Por ejemplo, en nuestra noticia del hombre vampiro tenemos que: 1. Fue detenido por la policía al encontrarlo chupando la sangre de un perro en los basureros cercanos a la población. 2. Le confesó hoy (al enfermero) que bebía la sangre de los perros porque esta le daba “mucha fuerza.” 3. Se encuentra en una bartolina y se ha negado a comer los alimentos que le llevan los encargados del Departamento de Alienados 4. La fantasía popular ha hecho correr la versión de que el vampiro humano ha dejado sin sangre muchas criaturas de los barrios bajos.

1, 2, 3 y 4 son escenas diferentes. El tiempo en que fue detenido el vampiro humano no es el mismo donde confesó al enfermero que bebía sangre ni tampoco aquel en el que se ha negado a comer alimentos ni el de la preocupación de los vecinos de que Reyes también chupe la sangre de los niños. Sin embargo, el hecho de que la nota contenga escenas no hace que evoque el tiempo real del que habla Genette, puesto que, como podemos ver no existen diálogos, no son escenas bajo el modelo de la dramaturgia (acción dramática) sino bajo el modelo de la narrativa (literatura), desprovista de diálogos. Esto significa que carecen de

121

representación y por lo tanto el tiempo no sucede a partir de sus actantes, sino en la velocidad de la lectura. Acaso en algunas notas encontramos breves diálogos que se constituyen en pregunta y respuesta: “¡Me baleó!”, gritó John Lennon y cayó al piso. “¿Sabes lo que acabas de hacer?”, le preguntó el policía del edificio. “Acabo de balear a John Lennon”, respondió Chapman117. O monólogos también muy breves: Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen? (Extracto noticia: Villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque, 14 diciembre 1958) En estos ejemplos, de manera puntual, expedita, la nota roja se acerca al tiempo real, pero acaba de evocarlo; esa evocación del tiempo real se instaura en la brevedad de la nota, en la percepción del lector de que dicho relato se corresponde con una historia que debió suceder tan expedita como se le cuenta. De igual forma, si pensamos en pausas, la nota roja no recurre a ellas como la literatura, no se detiene en uno de los hechos que concatenan la historia para irse a las evocaciones íntimas y prolongadas del personaje, ni se describe a fondo —como en cámara lenta— ese momento en que se dio la agresión o el accidente. La nota roja juega de forma muy económica con este tipo de recursos. Si buscamos el manejo de la pausa literaria no la vamos a encontrar, pero un análisis exhaustivo de ese tipo de noticias, podemos ver un uso sutil de las pausas de las que habla Genette, por ejemplo: Fue entonces cuando José se cruzó con los Alcalá que caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, ¿que todavía no se les hace bueno para que me paguen?” Los Alcalá, padre e hijo, no se molestaron en abrir la boca para responder, sino que casi simultáneamente, ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre Aurelio hasta agotar los tiros que llevaban en las armas.118

117

El Informador. México, 9 de diciembre de 1980. Extracto noticia: Villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque, 14 diciembre 1958.

118

122

La pausa no está dada por enunciados literarios como podrían ser: esos momentos en que José se cruzó con los Alcalá pasaron lentamente por su mente. O una vez que Aurelio los interpeló: hubo un largo silencio… Este tipo de estrategias no son propias de la nota roja porque referirían cosas que el periodista no pudo ver sino desde el interior de los actantes. La literatura puede ver ese interior, el periodismo no. Dicho de otra forma, la literatura puede escoger si lo ve o no (narrador homodiegético o heterodiegético) pero, de fondo, el periodismo noticioso no conoce a los actantes sino por lo que les sucede, acaso por lo que expresan brevemente o por lo que los testigos refieren de ellos, la virtualidad del discurso en la nota roja, en este terreno, estriba en que a través de una economía del lenguaje conozcamos lo más posible de ellos. De alguna forma, las palabras que de Reyes refiere del enfermero “le confesó hoy (al enfermero) que bebía la sangre de los perros porque esta le daba “mucha fuerza” y saber por la función de indicio informante que: se gana la miserable vida que lleva, como carretonero del servicio de limpia de la ciudad” nos dicen mucho de él. Sin embargo, las pausas parecen estar presentes de una forma sutil cuando el enunciado describe: caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo… Este conjunto de palabras, profuso, “tramposo”, retardan el momento del enfrentamiento, ese mismo que el periodista narrador ha anticipado (prolepsis) para el lector como emocionante en el título de la noticia: villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque, y en enunciados anteriores donde fue nutriendo la enemistad entre Aurelio y los Alcalá, que presidieron al enfrentamiento, así que toda palabra, todo enunciado lingüístico aunque objetivo y no literario servirá de pausa cuando no acaba de instaurarse en el enunciado nuclear. Asimismo, planteando la elipsis como elemento que acelera el tiempo del relato, encontramos que en la nota roja suele usarse en un sentido noticioso, pocas veces literario, 123

por ejemplo, una noticia que nos diga: un hombre cayó de un edificio de nueve pisos y fue trasladado a la Cruz Roja donde murió tres horas después, presupone que las elipsis están contenidas en la ausencia de ciertos trozos de tiempo, como el momento en que llegó la Cruz Roja y le dio los primeros auxilios al hombre, y también en esas tres horas de agonía. Nada de eso está en la noticia, en su narración, por lo tanto, hay elipsis al no referirse a esos hechos. Pero el carácter literario de la elipsis funciona en tanto esa ausencia de relato está cargada de significado, por ejemplo, cuando se nos cuenta que un hombre cae de nueve pisos y la siguiente imagen es su ataúd bajando al sepulcro, el contraste chocante entre la caída y el sepelio lo produce la ausencia de lo que no se cuenta, del cuerpo del hombre precipitándose los nueve pisos y el momento en que se estrella contra el suelo. Es decir, esa ausencia de enunciados para describir tales cosas, acercan y por lo tanto potencializan ambas imágenes, caída y sepelio. La nota roja no tiene grandes márgenes de acción para jugar con ese ingrediente, es por eso que sus elipsis parecen bien más encaminadas a apurar el relato y quitar todo aquello que no capture al lector, en este sentido podemos decir que si la función de la elipsis en la literatura (y en el cine) es sorprender, en la nota roja es la de focalizar lo relevante. Sabemos que Reyes fue detenido por beber sangre de perro, pero no vimos si se puso bravo o no en su detención, lo que sabemos es que de verlo infraganti ya está en una institución mental, con lo cual la narración se acelera en aras de significar como noticia. En cuanto al resumen, es relativa su presencia en la nota roja, a veces describe la alteración (asesinato, robo, accidente) y ahí mismo termina el relato: “dos hombres robaron un banco con armas de alto poder.” Otras veces, se vale del resumen para apurar restos informativos: “luego de una aparatosa persecución fueron atrapados, recluidos y sentenciados a tres años de prisión, en este último enunciado se resumen una cadena de 124

acontecimientos que no pudieron suceder con esa velocidad, así que se resumen porque no importan, porque no son nucleares. Un concepto más del que habla Genette para describir el tiempo del relato es el de frecuencia. La división es simple, si un elemento del relato se narra de una sola vez es singulativo, si se narra más de una, repetitivo y si se narra varias veces, pero en un solo enunciado, iterativo. Del singulativo no hay mucho que decir, una fábula puede narrar lo que hizo un niño cuando un duende le regaló un par de alas, cómo voló sobre los edificios por la noche, regresó a cama satisfecho, se despertó y las alas ya no estaban ahí. El regalo Commented [JC6]:

de las alas, sucedió una sola vez. El repetitivo es aquel recurso donde el narrador acude las veces que sea necesario a recuperar un acontecimiento de la historia, por ejemplo, cuando varios personajes cuentan desde su perspectiva un mismo acontecimiento. El iterativo se entiende mejor con ejemplos: “solíamos ir todos los sábados a esa cafetería”, “Aún tendría que sufrir muchas caídas antes de aprender a andar en bicicleta”, en ambos casos hay un enunciado que contienen una infinidad de repeticiones. Todos los sábados, muchas caídas. En la nota roja, rara vez existe la función repetitiva del tiempo, a menos que hagamos de prolepsis (anuncio) y repetición sinónimos. El título dice que un hombre fue baleado cuatro veces, el relato vuelve a decirlo, pero esta vez para contar cómo sucedió. De forma ortodoxa, creemos que no existe esa función porque cuando el relato repite que fueron cuatro disparos, no busca reiterar el hecho para alargar el tiempo. Aquel sólo fue un llamado de atención, así pues, más bien el relato de la nota roja suele ser singulativo, se narran de una sola vez.

125

Pero también solemos encontrar la función iterativa cuando, en enunciados no nucleares, sino integrativos como los informantes, se informa de la repetición de ciertos eventos o conductas: “el ratero había asaltado varias veces la misma empresa.” En resumen, tenemos dos formas de tiempo en el relato, uno canónico (cronológico, apegado a los hechos) el cual los estructuralistas reconocen en el periodismo (y relativamente en la literatura) y otro que descompone decididamente esa cronología mediante retardos o prolongaciones, y que usa ampliamente la literatura moderna (El Ulises de Joyce, por ejemplo), pero aquí precisamos que la nota roja si bien es periodismo no se adscribe de forma ortodoxa al modelo canónico y tampoco puede usar plenamente el segundo, lo que hace es pronunciarse por el primero (no olvidar que se trata de noticias) y luego echar mano de ciertas alteraciones que juegan con el tiempo al narrar el accidente y el delito. Estas prestaciones son posibles merced a que, a fin de cuentas —como en la ficción— lo que la nota roja cuenta son peripecias. Una noticia política o económica no contienen peripecias, se dice que: el peso se devaluó o que dimitió un presidente o tomó protesta de su cargo, en la nota roja las personas se ven envueltas en circunstancias que se prestan a hablar de detalles humanos, anecdóticos. Así pues, si queremos precisar una división entre los géneros por el uso del tiempo como recurso narrativo, podemos decir que la literatura es especulativa, el periodismo informativo y la nota roja informativa—especulativa. Precisando un poco más, la literatura podría —si así lo decide el narrador— renunciar casi por entero a su carácter especulativo y desplegar recursos informativos, pero no tanto como para dejar de ser literatura. Y la nota roja puede dejar de ser especulativa y volverse puramente informativa, es por eso que esta se decanta en dos vertientes, aquella netamente informativa—especulativa, y que como veremos más adelante se presenta a menudo en la primera parte del siglo XX, y la otra meramente informativa, cuya tendencia está 126

presente desde finales del XX y en periódicos donde la violencia y el accidente no son vistos más que como información, por lo que la primera se nutre de ciertas estrategias literarias, envolviendo la información en peripecias, señalamientos, adjetivaciones o, en términos estructualistas, en funciones como retardos o aceleraciones de tiempo, indicios metafóricos o informantes, que se encaminan en provocar en el lector diversas emociones (repudio, sorpresa, indignación, morbo) a costa de cierta “veracidad informativa.” Otros de los aspectos relevantes en el análisis del relato es el narrador, ya que en él recae el manejo del tiempo del que hemos venido hablando. Todo narrador tiene un punto de vista acerca de lo que cuenta, Genette lo llama aspecto, Mieke Bal, focalización.119 Esta focalización puede ocurrir de forma externa (narrador omnisciente que cuenta la novela, la noticia, el cuento, etc) o interna cuando participa del relato, es decir cuando el narrador es uno de los personajes. De manera decidida esto segundo no ocurre en la nota roja, si bien no es privativo de la literatura; encontramos que ciertos géneros del periodismo dan al narrador un espacio dentro de los hechos, por ejemplo, en el reportaje y la entrevista. De igual forma, algunos antropólogos se decantan por lo que se llama observación participante y en el relato de los testimonios se mencionan a sí mismos desde el planteamiento opuesto al discurso distante que reelabora la realidad observada.120 Pero la nota roja no da cuenta de un narrador que participe del accidente o el delito, sino de quienes lo sufrieron. Esto no significa necesariamente que el narrador consiga

119

Cuando se presentan acontecimientos, siempre se hace desde una cierta «concepción. Se elige un punto de vista, una forma específica de ver las cosas, un cierto ángulo, ya se trate de hechos históricos «reales» o de acontecimientos prefabricados. Bal, Mieke. Teoría de la narrativa. Una introducción a narrativa. Cátedra, Madrid: 1990, p. 107. 120 La tensión existente entre el antropólogo como miembro –aunque especial– de un sistema social y cognitivo, que se encuentra con relación a otro sistema social cognitivo, intentando transformar lo exótico en familiar. Malinowski, B. Los Argonautas del Pacifico Occidental. Península, Barcelona: 1975, p. 2.

127

Commented [JC7]: Me parece que quien incorpora el término "focalización" es Genette y no Bal. Queda revisar.

sustraerse del hecho literario, algunas veces aparece con franqueza a tomar posturas y señalar como indignante aquello que narra: (“El atentado contra nuestro señor Presidente. “Antes que nada, nuestra más enérgica condenación, para el atentado contra la vida del sr. Presidente de la República, Gral. Ávila Camacho.”121 Pero también se muestra en el relato cada vez que descompone el tiempo o lo retarda; se muestra como el artífice de la noticia. Volviendo a Genette que hace la diferenciación entre el narrador homodegiético (se nombra a sí mismo y participa del relato) heterodiegético (narra desde afuera) y autodiegético (se narra a sí mismo), encontramos que el narrador de la nota roja es heterodiegético122 es decir que narra desde afuera, los hechos, desde su punto de vista, ocurrieron a terceros y le son proporcionados por distintas fuentes, testigos y/o autoridades. El narrador tiene varias tareas como focalizador, pues debe seleccionar aquello que cuenta, y aún más, debe seleccionar las estrategias narrativas con las que narrará el relato y también debe construir a quien lo recibe, al destinatario, lector o narratario, como queramos llamarlo.123 De esta manera, el narrador tiene una idea de a qué tipo de lector se dirige y muchas veces, en el interior del texto, lo interpela y al interpelado lo presupone cómplice: “amable lector” “no sé si esté de acuerdo” “¿qué pensaría usted si…? “Todos los que somos gente honesta nos escandalizamos con…” y así un sinfín de enunciados que caminan en ese sentido.

121

122

El Informador. México, 12 de abril de 1944. Genette, Gerard. Figuras III, Barcelona, Lumen, 1989.

Emilie Beneviste, “El aparato formal de la enunciación”, en Problemas de lingüística general XX, México, Siglo XXI, 1997. 123

128

La nota roja toma esta estrategia en ciertas ocasiones, por ejemplo, en la del atentado contra Ávila Camacho donde el periodista—narrador termina por “regañar” al narratario en tanto este forma parte del pueblo al que critica, otras donde enuncia o advierte hechos que nos escandalizaran como lectores, pero no siempre recurre a incorporarlo en ese sentido, sino en aquel donde emite ciertos juicios de valor sobre los actantes de la noticia. Ataca, califica, ridiculiza a los delincuentes sin pudor alguno porque el narrador presupone que le está hablando a lectores que, seguramente, tienen los mismos parámetros que él para tazar el bien y el mal. Así pues, la imagen pre—construida del destinatario de la nota roja está formada por dos supuestos: un lector que pretende informarse y otro que está ávido de detalles sangrientos y violentos. Estas dos imágenes se desvinculan a menudo en el imaginario del narrador, otras veces, ese lector sólo es visto como alquien que quiere ser informado. Cómplice o no del narrador, por su parte, el destinatario también focaliza los hechos que lee, su mirada, a nuestro juicio corre en dos direcciones, una lineal y otra múltiple. Lineal en tanto sigue una lectura en la que va sumando signos lingüísticos que forman un sentido; podría leerlos en desorden, pero esto no tendría lógica. Aun las ideas completas tampoco pueden ser leídas en desorden a menos que el narrador haya establecido ese juego, mediante la desestructuración compleja del relato (Rayuela, de Julio Cortazar.) La mirada es múltiple porque al mismo tiempo que decodifica esos signos hace una variedad de correlaciones; su acto de lectura, cita otras notas rojas, otros relatos, sigue el juego del narrador (si resulta efectivo), interpreta bajo sus propios parámetros (concordantes o no a los del narrador) lo que se dice de los actantes, es decir, dota de sentido aquello que tiene su propio sentido. Para Bajtín, esos signos que lee el narratario “están cargados de ideología”, asimismo lo está la mirada del lector.

129

A continuación, comenzamos el análisis del muestreo de noticias. Como ya hemos dicho, los actantes directos (víctimas y victimarios), indirectos cuando los hay (testigos, autoridad) y sus acciones son la sustancia de ese análisis. Hemos recuperado no las notas completas, aunque es fácil remitirse a ellas a través del archivo hemerográfico de El Informador. Las razones de no transcribirlas íntegramente no sólo son de espacio, sino que puede ser un distractor, cuando en realidad, ciertos enunciados pueden revelar el discurso narrativo, así como al narrador. “El carácter funcional de ciertos segmentos de la historia (…) hace de ellos unidades” (Barthes: 13) y por lo tanto esas funciones y toda particularidad estructural se encuentra en dichos segmentos.

No

DÍA MES AÑO 24— noviembre —1930

TITULO

FRASES

DELINCUEN TE

AUTORID AD

VÍCTIMA

ESPACIO

FOTO

Horrendo crimen

“… cuando vio a María se le echo encima y se la llevó a tirones a la habitación contigua para darle muerte.” “Hecho un energúmeno saco su pistola y disparó sobre la criatura…”

Energúmeno, malévolo. Malhechor.

Comisario. (No presente durante los hechos.)

Un chiquitín. Un infortunado anciano. Una muchacha.

Casa de barrio.

No

2

30— agosto— 1930

Pagó la cuenta con un balazo.

“Cogiéndolo fuertemente de la muñeca le habló seriamente diciéndole que antes de pagarle no podía salir de ahí.”

Gratuito enemigo. Descarado.

No se menciona.

Cantinero.

Cantina.

No

3

22— octubre— 1932

Un comerciante de la zona Chapálica murió en un asalto.

“Fue intempestivamente detenido por un grupo de individuos que al efecto se habían apostado en los lugares más

Cobardes. Facinerosos. Malhechores.

No se menciona.

Conocido comerciante. Señor

Camino rural

No

1

130

escabrosos del camino para cometer el delito.” 4

21— octubre— 1932

Hermano fratricida.

“Con tremenda puñalada en el estómago fue traído a esa ciudad el día 17 de los corrientes a las 17 horas, del vecino rancho de San José, Canuto Ibarra, quien se teme de un momento a otro pase a mejor vida.”

Fratricida. Ebrio.

Comisario. (No presente durante los hechos.)

El lesionado.

Pulquería.

No

5

13— octubre— 1934

Fue cometido un asesinato en el interior de una cantina de Colima

“El guardia del orden se encontraba en servicio en la esquina de la cantina mencionada, cuando se introdujo a ella una húngara acompañada de varios chiquitines hijos de la misma.” “Dentro se encontraba Chávez en completo estado de ebriedad y a quien le propuso la húngara “leerle la suerte.”

Gendarme. El matador.

Gendarme.

El niño y sus lágrimas.

Cantina.

No

6

22— agosto— 1934

El asalto más sensacional.

“Más de 40 automóviles policiacos tomaron parte en la persecución de los facinerosos, varios aeroplanos y diversas lanchas.”

Facinerosos. Bandidos.

Policías.

No hay.

Banco. Ciudad.

No

7

07— noviembre —1936

Fue herido mortalmente en su propia casa

“Lo hirió de un balazo en el pecho dejándole en estado agónico.”

El heridor. Un sujeto.

No se menciona.

El señor.

Casa de barrio.

No

8

24— octubre— 1936,

Sin título

“Los asesinatos que se cometen con el propósito de robar al asesino son menos graves, que aquellos donde se advierte una intención deliberada de privar de la vida a la persona.”

Matones. Matachines.

No se menciona.

Hombre de trabajo. Buen padre de familia. Ciudadano útil a su patria. La víctima.

Calle.

No

9

17— diciembre —1938

Se cayó un niño

“El niño de cinco años de edad, Gabriel Edmundo Contreras, antier a las 18 horas,

No existe

No existe

El niño

Casa

No

131

por andar jugando en su domicilio, se tropezó y cayó al suelo, golpeándose en contra de un banco, que le produjo una lesión en los huesos propios de la nariz, habiendo interesado el agente, todas las partes blandas. 10

06— noviembre —1938

Formal prisión

“El primer homicidio lo llevo a cabo con todas las circunstancias alevosas, para apoderarse además, de la cantidad de trescientos veinte pesos, propiedad de la víctima, y cuando regresó, el criminal en agosto, asaltó a Medrano y señora, privándolos de la vida, a los dos esposos y robándoles algunas gallinas.”

Criminal. Alevoso. Reincidente.

Ministerio público.

Ancianitos que vivían tranquilamente .

Casa.

No

11

01— diciembre —1940

El crimen de la doncella que mató a su ama porque la regañaba.

Después que la joven de 19 años, Betty Klempa, destrozó con un bate de béisbol el cráneo de la señora Leah Rubin, abandonó el teatro del crimen al que volvió horas después para descubrir el “asesinato” en unión de los aterrados hijitos de la víctima. —La doncella, rubia y linda, pagará en la silla eléctrica su delito espantoso.”

La doncella, rubia y linda

No presente.

aterrados hijitos

Casa

No

12

09— diciembre —1940

Lesionados en una escandalosa riña.

“Un fenomenal escándalo suscitaron anoche, dos grupos de jóvenes en estado de ebriedad, frente al cine Reforma, al atacarse a golpes, pedradas y balazos, dando como saldo, un lesionado por proyectil de arma de

Jóvenes en estado de ebriedad.

No se menciona.

Lesionados

Cine y calle.

No

132

fuego y varios lesionados.” 13

05— noviembre —1942,

Fue apuñalado.

“Yepes recibió hasta 6 apuñaladas en la caja torácica, y ya herido se fue a su domicilio, situado en la casa número 924 de la calle Veracruz, a poca distancia donde fue lesionado.”

Heridor

Autoridades competentes. Posterior al hecho.

Víctima

Calle.

No

14

03— septiembre —1942

Una troca le pasó por encima

“Ayudando el pequeño a esa labor, se subió a la salpicadera izquierda y de ese lugar se resbaló, cayendo al suelo y pasándole las ruedas traseras por el abdomen. El estado del pequeño era gravísimo, asegurando los doctores que no sobrevivirá más de diez horas, a las terribles lesiones internas que sufrió.”

No existe

Autoridades policíacas, posterior al hecho.

El pequeño. El niño. El muchacho.

Calle.

No

15

25— mayo— 1944

Vago sentenciado a dos años de cárcel en la peni

“En esta vez fue detenido también porque no demostró tener oficio ni beneficio, siendo identificado por las autoridades como un malviviente y vago. “

Vago. Malviviente. Comete raterías y vagancias

Señor juez.

No existe

Calle.

No

16

12— abril— 1944,

El atentado contra nuestro señor Presidente.

“Antes que nada, nuestra más enérgica condenación, para el atentado contra la vida del sr. Presidente de la República, Gral. Ávila Camacho.” “A qué grado de corrupción moral habremos llegado, que ha hecho posible este atentado contra un ciudadano respetabilísimo por el puesto que ocupa de Primer Mandatario; respetable por sus normas de gobierno que han sido de tolerancia, de

Pueblo cuyo fondo moral está perdido. Asesinos. Desequilibrad o o grupo de malvados. Locos. Cegados. Conspiradores .

No se menciona.

Autoridad suprema del país. Ciudadano respetabilísim o.

No se menciona.

No

133

concordia, de unidad, de prudencia, y que no ha merecido mal de nadie, porque a nadie ha hecho mal; respetable por su norma de ética gubernamental y respetable como buen ciudadano?” 17

15— enero— 1946

Huyó hoy el asesino del maquinista Sánchez.

“El asesino que fue identificado como Juan Guevara, el mismo que robó a la compañía Chiclera hace algunas semanas, dio muerte al señor Gómez Sánchez, por motivos de índole pasional, pues se ha logrado saber que tenía relaciones amorosas con la esposa de la víctima, y se ha podido comprobar plenamente que al ocurrir el crimen, la perversa mujer oyó los gritos de auxilio que lanzaba el maquinista, y niega ahora que estaba en su casa al oír la tragedia.”

Asesino. Perversa mujer.

Autoridades policíacas.

Maquinista Señor.

Casa

No.

18

02— enero— 1946

Asesinato en una piquera.

“Anteanoche, ya cerca de la madrugada, se registró una tragedia de sangre, a las puertas de una sórdida piquera, ubicada en las calles de Angulo y Jesús, de esta ciudad, resultando muerto el chofer Pastor Esquivel y lesionado el transeúnte Salvador Anguiano Sandoval.

Medio “chato.” Asesino. Individuo.

Ministerio público.

Chofer. Transeúnte

Piquera.

No.

19

22— julio— 1948

Le explotó una botella de bebida gaseosa.

Cuando Celestino Kasuke Nakauatas de 54 años de edad iba a servirse una gaseosa en su puesto de refrescos que tiene

Sin descripción

No se menciona

No existe

Puesto de gaseosas.

No.

134

establecido en las inmediaciones del mercado de San Juan de Dios, al pretender abrir la botella, ésta le explotó por la fuerza del gas, causándole heridas en la mano izquierda y en la cara. Uno de los vidrios de la botella rota le lesionó un vaso sanguíneo, y por ello tuvo una fuerte hemorragia, motivando que tuviese que ocurrir violentamente a la Sección Médica Municipal para recibir curación.” 20

17— noviembre —1948

Un mariguano trataba de robarles una niña de diez años.

Gran indignación causó ayer cerca de las 15 horas, entre los vecinos de la barriada, por la villanía de un individuo llamado Juan Larios, quien seguramente influenciado por el fatídico estupefaciente, trataba de robarse a la fuerza una muchachita de diez años, que pasaba a la escuela…”

Mariguano. Sátiro. Bestial.

Policía. Panadero aprehensor del sátiro.

Niña. Muchachita.

Calle.

No.

21

26— noviembre —1950

Pide que le apliquen la pena de muerte.

“Este soldado que pertenece al primer regimiento de caballería, se encuentra acusado del grave delito de insubordinación con vías de hecho causando la muerte del superior, pues asesinó al soldado de primera, Juan José Vizcaya Domínguez, que era el comandante del puesto militar en que estaba prestando sus servicios el acusado.”

Acusado.

Juez militar.

El superior.

No lo menciona.

No.

135

22

05— octubre— 1950

Diligencias en el robo de la casa Saucedo en la Ciudad de Colima.

“A pregunta especial que se le hizo de si había sido golpeado para que declarara, manifestó que había recibido varios golpes en la boca, de manos de un funcionario, de la Inspección y que en otra ocasión lo habían agarrado del cuello para que declarara de acuerdo en la forma en que aparece en el acta que se levantó en esta dependencia policíaca.”

Chamacos. Individuo de aspecto repugnante y mugroso. Presenta el aspecto de que no está en condiciones mentales normales.

Juez y policía.

Casa de empeños Saucedo.

Casa de empeños Saucedo.

No.

23

17— octubre— 1952,

Aprehendier on a feroz asesino.

“Agrega Reyes Sandoval que estaba platicando con la señora cuando sintió un fuerte empellón y al darse cuenta que el agresor era Dunnam, cogió un leño y con él le dio varias veces en la cabeza hasta ver que le brotaban chorros de sangre y masa encefálica; la señora se alarmó al ver la sangrienta escena y empezó a dar voces de auxilio, por lo que también fue golpeada por el homicida hasta tirarla en el suelo, en donde la estranguló con una mascada de seda que ella traía en el cuello.”

Vago. Malviviente. Ratero. Mariguano. Contrabandist a. Traficante. Feroz criminal.

Policía

El yanqui. La señora.

Poblado.

No.

24

17— octubre— 1952,

Campaña contra los vampiros.

“Todos los ganaderos de los municipios de Mazatlán, San Ignacio y Cosala, se han manifestado dispuestos para cooperar en la forma más amplia posible para combatir a sus propias cuevas a los vampiros que transmiten el virus del “tronchado”, pues ya se ha visto que es la manera más

Vampiros.

Autoridades sanitarias.

Ganado. Ganaderos.

Rural.

No.

136

efectiva de erradicar el mal en los lugares afectados por esta peligrosa enfermedad. 25

29— noviembre —1954

Por metiche le pegaron al gendarme Hernández.

“En apariencia, el gendarme al ver salir llorando a una niña del interior de la vecindad y como andaba algo entrado en copas, se le ocurrió que era su oportunidad de hacer valer “su autoridad” y sin pensarlo mucho entró a tratar de “imponer el orden”

Vecinos.

No se menciona.

Gendarme.

Vecindad.

No.

26

12— noviembre —1954

Presos por el robo de una radio de una camioneta accidentada.

“Y como ya estaba muy fácil el quitarlo, optaron por hacerlo y robárselo sin que el chofer Martínez, según dice, se enterara, pues cuando se dio cuenta de que llevaban el aparato, venía ya en camino y a gran distancia del sitio en el que había quedado la camioneta accidentada.”

Cargadores. Macheteros.

Agentes de la policía.

Chofer.

Carretera.

No.

27

19— diciembre —1956

Murió un reo en una celda del Servicio Secreto, anoche.

“Un dictamen médico rendido por el puesto de socorros de la Cruz Verde después de un examen al que se sujetó el cuerpo del recluso, indica que sí presenta numerosas señales de violencia física que hacen suponer que fue objeto de tormento. En efecto, presenta dos heridas en la base de la nariz, golpes contusos con moretones en la cara, como si le hubiese golpeado a puntapiés, y otros muchos golpes en la caja torácica, principalmente en el abdomen, así como también diversas

No se menciona.

No se menciona.

Reo. Ratero fichado. Infeliz ratero.

Celda

No.

137

escoriaciones en el cuerpo. 28

19— marzo— 1956

Cuatro de los alzados resultaron muertos. Trataban de asesinar a Eugenio Prado.

“Los soldados federales emprendieron su persecución con objeto de aprehender a los que huían, dándole alcance a unos diez kilómetros adelante, al llegar al río Apatlaco, donde volvieron a tirotearse con los rebeldes, cuyos cadáveres arrastró el río.”

Rebeldes. Lugarteniente. Cabecilla.

Soldados.

Eugenio Prado.

Campo

No.

29

14— diciembre —1958

Villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque .

Fue entonces cuando José se cruzó con los Alcalá que caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen?” Los Alcalá, padre e hijo, no se molestaron en abrir la boca para responder, sino que casi simultáneamente, ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre Aurelio hasta agotar los tiros que llevaban en las armas.”

Criminales sujetos.

No existe.

Víctima inerme.

Calle.

No.

30

14— diciembre —1958

Por lépero recibió dos balazos un sujeto.

“Defendiéndose de la agresión cobarde de unos montoneros, el ingeniero Alfredo Villaseñor Preciado, hirió con su pistola a un sujeto llamado Jaime Gutiérrez Álvarez, que formaba parte del grupo agresor, causándole dos heridas, una de ellas en la cara y otra en la pierna.” “Sin embargo a esta versión no se le da

Montoneros. Individuos. Cobardes. Agresores.

Juez.

Ingeniero. Profesionista.

Fiesta.

No.

138

crédito pues algunos de los testigos la desmintieron.” 31

08— junio— 1960

Por robar unos discos está bien preso.

“Declaró el denunciante que el 2 de los corrientes a eso de las cinco de la tarde, llegó el acusado con dos mujeres y dijo que quería comprar un disco. Mientras Wilfrido Martínez veía dicho disco, las dos mujeres robaron trece discos de la vitrina, metiéndoselos bajo las faldas y saliendo del establecimiento.”

Acusado.

Juez.

Denunciante.

Tienda.

No.

32

29— mayo— 1960

La muerte de Ramón Gay.

“En un arrebato de celos, por considerar que existían relaciones amorosas entre la artista Evangelina Elizondo y el ahora extinto Ramón Gay, el ingeniero petrolero Luis Paganoni Castro mató esta madrugada, en la calle Rhin, al popular actor de cine mexicano.” “Le veo a usted muy curioso, pero no se preocupe; no pasará nada absolutamente, Estoy espiando a mi mujer, porque parece que me anda haciendo tonto.” “lo paró un hombre pidiéndole que fuera, mediante una propina, por las Autoridades de la Séptima delegación, para que estas acudieran a dar fe de que su mujer lo engañaba.”

El asesino. El agresor. El ingeniero petrolero.

Policías del servicio secreto.

El actor. La víctima.

Calle.

Sí.

33

08— junio— 1962

En forma bestial fue asesinada una pequeña

“El delincuente no cejó en su infame acometida hasta ver a la menor tirada sin conocimiento

Chacal. Borracho. Marihuano. Villano. Infanticida.

Policía secreta.

Niña. Señora suplicante. Menor moribunda.

Casa.

No.

139

sangrando por la boca y oídos.”

Madre

34

30— junio— 1962

Ferrocarriler o asesinado por su celosa mujer.

“El ferrocarrilero Everardo García Nuñez, murió anoche asesinado por su esposa Carmen Castellanos García. Su fallecimiento ocurrió una hora y veinte minutos después de haber sido herido gravemente por los disparos hechos por la señora cuando lo sorprendió en compañía de su amante la mesera M del Rosario Cervantes Limón en el interior de la casa No. 308 de la calle Nueva Galicia de esta ciudad. “Qué ingrata eres, ya me pegaste.”

Tranquila. Serena. Uxoricida. Celosa. Enferma del sistema nervioso. La amasia. Adúlteros.

Policías

Ferrocarrilero.

Casa

No.

35

05— diciembre —1964

En un accidente murió un ingeniero.

“Entre las múltiples lesiones que recibió el ingeniero Rodríguez González, y que fueron causa de su muerte, se menciona la fractura de la bóveda del cráneo, y de la base del mismo.”

Chofer. Camionero.

Policía

El ingeniero. El profesionista.

Calle.

No.

36

12— diciembre —1964

El pistolerismo sigue causando víctimas.

“El domingo pasado, dos niños de corta edad fueron heridos por proyectiles de armas de fuego y el lunes por la noche se registró un alevoso crimen en una de las bancas del jardín principal del pueblo cuando se encontraba sentado el Sr. Apolinar González, disfrutando de la serenata fue asesinado.”

Alevoso criminal.

No se menciona.

Niños. Señor.

jardín

No.

37

20— diciembre —1966

Lo recibieron a machetazo limpio.

“Después de haber estado bebiendo en abundancia en la cantina de Tomás, en

Agresor.

No se menciona.

Campesino.

Vecindad.

No.

140

la población de Tala, Jal., durante la tarde y las primeras horas de la noche de domingo, el campesino Martín González Neri, de 43 años, ya ebrio, se dirigió a la casa de su compadre Luis Rivera, quien vive en una vecindad en una de las orillas de la población.” 38

20— diciembre —1966

Trágico duelo entre reclusos del penal.

“J. Guadalupe Dávalos que contaba 38 años de edad, recibió 17 piquetes, con una aguda “punta” en partes vitales del cuerpo y murió en el acto.” “Lo retó diciéndole que se dieran un “entre.”“

Homicida. Brutal.

No se menciona.

Reo.

Penal

No.

39

31— octubre— 1968

Hay calma total.

“Completa calma y ausencia total de las fuerzas armadas se registra esta tarde en los planteles educativos, del Instituto Politécnico Nacional.” “La primordial preocupación de los estudiantes ahora es lograr sus exámenes para salvar así uno año que estuvo a punto de perderse definitivamente.”

No se menciona.

Autoridades. Presidente de la república.

No se menciona.

Universida d.

No.

40

03— octubre— 1968

Nuevos desordenes estudiantiles en la capital.

“GRITOS LLANTO, LA LOCURA, La Plaza de las Tres Culturas se convirtió en un infierno. Las ráfagas de las ametralladoras y los fusiles de alto poder, zumbaban en todas direcciones. La gente corría de un lado a otro. Muchos se arrojaron al suelo. Los periodistas, nacionales y extranjero, que junto con fotógrafos y

Estudiantes.

Soldados. Policías.

Soldados.

Calle.

No.

141

camarógrafos habían sido comisionados.” “Las tropas, que aparecieron por el oriente de la plaza, avanzaron rápidamente y en cuestión de minutos se apoderaron del sitio.” El tiroteo era increíblemente generalizado. El ruido de la balacera, de metralletas, rifles de alto poder y pistolas, se confundía con los gritos. La confusión era general.” “El fuego intenso duró exactamente 29 minutos.” “Cerca de las 19.00 horas, cuando empezaba a anochecer, la situación comenzó a ser controlada por el Ejército.” “Dentro de la confusión, se supo que algunos estudiantes fueron muertos cuando disparaban contra los soldados desde las ventanas de por lo menos diez edificios donde buscaron protección.” “Los soldados no permitieron que se tomaran fotos de los muertos. Tampoco de los detenidos. El fotógrafo de Excélsior, Ricardo Escoto quiso tomar varias fotografías de las víctimas; fue agredido, le quitaron la cámara y la estrellaron contra el suelo.” “También se parapetaron algunos agentes y soldados que no veían de

142

dónde venían las balas.” “Dentro de la confusión se supo que algunos estudiantes fueron muertos cuando disparaban contra los soldados.” 41

10— diciembre —1970

Nada se sabe del que asesinó a un chofer.

“Jorge Córdova Vázquez, alias “El Coco”, es ampliamente conocido entre el hampa tapatía y también por la Policía pues fue fichado en el año 1954 y desde entonces registra un medio centenar de ingresos a la cárcel.” “Afirma Víctor Alid, que vio como los dos hombres adoptaban una actitud como si se pusieran en guardia para emprender una riña a puñetazos o boxeando, a tiempo que la mujer joven le gritaba “No, Víctor”. Fue entonces cuando éste sacó su pistola y disparó sobre el sorprendido Serafín Armenta García, quien recibió en su cuerpo los cuatro balazos que le disparó su seguramente rival ocasional, pues no se cree que entre ambos hubiesen existido motivos de antiguas rencillas.”

Homicida.

42

29— diciembre —1970

Feroz puñalada le dio un ebrio a otro y lo mató.

“Una cantinucha de mala muerte denominada la Iberia fue el escenario de un salvaje e injustificado crimen originado por el alcohol y lo protagonizaron dos borrachines clientes habituales del tugurio.”

Borrachines.

No se menciona.

Chofer.

Calle.

Sí.

Sastre y promotor de espectáculos. Compañero de ebriedad. Víctima.

Cantina

No.

143

43

28— diciembre —1972

Comieron carne humana las víctimas del accidente.

“Considera el padre Concetti habida cuenta de estos principios, resulta justificable en el plano ético que los supervivientes del avión se hayan nutrido con los cadáveres de sus compañeros con el fin de sobrevivir…”

Pasajeros

No se menciona.

No se menciona

Los Andes.

No.

44

24— diciembre1 972

Por cultivar marihuana se encuentran detenidos.

“José Virgen Bernal y su hijo Crescencio Virgen Tapia vecinos de la población de Acatlán Juárez Jalisco fueron detenidos por agentes judiciales por haberles encontrado en su poder la mariguana que se puede apreciar en la foto.” “Porque en la casa mandan los padres.”

Campesinos.

Policía

No se menciona.

Ejido.



45

16— octubre— 1974

Detenido por la Judicial peligroso doble homicida.

“El caso es que cuando estaba bailando con Irma, los integrantes del conjunto musical empezaron a molestarlo lanzándole indirectas y como viera que por otra parte sus acompañantes ya andaban muy tomados, estimo prudente retirarse del lugar para evitar problemas.”

Atacante. Peligroso. Armado. Violento.

Agentes

Victima.

Fiesta.



46

30— septiembre —1974

Sin título

Migue Centeno Suárez y José Alonso Sánchez, son dos sujetos que haciéndose pasar como agentes del Servicio Secreto trataron de introducirse por la fuerza a la negociación del señor Jesús Fonseca Ruiz, al que luego

Sujetos. Falsos.

Policía

El señor.

Establecim iento.

Sí.

144

golpearon por haberse dado cuenta del engaño del que estaba siendo víctima. Los falsos agentes fueron detenidos por policía del Estado. 47

14— noviembre —1976

Hirieron a una señora para saquear su casa.

“Cerca de las veintitrés horas se pusieron de acuerdo e hicieron que con engaños su anfitriona acompañara a Arturo Valdivia a buscar dónde comprar una botella de vino, y mientras se quedaban solos los demás se dedicaron a saquear la casa.”

Pandilleros. “El Mani” “El Chino” “El Tronco” “El Maxi”

Agentes

Señora

Casa.

Sí.

48

30— junio— 1976

Dos expolicías obligaron a su víctima a cavar su tumba.

“Lo mataron a tiros porque éste se negó a darles cien pesos que los policías le exigían para comprar tequila, pues ambos se hallaban ebrios.”

Ex policías Ebrios.

Policías

Víctima

Paraje.



49

10— diciembre —1978

Trabajaba de payaso y luego fue a robar.

“Detuvieron al payaso Roberto Guevara Saldaña alias “El Chino” quien después de trabajar en domicilios “divirtiendo a los niños” regresaba a los mismos, brincando las bardas, para robar.

Ladrón

Policía

Víctimas

Casas.



50

04— octubre— 1978

De un infarto murió ayer un pistolero.

“El pistolero Constancio Hernández García “El Zapatón”, y que tenía en su haber más de 100 víctimas, murió anoche en cama, a consecuencia de un infarto al miocardio. Estaba en su casa del poblado Caridad del municipio de San Marcos.”

Pistolero.

No existe.

No se menciona

Casa.

No.

51

10— diciembre —1980

Mark David Chapman preso por el asesinato de

¡Me baleó!, gritó John Lennon y cayó al piso.

El atacante

Policía

John Lennon

Calle

Sí.

145

John Lennon.

“¿Sabes lo que acabas de hacer?, le preguntó el policía del edificio. “Acabo de balear a John Lennon, respondió Chapman.

52

23— julio— 1980

Fue sometido cuando asaltaba una empresa.

“Miguel Ruiz León de 16 años de edad, recibió una golpiza por parte de los empleados de la empresa pasteurizadora “Leche Pureza”, cuando por segunda ocasión en dos meses trataba de asaltarlos a mano armada.” “El delincuente llegó a las oficinas de esa empresa, armado con una metralleta y cuando le apuntaba a la cajera fue sorprendido por unos empleados que lo golpearon con la misma arma para luego entregarlo a elementos de Seguridad Pública.” “La primera vez que asaltó la empresa, se llevó 115 mil pesos, pero se lo robaron cuando se quedó dormido en una cantina.”

Delincuente. Joven. Ladrón.

Policía

Trabajadores.

Empresa



53

07— septiembre —1982

Atacó a la persona que lo ayudó y prendió unos tanques de gas.

“El pintor no negó los cargos que se le hacen al ser interrogado, diciendo que probablemente incurrió en esos delitos, pero que no recuerda nada, pues se sentía muy trastornado.”

Pintor.

No se menciona.

Ofendido.

Casa.



54

16— agosto— 1982

Sin título

“Margarita Reyes Vda. De Pérez de 48 años de edad fue consignada al penal por los delitos de lesiones y otros en agravio de su vecina Eufracia Ocaranza

Margarita Reyes viuda de Pérez.

No se menciona.

Víctima

Calle.



146

Pelayo de 40 años a la que golpeó a puntapiés en una riña callejera en la que intervinieron también las hijas de ambas. Su víctima fue hospitalizada. 55

07— febrero— 1984

Sin título

“Fue consignado el vicioso José Antonio González Lira, “El Pepe”, de 19 años acusado de cometer un sin número de robos a casas y negocios, junto con otros tipos que ya son buscados por agentes judiciales. Lo denunció Amelia Gaspar Flores, quien aseguró que el detenido le robó 4 relojes, una caja musical, una grabadora y otros objetos, de los cuales no menciona su valor.”

Vicioso. Acusado.

Policía

Señora

Casa.

Sí.

56

10— julio— 1984

Aprenden a uno de los que acusaron al Lic. Reyes Heroles.

“Informó la PGR que Rivas Hernández fue detenido en cumplimiento de la orden de aprehensión, que fue girada en su contra por su presunta responsabilidad en el delito de calumnia.”

Acusados. Licenciado. Ingeniero. Profesor.

Policía

El Licenciado Reyes Heroles. Secretario de Educación Pública.

No se determina.

No.

57

10— mayo— 1986

Fue apuñalada por un vecino suyo que ya fue detenido.

“Graves lesiones sufrió la señora Graciela Coronado Garnica, de 40 años de edad, quien ayer en la mañana fue herida a puñaladas afuera de su domicilio por un vecino suyo que, según ella misma indicó, la pretende desde hace tiempo, y ella se ha negado a hacerle caso.”

Vecino. Ebrio.

Policía judicial.

Señora

Calle.

No.

147

58

03— diciembre —1986

Sin título

Patrulleros detuvieron a José Montero Ruiz cuando se hallaba afuera de una finca en la calle Rincón de las Primaveras, para vigilar mientras dos amigos suyos llevaban a cabo un robo. Finalmente sus cómplices escaparon por atrás de la finca llevándose un televisor y otros objetos y lo dejaron ahí esperándolos. Ya se busca a los otros dos ladrones.

Ladrones.

Patrulleros.

No se menciona

Finca

Sí.

59

04— noviembre —1988

Niño de diez años dispara a conductora de autobús.

“Un niño de diez años disparó hoy en la nuca a la conductora de un autobús escolar, dejándola gravemente herida, dijo la policía.”

Niño

Policía

Conductora.

Bus.

No.

60

13— febrero— 1988

Un explosivo libro revela los secretos del narcotráfico

“Los jinetes de la cocaína”, un explosivo libro que pone al descubierto y con detalles las conexiones, los crímenes y las costosas propiedades de los barones del narcotráfico, está conmocionando a Colombia.”

Narcotraficant es. Capos. Delincuentes. Policías corruptos. Pablo Escobar.

No se menciona.

No se menciona.

Libro.

No.

61

19— diciembre —1990

Carpintero asesinado a golpes en el patio del ferrocarril.

“Cuando se examinaron las ropas del carpintero ahora muerto se le encontraron una tuerca y tres canicas.”

No se menciona.

Policía

Occiso. Ferrocarrilero.

Patio de ferrocarrile s.

No.

62

26— diciembre —1990

Montado en su caballo un sujeto lo asesinó a tiros.

“El empistolado, luego que vio caer al señor Ortiz Santana, probablemente ya sin vida, se dio a la fuga tranquilamente en su montura y los agentes de la policía Judicial destacados en su búsqueda no habían logrado detenerlo.”

Empistolado. Hugo N.

Judiciales.

Señor

Calle.

No.

148

63

08— diciembre —1992

La escuela Lombroso

“En 1911, frente a la enorme e indiscriminada inmigración europea a Sudamérica, Ingenieros escribía, se imponía evitar que otros grupos sociales, nos endosen su población criminal.”

Editorial

Editorial

Editorial

Editorial

No.

64

01— diciembre —1992

Cuatro detenidos en relación al asesinato de un comerciante.

“Agentes de la policía Judicial destacados en la división de homicidios, lograron la detención de José Rodríguez Magaña, apodado “El Rifles”, de 37 años, Marco Martínez Rodríguez, “El Fierros”, de 42 años, Francisco Javier Plascencia Rodríguez, “El Chango”, de 30 años, y de Luis Godoy Arteaga, de 36 años. Asesinaros a navajazos, a Armando Alvarado Téllez y lo dejaron colgado de un árbol, y cuyo cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición.” “Subieron el cadáver en un triciclo donde lo taparon con trapos y cartón.”

Asesinos.

Judiciales.

Comerciante.

Paraje.



65

24— marzo— 1994

Fue asesinado en Tijuana Luis Donaldo Colosio.

“El presunto agresor, quien se identificó como Mario Aburto Martínez, de 28 años, fue inmovilizado por una montaña humana que reaccionó para detenerlo y que lo entregó a policías federales, que tardaron muy poco en llegar al lugar y que lo salvaron de ser linchado.” “Llanto, dolor e histeria.”

Joven moreno de complexión robusta.

Luis Donaldo Colosio.

Calle.

No.

149

66

07— junio— 1994

Aburto

“Los demás puntos señalan que los estudios psiquiátricos y psicológicos establecen que Aburto sufre trastornos mentales sectoriales y de conflictiva interna; padece de un delirio crónico sistematizado de tipo reivindicativo; presenta un coeficiente de rendimiento intelectual de término medio y no se le detecta daño cerebral.” Presenta conflicto con las figuras parentales y por ende, con la autoridad; tiene un bajo autoconcepto personal, sentimientos de inferioridad, difusión de identidad, sentimientos de autoimportancia y bajo control de sus impulsos.” “Los anteriores rasgos de personalidad dan como resultado en marcar diagnósticamente, trastornos narcisistas, con rasgos coexistentes de trastornos histriónicos, señala el estudio. La afectación mental que se le diagnóstica psiquiátricamente, tiene origen en su desarrollo evolutivo biopsicosocial.” “Agrega el documento que el delirio crónico sistematizado reivindicativo de Aburto se conjugó con estímulos externos específicos

Aburto

No se menciona

No se menciona

No se menciona

150

No.

de figura política mitin (discursos) condensándose para desencadenar una motivación originada inconscientemente que provocó una respuesta violenta y de destrucción.” “El acto homicida pudo ser cometido provocándose por la propia problemática interna de Mario Aburto Martínez, en este caso sin la participación obligada y directa de terceros y probablemente únicamente por influencias externas (lecturas, revistas, discursos) etc.” “El último punto indica que “considerando el diagnóstico de personalidad de Aburto y la patología interna detectada (delirio sistematizado crónico de tipo reinvindicativo) se considera que su persona y sus procesos mentales están lo suficientemente preservados para tener la capacidad de querer, saber y entender y tener actos de voluntad suficiente para dar cumplimiento a sus tendencias, necesidades, impulsos haciéndolo un individuo responsable de sus actos y consecuencias. Por lo anterior juzgamos que es un individuo al que le es imputable su conducta.”

151

67

24— diciembre —1996

El asalto bancario nùmero 79 fue a Banamex,

Ayer por la mañana dos sujetos empistolados cometieron el asalto bancario número 79 de lo que va del año, al atracar la sucursal de Banamex que se localiza en el cruce de las avenidas niño obrero y Làzaro Càrdenas, de don se sabe que se robaron 32 mil 922 pesos.”

Sujetos empistolados. Presuntos asaltantes. Dos tipos.

Policías

Banco

Banco



68

11— octubre— 1996

Ayer fueron asaltadas dos sucursales bancarias.

“Destacó el gerente que el asaltante dejó en el banco un maletín con una pistola, el cual le fue entregado a elementos de la DGSPE que acudieron al lugar”

Asaltante Un solo sujeto.

Policía

Banco

Banco



69

17— diciembre —1998

Plagiaron a dos personas más

“Al que violentamente fueron a sacar de la escuela en la que estudia y luego pidieron por su liberación una suma millonaria, pero finalmente fue rescatado en un operativo de la Policía Investigadora y ellos pudieron ser identificados y detenidos.”

Los ahora procesados. Sujetos.

Policía

Niño Menor

Escuela

No.

70

17— diciembre —1998

Se enfrentaron a golpes en tienda de auto— servicio dos policías.

“dos agentes que andaban francos y que andaban ahí comprando su mandado chocaron con los carritos de la tienda por conducirlos sin cuidado, se hicieron de palabras y terminaron dándose de golpes.”

Policías

Policías

Policías Director de información, investigación, y tácticas de criminalidad de la dirección General de Seguridad Pública del Estado.

súper mercado

No.

71

23— diciembre —2000

Asesinaron a balazos a un contador en la colonia Arboledas.

“El contador presentaba una herida de bala en el cráneo, en el parietal derecho, y cuatro más en el lado derecho de la espalda.”

No se menciona.

Policía

El contador. El cadáver.

Calle

Sí.

152

72

11— diciembre —2000

Detenido por la policía uno de los secuestrador es de comerciante.

“Actualmente radica en una colonia de Zapopan, pero el ahora detenido José Enrique López lo ubicó y comenzó a llamarle para exigirle el pago de 700 mil pesos por no volver a secuestrarlo.” “Los familiares cumplieron con lo anterior, pero un campesino encontró el dinero y tuvieron que hacer un pago similar y hasta que eso sucedió la joven fue liberada. El campesino que encontró el dinero fue detenido cuando lo gastaba a manos llenas.”

Campesino. Detenido. Sujeto. Secuestradores .

Policía

Comerciante. La joven.

No se especifica.

No.

73

26— mayo— 2002

La era del secuestro

“Comienzan a registrar pasivos la industria del pánico. Sinaloa donde el secuestro ha sido prácticamente erradicado… con la voluntad política, es posible poner fin a esta pesadilla.” “Conmueve el llanto de este hombre de apariencia recia, curtido en el trabajo de la pesca, que ahora se aferra como un niño a los brazos del “comandante Simón” coordinador de la Unidad Especializada Antisecuestros de Sinaloa.” “A nivel nacional el secuestro ha mostrado un descenso en los últimos 5 años. 1997 (1047) 1998 (734) 1999 (607) 2000 (595) 2001 (581). Fuente PGR. Policía Gobierno de la República.

Editorial

Editorial

Editorial

Editorial



153

74

19— agosto— 2002

Cae otro acusado de corrupción de menores.

“Los investigadores lograron saber que el ahora detenido González Gutiérrez, se ganaba la confianza de los menores, comprándoles dulces o regalos, luego los llevaba a su casa, en donde les exhibía películas para adultos y después los atacaba.”

El ahora detenido.

Investigador es.

Menores. Niños.

Casa.

No.

75

01— noviembre —2004

Crímenes y desaparición de mujeres.

“Hasta ahora, todo han sido palabras, lo que tenemos es hambre, pero de justicia, estamos en deuda con nuestras hijas porque no han metido a la cárcel a sus asesinos.”

Policías.

No se menciona.

Madres. Jóvenes. Mujeres víctimas. Mujeres de negro.

Calles.

Sí.

76

28— junio— 2004

Sin título

“Aparte de los secuestros otro asunto que ha ofendido a la sociedad mexicana, son las muertas de Juárez. Más de 300 mujeres asesinadas con total impunidad, más de 80 expedientes y averiguaciones previas mal hechas —que la autoridad ha reconocido— hablan de la inaceptable ineficiencia del aparato de justicia, de la complicidad de funcionarios con el hampa, y de la escasa voluntad por resolver el caso.”

Hampa. Funcionarios.

No se menciona.

Muertas de Juárez.

Calle.

Sí.

77

31— octubre— 2006

Narcos “sacan” al alcalde de Turicato.

“El alcalde de Turicato, José Vázquez Piedra, emanado del partido de la revolución democrática (PRD), huyó del municipio el pasado 19 de octubre, luego de recibir amenazas de muerte por parte de un grupo de narcotraficantes

Narcotraficant es

No se menciona.

Alcalde Cadáver.

Poblado

No.

154

que tienen asolada esa parte de la región de la tierra caliente michoacana.” “Dijo que no había huido, que se trataba de un problema en la espalda.” “Por traidor y por estar con dos bandos. “Asta” pronto.”“ 78

31— octubre— 2006

Enfrentamie nto en Michoacán deja 5 muertos.

“El resultado preliminar del enfrentamiento registrado la mañana de ayer en el municipio de Turicato, dejó un saldo de 5 personas muertas.”

Delincuentes.

Policías. Ejército.

Muertos. Policías

Calles.

No.

79

02— diciembre —2008

Detienen a tres presuntos miembros de la banda del “Teo”

“Tres presuntos integrantes de la organización de narcotraficantes de Teodoro García Semental, “El Teo”, fueron capturados en Tijuana, Baja California, y se les aseguró un arsenal que transportaban en dos vehículos.”

Narcos.

Elementos policiacos

No se menciona

Calle.

No

80

06— enero— 2008

Narcos evaden controles en el país.

“Decomisos entre diciembre del 2006 y diciembre de 2007: 35 toneladas de precursores químicos.” 22 toneladas de efedrina. 78% en el aeropuerto internacional de México. Fuente PGR.

Carteles de la droga.

No se menciona.

No se menciona

Aeropuerto .

N/C

81

11— diciembre —2010

El secretario general del Gobierno informa que las estrategias tendrán que coordinarse con las fuerzas armadas del país.

“Era el “líder del cártel de la “familia michoacana” junto con José de Jesús Méndez Vargas alias “El Chango”, Nasario Moreno González, también conocido como “El Chayo” “El Doctor” “El más loco”. Era el encargado de adoctrinar a los sicarios. Se dedicaba

Sicarios.

PGR

No se menciona.

No se menciona

Sí.

155

a motivar psicológicamente a su tropa. La PGR encontró en un cateo lo que los fiscales llaman “la biblia” de ese grupo criminal, supuestamente escrito por él” 82

24— abril— 2010

Las policías de Ciudad Juárez elevan la alerta a “código rojo”.

“El alcalde José Reyes ordena reforzar patrullajes, luego del asesinato de seis uniformados y un civil, en una emboscada.”

Sicarios. Atacantes.

Policía

Policías Civil

Calles.

156

Sí.

La fotografía de la nota roja en El Informador.

De 1930 a 2010 contamos con un cuerpo de 82 noticias. Partiendo de lo sencillo a lo complejo, lo primero que podemos encontrar es que El Informador se decanta casi en su totalidad por no apoyar la nota roja con fotografías, de esta manera, tenemos que de las 82 notas sólo 23 usan fotos (28%); y de estas no encontramos una sola que retrate cadáveres, accidentes o los hechos ocurridos. Las fotos corresponden al victimario, rara vez de la víctima, y suelen ser fotos de expediente criminal, no de los hechos ocurridos. Es a partir de1970 que comienza la tendencia de usar fotos de los victimarios, que luego decreció y se hizo esporádica. Los casos en los que hay fotos son dos: cuando el asesinó tuvo por víctima a una figura relevante, como el caso de David Champan, asesino de John Lennon en 1980, y el segundo caso y a la vez mayoritario, fotos de delincuentes comunes. La foto de Chapman no corresponde al momento del crimen, sino a una foto de archivo escolar. Las fotos de los delincuentes los muestran con semblantes coléricos o burlones, algunas veces con rastros de golpes en la cara y generalmente despeinados y desaliñados. De las 82 notas sólo encontramos fotos de 2 víctimas, la de un actor (Ramón Gay, nota 32, año 1960) y la del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio (nota 65, año 1994), es decir que sólo se usan fotos de este actante principal cuando se trata de alguien relevante, nunca del ciudadano común y corriente. Esto refleja que la fotografía no es un recurso sustancial de la nota roja para el periódico El Informador, pero también que no es esencial para que exista nota roja. Una segunda conclusión que podemos desprender del uso de la foto en El Informador es la tendencia a darle relevancia al agresor a través de la fotografía. Lo cual es sustancial

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porque la fotografía también es un discurso que puede ser leído e interpretado. Lo verdaderamente sustancial parece ser en este sentido: el criminal y su delito. Esto es contradictorio, toda vez que recurrentemente la nota roja pretende solidarizarse o condolerse con la víctima. Cabe señalar que no es hasta 2008 que el periódico usa color en sus páginas, es decir que las décadas previas se mantuvo en blanco y negro, lo cual habla de una tendencia conservadora en su formato y estructura.

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Los títulos de la nota roja en El Informador.

A diferencia de periódicos como Alarma!, o La Prensa cuyos titulares suelen basarse en juegos de palabras para atrapar al lector, notamos que en El Informador no tiene un solo estilo en el manejo de los títulos. Los hay escuetos: dan poca información, otros son descriptivos del acontecimiento, la víctima y el victimario. Otros de carácter literario por el uso de adjetivos calificativos o la construcción narrativa de los acontecimientos, donde se privilegia la anécdota, imagen o atmósfera. Esta tabla ejemplifica lo anterior. TIPO Escueta Escueta Escueta Escueta Escueta Escueta Escueta Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria Literaria

NUMERO 17 13 16 32 18 39 41 5 19 20 22 26 27 44 56 59 61 1 6 11 24 25 30 31 37 43 49 62

TÍTULO Se cayó un niño. Fue apuñalado. El atentado contra nuestro señor Presidente. La muerte de Ramón Gay. Asesinato en una piquera. Hay calma total. Nada se sabe del que asesinó a un chofer. Fue cometido un asesinato en el interior de una cantina de Colima Le explotó una botella de bebida gaseosa. Un mariguano trataba de robarles una niña de diez años. Diligencias en el robo de la casa Saucedo en la Ciudad de Colima. Presos por el robo de una radio de una camioneta accidentada. Murió un reo en una celda del Servicio Secreto, anoche. Por cultivar marihuana se encuentran detenidos. Aprehenden a uno de los que acusaron al Lic. Reyes Heroles. Niño de diez años dispara a conductora de autobús. Carpintero asesinado a golpes en el patio del ferrocarril. Horrendo crimen. El asalto más sensacional. El crimen de la doncella que mató a su ama porque la regañaba. Campaña contra los vampiros Por metiche le pegaron al gendarme Hernández. Por lépero recibió dos balazos un sujeto. Por robar unos discos está bien preso. Lo recibieron a machetazo limpio. Comieron carne humana las víctimas del accidente. Trabajaba de payaso y luego fue a robar. Montado en su caballo un sujeto lo asesinó a tiros.

Como podemos apreciar, títulos como “fue apuñalado” o “asesinato en una piquera” apenas revelan elementos. Sabemos que alguien de género masculino fue

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apuñalado, pero no sabemos quién ni dónde. En el segundo caso, el narrador nos dice que hubo un asesinato y el sitio donde ocurrió, pero no si el asesinado era hombre o mujer, ni cómo fue el crimen. El colmo de lo escueto, y que hoy en día no se consideraría titular ni noticia es el de “se cayó un niño”. Cabe preguntarse en qué radica la nota roja, pero creemos que este es un claro ejemplo de una de nuestras primeras hipótesis, que la nota roja habla del riesgo de perder la vida o la integridad física, y en este sentido, aunque el hecho parezca baladí cumple con ese requisito. “El atentado contra nuestro señor Presidente”, también es escueta, no sabemos cómo fue dicho atentado, pero al enunciar: “nuestro señor” significa “de nuestra pertenencia” y los elementos de distinción: “señor y presidente”, implica que se trata de alguien importante. Sufrió un atentado, por lo tanto, no cabe duda que merece nuestra reprobación. Es decir que el carácter escueto no omite cuál es la focalización del narrador a través de dicha forma enunciativa. “La muerte de Ramón Gay”, es un título escueto e incluso localista. Quien no sepa que Ramón Gay era un actor sólo sabría que alguien con ese nombre está muerto, además de que tampoco se precisa si esa muerte fue violenta o no. Sin embargo, deducimos que si se menciona su nombre sin dar más explicaciones es porque debió tratarse de alguien de cierta importancia o porque esta es una especie de secuela de la primera vez que se mencionó el crimen. Otro título tan escueto como ambiguo es “Hay calma total”, el cual genera una serie de preguntas: ¿En dónde hay calma? ¿Con respecto a qué? ¿Significa que antes no la hubo o que se corre el riesgo de perderla? Sólo leyendo la noticia nos enteraremos de qué se trata, pero podemos deducir que el título presupone que el lector se ha venido

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enterando de un hecho previo, muy probablemente relatado en noticias anteriores y por lo tanto se considera que no hay necesidad de poner al tanto al lector. Otros títulos son descriptivos porque proporcionan detalles de los acontecimientos y de a quién o quiénes les ocurrieron. Este es el caso de “Carpintero asesinado a golpes en el patio del ferrocarril.” Sabemos el oficio (carpintero) y género (masculino), además de la manera en que perdió la vida (asesinado a golpes) y el lugar preciso (el patio del ferrocarril), los detalles que nos faltan, presumiblemente podremos encontrarlos en el cuerpo de la noticia, como quién lo asesino y bajo qué circunstancias. “Presos por el robo de una radio de una camioneta accidentada” es otro título muy descriptivo en el cual sabemos que dos o más personas del sexo masculino fueron presos por el delito específico de un objeto: una radio, que además sustrajeron de una camioneta que previamente sufrió un accidente. De nueva cuenta, esperamos que el cuerpo de la noticia nos dé otros detalles, por ejemplo, cómo fue ese accidente, las identidades particulares de los infractores, cómo fueron atrapados, quién iba en la camioneta cuando se accidentó, si hubo violencia para robar la radio y dónde ocurrieron los hechos. En “aprehenden los que acusaron al lic. Reyes Heroles”, podemos leer que los acusadores fueron más de una persona, aunque no el género: masculinos, femeninos o ambos. Otro dato que forma parte del título es que éstos acusaron previamente a un hombre y podemos deducir que ésta fue la razón de que fueran aprehendidos, por lo cual la nota nos sitúa en un hecho de carácter legal. Esa persona es el licenciado Reyes Heroles, sujeto que se puede leer en dos sentidos, teniendo un previo conocimiento de quién se trata (político influyente de la época) o bien si el lector es ajeno al contexto, puede inferir que al tratarse de un licenciado y que si la nota habla de que se aprehendió a personas que lo acusaron, es porque Reyes Heroles es un individuo con cierta presencial social o

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mediática. Nuevamente, los hechos faltantes están el en cuerpo de la noticia, y el lector espera saber de qué lo acusaron, cómo fueron aprehendidos y quiénes son esos sujetos. Un ejemplo más de título descriptivo es “un mariguano trataba de robarles una niña de diez años.” El sujeto (masculino) que consume drogas intentó robarles (no sabemos a quiénes) una menor de edad. Los detalles a cubrir por la nota. ¿A quiénes? ¿A sus padres? ¿Cómo se frustró el hecho? ¿Escapó? ¿Fue detenido? ¿En dónde ocurrió? Los títulos de carácter literario, como hemos dicho, suelen valerse de calificativos que exaltan los acontecimientos o a quien los comete, ese es el caso de “horrendo crimen”, que también podría caer en la clasificación de escueto, pero que en el “horrendo” puede situarse dentro del literario. El calificativo “horrendo” es tan determinante que condiciona decididamente el acento de la nota y lo que de ella el narrador determina que es “horrendo.” Si el titular sólo dijera: “se cometió un crimen”, sería decisión del narratario calificarlo de ese modo. Uno de los títulos más literarios de nuestro muestreo es “El crimen de la doncella que mató a su ama porque la regañaba.” Situándonos en el espacio tiempo de la noticia, 1940, resultan anacrónicos los apelativos “doncella” y “ama”, con lo cual dichas valoraciones nos sustraen de ese contexto y nos lleva a asociar a los actores de la nota a personajes de cuento, donde la doncella y la ama son presentados frecuentemente como personajes antagónicos. A través del bagaje que la mayoría de los lectores tienen sobre los cuentos y fábulas pueden reconocer ciertos mecanismos o constantes de ese tipo de narrativa, tales como aquel donde la forma de enunciación nos dice qué cierto acto tuvo una consecuencia y por lo tanto cabe una moraleja. Si decimos “el niño que pensó que el alacrán era su amigo” sabemos que el actante trastocó una realidad y esto tuvo una consecuencia que

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devino en algún tipo de aprendizaje, dentro de esta misma tonalidad está el decir “El crimen de la doncella que mató a su ama porque la regañaba.” Una enunciación descriptiva, no literaria sería decir: “una trabajadora mató a su empleadora”, en la cual los actantes son desprovistos de calificativos que los acerquen a personajes literarios, y al no decir la razón del crimen se alejaría de su carga literaria, pues al poner tan en relieve la razón baladí del crimen, junto con doncella y ama, se construye ese enunciado literario, poco enclavado en la realidad. Lo mismo sucede con “Por lépero recibió dos balazos un sujeto.” Existe una razón baladí, pequeña, cargada de despropósito como en esas fábulas donde los personajes tienen grandes pretensiones que los llevan al castigo. Esta suerte de prestación que el periodista toma de los elementos del cuento infantil —construcción semántica que apunta a la moraleja— se oponen a la novela negra y al periodismo de la nota roja. Si la construcción semántica alude al cuento infantil, el hecho violento y el personaje aluden al género negro, lo cual resulta chocante y descarnado. Es decir que muchas veces en un título de nota roja elaborado literariamente, encontramos una especie de desplazamiento de un género a otro para enunciar la realidad. Podemos decir que los títulos de la nota roja en El Informador son de tres tipos, escuetos, descriptivos y literarios, y que en todos ellos se relata una porción de la información que el cuerpo de la nota presumiblemente se encarga de responder. La focalización del título puede recaer en el sujeto, la acción o en ambos. “Por cultivar marihuana se encuentran detenidos.” (la acción). “La muerte de Ramón Gay” (el sujeto). “Niño de diez años dispara a conductora de autobús.” (El sujeto y la acción). En todos ellos se destaca la transgresión o el infortunio. “Le explotó una botella de bebida

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gaseosa.” “Por metiche le pegaron al gendarme Hernández.” “Comieron carne humana las víctimas del accidente.” También podemos señalar que el carácter escueto no hace que no revele la focalización del narrador, por ejemplo, queda clara cuál es la postura en Atentado contra nuestro señor presidente. Otra característica es que muchos de los títulos recabados tienen el rasgo de función prolepsis (anticipativa) que mencionábamos antes, en tanto anuncian el elemento principal de los enunciados nucleares del relato. Por último, en la de evolución de la nota roja encontramos que los títulos se mantienen en estos parámetros (escuetos, descriptivos y literarios) dentro del rango de ochenta años del periódico El Informador, sin embargo, también encontramos que los títulos de notas localistas van siendo menos frecuentes hasta desaparecer. Nos referimos a notas como “un niño se cayó” o “campaña contra vampiros”. Presumiblemente, la desaparición de este tipo de noticias responde a aquello que la opinión pública puede considerar como truculento, escandaloso o inusitado, es decir al cambio sociológico del lector. Esta tabla nos ayuda a cuantificar el uso de títulos escuetos, descriptivos y literarios de nuestro muestreo:

NO.

1. 2. 3. 4. 5.

TITULO Horrendo crimen Pagó la cuenta con un balazo. Un comerciante de la zona Chapálica murió en un asalto. Hermano fratricida. Fue cometido un asesinato en el interior de una cantina de Colima

TIPO Literaria Literaria Descriptiva Escueta Descriptiva

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6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55.

El asalto más sensacional. Fue herido mortalmente en su propia casa Sin título Se cayó un niño Formal prisión El crimen de la doncella que mató a su ama porque la regañaba. Lesionados en una escandalosa riña. Fue apuñalado. Una troca le pasó por encima Vago sentenciado a dos años de cárcel en la peni El atentado contra nuestro señor Presidente. Huyó hoy el asesino del maquinista Sánchez. Asesinato en una piquera. Le explotó una botella de bebida gaseosa. Un mariguano trataba de robarles una niña de diez años. Pide que le apliquen la pena de muerte. Diligencias en el robo de la casa Saucedo en la Ciudad de Colima. Aprehendieron a feroz asesino. Campaña contra los vampiros. Por metiche le pegaron al gendarme Hernández. Presos por el robo de una radio de una camioneta accidentada. Murió un reo en una celda del Servicio Secreto, anoche. Cuatro de los alzados resultaron muertos trataban de asesinar a Eugenio Prado. Villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque. Por lépero recibió dos balazos un sujeto. Por robar unos discos está bien preso. La muerte de Ramón Gay. En forma bestial fue asesinada una pequeña Ferrocarrilero asesinado por su celosa mujer. En un accidente murió un ingeniero. El pistolerismo sigue causando víctimas. Lo recibieron a machetazo limpio. Trágico duelo entre reclusos del penal. Hay calma total. Nuevos desordenes estudiantiles en la capital. Nada se sabe del que asesinó a un chofer. Feroz puñalada le dio un ebrio a otro y lo mató. Comieron carne humana las víctimas del accidente. Por cultivar marihuana se encuentran detenidos. Detenido por la Judicial peligroso doble homicida. Sin título Hirieron a una señora para saquear su casa. Dos expolicías obligaron a su víctima a cavar su tumba. Trabajaba de payaso y luego fue a robar. De un infarto murió ayer un pistolero. Mark David Chapman preso por el asesinato de John Lennon. Fue sometido cuando asaltaba una empresa. Atacó a la persona que lo ayudó y prendió unos tanques de gas. Sin título Sin título

Literaria Descriptiva Escueta Escueta Literaria Literaria Escueta Escueta Descriptiva Descriptiva Descriptiva Escueta Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Literaria Literaria Literaria Descriptiva Descriptiva Descriptiva Literaria Literaria Escueta Escueta Literaria Literaria Escueta Escueta Literaria Literaria Escueta Escueta Escueta Literaria Literaria Escueta Literaria Descriptiva Descriptiva Literaria Escueta Descriptiva Descriptiva Descriptiva

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56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 79. 80. 81. 82.

Aprenden a uno de los que acusaron al Lic. Reyes Heroles. Fue apuñalada por un vecino suyo que ya fue detenido. Sin título Niño de diez años dispara a conductora de autobús. Un explosivo libro revela los secretos del narcotráfico Carpintero asesinado a golpes en el patio del ferrocarril. Montado en su caballo un sujeto lo asesinó a tiros. La escuela Lombroso Cuatro detenidos en relación al asesinato de un comerciante. Fue asesinado en Tijuana Luis Donaldo Colosio. Aburto El asalto bancario número 79 fue a Banamex. Ayer fueron asaltadas dos sucursales bancarias. Plagiaron a dos personas más Se enfrentaron a golpes en tienda de auto—servicio dos policías. Asesinaron a balazos a un contador en la colonia Arboledas. Detenido por la policía uno de los secuestradores de comerciante. La era del secuestro Cae otro acusado de corrupción de menores. Crímenes y desaparición de mujeres. Sin título Narcos “sacan” al alcalde de Turicato. Enfrentamiento en Michoacán deja 5 muertos. Detienen a tres presuntos miembros de la banda del “Teo” Narcos evaden controles en el país. El secretario general del Gobierno informa que las estrategias tendrán que coordinarse con las fuerzas armadas del país. Las policías de Ciudad Juárez elevan la alerta a “código rojo”.

Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Descriptiva Literaria Escueta Descriptiva Descriptiva Escueta Descriptiva Descriptiva Escueta Descriptiva Descriptiva Descriptiva Escueta Descriptiva Escueta Escueta Descriptiva Descriptiva Escueta Descriptiva Descriptiva

Seis de las notas no tienen título porque corresponden a aquellas donde se introdujo el estilo de sólo poner la foto del delincuente y abajo la noticia breve de su delito. En consecuencia, tenemos un total de 76 notas con título, de las cuales 22 son escuetas, 35 son descriptivas y 19 literarias.

TIPO

PORCENTAJE

Escuetas

29%

Descriptivas

46%

Literarias

29%

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Si decimos que los títulos de carácter literario mezclan lo literario y el periodismo, y que las escuetas y descriptivas tienen un sentido periodístico convencional, tenemos como resultante que la nota roja es tratada en forma convencional en un 75%. Una última consideración, notamos una tendencia decreciente del uso de los títulos literarios, no obstante, esto sólo aplica al periódico El Informador, lo cual puede ser contrastado con un periódico como La Prensa, que tiene como cualidades usar la nota roja clásica y ser el número uno de tiraje, y que usa frecuentemente titulares literarios.

167

El cuerpo de la noticia en El Informador

Como ya dijimos, hemos extraído sólo algunas frases de cada noticia, aquellas que revelan una serie de particularidades estructurales, las cuales tienen que ver con construcciones semánticas que alejan o acercan al hecho periodístico; encontramos que este distanciamiento se da a partir de que el periodista narra los hechos más allá de la simple descripción objetiva; como en el caso de los títulos de carácter literario, valiéndose de adjetivos calificativos, pero también al narrarlos de una forma tan detallada o descriptiva de minucias, que entendemos sólo pudo suceder si el narrador hubiera estado presente, cuando sabemos que no lo estuvo. En este sentido, el periodista se acerca al narrador heterodiegético de la literatura, al menos toma ciertas prestaciones literarias que ya no sólo son periodísticas. Ciertamente, en algunos casos hay testigos oculares de los hechos, pero ya sea esos testigos o el periodista al escucharlos, terminan por desproveer al acontecimiento de su carácter noticioso y reelaborarlo literariamente a partir de diálogos o frases dichas en apariencia por los personajes y que suelen ser sorprendentes por su sentido. Y cuando no de diálogos de enunciados con funciones metafóricas.

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N DÍA MES o AÑO 2 30—agosto— 1930 1 01— 1 diciembre— 1940

TITULO

FRASES

Pagó la cuenta con un balazo. El crimen de la doncella que mató a su ama porque la regañaba.

1 15—enero— 7 1946

Huyó hoy el asesino del maquinista Sánchez.

2 12— 6 noviembre— 1954

Presos por el robo de una radio de una camioneta accidentada.

2 14— 9 diciembre— 1958

Villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque.

2 14— 9 diciembre— 1958

Villano asesinato fue cometido en Tlaquepaque.

3 29—mayo— 2 1960

La muerte de Ramón Gay.

4 16—octubre— 5 1974

Detenido por la Judicial peligroso doble homicida.

“Cogiéndolo fuertemente de la muñeca le habló seriamente diciéndole que antes de pagarle no podía salir de ahí.” Después que la joven de 19 años, Betty Klempa, destrozó con un bate de béisbol el cráneo de la señora Leah Rubin, abandonó el teatro del crimen al que volvió horas después para descubrir el “asesinato” en unión de los aterrados hijitos de la víctima. —La doncella, rubia y linda, pagará en la silla eléctrica su delito espantoso.” “El asesino que fue identificado como Juan Guevara, el mismo que robó a la compañía Chiclera hace algunas semanas, dio muerte al señor Gómez Sánchez, por motivos de índole pasional, pues se ha logrado saber que tenía relaciones amorosas con la esposa de la víctima, y se ha podido comprobar plenamente que al ocurrir el crimen, la perversa mujer oyó los gritos de auxilio que lanzaba el maquinista, y niega ahora que estaba en su casa al oír la tragedia.” “Y como ya estaba muy fácil el quitarlo, optaron por hacerlo y robárselo sin que el chofer Martínez, según dice, se enterara, pues cuando se dio cuenta de que llevaban el aparato, venía ya en camino y a gran distancia del sitio en el que había quedado la camioneta accidentada.” Fue entonces cuando José se cruzó con los Alcalá que caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen?” Los Alcalá, padre e hijo, no se molestaron en abrir la boca para responder, sino que casi simultáneamente, ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre Aurelio hasta agotar los tiros que llevaban en las armas.” Fue entonces cuando José se cruzó con los Alcalá que caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen?” Los Alcalá, padre e hijo, no se molestaron en abrir la boca para responder, sino que casi simultáneamente, ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre Aurelio hasta agotar los tiros que llevaban en las armas.” “En un arrebato de celos, por considerar que existían relaciones amorosas entre la artista Evangelina Elizondo y el ahora extinto Ramón Gay, el ingeniero petrolero Luis Paganoni Castro mató esta madrugada, en la calle Rhin, al popular actor de cine mexicano.” “Le veo a usted muy curioso, pero no se preocupe; no pasará nada absolutamente, Estoy espiando a mi mujer, porque parece que me anda haciendo tonto.” “lo paró un hombre pidiéndole que fuera, mediante una propina, por las Autoridades de la Séptima delegación, para que estas acudieran a dar fe de que su mujer lo engañaba.” “El caso es que cuando estaba bailando con Irma, los integrantes del conjunto musical empezaron a molestarlo lanzándole indirectas y como viera que por otra parte sus acompañantes ya andaban muy tomados, estimo prudente retirarse del lugar para evitar problemas.”

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5 10— 1 diciembre— 1980

Mark David Chapman preso por el asesinato de John Lennon.

¡Me baleó!, gritó John Lennon y cayó al piso. “¿Sabes lo que acabas de hacer?, le preguntó el policía del edificio. “Acabo de balear a John Lennon, respondió Chapman.

En la nota 2, “cogiéndolo fuertemente de la muñeca le habló seriamente, diciéndole que antes de pagarle no podía salir de ahí”, podemos apreciar en cursivas aquellas palabras que revelan una intencionalidad literaria del periodista. El hecho objetivo: “le dijo que no podía irse de la cantina sin pagar la cuenta”, ahora recae en la intencionalidad emotiva de uno de los actantes, que al cogerlo fuertemente de la muñeca y al hablarle seriamente, nos anuncia que se sobreviene la desgracia, pues el otro actante está ebrio y armado y no quiere pagar el consumo. En la nota 11, “después que la joven de 19 años, Betty Klempa, destrozó con un bate de béisbol el cráneo de la señora Leah Rubin, abandonó el teatro del crimen al que volvió horas después para “descubrir” el asesinato en unión de los aterrados hijitos de la víctima. —La doncella, rubia y linda, pagará en la silla eléctrica su delito espantoso”, encontramos la intencionalidad literaria cuando se describe el lugar de los hechos como “el teatro del crimen”, ya que la expresión no es un lugar objetivo —no aconteció en un teatro—, sino que se usa como función metafórica para describir el sitio como un lugar histriónico donde ciertos personajes se vieron arrebatados por el drama. Igualmente, al calificar a los hijos de la víctima como hijitos aterrados, se intenta mover las fibras afectivas del narratario, mediante el diminutivo yuxtapuesto al horror, que los vuelve indefensos ante la imagen (elipsis) de la muerte de su madre. Como remate, tenemos que la victimaria es una doncella rubia y linda que nos recuerda a personajes descritos en la novela negra como femme fatale, cuya belleza y encanto contrasta con su maldad. Una probable descripción periodística y no literaria sería: “después que la joven de 19 años, Betty Klempa, destrozó con un bate de béisbol el cráneo de la señora Leah Rubin,

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abandonó el lugar al que volvió horas después para fingir descubrir el asesinato en unión de los hijos de la víctima. La mujer recibirá la silla eléctrica. En la nota 17, “el asesino que fue identificado como Juan Guevara, el mismo que robó a la compañía chiclera hace algunas semanas, dio muerte al señor Gómez Sánchez, por motivos de índole pasional, pues se ha logrado comprobar que tenía relaciones amorosas con la esposa de la víctima, y se ha podido comprobar plenamente que al ocurrir el crimen, la perversa mujer oyó los gritos de auxilio que lanzaba el maquinista, y niega ahora que estaba en su casa al oír la tragedia”, tenemos como primer punto de “renuncia a la objetividad periodística” el: se ha podido comprobar plenamente, sin que en el cuerpo de la noticia encontremos de qué manera se dio esa comprobación, sin embargo —como en un narrador omnisciente— confiamos en su narración guiados por la descripción de la alevosía con la que fue muerta la víctima, esto nos predispone a creer que sí, que los hechos tuvieron que comprobarse, dicho de otro modo: no es posible que la perversa mujer se salga con la suya; nuestra atención ha quedado atrapada por los enunciados que intensifican la injusticia más que por su veracidad. Las injusticias que sufre Cosette en Los Miserables nos indignan no por ser un personaje real —sabemos que no lo es—, sino por las funciones que sobre ella consigue el narrador a través de la virtualidad del discurso, pues, a fin de cuentas, remiten a una realidad posible. Elementos como perversa mujer, no dejan lugar a dudas que ella es la culpable, al menos no hay dudas literarias (aunque sí periodísticas.) Pero, ¿qué tanto entonces esto sucede en el terreno de la realidad y qué tanto en el terreno de la ficción si lo que sucedió fue la tragedia, que de suyo es un género dramático y no una realidad? Entendemos que en la vida cotidiana decir “ocurrió una tragedia” no implica que no estemos contando la realidad, pero aquí esa expresión no contribuye a la realidad, pues se suma a otras de carácter narrativo como perversa mujer y los gritos de auxilio que lanzaba el maquinista. 171

En la nota 26, encontramos de nuevo, un elemento que el periodista pone de relieve y que constriñe la realidad periodística objetiva (el hecho mismo): “y como ya estaba muy fácil el quitarlo, optaron por hacerlo y robárselo sin que el chofer Martínez, según dice, se enterara, pues cuando se dio cuenta de que llevaban el aparato, venía ya en camino y a gran distancia del sitio en el que había quedado la camioneta accidentada.” En la lectura de la nota no sabemos si la expresión ya estaba muy fácil el quitarlo (la radio de la camioneta) es una percepción del periodista (narrador omnisciente) o una confesión del delincuente. Por la redacción de la nota, parece que la información del delincuente se limita a decir que cometieron el hurto sin que el chofer se diera cuenta. Pero si fuera una información del delincuente, tal parece que el periodista considera importante decirla, apelando a impulsos y estados anímicos propios de un actante, construyendo una narrativa donde lo relevante es el mundo emocional de los personajes y no el delito mismo. Nota 29. “fue entonces cuando José se cruzó con los Alcalá que caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen?” Los Alcalá, padre e hijo, no se molestaron en abrir la boca para responder, sino que casi simultáneamente, ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre Aurelio hasta agotar los tiros que llevaban en las armas.” Esta nota posee una construcción narrativa que se asocia a las películas del viejo oeste o a las mexicanas de charros, que precisamente están en cartelera durante esa misma época en que se escribe la nota (1958); dos entes rivales, José y los Alcalá (“los” asociado literariamente al núcleo familiar de hermanos o de padres e hijos, cuya fuerza y presencia se vuelve célebre y temida en una región o comarca) se cruzan por la calle. El momento es de gran suspense, pues sabemos que tienen viejas rencillas por una deuda de dinero, entonces, cuando parece que sólo habrán de seguir su camino, la víctima comete una 172

imprudencia y emite unas palabras (diálogo: elemento narrativo, función de pausa que imita la realidad) y dice: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen? (El signo interrogativo inicial falta en la nota.) Entonces, los Alcalá (la nota no dice si los testigos así lo contaron o el periodista se torna narrador omnisciente), no se molestaron en abrir la boca para responder, frase en la cual lo importante es caracterizar el sentimiento de superioridad de los sujetos, y, casi simultáneamente (como en las películas que hemos mencionado y sin que sepamos, de nueva cuenta si es una descripción de testigos o interpretación del periodista), ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre la víctima. La sola imagen apela a esa coordinación de padre e hijo, sin palabras propias, como los personajes del cine que parecen leerse la mente para entrar en acción. Y para rematar el carácter literario de la narración: dispararon hasta agotar los tiros que llevaban en las armas. ¿Cuál es pues le objetivo de la nota? Ya no el hecho periodístico de un crimen, sino el carácter cinematográfico o literario del mismo, donde padre e hijo actúan según sus propias leyes y a la menor provocación se coordinan para balear a un hombre hasta dejar sus pistolas sin balas. Si el periodista hubiera seguido el relato rematando que de las pistolas aun salía humo sería congruente con el tono literario que ha decidido darle a la noticia. Uno de los crímenes más sonados en México, a principios de los años sesentas, fue sin duda el del popular actor de televisión Ramón Gay, pues se dijo que sostenía un amorío con una actriz casada y también muy conocida, Evangelina Elizondo. Encontramos varias notas al respecto en El Informador, cuya primera característica en común es que son extensas y la segunda que la noticia se convirtió en una zaga que duró meses, donde se fueron aportando nuevos indicios que más que aclarar los hechos aumentaron los enigmas sobre los móviles y pusieron en tela de juicio lo que realmente ocurrió.

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La nota número 32 de nuestro muestreo, cuyo título escueto es “la muerte de Ramón Gay”, comienza por determinar el móvil del crimen. El periodista convierte los celos en el leitmotiv de la nota en su conjunto “en un arrebato de celos, por considerar que existían relaciones amorosas.” Según investigamos aún faltaba mucho por delante para dar por hecho que ese fuera el móvil, esto nos hace exponer que la intención, más que informativa es estratégica narrativa de la exposición de la nota. El motivo pasional produce dividendos narrativos. Merced a esa pulsión del agresor, cada uno de los enunciados de la noticia adquieren determinado sentido; son los celos del agraviado los que generan la tensión dramática cuando se describe que el celópata se apostó a espiar los movimientos del célebre actor y Evangelina Elizondo, el suspenso y la tensión dramática son la resultante de esa anticipación del leitmotiv. Los celos ponen al victimario al borde de una situación límite (característica propia de la construcción de un personaje). Sus reacciones psicológicas resultan extrañas, desconcertantes. “Le veo a usted muy curioso, pero no se preocupe; no pasará nada absolutamente, Estoy espiando a mi mujer, porque parece que me anda haciendo tonto”. Estas palabras que el periodista atribuye al agresor, (diálogo como elemento literario: evocación de tiempo real) son emitidas a un desconocido que “se quedó espiando al que espiaba” y revelan y subrayan el estado anímico de dicho agresor, lo cual rebasa el carácter informativo de la nota y nos sitúa en el terreno de la construcción simbólica del agresor, dejando las interpretaciones de su conducta al lector, que ahora más que informarse de un hecho es invitado, mediante cierto tipo de discurso, a mostrar asombro, perplejidad, deseo de seguir leyendo.

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Si la lectura de una novela es un contrato entre autor y lector en donde los enunciados van creando un perfil de personaje y preguntas que se formulan y esperan respuestas al avance de la narración, aquí se aplican muy bien. ¿En qué derivarán los celos de un hombre que espía a su mujer? Sabemos, porque lo anticipa el narrador (como en Crónica de una muerte anunciada) que derivarán en un asesinato: tenemos el previo de ello, otras noticias anteriores y el titular: la muerte de Ramón Gay, pero ¿cómo se dará ese asesinato? No queda más remedio que seguir leyendo para enterarnos, porque el lector de la nota roja quiere saber de emociones y peripecias, más que del simple hecho, si fuera así le bastarían unas cuantas palabras. El lugar, la hora y quién asesino a quién. Podemos subrayar a esta altura de nuestra investigación que la nota roja, si bien toma prestaciones de la narrativa de ficción —a veces mucho más de las esperadas— se diferencia de esta porque lo que nos cuenta siempre está basado en un hecho y personajes reales (el hecho periodístico, ciudadanos que existen). ¿Cuál es entonces la diferencia entre una nota roja y una novela o relato ficcional que nos advierte lo mismo: esta historia está basada en hechos y personas reales? Si comparamos novela y nota roja, aquella tiene una dimensión mayor que le permite una reelaboración más profunda de los personajes y acontecimientos. La nota roja es el acontecimiento fresco de lo que sucedió hace unas horas. Y si comparamos la nota roja con un cuento o un relato breve, la dimensión pudiera ser la misma, pero la nota roja siempre pretenderá anclarnos al hecho noticioso, mientras que el cuento, aunque se base en un hecho real se mueve en el decidido terreno de la reconstrucción ficcional. Volviendo a la nota de Ramón Gay, el perfil de su asesino es el de alguien que no parece estar en sus cabales, lo prueba el hecho de dar explicaciones a un desconocido, en su trazo dostoievskyano (Crimen y castigo o Memorias del Subsuelo) emite un enunciado

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contradictorio: lo veo a usted muy curioso (¿por qué alguien que va a matar al amante de su mujer y cuyo foco de atención es ese objetivo, se fija en el estado anímico de un desconocido curioso?) No pasará nada absolutamente, dice el victimario (sabemos que sí pasó algo: ya lo anticipó el título y otras noticias) Estoy espiando a mi mujer (comparte sus asuntos como un personaje de teatro donde le habla al público o a otros personajes para revelarles sus intenciones dramáticas) Porque parece que me anda haciendo tonto (sus razones lo perfilan como un personaje de comedia, donde los vicios de carácter, en este caso celos le traerán funestas consecuencias, incluso, su “tarea escénica”, es de la un personaje de comedia; espía agazapado a su mujer y al amante que están dentro del coche); los testigos que lo observan se vuelven público igual el lector y terminan convirtiéndose en personajes secundarios de la trama. Merced a sus enunciados y acciones, el personaje (el victimario que en realidad es un ser real) provoca puntos de identidad y/o rechazo con el lector. Quizá repudio quizá conmiseración, incluso simpatía dentro del contexto de la época donde la infidelidad era un delito punible: Según un testigo: “lo paró un hombre (el victimario) pidiéndole que fuera, mediante una propina (tuvo ese rasgo de caballerosidad y la mención es un rasgo ficcional no periodístico), por las Autoridades de la Séptima delegación, para que estas acudieran a dar fe de que su mujer lo engañaba.” El asesino de Ramón Gay, pues, no es el sólo sujeto periodístico, es un personaje complejo con rasgos contradictorios y móviles concretos: celos por infidelidad, y para distinguirlo de otros personajes frecuentes de la nota roja (los delincuentes comunes y corrientes de bajo escalafón social) se dice que éste es un ingeniero petrolero, de apellido extranjero, Luis Paganoni.

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En suma, la muerte de Ramón Gay, más que enunciar un hecho noticioso: Luis Paganoni mató al hombre que creía amante de su mujer, cuenta una anécdota a partir de estrategias narrativas más que periodísticas. El uso del leitmotiv para generar suspenso, las alocuciones del personaje agresor y su desarrollo psicológico complejo. La nota 45, “detenido por la Judicial peligroso doble homicida”, echa mano como las anteriores de diversas estrategias narrativas, combinadas en cierto grado con las periodísticas (quién, qué, cómo, cuándo y dónde), pero nos llama la atención una expresión particular. “El caso es que cuando estaba bailando con Irma, los integrantes del conjunto musical empezaron a molestarlo lanzándole indirectas y como viera que por otra parte sus acompañantes ya andaban muy tomados, estimó prudente retirarse del lugar para evitar problemas.” El caso es que no es una expresión periodística, sino literaria, un conector frecuente con el que el narrador de un relato establece la continuidad de la anécdota. Expresiones como “Érase una vez” “Una mañana de…” versan en ese sentido y han sido usados frecuentemente en la tradición popular cuentista, dotando al relato de expresiones coloquiales y animando al avance sustancioso de aquello que por su estructura dramática va generando intriga. Como último ejemplo tenemos la nota 51: Mark David Chapman preso por el asesinato de John Lennon, donde el relato se construye a partir de desmenuzar esos últimos segundos de la vida de un músico sumamente famoso y el dar a conocer de la forma más enigmática posible el comportamiento extraño del antagónico, Mark David Chapman. Esta nota se acompaña con la foto de Chapman, extraída de un archivo escolar, pero en otros periódicos se utilizó a menudo aquella donde Lennon le firma su autógrafo en un disco al asesino, un día antes del crimen. Foto que junto con el relato tiene la función de acentuar el desconcierto, la avidez por aquello que no tiene respuestas, narrar visualmente al anónimo agresor. 177

Esta nota en particular, la del periódico El Informador, da voz a la víctima y al agresor, en una intencionalidad narrativa evidente, que como en la novela tiene el propósito de adentrarnos en las entretelas mentales de los personajes y generar así un suspenso e interés de carácter dramático más que informativo. La narración construye la interrogante de saber qué pudo sentir en sus últimos momentos el héroe musical de muchas generaciones y lo resuelve en la alocución del personaje: ¡Me baleó!, gritó John Lennon, y cayó al piso. En ese mismo sentido juega la construcción del personaje Chapman. ¿Qué estaba pasando por su cabeza? Ese es el enigma del relato y el periodista—narrador lo resuelve con un diálogo propio de la ficción (que en ese terreno, según los estructuralistas, dota al discurso de un tiempo real, pero que aquí lo ficcionaliza) “¿Sabes lo que acabas de hacer?, le preguntó el policía del edificio.” “Acabo de balear a John Lennon, respondió Chapman.” ¿Significa esto que, Lennon, Chapman y el guardia del edificio no dijeron esas palabras, que son parte de una ficción? No necesariamente, así como en la novela se establece el pacto entre lector y autor de que aquello que se cuenta va a ser leído “como si” en verdad hubiera sucedido, en el periodismo el pacto es que lo que cuenta la nota es un hecho verídico y que los testimonios se basan en lo que dijeron o escucharon los testigos, no obstante sostenemos que la ficcionalización de la noticia a través de estrategias narrativas se traduce en percibir la nota roja como algo que no sabemos hasta dónde sucedió como se nos cuenta. Sólo sabemos que sí sucedió, pues esa es la única parte indisoluble del periodismo. Es decir, la nota roja al ser noticia tiene el compromiso de contarnos un hecho verídico con personajes verídicos, pero no así el de contárnoslo en términos noticiosos verdaderos, mientras que el relato ficcional tiene “licencia para mentir” incluso si nos asegura que los hechos y personas realmente existieron, el periodismo no. Esta es la aparente contradicción de la nota roja.

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En el análisis de las frases de cada una de las notas de nuestro muestreo, podemos encontrar constantes y por lo tanto modelos discursivos que ponen de manifiesto su estructura y que a nuestro juicio revelan sus condicionantes, sin embargo cabe señala que el uso de ciertos modelos por encima de otros no se mantienen estáticos a lo largo de la evolución de la nota roja, sino que dependen del estilo informativo de cada periódico que, a su vez, favorece ciertos modelos por sobre otros o bien los va relegando en ciertas décadas. Uno de estos modelos es dramático en el sentido de que la acción descrita exacerba el encadenamiento de acciones que desembocan en una confrontación cuya resultante suele ser la muerte. Ciertas alocuciones construyen ese drama, ejemplo de esto lo encontramos en la noticia 1: “… cuando vio a María se le echó encima y se la llevó a tirones a la habitación contigua para darle muerte.” “Hecho un energúmeno sacó su pistola y disparó sobre la criatura…” Los acontecimientos se van encadenando hacia la violencia, se le echó encima, se la llevó a tirones trascienden la información y dan fe de un mundo emocional disparatado. Disparó sobre la criatura resulta el colmo del drama. Lo mismo sucede con la nota 4: “Con tremenda puñalada en el estómago fue traído a esa ciudad el día 17 de los corrientes a las 17 horas, del vecino rancho de San José, Canuto Ibarra, quien se teme de un momento a otro pase a mejor vida.” Aquí se narran una sucesión de hechos injustos que desembocan en la agresión y tienen como remate que la vida de un hombre esté en juego, “Se teme que en cualquier momento pase a mejor vida.” ¿Quién lo teme? No existe información, tal pareciera que el testigo más viable es el lector, predispuesto porque se le ha contado un hecho muy injusto. Así que el narrador lo interpela sutilmente.

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Clasificamos como modelo de acción, aquellas noticias cuya construcción recrea elementos que pueden ser asociados a dicho género cinematográfico, donde las persecuciones y emboscadas son el elemento recurrente de la narrativa, construido por mediante suspense, espacios peculiares como las grandes avenidas donde hay tránsito y obstáculos y otros de carácter western en los que una cañada o cierta pendiente se convierten en trincheras o sitios desfavorables para el clímax donde las fuerzas entran en choque. Ejemplo de esto lo encontramos en la nota 3. “Fue intempestivamente detenido por un grupo de individuos que al efecto se habían apostado en los lugares más escabrosos del camino para cometer el delito—” El grupo de individuos remite a una banda de forajidos y los lugares más escabrosos al terreno agreste donde se suscita lo emocionante de la acción. “En la nota 6, “más de 40 automóviles policiacos tomaron parte en la persecución de los facinerosos, varios aeroplanos y diversas lanchas”, el número 40 automóviles, varios aeroplanos y diversas lanchas” potencializan el carácter espectacular de acción y la propia nota utiliza expresamente una palabra que refuerza la tipología aquí definida: persecución. Ya antes mencionamos la nota 29 del enfrentamiento de José y los Alcalá, donde estos últimos “ni siquiera se molestaron en responderle” y simple y simultáneamente descargaron sus armas en él hasta matarlo. Es evidente que la acción está determinada por el suspense donde ambos rivales caminan al encuentro en el que un preciso punto geográfico y temporal determinará si pasan de largo o se enfrascan en la disputa mortal. Los caballos y las pistolas, la descripción geográfica, refuerzan el tenor de acción de la nota. Un último ejemplo es la nota 28. “Los soldados federales emprendieron su persecución con objeto de aprehender a los que huían, dándole alcance a unos diez kilómetros adelante, al llegar al río Apatlaco, donde volvieron a tirotearse con los 180

rebeldes, cuyos cadáveres arrastró el río.” De nuevo, encontramos la palabra clave de: persecución. Además de un número amplio de actantes propios de una nota de acción: los soldados federales y los que huían. Los elementos de suspense están puestos en el espacio geográfico que determina acercamientos y tomas de distancia emocionantes hasta el momento del choque definitivo: “dándole alcance a unos diez kilómetros adelante.” Y una vez sucedido el encuentro, un cierre visualmente cinematográfico: “cuyos cadáveres arrastró el río.” Otra categoría que encontramos repetidamente es aquella cuyo propósito central parece ser la de relatar una historia en el sentido de precisar un cierto número de peripecias, si bien relata una transgresión se recrea en varias acciones nucleares. Lo noticioso se difumina en cuanto a que muchas de esas peripecias no son del todo nucleares, sino que se plantean como correlatos que no son relevantes para estar enterados de lo sucedido, pero que sí nutren de atmósfera y tensión a la noticia. En la nota 5, “El guardia del orden se encontraba en servicio en la esquina de la cantina mencionada, cuando se introdujo a ella una húngara acompañada de varios chiquitines hijos de la misma.” “Dentro se encontraba Chávez en completo estado de ebriedad y a quien le propuso la húngara “leerle la suerte”, cabe preguntarnos ¿qué importa para la noticia que la mujer fuera húngara y que leyera la suerte o que el guardia del orden —como lo nombra el narrador— estuviera precisamente de servicio en la esquina? No importa en cuanto al suceso, pero la caracterización de los actantes; un personaje poco frecuente en México, la húngara que lee las cartas, y que trajera con ella un nutrido grupo de chiquitines van fabricando a todas luces una narrativa literaria. Lo mismo sucede con la nota 19, al contarnos que “cuando Celestino Kasuke Nakauatas de 54 años de edad, iba a servirse una gaseosa en su puesto de refrescos que

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tiene establecido en las inmediaciones del mercado de San Juan de Dios, al pretender abrir la botella, ésta le explotó por la fuerza del gas, causándole heridas en la mano izquierda y en la cara. Uno de los vidrios de la botella rota le lesionó un vaso sanguíneo, y por ello tuvo una fuerte hemorragia, motivando que tuviese que ocurrir violentamente a la Sección Médica Municipal para recibir curación.” Este hecho baladí —si se quiere llamarlo así en cuanto a lo poco noticioso que sería hoy en día—, no se resume a contarnos que a un hombre le explotó una botella de gaseosa y que le causó heridas que lo llevaron al hospital. La anécdota comienza desde nombrar al personaje — perteneciente a una minoría como la húngara— que iba a servirse una gaseosa (era para el mismo), en su puesto de refrescos (era el dueño) que tiene establecido en las inmediaciones del mercado de San Juan de Dios (no a cierta distancia ni dentro del mercado), y al pretender abrir la botella (justo en esa acción), le explotó por la fuerza del gas,lo cual le produjo un número considerable de heridas que motivaron a que tuviera que ocurrir violentamente al hospital. (No en calma). Es decir, que en el carácter anecdótico se desmenuzan los hechos dándole valor narrativo a una serie de ideas que no necesariamente importan a la noticia, pero si a la anécdota. Podríamos omitir que iba a servirse la gaseosa, que pretendía abrir la botella, que la fuerza del gas hizo explotar la botella y que fue violentamente al hospital, y aún tener noticia, pero nos quedaríamos sin anécdota. La amplia nota que encontramos sobre la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968, por parte de las fuerzas armadas y bajo la orden del gobierno mexicano (nota 40) es un ejemplo de noticia anecdótica y a la vez informativa. La magnitud del hecho no permite que el contenido de la noticia sea puramente anecdótico; la opinión pública está ávida de información sobre un acontecimiento tan particular y grave en el país. Mientras noticias como el que a alguien le explotó una botella de gas y fue a parar al hospital se centran en las peripecias sin que realmente lo noticioso importe, hechos como la matanza

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estudiantil no pueden estar desprovistos de su carácter informativo. La nota ocupa dos páginas del diario, la primera y una central, sólo extrajimos una parte para ejemplificar su carácter informativo y anecdótico. “GRITOS, LLANTO, LA LOCURA, es uno de los varios subtítulos que dividen la noticia en capítulos. Dentro de este subtítulo LA LOCURA salta como un aporte literario y no informativo, pues sólo podemos saber que ante lo que sucedió hubo, seguramente GRITOS y LLANTO. La LOCURA aquí es metafórica. Después, viene una función informante, que ciñe la nota a su carácter real en tanto dato concreto: en La Plaza de las Tres Culturas, y de nuevo un aporte literario a través de una metáfora, se convirtió en un infierno. Las ráfagas de las ametralladoras y los fusiles de alto poder, zumbaban en todas direcciones. La gente corría de un lado a otro. Muchos se arrojaron al suelo. Los periodistas, nacionales y extranjeros, que junto con fotógrafos y camarógrafos habían sido comisionados.” En este desglose de ideas, otro elemento periodístico es que se emplearon armas de distinto calibre y que hubo la presencia de periodistas nacionales e internacionales. Otro más: las tropas aparecieron por el oriente de la plaza, avanzaron rápidamente y en cuestión de minutos se apoderaron del sitio. Después otra palabra que da un carácter literario a la noticia, El tiroteo era increíblemente generalizado. Más adelante, una afirmación que ponemos en tela de juicio. “El fuego intenso duró exactamente 29 minutos.” ¿Cómo lo sabe el narrador— periodista?, nunca lo revela a lo largo de la noticia. Después, una vez más, un enunciado informativo. “Cerca de las 19.00 horas, cuando empezaba a anochecer, la situación comenzó a ser controlada por el Ejército.” Y, de nueva cuenta, una información cuestionable y donde el narrador se deslinda de la 183

historia como referente noticioso. “Dentro de la confusión, se supo que algunos estudiantes fueron muertos cuando disparaban contra los soldados.” Hoy en día, sabemos que los estudiantes no estaban armados ni dispararon contra el ejército, y entendemos que los medios en su totalidad estaban controlados y dieron la información a modo de que el ejército quedara como el agredido. Pero dentro de la propia noticia hay una pista que la hace cuestionable informativamente al decir se supo que. ¿De qué manera se supo que los estudiantes disparaban? En conclusión, el carácter informativo explica dónde sucedieron los acontecimientos (La Plaza de las Tres Culturas), quienes participaron: estudiantes, soldados, prensa, y cómo el ejército terminó por controlar la situación tomando cierto número de detenidos y quedando muertos otro tanto de estudiantes. Lo anecdótico se hace patente en una consecución de peripecias adjetivadas de forma sensacionalista: locura, un infierno, balas que zumbaban, increíblemente generalizado. Esta concatenación es anecdótica porque nos relata peripecias y cronológica porque se conjugan una serie de enunciados nucleares e ideas secundarias que hacen avanzar la anécdota. Enunciados nucleares periodísticos: En la Plaza de las Tres Culturas. Los periodistas, nacionales y extranjeros, que junto con fotógrafos y camarógrafos habían sido comisionados. Las tropas, que aparecieron por el oriente de la plaza, avanzaron rápidamente y en cuestión de minutos se apoderaron del sitio. La confusión era general. El fuego intenso duró exactamente 29 minutos. Cerca de las 19.00 horas, cuando empezaba a anochecer, la situación comenzó a ser controlada por el Ejército. El fotógrafo de Excélsior, Ricardo Escoto quiso tomar varias fotografías de las víctimas; fue agredido, le quitaron la cámara y la estrellaron contra el suelo.

Enunciados secundarios literarios: Se convirtió en un infierno. 184

Zumbaban en todas direcciones. El tiroteo era increíblemente generalizado. El ruido de la balacera, de metralletas, rifles de alto poder y pistolas, se confundía con los gritos.

El modelo al que nombramos adoctrinador se define por aquellos enunciados insertos en la noticia que pretender reprender, enseñar, dar una moraleja o emitir los juicios del narrador. En este sentido, la información es un pretexto para emitir ese tipo de valoraciones. Resulta fácil identificar este modelo, por ejemplo, en la nota número 16, la cual ya hemos usado como ejemplo de otras funciones. “Antes que nada, nuestra más enérgica condenación, para el atentado contra la vida del sr. Presidente de la República, Gral. Ávila Camacho.” “¿A qué grado de corrupción moral habremos llegado, que ha hecho posible este atentado contra un ciudadano respetabilísimo por el puesto que ocupa de Primer Mandatario; respetable por sus normas de gobierno que han sido de tolerancia, de concordia, de unidad, de prudencia, y que no ha merecido mal de nadie, porque a nadie ha hecho mal; respetable por su norma de ética gubernamental y respetable como buen ciudadano?” Es evidente que el narrador abandona su carácter imparcial para opinar sobre el acontecimiento, tomando protagonismo y distancia discursiva, adjetivando y señalando un a un actante concreto, sino a una nación. ¿A qué grado de corrupción moral hemos llegado?, se pregunta. No dice han llegado, porque él —sin decir su nombre, sin calificarse de manera personal— es parte de la nación. E inmediatamente sale a la defensa del presidente con una serie de adjetivaciones casi sublimes sobre el señor presidente, para acentuar lo reprochable del atentando. Otro ejemplo del modelo adoctrinador es la nota 43 que relata el accidente en los Andes —ahora celebre— donde los pasajeros del avión accidentado tuvieron que comer 185

carne humana, esta noticia se finca en distintas opiniones para hablar de la validez o no de que las víctimas tuvieran que comerse a los muertos, es decir, el accidente ya es irrelevante, de hecho, el titular destaca por sobre cualquier otra información el acto repulsivo y escandaloso de comieron carne humana. Más adelante, la nota parece desahogar cualquier motivo de preocupación por el canibalismo cuando, entre los comparecientes a los que se les pide una opinión, está un sacerdote que nos dice: “considera el padre Concetti (que) resulta justificable en el plano ético que los supervivientes del avión se hayan nutrido con los cadáveres de sus compañeros con el fin de sobrevivir…” Como secuela de la nota de la matanza estudiantil que clasificamos como anecdótica informativa, fue publicada tres semanas otra que, bajo el modelo adoctrinador, parece reforzar a la primera; es decir que el modelo noticioso (informativo, anecdótico, dramático, etc.) no parece ser fortuito sino que se emplean según las necesidades. Como ya hemos dicho los medios se ocuparon de dar a conocer la matanza a conveniencia del gobierno y este tipo de noticias posteriores, valiéndose del pretexto de seguir informando, adoctrinaban. “Completa calma y ausencia total de las fuerzas armadas se registra esta tarde en los planteles educativos, del Instituto Politécnico Nacional.” “La primordial preocupación de los estudiantes ahora es lograr sus exámenes para salvar así uno año que estuvo a punto de perderse definitivamente.” Lo que la noticia nos revela es que, tres semanas después de lo ocurrido, hay completa calma y ausencia total del ejército, además de que, realmente, la preocupación primordial de los estudiantes es lograr sus exámenes, no lo sucedido el 2 de octubre, no la matanza. Adoctrina en el sentido de una afirmación que debe ser tomada como la postura que debiera tomar cualquier lector racional.

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Un modelo más de nota roja es aquel que pone las tintas en lo escatológico de los hechos a través de enunciados que hablan de sangre, huesos, masa encefálica y cadáveres. Este sería por excelencia el modelo con el que calificamos la nota roja en general, pero como ya hemos visto no es el único, y tampoco el principal, pues eso dependerá del estilo de cada periódico. No ahondaremos en ejemplos porque resultan evidentes. Nota 13 “Yepes recibió hasta 6 apuñaladas en la caja torácica, y ya herido se fue a su domicilio, situado en la casa número 924 de la calle Veracruz, a poca distancia donde fue lesionado.” Aunque escueto, el hasta 6 puñaladas focaliza la atención en lo que se quiere poner en relieve. El modelo escatológico es más contundente en la nota 23 “Agrega Reyes Sandoval que estaba platicando con la señora cuando sintió un fuerte empellón y al darse cuenta que el agresor era Dunnam, cogió un leño y con él le dio varias veces en la cabeza hasta ver que le brotaban chorros de sangre y masa encefálica; la señora se alarmó al ver la sangrienta escena y empezó a dar voces de auxilio, por lo que también fue golpeada por el homicida hasta tirarla en el suelo, en donde la estranguló con una mascada de seda que ella traía en el cuello. La brutalidad y la descripción de los hechos adquiere tal relevancia que otros datos como el lugar donde suceden los hechos y la víctima se vuelven periféricos. Cabe señalar que encontramos un matiz de este modelo donde lo relevante no es la sangre, los golpes o heridas infligidas en un cuerpo por sí mismas, sin las explicaciones científicas —o pretendidamente científicas – que informan las causas de la muerte. A este modelo lo llamamos forense. Ejemplos, Nota 71. “El contador presentaba una herida de bala en el cráneo, en el parietal derecho, y cuatro más en el lado derecho de la espalda.”

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Notas como la 17, “el niño de cinco años de edad, Gabriel Edmundo Contreras, antier a las 18 horas, por andar jugando en su domicilio, se tropezó y cayó al suelo, golpeándose en contra de un banco se sustentan entre el modelo anecdótico y el forense, cuando luego de describir cómo el niño se accidentó rematan con el parte médico al decir: una lesión en los huesos propios de la nariz, habiendo interesado el agente, todas las partes blandas.” Hemos clasificado como cuentístico al modelo de noticia donde hay una des— contextualización de los acontecimientos en los términos en que los fija el periodismo: un lugar espacio temporal preciso y personas reales que vivieron un acontecimiento que puede considerarse noticioso. La estructura de dicho tipo de modelo, nos hacen pensar que el acontecimiento es inventado. Posee la estructura de un cuento porque cumple con un planteamiento, nudo y desenlace, tiene una estructura centrípeta, donde todos los elementos que se mencionan en la narración funcionan como indicios del argumento principal, es breve y tiene final sorpresivo. Este es el caso de la nota 19. Principio: después que la joven de 19 años, Betty Klempa destrozó con un bate de béisbol el cráneo de la señora Leah Rubin. Nudo: abandonó el teatro del crimen al que volvió horas después para “descubrir” el asesinato en unión de los aterrados hijitos de la víctima. Desenlace: la doncella, rubia y linda, pagará en la silla eléctrica su delito espantoso. Los elementos de estructura centrípeta se constituyen en los indicios del desenlace: Leah cometió un crimen, pretendió sorpresa, elaboró un astuto plan que contrasta con ser linda y rubia, al acompañarse de los hijos de la víctima, pero, final sorpresivo: recibirá un castigo mayúsculo: la silla eléctrica. Llamamos modelo sátira en el sentido de la definición de la RAE: Sátira 1. composición en verso o prosa cuyo objeto es censurar o ridiculizar a alguien o algo.

2.

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discurso o dicho agudo, picante y mordaz, dirigido a censurar o ridiculizar.

Hemos

encontrado que la mayoría de las veces este elemento se combina con las noticias anecdóticas o dramáticas, aunque en ocasiones, el conjunto de enunciados tiene en su totalidad de satirizar lo sucedido o al actante. Nota 25. “En apariencia, el gendarme al ver salir llorando a una niña del interior de la vecindad y como andaba algo entrado en copas, se le ocurrió que era su oportunidad de hacer valer “su autoridad” y sin pensarlo mucho entró a tratar de “imponer el orden.” Esta nota describe el ridículo que cometió un policía al tratar de hacer justicia, el título es: por metiche (meterse en lo que no le importa) le pegaron al oficial Hernández. Los elementos que la tornan irónica es que el susodicho policía estaba ebrio y que su rango de policía no sirviera para nada y a cambio recibiera una tunda por meterse en lo que no le importa. Subtextualmente, encontramos que en la ironía se descalifica a la autoridad, lo cual es un contrasentido. De hecho, la palabra “su autoridad” está entrecomillada. De esta podemos desprender que los policías —gendarmes de barrio—, no tienen capacidad para imponer el orden y aunque sean una figura de autoridad no deberían meterse a resolver delitos. Nota 49. “Detuvieron al payaso Roberto Guevara Saldaña alias “El Chino” quien después de trabajar en domicilios “divirtiendo a los niños” regresaba a los mismos, brincando las bardas, para robar.” Encontramos en esta nota la sátira al contrastar en el victimario dos figuras opuestas, la del payaso que lleva diversión a los niños y la del ratero que regresa a los hogares donde dio la función para robar objetos de valor, por supuesto, el remate satírico es su detención. Igual que el policía Hernández, todo personaje de sátira termina por recibir un castigo.

189

Nota 50. “El pistolero Constancio Hernández García “El Zapatón”, y que tenía en su haber más de 100 víctimas, murió anoche en cama, a consecuencia de un infarto al miocardio. Estaba en su casa del poblado Caridad del municipio de San Marcos.” En esta nota anecdótica que va relatando jugosamente una serie de acontecimientos, la sátira está dada porque un sicario termina por morir de un infarto en su cama, es decir lejos del mundo peligroso en el que se desenvolvió. La sátira hace que sus 100 víctimas se vuelvan cómicas e irrelevantes. Si la noticia no tuviera una intención de sátira, sólo diría que el pistolero que debía 100 víctimas murió anoche, sus delitos seguirían teniendo un carácter brutal y dramático, pero alocuciones como que su apodo, El Zapatón y el nombre del poblado, La Caridad construyen junto con lo antes mencionado su carácter de sátira. Nota 52. “Miguel Ruiz León de 16 años de edad, recibió una golpiza por parte de los empleados de la empresa pasteurizadora “Leche Pureza”, cuando por segunda ocasión en dos meses trataba de asaltarlos a mano armada.” “El delincuente llegó a las oficinas de esa empresa, armado con una metralleta y cuando le apuntaba a la cajera fue sorprendido por unos empleados que lo golpearon con la misma arma para luego entregarlo a elementos de Seguridad Pública.” “La primera vez que asaltó la empresa, se llevó 115 mil pesos, pero se lo robaron cuando se quedó dormido en una cantina.” Esta nota ejemplifica notablemente el modelo de la sátira, toda vez que el victimario fracasa como ladrón, volviéndolo un personaje cómico y ridículo, la primera vez, nos cuenta el narrador, logró robar cierta cantidad de dinero, pero se lo robaron a él por quedarse dormido en una cantina. Un ladrón robado es un colmo, igual que si un explorador profesional se nortea en una calle.

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El ladrón es desarmado de un arma poderosa —una metralleta— y con ella misma es golpeado por los empleados de la empresa, cosa que ni siquiera hacen los policías, sino los propios empleados, volviendo al transgresor ridículo. Así como en la nota 50, el nombre del poblado La Caridad da color a la sátira, aquí también el de la empresa, La Pureza. Estos nombres suelen dar comicidad por contraste a los hechos descritos en los enunciados. De nuevo hacemos notar cómo la carga irónica lleva al terreno cómico aquello que de suyo es trágico. La descripción burlesca del fracaso del ladrón nos hace minimizar el hecho de que haya sido menor de edad y que fuera golpeado por varias personas, igualmente, termina siendo irrelevante que a su edad se alcoholice. En la nota 61, “cuando se examinaron las ropas del carpintero ahora muerto se le encontraron una tuerca y tres canicas”, la sátira está dada por contraponer al muerto con los objetos ridículos y absurdos encontrados en sus bolsillos. Nuevamente, el crimen ya no funciona en términos ni noticiosos ni dramáticos, sino humorísticos. Nota 70. “Dos agentes que andaban francos y que andaban ahí comprando su mandado chocaron con los carritos de la tienda por conducirlos sin cuidado, se hicieron de palabras y terminaron dándose de golpes.” Esta nota pone la sátira en el contraste de espacio y personajes. Se trata de dos policías, uno de ellos con un cargo importante, que chocan con dos cochecitos de supermercado y esto hace que se inicie la discusión y golpiza. Podemos notar que si hubieran chocado con coches de verdad no habría ironía y por lo tanto tampoco sátira, pero también podemos decir que si el elemento a modificar fuera el resultado de la gresca, es decir, que si alguno hubiera resultado muerto, la sátira aunque cruel seguiría existiendo, quizá aún más, pues el humor negro pondría las tintas

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en cómo dos policías (autoridad que debería connotar el orden) son capaces de llegar al crimen por chocar dos carritos de súper mercado. Hemos encontrado modelos poco frecuentes en el análisis de la nota roja, uno de ellos es el que llamamos fantástico, donde el título y/o enunciados se sitúan entre lo maravilloso y lo extraño.124 y como lectores dudamos entre una explicación racional y otra irracional, este es el caso de la nota 24 de Campaña contra los vampiros “Todos los ganaderos de los municipios de Mazatlán, San Ignacio y Cosala, se han manifestado dispuestos para cooperar en la forma más amplia posible para combatir a sus propias cuevas a los vampiros que transmiten el virus del “tronchado”, pues ya se ha visto que es la manera más efectiva de erradicar el mal en los lugares afectados por esta peligrosa enfermedad.” En ninguna parte de la noticia el narrador—periodista nos dice que los vampiros puedan ser murciélagos, y no encontramos que dentro el contexto de la época y lugar se diera por sobrentendido que las palabras se utilizaran como sinónimos, tenemos pues un contexto verídico: se trata de una noticia en un periódico, de ganaderos ubicados en lugares concretos, Mazatlán, San Ignacio Cosala, que ejercen acciones reales y lógicas: estar dispuestos a cooperar en la forma más amplia posible, pero después el enunciado se decanta hacia lo maravilloso, para combatir en sus propias cuevas a los vampiros. “Ya se ha visto que es la manera más efectiva de erradicar el mal”, es decir que todo lo dicho

124

Nos referimos por supuesto a la diferencia que hace Tzvenzan Todorov en la distinción entre los maravilloso, lo extraño y lo fantástico, en la que lo maravilloso es aquel mundo constituido por lo irreal, pero que aceptamos como pacto entre lector y autor, como puede ser el mundo de los duendes y las hadas. Lo extraño sería su puesto, por ejemplo, la historia de un fantasma que al final resulta ser una estratagema que inventó por personaje para asustar a otro, en este caso lo maravilloso tuvo una explicación real. El género fantástico, nos dice Todorov, se mueve en medio de ambas aguas. La ambigüedad se mantiene hasta el final y nos preguntamos si aquello fue un sueño o fue la realidad, una verdad o una ilusión. Todorov, Tzvezan. Introducción a la literatura fantástica. Premia, 1981, p.

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tiene testigos. Nos encontramos, pues, ante un relato fantástico donde, como hemos dicho, el lector se queda en un terreno que nos deja en la incertidumbre. Un modelo también esporádico es el que llamamos Perfil criminal, en el arco evolutivo de la nota roja lo encontramos en dos modalidades, una breve y otra de perfil psicológico amplio, el primero se relaciona con victimarios a los que podemos definir como cotidianos y desconocidos, frecuentemente se acompaña con una fotografía y a continuación se da un breve perfil de su carácter y de las fechorías que comete. Este tipo de noticias desarticulan en cierta forma los elementos de la nota roja, es decir delincuente, delito y víctima y se convierten en nucleares en tanto se focalizan en el victimario. Son noticias que dan rasgos como brutal, chacal, infame y que sintetizan sus acciones, roba coches, asesina ancianos, etc y algún tipo de sentencia o aviso al respecto. Ya lo busca la policía, ya está preso, tenga cuidado con él, etc. El modelo de perfil psicológico amplio está dedicado a criminales que trascienden porque sus delitos alcanzan notoriedad, por ejemplo, homicidas seriales como el Goyo Cárdenas o magnicidas como Mario Aburto, asesino del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio. Sus actos resultan tan espeluznantes para la sociedad, que muy pronto —como suele pasar en la nota roja— el criminal se vuelve el foco de atención. Los hechos por horrendos que sean son el punto de partida para tratar de entender a quien los lleva a cabo. Las notas que se escribieron en torno al magnicidio de Colosio fueron numerosas. Hablaremos de este caso más adelante, pero aquí lo que nos ocupa es tomarla como referencia para hablar del modelo de perfil criminal. Nota 76. (Extracto) “Los demás puntos señalan que los estudios psiquiátricos y psicológicos establecen que Aburto sufre trastornos mentales sectoriales y de conflictiva 193

interna; padece de un delirio crónico sistematizado de tipo reivindicativo; presenta un coeficiente de rendimiento intelectual de término medio y no se le detecta daño cerebral.” “Por lo anterior juzgamos que es un individuo al que le es imputable su conducta.” Como ya mencionamos, esta noticia ocupa varias páginas del periódico y la argumentación tiene como único fin desmenuzar la personalidad de Aburto desde un punto de vista psiquiátrico. Cada termino médico que se emplea, tienen dos propósitos que a menudo encontramos en este modelo, donde se describe a los agresores celebres (Goyo, Charles Manson, Harvey Oswald, Ted Bundy), el primero quiere convencernos de que ese ser es la antípoda de cualquier persona normal (de nosotros mismos), y el segundo se ocupa de demostrar que merece la cárcel o el manicomio. Generalmente, los asesinos seriales recaen en esta disyuntiva: ¿locos o conscientes de sus hechos? Toda la argumentación de la noticia está elaborada para concluir que, pese al grado de locura de sus actos, el criminal no es un loco. Lo fue para actuar de forma solitaria, pero no para recibir el castigo. Muchos de los subproductos de la nota roja (películas y libros) están basados en este modelo, el del perfil criminal. Los demás (anecdótico, fantástico, informativo, etc.) no producen subproductos porque, a fin de cuentas, representan lo intrascendente y repetitivo de las transgresiones de seres ordinarios contra víctimas ordinarias, pero aquel sujeto que es capaz de matar a una celebridad o a muchos desconocidos de una forma demencial, se catapulta como un personaje digno de encarnar el lado más oscuro e infrecuente de la sociedad. Otro modelo poco frecuente de la nota roja es el de reseña, lo consideramos dentro de las categorías porque se inscribe en los espacios destinados a la nota roja o policiaca. El contenido versa sobre crímenes y personajes relacionados con ese mundo, pero en

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realidad son artículos o reseñas, no noticias. Este es el caso de las notas 63, La escuela Lombroso y de la 60: Un explosivo libro revela los secretos del narcotráfico. La primera trae a colación un hecho que no deja de parecernos peculiar por el desarrollo mismo de esta tesis, pues habla —a la distancia— de los aportes de Lombroso al desarrollo de los perfiles criminales, la nota es una suerte de meta—nota roja, al validar a Lombroso y la frenología, nos deja entrever que el caris de las notas rojas siguen bebiendo de las mismas aguas. En el segundo caso, la nota 60, trata de la reseña de un libro sobre narcotráfico, que no tiene nada que ver con un acontecimiento preciso, pero sí con uno hecho delictivo de gran dimensión. Es curioso notar en ella que no se refiere a Colombia sino a México, pues la noticia nos sitúa una década antes de lo que comenzó a llamarse colombianización, cuando los carteles mexicanos cobraron relevancia y Pablo Escobar se convirtió en un parte de la Historia del narcofráfico, y su sitio fue tomado por personajes mexicanos. Como sea, es una nota que cabe dentro del modelo de reseña. La nota periodística en su estado puro es simplemente información que responde al quién, cómo, cuándo, dónde y por qué. Ciertos modelos se distancian de ese carácter ortodoxo, de una forma extrema como el modelo fantástico o cuentístico, pues renuncian a casi todas las características informativas y se adhieren a la ficción; con lo cual nuestro único vínculo para considerarlas noticias es que están escritas en la sección de nota roja o policiaca. Y otros modelos, como el anecdótico, dramático, de acción, adoctrinador, de sátira, escatológico y forense se amalgaman con la información periodística, pues en todos ellos nunca se deja de lado informar de un acontecimiento; en ocasiones los modelos son la forma (el modo discursivo) y el contenido la información, pero en otras la información es un pretexto para privilegiar la forma. El hecho real se convierte en un andamiaje donde el periodista—narrador despliega su capacidad satírica o no deja escapar la ocasión para adoctrinar sobre su postura o la institucional.

195

Pero aún hay otro tipo de modelo que se ciñe por completo al periodístico y al cual nombramos informativo. Despojado de pretensiones literarias para causar un efecto en el lector o bien, para dejar colar una postura personal ante los hechos, sólo describen los acontecimientos, a este modelo le llamamos informativo, y de él se desprende un sub—modelo, el informativo con crítica social, al cual diferenciamos del adoctrinador, porque no es la postura del periodista ni sus prejuicios los que están puestos en la noticia, sino que son los actantes quienes emiten su inconformidad ante cierto tipo de eventos, que para la sociedad no son justificables, incluso aunque existan diferentes posturas sobre el origen de los mismos, es decir para todos es reprobable y causa repudio la tortura y asesinato de periodistas o las muertas de Juárez y al lector le es entendible que haya una denuncia, si bien ciertos lectores pueden tener la posición de que “la víctima se lo buscó” y otro que hay una responsabilidad de Estado, entienden el rechazo al asesinato. Un ejemplo de modelo informativo es la nota 7. “Lo hirió de un balazo en el pecho dejándole en estado agónico.” No encontramos en ella adjetivaciones que dramaticen el hecho, el balazo lo dejó agónico, no sabemos si fue cometido con saña, el estado agónico no se dramatiza. A este mismo modelo se suma la nota 79, “tres presuntos integrantes de la organización de narcotraficantes de Teodoro García Semental, “El Teo”, fueron capturados en Tijuana, Baja California, y se les aseguró un arsenal que transportaban en dos vehículos.” No hay en la noticia intención de calificar a los victimarios, tampoco conmiseración con la víctima que en este caso sería la sociedad, y que si se le describiera la nota adquiriría tintes adoctrinadores o de denuncia social, tampoco encontramos una sátira o un carácter anecdótico, el hecho es descrito puntualmente Quienes: tres presuntos reos de cierta organización criminal. Qué: fueron capturados. Dónde: en Tijuana. Por qué:

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porque son criminales. (El cuándo y el por qué lo encontramos en el resto de la noticia no citada aquí.) Una noticia de modelo informativo y denuncia social es la 79. “Aparte de los secuestros otro asunto que ha ofendido a la sociedad mexicana, son las muertas de Juárez. Más de 300 mujeres asesinadas con total impunidad, más de 80 expedientes y averiguaciones previas mal hechas —que la autoridad ha reconocido— hablan de la inaceptable ineficiencia del aparato de justicia, de la complicidad de funcionarios con el hampa, y de la escasa voluntad por resolver el caso.” Podemos apreciar que la noticia no es adoctrinadora porque al decir que “otro asunto que ha ofendido a la sociedad mexicana son las muertas de Juárez” se enuncia algo incuestionable. Como dijimos antes, un tipo de lector podría decir que ellas se lo buscaron por andar solas en la calle o vestir de cierta forma y otros opinar que son víctimas de la injusticia, pero la sentencia: ha ofendido a la sociedad mexicana es incuestionable porque bajo cualquier postura el asesinato ofende. Después, la noticia da una serie de datos netamente informativos: Más de 300 mujeres asesinadas y más de 80 expedientes y averiguaciones previas. Estos datos son estadísticos. Al decir que fueron muertas con total impunidad la nota no se instaura en lo dramático, sino en hechos contundentes respaldados por la abrumadora cifra de 300 mujeres, y cuando dice averiguaciones previas mal hechas, no es un juicio personal, pues enseguida se cita a la fuente de la aseveración: que la ha autoridad ha reconocido. ¿Significa esto que una noticia así ya no es nota roja? Si hablamos del contenido, lo sigue siendo, en tanto que existen víctimas, victimarios y hechos transgresores, sólo que no se ciñe al modelo escatológico que reconocemos frecuentemente en la nota roja. No son los detalles horripilantes de esas muertes la sustancia de la nota, sino datos duros,

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cifras y falta de justicia. El lector de la nota roja convencional (escatológica) no se indigna por el asesinato, sino que cae preso de una mezcla de repudio y fascinación. En consecuencia, podemos decir que cada uno de los modelos que hemos descritos tiene como objetivo producir un efecto, y en ello encontramos una analogía con los géneros dramáticos, así como el melodrama busca el juego de emociones o la pieza la reflexión, la nota roja y sus modelos buscan y producen distintos efectos en el narratario. La siguiente tabla clasifica los modelos de los que hemos hablado en el arco evolutivo de las 82 notas rojas del periódico El Informativo.

No

DÍA MES AÑO

FRASES

MODELO

1

24—noviembre— 1930

“… cuando vio a María se le echo encima y se la llevó a tirones a la habitación contigua para darle muerte.” “Hecho un energúmeno saco su pistola y disparó sobre la criatura…”

Dramático

2

30—agosto— 1930

“Cogiéndolo fuertemente de la muñeca le habló seriamente diciéndole que antes de pagarle no podía salir de ahí.”

Dramático

3

22—octubre— 1932

“Fue intempestivamente detenido por un grupo de individuos que al efecto se habían apostado en los lugares más escabrosos del camino para cometer el delito.”

De acción

4

21—octubre— 1932

“Con tremenda puñalada en el estómago fue traído a esa ciudad el día 17 de los corrientes a las 17 horas, del vecino rancho de San José, Canuto Ibarra, quien se teme de un momento a otro pase a mejor vida.”

Dramático

5

13—octubre— 1934

“El guardia del orden se encontraba en servicio en la esquina de la cantina mencionada, cuando se introdujo a ella una húngara acompañada de varios chiquitines hijos de la misma.” “Dentro se encontraba Chávez en completo estado de ebriedad y a quien le propuso la húngara “leerle la suerte.”

Anecdótico

198

6

22—agosto— 1934

“Más de 40 automóviles policiacos tomaron parte en la persecución de los facinerosos, varios aeroplanos y diversas lanchas.”

De acción

7

07—noviembre— 1936

“Lo hirió de un balazo en el pecho dejándole en estado agónico.”

Informativo

8

24—octubre— 1936,

“Los asesinatos que se cometen con el propósito de Adoctrinador robar al asesino son menos graves, que aquellos donde se advierte una intención deliberada de privar de la vida a la persona.”

9

17—diciembre— 1938

Informativo

10

06—noviembre— 1938

“El niño de cinco años de edad, Gabriel Edmundo Contreras, antier a las 18 horas, por andar jugando en su domicilio, se tropezó y cayó al suelo, golpeándose en contra de un banco, que le produjo una lesión en los huesos propios de la nariz, habiendo interesado el agente, todas las partes blandas. “El primer homicidio lo llevo a cabo con todas las circunstancias alevosas, para apoderarse además, de la cantidad de trescientos veinte pesos, propiedad de la víctima, y cuando regresó, el criminal en agosto, asaltó a Medrano y señora, privándolos de la vida, a los dos esposos y robándoles algunas gallinas.”

11

01—diciembre— 1940

Después que la joven de 19 años, Betty Klempa, destrozó con un bate de béisbol el cráneo de la señora Leah Rubin, abandonó el teatro del crimen al que volvió horas después para descubrir el “asesinato” en unión de los aterrados hijitos de la víctima. —La doncella, rubia y linda, pagará en la silla eléctrica su delito espantoso.”

Cuentístico

12

09—diciembre— 1940

“Un fenomenal escándalo suscitaron anoche, dos grupos de jóvenes en estado de ebriedad, frente al cine Reforma, al atacarse a golpes, pedradas y balazos, dando como saldo, un lesionado por proyectil de arma de fuego y varios lesionados.”

De acción

13

05— noviembre—1942

“Yepes recibió hasta 6 apuñaladas en la caja torácica, y ya herido se fue a su domicilio, situado en la casa número 924 de la calle Veracruz, a poca distancia donde fue lesionado.”

Escatológico

14

03—septiembre— “Ayudando el pequeño a esa labor, se subió a la 1942 salpicadera izquierda y de ese lugar se resbaló, cayendo al suelo y pasándole las ruedas traseras por el abdomen. El estado del pequeño era gravísimo, asegurando los doctores que no sobrevivirá más de diez horas, a las terribles lesiones internas que sufrió.”

Dramático con elementos Sátira

Escatológico

199

15

25—mayo—1944

“En esta vez fue detenido también porque no demostró tener oficio ni beneficio, siendo identificado por las autoridades como un malviviente y vago. “

16

12—abril—1944,

“Antes que nada, nuestra más enérgica Adoctrinador condenación, para el atentado contra la vida del sr. Presidente de la República, Gral. Ávila Camacho.” “A qué grado de corrupción moral habremos llegado, que ha hecho posible este atentado contra un ciudadano respetabilísimo por el puesto que ocupa de Primer Mandatario; respetable por sus normas de gobierno que han sido de tolerancia, de concordia, de unidad, de prudencia, y que no ha merecido mal de nadie, porque a nadie ha hecho mal; respetable por su norma de ética gubernamental y respetable como buen ciudadano?”

17

15—enero—1946

“El asesino que fue identificado como Juan Guevara, el mismo que robó a la compañía Chiclera hace algunas semanas, dio muerte al señor Gómez Sánchez, por motivos de índole pasional, pues se ha logrado saber que tenía relaciones amorosas con la esposa de la víctima, y se ha podido comprobar plenamente que al ocurrir el crimen, la perversa mujer oyó los gritos de auxilio que lanzaba el maquinista, y niega ahora que estaba en su casa al oír la tragedia.”

Anecdótico

18

02—enero—1946

“Anteanoche, ya cerca de la madrugada, se registró una tragedia de sangre, a las puertas de una sórdida piquera, ubicada en las calles de Angulo y Jesús, de esta ciudad, resultando muerto el chofer Pastor Esquivel y lesionado el transeúnte Salvador Anguiano Sandoval.

Dramático

19

22—julio—1948

Cuando Celestino Kasuke Nakauatas de 54 años de edad iba a servirse una gaseosa en su puesto de refrescos que tiene establecido en las inmediaciones del mercado de San Juan de Dios, al pretender abrir la botella, ésta le explotó por la fuerza del gas, causándole heridas en la mano izquierda y en la cara. Uno de los vidrios de la botella rota le lesionó un vaso sanguíneo, y por ello tuvo una fuerte hemorragia, motivando que tuviese que ocurrir violentamente a la Sección Médica Municipal para recibir curación.”

Anecdótico

20

17—noviembre— 1948

Gran indignación causó ayer cerca de las 15 horas, entre los vecinos de la barriada, por la villanía de un individuo llamado Juan Larios, quien seguramente influenciado por el fatídico estupefaciente, trataba de robarse a la fuerza una muchachita de diez años, que pasaba a la escuela…”

Anecdótico

Informativo

200

21

26—noviembre— 1950

“Este soldado que pertenece al primer regimiento de caballería, se encuentra acusado del grave delito de insubordinación con vías de hecho causando la muerte del superior, pues asesinó al soldado de primera, Juan José Vizcaya Domínguez, que era el comandante del puesto militar en que estaba prestando sus servicios el acusado.”

Anecdótico

22

05—octubre— 1950

“A pregunta especial que se le hizo de si había sido golpeado para que declarara, manifestó que había recibido varios golpes en la boca, de manos de un funcionario, de la Inspección y que en otra ocasión lo habían agarrado del cuello para que declarara de acuerdo en la forma en que aparece en el acta que se levantó en esta dependencia policíaca.”

Anecdótico

23

17—octubre— 1952,

“Agrega Reyes Sandoval que estaba platicando con la señora cuando sintió un fuerte empellón y al darse cuenta que el agresor era Dunnam, cogió un leño y con él le dio varias veces en la cabeza hasta ver que le brotaban chorros de sangre y masa encefálica; la señora se alarmó al ver la sangrienta escena y empezó a dar voces de auxilio, por lo que también fue golpeada por el homicida hasta tirarla en el suelo, en donde la estranguló con una mascada de seda que ella traía en el cuello.”

Escatológico

24

17—octubre— 1952,

“Todos los ganaderos de los municipios de Mazatlán, San Ignacio y Cosala, se han manifestado dispuestos para cooperar en la forma más amplia posible para combatir a sus propias cuevas a los vampiros que transmiten el virus del “tronchado”, pues ya se ha visto que es la manera más efectiva de erradicar el mal en los lugares afectados por esta peligrosa enfermedad.

Fantástico

25

29—noviembre— 1954

“En apariencia, el gendarme al ver salir llorando a una niña del interior de la vecindad y como andaba algo entrado en copas, se le ocurrió que era su oportunidad de hacer valer “su autoridad” y sin pensarlo mucho entró a tratar de “imponer el orden”

Anecdótico con elementos Sátira

26

12—noviembre— 1954

“Y como ya estaba muy fácil el quitarlo, optaron por hacerlo y robárselo sin que el chofer Martínez, según dice, se enterara, pues cuando se dio cuenta de que llevaban el aparato, venía ya en camino y a gran distancia del sitio en el que había quedado la camioneta accidentada.”

Anecdótico con elemento Sátira

27

19—diciembre— 1956

“Un dictamen médico rendido por el puesto de socorros de la Cruz Verde después de un examen al que se sujetó el cuerpo del recluso, indica que sí presenta numerosas señales de violencia física que

Escatológico

201

hacen suponer que fue objeto de tormento. En efecto, presenta dos heridas en la base de la nariz, golpes contusos con moretones en la cara, como si le hubiese golpeado a puntapiés, y otros muchos golpes en la caja torácica, principalmente en el abdomen, así como también diversas escoriaciones en el cuerpo. 28

19—marzo— 1956

“Los soldados federales emprendieron su persecución con objeto de aprehender a los que huían, dándole alcance a unos diez kilómetros adelante, al llegar al río Apatlaco, donde volvieron a tirotearse con los rebeldes, cuyos cadáveres arrastró el río.”

Acción

29

14—diciembre— 1958

Fue entonces cuando José se cruzó con los Alcalá que caminaban juntos y como ni siquiera se saludaban, pasaron unos y otros de largo. Pero cuando iban a cruzarse con Aurelio, éste les dijo: “quihubo, que todavía no se les hace bueno para que me paguen?” Los Alcalá, padre e hijo, no se molestaron en abrir la boca para responder, sino que casi simultáneamente, ambos sacaron sus pistolas y dispararon sobre Aurelio hasta agotar los tiros que llevaban en las armas.”

Acción

30

14—diciembre— 1958

“Defendiéndose de la agresión cobarde de unos montoneros, el ingeniero Alfredo Villaseñor Preciado, hirió con su pistola a un sujeto llamado Jaime Gutiérrez Álvarez, que formaba parte del grupo agresor, causándole dos heridas, una de ellas en la cara y otra en la pierna.” “Sin embargo a esta versión no se le da crédito pues algunos de los testigos la desmintieron.”

Anecdótico

31

08—junio—1960

“Declaró el denunciante que el 2 de los corrientes a eso de las cinco de la tarde, llegó el acusado con dos mujeres y dijo que quería comprar un disco. Mientras Wilfrido Martínez veía dicho disco, las dos mujeres robaron trece discos de la vitrina, metiéndoselos bajo las faldas y saliendo del establecimiento.”

Anecdótico

32

29—mayo—1960

“En un arrebato de celos, por considerar que existían relaciones amorosas entre la artista Evangelina Elizondo y el ahora extinto Ramón Gay, el ingeniero petrolero Luis Paganoni Castro mató esta madrugada, en la calle Rhin, al popular actor de cine mexicano.” “Le veo a usted muy curioso, pero no se preocupe; no pasará nada absolutamente, Estoy espiando a mi mujer, porque parece que me anda haciendo tonto.” “lo paró un hombre pidiéndole que fuera, mediante una propina, por las Autoridades de la Séptima

Anecdótico

202

delegación, para que estas acudieran a dar fe de que su mujer lo engañaba.” 33

08—junio—1962

“El delincuente no cejó en su infame acometida hasta ver a la menor tirada sin conocimiento sangrando por la boca y oídos.”

Escatológico

34

30—junio—1962

“El ferrocarrilero Everardo García Nuñez, murió anoche asesinado por su esposa Carmen Castellanos García. Su fallecimiento ocurrió una hora y veinte minutos después de haber sido herido gravemente por los disparos hechos por la señora cuando lo sorprendió en compañía de su amante la mesera M del Rosario Cervantes Limón en el interior de la casa No. 308 de la calle Nueva Galicia de esta ciudad. “Qué ingrata eres, ya me pegaste.”

Anecdótico

35

05—diciembre— 1964

“Entre las múltiples lesiones que recibió el ingeniero Rodríguez González, y que fueron causa de su muerte, se menciona la fractura de la bóveda del cráneo, y de la base del mismo.”

Forense

36

12—diciembre— 1964

“El domingo pasado, dos niños de corta edad fueron Anecdótico heridos por proyectiles de armas de fuego y el lunes con elemento por la noche se registró un alevoso crimen en una Sátira de las bancas del jardín principal del pueblo cuando se encontraba sentado el Sr. Apolinar González, disfrutando de la serenata fue asesinado.”

37

20—diciembre— 1966

“Después de haber estado bebiendo en abundancia en la cantina de Tomás, en la población de Tala, Jal., durante la tarde y las primeras horas de la noche de domingo, el campesino Martín González Neri, de 43 años, ya ebrio, se dirigió a la casa de su compadre Luis Rivera, quien vive en una vecindad en una de las orillas de la población.”

Anecdótico

38

20—diciembre— 1966

“J. Guadalupe Dávalos que contaba 38 años de edad, recibió 17 piquetes, con una aguda “punta” en partes vitales del cuerpo y murió en el acto.” “Lo retó diciéndole que se dieran un “entre.”“

Anecdótico

39

31—octubre— 1968

“Completa calma y ausencia total de las fuerzas armadas se registra esta tarde en los planteles educativos, del Instituto Politécnico Nacional.” “La primordial preocupación de los estudiantes ahora es lograr sus exámenes para salvar así uno año que estuvo a punto de perderse definitivamente.”

Informativo/ adoctrinador

40

03—octubre— 1968

“GRITOS LLANTO, LA LOCURA, La Plaza de las Tres Culturas se convirtió en un infierno. Las ráfagas de las ametralladoras y los fusiles de alto

Informativo/ anecdótico

203

poder, zumbaban en todas direcciones. La gente corría de un lado a otro. Muchos se arrojaron al suelo. Los periodistas, nacionales y extranjero, que junto con fotógrafos y camarógrafos habían sido comisionados.” “Las tropas, que aparecieron por el oriente de la plaza, avanzaron rápidamente y en cuestión de minutos se apoderaron del sitio.” El tiroteo era increíblemente generalizado. El ruido de la balacera, de metralletas, rifles de alto poder y pistolas, se confundía con los gritos. La confusión era general.” “El fuego intenso duró exactamente 29 minutos.” “Cerca de las 19.00 horas, cuando empezaba a anochecer, la situación comenzó a ser controlada por el Ejército.” “Dentro de la confusión, se supo que algunos estudiantes fueron muertos cuando disparaban contra los soldados desde las ventanas de por lo menos diez edificios donde buscaron protección.” “Los soldados no permitieron que se tomaran fotos de los muertos. Tampoco de los detenidos. El fotógrafo de Excélsior, Ricardo Escoto quiso tomar varias fotografías de las víctimas; fue agredido, le quitaron la cámara y la estrellaron contra el suelo.” “También se parapetaron algunos agentes y soldados que no veían de dónde venían las balas.” “Dentro de la confusión se supo que algunos estudiantes fueron muertos cuando disparaban contra los soldados.” 41

10—diciembre— 1970

“Jorge Córdova Vázquez, alias “El Coco”, es ampliamente conocido entre el hampa tapatía y también por la Policía pues fue fichado en el año 1954 y desde entonces registra un medio centenar de ingresos a la cárcel.” “Afirma Víctor Alid, que vio como los dos hombres adoptaban una actitud como si se pusieran en guardia para emprender una riña a puñetazos o boxeando, a tiempo que la mujer joven le gritaba “No, Víctor”. Fue entonces cuando éste sacó su pistola y disparó sobre el sorprendido Serafín Armenta García, quien recibió en su cuerpo los cuatro balazos que le disparó su seguramente rival ocasional, pues no se cree que entre ambos hubiesen existido motivos de antiguas rencillas.”

Anecdótico

42

29—diciembre— 1970

“Una cantinucha de mala muerte denominada la Iberia fue el escenario de un salvaje e injustificado crimen originado por el alcohol y lo protagonizaron dos borrachines clientes habituales del tugurio.”

Anecdótico

43

28—diciembre— 1972

“Considera el padre Concetti habida cuenta de estos principios, resulta justificable en el plano ético que los supervivientes del avión se hayan nutrido con

Anecdótico/a doctrinador

204

los cadáveres de sus compañeros con el fin de sobrevivir…” 44

24— diciembre1972

“José Virgen Bernal y su hijo Crescencio Virgen Tapia vecinos de la población de Acatlán Juárez Jalisco fueron detenidos por agentes judiciales por haberles encontrado en su poder la mariguana que se puede apreciar en la foto.”

Informativo

45

16—octubre— 1974

“El caso es que cuando estaba bailando con Irma, los integrantes del conjunto musical empezaron a molestarlo lanzándole indirectas y como viera que por otra parte sus acompañantes ya andaban muy tomados, estimo prudente retirarse del lugar para evitar problemas.”

Anecdótico

46

30—septiembre— Migue Centeno Suárez y José Alonso Sánchez, son 1974 dos sujetos que haciéndose pasar como agentes del Servicio Secreto trataron de introducirse por la fuerza a la negociación del señor Jesús Fonseca Ruiz, al que luego golpearon por haberse dado cuenta del engaño del que estaba siendo víctima. Los falsos agentes fueron detenidos por policía del Estado.

Informativo

47

14—noviembre— 1976

“Cerca de las veintitrés horas se pusieron de acuerdo e hicieron que con engaños su anfitriona acompañara a Arturo Valdivia a buscar dónde comprar una botella de vino, y mientras se quedaban solos los demás se dedicaron a saquear la casa.”

Anecdótico

48

30—junio—1976

“Lo mataron a tiros porque éste se negó a darles cien pesos que los policías le exigían para comprar tequila, pues ambos se hallaban ebrios.”

Anecdótico

49

10—diciembre— 1978

“Detuvieron al payaso Roberto Guevara Saldaña alias “El Chino” quien después de trabajar en domicilios “divirtiendo a los niños” regresaba a los mismos, brincando las bardas, para robar.

Sátira

50

04—octubre— 1978

“El pistolero Constancio Hernández García “El Zapatón”, y que tenía en su haber más de 100 víctimas, murió anoche en cama, a consecuencia de un infarto al miocardio. Estaba en su casa del poblado Caridad del municipio de San Marcos.”

Informativo con elemento Sátira

51

10—diciembre— 1980

¡Me baleó!, gritó John Lennon y cayó al piso. “¿Sabes lo que acabas de hacer?, le preguntó el policía del edificio. “Acabo de balear a John Lennon, respondió Chapman.

Anecdótico

205

52

23—julio—1980

“Miguel Ruiz León de 16 años de edad, recibió una golpiza por parte de los empleados de la empresa pasteurizadora “Leche Pureza”, cuando por segunda ocasión en dos meses trataba de asaltarlos a mano armada.” “El delincuente llegó a las oficinas de esa empresa, armado con una metralleta y cuando le apuntaba a la cajera fue sorprendido por unos empleados que lo golpearon con la misma arma para luego entregarlo a elementos de Seguridad Pública.” “La primera vez que asaltó la empresa, se llevó 115 mil pesos, pero se lo robaron cuando se quedó dormido en una cantina.”

Anecdótico con elemento Sátira

53

7—septiembre— 1982

“El pintor no negó los cargos que se le hacen al ser interrogado, diciendo que probablemente incurrió en esos delitos, pero que no recuerda nada, pues se sentía muy trastornado.”

Anecdótico

54

16—agosto— 1982

“Margarita Reyes Vda. De Pérez de 48 años de edad fue consignada al penal por los delitos de lesiones y otros en agravio de su vecina Eufracia Ocaranza Pelayo de 40 años a la que golpeó a puntapiés en una riña callejera en la que intervinieron también las hijas de ambas. Su víctima fue hospitalizada.

Anecdótico

55

07—febrero— 1984

“Fue consignado el vicioso José Antonio Gonzalez Lira, “El Pepe”, de 19 años acusado de cometer un sin número de robos a casas y negocios, junto con otros tipos que ya son buscados por agentes judiciales. Lo denunció Amelia Gaspar Flores, quien aseguró que el detenido le robó 4 relojes, una caja musical, una grabadora y otros objetos, de los cuales no menciona su valor.”

Informativo

56

10—julio—1984

“Informó la PGR que Rivas Hernández fue detenido en cumplimiento de la orden de aprehensión, que fue girada en su contra por su presunta responsabilidad en el delito de calumnia.”

Informativo

57

10—mayo—1986

“Graves lesiones sufrió la señora Graciela Coronado Garnica, de 40 años de edad, quien ayer en la mañana fue herida a puñaladas afuera de su domicilio por un vecino suyo que, según ella misma indicó, la pretende desde hace tiempo, y ella se ha negado a hacerle caso.”

Anecdótico

58

03—diciembre— 1986

Patrulleros detuvieron a José Montero Ruiz cuando se hallaba afuera de una finca en la calle Rincón de las Primaveras, para vigilar mientras dos amigos suyos llevaban a cabo un robo. Finalmente sus cómplices escaparon por atrás de la finca llevándose un televisor y otros objetos y lo dejaron

Anecdótico

206

ahí esperándolos. Ya se busca a los otros dos ladrones. 59

04—noviembre— 1988

“Un niño de diez años disparó hoy en la nuca a la conductora de un autobús escolar, dejándola gravemente herida, dijo la policía.”

Informativo

60

13—febrero— 1988

“Los jinetes de la cocaína”, un explosivo libro que pone al descubierto y con detalles las conexiones, los crímenes y las costosas propiedades de los barones del narcotráfico, está conmocionando a Colombia.”

Reseña

61

19—diciembre— 1990

“Cuando se examinaron las ropas del carpintero ahora muerto se le encontraron una tuerca y tres canicas.”

Sátira

62

26—diciembre— 1990

“El empistolado, luego que vio caer al señor Ortiz Santana, probablemente ya sin vida, se dio a la fuga tranquilamente en su montura y los agentes de la policía Judicial destacados en su búsqueda no habían logrado detenerlo.”

Acción

63

08—diciembre— 1992

“En 1911, frente a la enorme e indiscriminada inmigración europea a Sudamérica, Ingenieros escribía, se imponía evitar que otros grupos sociales, nos endosen su población criminal.”

Reseña/adoct rinador

64

01—diciembre— 1992

“Agentes de la policía Judicial destacados en la división de homicidios, lograron la detención de José Rodríguez Magaña, apodado “El Rifles”, de 37 años, Marco Martínez Rodríguez, “El Fierros”, de 42 años, Francisco Javier Plascencia Rodríguez, “El Chango”, de 30 años, y de Luis Godoy Arteaga, de 36 años. Asesinaros a navajazos, a Armando Alvarado Téllez y lo dejaron colgado de un árbol, y cuyo cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición.” “Subieron el cadáver en un triciclo donde lo taparon con trapos y cartón.”

Escatológico

65

24—marzo— 1994

“El presunto agresor, quien se identificó como Mario Aburto Martínez, de 28 años, fue inmovilizado por una montaña humana que reaccionó para detenerlo y que lo entregó a policías federales, que tardaron muy poco en llegar al lugar y que lo salvaron de ser linchado.” “Llanto, dolor e histeria.”

Anecdótico

66

07—junio—1994

(Extracto) “Los demás puntos señalan que los estudios psiquiátricos y psicológicos establecen que Aburto sufre trastornos mentales sectoriales y de conflictiva interna; padece de un delirio crónico

Perfil criminal/ado ctrinador

207

sistematizado de tipo reivindicativo; presenta un coeficiente de rendimiento intelectual de término medio y no se le detecta daño cerebral.” “Por lo anterior juzgamos que es un individuo al que le es imputable su conducta.” 67

24—diciembre— 1996

Ayer por la mañana dos sujetos empistolados cometieron el asalto bancario número 79 de lo que va del año, al atracar la sucursal de Banamex que se localiza en el cruce de las avenidas niño obrero y Lázaro Cárdenas, de don se sabe que se robaron 32 mil 922 pesos.”

Informativo

68

11—octubre— 1996

“Destacó el gerente que el asaltante dejó en el banco un maletín con una pistola, el cual le fue entregado a elementos de la DGSPE que acudieron al lugar”

Informativo

69

17—diciembre— 1998

“Al que violentamente fueron a sacar de la escuela en la que estudia y luego pidieron por su liberación una suma millonaria, pero finalmente fue rescatado en un operativo de la Policía Investigadora y ellos pudieron ser identificados y detenidos.”

Informativo

70

17—diciembre— 1998

“dos agentes que andaban francos y que andaban ahí comprando su mandado chocaron con los carritos de la tienda por conducirlos sin cuidado, se hicieron de palabras y terminaron dándose de golpes.”

Anecdótico con elementos Sátira

71

23—diciembre— 2000

“El contador presentaba una herida de bala en el cráneo, en el parietal derecho, y cuatro más en el lado derecho de la espalda.”

Informativo/f orense

72

11—diciembre— 2000

“Actualmente radica en una colonia de Zapopan, pero el ahora detenido José Enrique López lo ubicó y comenzó a llamarle para exigirle el pago de 700 mil pesos por no volver a secuestrarlo.” “Los familiares cumplieron con lo anterior, pero un campesino encontró el dinero y tuvieron que hacer un pago similar y hasta que eso sucedió la joven fue liberada. El campesino que encontró el dinero fue detenido cuando lo gastaba a manos llenas.”

Anecdótico con elemento Sátira.

73

26—mayo—2002

“Comienzan a registrar pasivos la industria del pánico. Sinaloa donde el secuestro ha sido prácticamente erradicado… con la voluntad política, es posible poner fin a esta pesadilla.” “Conmueve el llanto de este hombre de apariencia recia, curtido en el trabajo de la pesca, que ahora se aferra como un niño a los brazos del “comandante Simón” coordinador de la Unidad Especializada Antisecuestros de Sinaloa.”

Informativo/ adoctrinador

208

“A nivel nacional el secuestro ha mostrado un descenso en los últimos 5 años. 1997 (1047) 1998 (734) 1999 (607) 2000 (595) 2001 (581). Fuente PGR. Policía Gobierno de la República. 74

19—agosto— 2002

“Los investigadores lograron saber que el ahora detenido González Gutiérrez, se ganaba la confianza de los menores, comprándoles dulces o regalos, luego los llevaba a su casa, en donde les exhibía películas para adultos y después los atacaba.”

Anecdótico

75

1—noviembre— 2004

“Hasta ahora, todo han sido palabras, lo que tenemos es hambre, pero de justicia, estamos en deuda con nuestras hijas porque no han metido a la cárcel a sus asesinos.”

Informativo/ denuncia social

76

28—junio—2004

“Aparte de los secuestros otro asunto que ha ofendido a la sociedad mexicana, son las muertas de Juárez. Más de 300 mujeres asesinadas con total impunidad, más de 80 expedientes y averiguaciones previas mal hechas —que la autoridad ha reconocido— hablan de la inaceptable ineficiencia del aparato de justicia, de la complicidad de funcionarios con el hampa, y de la escasa voluntad por resolver el caso.”

Informativo/ denuncia social

77

31—octubre— 2006

“El alcalde de Turicato, José Vázquez Piedra, emanado del partido de la revolución democrática (PRD), huyó del municipio el pasado 19 de octubre, luego de recibir amenazas de muerte por parte de un grupo de narcotraficantes que tienen asolada esa parte de la región de la tierra caliente michoacana.” “Dijo que no había huido, que se trataba de un problema en la espalda.” “Por traidor y por estar con dos bandos. “Asta” pronto.”“

Informativo con elemento Sátira

78

31—octubre— 2006

“El resultado preliminar del enfrentamiento registrado la mañana de ayer en el municipio de Turicato, dejó un saldo de 5 personas muertas.”

Informativo

79

02—diciembre— 2008

“Tres presuntos integrantes de la organización de narcotraficantes de Teodoro García Semental, “El Teo”, fueron capturados en Tijuana, Baja California, y se les aseguró un arsenal que transportaban en dos vehículos.”

Informativo

80

06—enero—2008

“Decomisos entre diciembre del 2006 y diciembre de 2007: 35 toneladas de precursores químicos.” 22 toneladas de efedrina. 78% en el aeropuerto internacional de México. Fuente PGR.

Informativo

209

81

11—diciembre— 2010

“Era el “líder del cártel de la “familia michoacana” junto con José de Jesús Méndez Vargas alias “El Chango”, Nasario Moreno González, también conocido como “El Chayo” “El Doctor” “El más loco”. Era el encargado de adoctrinar a los sicarios. Se dedicaba a motivar psicológicamente a su tropa. La PGR encontró en un cateo lo que los fiscales llaman “la biblia” de ese grupo criminal, supuestamente escrito por él”

Informativo

82

24—abril—2010

“El alcalde José Reyes ordena reforzar patrullajes, luego del asesinato de seis uniformados y un civil, en una emboscada.”

Informativo

210

De lo anterior se desprende lo siguiente:

MODELO DE NOTICIA Anecdótico Informativo De acción Escatológico Anecdótico con elemento Sátira Dramático Adoctrinador Informativo/denuncia social Informativo/adoctrinador Sátira Fantástico Informativo/anecdótico Anecdótico/adoctrinador Reseña Dramático con elementos Sátira Forense Cuentístico Reseña/adoctrinador Perfil criminal/adoctrinador Informativo/forense

PORCENTAJE 28.16% 19.5% 7.31% 7.31% 7.31% 4.88% 2.43% 2.43% 2.43% 2.43% 2.43% 1.21% 1.21% 1.21% 1.21% 1.21% 1.21% 1.21% 1.21% 1.21%

En el arco evolutivo de la nota roja del Informativo, encontramos que dentro del rango 1930 a 2010, el modelo anecdótico tiene el mayor rango, 28,16 % de las 82 notas de muestreo, seguido por un 19, 5% del modelo informativo, de esto deducimos que la nota roja pretende contar historias y enseguida informar, por lo tanto no es el propósito esencial de la nota roja otros modelos como el transmitir un drama o aquellos híbridos como el dramático con sátira. Asimismo podemos decir que aquellas notas que se toman total libertad para contar una historia donde la realidad es totalmente cuestionable como en el modelo cuentístico o fantástico son excepciones, pinceladas de color dentro del género. Por último, analizando la constante dentro del rango temporal, encontramos que el modelo informativo cobra relevancia en las últimas décadas, y que otros como el fantástico se extinguen, pero que persisten el informativo y anecdótico. Con base en esto podemos decir que la nota roja del Informativo tiene un carácter anecdótico informativo. 211

Los rubros, delincuente y víctima de nuestro muestreo están permeados por la forma en que la nota roja describe a estos actantes. El rubro de autoridad se enfoca en la participación o ausencia de los elementos de la ley (policías, gendarmes) durante los hechos o bien después de ocurridos, cuando los jueces o investigadores atrapan o sancionan al transgresor. En cuanto al delincuente, hemos podido identificar tres modelos descriptivos: uno que se basa en calificativos usados por el periodista—narrador (nunca por las víctimas, quienes a menudo describen las agresiones sufridas sin emitir otra descripción de su victimario que no sea su edad, oficio o actitudes). Estos calificativos suelen ser de rechazo, burla o escarnio, por ejemplo, cuando se dice de ellos, cínico, infame, desalmado, pobre diablo, metiche, inepto, etc. Dos: cuando sólo se menciona su calidad de victimario (asesino, agresor, delincuente, etc.) y tres: aquellos que proporcionan datos como ocupación, labor criminal o antecedentes (carpintero, pistolero, ya había estado preso, etc.) A veces se combinan los modelos. Pueden presentarse todos juntos o bien dos de ellos, el que menciona al victimario y el que proporciona datos sobre persona, pero sin calificarlo en ningún sentido. Es necesario diferenciar entre calificar y describir, la palabra ebrio no siempre se utiliza como una ofensa, reproche o palabra con carga emocional, esto depende de la relación de la palabra con el resto de los enunciados, así por ejemplo decir que “es un ebrio”, suele tener una carga de señalamiento, pues se pretender señalar mucho más que cuando se dice “es alcohólico”, palabra que designa una enfermedad o al menos propone esa vía de interpretación. Incluso podemos precisar la diferencia entre “es un alcohólico” y “es alcohólico”, donde el “un” tiene la carga de señalamiento.

212

Asimismo, no hay carga emocional cuando se dice: “jóvenes en estado de ebriedad cometieron el delito”, pues encontramos que la expresión “estado de ebriedad” se aleja de toda ofensa y sólo describe el estado bioquímico y psíquico de quienes transgredieron la ley. La clave, entendemos, está en el contexto de las palabras, pero hemos encontrado cierta frecuencia de algunas que suelen tener una carga emocional, como facineroso, brutal, vicioso, ladronzuelo, y otras más relativas como asesino, ladrón o ebrio. También encontramos una correlación entre la forma en que se describe a los victimarios y los modelos que hemos propuesto anteriormente cuando hablábamos del corpus de la noticia, así por ejemplo los modelos de sátira, anecdótico, dramático, escatológico, adoctrinador, suelen calificar al delincuente, pues hay una conexión narrativa en la que, por ejemplo, la sátira se refuerza con el calificativo, por ejemplo, “el pobre diablo intentó burlar a la policía vistiéndose de mujer, pero le traicionó la voz.” Por otra parte, los modelos informativos, de perfil psicológico y forense, en su búsqueda de objetividad o racionalización de la conducta humana, suelen estar desprovistos de calificar al criminal y más bien proporcionan datos que contextualizan al mismo. Para diferenciar estos modelos sobre el criminal, hemos nombrado al que señala a la persona con carga emocional como modelo calificativo, al que sólo lo menciona como nominativo y al que proporciona datos de él como biográfico; entendemos que la palabra biográfico es mucho más amplia que decir nombre y ocupación, pero no hemos querido usar la palabra perfil o informativa para no confundirla con éstas que propusimos en los modelos que hablan del corpus de la noticia. Precisamos que hay algunas notas donde usamos la expresión “no existe” referente al victimario porque la nota refiere a accidentes, como en ejemplo del niño que

213

se cayó o el hombre al que le explotó una botella de gaseosa. Esto mismo ocurre en noticias que de suyo no lo son, como las editoriales. A continuación, proponemos una tabla agrupa estos aspectos en el arco evolutivo de 1930 a 2010 del periódico El informativo, haciendo la aclaración que previamente hemos analizado la relación de las palabras con los enunciados de la nota, los cuales pueden ser fácilmente identificables recurriendo al archivo hemerográfico.

No DÍA MES AÑO

DELINCUENTE

MODELO

1

24—noviembre—1930

Energúmeno, malévolo. Malhechor.

Calificativo

2

30—agosto—1930

Gratuito enemigo. Descarado.

Calificativo

3

22—octubre—1932

Cobardes. Facinerosos. Malhechores.

Calificativo

4

21—octubre—1932

Fratricida. Ebrio.

Calificativo

5

13—octubre—1934

Gendarme. El matador.

Nominativo

6

22—agosto—1934

Facinerosos. Bandidos.

Calificativo

7

07—noviembre—1936

El heridor. Un sujeto.

Nominativo

8

24—octubre—1936,

Matones. Matachines.

Calificativo

9

17—diciembre—1938

No existe

No existe

10

06—noviembre—1938

Criminal. Alevoso. Reincidente.

Calificativo

11

01—diciembre—1940

La doncella, rubia y linda

Calificativo

12

09—diciembre—1940

Jóvenes en estado de ebriedad.

Nominativo

214

13

05—noviembre—1942,

Heridor

Nominativo

14

03—septiembre—1942

No existe

No existe

15

25—mayo—1944

Vago. Malviviente.

Calificativo

16

12—abril—1944,

Pueblo cuyo fondo moral está perdido. Asesinos. Desequilibrado o grupo de malvados. Locos. Cegados. Conspiradores.

Calificativo

17

15—enero—1946

Asesino. Perversa mujer.

Calificativo

18

02—enero—1946

Medio “chato.” Asesino. Individuo.

Biográfico

19

22—julio—1948

Kasuke Nakauatas de 54 años de edad

Biográfico

20

17—noviembre—1948

Mariguano. Sátiro. Bestial.

Calificativo

21

26—noviembre—1950

Acusado.

Nominativo

22

05—octubre—1950

Chamacos. Individuo de aspecto repugnante y mugroso. Presenta el aspecto de que no está en condiciones mentales normales.

Calificativo

23

17—octubre—1952,

Vago. Malviviente. Ratero. Mariguano. Contrabandista. Traficante. Feroz criminal.

Calificativo

24

17—octubre—1952,

Vampiros.

Nominativo

25

29—noviembre—1954

Vecinos.

Nominativo

26

12—noviembre—1954

Cargadores. Macheteros.

Nominativo

215

27

19—diciembre—1956

No se menciona.

No existe

28

19—marzo—1956

Rebeldes. Lugarteniente. Cabecilla.

Nominativo

29

14—diciembre—1958

Criminales.

Nominativo

30

14—diciembre—1958

Montoneros. Individuos. Cobardes. Agresores.

Calificativo

31

08—junio—1960

Acusado.

Nominativo

32

29—mayo—1960

El asesino. El agresor. El ingeniero petrolero.

Nominativo

33

08—junio—1962

Chacal. Borracho. Marihuano. Villano. Infanticida.

Calificativo

34

30—junio—1962

Tranquila. Serena. Uxoricida. Celosa. Enferma del sistema nervioso. La amasia. Adúlteros.

Calificativo

35

05—diciembre—1964

Chofer. Camionero.

Nominativo

36

12—diciembre—1964

Alevoso criminal.

Calificativo

37

20—diciembre—1966

Agresor.

Nominativo

38

20—diciembre—1966

Homicida. Brutal.

Calificativo

39

31—octubre—1968

No se menciona.

No existe

40

03—octubre—1968

Estudiantes.

Nominativo

41

10—diciembre—1970

Homicida.

Nominativo

42

29—diciembre—1970

Borrachines.

Calificativo

216

43

28—diciembre—1972

Pasajeros

Nominativo

44

24—diciembre1972

Campesinos.

Nominativo

45

16—octubre—1974

Atacante. Peligroso. Armado. Violento.

Calificativo

46

30—septiembre—1974

Sujetos. Falsos.

Nominativo

47

14—noviembre—1976

Pandilleros. “El Mani” “El Chino” “El Tronco” “El Maxi”

Calificativo

48

30—junio—1976

Ex policías Ebrios.

Calificativo

49

10—diciembre—1978

Ladrón

Nominativo

50

04—octubre—1978

Pistolero.

Nominativo

51

10—diciembre—1980

El atacante

Nominativo

52

23—julio—1980

Delincuente. Joven. Ladrón.

Nominativo

53

07—septiembre—1982

Pintor.

Nominativo

54

16—agosto—1982

Margarita Reyes viuda de Pérez.

Nominativo

55

07—febrero—1984

Vicioso. Acusado.

Calificativo

56

10—julio—1984

Acusados. Licenciado. Ingeniero. Profesor.

Nominativo

57

10—mayo—1986

Vecino. Ebrio.

Calificativo

58

03—diciembre—1986

Ladrones.

Nominativo

59

04—noviembre—1988

Niño

Nominativo

60

13—febrero—1988

Narcotraficantes.

Nominativo

217

Capos. Delincuentes. Policías corruptos. Pablo Escobar. 61

19—diciembre—1990

No se menciona.

No existe

62

26—diciembre—1990

Empistolado. Hugo N.

Nominativo

63

08—diciembre—1992

Editorial

No existe

64

01—diciembre—1992

Asesinos.

Nominativo

65

24—marzo—1994

Joven moreno de complexión robusta.

Biográfico

66

07—junio—1994

Aburto

Biográfico

67

24—diciembre—1996

Sujetos empistolados. Presuntos asaltantes. Dos tipos.

Nominativo

68

11—octubre—1996

Asaltante Un solo sujeto.

Nominativo

69

17—diciembre—1998

Los ahora procesados. Sujetos.

Nominativo

70

17—diciembre—1998

Policías

Nominativo

71

23—diciembre—2000

No se menciona.

No existe

72

11—diciembre—2000

Campesino. Detenido. Sujeto. Secuestradores.

Nominativo

73

26—mayo—2002

Editorial

No existe

74

19—agosto—2002

El ahora detenido.

Nominativo

75

01—noviembre—2004

Policías.

Nominativo

76

28—junio—2004

Hampa. Funcionarios.

Nominativo

77

31—octubre—2006

Narcotraficantes

Nominativo

78

31—octubre—2006

Delincuentes.

Nominativo

79

02—diciembre—2008

Narcos.

Nominativo 218

80

06—enero—2008

Carteles de la droga.

Nominativo

81

11—diciembre—2010

Sicarios.

Nominativo

82

24—abril—2010

Sicarios. Atacantes.

Nominativo

La tabla anterior arroja los siguientes porcentajes. MODELO DELINCUENTE

PORCENTAJE

Nominativo Calificativo Biográfico

45.60% 33.7% 4.5%

En cuanto a la víctima encontramos los tres mismos modelos que en el victimario (calificativo, nominativo y biográfico) más uno que se refiere a un lugar o espacio que fue saqueado o robado (bancos, establecimientos, etc,) El modelo calificativo pone el acento en describir dos tipos de virtudes esenciales de la víctima: su indefensión o su calidad moral. La indefensión por su condición (mujer, niño, anciano) o por las circunstancias desventajosas de la agresión (desprevenido, uno contra muchos, dormido, enfermo, etc.) Y su calidad moral por virtudes reconocidas socialmente (buen hijo, padre o madre, soñador, con planes por delante, etc.) Los calificativos que describen a la víctima tienen la función dramática de hacer más reprochable la fechoría del victimario y de contrastarlo con él. Existen algunas notas muy precisas donde la víctima es criminalizada por su condición previa, por ejemplo, un delincuente que fue asesinado o alguien que murió por estar borracho. Estas notas son la 27, 42 y 45. Ejemplo, nota 27. El titular dice: “Murió un reo en una celda del Servicio Secreto, anoche.” En el cuerpo de la nota se habla de que fue torturado y asesinado y luego, pese a ser la víctima se le describe como: Reo. Ratero 219

fichado. Infeliz ratero. Este aspecto es importante, pues podemos decir que una característica más de la nota roja es que la calidad de víctima esta correlacionada con su ocupación, es decir que es víctima objetiva en tanto sufrió una agresión, pero puede o no serlo dependiendo de la valoración que el periodista—narrador haga de sus virtudes y defectos. Cuando utilizamos la expresión “no existe” referente a la víctima es en aquellas notas donde, por ejemplo, se habla de la detención de un delincuente, no de un delito preciso o bien en aquellas notas que tienen un carácter editorial como la descripción de un libro sobre narcotráfico o la escuela de Lombroso, donde no se habla de ningún crimen y por lo tanto tampoco de una víctima específica. Queremos precisar que en la mayoría de las notas donde se menciona la ocupación de las víctimas se dan más datos sobre ellas, pero que en la gráfica hemos condensado estos en dicha ocupación, por lo tanto, los manejamos como biográficos y no sólo nominativos, pero igualmente pueden ser consultados en el archivo hemerográfico del Informativo. Estos son los resultados. No DÍA MES AÑO

VÍCTIMA

MODELO

1

24—noviembre— 1930

Un chiquitín. Un infortunado anciano. Una muchacha.

Calificativo

2

30—agosto—1930

Cantinero.

Biográfico

3

22—octubre—1932

Conocido comerciante. Señor

Biográfico

4

21—octubre—1932

El lesionado.

Nominativo

5

13—octubre—1934

El niño y sus lágrimas.

Calificativo

6

22—agosto—1934

No existe.

No existe

220

7

07—noviembre— 1936

El señor.

Nominativo

8

24—octubre—1936,

Hombre de trabajo. Buen padre de familia. Ciudadano útil a su patria. La víctima.

Calificativo

9

17—diciembre— 1938

El niño

Nominativo

10

06—noviembre— 1938

Ancianitos que vivían tranquilamente.

Calificativo

11

01—diciembre— 1940

Aterrados hijitos

Calificativo

12

09—diciembre— 1940

Lesionados

Nominativo

13

05—noviembre— 1942,

Víctima

Nominativo

14

03—septiembre— 1942

El pequeño. El niño. El muchacho.

Nominativo

15

25—mayo—1944

No existe

No existe

16

12—abril—1944,

Autoridad suprema del país. Ciudadano respetabilísimo.

Calificativo

17

15—enero—1946

Maquinista Señor

Biográfico

18

02—enero—1946

Chofer. Transeúnte

Biográfico

19

22—julio—1948

No existe

No existe

20

17—noviembre— 1948

Niña. Muchachita.

Nominativo

21

26—noviembre— 1950

El superior (persona del ejército)

Nominativo

22

05—octubre—1950

Casa de empeños Saucedo.

Lugar

23

17—octubre—1952,

El yanqui. La señora.

Nominativo

24

17—octubre—1952,

Ganado. Ganaderos.

Biográfico

221

25

29—noviembre— 1954

Gendarme.

Biográfico

26

12—noviembre— 1954

Chofer.

Biográfico

27

19—diciembre— 1956

Reo. Ratero fichado. Infeliz ratero.

28

19—marzo—1956

Eugenio Prado.

Biográfico

29

14—diciembre— 1958

Víctima inerme.

Calificativo

30

14—diciembre— 1958

Ingeniero. Profesionista.

Biográfico

31

08—junio—1960

Denunciante.

Nominativo

32

29—mayo—1960

El actor. La víctima.

Biográfico

33

08—junio—1962

Niña. Señora suplicante. Menor moribunda. Madre

Calificativo

34

30—junio—1962

Ferrocarrilero.

Biográfico

35

05—diciembre— 1964

El ingeniero. El profesionista.

Biográfico

36

12—diciembre— 1964

Niños. Señor.

Nominativo

37

20—diciembre— 1966

Campesino.

Nominativo

38

20—diciembre— 1966

Reo.

Biográfico

39

31—octubre—1968

No se menciona.

No existe

40

03—octubre—1968

Soldados.

Nominativo

41

10—diciembre— 1970

Chofer.

Nominativo

42

29—diciembre— 1970

Sastre y promotor de espectáculos.

Biográfico

222

Compañero de ebriedad. Víctima. 43

28—diciembre— 1972

No se menciona

No existe

44

24—diciembre1972

No se menciona.

No existe

45

16—octubre—1974

Víctima.

Nominativo

46

30—septiembre— 1974

El señor.

Nominativo

47

14—noviembre— 1976

Señora

Nominativo

48

30—junio—1976

Víctima

Nominativo

49

10—diciembre— 1978

Víctimas

Nominativo

50

04—octubre—1978

No se menciona

No existe

51

10—diciembre— 1980

John Lennon

Biográfico

52

23—julio—1980

Trabajadores.

Nominativo

53

07—septiembre— 1982

Ofendido.

Nominativo

54

16—agosto—1982

Víctima

Nominativo

55

07—febrero—1984

Señora

Nominativo

56

10—julio—1984

El Licenciado Reyes Heroles. Secretario de Educación Pública.

Biográfico

57

10—mayo—1986

Señora

Nominativo

58

03—diciembre— 1986

No se menciona

No existe

59

04—noviembre— 1988

Conductora.

Nominativo

60

13—febrero—1988

No se menciona.

No existe

61

19—diciembre— 1990

Occiso. Ferrocarrilero.

Biográfico

223

62

26—diciembre— 1990

Señor

Nominativo

63

08—diciembre— 1992

Editorial

No existe

64

01—diciembre— 1992

Comerciante.

Biográfico

65

24—marzo—1994

Luis Donaldo Colosio.

Biográfico

66

07—junio—1994

No se menciona

No existe

67

24—diciembre— 1996

Banco

De lugar

68

11—octubre—1996

Banco

De lugar

69

17—diciembre— 1998

Niño Menor

Nominativo

70

17—diciembre— 1998

Policías Director de información, investigación, y tácticas de criminalidad de la dirección General de Seguridad Pública del Estado.

Biográfico

71

23—diciembre— 2000

El contador. El cadáver.

Biográfico

72

11—diciembre— 2000

Comerciante. La joven.

Nominativo

73

26—mayo—2002

Editorial

No existe

74

19—agosto—2002

Menores. Niños.

Nominativo

75

01—noviembre— 2004

Madres. Jóvenes. Mujeres víctimas. Mujeres de negro.

Calificativo

76

28—junio—2004

Muertas de Juárez.

Nominativo

77

31—octubre—2006

Alcalde Cadáver.

Nominativo

78

31—octubre—2006

Muertos. Policías

Nominativo

224

79

02—diciembre— 2008

No se menciona

No existe

80

06—enero—2008

No se menciona

No existe

81

11—diciembre— 2010

No se menciona.

No existe

82

24—abril—2010

Policías Civil

Nominativo

Por lo tanto, contamos con los siguientes porcentajes. MODELO VÍCTIMA Nominativo Biográfico Calificativo De lugar

PORCENTAJE 50.7% 31.4% 13% 4.5%

En cuanto al rubro autoridad, encontramos tres diferentes modelos. El primero comprende tres derivaciones, la primera cuando la autoridad participa de los hechos ya sea como víctima o victimario, la segunda cuando la autoridad se presenta inmediatamente a capturar al transgresor y la tercera cuando la nota refiere al enfrentamiento entre una autoridad y un delincuente al que vienen persiguiendo por causas pasadas. En todos estos casos nombraremos este modelo como de autoridad actante por su participación que lo convierte en un protagonista junto con víctimas y victimarios. El segundo modelo es aquel donde la autoridad aparece al final de la nota y es llamada en auxilio de las víctimas, si bien puede haber un breve enfrentamiento con el victimario no es esta la sustancia de la nota, generalmente sólo se presenta a detener a un infractor ya indefenso o a ser la primera instancia legal de que se cometió un ilícito, a este modelo lo llamaremos mediador.

225

El tercer modelo es aquel cuando la justicia actúa muy a posteriori y tiene que ver con el proceso judicial que se establece una vez que el victimario fue atrapado o bien cuando la nota habla de la búsqueda por parte de las autoridades de un delincuente. A este último modelo lo nombraremos punitivo en tanto el agresor vive un proceso judicial o se le busca para que lo enfrente. De nuevo, las notas donde usamos la expresión no existe es porque refieren a reseñas de libros, de un perfil criminal o de un accidente donde no hay necesidad de justicia, pero también, y esto es importante, porque la autoridad en su calidad de mediador o punitiva brillan por su ausencia. Esta es la gráfica de resultados. No

DÍA MES AÑO

AUTORIDAD

MODELO

1

24—noviembre— 1930

Comisario. (No presente durante los hechos.)

Punitivo

2

30—agosto—1930

No se menciona.

No existe

3

22—octubre—1932

No se menciona.

No existe

4

21—octubre—1932

Comisario. (No presente durante los hechos.)

Punitivo

5

13—octubre—1934

Gendarme.

Mediador

6

22—agosto—1934

Policías.

Punitivo

7

07—noviembre— 1936

No se menciona.

No existe

8

24—octubre—1936

No se menciona.

No existe

9

17—diciembre— 1938

No existe

No existe

10

06—noviembre— 1938

Ministerio público.

Punitivo

11

01—diciembre— 1940

No presente.

No existe

226

12

09—diciembre— 1940

No se menciona.

No existe

13

05—noviembre— 1942

Autoridades competentes. Posterior al hecho.

Punitivo

14

03—septiembre— 1942

Autoridades policíacas, posterior al hecho.

Punitivo

15

25—mayo—1944

Señor juez.

Punitivo

16

12—abril—1944,

No se menciona.

No existe

17

15—enero—1946

Autoridades policíacas.

Punitivo

18

02—enero—1946

Ministerio público.

Punitivo

19

22—julio—1948

No se menciona

No existe

20

17—noviembre— 1948

Policía. Panadero aprehensor del sátiro.

Mediador

21

26—noviembre— 1950

Juez militar.

Punitivo

22

05—octubre—1950

Juez y policía.

Punitivo

23

17—octubre— 1952,

Policía

Punitivo

24

17—octubre— 1952,

Autoridades sanitarias.

No existe

25

29—noviembre— 1954

No se menciona.

Actante

26

12—noviembre— 1954

Agentes de la policía.

Mediador

27

19—diciembre— 1956

No se menciona.

No existe

28

19—marzo—1956

Soldados.

Actante

29

14—diciembre— 1958

No existe.

No existe

30

14—diciembre— 1958

Juez.

Punitivo

31

08—junio—1960

Juez.

No existe

32

29—mayo—1960

Policías del servicio secreto.

Punitivo 227

33

08—junio—1962

Policía secreta.

Punitivo

34

30—junio—1962

Policías

Punitivo

35

05—diciembre— 1964

Policía

Mediador

36

12—diciembre— 1964

No se menciona.

No existe

37

20—diciembre— 1966

No se menciona.

No existe

38

20—diciembre— 1966

No se menciona.

No existe

39

31—octubre—1968

Autoridades. Presidente de la república.

No existe (es informativa de los actantes)

40

03—octubre—1968

Soldados. Policías.

Actante

41

10—diciembre— 1970

No se menciona.

No existe

42

29—diciembre— 1970

No existe

No existe

43

28—diciembre— 1972

No se menciona.

No existe

44

24—diciembre1972

Policía

Punitivo

45

16—octubre—1974

Agentes

Punitivo

46

30—septiembre— 1974

Policía

Mediador

47

14—noviembre— 1976

Agentes

Actante

48

30—junio—1976

Policías

Actante

49

10—diciembre— 1978

Policía

Punitivo

50

04—octubre—1978

No existe.

No existe

51

10—diciembre— 1980

Policía

Mediador

228

52

23—julio—1980

Policía

Mediador

53

07—septiembre— 1982

No se menciona.

No existe

54

16—agosto—1982

No se menciona.

No existe

55

07—febrero—1984

Policía

Mediador

56

10—julio—1984

Policía

Punitivo

57

10—mayo—1986

Policía judicial.

Punitivo

58

03—diciembre— 1986

Patrulleros.

Mediador

59

04—noviembre— 1988

Policía

Mediador

60

13—febrero—1988

No se menciona.

No existe

61

19—diciembre— 1990

Policía

Punitivo

62

26—diciembre— 1990

Judiciales.

Punitivo

63

08—diciembre— 1992

Editorial

No existe

64

01—diciembre— 1992

Judiciales.

Punitivo

65

24—marzo—1994

Policías

Mediador

66

07—junio—1994

No se menciona

No existe

67

24—diciembre— 1996

Policías

Punitivo

68

11—octubre—1996

Policía

Punitivo

69

17—diciembre— 1998

Policía

Punitivo

70

17—diciembre— 1998

Policías

Actante

71

23—diciembre— 2000

Policía

Punitivo

72

11—diciembre— 2000

Policía

Actante

229

73

26—mayo—2002

Editorial

No existe

74

19—agosto—2002

Investigadores.

Punitivo

75

01—noviembre— 2004

No se menciona.

No existe

76

28—junio—2004

No se menciona.

No existe

77

31—octubre—2006

No se menciona.

No existe

78

31—octubre— 2006

Policías. Ejército.

Actante

79

02—diciembre— 2008

Elementos policiacos

Actante

80

06—enero—2008

No se menciona.

No existe

81

11—diciembre— 2010

PGR

No existe

82

24—abril—2010

Policía

No existe

Estos son los porcentajes MODELO AUTORIDAD Punitivo Mediador Actante

PORCENTAJE 59,1% 22,2% 18,3%

Hemos nombrado el rublo Espacios en referencia a los espacios de criminalidad y para retomar el capítulo donde desarrollamos el surgimiento de la nota roja y mencionamos que dichos espacios son de catarsis y aislamiento, tomaremos ambas palabras para establecer nuestros siguientes modelos. Nos referiremos a espacios de catarsis a todos aquellos lugares destinados a la convivencia como pueden serlo pulquerías, cantinas, bares, cabarets, etc. Sin embargo, haremos una distinción cuando se nombre la palabra vecindad o barrio, pues hemos encontrado que cuando la nota cita dichos espacios le imprime un sello característico que presume un entorno geográfico

230

marginal. A este modelo lo llamaremos territorial, entendiendo que la palabra refiere al entorno de un grupo urbano cuyas características son clase baja o media baja y donde dicho grupo tiene prácticas culturales particulares y existe una problemática previa de disfunción familiar, drogadicción, alcoholismo e inseguridad. Un tercer modelo sería, entonces, el de aislamiento, nos referimos a que el hecho transgresor ocurre dentro de las propias cárceles o manicomios. Un cuarto modelo es el urbano. Si bien las vecindades, barrios o lugares de diversión se encuentran localizados en un entorno urbano, para este fin la palabra urbano se referirá exclusivamente al territorio común y anónimo donde las calles y avenidas no tiene otro sello que no sea referiste a la ciudad misma. En este sentido, los delitos o accidentes no guardan relación con barrios hostiles y territorializados, sino que se vinculan con los peligros generales de la propia ciudad como entorno. Un quinto modelo es el rural, que no precisa más explicaciones, los delitos ocurren en pueblos o sus alrededores. Nuestro sexto modelo llamado establecimiento es aquel donde se efectúan labores, comerciales o académicas, como son bancos, tiendas, supermercados, universidades, aeropuertos, y por último el modelo domicilio como su nombre lo indica sucede en espacios habitacionales.

No

DÍA MES AÑO

ESPACIO

MODELO

1

24—noviembre— 1930

Casa de barrio.

Domicilio

2

30—agosto—1930

Cantina.

Catarsis

3

22—octubre—1932

Camino rural.

Rural

4

21—octubre—1932

Pulquería.

Catarsis

5

13—octubre—1934

Cantina.

Catarsis 231

6

22—agosto—1934

Banco. Ciudad.

Establecimiento

7

07—noviembre— 1936

Casa de barrio.

Domicilio

8

24—octubre—1936,

Calle.

Urbano

9

17—diciembre— 1938

Casa

Domicilio

10

06—noviembre— 1938

Casa.

Domicilio

11

01—diciembre— 1940

Casa

Domicilio

12

09—diciembre— 1940

Cine.

Catarsis

13

05—noviembre— 1942,

Calle.

Urbano

14

03—septiembre— 1942

Calle.

Urbano

15

25—mayo—1944

Calle.

Urbano

16

12—abril—1944,

No se menciona.

No existe

17

15—enero—1946

Casa

Domicilio

18

02—enero—1946

Piquera.

Catarsis

19

22—julio—1948

Puesto de gaseosas.

Establecimiento

20

17—noviembre— 1948

Calle.

Urbano

21

26—noviembre— 1950

No lo menciona.

No existe

22

05—octubre—1950

Casa de empeños Saucedo.

Establecimiento

23

17—octubre—1952,

Poblado.

Rural

24

17—octubre—1952,

Rural.

Rural

25

29—noviembre— 1954

Vecindad.

Territorial

26

12—noviembre— 1954

Carretera.

Rural

232

27

19—diciembre— 1956

Celda

Aislamiento

28

19—marzo—1956

Campo

Rural

29

14—diciembre— 1958

Calle.

Rural

30

14—diciembre— 1958

Fiesta.

Catarsis

31

08—junio—1960

Tienda.

Establecimiento

32

29—mayo—1960

Calle.

Urbano

33

08—junio—1962

Casa.

Domicilio

34

30—junio—1962

Casa

Domicilio

35

05—diciembre— 1964

Calle.

Urbano

36

12—diciembre— 1964

Jardín

Catarsis

37

20—diciembre— 1966

Vecindad.

Territorial

38

20—diciembre— 1966

Penal

39

31—octubre—1968

Universidad.

Establecimiento

40

03—octubre—1968

Calle.

Urbano

41

10—diciembre— 1970

Calle.

Urbano

42

29—diciembre— 1970

Cantina

Catarsis

43

28—diciembre— 1972

Los Andes.

Rural

44

24—diciembre1972

Ejido.

Rural

45

16—octubre—1974

Fiesta.

Catarsis

46

30—septiembre— 1974

Establecimiento.

Establecimiento

233

47

14—noviembre— 1976

Casa.

Domicilio

48

30—junio—1976

Paraje.

Rural

49

10—diciembre— 1978

Casas.

Domicilio

50

04—octubre—1978

Casa.

Domicilio

51

10—diciembre— 1980

Calle

Urbano

52

23—julio—1980

Empresa

Establecimiento

53

07—septiembre— 1982

Casa.

Domicilio

54

16—agosto—1982

Calle.

Urbano

55

07—febrero—1984

Casa.

Domicilio

56

10—julio—1984

No se determina.

No existe

57

10—mayo—1986

Calle.

Territorial

58

03—diciembre— 1986

Finca

Rural

59

04—noviembre— 1988

Bus.

Urbano

60

13—febrero—1988

Libro.

No existe

61

19—diciembre— 1990

Patio de ferrocarriles.

Establecimiento

62

26—diciembre— 1990

Calle.

Rural

63

08—diciembre— 1992

Editorial

No existe

64

01—diciembre— 1992

Paraje.

Rural

65

24—marzo—1994

Calle.

Rural

66

07—junio—1994

No se menciona

No existe

67

24—diciembre— 1996

Banco

Establecimiento

234

68

11—octubre—1996

Banco

Establecimiento

69

17—diciembre— 1998

Escuela

Establecimiento

70

17—diciembre— 1998

Súper mercado

Establecimiento

71

23—diciembre— 2000

Calle

Territorial

72

11—diciembre— 2000

No se especifica.

No existe

73

26—mayo—2002

Editorial

No existe

74

19—agosto—2002

Casa.

Domicilio

75

01—noviembre— 2004

Calles.

Urbano

76

28—junio—2004

Calle.

Urbano

77

31—octubre—2006

Poblado

Rural

78

31—octubre—2006

Calles.

Rural

79

02—diciembre— 2008

Calle.

Urbano

80

06—enero—2008

Aeropuerto.

Establecimiento

81

11—diciembre— 2010

No se menciona

No existe

82

24—abril—2010

Calles.

Urbano

En cuanto al modelo del espacio del muestreo estos son los porcentajes. MODELO ESPACIO

PORCENTAJE

Urbano Rural Domicilio Establecimiento Catarsis Territorial Aislamiento

21.9% 20.5% 19.1% 17.8% 12.3% 6.8% 1.3%

235

La interpretación de todas estas categorías con sus respectivos modelos: delincuente, víctima, autoridad y espacio, están sujetas a las variables siguientes: el periódico Informativo que como ya hemos mencionado pertenece a la ciudad de Guadalajara y cuya nota roja, como cada periódico, tiene su propio estilo. Es importante destacar esto porque, por ejemplo, el rublo rural será más frecuente que un periódico como La Prensa, que se concentran en la ciudad de México; si bien Guadalajara es una ciudad, no deja de ser provincia y de abarcar sus inmediaciones rurales, otro factor que interviene en el porcentaje correspondiente al rublo rural estará naturalmente vinculada al arco de tiempo que hemos tomado como muestra, donde las notas rurales son más frecuentes en las primeras décadas del siglo veinte que en las últimas. De haber analizado sólo las últimas décadas, 1980 en adelante las notas rurales disminuirían, pues hemos analizado que van desapareciendo a medida que avanzamos en la recopilación temporal. Otro factor a considerar es precisamente el rango de 80 años de análisis y el muestreo de 2 notas por año, sin embargo, lo creemos un muestreo suficientemente representativo. Para reforzarlo, más adelante nos proponemos hacer una pesquisa más completa de la cantidad de veces que en ese rango se mencionan ciertos tipos de denominaciones que aquí hemos visto corresponden a la nota roja. Este es el resumen de las categorías obtenidas. MODELO DELINCUENTE Nominativo Calificativo Biográfico MODELO VÍCTIMA Nominativo Biográfico Calificativo De lugar MODELO AUTORIDAD Punitivo Mediador Actante

PORCENTAJE 45.6% 33.7% 4.5% PORCENTAJE 50.7% 31.4% 13% 4.5% PORCENTAJE 59,1% 22,2% 18,3% 236

MODELO ESPACIO Urbano Rural Domicilio Establecimiento Catarsis Territorial Aislamiento

PORCENTAJE 21.9% 20.5% 19.1% 17.8% 12.3% 6.8% 1.3%

Podemos apreciar que tanto en la categoría delincuente como de víctima el porcentaje más alto de las notas corresponde al modelo denominativo 45.6 % en el primer caso y 50.7% en el segundo, es decir alrededor de la mitad de las veces se mencionan a unos y otros por su nombre o el papel que juegan en el hecho, es decir como víctimas, victimarios, asesinos, ladrones, delincuentes y todos aquellos apelativos que sólo definen su status, pero que de ninguna manera los estigmatiza. Sin embargo, en el caso del delincuente, el rublo que sí los estigmatiza está muy cercano al que sólo los nomina, es decir que un 33.7% de las notas utiliza adjetivos calificativos como facineroso, cruel, mugroso, despiadado y otros más. En el caso de las victimas podemos notar que el modelo calificativo no sigue al nominativo, sino que prepondera el biográfico, esto es de dar algunos datos sobre la persona agredida. Nombre, edad, oficio, en un 31.4% de los casos. Este dato no deja de ser llamativo a todas luces de que frecuentemente se piensa que la nota roja potencializa a la víctima para hacer más reprochable la conducta de su victimario. Podemos decir que sí lo hace, pero que no es un ingrediente esencial. En el caso de la categoría delincuente rublo biográfico notamos un significativo desplome de porcentaje, sólo un 4.5% de las notas nos proporcionan suficientes datos del agresor, si lo comparamos con los datos que se proporcionan de la víctima, el 31.4% de las veces, podemos inferir que la condición de agresor se sostiene por el acto cometido sin que su perfil o antecedentes importen demasiado, esto resulta tendencioso y nos habla 237

de que la nota roja rara vez ofrece datos que maticen la opinión del lector sobre el delincuente. Importa más su delito que saber su edad, oficio o antecedentes. Presumimos que si se recurriera a ellos la nota roja perdería efectividad en cuanto a producir repudio hacia el transgresor. Otra idea que podemos obtener de este dato es que en cierta medida la descontextualización del asesino se sigue correspondiendo con la idea lombrosiana de que el delincuente lo es porque posee una carga genética determinada. Al nombrarlo cruel, chacal o facineroso y describir su delito cometido se puede encontrar “lo que se necesita saber”, sin que nada más importe. Una deducción más derivada de esto es que la nota roja, en cierta medida, se sigue sosteniendo en un punto de partida lombrosiano. En el caso de la víctima también hay un desplome del porcentaje, veíamos que que lo biográfico ofrece un 31.4%, mientras que el rublo de lo calificativo es sólo un 13%. De cualquier forma, pensamos que en el caso de la víctima ofrecer datos de él o calificarlo abonan en el mismo sentido de contraponerlo a su victimario, decir que es cierta víctima era empleado lo dignifica tanto como decir que era una buena persona. Por último, encontramos que las notas donde la víctima es un espacio físico determinado: bancos, escuelas, oficinas, etc, sólo contemplan un 4.5%. Esto nos hace pensar que la nota roja es más efectiva cuando las víctimas son sujetos de carne y hueso. En cuanto al modelo autoridad llama la atención que el 59,1% de las notas citen autoridades que o se están castigando de delito o van en busca del transgresor, cuando a su vez encontramos que de 82 notas no aparece ninguna autoridad en 33 de ellas, casi una tercera parte nos cuenta delitos donde el objetivo es el delito por sí mismo, no el castigo ni la intervención policiaca. Debemos tomar, pues, con precaución ese 59,1% toda vez que en muchas ocasiones habla de que se “va a buscar al ofensor” o de que el ofensor “ahora enfrentará a la justicia”, pues no sabemos si dieron con él o si la justicia fue

238

imparcial. Lo único que nos indica el porcentaje es que más de la mitad de las notas se refieren a la participación de la ley no en el momento inmediato del crimen, sino posterior y de manera abierta en cuanto a los resultados. Del 100% de las notas, sólo en un 22,2% se hace presente la autoridad para mediar en los hechos, es decir para detener al transgresor, ya porque éste logra huir ya porque el periodista no parece estar interesado en narrarnos ese aspecto, sólo el delito. Por último, tenemos que un 18.3% de las figuras de autoridad participan en el hecho como delincuentes, esto significa que casi una quinta parte de los transgresores en el rango de ochenta años de nota roja, expuestos en este diario fueron, representantes de la ley. Es muy posible que el número se incremente al avanzar las décadas, pero en este momento no podemos asegurarlo, sólo basarnos en los síntomas de descomposición social del país. En la categoría espacio tenemos una distribución equitativa entre los rublos urbano y rural, 21,9% y 20,5% notas para cada uno, pero que ya hemos dicho están sesgados porque el Informativo abarca provincia y alrededores y porque en las primeras décadas de la nota roja lo rural tenía más presencia que en la actualidad. Después tenemos que un 19.1% de los delitos suceden en domicilios particulares. Esto habla de transgresiones a espacios físicos: robos a casa habitación, la sociabilización que degenera en crímenes: fiestas, reuniones, o delitos entre familiares. A continuación, tenemos que el 17.8% de los delitos descritos por la nota roja suceden en establecimientos que pueden ser con o sin violencia. A este le sucede el delito en espacios de catarsis con un 12.3% , lo cual indica que ha habido a lo largo de la historia una estigmatización de dichos espacios al decir que frecuentemente los delitos ocurren en cantinas, pulquerías o

239

cabarets, cuando aquí podemos apreciar que han sido más frecuentes en domicilios particulares. Seguido de esto encontramos que un 6.8% de los hechos transgresores suceden en los barrios, de nueva cuenta podemos apreciar que no es más peligroso la exposición a ciertos entornos que los hechos violentos que ocurren en espacios cerrados y que al parecer tienen que ver con la convivencia familiar o la irrupción de la privacidad. Esto podría indicarnos que se genera más violencia en la intimidad del hogar que en la interacción con el barrio. Por último, tenemos que un modesto 1.3% de las notas refieren hechos violentos en espacios de aislamiento, en este caso cárceles, ya que nuestro muestreo no arrojó el manicomio. Podemos interpretar dos variables sobre el bajo porcentaje, una que guarda relación con la vigilancia y las condiciones de aislamiento y la segunda con la posible poca información que pueda obtenerse más allá de las paredes de la institución carcelaria. Esta segunda variable salta a la luz pública cuando encontramos noticias de amotinamiento o masacres en la cárcel, las cuales no surgen de forma espontánea, sino que son el cúmulo de hechos violentos e injustos que suceden al interior de esos espacios y que los periódicos no cuentan ya por falta de información o porque la nota roja privilegia aquellas transgresiones en espacios donde se supone uno debería vivir en calma y libertad, es decir la calle y el espacio privado. Como conclusión general de todo lo expuesto hasta aquí podemos decir que el Informativo es un periódico cuya nota roja mantiene cierta pluralidad en el estilo. Emite noticias donde la anécdota o la sátira son el leitmotiv, pero prepondera aquellas de carácter informativo, es decir que no descarta toda la gama de lo que conocemos por nota roja: escatológica, violenta, donde se califica al delincuente con burla o escarnio y se pone en

240

cierto pedestal a la víctima para causar un efecto melodramático, pero que también emite noticias donde los elementos son equilibrados y desprovistos de estigmatización. Asimismo, podemos decir que en el arco evolutivo de dicho periódico y dicho género, el carácter informativo va siendo más frecuente que en décadas pasadas, donde incluso se exponían noticias de modelo fantástico o cuentístico. Notamos también que el lenguaje va siendo menos literario y más periodístico conforme avanza el tiempo, esto lo notamos en el contraste entre los modelos favorecedores de lo literario (anecdótico, de sátira, dramático, escatológico) y los modelos favorecedores de lo informativo (informativo mismo y forense.) Un ejemplo peculiar y puntual tiene que ver con el uso de cierto vocabulario que va perdiendo frecuencia, como nombrar facineroso al delincuente. Encontramos palabras en desuso hacia las últimas décadas, tales como matachines, heridor y uxoricida. Esta última derivada de uxoricidio que significa el asesinato de la esposa. Deducimos, a partir de la lectura de numerosas notas, que palabras como esta tampoco eran de uso frecuente en la primera mitad del siglo XX, sino que tenían la pretensión de dotar a la noticia de cierto carácter docto en el lenguaje.

241

LA NOTA ROJA COMO HIBRIDACIÓN DE GÉNEROS PERIODÍSTICOS

Las diferentes formas de expresión periodística suelen catalogarse en géneros porque cada una de esas formas necesita de un lenguaje específico. Sucede en el periodismo como en la literatura que la necesidad de agrupar los textos que comparten características y funciones comunicativas específicas en géneros, a saber: cuento, novela, ensayo, poesía, teatro. Para que un texto se inserte en un género particular y que sea en ese y en no en otro donde tenga cabida es sencillamente por la decisión que toma el autor empírico125 al momento de trascribir la realidad o la creación de un mundo diegético, con personajes y reglas propias dentro del texto ficticio. Así, como los diferentes géneros literarios tienen sus propias características y formas de expresión y estructura, los géneros periodísticos se conforman según la función comunicativa que el mensaje requiera. Es decir, que dependiendo de la forma o tipo de información que se quiera trasmitir por medio del periodista, es el género al que se recurrirá. Por su estructura y orden de ideas, así como en la jerarquización de la información, se distinguen cinco géneros periodísticos: 1.

Nota informática o noticia.

2.

Entrevista.

3.

Crónica.

4.

Reportaje.

125

Entendemos por tal aquella persona física y real, que se encuentra fuera del texto, es decir un ente extradiegético. Es, por ende, el creador del texto, es la persona real que está fuera de cualquier ficción. El autor empírico es fácilmente reconocible frente a la historia o información que pretende hacer llegar a su lector.

242

5.

Artículo (reseña, editorial, columna, artículo de fondo o de opinión)126.

Por razones prácticas, a partir de la consolidación de la industria de la información, en el siglo XIX, la estructura de la nota se fue conformando en la jerarquización de los datos de la noticia. Mucho tenía que ver el medio por el cual se hacía llegar; el telégrafo, la noticia hasta la redacción. El servicio podía interrumpirse y no volvía a reanudarse en poco tiempo, entonces los corresponsales o reporteros arrojaban los datos más importantes (las respuestas a las cinco W que ya mencionamos). La necesidad dio estructura a la nota. Figura127

Hechos de importancia creciente Desenlace

Pirámide normal Desenlace

Desenlace

Hechos importantes

Detalles interesantes pormenores

Pirámide invertida

Narración cronológica

Pirámide invertida modificada

126

Campbell, Federico. Periodismo escrito. Alfaguara. México. 2002. p. 17.

127

Marín, Carlos. Manual de periodismo. Debolsillo. México. 2006. p. 106.

243

El uso de una pirámide para esquematizar el desglose de la información se remonta un poco más atrás: La pirámide normal es la estructura más antigua; era utilizada con frecuencia en los periódicos del siglo pasado y proviene directamente de la literatura, con raíces más profundas en los juglares y en los cantares. El aspecto informático está subordinado al estilo, al manejo del idioma y sólo al final, en el desenlace, se entera el público de cuál es la noticia. En la actualidad tiene muy poco uso, pues la necesidad de informar de inmediato es lo que impone. Sólo se emplea en contados casos, en los que se presenta un carácter humorístico o en los que requiere presentar cierto velo de misterio, de suspenso, para sorprender al lector con el desenlace: con la noticia.128

Tomando como punto de partida este primer género periodístico, la noticia, se van conformando los demás. A una noticia se le abre un espacio al testigo de un crimen, el reportero pregunta, el testigo responde una y otra vez, así aparece la entrevista; cuando la noticia se desarrolla según sucedió, en forma cronológica y no como pirámide invertida, nos encontramos ante una crónica; y si la nota arroja más información de la obtenida en un primer momento, si, digamos, al personaje de la nota periodística se le aseguran bienes, se le descubren nexos con políticos corruptos o personajes del espectáculo, la nota deja de serlo para dar paso al reportaje, donde los géneros se trastocan, se disuelven y combinan entre sí. Pero no es a ningún género periodístico que nos ocupa en este apartado que no sea la nota, específicamente la nota roja la cual, desde su origen hasta la fecha, conserva su calidad de contenedor de géneros periodísticos, más propiamente ella misma es una hibridación genérica. Ésta se manifiesta más notoriamente a partir de la creación del nuevo periodismo norteamericano. Para la creación de una forma nueva de informar fue también necesaria la creación de “las reglas del juego”, es decir, hacerle saber al lector ante qué tipo de texto

128

Ibídem. p. 109.

244

se encontraba, es decir, un pacto de lectura, el cual mencionaremos más adelante. Para ello, no había que hacerle llegar las instrucciones al lector, sino más bien definir el modelo de la nota así como sus características: la información no solo implicaba la respuesta a las cinco interrogantes ya descritas, sino además se incluía una fotografía, no un dibujo o caricatura que representara gráficamente lo que la nota narraba, sino una foto con detalles en blanco y negro, lo cual hacía atractivo al diario; también el lenguaje se veía modificado al usar el slang del público al que se dirigía. Esto ocurría en las páginas de la prensa norteamericana, pero evidentemente permeó la prensa nacional mexicana. A partir del periodismo norteamericano, también se fue creando un estilo de redacción. Así, la objetividad se apegaba a la veracidad de un hecho noticioso, que la impresión que pudiera tener al respeto el reportero del mismo. Hagamos un paréntesis en este punto, pues, si bien se incorporaron elementos literarios y lenguaje coloquial en el “nuevo periodismo mexicano” (partamos del entendido que antes del “nuevo”, no había un “viejo” periodismo, ni siquiera uno instaurado como tal), lo que no acogió de su partner estadounidense fue precisamente la objetividad, el reportero mexicano hace uso de la palabra y expresa sin tapujo su sentir en la redacción de su nota. El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman «allá». A más de cien kilómetros al este de la frontera de Colorado, el campo, con sus nítidos cielos azules y su aire puro como el del desierto, tiene una atmósfera que se parece más al Lejano Oeste que al Medio Oeste. El acento local tiene un aroma de praderas, un dejo nasal de peón, y los hombres, muchos de ellos, llevan pantalones ajustados, sombreros de ala ancha y botas de tacones altos y punta afilada. La tierra es llana y las vistas enormemente grandes; caballos, rebaños de ganado, racimos de blancos silos que se alzan con tanta gracia como templos griegos son visibles mucho antes de que el viajero llegue hasta ellos.129

Así comienza la primera novela de non fiction, A sangre fría, la hábil pluma de Capote conduce al lector a la escena donde más tarde, se llevará a cabo el crimen de la familia Clutter. La descripción sitúa perfectamente a los próximos testigos, los lectores, en el 129

Capote, Truman. A sangre fría. Anagrama, España. 1966. p. 5.

245

pueblo de Kansas donde “El acento local tiene un aroma de praderas”. Si bien puede considerarse el inicio de una novela realista de pasado medio siglo XX, lo cierto es que este reportaje novelado, o novela periodística si cabe una distinción entre ambos tipos de narración, es un heredero legítimo del nuevo periodismo que estaba en auge ya entrados los años 60. Comparemos entonces lo escrito en México en 1888: La casa marcada con el número 11 de la calle de la Aduana vieja, presenta el aspecto de todas las construcciones cuyo origen remonta a la época del gobierno virreinal; la puerta de entrada, anchísima y muy poco elevada, conduce a un pasillo como de dos metros y medio de anchura, cubierto en su mayor parte y terminado por un estrecho corredor que pone en comunicación las viviendas de este antro pomposamente llamado primer patio, con los departamentos que forman el segundo. Desde el zaguán se dejaba ver, en el fondo del corredor con que acabamos de hablar, una muy mala pintura de la Virgen de Guadalupe; el segundo patio, amplio, con mucha luz y muy animado por la gran aglomeración de familias que ahí moran, está cercado por cuatro ambulatorios o galerías cubiertas, tiene en su centro una fuente a la cual rodean numerosos lavaderos. En el lado sur de dicho patio queda la vivienda número 2; entre la puerta y la ventana de esta habitación, queda una alcantarilla en cuyo fondo, tenebrosamente oscuro, se percibe el constante y monótono glú glú del agua que en él está cayendo. 130

Tal parece que el “nuevo periodismo” norteamericano, tenía una primera versión en el México decimonónico. Ante los ejemplos anteriores, cabe la posibilidad de considerar que la herencia del periodismo moderno, no hubiera sido posible sin la amorfa consistencia de la prensa mexicana. De haber estado constituido como tal, el periodismo mexicano hubiera sido más resistente a la trasformación venidera del país del norte. Quizá. Tal vez las letras mexicanas ya tenían la predisposición de aceptar la hibridación genérica del periodismo reciente. Que un tipo de periodismo sea génesis de otro no es tarea que ataña a esta exposición. Sin más, no queda más que continuar con la pregunta dejada en estas líneas.

130

Caballero, “Un crimen de sensación”, El Eco Universal, tomo 1, núm. 6, 6 de julio de 1888, p. 2.

246

No se tiene una fecha exacta en la que se pueda decir que apareció el término nuevo periodismo pero se tiene registro que apareció por primera vez en 1975, en el que se escribió un texto titulado el nuevo periodismo. Y a partir de su aparición, que evidentemente fue creándose a lo largo de los años. Cuando hablamos del “nuevo periodismo”, nos referimos a textos híbridos que salían de los cánones convencionales, reflejaban una “disminución de deferencia hacia los funciones públicas”131, estaba conformada con varias técnicas literarias entretejidas con

técnicas y formas periodísticas, contribuyendo de este modo a una evidente

renovación. Se trataba de acabar con las ya gastadas formas periodísticas. La razón de ser un nuevo periodismo fue la relación de la historia oculta de los hechos superficiales y que, además, pudiera ser leído igual que una novela. Los resultados fueron relatos que el lector común, ya acostumbrado a una estructura de cada género periodístico, obviamente, no sabía ante qué tipo de texto se encontraba, si se trataba de un relato u o una crónica inserta en una nota periodística. Estos textos eran una referencia a la realidad que el público conocía, pero que a diferencia de los relatos periodísticos tradicionales recurrían a técnicas propias de la narrativa. Esto hizo casi imposible la tarea de clasificar a los textos del periodismo moderno dentro de los géneros existentes. Para esta etapa histórica, los periodistas eran considerados escritores de segunda mano, en relación con los novelistas quienes constituían la clase más elevada, aquí cabe mencionar, sin embargo, que famosos autores se desarrollaron primero como reportero o periodistas y después afinar su técnica al escribir, novela, cabe la mención de Hemingway o Balzac, sin dejar de lado a Jon Lee Anderson y Kapuściński, de quienes sus trabajos son de más reciente hechura. El trabajo periodístico con características literarias no era

131

Hallowell, John. Realidad y ficción. El nuevo periodismo en la novela de no ficción, México, norma, 1979. P. 36 -37.

247

bien visto por los escritores que se dedicaban exclusivamente a la narrativa pues no dudaban en clasificar que el periodismo naciente no era un trabajo literario y periodístico, era algo sin tradición y sin raíces, incluso intentaban desacreditar el nuevo periodismo por no ser un género propiamente periodístico ni tampoco literario. Esta hibridación genérica, así como la riqueza lingüística del nuevo periodismo, creó una serie de textos que, el mundo literario quisiera o no, formaría parte de su haber en el canon de escritores consagrados, dando pie a la nueva forma de narrar, la “no ficción”, la cual se inauguró con la sobresaliente obra ya mencionada de Truman Capote: A sangre fría. El camino de las plumas noveles en el recién formado canon del periodismo no fue fácil, la constancia, talento y determinación de consolidar un periodismo, con características cada vez más específicas no fue fácil. Tanto los nuevos lectores que no terminaban de acostumbrarse a una nueva lectura de la noticias, la falta de formación profesional en aulas, eran limitantes para una construcción rápida y sólida de lo esta nueva propuesta de hacer noticia. Sin embargo, ya para 1966, esta nueva escuela se ve consolidada: no había nadie que considerara como algo inferior a este ejercicio; ya no era solo la labor de trasmitir información (como si esto fuera poca cosa), esta nueva forma de narrar se había hecho un buen lugar en el de por sí nutrido mundo literario. Esta corriente, o si se prefiere llamarla tendencia, del periodismo estadounidense contemporáneo, estaba integrada por un conjunto heterogéneo de obras de autores cuya característica se consistía en distanciarse lo más posible del periodismo convencional en cuanto a la actitud, concepción del mundo, estilo y orientación profesional.

248

Aunque por su hibridación genérica el nuevo periodismo no puede reducirse a características específicas e inamovibles, debe inferirse, grosso modo, las características formales de los productos esta corriente o tendencia del periodismo:132 a)

El predominio de la técnica de la construcción escena por escena sobre la

exposición narrativa, esta última técnica más propia del periodismo convencional. b)

Registro de diálogo en su totalidad, esto implica que no sólo se recogen las

palabras textuales de los personajes sino todos los recursos fónicos de los sujetos de la enunciación, tales como perfecciones, vocablos onomatopéyicos y ruidos. c)

La técnica del punto de vista en tercera persona que consiste en “presentar

cada escena del lector a través de los ojos del personaje particular, para dar al lector la sensación de estar metido en la piel del personaje y de experimentar la realidad emotiva de la escena tal como él la están experimentando”.133 d)

El retrato del comportamiento de los personajes dentro de su ambiente, es

decir, la descripción de los gestos, los modales y los hábitos; lugares donde se desarrollan las acciones: el mobiliario de las casas, la decoración; relaciones que se establecen con las personas a su alrededor: familiares, compañeros de trabajo, jefes, subalternos, etcétera. Muchas veces estos recursos son usados en la redacción de las entrevistas, donde se describen los movimientos, gestos, circunstancias en las que se lleva a cabo la conversación para dar un efecto impresionista al lector. Para el periodismo mexicano que es el tema de estudio de este apartado es más que una forma de expresión literaria, es protagonismo puro. El narrador sobresale por encima de la nota roja, la voz del crimen se ve apagada por el horror que provoca en quien la

132

Romero, Lourdes. La realidad construida en el periodismo. Reflexiones teóricas. Miguel Ángel PorrúaUNAM. 2006. pp. 173 -174. 133

Tom Wolfe. El nuevo periodismo, Barcelona, Anagrama, 1976. pp. 50-52

249

narra. Es algo más, cinismo de ostentar el poder, el Cuarto Poder autoconcedido, ser voz de los que no tienen voz no es cualquier cosa, es el poder y deber de informar, de escandalizarse de las faltas morales que un individuo comete. En México de los años cincuenta estos “paladines” de la información tienen su representación en la literatura: (…) y mire que mi oficio se presta para inflar las cosas, y ésa es precisamente mi tarea: hacerlas sensacionales, conseguir que cualquier vulgar caso de barandilla en las comisarías merezca el honor de las ocho columnas con ilustraciones a granel; no siempre se consigue, por más que diario le haga la lucha como ahora. Yo nunca me conformo con seguir de reportero vil, años y años; diez llevo, (…) ¿Se imagina lo que es ser director de un periódico como el mío? 134

Volvamos un poco para aclarar que, si bien no son las palabras dichas por un periodista de carne y hueso, representa bien la postura y el papel que juegan entonces los trabajadores de la palabra escrita en los diarios. Un poco en broma y un tanto cierto, efectivamente, la realidad que los informadores deciden hacer noticia es meramente subjetiva, por más que un periodista se apegue a la verdad, el simple hecho de decir qué es noticia y qué no lo es, es una decisión meramente del reportero. Aún más, la magnificación del evento deja de lado cualquier posibilidad de objetividad, no así de veracidad, en el mejor de los casos.

134

Yañez, Agustín. Ojerosa y pintada. Joaquin Mortiz. México. 1959.

250

La evolución de la nota roja como génesis de la novela negra mexicana Para funciones prácticas de análisis textual, pongamos por ejemplo de contrato de lectura y de estética de la recepción, se cuestiona el génesis de la novela policiaca y criminal. No es mera labor ociosa dilucidar la progenitura de cierto género narrativo, en este caso el de la novela policiaca. A partir de lo heredado del trabajo de Poe al género policiaco, se hace responsable no al oriundo de Baltimore, sino al británico William Wilkie Collins cuyo modelo, personajes y atmósfera encuadra en la apertura de un nuevo género narrativo: a novela policiaca. Collins publicó en 1868 la novela que habría de consentirle una póstuma gloria: La piedra lunar. Este escritor inglés amigo de Charles Dickens, escribió también La Dama de blanco. Sus dos novelas permiten asociar su nombre a la temática policiaca que ya empezaba a tomar vuelo en Francia con la novela de folletinesca. The moonstone fue el primer relato de carácter detectivesco que podría considerarse novela, luego de los tres cuentos de Poe que en 1841 instauraron el género.135 Es mera propuesta la de ceder la “paternidad” de un género a un solo autor, pues la gestación del mismo requiere de tiempo para conformarse, y constancia para consolidarse; así entonces, se discute si el inglés es o no creador de un género como tal. Como si la publicación de una sola obra de un autor bastara para consolidar una nueva ruta de exploración creativa. Los franceses, por ejemplo, tienden a otorgar dicha responsabilidad creativa al trabajo literario de Balzac, así como el de Eugenio Sue y Ponson de Terrail, que cometieron toda suerte de incursiones en la región policiaca y fueron difundidos a través novela de folletín.

135

Campbell, Federico. La era de la criminalidad. Fondo de Cultura Económica. México. 2014. p. 352.

251

Émile Gaboriau (1832—1873), contemporáneo de Collins, publica en 1866, dos años antes que Collin La piedra lunar, su novela El caso Lerouge, obra policiaca que se autodefine como “relato de investigación”. La contribución de ambos escritores con su aporte a las letras universales es meritoria principalmente la del autor francés pues resume el espíritu literario o novelesco de la época con estas palabras: Teniendo un crimen, con sus circunstancias y sus detalles, construye pieza por pieza un plan de acusación que únicamente presento cuando está perfecto y acabado. Que se encuentra un hombre a quien aplicarlo en sus menores detalles, se ha encontrado ya al autor del crimen. De no ser así, nos hemos topado con un inocente. ¿Cómo ha llegado hasta el culpable? He aquí mi respuesta: procediendo por inducción desde lo conocido hasta lo desconocido. 136

En las letras universales, se pueden encontrar registros de características de la novela policiaca o de detectives; personajes, atmósferas se van desarrollando, enriqueciendo, trasformando según se traslade el detective y el criminal, a la nacionalidad y contexto de los autores que se ven atrapados por este género. Así pues el primer texto policiaco mexicano se escribió en los 20, Vida y Milagros de Pancho Reyes, detective mexicano, de Alfonso Quiroga, y a partir de los treintas circularon revistas y periódicos dedicados al género detectivesco, como Magazine de Policía o El Semanario policiaco; en 1940 la editorial Atlántida comenzó su semanario El Mundo del Crimen con traducciones de historias internacionales, y el 1950 la Editorial Novaro publicó Policiaca y de Misterio con historia escritas por autores mexicanos, pioneros del género como el genial Antonio Helú. Cuentos, novelas, relatos, iban incorporando al lector en la inaugural novela policiaca. La audacia e inteligencia de los personajes, eran motivo de extrañeza y fascinación por los lectores de estas publicaciones que, a modo de copia de las revista

136

Ibídem. p. 353.

252

Ellery Queen’s Mystery Magazine, publicada desde 1944 en Estados Unidos, generando publicaciones como Selecciones Policiacas y de Misterio, en 1946 en nuestro país. Novela negra y novela policial Para entender un poco la evolución de la novela policiaca y la novela negra, parece pertinente, en inicio hacer la diferenciación entre ellas. Como definición, asociamos el término a un tipo de novela policíaca en la que la resolución del misterio no es el objetivo principal y los argumentos son habitualmente muy rebuscados; la división entre personajes buenos y malos se difumina y la mayor parte de sus protagonistas son individuos derrotados y en decadencia en busca de la verdad o, cuando menos, algún atisbo de ella. La novela negra, por otra parte, presenta una atmósfera de miedo, violencia, injusticia, inseguridad y corrupción del poder político que refleja las primeras décadas del siglo XX en Estados Unidos, esto debido a la crisis económica desatada tras la Primera Guerra Mundial (1914 — 1918) y la Gran Depresión de 1929 da lugar a historias policíacas inspiradas por la entrada en vigor de la ley seca (1920—1933) y el subsiguiente desarrollo del crimen organizado y el gansterismo. El tipo de publicaciones que el público demandaba, lectores del sector obrero principalmente; las historias de gánsters contra policías corruptos o investigadores prominentes, se difundía originalmente a través de revistas en papel barato o pulp a un, por lo que su lenguaje no abunda en adornos, existe una intrínseca preocupación social; la ambientación y descripciones naturalistas, eran telón de fondo para ambientar las historias de corrupción política y moral. Con la creciente demanda de este tipo de publicaciones, con los lectores más que familiarizados con se fue consolidando el nuevo género narrativo: la novela negra, que se fue separando de su compañera heterocigótica policiaca. Este tipo de narración

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conformaba sus características: el desarrollo de la acción es rápido, vertiginoso y frecuentemente violento, no tan intelectual e inquisitivo como en la narrativa policiaca inglesa. Al contrario de ésta, el crimen se devuelve a los ambientes degradados donde se comete más frecuentemente y la resolución del crimen no es un objetivo primordial, sino la elucidación no explícita de su motivación moral. Tanto el detective como los criminales cruzan a menudo la barrera entre el bien y el mal, pero el detective se muestra muchas veces como un personaje fracasado y cínico que termina salvándose apenas por los pelos al final merced a un rudimentario sentido del honor personal. Acaso cabe aquí la transformación del héroe en antihéroe, pues las virtudes morales que exaltaba la novela detectivesca y policiaca se ven trastocadas por las maneras en que el encargado de resolver el caso, o de cuestionar por qué se cometió tal o cual crimen, se vale para hacer confesar el crimen. Pero más que nada, la figura del inspector o periodista o investigador se pierde. Existe un crimen sí, pero no es necesario, no es la razón de ser de la novela, del relato, quizá sepamos desde el inicio quien cometido el crimen, pero lo que nos expone el autor, lo que interesa en la novela negra son los motivos y consecuencias de tal hecho. Pensemos, por ejemplo, en Mar de fondo, de Patricia Highsmith, en el que sabemos en las primeras páginas, que se cometerá un crimen, y las páginas siguientes sabemos quién lo cometerá, pero comprendemos las razones que lo llevan a cometerlo. Sería una exageración aun más, una inexactitud pero sobre todo una ingenuidad que en todos sus casos la novela criminal exhiba una crítica del poder. No es esta su función pero sí una característica pues contiene rasgos del contexto de cual parte: policías corruptos, investigadores “circunstanciales”, criminales que Al contrario: abundan más las muestras en que lo que se procura ideológicamente es reforzar el sistema de justicia imperante y las instituciones que constituyen su aparato. Lo más frecuente es que los agentes policíacos encarnan el bien y que la criminalidad

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sólo asumen personajes “enfermo” de carácter “delincuencial”, de conducta “antisocial, de “pobres diablos” y miserables. Es indudable que las novelas policiacas ejercen sobre nosotros una fascinación especial. Su misterio es como el enigma de la realidad y de la vida. ¿Por qué las leemos? ¿Ponemos nos hacen un policía? ¿Nos identificamos con él? ¿Qué opción tenemos en el caso mexicano de la policía delincuente?

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11. LA NOTA ROJA COMO TEXTO DE FICCIÓN Y SU ANÁLISIS TEÓRICO Un texto no se ciñe a la función socio—histórica y estética del género al cual se inscribe, es decir que la función primaria de un texto es comunicar, más allá de cualquier otra connotación. Sin embargo, el texto analizado, la nota roja mexicana, como ya se ha mencionado, está dotado de elementos inherentes al texto literario: figuras retóricas, lenguaje poético, construcción de personajes y atmósferas, descripciones, entre otras. Por ello cabe preguntarse si a partir de la incorporación de dichos elementos narrativos y estilísticos a la nota roja, y después de los géneros híbridos del Nuevo periodismo, puede hacerse un análisis propio a los textos para realizar. Para llevar a cabo dicho estudio se tienen las herramientas teóricas para estudiarlo desde el punto de vista narratológico o sociológico, pues como ya hemos visto, los elementos que lo conforman, enriquecen la función comunicativa propia de los textos periodísticos. Las teorías literarias propuestas para el estudio de la nota roja como texto literario se dividirán en dos partes: primero se abordará el estudio del texto como obra autónoma, con sus características y particularidades para después estudiarla en conjunto con su público receptor y como elemento cultural. Para ello nos valdremos de la narratología, según Genette, y el Formalismo ruso (principalmente lo postulado por Jackobson); para el estudio extratextual, nos apoyaremos en la Estética de la recepción (a partir de la propuesta de Robert Jauss), y la Sociología de la literatura según lo formulado por Goldmann y Lukács para analizar una obra literaria a partir de su capacidad de trasladar, sin interpretar ni representar, la sociedad de la cual forma parte el texto literario. ¿Por qué realizar un análisis textual a la nota roja? Inicialmente porque los elementos que la constituyen lo permiten. Su naturaleza comunicativa no la contiene a una funcionalidad meramente pragmática, el de llevar hasta las páginas de los diarios un

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hecho noticioso, sino que también se estudian los elementos internos (lenguaje y estructura), como los externos (presencia enunciativa y la evolución del papel del reportero o del redactor de notas periodísticas). Sin más, daremos por iniciado su análisis textual.Una obra de arte se considera tal a partir de su técnica de imitación, el hecho de reproducir la naturaleza, más precisamente el universo en el que se encuentra el autor, es posible solo si el receptor, en este caso el lector, conoce y descifra el código visual y gráfico de la nota roja. Es decir que la interpretación de la representación gráfica de los signos y significados de la nota roja (personajes, ambientes y situaciones) es posible pues le son propios al lector de tal modo que el sistema comunicativo no solo es posible, sino que adquiere otro tinte más allá del práctico, su función estética es entonces posible por medio del lenguaje utilizado. Aristóteles describe en su Poética “La compasión se siente por aquel que no merece la mala fortuna y el temor se siente por aquel que es semejante a nosotros: la primera pues, se siente por el que sufre inmerecidamente y la segunda (sic) por nuestros semejantes”137. Los sentimientos, temor y compasión, son una constante del público lector de la nota roja y que éstas sean las razones de su consumo, pues esto es propio de las obras artísticas, escritas o plásticas, resulta inesperado pues estos sentimientos son generados por una nota en el diario de mayor circulación. ¿Es posible que la función estética se reduzca solo a la función poética del lenguaje? Ciertamente no. Si bien es notorio en el uso de figuras retóricas y giros lingüísticos propios del habla popular que le reportero ocupa para la elaboración de su nota. Nos ceñimos a esta característica, los modos de relatar una noticia, para empezar un

137

Aristóteles. Poética. España. Colofón. 2006. Pag. 92.

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análisis más propio de la nota roja como obra literaria. Partamos entonces del análisis textual de la nota roja a partir del formalismo ruso. La disociación que trata de hacerse respecto del uso de lenguaje plenamente comunicativo respecto del uso del mismo con una función poética no se cierne al mero trabajo literario. Es decir que todos los actos que el ser humano lleva a cabo con respecto de sus semejantes, los que se fundamentan en el lenguaje (discurso histórico organizado, discurso científico, noticia periodística), generan confrontación por demás obvia entre usos y características del lenguaje. Tal comparación resulta ser clara y evidente con el lenguaje cotidiano que, frente a otro tipo de discurso, es funcionalmente más espontáneo, menos elaborado. Entendemos entonces que el habla cotidiana tiene una finalidad práctica: la comunicación; que sus componentes (sonidos, sintaxis), no tienen valor autónomo, es decir que no llaman la atención sobre sí mismos138. Por eso, la atención se centra a un texto que presenta giros en un lenguaje que debería ser carente de ornamentos, pues para poder llevar a una comunicación funcional, la información transmitida deber ser concisa, clara y pertinente, más todavía cuando se trata de comunicar una noticia. No es azarosa la convención acerca de cómo se debe estructurar la noticia en un soporte material o digital. Funcionalmente se debe desglosar la información, como ya lo vimos, en una pirámide invertida, de modo que el hecho noticioso llegue hasta el lector claramente. El lenguaje, siempre impersonal es inherente a los géneros periodísticos a menos, claro está, que se trate de un artículo de opinión. Si bien queda claro que el estilo propio de cada periodista se reconoce en cada texto que firma, es preferible no “hacerse escuchar” en la redacción de su nota. El reportero se convierte en un narrador omnisciente

Blanco Aglunaga, Carlos. “Sobre estilística y formalismo ruso” en Cauce. número 20-21. p. 31 disponible en 138

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para dar cabida a la narración de la cual puede ser, o no, testigo, pero sin interferir en la acción, dejando hablar a los participantes. Se convierte meramente en intermediario entre la noticia y el lector. Si bien es cierto que no se circunscribe a la funcionalidad del reportero el ser solo un mensajero de la nota roja, si es ideal que su perspectiva y, por lo tanto, su lenguaje que le es propio, no interfiera en su narración de los hechos. El lenguaje cotidiano y el poético son plenamente discernibles uno del otro en cuanto a su estructura. Mientras que para el lenguaje poético sus elementos constitutivos no son lo esencial en su naturaleza, sino el uso de mecanismos que lo transforman, tales como las figuras retóricas y giros lingüísticos. De ello se deduce que el lenguaje por sí mismo, una simple construcción semántica, no contiene una función poética por sí misma, sino que dependerá sustancialmente en la construcción misma de la oración, y, por ende, del texto en conjunto. Por ello, las notas de la década de los 40 y 50, principalmente, que estudiamos en esta exposición, son muestra perfecta de la circunvolución del lenguaje. Entendemos, desde un punto de vista práctico para el estudio de la nota roja en este apartado, que el modelo comunicativo es el mismo tanto para el texto comunicativo como para el texto literario. En efecto, el análisis no podría ceñirse únicamente al modo en que llega el mensaje al destinatario o receptor, pero sí de qué mensaje llega al lector.

Canal (Soporte digital o material) Receptor (Lector)

Emisor (Autor) Mensaje (Noticia o historia ficticia)

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El texto como objeto eidético: Fenomenología y Estética de la recepción Para comenzar nuestra relación obra—teoría, empezaremos por enunciar el fenómeno que queremos estudiar, en este caso el texto y la relación con el lector. La nota roja y su importancia en la sociedad mexicana de principios del Siglo XX, y aun en años recientes, es un fenómeno producido por la clara aceptación de la muerte, la cual se encuentra inserta en la vida cotidiana y nacional. El primer acercamiento que tiene el lector de la nota roja con la misma, no es en sí mismo un primer momento de lectura fenomenológica, el acercamiento mismo, antes de su lectura, es en sí el hecho importante de estudio, pero no de este apartado, sino el acto de lectura. Puede considerarse a los objetos no como cosas en sí mismas sino como cosas propuestas (o pretendidas) por la conciencia. Toda conciencia es conciencia de algo. La conciencia del sujeto no es meramente un registro pasivo del mundo, sino que lo constituye activamente, lo acomete. Entonces, para llegar a la certeza debemos, en primer lugar, no hacer caso, incluso cuestionar, de cuanto se encuentre más allá de nuestra experiencia inmediata, debemos reducir el mundo exterior únicamente al contenido de nuestra propia conciencia. Pongamos por ejemplo la vigencia de la nota roja, que no es un hecho en sí importante porque es algo intangible, sino lo que entre las páginas del periódico se dice, el hecho de que existan, o hayan existido, publicaciones dedicadas únicamente a la nota roja es el fenómeno sujeto al análisis correspondiente, pues tenemos entre nuestras manos material tangible, (el Alarma!, los periódicos en su sección de nota roja), eso es lo que importa, la percepción del crimen, de la actividad individual de la lectura. En esto último, centraremos nuestras próximas páginas. El producto literario es la interacción del lector con la obra y el acto de lectura. La forma en cómo es recibido un texto (literario o no) es el primer paso para su comprensión. En este sentido es importante la relación que establece el soporte (material o electrónico)

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con el receptor. Para que la dicha interacción se lleve a cabo de manera exitosa, es necesario: –Proponer un contrato que se articule correctamente a las expectativas, motivaciones, intereses y a los contenidos del imaginario de lo decible visual. –De hacer evolucionar su contrato de lectura de modo de “seguir” la evolución socio–cultural de los lectores preservando el nexo.139 Es en y por el lenguaje como el hombre se constituye como sujeto, porque el lenguaje consolida el concepto del “Ego”, la subjetividad consiste en la capacidad del locutor de plantearse como sujeto. Para Benveniste no somos sujetos (en el sentido de consciencia, yo o esencia) que hablamos, sino que somos sujetos porque hablamos. Podría hablarse entonces de una fenomenología del sujeto a partir de la palabra, escrita o hablada. Para Edmund Husserl no resulta necesario construirlos o interpretar los fenómenos de un modo o de otro en una argumentación razonada. Podríamos indicar como la teoría “intencional” de Husserl sobre la conciencia sugiere que el “ser” y el “significado” siempre están unidos entre sí. No hay objeto sin sujeto ni sujeto sin objeto. Si por una parte la fenomenología aseguraba un mundo cognoscible, por la otra establecía el carácter central del sujeto humano. El mundo es lo que cada sujeto acepta como hecho, lo que cada cual aprehende en relación consigo mismo, como un correlativo de la conciencia del sujeto, la cual, además de faliblemente empírica, es significativo. El sujeto debía de ser considerado como fuente y origen de todo significado, no formaba propiamente parte del mundo pues, en primer lugar, él era lo que daba ser al mundo. La fenomenología, retoma la idea del antropocentrismo al volver a ubicar en el sujeto humano el centro del mundo.

Veron, Eliseo. “El análisis del ‘Contrato de Lectura’, un nuevo método para los estudios de posicionamiento de los soportes de los media, en Les Medias: Experiences, recherches actuelles, aplications, IREP, París, 1985. p. 2. 139

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Centrémonos, pues, en el ámbito de la crítica literaria. La fenomenología tuvo cierta influencia sobre los formalistas rusos quienes, como hizo Husserl, pusieron entre paréntesis el objeto real y se concentraron en la forma en que se le percibe, a fin de fijar su atención en el acto de conocer las condiciones en que se le produce y se le lee. La crítica fenomenológica es un intento por aplicar el método fenomenológico a las obras literarias140. La crítica fenomenológica se centra en llevar a cabo una lectura del texto a la que no afecta en absoluto nada externo a ella. Todos sus aspectos estilísticos y semánticos son aprehendidos como partes orgánicas de un total complejo, cuya esencia aglutinante es la mente del autor, así pues, el texto queda entonces reducido a ejemplificación o encarnación de la conciencia del autor. Para que esto sea posible, no es necesario conocer nada del autor, su contexto, su biografía, su trabajo previo; su conciencia y demás aspectos se manifiestan en la propia obra. Al aprehender esas estructuras mentales del autor reflejadas en la obra misma, aprehendemos la forma en que el autor vivió su mundo, las relaciones fenomenológicas entre él mismo como sujeto y el mundo como objeto. El “mundo” de una obra literaria no es una realidad objetiva, éste es lo que en alemán se denomina Lebenswelt,141 se trata de una realidad realmente organizada y experimentada por un sujeto individual. La forma en que un autor advierte el tiempo o el espacio o su percepción de los objetos materiales es lo que importan a la crítica fenomenológica. Dicho en otra forma: las inquietudes fenomenológicas de la filosofía husserliana muy a menudo se convierten en el contenido de la literatura cuando entra en juego la crítica fenomenológica.

Sin embargo, aquí se presenta una diferencia: Husserl, esperando aislar “la señal pura”, puso entre paréntesis sus propiedades gráficas y fónicas, precisamente las cualidades materiales en que más se fijaban los formalistas. 141 Fenomenología, hermenéutica, teoría de la recepción. http://bivir.uacj.mx/Reserva/Documentos/rva2005114.pdf. p. 6. Consultado el 7 de febrero de 2016. 140

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La crítica literaria es sólo una percepción distante del texto, una mera transcripción de las esencias mentales de quien trata de analizar una obra o corpus de un autor. No se considera a la crítica como interpretación activa de una obra, en la cual irremediablemente intervendría lo que interesa al crítico, junto con sus prejuicios; se trata de un modo de análisis no evaluador, ajeno a la crítica, la cual, empero trata de alcanzar completa objetividad y total desinterés. De esta manera, la crítica fenomenológica puede moverse despreocupadamente entre textos tan híbridos como disímiles, tanto por su tema como por la época en la cual se produjeron. Para la crítica fenomenológica, el lenguaje de una obra literaria no va más allá de ser expresión de su significado interior, contrario al formalismo que de ésta corriente se desprendió. Este punto de vista sobre el lenguaje —un tanto de segunda mano— data del propio Husserl. En la fenomenología husserliana realmente queda poco sitio para el lenguaje como tal. Husserl habla de una esfera de experiencia exclusivamente privada o interna, pero esa esfera es de hecho una ficción pues toda experiencia involucra al lenguaje y el lenguaje es inevitablemente social. Para Husserl, lo que proporciona significado a una experiencia, la de lectura o cualquiera a la que se refiera el fenómeno estudiado, digamos para seguir con el material analizado, la fotografía o el cine que son productos visuales pero delos cuales también existe una forma de lectura en cuanto a su composición y elementos estéticos, no es el lenguaje sino el acto de percibir fenómenos particulares como universales, acto que, al menos es lo que se pretende, se realiza independientemente del lenguaje. Es decir, que para Husserl, el significado es algo que antecede al lenguaje; el lenguaje no pasa de ser una actividad secundaria que da nombres a significados que en alguna forma se encuentran injertos en el receptor. El cómo es posible que se posea significados sin contar previamente con un lenguaje es una cuestión a la que Husserl no parece poder responder, ni siquiera a plantearse como pregunta sus

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colegas. Sin embargo, podría aventurarse una explicación a lo que el filósofo alemán se refería: el lenguaje es mero acompañamiento del fenómeno de lectura, en el caso que nos concierne. La expresión, por decir algo: “el hombre murió ahogado”, contiene el mismo sentido que “the man died drowned” o “L'homme est mort noyé”, el lenguaje, que es a lo que quizá se refiere Husserl, es vehículo por medio del cual el mensaje es enviado, lo realmente importante es el fenómeno experimentado y nada más nos importa, en este aspecto, la sintaxis o estructura del texto periodístico, en este caso. Vayamos más lejos, si alguien que no sabe leer ve a un hombre ahogado, no necesita leer o escuchar que un sujeto ha fallecido, la experiencia visual es el fenómeno en sí y no la trasmisión del mensaje, es digamos, una fenomenología pura sin intermediarios, llámese lenguaje o narrador. La fenomenología desea conservar ciertas experiencias interiores puras libres de la contaminación social del lenguaje, o bien ver el lenguaje meramente como un sistema útil para fijar significados que se formaron independientemente de él, sin embargo aislar el lenguaje de su actuar o naturaleza es estéril por no decir, insostenible. Dejamos las líneas anteriores como introducción al estudio del texto, es decir la nota roja, como producto de consumo hoy en día, en los puestos de periódicos y como experiencia de lectura para dar cabida a nuestra siguiente propuesta de la cual se deriva: Estética de la recepción. Aquí partimos la teoría en lo propuesto por Jauss y lo que propone Iser, quien determina que el lector no solo actúa como actor pasivo de la recepción de la otra escrita sino que su actuar dinámico, permite llenar los huecos de lo “no dicho” por la obra y el autor. El texto tiene una doble interpretación en cuanto a lo artístico y lo estético, lo primero es llevado a cabo el autor, la parte de recepción que dota de significado estético, según lo expuso Kant y Hume, es meramente en función de quien aprecia la obra.

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Entre las varias acepciones de literatura que existen tenemos aquella que considera que la literatura es producción, intercambio y recepción de textos; si partimos de una percepción de la literatura como un bien de consumo, entonces podremos analizar a la obra literaria o texto periodístico en este caso, como un bien de consumo y aplicar los términos que requiere un producto para ponerlo en el mercado. No iremos a estos extremos que además de innecesarios, son inadecuados para nuestro análisis. Pero si abordaremos el texto a partir de su característica de producto consumible. Uno de los cambios más importantes registrados en la crítica contemporánea es el esfuerzo por ver la obra no desde el lado de su producción, sino de su consumo. Además, se ha puesto énfasis en la producción de textos. La literatura es un proceso de producción, ciertamente, pero el texto circula porque se consume, así la recepción y la lectura ocurre en un espacio diferente al punto de elaboración. Por otra parte, tenemos a la literatura como un medio de comunicación, necesariamente debemos entender que el mensaje codificado por sujetos individuales que configuran el texto literario está destinado a ser accionada por los lectores, quienes en definitiva, deberán decodificarlo. La literatura depende de la manera de leer y del papel que la lectura tiene en la lector cuenta la época”. Valery insiste en que el valor de una obra literaria no reside sólo en su aspecto intrínseco, sino que es más bien producto de su lectura: “la producción de (el) valor de la obra (se hace sólo) por los que han conocido, gustado la obra producida, que han puesto su renombre y asegurado su transmisión, su conservación, su vida ulterior.142

Por lo anterior, en el tema que nos ocupa, la nota roja, mantiene, desde su origen hasta fechas recientes, la particularidad del uso del lenguaje, pues la redacción está pensada para el lector empírico, quien posee características específicas (escolaridad básica que lo dota de un lenguaje coloquial, sencillo):

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Morón Hernández, Luis Programa de actualización titulación 2006. Módulo teoría literaria: estética de la recepción literaria. p. 7.

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“El plátano” se pudre en la calle143 Así apodaban un hombre en situación de calle que amaneció muerto en la villa. Sus queridos amigos. Alan Rodríguez. Y se despidió “El Estopa” de su carnal “El Plátano”, quien murió ayer en la colonia La Villa, a unas cuantas calles del templo Guadalupano; el amargo adiós ocurrió en la calle Atepoxco, cerca de la esquina con la calle Montiel. Con una rosa que consiguió por ahí, el indigente conocido como “El Estopa” honró a su amigo José Luis Arias, quien perdió su vida en una dura batalla contra los vicios mundanos que duró casi dos décadas. “Al rato te alcanzamos carnal, no somos eternos”, le dijo el inconsolable deudo, que era su hermano de la calle, a su compañero, que se desplomó durante la madrugada, frente al número 110 de dicha calle, donde al mediodía llegaron los servicios periciales para levantar el cadáver. El cuerpo del hombre en situación de calle fue levantado y llevado al anfiteatro delegacional. Pie de foto. Regalo. Sus compañeros le arrimaron una flor y una veladora. Pie de foto. Tristes. “El escuadrón de la muerte” le lloró al muerto. Pie de foto. Intenso. El frío de la madrugada le arrancó la vida.

Podemos inferir bastante información a partir de la redacción, de los pies de foto que se sustentan sin el material gráfico. Ni quien redacta este capítulo ni quien lo lee sabe nada acerca de Alan Rodríguez, quien firma la nota. No se sabe si estudió periodismo, comunicación; si el oficio lo ha hecho, su edad… lo que sabemos es que conoce el tipo de lector que adquiere la publicación para la que trabaja. ¡Pásala! es un periódico de venta en puestos de periódicos y dentro del metro, en los pasillos de las estaciones que conectan una línea con otra, esta publicación, al igual que Metro y El gráfico, tienen un

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¡Pásala! Viernes 15 enero 2016. p. 4A.

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costo de $5. Una moneda que el pasajero promedio tiene en su bolsa. Más todavía los usuarios de este sistema de transporte colectivo. El precio accesible, el tipo de información que ofrece así como la forma en que la da a conocer, está en función del comparador. Esta información queda fuera del estudio de la fenomenología, pero se inserta en el campo de la estética de la recepción porque es por medio del tipo de lector por el que inferimos la importancia estética y literaria de un texto, en este caso no literario propiamente, sino periodístico. Personajes con sobrenombres curiosos, chuscos; los pie de foto (Tristes. “El escuadrón de la muerte” le lloró al muerto. En la foto aparecen tres indigentes, uno de ellos “El Estopa”, y un perro, caras circunspectas, acongojados reciben en conjunto un mote pero esta vez por parte del reportero), son algunos elementos que permiten estudiar el tipo de receptor del material periodístico. Y no sólo eso sino también la clara herramienta que, a modo de falacia ad misericordiam, de la cual hace uso, permite una apropiación del hecho noticioso: “Con una rosa que consiguió por ahí, el indigente conocido como “El Estopa” honró a su amigo José Luis Arias, quien perdió su vida en una dura batalla contra los vicios mundanos que duró casi dos décadas.”144 La escena está compuesta por un cuadro de dolor, no solo por la muerte de una persona, sino por la vulnerabilidad en la que se encontraba, en el anonimato que deviene en decesos como el de “El Plátano”. Una nota que arranca de la realidad un trozo de dolor y sufrimiento, es arrancada también por un lector para envolver cualquier cosa frágil, pues, como dijimos al principio de esta disertación, el periódico es material caduco de un día para otro. ¿Quién recuerda ahora mismo al difunto “Plátano” sino sus compañeros de calle?

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Ídem.

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Para la estética de la recepción la complejidad de un texto reside en lo no dicho pues el texto está plagado de elementos no dichos o todavía no interpretados. De esta manera, el texto se emite para que alguien lo actualice. ¿No es esto evidente en cada noticia de la nota roja, la de los años 40 o 50, o la de la semana pasada o ayer? El tema de la vigencia como se aborda en su apartado correspondiente, es un tema de interés sociológico, quizá, pero que en nuestro campo de estudio, la literatura, no importa más como documento evolucionado desde su aparición como nota escandalosa de un magnicidio, hasta la muerte de un indigente o la de un trabajador quien “perdió la cabeza” literalmente, en su lugar de trabajo. El autor siempre prepara una estrategia textual, constituye un lector modelo o implícito que puede o no concordar con el lector real.145 Para la estética de la recepción, un texto sin la presencia de lector es incompleto, pues sólo, hay concordancia entre lo dicho y lo no dicho cuando se actualiza plenamente el proceso de lectura. En definitiva, una primera aproximación a la estética de la recepción nos permite aceptarla como una teoría no del todo tan nueva en el cual se retoma el papel del consumidor (lector) del texto como elemento fundamental para establecer un criterio estético de aprehensión del texto como uno literario. En este punto abordaremos a Gadamer para quien la interpretación debe ser solamente el camino para llegar a la posesión del texto, no su exégesis final como ocurre en la crítica tradicional; la valoración de un texto es el propio objeto de la investigación literaria. Desde este punto queda claro que el objeto literario nunca dilucida, sino que es un proceso que no se agota y que constantemente se cuestiona y se renueva. Para Gadamer

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Para empezar a hablar del sujeto importante en la teoría de la recepción, el lector, habrá que definir primero la calidad del lector en cuanto a sujeto de estudio de la estética de la recepción. Para ahondar más en este aspecto véase lector empírico en el apartado dedicado al estudio narratológico de este mismo capítulo.

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así como para Jauss, los textos son el resultado de la relación de los horizontes expectativas de su recepción146, los responsables de introducir al lector como un elemento de análisis de la obra literaria. Para determinar el tipo de contrato de lectura ante un texto el contrato de lectura en la prensa escrita abarca todo el corpus del texto (material gráfico, tipografía, ubicación dentro del impreso, el cuerpo de la nota), todo en ella importa para establecer que dicho formato pertenece a la un diario y no a una revista, por ejemplo. Lo vertido ahí, sabe el lector a partir de su horizonte de expectativas, es “verdad”, no cualquier verdad, no es la verdad de la víctima, obviamente, ni la del ejecutor de un crimen, es la del responsable de redactar. El periodista, “ficcionaliza” la realidad, necesariamente, para hacerla llegar hasta los lectores. Es este punto del contrato d lectura, se aboga a la bienintencionada subjetividad periodística que sirve solo para jerarquizar la información, que debe ser invariable entre las publicaciones que ofrecen la misma noticia, objetiva, en tao que no se emite un juicio personal de quien firma la nota, y sencilla, para que le receptor la procese sin mayor problema. Establecer en inicio un contrato de lectura tanto para el texto literario como para el lector de diarios, es algo inevitable. Consiente o no de él, lector y autor se relacionan a través del escrito, formando el primer vínculo para la recepción: el horizonte de expectativas. Para que lo anterior se lleve a cabo, el conocimiento previo de lo que el lector entienda por género es uno de los parámetros que configuran la construcción del

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Es decir lo que el lector de una época determinada espera de una obra literaria, y su recepción en un momento histórico determinado. El horizonte de expectativas de una obra permite analizar su influencia en una audiencia determinada y se establece una diferencia, que Jauss llama “distancia estética”, entre las expectativas del público que rodea la aparición de una obra, y la capacidad de modificación de horizonte que implica la recepción de una nueva obra. http://peripoietikes.hypotheses.org/509. Consultado el 12 de febrero de 2016.

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horizonte de expectativas, el cual es igualmente histórico como la misma noción (inhibición) de los géneros literarios. Este horizonte expectativas, debe entenderse como sistema de referencias que surge para cada texto cuando se publica. De este conocimiento previo dependerá lo que lector espera del nuevo texto, aunado al conjunto de señales y referencias que el texto aporte. Esto constituye el horizonte expectativas, el cual como se observa, se materializa en dos niveles: el del conocimiento previo del lector y el del texto que surge. Uno de los principios fundamentales de la teoría de la recepción es que la figura del destinatario de la recepción del texto está inscrita en este último, en su relación con los textos antecedentes que han sido retenidos como normas. Este horizonte primario de la experiencia estética de recibir un texto constituye una percepción guiada mediante señales que corresponde a intenciones precisas fijada de antemano por parte del autor. La relación del texto singular con la serie de textos antecedentes que constituyen el género, determina un proceso continuo de instauración y modificación de horizonte, cambiando la época y el lugar. Cuando aparece un texto nuevo, de características indeterminadas, híbridas, el lector inevitablemente evoca todos los sistemas de reglas y contratos de lectura previos con que lo han familiarizado textos anteriores, y que en el proceso de lectura pueden modificarse. Modular y corregir se inscriben en el interior de la evolución de la estructura del género, los fenómenos de modificar y reproducir marcan las fronteras. Considerando esta visión acerca del género, resulta relevante también el concepto de concretización147 el cual se debe entender como aquella forma de recepción confirmada, en su momento, por un público literario y sugieren una mezcla de horizonte entre la propuesta de recepción de obras y el horizonte expectativas del sujeto activo, es

Jauss, H. R. “Para continuar el diálogo entre la estética de recepción ‘burguesa’ y la ‘materialista’”. Rall, Dietrich. (Comp.) En busca del texto. Teoría de la recepción literaria. Trad. de Sandra Franco. México: UNAM. 1987. p. 95. 147

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decir de lector. La relación implícita, y muchas veces anacrónica de la consolidación de un género es propia de la interacción autor—lector, en últimas fechas de lector—casa editorial o crítica literaria. El concepto de género es una categoría condicionante de cualquier propuesta de recepción. El horizonte de expectativas es un concepto íntimamente relacionado con el de género, porque este último es uno de los ámbitos principales que integran el primero. La teoría de recepción de Hans Robert Jauss, derivada de lo propuesto por Gadamer en cuanto al horizonte de expectativas, tiene como fundamento recuperar la figura del receptor, tradicionalmente desplazado por la gigantesca presencia del autor y de la obra. Esta teoría nos permite analizar, de forma indirecta y periféricamente, la situación histórica de la producción así como la recepción de una obra, que bien es tomada por la sociocrítica (o sociología de la literatura), propiamente no nos ocupa en este apartado teórico, pero que abordaremos en su dimensión y lugar correspondiente, más adelante; que mencionábamos como rasgo inherente a una obra literaria. La forma en la que se adquiere la información así como en el análisis y la comprensión de los distintos procesos a los que ha sido sometida dicha aprehensión de la realidad, permite a un doble análisis: sincrónico y diacrónico a un tiempo. Sincrónico porque permite desentrañar el efecto estético de la obra sobre su lector actual y diacrónico porque deja repasar una historia de los efectos, entendida como un tránsito que no se resolverá simple tematización de la historicidad, ni en la referencia unilateral al método. La mirada histórica se sustenta en la adquisición. Una historia que tuviera en cuenta proceso dinámico de producción y recepción, de autor, hombre público, y que utilizaron hermenéutica de pregunta y respuesta.148

El texto literario ofrece al lector una respuesta, sin embargo, también hace falta encontrar la pregunta a la cual responde el texto en su origen y reconstruir los distintos horizontes de las preguntas formuladas en los momentos posteriores (en los que no

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Ibídem. p. 15

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intervienen, necesariamente, los primeros destinatarios, ni siquiera el lector implícito inicial). Hasta este punto, podemos sintetizar lo que se percibe en la obra literaria del texto de a partir de la teoría aplicada a los textos, particularmente a la nota roja. 1.

La historicidad no es reductible al establecimiento de los hechos literarios

sino a la experiencia de sus lecturas a través del tiempo. 2.

La experiencia de lector no pertenece a la hermenéutica sino que puede ser

analizada objetivamente aparte de las expectativas históricas del texto. 3.

El horizonte de expectativas hacia una obra permite analizar su influencia

en una audiencia determinada además de observar cómo se produce la ruptura y el cambio en el horizonte expectativas a partir de obras nuevas. 4.

La reconstrucción del horizonte de expectativas permite analizar de

manera objetiva como se recibía una obra en un determinado momento y así señalar la distancia y los cambios en la recepción de la literatura de manera objetiva. 5.

La estética de la recepción “serializa” las obras literarias que historicidad

expresa de la literatura. 6.

La distinción entre sincronía y la coronilla permite una nueva forma de

escribir la historia literaria que nos exclusivamente diacrónica y teleológica. 7.

La función social de la literatura supone que el horizonte expectativas del

lector determina su manera de ver y vivir en el mundo.149

149

Morón Hernández, Luis. Op. cit. p. 16. El desglose de los siete puntos corresponden al mismo texto.

272

El primero de los siete principios de operación es que en esta teoría todo pregunta que sucede con respecto al texto literarios será una pregunta sobre el significado de este texto.150 Preponderancia al binomio texto—lector. Esta consecuencia hermenéutica rechaza el modelo tradicional de la comunicación textual que presenta el mensaje como una transición lineal del escritor, a través del código, al destinatario. El término autor en esta teoría se reserva específicamente la expresión de un concepto de valores en el texto histórico de los dos acontecimientos históricos que conciernen este estudio: reproducción de la obra virtual de consumo de la obra actual. El texto, al ser terminado, deja atrás el contexto de producción y se envuelven los múltiples contextos de los lectores presentes y futuros. La interrelación entre autor y lector se da a través del tiempo y del lugar de producción. Su relevancia va más allá de las condiciones en la que la obra fue concebida. El estudio de su recepción parte de las lecturas que se le han realizado, cada una de las cuales está arraigada en su propia situación sociológica, psicológica y cultural. La cuarta premisa es una oposición entre la distancia que enajena y la fuerza opuesta de lector que intenta apropiarse del texto ajeno, de hacérselo suyo, y la cual deriva en parte del trabajo de Hans Georg Gadamer. Se lleva a cabo un diálogo en el que participa el autor y la tradición de una comunidad. La experiencia de lector es siempre un acontecimiento en el presente determinado por su propia historicidad y el distanciamiento de ese otro acontecimiento que fue la

150

Las cuatro dimensiones del texto: la primera es la dimensión formal, es decir, la consideración semiótica del sistema de enunciación; la segunda es la historicidad del texto, que incluye el factor de distanciamiento del lector; la tercera es la experiencia de lectura que se le llamarse dimensión fenomenológica, la cuarta es la dimensión hermenéutica que es la que realiza el crítico, o en todo caso el mismo lector. Ibídem. p. 46.

273

composición de la obra. A ello se refiere la quinta premisa de la fenomenología hermenéutica, la actualización del significado del texto la lleva cabo el lector. Este fenómeno dialéctico tiene como finalidad el acontecimiento que ocurre cuando lector se apropia de lo que ha sido el pensamiento de otro. La sexta premisa es que el punto de partida del proceso de interpretación es siempre la explicación de la organización formal del texto. Es inevitable prescindir de un análisis a partir de su lectura de la impresión primera de texto, de impacto estético o estilístico. Esto después dará pie a una interpretación, siempre subjetiva por parte del crítico o lector, la cual puede o no retomar el sentido inicial que originó la obra. Es la séptima premisa del hermenéutica fenomenológica es el reconocimiento de que todo intento de fijar el significado del texto fútil, que el texto como fuente entendimiento es inagotable. El comentario sólo se puede realizar como consecuencia del acontecimiento de la lectura, pero al empezar el comentario hermenéutico con explicación formal se puede establecer un punto de partida común a todos los lectores del comentario que ya conocen la obra literaria. . En resumen, las siete premisas son: 1. Toda cuestión que se haga cerca del texto será cuestión acerca del significado compartido. 2. En toda consideración de la obra literaria esas relaciones distintas y separadas: la del escritor y el texto y la de lector y el texto. 3. Todo texto trasciende sus condiciones de producción y se proyecta en condiciones indeterminadas, las de la ley dura. 4. El encontrarme náutico es un proceso que consiste en superar la enajenación original del texto del otro. 5. Si el proceso de apropiación es el de actualización del significado virtual en el texto con el lector que responde las exigencias del texto. 6. El comentario hermenéutico tiene como punto de partida la explicación de la organización formal del texto. 7. El texto es inagotable como fuente de experiencia; por lo tanto, toda pretensión de fijar el significado del texto es fútil.151

151

Ibídem. p. 45.

274

La teoría de la recepción puede entenderse a partir de lo que se espera del texto, de lo que de él se obtiene. As premisas anteriores son mero mapa de desplazamiento por el texto, no de una interpretación formal, sino de una propuesta de cuestionamiento de la obra y de su producción y recepción. Aquí nada tiene que ver las circunstancias en las que se escribió, quién es el autor o porqué escribió lo que escribió. Atendiendo que el lector es quien concretiza el texto, mediante el relleno de los huecos e indeterminaciones en el mismo, se obvia que un texto no tiene un sólo significado, sino que el texto literario, o en nuestro caso de estudio el texto periodístico, tiene una pluralidad de significados a lo largo de la historia y dentro de unos límites que marca la propia narración. La lectura queda siempre controlada por el texto, de forma que cuando un lector interpreta un texto, a priori asume moverse dentro de los límites que fijó el autor para el lector implícito. En la línea de la Narratología, Iser distingue entre el lector real y el lector implícito. El lector implícito se corresponde con la estructura que limita las posibles interpretaciones del texto, pero eso lo abordaremos más adelante. El hecho de texto sea plural, no significa que tenga varios sentidos, sino que realiza la menor pluralidad de sentido: una pluralidad irreductible (y no solamente aceptable). La pluralidad del texto, en efecto, se basa, no la ambigüedad de los contenidos, sino lo que podría llamarse la pluralidad estenográfica de los significantes que lo tejen. Numerosos son los lectores como son sus interpretaciones, más todavía el conjunto de lectores en una época y lugar determinado. A modo de conclusión, la época y circunstancias en las que se escribe un texto, si bien puede estudiarse de forma independiente de la obra, no es necesariamente determinante para su estudio. La escisión entre tiempo y obra es mera propuesta d estudio,

275

una no determina la otra, una dialoga con la otra. El hecho de que se proponga que una obra se basta a sí misma es una propuesta importante más todavía que se sostiene en el receptor. Un texto contiene en si toda la información que necesita para ser. Más todavía cuando nos referimos a un texto periodístico en el que la información no trasciende como tal, o en acontecimientos importantes sí pues se convierten en hechos históricos, lo que importa en nuestro estudio y como lo aplicamos en la nota roja, fue el modo discursivo en el que se continúa escribiendo nota roja en México, muy parecido a como se hacía a mediados del siglo XX, ¿será que el receptor ha cambiado o evolucionado sin dejar de ser el mismo perfil de lector de los 50? No pretendemos dilucidar al respecto. Lo cierto es que si algo ha funcionado así desde siempre, lo mejor es cambiarlo.

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5. LA NOTA ROJA COMO ESPACIO DE ESPECTÁCULO Y EXHIBICIÓN ANTISOCIAL “Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... lo que es “sagrado” para él no es sino la ilusión, pero lo que es profano es la verdad. Mejor aún: lo sagrado aumenta a sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también para él el colmo de lo sagrado.” Luwdig Feuerbach, prefacio a la segunda edición de La esencia del Cristianismo.

Una vieja técnica de investigación periodística establece que para abarcar un hecho noticioso en todos sus aspectos se deben formular cinco interrogantes: Who? What? Where? When? y Why? (¿Quién ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? y ¿Por qué?) Parangonando esto en el terreno de la nota roja, iniciamos el presente capítulo formulándonos los siguientes interrogantes: ¿A quién exhibe la nota roja? ¿Qué exhibe? ¿Dónde exhibe? ¿Cuándo exhibe? y ¿Por qué exhibe? Ya hemos visto que el periodo posrevolucionario mexicano abarcó algo más que las tareas propias de una posguerra (reconstitución política, económica y social de una nación), fue la etapa donde se intentó definir la identidad nacional —anclada en la misión educativa del Estado y la postura científica del momento—; y también fue la etapa donde, en la recomposición modernizante de la ciudad, aparecieron una diversidad de sujetos gestados a lo largo de la Historia de México, los cuales encontraron expresión lúdica y existencial en la apropiación de los espacios de la urbe (barrios, colonias, sitios de entretenimiento como cabarets, la lucha libre, fiestas de vecindad). Esta apropiación les dio sentido de grupo y pertenencia y por lo tanto identidad; espacios e individuos se

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cohesionaron en una psicogeografía152 más patente que el anhelado sueño del mestizaje. Asimismo, hemos analizado cómo esos personajes son exhibidos en el cine y de qué manera esté hace prestaciones con la realidad y la nota roja para formar crear una narrativa de seres que en cierta forma son ficción y en cierta forma realidad, así “… la otra mitad de la arquitectura somos en realidad todos nosotros, quiénes al activar experiencias, reflexiones, identidades, recuerdos y sentimientos, transfiguramos cada espacio en un lugar único, paradójicamente propio y compartido.”153 Medios como el cine y la prensa mostraron a dichos individuos desde distintos enfoques, mientras el cine hizo de ellos estereotipos y prototipos (risibles como el peladito, admirados como los charros cantores y los héroes de barrio) la prensa les dio estatus en la sección de sociales y satanizó en la nota roja. Cine y nota roja forman parte de la sociedad del espectáculo del siglo XX mexicano. Al decir sociedad del espectáculo nos situamos en el terreno de la reflexión de Guy de Bord, que habla del vínculo entre realidad y espectáculo al decir que antes todo lo que se vivía de forma directa, hoy se vive través de la representación. Esto es que, mediante una realidad fragmentada, mutilada como el cine, la prensa, la publicidad, la sociedad reconstruye la vida, tomando por veraz ya no el todo sino la parte, y distanciándose así, paradójicamente, de la realidad.

152

La psicogeografía se proponía el estudio de las leyes precisas y de los efectos exactos del medio geográfico, conscientemente organizado o no, en función de su influencia directa sobre el comportamiento afectivo de los individuos. El adjetivo psicogeográfico, que conserva una vaguedad bastante agradable, puede entonces aplicarse a los hallazgos establecidos por este tipo de investigación, a los resultados de su influencia sobre los sentimientos humanos, e incluso de manera general a toda situación o conducta que parezca revelar el mismo espíritu de descubrimiento. Guy E. Debord. Op. cit. 1955. 153

Amieva, Mónica. Op cit. pp. 12-15.

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A la pregunta de ¿a quién exhibe la nota roja? No tenemos duda de que se trata de esos sujetos de los que hemos venido hablando a lo largo de este trabajo (pelados, chacales, invertidos, retinteros, pachucos, sujetos de marras, etc.), pero ¿quiénes son esos sujetos? ¿De qué están hechos? Su mote y el enunciado lingüístico que describe sus acciones parecieran revelarlos, ponerlos en claro, darles identidad, sin embargo, vistos desde la lente de la sociedad del espectáculo, se convierten en las capas de una cebolla donde al final no queda nada que seguir buscando. Desde el nacimiento de tales especímenes psico—sociales hubo cierta pre—fabricación pactada entre realidad, cine e imaginario popular. La misma realidad los moldeó a partir de mitos interrumpidos como el de la raza azteca y anhelados como el de la mestiza, el cine los proyectó a grados universales (como a Cantinflas) y el imaginario popular los hizo suyos en lo íntima de su inmediatez. Pero ¿hasta dónde un peón campirano tuvo conciencia de sí antes del cine nacional? ¿Qué tanto incorporó las actitudes del “peón de celuloide” a las suyas una vez que vio la película Allá en el rancho grande? (1936, Fernando de Fuentes) o ¿Ay, Jalisco no te rajes (1941, Joselito Rodríguez) ¿Qué del peón real “sobrevive” una vez enunciado y delimitado en unos cuantas párrafos de la nota roja? Tal vez son preguntas irresolubles, pero no cabe duda que cuando el peón, con todos esos retazos de realidad e invención aparece en la nota roja, se reconfigura a través del espectáculo. El espectáculo se muestra a la vez como la sociedad misma, como una parte de la sociedad y como instrumento de unificación. En tanto que parte de la sociedad, es expresamente el sector que concentra todas las miradas y toda la conciencia. Precisamente porque este sector está separado es el lugar de la mirada engañada y de la falsa conciencia; y la

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unificación que lleva a cabo no es sino un lenguaje oficial de la separación generalizada.154

Los sujetos de la nota roja existen en distintos niveles, el de la realidad concreta (Juan Pérez de 35 años, que vive en Donceles 7), el del modo en que se le califica (chacal, peón, bastero, 41, sujeto de marras) y el de la recepción del lector, que es la resultante de su propio capital cultural basado en su nivel educativo y en el del subproducto que de dicho sujeto llega hasta su mirada reconvenida por la realidad del entorno, el cine y la propia nota roja. ¿Qué se exhibe del sujeto en la nota roja? Lo primero es al propio sujeto cuyo apelativo genera de forma inmediata un cumulo de significados, lo segundo sus acciones más estrambóticas, deleznables, inesperadas y trágicas. Ese fragmento de su vida en la nota roja, define toda su existencia. Juan Pérez, a ojos del lector, no tiene un pasado, nunca tuvo identidad social hasta que se dijo de él que descuartizó a una mujer, y por muy espeluznante que haya sido su delito tampoco tendrá futuro, pues la mayoría de los personajes de la nota roja están condenados al olvido inmediato. “No hay crimen nuevo bajo el sol”, pero cada crimen que se repite hasta la náusea se vuelve novedoso porque “ha vuelto a suceder”, de nueva cuenta un sujeto se atrevió a descomponer el orden social y el lector re—descubre que ese alguien (fragmento de realidad) tuvo la capacidad de lo horrendo, lo macabro o simplemente del cinismo transgresor. A través del análisis de dos décadas de la nota roja (1930—1950) hemos podido desentrañar lo que se cuenta del agresor a partir de dos rublos iniciales: delitos espontáneos y delitos premeditados. De ellos, a su vez se generan dos énfasis, el del sujeto

154

Guy E. Debord. Op cit. 1967, p. 3.

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que no pudo evitar mostrar sus bajos impulsos y el de la mente retorcida que siguiendo esos instintos saboreó causar el daño. Son pues los bajos instintos, el descontrol de las pasiones humanas el ingrediente primigenio de la nota roja. En seguida, lo anecdótico carga las tintas sobre distintos tipos de acciones, como la exacerbada (le asestó 350 puñaladas), la del leitmotiv (sus coqueteos lo tenían perturbado), la de la actitud descabellada (insistía en que venía de Marte), la de negación inaudita de las pruebas (dijo que toda esa sangre era porque se había cortado un dedo), la del patetismo (a pesar de su vejez pretendía que la muchachita lo sedujo), la del arrepentimiento tardío (lo delató que regresó a pedir perdón) y así una amplia gama de sentencias que muchas veces sirven como el título o gancho de la nota, para luego desarrollarla y sorprender al lector. En cuanto a la víctima encontramos que, o se exacerba su inocencia o sólo sirve como referente para explicar el delito y hablar del agresor (Era una sencilla ama de casa. Un hombre que circulaba por la calle de. Dulce y virginal empleada de una tienda. Uno de tantos niños de la calle. Etc.) Más allá de lo anecdótico encontramos que lo que cuenta la nota roja es la repetición de una misma historia. Llámese robo, violación o asesinato, se trata de narrar conductas transgresoras que resuenen al lector en un doble mecanismo, el del repudio y la fascinación. Así como el emisor de la nota roja (periodista, reportero) contribuye a moldear tanto al sujeto como al acontecimiento, podemos decir que de igual forma el medio mismo modifica el mensaje. Quien cuenta al sujeto de la nota roja, ejecuta una función narrativa previamente calculada por su oficio y su propia visión de los hechos. De antemano sabe que debe responder al Who? What? Where? When? y Why?, en un espacio que se llama

281

periódico y donde no hay cabida para divagaciones y la impronta de los acontecimientos tiene que “golpear” la mente del lector, produciéndole sorpresa, indignación o zozobra, todo menos un estupor que lo haga abandonar la lectura. El medio de comunicación establece las reglas del juego. La diferencia entre el sujeto de la nota roja y el que aparece en el talk o reallity show —más allá de la dimensión trágica de sus vivencias— es que al primero lo cuenta un periodista y el segundo se cuenta a sí mismo. Presenciar en vivo una misma desgracia, verla en televisión o leerla en un periódico son actos comunicativos diferentes. Si bien todo parece pasar por un mismo rasero, el del espectáculo. “Allí donde el mundo real se cambia en simples imágenes, las simples imágenes se convierten en seres reales y en las motivaciones eficientes de un comportamiento hipnótico. El espectáculo, como tendencia a hacer ver por diferentes mediaciones especializadas el mundo que ya no es directamente aprehensible, encuentra normalmente en la vista el sentido humano privilegiado que fue en otras épocas el tacto; el sentido más abstracto, y el más mistificable, corresponde a la abstracción generalizada de la sociedad actual. Pero el espectáculo no se identifica con el simple mirar, ni siquiera combinado con el escuchar. Es lo que escapa a la actividad de los hombres, a la reconsideración y la corrección de sus obras. Es lo opuesto al diálogo. Allí donde hay representación independiente, el espectáculo se reconstituye.155

Si en este postulado entendemos que las mediaciones de cada medio de comunicación (prensa escrita, televisión) reconstituyen el acontecimiento, nos queda claro también que dichas mediaciones, imprimen sus particularidades a una misma realidad, y más aún, aunque esas particularidades reconvengan dicha realidad y la

155

.” (Guy de Board, Pag. 5)

282

conviertan en exageraciones (350 puñaladas), hipocresía (si tanto importa la niña que fue raptada en plena luz del día, ¿por qué no se le vuelve a mencionar nunca más en el periódico?), prejuicios que incluso al lector incomodan (le vieron cara de chino y lo engañaron), pesé a todo esto, el lector ha hecho un pacto con el espectáculo y sus mediaciones y no espera que cambien las reglas del juego, más aún mostraría un total desencanto por no tener la misma realidad parcial de costumbre. Una prueba de esto sería el tiraje que alcanza la nota roja y recordar que, de ser una sección, se convirtió en periódicos independientes (Alarma!, La Prensa) donde otro tipo de noticias —políticas, sociales, internacionales— ocuparon pequeñas secciones. ¿Existe un cuándo divulgar el suceso criminal? Hay diferentes ángulos para responder esta pregunta. Uno tiene que ver con el surgimiento de la nota roja, y en consecuencia podemos responder: cuando las condiciones fueron propicias. Las de un país en el que una vez pasada la guerra —descomposición del orden social, pérdida de garantías individuales, ausencia de fronteras entre delito, crimen, castigo, acto de justicia, relatividad de la vida del ciudadano—, se encaminó a la búsqueda de progreso y en los males inherentes a la gran ciudad, el individuo y su inmediatez, se volvieron protagónicos. A esto se suma el fortalecimiento de los periódicos como medio de comunicación y el aumento de la población lectora. Pero existe otros dos cuándo. El que tiene que ver con la consolidación de un mercado de lectores ávidos de ese tipo de información (para el cual hay una dotación diaria de notas criminales) y cuando cierto acontecimiento cobra relevancia, ya sea porque sus protagonistas son figuras públicas o porque lo horrendo del crimen conlleva interrogantes inacabas que comienzan a expresarse bajo ciertas estrategias narrativas como en los folletines del siglo XIX. Ejemplos de esto es el “modelo Jack el destripador”, que puede seguir dando notas mientras siga asesinando y no se le capture, o asesinatos 283

como el del candidato a la presidencia de México, Luis Donaldo Colosio (1994), cuyo esclarecimiento: motivos y culpables, devino en incertidumbres, falsas versiones, sorpresas y suspensos, nuevos crímenes y más protagonistas. Detengámonos un poco en esta relación de folletín y nota roja para hacer énfasis en el poder del medio y su pertinencia. Es ya sabido que el folletín se caracterizó por un determinado ritmo de producción, lo poco verosímil de sus argumentos y la simplicidad psicológica de sus personajes.156 características que, prácticamente, pueden ser aplicadas a la nota roja: lo poco verosímil de los acontecimientos tiene que ver con la magnificación de los hechos y que su veracidad no es comprobable, la simplicidad de los personajes corresponde a los tipos y prototipos de los individuos surgidos y aderezados por el contexto mexicano, y del ritmo de producción pueden encontrarse datos que comprueban su amplio tiraje. “Cómo aprendieron a matar Las Poquianchis”, provocaron que muchos mexicanos se volcaran ansiosos por saber más del caso, lo que requirió de un imperioso aumento en su tiraje que alcanzó los 300 mil ejemplares por semana para satisfacer la demanda de los lectores (…) Actualmente, Alarma! imprime un tiraje de 80 mil ejemplares que se distribuyen en la Ciudad de México, la República Mexicana, sur de los Estados Unidos e incluso Canadá. El editor general Miguel Ángel Rodríguez Vázquez recuerda que durante el terremoto que sacudió al Distrito Federal la mañana del 19 de septiembre de 1985 se llegaron a imprimir dos millones y medio de ejemplares. (…) después de tres años de ausencia, apareció El Nuevo Alarma! con un tiraje de 800 mil ejemplares a la semana. La aparición de Internet ha influido en la reducción en su tiraje.”

156

(Erika Castillo Parra, 2010), 284

(Esas letras teñidas de rojo: 50 años de Alarma! Wenceslao Bruciaga. 2008. En http://www.sinembargo.mx/18—01—2013/492506.) En resumen, la nota roja se inserta en el marco de una sociedad industrializada, donde la urbe y el ciudadano se vuelven protagónicos y el desequilibrio social causan repudio y fascinación. El porqué de la nota roja se responde en cierta medida al haber contestado el ¿Quién ¿Qué? ¿Dónde? y ¿Cuándo?, pero podemos profundizar en ello al situarnos dentro de la perspectiva de Foucault cuando describe los crímenes y castigos aplicados en Francia del siglo XVIII, donde las “hojas sueltas” anunciaban el ajusticiamiento y recogían las últimas palabras del condenado, provocando en el lector la constatación del delito y sus consecuencias. … la existencia del género “últimas palabras de un condenado” es en sí misma significativa. La justicia necesitaba que su víctima autentificara en cierto modo el suplicio que sufría. Se le pedía al criminal que consagrara por sí mismo su propio castigo proclamando la perfidia de sus crímenes (…) la hoja volante y el canto del muerto continúan el proceso (..) (Foucault. Pag. 62, 63.)

La razón de la divulgación del crimen se remonta, pues, a tiempos históricos que preceden al contexto mexicano, y su seguimiento cuando se convierte en un proceso, en un relato por entregas (“Goyo” Cárdenas, Colosio) tiene su respuesta en dos actores principales, una autoridad que aplica la justicia —públicamente en el contexto medieval, en espacios privados: juicios, cárceles en de la modernidad— y una sociedad que se informa de tales hechos. Si tiempo atrás la autoridad aplicaba públicamente el castigo, ya lo hemos visto, era para intimidar y advertir, pero el público en su horror no se alejó de presenciar las ejecuciones, la autoridad no necesitó de medios coercitivos para que asistieran. Repudio y fascinación no fueron una invención de Estado, sino resortes inherentes a ese público, resortes que reinciden en la atracción por el espectáculo. “En esta fiesta de los condenados que parten, hay un poco de los ritos del chivo expiatorio al que se hiere al echarlo, un poco de la fiesta de los locos en la que se 285

practicaba la inversión de papeles, una parte de las viejas ceremonias de patíbulo en las que la verdad debía manifestarse a la luz del día, una parte también de esos espectáculos populares, en los que se reconoce a los personajes célebres o a los tipos tradicionales, juego de la verdad y de la infamia, desfile de la notoriedad y de la vergüenza, invectivas contra los culpables a los que se desenmascara (…) Se trata de recordar el rostro de los criminales que tuvieron su hora de gloria; las hojas sueltas recuerdan los crímenes de aquellos a quienes se está viendo pasar; los periódicos, de antemano, dan su nombre y cuentan su vida; a veces indican su señalización, y describen su vestido, para que su identidad no pase inadvertida: programas para los espectadores. Se acude también a contemplar tipos de criminales, tratando de distinguir por la ropa o el rostro la “profesión” del condenado, si es asesino o ladrón: juego de máscaras y de fantoches, pero en el que, para las miradas más educadas, se desliza también algo así como una etnografía empírica del crimen. Espectáculos de tablado de feria con la frenología de Gall, se ponen en práctica, según el medio al que se pertenece, las semiologías del crimen de que se dispone: “Las fisonomías son tan variadas como los trajes: aquí, una cabeza majestuosa, como las figuras de Murillo; allá, un rostro vicioso de gruesas cejas, que revela una energía de criminal decidido. Acullá una cabeza de árabe se dibuja sobre un cuerpo de chiquillo. He aquí unas facciones femeninas y suaves: son unos cómplices; contémplense esas caras brillantes de libertinaje: son los preceptores.” (Foucault pag: 240.) El espectáculo no desapareció, sino que abandonó las calles y se trasladó a las páginas de la nota roja, el público se convirtió en lector, el espectáculo en repudio y goces privados. El asombro que le producía el criminal de carne y hueso lo contempló en la foto en blanco y negro, donde la mirada repetitiva del lector hurgó en dicho rostro lo mismo que Foucault describe: una fisonomía delatora. Mirar la foto del asesino, leer lo que se dice de él produce la misma interrogante: ¿cómo pudo hacerlo? Pareciera que la respuesta

286

está en la frenología de Gall, pero entonces el ávido lector se pregunta: ¿por qué existen personas así, malvadas al extremo, visiblemente monstruosas? Y de lo contrario espeluzna porque el lector no tiene más remedio que decir: parecía un tipo normal. En gran medida las razones de la existencia de la nota roja recaen en el consumidor y en el terreno de su subconsciente. Desde la simple curiosidad ante el hecho transgresor, hasta el goce morboso por enterarse de un crimen o el extremo de la hibristofilia (atracción sexual por los delincuentes) son materia de ese terreno. El que no seamos las víctimas; poder circunscribirlas en un espacio desechable como lo es el periódico puede ser parte de las respuestas de la existencia de la nota roja. Otro camino para entenderla puede estar en espectáculos similares como el circo y sus adefesios, donde aquel ser que está enjaulado fascina porque tiene algo de humano y bestia, porque su parte horrenda se ha vuelto visible y queremos enterarnos de qué forma salió a la luz, para que sea él y sólo él quien esté en la jaula mientras nosotros lo miramos.

287

6. NOTA

ROJA,

SUBPRODUCTOS

CULTURALES

Y

MANIFESTACIONES CORRELACIONADAS. La trascendencia e importancia de la nota roja en el periodismo en México, como se ha analizado a lo largo del presente trabajo, radica, principalmente, en la transliteración figurativa de la realidad del Estado en construcción. Es también un género desarrollándose al calor de las imprentas, pues la formación del periodista y reportero como es en nuestros días, es de reciente aparición; el oficio se hace en las calles, frente a la máquina de escribir; el reportero y el fotoperiodista se hicieron a golpe de tecla, a disparo de flash. En la presente exposición hemos trabajado con el supuesto de que la nota roja, desprendida de la nota periodística, es un producto cultural, ¿pero es esto cierto, válido? Desde el punto de vista ortodoxo, quizá no, pero es pertinente considerar que esto sea cierto por la función estética más allá de la permanencia del estilo y el modo de narrar los hechos noticiosos, y el cómo el reportero adquiere la información en comparación de lo que ocurría en aquellos días. El incipiente periodismo rojo, si cabe la expresión, es heredero del trabajo del periodista Manuel Caballero quien fue uno de los primeros reporteros que dieron importancia a la nota de sensación en la gacetilla (sección del periódico formada por recortes de noticias). Decidió hace de su trabajo un reflejo del periodismo consolidado en la prensa estadounidense, le otorgaba principal importancia a los temas recurrentes en este tipo de nota (asesinatos, robos). La importancia de su trabajo, como lo hicieran los reporteros que le sucedieron, era ir en busca de la noticia, obtener de primer mano la información y citar a las fuentes de información ya fuera al salir a las calles, su trabajo se enfocó a “investigar el parte de policía sobre la estadística criminal en la que se encontraban los homicidios, delincuencia, aprehensiones por robo, ebriedad, amagos, faltas a la policía, protectores de fuga, portación de armas, riña, golpes y heridas. El 288

seguimiento de estas notas influyó sobre su visión periodística futura para interesarse por todo lo que sucedía en la ciudad como hecho noticioso susceptible de comercializarse en el periódico. Paulatinamente, estos temas se expresaron en una nueva forma de escritura: el “reportazgo, que tuvo como temas los de la nota de sensación y la nota roja”157. El trabajo de Caballero se interesaba en la comprobación de los datos descritos en sus notas, por ello siempre prestó especial cuidado a la información que se generaba al respecto. Constantemente presentaba información que respaldara su cuerpo de nota: “Parte de policía. En el rendido por el ciudadano inspector general se da cuenta de que en el día de ayer fueron remitidos a la cárcel de la ciudad por diversos delitos 26 hombres y 25 mujeres; total 51. La comisaría núm. 3 recogió el cadáver de un hombre ahogado por la embriaguez”.158 En estos días, es difícil creer que el reportero o el responsable de firma una nota, se encuentre presente en el lugar de los hechos noticioso, la información manejada por boletines se reparten en agencias de noticias que la llevan a los ordenadores lista para ser reescrita y hacerlas pasar como noticia verificada. Lo que queda de aquel periodismo es mera referencia histórica. Es importante destacar que los medios de información, así como las herramientas informáticas de hoy en día, internet, principalmente, son la principal fuente de datos que llenan páginas y páginas electrónicas con información que, cierta o no, circula libre y velozmente hasta los usuarios. Un hecho noticioso puede tener más versiones que

“Reportazgo” es una castellanización del inglés reporter, que se empleaba a finales del siglo XIX para designar una nueva forma narrativa que vinculaba aspectos informativos y de investigación en un orden cronológico o de causa y efecto, el cual es el antecedente inmediato del reportaje moderno. 157

Bonilla de León Laura Edith. “La nota roja a finales del siglo XIX” en Fronteras de tinta. Núm. 2, diciembre 2012-marzo 2013. Disponible en http://fronterasdetinta.acatlan.unam.mx/wpcontent/uploads/2013/07/La_nota_roja_a_finales_del_siglo_XIX_1.pdf. Consultado el 30 de enero de 2016. 158

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confirmaciones fidedignas y, en caso de que las haya, es lo menos importante si de conocer la noticia primero se trata. La distancia ente una noticia y el público al que llega se reduce estrepitosamente al compartirse en redes sociales, que son escaparate de imágenes y videos de los sucesos del mundo, y no tanto de su trascendencia sino de la rapidez con que puede compartirse a través de un teléfono móvil. La importancia de una noticia es dejada de lado, en muchas ocasiones, para ser relevada por el contenido escandalosos que puede “viralizarse” con un double tap. Ciertamente, el modo de enterarse de la detención de un capo, de los gastos desmesurados de un funcionario público, es muy diverso ahora en comparación con las décadas estudiadas. La nota roja ocupaba la primera plana, dejando de lado noticias trascendentes en los periódicos no especializados en ésta. Es decir, que incluso la aparición de publicaciones centradas en ese tipo de género fue indispensable para la captación de un público ávido de leer la muerte de un igual más allá de enterarse de que el país había participado en una guerra que a mitad de los 40 llegaba a su fin. El mexicano de entonces, y quizá el de ahora, se lee en las páginas de los diarios, se busca entre las publicaciones para ver si aún sigue vivo. ¿Por qué las publicaciones creadas para esos lectores perduran hasta nuestros días si “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”? Precisamente por eso, porque la admiración y extrañeza rebasan tiempo y espacio. El lector de entonces le atraía lo prohibido, lo malsano; la curiosidad, ¡oh, gracia que nos permite conocer, apre(h)nder el mundo!, será una constante no solo en el mexicano sino en el ser humano. La noticia de carácter criminal ya no impacta al público de ahora como ocurría con el lector de mitad de silgo XX, lo que conmociona es la monstruosidad que el ser humano tiene para terminar con la vida de otro; porque por más modos de asesinar a alguien que se encuentren en las páginas de los crímenes de ciudad, siempre la mente retorcida del 290

delincuente encontrará nuevas formas de torturar a un semejante, de esconder un cadáver, de ultimar a otro. En los setenta, la nota roja y policíaca se convierte en circo y lo único que importa es el salvajismo con que se comete el crimen y los motivos por el cual fue ejecutado. En la mayoría de los casos se publican crímenes pasionales y de índole político como el sonado caso de “Los Muertitos del Río Tula” que también se llevó a la pantalla grande. Que había más tela de dónde cortar; pero éstos eran los que conmocionaban más a la sociedad. Todavía las televisoras no veían en este tipo de nota al gran auditorio que representó en las siguientes. La nota periodística policíaca ya no se profundiza en los perfiles del delincuente como había ocurrido en el caso de Gregorio Cárdenas, donde el público asimiló incluso la forma de analizar una mente criminal, la jerga forense estaba en boca del lector. El motivo y los detalles del acontecimiento son las bases de la noticia. Se va perdiendo el sentido de investigación real. Los periódicos Alarma! y La prensa rompen listas de ventas y su proyección traspasa fronteras, en el caso de Alarma!, su venta llega hasta Estados Unidos y se han realizado estudios acerca de su composición y tipo de público en países tan dispares como Japón y Reino Unido. Mantienen su hegemonía dentro de la nota roja y policíaca, convirtiéndolas en noticias sensacionalistas y de escándalo, que los productores y directores aprovechan muy bien para proyectar sus filmes. Es por esta evolución en la percepción de la noticia de muerte violenta y crímenes desmedidos que se despendieron numerosos productos derivados de la noticia policiaca. Alarma!, Casos de Alarma!, Cárcel de Mujeres y Lecumberri por mencionar publicaciones más importantes enfocadas a la nota roja. Como un fenómeno de especial interés se analizará la publicación Alarma! y su subproducto Casos de Alarma!.

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El apartado siguiente, se centrará en los productos derivados de la nota roja: revistas, magazines, semanarios, creados ex professo pues el material que podía explotarse en otras obras era vasto, canciones, cine y fotografía. De los crímenes que permanecieron en la memoria colectiva de aquellos tiempos, se guarda la referencia de Gilberto Flores Alavez quien fue acusado de matar a sus abuelos, el ex secretario de Agricultura y Ganadería y ex gobernador de Nayarit, Gilberto Flores Muñoz, y la escritora Asunción Izquierdo, para quedarse con una cuantiosa herencia. El 6 de octubre de 1978 se dio a conocer el crimen cometido contra Gilberto Flores y su esposa, María Asunción. Ambos fueron asesinados a machetazos en su domicilio de Avenida de Las Palmas, Lomas de Chapultepec, y el probable parricida fue su nieto Gilberto Flores Alavez, quien se adueñó no solo de un lugar privilegiado en los periódicos y se vio expuesto en los desplegados en la prensa que defendían su inocencia, sino que inspiró, y en cierta medida, las novelas Mitad oscura, de Luis Spota y Los cómplices, de Luis Guillermo Piazza, así como el libro periodístico Asesinato, de Vicente Leñero. Ya en prisión el propio Flores Alavez se dedicó a escribir novelas. También el célebre primer asesino en serie, Gregorio “Goyo” Cárdenas, inspiró una serie de obras literarias tales como El estrangulador de Tacuba, obra del dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda. Así también se escribieron los libros Celda 16, Pabellón de locos, Una mente turbulenta y Adiós a Lecumberri, de propia pluma del homicida. José Estrada hizo una adaptación del caso en la cinta El profeta Mimí; y el cineasta Alejandro Jodorowski filmó Santa Sangre. Otro sonado caso que tuvo sus propios subproductos tales como novelas y películas basadas en él es el de La casa de los macetones, que relata el caso de un hombre que mantuvo recluida a su familia durante más de 15 años sin tener contacto con el

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exterior. Este hecho sirvió de tema para la creación de una novela: La carcajada del gato de Luis Spota; la película: El castillo de la pureza de Arturo Ripstein y la obra teatral Los motivos del lobo, de Sergio Magaña. Las poquianchis, de Felipe Cazals, es la historia de las hermanas González Valenzuela quienes manejaban una red de prostitución en el estado de Guanajuato; protegidas por las autoridades locales, mantuvieron cativas a jóvenes que sustraían de sus familias o que los familiares de las mismas ponían a disposición de éstas mujeres con la creencia de que serían colocadas como sirvientas en casas de gente adinerada. La historia, que fue llevada al cine en 1976 y en 1977 fue la inspiración para el libro Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia. Los productos derivados de la nota roja son numerosos (canciones, fotonovelas, obras de teatro, novelas) es un fenómeno inherente a la nota roja mexicana. Si bien el estudiar su impacto es la razón de ser de las páginas siguientes, no ahondaremos en pesquisas resolutivas que bien incumben a la sociología y antropología y que escapa, por ello, de nuestro campo de estudio. El enfoque que hemos decidido darle es desde un punto de vista cultura, es decir, el cuerpo de la nota roja como obra artística y su importancia en las décadas de mitad de siglo XX, cuando fue su auge, y la nota roja actual, como vigencia de ésta. Como se ve, las proporciones de la nota roja son inmensas, más allá de relatar un crimen y su por qué, sus quiénes y cuándos, se relata un trozo de la realidad que altera no solo el orden establecido de las buenas costumbres. Quizá por eso la permanencia y la vigencia de su importancia. Si bien es cierto que los productos derivados han sido barridos por el tiempo, el hecho que existieran, que se crearan para saciar la curiosidad, incluso el

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morbo del lector, es un pretexto para el estudio sociológico de las publicaciones amarillistas mexicanas. Así entonces, comprendemos la extensión y proporción de estos productos culturales derivados. La justificación queda clara y resulta oportuna para la aplicación de un análisis más claro a este género periodístico.

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ALARMA! FASCINACIÓN DEL MEXICANO POR LA MUERTE “El interés de la gente por la desgracia ajena se debe principalmente a dos cosas: al morbo natural que los humanos tienen por lo grotesco y lo prohibido, y porque sirve como un aliciente para los jodidos. Hay mucha gente que no tiene dinero para comer pero que al ver una revista como el Alarma! Dice ‘pues estoy jodido, este güey está peor porque ya está muerto’. El otro está peor justamente porque ya no está”. Palabras más, palabras menos, lo dicho por Miguel Ángel Rodríguez, director de la revista Alarma! resume el sentir y el pensar del grueso de los lectores de esta publicación que vio la luz por primera vez el 17 de abril de 1963. Con un tiraje inicial de 3000 ejemplares por semana, esta revista se especializó en la nota roja. Desde sus inicios se diferenció de otras publicaciones que más dedicarse a la nota roja como género periodístico como Detectives y Magazine de policía, se centró en el material gráfico que acompañaba la narración del hecho noticioso. Las fotografías de esta publicación eran escandalosas per se, asimismo, las cabezas o títulos de la nota lo eran también haciendo un mosaico gráfico en amarillo y rojo, no solo por el color del logotipo de la publicación (las letras parecen dibujadas por un dedo manchado de sangre, de color negro con fondo amarillo), sino por su contenido escandaloso, amarillista. Este tipo de publicaciones surgidas desde los años 40, incluso antes, eran menester conformarlas, es decir que el tipo de lector interesado por la nota roja postrevolucionaria demandaba relatos e historias que existieran en el México moderno pues no hay modernidad sin crimen. El término utilizado por Aristóteles para referirse a la purificación del alma por medio de la apreciación del drama, se puede aplicar en un sentido psíquico, es decir que la kátharsis artística (llevada a cabo por medio de la lectura, en el caso que nos concierne

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en esta exposición), puede resumirse analógicamente al sentido médico o fisiológico: así como se purgan los humores dañinos del cuerpo para evitar o curar enfermedades, también se purgan las pasiones del alma para curarla de sus dolencias. Una sociedad doliente como la mexicana se mantiene saludable “purgándose” por medio del dolor ajeno. ¿Esto es una práctica válida en una sociedad moderna, civilizada? Quizá es cuestionable en muchos sentidos, sin embargo, y amanera de explicación más no de justificación, es comprensible que se considere la naturaleza psíquica del ser humano. Con el concepto de “sublimación” freudiana de por medio, se entiende pues que el hacer una cosa por otra de manera trasferencial, a decir de Campbell el quid pro quo que se da en la realización simbólica: como cuando se dice que un cazador mata animales para no matar hombres o que el suicida se mata para no asesinar y así, anular su impulso homicida. Podría entonces inferirse que se devoran novelas policiacas porque, en el fondo, como decía Ronald Laing, todos somos asesinos y prostitutas. 159 La lógica inducción de la aseveración anterior concede mucho sentido a la importancia que se le dio y sigue dando a la anota roja en México. Otra interpretación, si se le quiere conceder un motivo práctico al estudio de la vigencia de la nota roja en México, es la integración del individuo, en este caso el lector, a un conjunto social, nos referimos a la representación moral que enviste el periodista. Desglosando: cuando un condenado a muerte se encontraba en el patíbulo, era menester el reconocimiento de la culpa, del crimen (cometido o no por el acusado) por el que se le juzgaba; “el discurso del patíbulo” como lo llamó Foucault, era necesario para lavar la culpa no del juzgado sino de los verdugos. Los reunidos ante el cadalso debían estar seguros que el hombre ejecutado “merecía” estar allí. Los presentes en la ejecución de un

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Campbell, Federico. La era criminal. FCE. México. 2014. p.380

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condenado eran jueces y verdugos, el anónimo era alguien con la masa, en conjunto, para volver a su anonimato después de la ejecución. Lo mismo ocurre ante el horror de un crimen descrito en la nota roja: el lector, uno entre muchos, juzga el actuar del criminal, se horroriza con las palabras del periodista; el miedo y desprecio impuesto por las palabras del redactor de la nota es lo que el lector acepta como verdad, no realiza un juicio personal y se vuelve uno con la multitud que, como él, reprueba el actuar del criminal. “Es un maniático sexual! Su récord: quince niñas violadas; entre ellas, sus dos hermanas! Y hasta el hermanito! En el cerro de la estrella tenía su cueva—orgía! Se solicita un castigo máximo para el vil!”.160 La portada de la publicación demanda, incita, orienta el actuar ante un “maniático sexual” (“Se solicita un castigo máximo para el vil!”).

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Alarma! Solo la verdad. No. 151. 297

Tras el reporte, policías municipales arribaron al sitio, encontrando el cadáver, el cual ya se encontraba sin el rostro. Devorado por los perros en el paraje de Atoyac161 El hallazgo fue realizado por automovilistas que pasaban por la carretera federal 115, México—Cuautla alrededor de las 22:30 horas de este miércoles, a la altura del kilómetro 12+500 en los límites de Chalco y Cocotitlán Por Impacto Redacción — Febrero 18, 2016 Automovilistas descubrieron el cuerpo sin vida de un hombre asesinado, el cual ya era devorado por los perros en el paraje de Atoyac, sobre la México—Cuautla. El hallazgo fue realizado por automovilistas que pasaban por la carretera federal 115, México— Cuautla alrededor de las 22:30 horas de este miércoles, a la altura del kilómetro 12+500 en los límites de Chalco y Cocotitlán, en el paraje Llano de Atoyac fue localizado sobre la terracería el cuerpo de un hombre vestido con una chamarra azul marino y pantalón de mezclilla del mismo color y zapatos café. Tras el reporte, policías municipales arribaron al sitio, encontrando el cadáver, el cual ya se encontraba sin el rostro debido que era devorado por la fauna del lugar. Oficiales encontraron tres casquillos percutidos calibre 9 milímetros, al hombre se le apreciaba un impacto en la cabeza, presumen que fue asesinado y abandonado en el sitio. Por orden del agente del Ministerio Publico, se recabaron las primeras investigaciones, trasladando el cuerpo a la morgue de la localidad para realizar la necropsia de ley.

161

http://impacto.mx/laley/devorado-por-los-perros-en-el-paraje-de-atoyac

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Ilustración 32. Magazine de policías comenzó a editarse en 1939, con dos ediciones, los lunes y los jueves.

Ilustración 33. “Archivos secretos de

Ilustración 34. Alarma! (izquierda) y El nuevo Alarma! (derecha)

Ilustración 35. Detectives. El mejor semanario de México, publicada entre los años 1932 y 1940, a partir del número 396 (25 de marzo de 1940) pasa a llamarse Detectives y Actualidades

policía”. Suplemento de La Prensa. No. 1. 1959

Ilustración 36. Casos de Alarma!, rebautizada como Valle de lágrimas, fue una revista mexicana de fotonovelas de crímenes, editada por Publicaciones Llergo, S.A. misma que editaba la revista Alarma!, así como la nueva versión de esta publicación hasta su cierre en 2006. Aparecía los miércoles de cada semana, a partir de 1971, y basaba sus tramas en historias aparecidas en la edición policiaca de dicha revista

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Un caso muy especial que es digno de un espacio de estudio aparte, pero que aquí lo analizaremos sin más finalidad que dar ejemplo de la importancia de la nota roja, es la publicación Casos de Alarma! la cual tomaba algunos de los mucho hechos sangrientos o escandalosos de la publicación Alarma! y lo representaban gráficamente, con actores reconocidos de la época a modo de fotonovela. Las obras producidas a partir de los trabajos creados a partir de la nota roja, en este caso particular, son relevantes pues una nota periodística, en este caso nota roja, existe solo para transmitir información de un hecho noticioso. Comunicar información es la función de un género periodístico, sin embargo, ésta se difumina en el acto mismo de trasladarse a un terreno gráfico plenamente identificado como fotonovela. Esta dualidad genérica, hibridación si se permite la precisión, es sui generis pues difícilmente se presenta en otras obras o productos culturales. Tal es la flexión e importancia de la publicación que llega hasta nuestros días con una página electrónica que hace alusión al nombre de la publicación, pero haciendo un juego de palabras formando una expresión jocosa, conocida por la mayoría del público (Alármala!162 de tos) en forma de canción: Alármala de tos Café Tacuba La Lola, la paciente mendigaba, sufría, su jefe la obligaba con ella, sacaba buena lana La pobre era jorobada Su madre, le metía al talón, era perversa, y de mal corazón Su hermano, vivía en el reventón él era el lilo, amante de un panzón Ese día, pasaba normalmente, cuando su padre, atacola de repente, Violóla, con un deseo demente, y ella quiso, morirse en ese instante, 162

También se refiere a un titular de la revista que se hizo muy famoso “Raptóla, matóla y violóla”

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mató a su padre, cuando este la seguía Mientras su madre, con su hermano le ponía, pensó que ayuda, jamás encontraría, hasta que, al fin, halló a un policía Alarma, Alármala de tos, uno, dos, tres, patada y cos, La Lola, su historia lloró, y auxilio al tiro imploró el azul, sonriendo la miró ¿Qué creen fue lo que pasó? Siguióla, jalóla, saqueóla, la jaló, la pateó, escupióla, tiróla, la jaló, la pateó, la tiróla Con una pistola (...)

El origen de estas publicaciones también tiene que ver con la formación del lector de mitad de siglo. Las publicaciones que se crearon fueron ero reflejo de lo que editaba nuestro vecino del norte pues Los productos derivados de la nota roja, que no son pocos, llaman la atención de cualquier estudioso de la sociedad mexicana pues la muerte es un tema presente, recurrente en las artes y vida cotidiana en México. No es por menos que la celebración de Día de Muertos sea una de las festividades con mayor importancia en el país. ¿Por qué esa fascinación del pueblo mexicano por la muerte? Porque la concepción de la misma es distinta a la del mundo occidental en el sentido que ésta no es “definitiva” sino hasta cierto punto transitoria. Cada año, se cree, los difuntos “vuelven” con sus seres queridos, no se han ido del todo porque se les recuerda, de no ser así, entonces realmente mueren, olvidándoles. El fallecer no es el fin es más bien el comienzo; el no irse, el no perecer, la muerte no es permanente. ¿Qué es lo inminente, lo irremediable en el ser humano? La muerte, pero en el pensar y en el sentir del mexicano esto no es así. La dualidad vida— 301

muerte, filia—fobia del mexicano es reflejado en su aceptación al fenecimiento, es puesta en portada y vendida cada día. Es ridiculizada y juzgada. Un deceso no es vendido per se no es la muerte en sí lo que un periódico ofrece al “espectador” es la forma, “los motivos del lobo”, la circunstancia por la que una persona perdió la vida. El morbo exige más que la nota roja, es la historia detrás de la sangre: infidelidad, robo, drogas son los personajes secundarios en la trama de la vida real. La cercanía del mexicano con la muerte es parte de su identidad, es decir que la cosmovisión que ha sido heredada de los mexicas quienes preparaban a sus difuntos para la “otra vida”. Era un hecho que el cuerpo físico se separaba del espiritual; esta costumbre nace de la creencia de que cuando mueren las personas viajan al reino de Mictlán (lugar de los muertos) y luego llegan a Tlalocan (una versión del “cielo” cristiano, pero de la cultura azteca), por tal motivo el muerto necesita comida y agua para llevar a cabo el viaje. Dicha festividad se realizaba en el noveno mes cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes completo del calendario solar azteca. Iniciaba el 5 de agosto y se llamaba Tlaxcochimaco, que significa “tierra florida”, se realizaban ofrendas en honor de los niños fallecidos; el festejo se prolongaba por un mes, así el décimo mes o Xoco Huetzo, que significa “fruta madura”, el periodo del 25 de agosto al 14 de septiembre era el correspondiente a las ofrendas a los muertos adultos. Con esta tradición heredada no es para menos que el pueblo mexicano esté tan cerca de la muerte. Para el lector de la nota roja la muerte no solo se ve; se come se baila, se siente… no de forma literal, por supuesto, pero se encuentra presente en muchas formas y de todas las maneras posibles que una ciudad tan grande puede ofrecer. Filia y fobia a la muerte en el México moderno es una forma de vida, más propiamente dicho de supervivencia. Es de todos sabidos que la muerte deambula por las calles, las casas, los rincones del país, en canciones, fotos, grabados, etcétera. Se tiene 302

miedo a lo desconocido, como principio instintivo en el ser humano, eso es cierto, por tal motivo al mexicano la muerte no le es ajena, por el contrario, “le pertenece”, y la nota roja, como una representación más de ésta también le es propia. El Thanatos, entonces, se cerca mucho al Eros y ambas pulsiones conforman un tipo de simbiosis moderna en la sociedad mexicana.

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La nota episódica El fetiche Cárdenas y el caso Colosio La nota roja es un género que estructura la memoria de los lectores, una memoria a corto plazo que se mantiene gracias al registro en planas de diarios, no es gratuita, olvida una noticia sangrienta de un día a otro, pues cada homicidio se reproduce de mayor o menor manera en el diario del día siguiente. Todo olvido es voluntario, sin embargo, el asesino serial existe para recordar cuan civilizado es el lector que se horroriza por las descripciones del periodista más que por el hecho noticioso en sí mismo. Una nota episódica puede abarcar de dos a innumerables páginas en los diarios de circulación nacional. A los largo de los días aparece nueva información cuando un hecho noticioso así lo amerita. La nota roja, como en la novela policiaca, termina hasta que se da con el culpable. Es una historia cerrada, algunas veces, cuando el crimen no termina en la captura del responsable, se sigue la pista, a manera de policía, hasta saber qué ha sucedido con el responsable. Pongamos por ejemplo la siguiente nota:

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Confesó el homicidio al ser detenido163 Ultimó a nene bien drogado Intentó robar casa para comprar coca y se topó con un niño en Iztacalco. Antonio Nieto México, DF.— Cuando Héctor llegó a su casa en la Colonia Agrícola Oriental, la noche del martes, su primo Rafael lo esperaba con caguamas y cocaína que consumieron hasta el día siguiente. A los primos se les acabó el dinero, pero querían seguir drogándose y bebiendo. “Mi primo (Rafael) inhaló gramo y medio de cocaína y yo me fumé siete ‘piedras’ (de cocaína), y estando en el cauro me percaté que mi primo salió dos veces de mi domicilio, tardándose varios minutos”, refirió Héctor en el marco de la indagatoria FIZC/IZC— 2/T3/0062/16—01R1. Rafael llamó por teléfono a su papá para que le llevaran ropa limpia y n par de tenis minutos después el encargo llegó y el hombre se cambió, pero le informó a Héctor que ya no tenía ganas de seguir drogándose. “Diciéndome que se había cambiado de ropa porque tenía sangre de un niño al que intentó ayudar, pues lo había golpeado” dijo Héctor a policías de Investigación. Poco después se escucharon gritos afuera: Juana, una vecina, encontró a su hijo de 9 años de edad degollado en el piso, a unos pasos de la puerta principal del predio que comparten viviendas. Héctor tenía llaves de la vivienda donde el pequeño y su madre habitaban, pues su padre es dueño del inmueble, por lo cual hubo forzadura de chapa. 163

Metro. Viernes 15 de enero de 2016. p. 17.

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Entonces, según Héctor, su primo Rafael metió un pantalón, una playera y sus tenis a dos bolsas de plástico, las cuales arrojó a la azotea. Un cuchillo y una segueta las envolvió en una toalla y las dejó en el baño. Admitió que se dio cuenta que su primo había matado al menor. Ya para entonces Rafael había metido su ropa ensangrentada en una bolsa que arrojó a la azotea, mientras que el cuchillo que utilizó en el crimen lo envolvió n una tolla y lo escondió en el baño. Policías preventivos detuvieron a Rafael gracias a que otra vecina vio cuando salía del domicilio del niño. Terminó confesando que quería robar algo para comprar más cocaína, pero el niño no creyó sus argumentos para entrar a su casa e intentó gritar. Pie de foto: Miércoles. El niño de 9 años fue asesinado a puñaladas. Pie de foto: “Vi cuando Rafael se quitó su playera blanca, la cual presentaba manchas rojas, se metió al baño y se enjuagó”. Héctor. Primo de asesino. Formal prisión a presunto homicida de menor degollado en Iztacalco164 Detenido bajo los efectos de la cocaína y el alcohol, atacó al infante en el interior de su domicilio e intentó borrar las evidencias Por Impacto redacción Enero 20, 2016 El Reclusorio Preventivo Oriente, encontró pruebas para iniciar proceso de tipo ordinario contra el imputado, por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado Tras aceptar ante el Ministerio Público su responsabilidad en el homicidio de un menor de edad en el domicilio de éste en la delegación Iztacalco, al que hirió con un arma punzocortante en el cuello, y el cúmulo de elementos probatorios presentados por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), un Juez Penal dictó auto de formal prisión contra Rafael Vargas Magdaleno. En el expediente de consignación el titular del Juzgado 51 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente, encontró pruebas para iniciar proceso de tipo ordinario contra el imputado, por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado. Los antecedentes del caso refieren que la tarde del 13 de enero pasado, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSPDF) remitieron al inculpado ante el Ministerio Público de la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Iztacalco, luego de que intentó borrar las evidencias que lo incriminan en el homicidio del infante. Un testigo refirió que luego de haber ingerido bebidas alcohólicas y consumir cocaína desde un día antes con Rafael Vargas, éste salió de la vivienda donde se encontraban y cuando regresó, con manchas de sangre en su playera, se metió a bañar y, por teléfono celular, solicitó a sus familiares ropa limpia y un par de tenis. Durante las diligencias ministeriales fueron encontrados un cuchillo y una segueta en el cuarto de baño donde se había aseado el indiciado, mientras que en la azotea del mismo inmueble estaba una bolsa de plástico con las prendas manchadas. Esta información se emite en términos del Artículo 11 de la Ley de Protección de Datos Personales para el Distrito Federal. El presentado tiene el carácter de probables, lo que no implica una sanción penal hasta que lo determine la autoridad jurisdiccional. 164

http://impacto.mx/laley/formal-prision-a-presunto-homicida-de-menor-degollado-en-iztacalco

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La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal refrenda su compromiso de investigar los delitos hasta sus últimas consecuencias, a fin de mantener la confianza de los capitalinos en las instituciones.

El título de la nota, evidentemente mal redactado (Ultimó a nene bien drogado, no queda claro si el nene estaba bien drogado o su asesino. La ambigüedad en el periodismo mexicano a veces es involuntaria, pues una mala redacción puede dar pie a diversas interpretaciones), así como el texto que acompaña a la foto, permiten una primera lectura de la noticia. Podría considerarse la primera línea de la pirámide de la que hemos hablado. Pero la información es errónea pues el niño no estaba drogado sino quien no degolló, la cara del detenido lo confirma. Este cruce de información gráfica, visual, se contrapone al texto que acompaña. Esta historia tiene final hasta después de cinco días luego de cometido el crimen. Aunque la nota del 15 de enero el criminal es aprehendido, no es sino hasta una semana después cuando su conclusión es la consignación a un reclusorio. ¿Es esta una nota roja episódica? Ciertamente no lo es, pues para considerarla como tal es necesario que la nota que le sigue y las subsecuentes arrojen más información. En el ejemplo anterior, la información que ha sido dada –la muerte de un menor a manos de Rafael, las armas homicidas encontradas en el baño, el lugar donde se llevó a cabo el crimen– en la primera nota, y también se encuentra en la segunda, sin más añadidura que el confinamiento del responsable a un centro de readaptación social. Eso es todo salvo el nombre completo del atacante: Rafael Vargas Magdaleno. Así, presentamos la nota roja episódica no solo para entretenimiento morboso “tantálico” del lector de nota roja quien nunca ve saciada su sed de sangre. Dos ejemplos que nos sirven para ilustrar este tipo de nota es el fetiche Cárdenas y la conjura Colosio.

El fetiche Cárdenas

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El 8 de septiembre de 1942, en la calle Mar del norte número 20, en la colonia Tacubaya, delegación Miguel Hidalgo en la capital, fueron encontrados los cuerpos de cuatro mujeres víctimas de Gregorio Cárdenas Hernández. El estudiante de Química, de 27 años de edad dio muerte a María de los Ángeles González Moreno, de 16 años; Rosa Reyes Quiroz, Raquel Martínez León, las tres prostitutas fueron estranguladas y enterradas en el jardín de su casa; la misma suerte corrió la que fuera su novia, Graciela Arias Ávalos, de 24 años. Poniendo en práctica la estructura tradicional de la nota periodística, es como damos inicio a la nota roja episódica. Gregorio Cárdenas Hernández, estudiante de la faculta de Química dela UNAM dio muerte a tres prostitutas y a su novia (versiones dicen que no era tal sino una mujer a la que pretendía y quien despreció a “Goyo”), se convirtió en el fetiche de la prensa y el público mexicano de los años 40. ¿Por qué aparece en escena un asesino serial en el México de los años 40? Porque el país estaba en medio de un auge industrial, urbanizador, toda gran ciudad trae consigo lo bueno (inversión extranjera, maquinaria moderna, transporte, nuevas vías y formas de comunicación) y malo (repartición desigual de riqueza, migración rural, ergo analfabetismo, falta e inclusión social) que puede dar cabida entre sus calles, sus pobladores, sus incipiente moralidad. Como vimos en el capítulo correspondiente, el México moderno precisamente para considerarse como tal, necesitaba poner a prueba su sistema judicial, la eficiencia de su cuerpo de policía para mantener el orden que comenzaba a estabilizarse y establecerse luego de los movimientos armados. México era ya un país apto, con los instrumentos científicos y legales para poder mantener a raya quienes pretendían perturbar la paz pública. Esto no sería posible si no

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se ponía a prueba dicha creencia. Por eso, cuando un vecino vio los pies que salían de la tierra en el jardín de Gregorio, llamó a la policía que apresaría al pronto asesino serial mexicano. Aunque realmente no fue el primero, pero sí el más famoso. Cada sociedad teme a algo, dice Jean Deleumeau. Pero para ello necesariamente necesita nombrarlo, darle nombre lo hace real, para que sea real es menester dotarlo de características. No se puede tener miedo de lo que no se sabe qué es. El temor por algo es el reflejo de una insatisfacción, de una incomodidad en el sujeto; de la sociedad mexicana como sujeto colectivo en este caso, temía a las circunstancias o sujetos que no podía o no sabía controlar. En una sociedad que está luchando por su estabilidad, por la construcción de una sensación de bienestar para sus habitantes, cualquier amenaza es motivo de miedo. Este castillo de naipes teme una ráfaga de viento que tire abajo su apenas perceptible identidad, consolidación. Por eso cuando un asesino serial aparece, se convierte en motivo de miedo, no por el individuo como tal, un ser que mata cuatro mujeres y que las entierra en su propia casa es digno de horror, eso es cierto, sino que el hecho mismo cuestiona las instituciones que estaban siendo creadas con la esperanza, muy en el fondo, de no ser utilizadas, paradójicamente. La representación que envestía “El estrangulador de Tacubaya” era una serie de cuestionamientos morales y sociales. Este fetiche que se presentaba ante las cámaras y era aplaudido en otra Cámara, la de senadores muchos años después, era objeto de estudio científico porque, claro, no podía ser de otra manera, México ya era muy moderno, hacía uso del método científico, como es normal, como “debe ser” en un país con esta cualidad. La violencia no podía ser utilizada individualmente, para eso está el Estado. El monopolio de la violencia por parte del Estado moderno es, justamente lo que define su

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naturaleza, como señala Weber165. Por eso, la trasgresión de Cárdenas Hernández, es plenamente hacia el Estado, no de manera directa por supuesto, sino indirectamente a través de la institución que imparte justicia. La locura, como explicación de la conducta de estrangulador, fue confirmada, luego cuestionada, después entendida, luego negada. Su estancia en el manicomio de La Castañeda, desde su captura hasta 1947, fue más bien estratégica pues al no ser responsable de sus actos, no podía enfrentar un proceso judicial como cualquier persona “normal”. A estas alturas, ya con una larga historia de estudios psicológicos, en los que destacaba su “perversión sexual”, su “epilepsia” con núcleos paranoides, histéricos…, la lista es larga, parecía que los especialistas estaban en pleno apogeo de terminología rimbombante que ponía de manifiesto su eficacia y competencia. Así siguieron los titulares, uno tras otro por años todos hacían mención al más mínimo detalle: si dormía mucho, si dormía poco si tartamudeaba de niño, si el conejo encontrado en el jardín, con los cuerpos de sus víctimas había sido un experimento de volver a la vida al animal. Los titulares, desaforados: “Diez médicos para que digan si está loquito”, “Morbosamente admiran unas nenas al monstruo”, “una confesión completa del matador de mujeres toda la historia de un cínico anormal”, y debajo de este bullet “3000 nazis muertos frente a Stalingrado”, para no olvidar que fuera del país también hay muertes, también se libra una batalla, pero México tiene la suya: la sociedad contra el monstruo.

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Weber, Max. Economía y sociedad. Fondo de Cultura Económica. México. 1994. p. 667.

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La conjura Colosio La nota roja se ha ampliado hasta llenar por semanas información desprendida de un hecho importante, en este caso, la muerte de un candidato a la presidencia de la república mexicana: Luis Donaldo Colosio Murrieta. “La historia de Luis Donaldo Colosio es la de un mexicano excepcional”, podrían ser las palabras de una crónica, o el inicio de un cantar de gesta, como el que mencionamos en este trabajo; el enunciado promete ser la introducción de la biografía de un ciudadano ejemplar. Demostrar si el candidato a la presidencia de la república, asesinado el 23 de marzo de 1994, en la colonia Lomas Taurinas, en Tijuana, hace más de dos décadas, era o no excepcional, no es lo que atañe a este apartado. Luis Donaldo Colosio Murrieta nació en Magdalena de Kino, Sonora, el 10 de febrero de 1950, hijo de Luis Colosio y Ofelia Murrieta. Desde temprana edad, Luis Donaldo Colosio mostró su talento por la oratoria y la declamación. En 1968, se trasladó a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, para estudiar la Licenciatura en Economía, en el Tecnológico de Monterrey y en 1975, determinado a comenzar su preparación en una carrera política, viaja a Estados Unidos para hacer una maestría en desarrollo regional, en la Universidad de Pennsylvania. Por su sobresaliente trayectoria académica, fue invitado por el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados en Viena, Austria, con tan solo 26 años de edad, para realizar actividades de investigación y realizar sus estudios de Doctorado en Economía Regional y Urbana. Colosio llevó a cabo en esta institución investigaciones sobre migración, urbanización y desarrollo en México, principalmente. Durante su estancia en Europa, Colosio visitó lo que habían sido campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, su impresión fue tal que en una misiva enviada a su padre en 1979 le compartió su sentir ante el holocausto y su impacto

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en la esfera social y política mundial “Todo sistema que haga uso de la fuerza y métodos represivos para subsistir no merece mis respetos. Estoy y estaré siempre en contra de todo sistema donde las ideas por equivocadas que sean no encuentren medio de difusión.” El carácter y visión frente a las repercusiones del uso de la fuerza por parte del poder del Estado se estaba forjando. Al finalizar su estancia académica, regresa a México y se incorpora a la docencia, en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la Universidad Anáhuac y en El Colegio de México. Fue en 1981, cuando empieza a colaborar en el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del Partido Revolucionario Institucional, en el Distrito Federal. Durante la presidencia de Miguel de la Madrid, fue Director General de Programación y Presupuesto Regional, debido a su orientación académica, llevó a cabo la planeación de programas importantes que fueron diseñados precisamente para hacer uso de recursos públicos en zonas de deficiente infraestructura urbana y poderlos desarrollar. Su sólida formación académica tanto en instituciones nacionales como su sobresaliente desempeño en el Instituto de Austria, le permitieron distinguirse entre los funcionarios públicos de su generación, pues sus aportaciones en materia de política regional y urbana era loable. El futuro candidato presidencial, prontamente llevó a funciones un importante cargo en finanzas públicas de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Durante su ejercicio como catedrático en la Universidad Anáhuac, conoció a Diana Laura Riojas, madre de sus hijos: Luis Donaldo y Mariana, con quien se casó en 1982, y que pocos meses después de la muerte del político, falleciera de cáncer. Su prominente carrera como líder excepcional en su partido lo condujo, en 1985, para ser electo Diputado Federal por Sonora; las circunstancias y sus méritos personales le permitieron ocupar la Presidencia de la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de la H. Cámara de 312

Diputados. A lo largo de su carrera política Colosio fue siempre firme en el debate, pero siempre tuvo disposición a la conciliación, logrando ejercer un eficaz liderazgo entre sus correligionarios y generando vínculos constructivos con los más diversos actores políticos. En 1985 obtiene la postulación por el primer Distrito Electoral de Sonora, siendo la cabecera su pueblo natal, Magdalena de Kino. Ya como Diputado, Colosio ocupó la Presidencia de la Comisión de Programación y Cuenta Pública. En 1987, fue nombrado Oficial Mayor del CEN del PRI, y encargado de la Coordinación General de la Campaña Electoral del entonces candidato presidencial, Carlos Salinas de Gortari y en 1988 llega a la Cámara Alta; para 1991, toma las riendas del PRI nacional. Como Presidente Nacional del PRI, es representante de su partido en la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina. Bajo su liderazgo, la Décimo Cuarta Asamblea Nacional del PRI, celebrada en 1990, su trabajo siempre se inclinó a ofrecer un partido plural, abierto, con respeto y derecho a la crítica, instituyó la creación del Consejo Político. Dicha Asamblea histórica también transformó el Instituto de Estudios Económicos, Políticos y Sociales (IEPES), en lo que hoy es la Fundación Colosio, A.C. En la elección federal de 1991, el PRI encabezado por él logró una notable recuperación electoral, al obtener el 62 por ciento de la votación efectiva. Al dejar Colosio su cargo como dirigente nacional del PRI para asumir la titularidad de lo que hoy es la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL)166, dejó un partido político reconstituido, con vistas a la pluralidad de voces y autocrítico, la renovación de los cimientos de su bancada no fue recibida con agrado. En su ejercicio como titular de la SEDESOL, Colosio se preocupó por la política social con especial interés en el ordenamiento territorial y el desarrollo urbano; impulsó

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http://fundacioncolosio.mx/colosio/. Consultado el 13 de enero de 2016.

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la vivienda de interés social, la corresponsabilidad de las comunidades en la solución de sus necesidades. Su visión y compromiso ecológico fue bien aceptado en la sociedad mexicana cuando afirmó: “Recordemos que el mundo no nos ha sido heredado por nuestros padres, sino que nos ha sido prestado por nuestros hijos.”167 Como candidato presidencial postuló la necesidad de reformar el poder para forjar una nueva relación del ciudadano con el Estado, modificar la visión del desarrollo nacional y fortalecer la vida democrática de México. La postura del entonces candidato, fue siempre clara y por lo mismo cuestionada, apostaba por la apertura política y por la transformación nacional. Esta es, a grandes rasgos, la semblanza del hombre y político de quien cuyo asesinato, se mereció páginas y páginas de diarios de aquel 1994 y los del 23 de marzo de cada año. Abajo presentamos la crónica de aquel día, aparecida en la versión digital del diario Vanguardia, con fecha del 23 de marzo de 2014.

Las últimas palabras de Colosio Ese 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio llegó a su mitin en Lomas Taurinas con un mensaje claro: llamar a los priistas a cerrar filas en torno a su campaña Ciudad de México. “Quiero encabezar un gobierno que sea sensible a los reclamos y a las demandas de las comunidades, de los barrios, de las colonias populares. Sé de los retos que se enfrentan en estas colonias populares de Baja California y de Tijuana”, fue lo último que dijo el candidato priista Luis Donaldo Colosio en su mitin de Lomas Taurinas. Se bajó de un templete improvisado en la parte trasera de una camioneta, caminó entre la gente que se apretujaba contra él. Sonriente saludaba a todos los que se encontraban a su alrededor. Avanzaba lento en el mar de personas. Se trataba de uno de los últimos eventos de la primera etapa de su campaña, Colosio quería cerrar muy fuerte ese proceso en Sonora, su tierra. Ese 23 de marzo de 1994, el candidato priista por la Presidencia de la República llegó al aeropuerto Abelardo Rodríguez de Tijuana pasadas las cuatro de la tarde.

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Gallardo Landeros, Adrián en La república. Órgano de difusión del Partido Revolucionario Institucional http://pri.org.mx/Bancosecretarias/files/archivos/pdf/1821-1-12_43_39.pdf. p. 5 de 24. Consultada el 12 de enero de 2016.

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Iba tarde para su mitin en una de las colonias populares de la ciudad fronteriza. El evento fue organizado por el grupo priista conocido como Tucan (Todos Unidos Contra Acción Nacional). Vestido con una camisa azul cielo y una chamarra blanca, el sonorense se subió en la Blazer que siempre lo acompañaba a sus eventos de campaña. En el camino revisó las tarjetas de apoyo para su discurso. En ese momento de la gira buscaba el apoyo de la militancia priista, quería invitar a la gente a participar en la contienda electoral, especialmente en un estado gobernado por el PAN. Llegó a Lomas Taurinas con un mensaje claro: llamar a los priistas a cerrar filas en torno a su campaña. “En esos discursos le gustaba improvisar, dependiendo del ambiente del lugar. No se trataba de un discurso de mucha sustancia, sino más bien de un mensaje masivo priista”, recuerda el entonces asesor de Colosio, Javier Treviño. “Y qué bueno que como primer evento en esta jornada de trabajo, la primera de varias que me propongo realizar por Baja California sea aquí, en Lomas Taurinas; sea aquí en esta asamblea popular con habitantes de las colonias populares de Tijuana”, desde el templete improvisado. Muchos discursos se escribían para cuando el sonorense pisara Magdalena de Kino, discursos que como el pronunciado el 6 de marzo en el Monumento a la Revolución, cuidarían cada palabra. “En Sonora se tenían muchos eventos planeados, con sumo detalle [...] para cerrar antes de la Semana Santa. Tenían que ser discursos más optimistas, pero también de mucha fuerza”, dice el ahora diputado federal Treviño. “Los invito a que nos unamos a esta campaña que no solamente es de Colosio; esta campaña es de todos y cada uno de ustedes porque juntos vamos a llegar a la Presidencia de México”, les dijo Colosio a los tijuanenses. Eran las cinco de la tarde en punto cuando el priista terminó de hablar, la multitud se arremolinaba junto a él. Avanzar un paso era un enorme esfuerzo, el reducido círculo de seguridad hacía lo que podía para mantener el diamante de seguridad que lo protegía. Fiel a su idea de ser un candidato cercano a la gente, el sonorense saludaba a su paso. Le tomó más de diez minutos avanzar unos 12 metros del templete, iba hacia su camioneta, la Blazer que lo esperaba del otro lado del puente por el que se accedía a Lomas Taurinas. Mientras caminaba entre la multitud sonaban las notas de “La culebra” de la Banda Machos, que se mezclaban con la algarabía popular. A las cinco y doce, se escuchó una detonación: la bala de una Taurus calibre 38 atravesó la cabeza de Colosio. Un segundo disparo lo hirió en el abdomen. El candidato se desplomó, su chamarra blanca se tiñó de rojo, un hombre se tira sobre el muchacho que grita “el viejo es el asesino”, la muchedumbre lo patea, le gritan, le arrojan piedras, querían lincharlo por lo que le hizo al candidato. Llega un coronel del Estado Mayor, toma en custodia al asesino. Colosio cayó bocarriba, sobre el pavimento había rastros de sangre. Sus escoltas lo tomaban de las muñecas. Aunque respiraba el candidato estaba inconsciente, lo toman en brazos para avanzar los casi 60 metros que lo separan de la Blazer en la que llegó, sus escoltas tardan casi cinco minutos.

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Cuando por fin salen de Lomas Taurinas, cambian al herido a una ambulancia. Llega al hospital a las cinco y diecisiete. Horas después, Colosio falleció en el Hospital General de Tijuana. Los grandes discursos elaborados para Sonora, enmudecieron.168

¿En qué momento ocurre este asesinato que sobresaltó al país y las clases políticas de fin de sexenio de Salinas de Gortari? El levantamiento zapatista en la selva de Chiapas estaba en ciernes, el comisionado para la paz en aquel estado atraía para sí los reflectores al no aceptar la candidatura de su compañero de bancada Luis Donaldo. Manuel Camacho Solís, precandidato priísta a la presidencia, se había negado a reconocer, durante meses, que había sido desplazado para ser candidato a la Presidencia. Por el cauce que había llevado su carrera política y la proposición por parte de Colosio de llevar a cabo una reestructuración de su partido y de la vida nacional, se hacían, correr versiones de que la relación entre Colosio y el presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, se hallaba profundamente fracturada. La prensa hablaba de “una campaña contra la campaña”; insinuaba que se maniobraba desde Los Pinos, para sustituir al candidato. Es en ese contexto, en esta desestabilidad dentro de un partido hegemónicamente consolidado, en el que ocurrió el asesinato de Luis Donaldo Colosio. De las hipótesis que se desprenden para dar claridad a un suceso por demás turbio, se encuentra la del arrepentimiento de Salinas al nombrar como candidato a Colosio y luego dejarlo a su suerte al apoyar a Manuel a Camacho Solís y opacar de esta manera a Colosio. Aún más, el candidato sonorense, llevaba a cabo su campaña casi con recursos propios pues Óscar Espinosa Villarreal (quien fuera jefe de la Nacional Financiera) mandaba dinero a cuentagotas. La falta de apoyo económico por parte de su partido era un claro sabotaje a su candidatura, se piensa, pues desde la falta de papel higiénico en las oficinas del PRI en Tijuana hasta la falta de compromiso con los voluntarios de la

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Las últimas palabras de Colosio en http://www.vanguardia.com.mx/lasultimaspalabrasdecolosio1978235.html consultado el 12 de enero de 2016.

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campaña, se obvia la manipulación de recurso. Por eso no es extraño que los periodistas y opinión pública se fabule historias para explicarse lo que estaba sucediendo en las filas priístas en donde su candidato a la Presidencia no estampa el logo de su partido en mantas de eventos públicos, ni en calcomanías ni en bardas de publicidad. El periodista regiomontano Federico Arreola, amigo del finado, en el número del 15 de marzo de 1999 de la revista Milenio, documenta holgadamente acerca del rompimiento irreversible entre Colosio y Salinas: “No sé si Salinas lo mandó a asesinar. Sí sé que Carlos Salinas se arrepintió de haber hecho candidato a Luis Donaldo. Si ha hecho bien su trabajo, no hay duda que Luis Raúl González Pérez tendrá que señalar a Carlos Salinas, aunque lo haga aclarando que no podrá hacer nada más porque, en términos judiciales, no cuenta con pruebas para sustentar ninguna acusación”169 Ante este acontecimiento, contrariamente a lo que se piensa de una investigación que busca esclarecer un crimen, lo único que se logró con las pesquisas de ésta fue oscurecer cada vez más el posible resultado. El fiscal Miguel Montes, anunció dos semanas más tarde, lo que según la prensa ya “todo mundo sospechaba”: “Que a Colosio no lo mató un loco, sino una conjura […] Que Mario Aburto fue el ejecutor material del crimen, pero que otras cuatro personas más ya detenidas, Tranquilino Sánchez, Vicente Mayoral Valenzuela, Rodolfo Mayoral Esquer y Rodolfo Riva Palacio, le ayudaron. Otros dos más también lo hicieron, aunque no se sabe ni sus nombres ni su paradero”170. Las indagaciones científicas del procurador especial Luis Raúl González Pérez, llevan a un minucioso análisis al Estado Mayor Presidencial, luego de haber recabado la información arrojada por el FBI y de los institutos de investigaciones astronómicas y

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Campbell, Federico. La era de la criminalidad. Fondo de Cultura Económica. México. 2014. p. 293.

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El País, 5 de abril de 1994.

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nucleares de la Universidad Autónoma de México. Se supone, a partir de hipótesis reciente, que Colosio, al ser un personaje débil —político brillante, pero plenamente manipulable— resulta ser un candidato perfecto para que el entonces presidente, Carlos Salinas, continuara con el poder. Para que esto no sea posible, se liquida al posible sucesor en el cargo. Fin. Con esta posible explicación por delante, se tiene entonces que el menos interesado en acabar con un candidato manipulable, sea el propio Salinas, contrario a lo que le grueso de la población cree. En este sentido, más que una nota roja, más aún, una nota policíaca, políticamente importante es producto de una teoría de conspiración del gobierno mexicano hacia los mismos miembros de su partido. La nota entonces, retoma importancia pues no es solo el asesinato de un político del partido político de larga tradición en el poder, llevado a cabo por un único personaje: Mario Aburto, que razones y cómplices son tan inconsistentes que se terminan perdiendo entre las páginas de los diarios, sino que las muchas teorías y explicaciones son, como sucedió con el caso de Gregorio Cárdenas, materia creada ex profeso para llenar contenedores de nota roja de cada 23 de marzo. Nunca se estará seguro quién es quién empuña la Taurus frente a la cabeza del candidato, pues en el video obtenido por un aficionado es borroso y movido. El fiscal Montes había observado que al terminar el mitin “varias personas impidieron con sus manos y sus cuerpos que la seguridad del candidato, el Estado Mayor Presidencial, controlara la situación” sí, unas personas “impedían” hacer su trabajo a los escoltas del Estado Mayor Presidencial. Sí, unas decenas de personas no dejaban hacer su trabajo al cuerpo de seguridad, un trabajo para el que fueron entrenados al menos cuatro años en defensa personal y maniobras de rescate y primeros auxilios. Sí, los escoltas, los ausentes escoltas, estaban imposibilitados de cuidar a su target. De acuerdo con el fiscal, aquellos individuos (a estas alturas no queda claro si su cuerpo de seguridad o los “cómplices” del

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“Asesino solitario”) habían rodeado a Colosio en formación “diamante”: un trabajo que sólo “profesionales conocedores de las aglomeraciones y con cierto acceso al entorno del candidato” habrían podido hacer. Esta información arrojó a uno de los detenidos, el priista Rodolfo Riva Palacio, vinculado a la policía de Tijuana, había reclutado a los otros sospechosos en la delegación local del PRI. El video mostraba que Tranquilino Sánchez estorbaba los movimientos del general Domiro García Reyes, responsable de la seguridad de Colosio; revelaba que el ex judicial de Tijuana Vicente Mayoral se encargaba de abrir paso a un sujeto no identificado, que segundos antes de los disparos se había tirado al suelo “para hacer que Colosio se detuviera” (por eso lo apodaron “El Clavadista”). El video mostraba, también, que un segundo desconocido, al que se llamó “El Lentes” se había agachado para que Aburto pudiera extender el brazo en el que llevaba la Taurus. Se podía apreciar, en fin, cómo el cuarto detenido, Rodolfo Mayoral Esquer, empujaba a otro de los encargados de la seguridad de Colosio, el coronel Federico Antonio Reynaldos del Pozo, con la clara intención de obstaculizarlo. Así, cuatro individuos estorbaban el ejercicio de sus funciones al cuerpo de seguridad. Tres meses, el 14 de julio de 1994, el fiscal dejó libre a los sospechosos y consolidó la teoría, basada en nadie supo qué, del asesino solitario. Mario Aburto, planeó y ejecutó él, y sólo él, el asesinato del candidato, sin móvil. Después de finalizar la primera parte del proceso, llegaron a relevarle en la investigación nuevos encargados del caso, Olga Sánchez y Pablo Chapa Bezanilla. En agosto de 1996, Luis Raúl González Pérez se hizo cargo de la fiscalía especial. Para entonces los sospechosos de la “acción concertada” se hallaban libres por falta de pruebas. Luis Raúl González Pérez siguió 27 líneas de investigación e intentó desahogar más de 300 sospechas. El proceso incluyó casi dos mil declaraciones, repartidas a lo largo de 68 mil fojas. En un hecho inédito en la vida del país, en aquel proceso declararon un 319

presidente en funciones, Ernesto Zedillo, y dos ex presidentes de la República: Carlos Salinas de Gortari y Luis Echeverría Álvarez (Salinas quedó registrado como el primer mandatario mexicano sometido a interrogatorio por parte de autoridades judiciales). El entonces presidente Carlos Salinas declaró durante 12 horas y respondió 397 preguntas. Manuel Camacho, quien se convirtió en el posible candidato a la presidencia luego de la ruptura sistemática entre Salinas y Colosio, dio respuesta a 111; Ernesto Zedillo, el sucesor de Salinas en el cargo de Jefe de Estado, a 35, Luis Echeverría a 15 y José Córdoba Montoya a 197.171 Las declaraciones nunca salieron a la luz de forma completa, los fiscales declinaron seguir con nuevas teorías y ya para entonces, cuando las investigaciones se disolvían con el tiempo y eran barridas como papel por la calle, el acusado Mario Aburto había sido condenado a 42 años de prisión.

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El asesinato de Luis Donaldo Colosio, 23 de marzo de 1994 en http://blogs.periodistadigital.com/hermosillo.php/2014/03/23/el-asesinato-de-luis-donaldo-colosio-23-. Consultado el 11 de enero de 2016.

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Tras la captura del asesino del candidato, se desprendieron muchas hipótesis, mismo número de líneas de investigación. Unas de las más interesante fue la investigación llevada a cabo por la máxima casa de estudios del país, la UNAM, en donde antropológicamente, analiza al asesino. Resulta interesante para los expertos investigadores: la mano derecha, concluyendo que las características de la mano derecha del agresor permiten empuñar un arma u otro objeto ancho con facilidad. La mano derecha del sentenciado como culpable del homicidio, Mario Aburto Martínez, presenta un ángulo más cerrado de lo habitual entre los dos huesos superiores del dedo pulgar —falanges— y el hueso base —metacarpiano—, y no se continúa en línea recta, como es frecuente172.

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La extraña mano de Aburto: a 21 años de la muerte de Colosio en http://noticias.terra.com.mx/mexico/laextrana-mano-de-aburto-a-21-anos-de-la-muerte-decolosio,295d731a7c34c410VgnVCM5000009ccceb0aRCRD.html. Consultado el 7 de enero de 2016.

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En la página 27 del tomo II del Caso Colosio, publicado por la PGR, se observa la figura de la mano de Aburto. Foto: PGR

¿Qué información nos arroja este sobresaliente análisis anatómico? Ninguna que nos acerque al esclarecimiento de los móviles de por qué dio muerte a Colosio. Sin embargo, la investigación se llevó a cabo por parte de la Procuraduría General de la República “para los fines que convengan al interesado”. En el documento titulado “El autor material” sobre el caso Colosio, que la PGR elaboró para integrar informes y evidencias sobre las investigaciones del asesinato ocurrido en Lomas Taurinas, Tijuana, el Instituto de Investigaciones Antropológicas indica además sobre la mano de Aburto: La articulación entre el metacarpiano de dicho pulgar y el carpo (huesos centrales de la base de la mano, ubicados más abajo de los metacarpianos de cada dedo), presenta un ángulo más abierto, dando la impresión que la base o raíz del dedo, cuyo esqueleto es el metacarpiano, se separa más de lo habitual de los metacarpianos del resto de los dedos, haciendo un ángulo semejante a una letra L y no una V, permitiendo que la mano empuñe objetos anchos173 .

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Ídem.

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Si bien la elaboración del reporte morfológico fue realizada como parte de los estudios para corroborar que el hombre que aparece en el video del crimen es el mismo que fue detenido y preso —inicialmente en el “penal de Almoloya”, hoy Altiplano—, y quien ahora se encuentra en el penal de Puente Grande, Jalisco, cumpliendo una pena de más de 40 años por el delito contra Colosio, no cambia en nada el estatus legal del culpable. Esto recuerda en alguna medida, los análisis científicos realizados a Gregorio Cárdenas, en los que se mencionaba su crecimiento anormal de la hipófisis que lo predeterminaba a cometer crímenes. Pero este análisis llevado a acabo a la mano de un asesino, confeso, además, puede considerarse meramente ocioso, pero el análisis se hizo, quizá para tranquilizar conciencias, para detener nuevas hipótesis de conjuras y sabotajes. Aunque ciertos contenidos del expediente alimentaron columnas, reportajes y notas de prensa y curiosidad del público, y sigue llenando espacios en los diarios cada aniversario luctuoso; los interrogatorios del fiscal y las declaraciones recabadas por éste no se publicaron jamás. Durante más de 20 años, aquellos miles de fojas quedaron en manos de abogados, testigos, declarantes y terceros174. En ellos yace la novela no escrita sobre una clase política que arrojó al país a una de sus crisis más serias: un retrato completo de los usos y costumbres del priismo, realizado por él mismo tan vigente como la nota roja que estudiamos en estas páginas.

De Mauleón, Héctor, “El asesinato de Luis Donaldo Colosio” en http://www.nexos.com.mx/?p=15685. Consultado el 14 de enero de 2016. 174

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EL CORRIDO: EL CANTAR DE GESTA DEL MÉXICO MODERNO Disculpando las salvedades entre un género lírico y otro (el cantar de gesta europeo y el corrido mexicano), la comparación en este apartado es meramente práctico apenas comparativo pues como modelo es idóneo para los fines de ejemplificar la función comunicativa del corrido mexicano. No es una comparación infundada la que aquí se hace entre el corrido y el cantar pues incluso se sostiene en El Corrido Mexicano, Vicente T. Mendoza, que este género es “no sólo un descendiente directo del romance español sino aquél mismo romance trasplantado y florecido en nuestro suelo”. Partamos también del hecho que Ignacio Manuel Altamirano, autor de “El Romancero Nacional”, afirma que el corrido ya se cantaba antes de 1810.175 La trasmisión de información demanda diferentes formas y variados medios para llegar al público receptor. Encontrar y hacer uso del medio (canal) adecuado para lograr llevar a cabo es tarea del emisor. Entiéndase como tal al autor de un corrido. La razón de ser principalmente de este tipo de composiciones musicales era la narración de hechos épicos propios de la revolución mexicana. Por tal motivo no es de extrañar que la música, la conformación de versos para narrar un hecho importante (muerte o hazaña), haya sido la elección primera y más importante (los otros medios de comunicación durante ese período histórico son la gaceta y los grabados) para contar lo acontecido durante el movimiento armado. A lo largo de la historia se han llevado a sucesos históricos épicos notables y que, por tal motivo, por la bravura del héroe o personaje, es menester la transmisión de su valentía en tal o cual enfrentamiento. La aparición del este tipo de obras no es azarosa ni

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Lira-Hernández, Alberto. El corrido mexicano: un fenómeno histórico-social y literario. Contribuciones desde Coatepec, núm. 24, enero-junio, 2013, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. pp. 29-43. Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México.

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fortuita, es circunstancial debido al contexto socio—histórico que el país atravesaba durante la Revolución y los años subsecuentes, pues es respuesta inmediata al nacionalismo en la historia de México que estaba gestándose como consecuencia natural a la conformación del Estado nación luego de la batalla armada, y el cual se llevó a cabo entre los años veinte hasta entrados los cuarenta. La Revolución mexicana había terminado para dar inicio a un largo periodo de reconstrucción por medio del nacionalismo, la tarea iniciada por los intelectuales fue una búsqueda de mezclar las raíces mexicanas con el arte europeo. Las primeras manifestaciones con carácter nacionalista fueron sin duda el movimiento muralista a la que se le siguió la música popular, la cual pretendía entrelazar la música culta con la vernácula con la idea de integrar todas las clases sociales en una misma manifestación musical. Unas de las primeras manifestaciones de la música popular es el corrido. Luchas, levantamientos armados, asesinatos, y todo tipo de acontecimientos violentos eran comunes en las reseñas que se difundían en papel de baja calidad donde, en viñetas (pues el número de personas que no sabían ni leer ni escribir era alto) se daba a conocer algún acontecimiento importante. Debido al analfabetismo y que la mayoría del pueblo no podía adquirir publicaciones, para enterarse de las noticias, éstas fueron difundidas de manera oral por medio de los ya mencionados corridos. Desde su aparición hasta años recientes se mantiene su función primigenia: contar hechos basados muchas veces en acontecimientos reales. La popularidad lograda por estos grupos musicales del norte de la República Mexicana no es gratuita pues la combinación de música popular y las letras de las canciones que retratan una realidad inmediata y cercana al público, es condición inherente para su éxito. Por más de treinta años, Los Tigres del norte, agrupación mexico—americana, han sido los mayores exponentes del género del denominado “narcocorrido”. El grupo ha 325

tomado la música Norteña con sus raíces de polka, mezclándola con verdaderas historias de injusticia social y noticias a manera de ‘modernos juglares’. Gracias a un rico contenido en su letra, la cual revela las historias del pueblo, han hecho que millones de gente vean en ellos su propio reflejo; el de su pasado, el presente y el futuro. Por eso y por mucho más, el grupo se ha ganado el nombre de ‘Los Idolos Del Pueblo’, sobrenombre que afectuosamente les otorgó su público por su sinceridad y humildad. Con el tiempo el grupo modernizó su sonido, variando su estilo con diversos géneros como el bolero, la cumbia, ritmos de rock y valses. La tradición de ‘conscientización social’ nació en Los Tigres Del Norte desde sus primeros temas, “Contrabando Y Traición”, una historia que habla de la traición de amor de la afamada pareja Emilio Varela y Camelia La Tejana (1971), “La Banda Del Carro Rojo” (1973), con el tiempo fue tomando forma esa tradición sobre los contenidos sociales en las letras, dando como resultado grandes éxitos como “La Jaula De Oro” (1986) y el clásico “De Paisano A Paisano” (2000) entre muchos otros. Como parte de su misión musical, el grupo optó por nunca permitir que su imagen fuese mal interpretada, ya sea usando armas de fuego en sus fotografías o el uso de un lenguaje soez en la letra de sus canciones 176 El corrido popular es utilizado por los grupos populares como medio de expresión en el que relatan vivencias de algún personaje del narcotráfico. Es peculiar la transformación de la figura del corrido revolucionario en contra posición del personaje principal en el narco corrido, mientras que en el primero es un héroe valiente y audaz, en el segundo, se trata incluso de un antihéroe. La ambientación y demás características del corrido son ahora más precisas, la evolución del corrido hacia el narcocorrido es notoria en varios aspectos de los cuales se mencionan dos, una tercera característica que cambio

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http://www.lostigresdelnorte.com/espanol/about.html

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con el tiempo y el contexto socio político del público, podría conferirse a las precisiones del lugar donde suceden los acontecimientos, existe entonces una delimitación geográfica y cultural, que retrata los anhelos, pasiones; construyendo así (anti)héroes, mitos y leyendas. La irrupción del narcocorrido no es abrupta, sino paulatina, como todo cambio que llega para definirse, ganó espacio en medios de comunicación masiva logrando hacer visible algunos elementos como la violencia, el poder y la impunidad, al interpretar elementos y códigos que definen al mundo del narco. Un nuevo género musical, que algunos describen como contracultura, es el narcocorrido que se ha vuelto popular y rentable desde sus orígenes con intérpretes como Chalino Sánchez. Los Tigres del Norte o Los Tucanes de Tijuana han invadido diversos escenarios urbanos y obtenido enormes ganancias en un amplio mercado de consumidores. Jefe de Jefes Los Tigres del Norte

(A mí me gustan los corridos porque son los hechos reales de nuestro pueblo. Sí, a mí también me gustan porque en ellos se canta la pura verdad. Pues ponlos, pues. Órale, ahí van.)

Soy el Jefe de Jefes señores, Me respetan a todos niveles, Y mi nombre y mi fotografía, Nunca van a mirar en papeles, Porque a mí el periodista me quiere, Y si no mi amistad se la pierde. Muchos pollos que apenas nacieron, Ya se quieren pelear con el gallo, Si pudieran estar a mi altura, 327

Pues tendrían que pasar muchos años, Y no pienso dejarles el puesto, Donde yo me la paso ordenando.

“El Zorro de Ojinaga” y “R—Uno” son dos narcocorridos basados en hechos y personajes reales. El primero de ellos es Pablo Acosta Villarreal, conocido narcotraficante que a mediados de los 80 pudo mover embarques de hasta seis toneladas de cocaína proveniente de Colombia, teniendo Ojinaga, Chihuahua, como base de operaciones. Se dice que su sucesor, Amado Carrillo, fue quien pagó por su ejecución, y por eso el corrido termina diciendo: “La confianza y prepotencia / es la falla del valiente, / no te fíes de los halagos, / ni siquiera de parientes, / a los zorros más astutos / los atrapan con su gente”. “R—Uno”, por otro lado, cuenta la historia y aprehensión de uno de los mafiosos más célebres de México, Rafael Caro Quintero, el mismo que, dicen, ofreció pagar la deuda externa si lo dejaban operar, el mismo a quien el gobierno de Peña Nieto liberó. “El Gato Félix”, sobra decirlo, es un corrido en honor al periodista Héctor Félix Miranda, mandado asesinar el 20 de abril de 1988 presuntamente por Jorge Hank Rhon, y es que durante las investigaciones se identificó al responsable de la seguridad del oscuro empresario, Antonio Vera Palestina, como uno de los agresores. El móvil fue una presunta venganza por lo que escribía el periodista en su columna Un poco de algo, que se publicaba en el Semanario Zeta, de Tijuana, y es que El Gato no daba concesiones, pues los principales actores de la política y el mundo empresarial siempre fueron denunciados por él en tanto que delincuentes o coludidos con criminales.

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8. NOTA ROJA Y FOTOGRAFÍA: DE OBRAS ARTÍSTICAS A DOCUMENTOS HISTÓRICOS. Una fotografía es la captura de un instante, expresión gráfica de un momento, lugar. Para fines de este apartado, atrapar la escena de una noticia, es la narración gráfica de un hecho noticioso. La fotografía no puede entenderse como un hecho segregado del mundo que aprehende. Es una serie de consecuencias del fotógrafo y la imagen final, es estar en el momento preciso, con la luz adecuada para dejar testimonio de lo que se vio. Necesariamente, la fotografía periodística, específicamente la de nota roja, impone un discurso visual contundente, una imagen puede sostener por sí misma una noticia, narra, expone, cierra una nota. Lo que logra cualquier expresión gráfica es ser una representación social177. El análisis del discurso, de los mensajes o contenidos transmitidos por los medios son el punto central de la mayoría de estudios sobre representaciones sociales y comunicación. Aunque algunos autores han encontrado que esta teoría también puede ser útil en los estudios sobre recepción. La fotografía como discurso gráfico que es, presenta rasgos característicos para su composición, a saber: 1. Una imagen fotográfica que constituye el mensaje de la comunicación 2. Un soporte físico o digital 3. El fotógrafo que es la fuente del mensaje 4. Objeto: parte de la realidad reproducida fotográficamente

177

Una representación social es una manera de interpretar y de asir la realidad cotidiana. Es también una forma de conocimiento social, elaborada y compartida conjuntamente por individuos y grupos con el propósito de fijar su posición en relación con situaciones, acontecimientos, objetos y fenómenos sociales ajenos o propios, y la cual se presenta en formas variadas: imágenes, sistemas de referencia, categorías o teorías. Estas representaciones sociales, en este punto gráficas, son una forma de conocimiento específico: un conocimiento del sentido común construido a partir del intercambio de informaciones, experiencias y modelos de pensamiento, que son recibidos y transmitidos mediante la educación, la tradición y la comunicación social.

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5. Lo fotográfico: la ciencia, técnica e instrumentos empleados por el fotógrafo 6. Discurso y recepción. La fotografía informa mediante la producción, actúa como vínculo entre los objetos y la información pura.178 Hablar de fotoperiodismo implica necesariamente definir su medio de comunicación y producción: la imagen. Aquí hablaremos de otra forma de comunicación, la visual que cumple con el proceso comunicativo, con información gráfica que presenta medio, forma y contenido que interactúa con el texto que le acompaña complementándolo, incluso sosteniéndose por sí mismo pues muchas veces “una imagen dice más que mil palabras”. Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, las revistas ilustradas tuvieron gran auge, primero en Alemania, donde se inició un estilo dentro del fotoperiodismo que resulta muy llamativo para los lectores, pues los textos se apoyaban en material gráfico, ilustraciones y después fotografías; se incorporaba imágenes de la vida cotidiana, tomas espontáneas de personas relevantes, momentos sorprendentes reportajes dinámicos que ejercieron en prudencia a haberse sutil y otras veces evidente en los grupos sociales. Se introdujeron formas de vida y personajes tratados como figuras prototípicas, que difundió una gran cantidad de retratos y reportajes de artistas del espectáculo quienes eran presentados como modelos a seguir por un público deseoso de noticias sobre estrellas de cine, cantantes o deportistas, esta nueva forma de fotografía se extendió a otros países de Europa, y de manera especial en Estados Unidos. Por otra parte, la guerra de los movimientos sociales causaba gran expectación y eran cubiertos por fotorreporteros adscritos agencias de noticias y revistas o periódicos.

178

La práctica del fotoperiodismo en México disponible en http://es.pdfcoke.com/doc/73208413/La-Practicadel-fotoperiodismo-en-Mexico. Consultado el 2 de febrero de 2016.

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Este interés por captar la vida de las masas y por escribir a las figuras públicas en ese ámbito de lo cotidiano, en mostrar su lado humano y romper formalidades, tiene un sentido comercial y también una connotación ideológica pues estas publicaciones presentan un segundo mundo que inspiraba falsas esperanzas a las masas y que el uso masivo de la fotografía otorgaba a la revista. Un mayor sentido práctico de estas publicaciones es que se dedicaban de cierta forma a educar a las masas. Un aspecto que introdujeron las revistas ilustradas de esas décadas, y que cada vez tiene mayor complejidad, es el de la marca de interrelación entre lo público y lo privado. La información presente daba los asuntos públicos como tales en su generalidad y exterioridad. La comunicación quiere hacerlos compartir personalmente a todos: abordar los problemas generales mediante los concretos con los cuales todos los ciudadanos pueden identificarse, dramatiza y apela los sentimientos. Pretende hacer vivir en directo el acontecimiento, como si el espectador fuera un actor. De este modo se disuelve las fronteras entre lo público y lo privado.179 La plasticidad de la representación visual, cinematográfica, gráfica (entiéndase con esto propaganda o publicidad) de diversos fenómenos sociales en distintos medios, es un hecho que permite ser estudiado desde el punto de vista sociológico, pero aquí le daremos cabida desde su importancia como medio de representación de una perspectiva artística a partir de su función documental, y viceversa. La publicidad, con discreción y flexibilidad, moderar la vida cotidiana de los contemporáneos. Los costos de las modas se uniformiza mientras que todo mundo cree cada vez más ser sí mismos. La ilusión de un de independencia aumenta el conformismo. La paradoja de este conformismo

179

Prost, Antoine y gerard Vicent (coord.) Historia de la vida privada. De la Primera Guerra Mundial a nuestros días. Madrid. Taurus ediciones.1989 Monroy , Nasr. Rebeca “Gamas, facetas y recuadros del fotodocumentalismo en México”. México. Tierra adentro, 105, agosto –septiembre. 2000. p. 19 -24.

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emancipado no se limita los modos de vida y a los consumos, sino que también afecta los valores y las ideas. Todo el mundo cree que piensa por sí mismo y en realidad no sé más que repetir la opinión del último cronista. La fotografía desarrolló una gran actividad nacional e internacional; sugieren agencias fotográficas y se profesionalizó este trabajo, además de que se exigieron créditos y reconocimientos. En México, desde fines de los años 30, la fotografía está presente en la vida diaria por medio de la publicidad; en las agrupaciones de agencias fotográficas como la de Enrique Díaz, la de los hermanos Casasola, la de los hermanos Mayo, en esta actividad destaca la de fotógrafos y fotoperiodistas como Rafael carrillo, Manuel Madrigal, Rafael Sosa, Manuel Álvarez Bravo, Lola Álvarez y Nacho López. La fotografía también comenzó a entrar en espacios culturales y artísticos como galerías museos y finalmente, en los circuitos comerciales. En 1955 se llevó a cabo una exposición fotográfica en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y que fue mostrada parcialmente en México en el mismo año, en ésta se mostraba la importancia que había alcanzado el fotoperiodismo en México: se trató de “Palpitaciones de la vida nacional. México visto por los fotógrafos de prensa”, organizada por conducto de la revista Mañana, por Antonio Rodríguez colaborador de la publicación, y Enrique Díaz, quien presidía la asociación mexicana de fotógrafos de prensa. La nueva tendencia de la fotografía periodística como expresión artística y estética, dio paso a una nueva percepción de la fotografía de prensa se empezara a ver como un discurso visual con elementos y características estéticas, además de cubrir sobradamente su misión informativa, histórica y documental. Las revistas ilustradas, mediante la fotografía, creaban puntos de identificación, mostraban expectativas de vida y prototipos a seguir, desde la óptica de los famosos o celebridades y también convertían las noticias y los acontecimientos en lugares comunes,

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transformándolos en datos e imágenes del dominio público. En México mucho de las fotos en revistas, o incluso fotos autor, eran imágenes reiterativas de personajes conocidos (políticos, empresarios, cantantes, cómicos, artistas del cine, deportistas), de personajes comunes (burócratas, secretarias, telefonistas, linderos, pepenadores, vendedores ambulantes, boleros), de avenidas (Reforma, Juárez, 20 noviembre, niño perdido), de espacios habitacionales (los nuevos condominios, las vecindades, las casas residenciales), recreativos (Chapultepec, la Alameda, Garibaldi, cantinas, pulquerías,) y laborales (fábricas, laboratorios, industrias como Pemex), de escuelas (escuela normal de maestros, Ciudad

universitaria),

hospitales

(la

raza,

Centro

médico),

edificios

(torre

latinoamericana, edificio Monterrey, Hotel del Prado), monumentos, carreteras y lugares turísticos así como lugares de interés como tianguis o mercados y supermercados . En Estados Unidos y Europa, las condiciones favorables para las revistas ilustradas comenzaron a cambiar desde mediados de los años 50: desde la influencia de la televisión decayeron su demanda y patrocinio. En México, esta situación se prolongó hasta los 60, cuando aún continuaban ver en las revistas mencionadas y otras como todo, impacto, política, el espectador. De la década de los 60 a la fecha, las revistas o desaparecen, sino que reorientó su línea, cuentan con menos fotografías, dar más peso contenido posible se dicen en determinadas cuestiones. Así, hay revistas de medicina, de política, de turismo, por mujeres, para hombres, entre otras; en ellas el texto (con análisis o sin él) es lo relevante y las imágenes fotográficas en muchas ocasiones son mera ilustración. Sin embargo, esta situación, en algunos casos y paradójicamente, revela la fotografía de pautas muy marcadas y posibilita propuestos por medio de foto ensayos, de imágenes críticas o de mayor calidad y sentido plástico, en las cuales el peso recae directamente en el fotógrafo que las realice.

333

Si bien el fotoperiodismo transitado por diversas etapas, podemos considerar que fue en esas décadas no se comenzó probar esta clase de relaciones de comunicación, con la mediatización en las noticias, la masificación y fácil opinión, y que en esos años cuando inició la difusión masiva de fotografías y taxis que dieron un peso significativo en la vida cotidiana. El fotoperiodismo de esos años es variado: hay fotos aisladas que ilustran una nota que son significativas por sí mismas, independientemente del artículo el cual se escribe; reportajes gráficos del momento, que son tomados con la premura que exige dar a conocer la noticia; hay, además, historias visuales y fotoensayos donde la imagen tiene el peso mayor y en ellos se introduce la narración visual y una propuesta de autor que supera el carácter de mera ilustración. En estos casos hay un reconocimiento el trabajo del fotógrafo, y participa activamente en el reportaje. En esos trabajos, el fotógrafo tiene mayor control y cuidado de las tomas; se trata de fotos dirigidas y en ellas no interviene el factor sorpresa. El fotógrafo se encarga de distribuir los elementos, las poses de los personajes, de crear ambientes determinados, como es el caso se dice en Nacho López, entre las que destaca su otro ensayo de 1953 “cuando una mujer guapa parte plaza con Madero” (siempre, número uno), en el cual una modelo recorre algunas calles de la ciudad. Este es uno de los más conocidos del fotógrafo y en él captó una de las reacciones comunes de la vida cotidiana hasta ahora, cuando una mujer atractiva despertar acciones de aprobación y piropos por parte de los hombres. Este reportaje es una cuestión general del fotógrafo dirige la acción de la modelo. Podemos considerar que, entre los foto ensayos realizados en esa época, los de Nacho López resultan más propositivos porque sus fotos captan la espontaneidad de la gente y porque el difundirse de situaciones y los contextos sociales. Un ejemplo de ello son los foto ensayos “la Venus va de juerga” (figura 16), o el de la revista Siempre!, titulado “sólo

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los humildes van al infierno”, contextos del propio fotógrafo. Este es uno de los pocos reportajes que presentan un enfoque crítico de la situación en el poder; en este caso de no ser la situación de las delegaciones policíacas se solidarice con las víctimas. Otros reportajes en este sentido son los de los hermanos Mayo, por ejemplo el de los braceros, realizado en 1945, y sobre la represión del 1 mayo de 1052. “Sólo los humildes van al infierno” es en particular los de los otros años donde Nacho López captó de manera más directa la realidad de los marginados y nos ofrece una de las caras ocultas de la cotidianidad, sin caer en enfoques amarillistas, como generalmente sucedía consideraba tratar estos temas en las revistas. La historia de manera crítica, aprovechando la libertad reside por la revista Siempre! Lo que respecta el contenido y en la disposición del tiempo para la realización de la historia fotográfica (que le llevó un mes). Además de la calidad estética de algunas fotografías, su valor se incrementa si esto presenta la posibilidad tienen acceso los discursos de la cotidianidad. Es el caso de las fotos que captan la espontaneidad de grupos sociales en festividades, escuelas introducen un sentido lúdico y contestatario en el diario acontecer. “El discurso público es, para decirlo sin rodeos, el autorretrato de las élites dominantes donde aparecen como quieren verse a sí mismas.”180 Las revistas ilustradas presentaban indiscriminadamente reportaje de política, economía, arte, deportes de temas cotidianos, como el transito la Ciudad de México. Muchas veces, las imágenes grises más por lo que ocultan, ya que pretende mostrar una ciudad en desarrollo ignoran otros aspectos como la problemática social, la marginación, el desorden, la falta de higiene, es diferente de clase, etcétera. La propia fisonomía de la ciudad y los espacios arquitectónicos determinan otros modos de circular y de asimilar el

180

Scott, James C. Los dominados del arte de la resistencia, México. Editorial Era. 2000, pp. 42 -43.

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entorno. La concentración en un barrio de las actividades diarias se dispersa: los pequeños comercios conviven con grandes supermercados, las calles con amplias avenidas, los parques con plazas comerciales. El espacio que considera los límites humanos en engorda; ya difícil llegar a pie a ciertos lugares y se requiere que el tipo de desplazamientos para ir al trabajo peligroso para los sitios recreativos. Con el tiempo sucede algo similar, se mostrará una dinámica diferente en la cual el utilitarismo también ejerce efectos el interior de la cotidianidad, la pesadilla les impone sobre otro tipo de actividades. En las fotografías, la imagen de la ciudad con motivo de interés constante. El desplazamiento, la arquitectura, los habitantes y sus costumbres fueron tema de interés para la fotografía en México contrastaban principalmente los personajes urbanos con los campesinos que estaban incorporando en la ciudad que iba incrementando la extensión territorial y su número de pobladores. Los hermanos Mayo se caracterizaron por fotoreportaje de todo tipo y de cubrir con su trabajo fotográfico múltiples acontecimientos de la historia nacional. Su trabajo puede considerarse como parte constitutiva de la memoria histórica de muchos de otros contribuyen sin duda enriquecer el imaginario mexicano. “Muchas veces la noticia se condensa en una buena foto. La fotografía periodística no es por lo mucho el complemento de la noticia. La fotografía de prensa sin duda alguna la quedaba de vida de la noticia, en parte imprescindible del periodismo moderno… el fotógrafo del diario no tiene que esperar a que ocurra nada espectacular… en iniciativa del fotógrafo cuenta mucho para buscar y crear la información acerca de los problemas que derivan de la sociedad en el que vive… el fotógrafo debe tener gran sensibilidad y calidad humana, para que al ver las cosas a través de su cámara obtenga por los que sean denuncias y protestas de la historia que diariamente se construye en buscar la oportunidad, la actitud,

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el motivo de actualidad por el que se retrata. Hacemos testimonio, no recreación… hoy lo que me necesite reportero gráfico es la idea, no la mecánica”.181

Fotografía y nota roja Lo singular en el estudio de la nota roja y el discurso que acompaña, es el lenguaje mancomunado que se da entre texto y foto. Una suerte de impúdica representación de la violencia que la hace más realista que el propio texto escrito. Es decir, que mientras el texto de la nota roja ficcionaliza la realidad, la foto la reafirma porque ésta es un noema Commented [JC8]: Joaquino dixit

contundente de que eso que vemos sucedió. Para poder complementar la descripción de una noticia truculenta, es menester hacer uso de material gráfico. Para las nuevas generaciones de reporteros, quienes muchas veces prescinden de la corroboración del hecho noticioso in situ para redactar desde la comodidad de la sala de redacción, sin material gráfico para describir la escena narrada, es material de primera mano. El ingrediente gráfico pronto se convierte en la distinción de la nota roja, cabe señalar que las notas periodísticas en general disponían de cierta manera, un porcentaje, más o menos el 30% de la primera plana, era propiedad de la foto que acompañaba una noticia igual de escandalosa. Para ejemplificar lo anterior, tomemos una nota que ya abordamos en páginas anteriores, en donde el material gráfico “desmiente” lo dicho por quien firma la nota que a la letra dice: “El hombre intentó reparar el montacargas, pero al hacerlo, la plataforma cayó sobre su cabeza. El peso atrapó al hombre hasta matarlo. Aunque los compañeros del trabajador quisieron mover el montacargas para liberar a Édgar Alvarado, la maquina inmóvil se los impidió”. Claramente se nota en la fotografía que la cabeza del hombre no

Souza, Julio. Foto hermanos Mayo. Valencia. Institut Valencià d’Art Modern. Centre Julio Gonzalez, Gereralitat Valenciana. 1991-1992. 181

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fue aplastada por la plataforma, sino desprendida a partir del cuello. La fotografía da vida o mata, en el caso de la nota roja resulta tan metafórico como literal, lo enunciado por el reportero.

Podemos concluir que la capacidad para captar la vida cotidiana y establecer una comunicación mediante las imágenes fotográficas se expresó de los años 40 los 60 en múltiples formas en imágenes aisladas de fotógrafos reconocidos, en fotoensayos, en

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reportajes de revistas ilustradas. Algunos de ellos no resultan interesantes porque representan un momento específico que los determinó, otros logran no sólo ejemplificar su momento histórico, sino que trascienden estas determinaciones y marca pautas que se continuarán en décadas posteriores.

FIGURA 16

Recreación de un crimen en la prensa (1942) Para mantener el interés y saciar la curiosidad del público lector de nota roja, se buscó el mejor ángulo para que el ojo del periodista fuera el ojo del espectador. Así, del periodismo de la nota roja surge una nueva estirpe: los fotorreporteros, un poco periodistas y otro poco investigadores a la caza del suceso criminal. Entre los más destacados figuran

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Enrique Metinide182 y Nacho López183 , cuya fotografía expone el hecho violento tomando en cuenta estética, realismo e impacto visual. A partir de esta etapa, fotografía y relato periodístico se vuelven una mancuerna de la nota roja. El texto, como hemos visto hasta aquí, tiene un sustrato de realidad, pero cargado de elementos narrativos; la fotografía se convierte en un complemento, a veces netamente gráfico del hecho, pero otras veces sugerente: Por medio del studium me intereso por muchas fotografías, es como culturalmente participo de los rostros, los aspectos, los gestos, de las acciones (…) El punctum de una foto es ese azar que en ella me despunta (pero que también me lastima, me punza) (Barthes, 1981: 26). La fotografía ha dejado de ser una actividad de importancia meramente comunicativa para convertirse en un ardid de popularidad. Pronto una fotografía se viraliza en redes sociales dependiendo de la carga emotiva o repulsiva que exprese. El quid se ha dejado de lado para dar paso a la trasmisión de información sin sentido o morbo desenfrenado que las actuales formas de comunicación demandan. Tenemos entonces una dualidad de origen de una toma: la que es para otros y la que es para sí. Entendamos un poco su función primaria y la trastocada por la accesibilidad actual a una cámara fotográfica. El material gráfico se deslinda del ejercicio periodístico cuando se retratan diferentes versiones de un hecho noticioso. En una fotografía que acompañaba una noticia, el espacio era retratrado por un ojo entrenado, el del fotorreportero, y era el encargado de resumir visualmente el

182

Jaralambos Enrique Metinides Tsironides, (Ciudad de México, 1934). Trabajó para los diarios mexicanos La Prensa y Crimen. Sus instantáneas retratan con brutal realismo a víctimas de accidentes, ahogados o suicidas. Las víctimas de accidentes de tráfico, los electrocutados, los ahogados y los suicidas son los protagonistas de sus impactantes imágenes. Para fotografiar estos desastres poco después de que han ocurrido, Metinides se entrenó en primeros auxilios y se ha embarcado en ambulancias y patrullas policiales rumbo a su destino, el fatídico destino de sujetos a los que nunca les pidió posar. 183 Ignacio López Bocanegra, conocido como Nacho López (Tampico, Tamaulipas 1923 - Ciudad de México, 1986) fue un fotógrafo y cineasta mexicano. Creó estilo a partir de captar la cotidianeidad mediante el fotoperiodismo y la práctica de ensayos fotográficos, así como de documentales.

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miedo y horror de una escena violenta. Actualmente, todos, o casi todos los que son testigos de un accidente, por ejemplo, tiene una versión gráfica del mismo, un retrato de la víctima, del espacio, de detalle. La competencia por la mejor toma resulta natural. Se deja de lado entonces la técnica de composición, el manejo de luz para dar lugar a la imagen con óptima resolución de megapíxeles y, sobre todo, la rapidez con la que puede ser compartida vía internet. Una imagen en un medio por el cual el periódico ilustra la nota roja del día, no solo es una ventana a la nota periodística, no es la promesa de sangre en cada página de una publicación, es la forma de enganchar al lector. Ténganse en cuenta que, en México, en un país donde la mayoría de su población no sabe leer, queda atrapada por una imagen grotesca, no necesita leer cada línea para saber que la cabeza colgando de la puerta de un taxi es de una mujer que fue abatida a tiros para ser robada. En este punto apenas es discernible la disociación de una imagen sin trascendencia con respecto de una con claro enfoque informativo. Comprendemos que, en la fotografía de la nota roja, la técnica vincula intrínsecamente la forma en que el mensaje llega hasta el receptor. Como material gráfico que forma parte de la composición del texto periodístico, es pertinente su análisis a partir de la función que lleva a cabo. Entandamos entonces que para que una fotografía pueda ser considerada importante para ilustrar una noticia debe tener características tales como:  Actualidad: debe representar una parte de la realidad presente, su importancia radica en sobreponerse a la cantidad de imágenes que se ofertaran por os medios de comunicación masiva, de acontecimiento noticioso.

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 Objetividad: la situación representada en la fotografía es una imagen confiable y cuidadosa que representa, es coherente con los eventos, con el contenido y el tono del texto que acompaña.  Narrativa: la imagen puede sostener por sí misma la información del hecho noticioso que intenta hacer llegar al espectador. Contiene información importante del contexto espacial de la noticia. Debe ser suficientemente clara para ser comprendida por el público al que llega.  Estética: la imagen debe conservar la composición estética y el manejo de luz óptimo para resaltar el detalle importante de la noticia. La fotografía periodística no deja de ser fotografía, con las cualidades que esta tiene como material gráfico.184 Cabe destacar que, aunque el material que acompaña la nota roja es meramente adicional, es requerido para lograr un impacto mayor al lector. Si en principio el uso de la imagen era meramente funcional, en las publicaciones de principios del siglo XX, pues servía para reforzar la noticia que de por sí ya era importante, esta función se vio relegada para dar paso a la función estética, en su categoría de lo grotesco y de lo trágico en la nota roja. Fue malinterpretada y viciada para ser de la muerte un espectáculo infame llevado con avidez a los diarios. Es entonces que la función comunicativa se degrada, se disuelve en la sangre que exhibe. Con el surgimiento de la fotografía como medio de expresión artística, más allá de la comunicativa, se crea también el fotoperiodismo el que por la riqueza y vastedad de rasgos discernibles de fotoperiodismo, se ha clasificado en seis categorías:185

184

Ídem. Castellanos, Ulises. Retos y soluciones. Universidad Iberoamericana. México. 2003. Citado por Gustavo Navarrete Barrios. Tesis de licenciatura “Nota roja: una mirada a las entrañas de Querétaro”. Universidad de Querétaro. 2011. pág. 35. 185

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El primero de ellos es la fotonoticia, la cual incluye la fotografía política y de movimientos sociales, siendo el género base que se ofrece en los rotativos y de revistas para documentar como información visual. Este tipo de imágenes son estrictamente informativas y no permiten interpretaciones. El segundo género es la fotografía de entrevista, la cual trasciende por mostrar el medio en el que se desenvuelve en sujeto entrevistado, da claridad acerca de quien se está hablando, sobre el trabajo o a lo que se dedica. Dicho género, además de proveer información, permite expresar el punto de vista del fotógrafo en relación a la persona a la que se está retratando El tercer género es el de la fotografía deportiva, el cual requiere de mayor especialización y conocimiento de las reglas del deporte para poder anticipar un movimiento y captarlo. Dicho género obliga al fotoperiodista a trabajar a una gran velocidad y apela a la capacidad de síntesis del mismo. El cuarto género es la fotografía de “nota roja”, es aquel que suele provocar morbo y es utilizada como gancho por algunas publicaciones para la venta de ejemplares. Este género depende de las habilidades y capacidades de fotógrafo para expresar el hecho y no la situación que lo provocó y tiene su propia estética. El quinto es el fotorreportaje, considerado como el de mayor importancia, esto, ya que requiere abordar una historia de interés general contada en varias imágenes complementarias. Dicho género también permite que, además de informar, el fotógrafo imprima su punto de vista. El último género es la fotografía documental, en el cual el reportero gráfico debe seleccionar un tema de interés para contarlo en imágenes a través de historias de vida.

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A partir de la definición de la Real Academia Española, se pueden clasificar los tipos de fotografías: fotografía ilustrativa, la que únicamente acompaña al texto, sin aportar información; y la fotografía informática, la que adiciona información del texto que acompaña, la imagen por sí misma es un soporte informativo.186 Aunque el origen del fotoperiodismo nacional puede remontarse a la nota roja, no le pertenece del todo pues las áreas a las cuales se dedica actualmente abarca desde el periodismo deportivo, social, de espectáculos. El incipiente fotoperiodismo mexicano alcanzó su madurez e importancia en 1935.

FIGURA 17

Lo horrendo, no está en el hecho, sino en quien lo contempla Fotografía Enrique Metinides, 1959

186

Ídem.

344

Los voyeurs de la nota roja. Fotografía Enrique Metinides. 1947

Lo bello y lo siniestro en la fotografía de Enrique Metinides 1949187

FIGURA 18

187

La fotografía lleva siempre su referente consigo, estando marcados ambos por la misma inmovilidad amorosa fúnebre: están pegados el uno al otro, miembro a miembro, como el condenado encadenado a un cadáver en ciertos suplicios; o también como esas parejas de peces (los tiburones, creo) que navegan juntos, como unidos por un coito eterno. (Barthes, 1982: 78)

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La Venus se va de juerga. Secuencia fotográfica de Nacho López, 1957

La imagen se convierte entonces en tanto o más importante que la información que acompaña, además de gancho para la venta de ejemplares, la fotografía por lo que implica tomarla, es un riesgo que solo los avezados fotorreporteros, quienes han hecho de la captura del dolor ajeno una forma de vida, se arriesgan llevar a cabo. La cabeza ensangrentada detrás del volante de un coche, la lengua forzada a salir más allá de la cuenta por una media de mujer alrededor del cuello… estremecen al mexicano urbanizado que se allega los periódicos de cada día. La fotografía criminal se vuelve un documento prioritario para la policía, al grado de contratar actores o pedirle a la secretaria en turno que teatralice cuando la están ahorcando, para dejar constancia de cómo debió morir la víctima. Esta teatralidad es parte de la génesis del crimen. Así como en la palabra escrita de la nota roja, en la imagen tampoco hay hecho puro, concreto. No hay verdad.

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9. ANÁLISIS DE LA NOTA ROJA DE LOS AÑOS 40 De una revisión de decenas de periódicos en la hemeroteca de la Universidad Nacional Autónoma de México que abarca años 40 y 50, seleccionamos las siguientes cuatro notas rojas de la época que nos ocupa. Hemos dejado de lado muchísimo material, pues los márgenes del presente trabajo no nos permiten extendernos en un mayor análisis. Primeramente, exponemos la nota y después un breve cuadro en el que destacamos los elementos que hemos venido sosteniendo como configuradores de la narrativa negro criminal en el periodismo mexicano.

LA PRENSA México DF. Sábado 22 de marzo de 1942. Pag. 13 y 20. LOS HECHIZOS Y LOS EMBRUJOS SON CAUSA DE GRAVES DESAVENENCIAS. (CASO DE ADULTERIO MUY ESCANDALOSO) Uno de esos casos asquerosos de adulterio, en los que no hay por parte de ninguno de los protagonistas el menor asomo de discreción, sino que en ellos juega principal papel la baja pasión, el solo instinto bestial sin embozo alguno, acaba de ser denunciado a las autoridades, encontrándose los protagonistas a buen recaudo en la Penitenciaría del Distrito. Fue el policía número 398 quien condujo a la Novena Delegación a los culpables del delito, María Treviño González de Pulido y Cleofas Hernández Venegas, acusados por Rosendo Pulido González, quien al sorprender in fraganti a los adúlteros, pidió la intervención de la policía para enviarlos a la Cárcel. Tanto el uno como el otro, son soldados, habiendo referido Rosendo que desde el año de 1940 contrajo matrimonio legal como María, en el Estado de Coahuila, pensando que la muchacha dada su condición de campesina, trabajadora, fuerte, haría buena pareja en su azarosa vida militar. Transcurrió el tiempo sin contrariedades graves; pero últimamente él sorprendió una carta que su mujer dirigía a Cleofas, y en la cual lo citaba a cierto hotelucho, por lo que tuvo la seguridad de que se trataba de un caso de adulterio. Sin embargo, permaneció sereno, permitió que la carta fuera enviada a su destino, y el día señalado para la cita se dirigió al hotel, sorprendiendo a María y a Cleofas en pleno idilio, por lo que se hizo acompañar por el policía 398 y condujo a los dos culpables a presencia de las autoridades. Tanto Cleofas como María confesaron el delito, pretextando ella que todo obedecía a los malos tratamientos que recibía por parte de Rosendo, y aduciendo él que su pasión era incontenible, y que no le importaba la condición de mujer casada que tiene María, cuyos dieciocho años le sorbieron el seso. Desde luego se inicio el proceso correspondiente, asegurándose que el castigo para los adúlteros será ejemplar. TITULAR LOS HECHIZOS Y LOS EMBRUJOS SON CAUSA

CUERPO DE LA NOTA

OBSERVACIONES En este caso, hechizos y embrujos no se utiliza para

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DE GRAVES DESAVENENCIAS. (CASO DE ADULTERIO MUY ESCANDALOSO)

hablar del mundo de la brujería, sino que atañen al poder de la seducción. Todavía en la década de los cuarenta, la literatura romántica que, a su vez tiene muy presente obras como Fausto, Calixto y Melibea, influyen en la concepción amorosa. El hombre es objeto que pierde la razón, pues los encantos de la mujer ejercen su “magia” a la que nada se le puede resistir. Esta visión encuentra sus orígenes más primarios en Adán y Eva. Juega principal papel la baja pasión, el solo instinto bestial

Lo citaba en cierto hotelucho (Rosendo) contrajo matrimonio legal como María (…) pensando que la muchacha dada su condición de campesina, trabajadora, fuerte, haría buena pareja en su azarosa vida militar.

Sin embargo, permaneció sereno, permitió que la carta fuera enviada a su destino, Tanto Cleofas como María confesaron el delito, pretextando ella que todo obedecía a los malos tratamientos que recibía por parte de Rosendo, y aduciendo él que su pasión era incontenible.

Las conductas del individuo tienen origen en sí mismo, en instintos incontrolables donde ningún factor social influye. Al instinto se juzga como peligroso en el calificativo “bestial” y a la pasión como repugnante, indeseable en el adjetivo “baja.” Las bajas pasiones sólo pueden suceder en lugares de baja estofa. La “víctima” trató con respeto a su “victimaria” al casarse con ella de forma legal. Los atributos de la mujer de bien, trabajadora y fuerte, le hicieron suponer que sería una mujer honesta. Si bien el medio ambiente no suele ser factor de delincuencia, si suele serlo cuando se estigmatiza el origen “venir de la calle” “ser hijo de borrachos” y, en caso contrario, para hablar de lo que se espera positivamente del individuo. “Ser de familia bien” “Tener un buen apellido.” En este caso: dada su condición de campesina, trabajadora, fuerte, haría buena pareja en su azarosa vida militar (con Rosendo.) Se resaltan las características del hombre de bien, su capacidad para mantener el talante y actuar por los causes de la legalidad. Cuando el supuesto delincuente expone los móviles de su delito, suelen ser las conductas de talante emocional de terceros. Además de subrayar y respaldar así la voz narrativa de la nota: su pasión (baja) era incontenible. 349

Fue el policía número 398 quien condujo a la Novena Delegación a los culpables del delito.

Desde luego se inicio el proceso correspondiente, asegurándose que el castigo para los adúlteros será ejemplar.

El solo instinto bestial sin embozo alguno.

La figura de autoridad adquiere rango, no es un policía cualquiera, es el 398 y tiene el poder de ejercer de detener la conducta delictuosa en coordinación con el buen ciudadano. La justicia desde luego (que no quepa lugar a dudas) castigó éste delito y queda dicho en la nota como advertencia de lo que podría sucederle a otros adúlteros. Estos son ejemplos del carácter retórico de la nota. Ejemplo de tono literario.

LA PRENSA México DF. Sábado 17 de abril, 1943. Pag. 12. DRAMÁTICO SUICIDIO DE UN MEXICANO JAPONÉS Perdió el trabajo a causa de su cara y no pudo obtener pan para sus hijos. Una víctima de la guerra y de las circunstancias es el saltillense Luis Hoyashi Hirata, de treinta años de edad, quien prefirió suicidarse, pues su fisonomía es exactamente la de un japonés y ello lo ha puesto al borde de la miseria. La historia de este individuo es la siguiente: Nació en Saltillo Coahuila, siendo su padre de origen japonés. A los ocho años su progenitor lo llevó con su madrina, que vivía en Tacubaya, y con ella lo dejó para siempre. Al cabo del tiempo, Luis trabajó de bolero, de barrendero, voceador de periódicos y finalmente de panadero, pero las malas amistades lo indujeron al robo y así conoció el Tribunal para Menores y la Penitenciaria. En 1933 entró a trabajar como oficial de panadería en la antigua Escuela Industrial de Santiago, dependiente de la Secretaria de la Asistencia Pública; aunque su sueldo era corto, con él iba manteniendo a su amasia, de nombre Margarita y a sus hijos Vicente y Elena. Sin embargo, en cuanto el Japón inicio la guerra con los países aliados, todos los alumnos del plantel comenzaron a mirarlo mal, y finalmente fue despedido, pues, como ya se dijo, su fisonomía es la de un oriental. Después se dedicó a buscar trabajo, pero todo resultó inútil, y como ayer vio que sus criaturas le pedían pan y no pudo obtenerlo, no tuvo más remedio que apelar al suicidio. En grave estado fue enviado al Hospital Juárez. TITULAR CUERPO DE LA NOTA DRAMÁTICO SUICIDIO DE UN MEXICANOJAPONÉS

OBSERVACIONES Dramático y suicidio como gancho de la noticia. Anuncia que estamos a punto de leer algo trágico que desencadenó en la muerte. Dos razas combinadas en un sujeto. ¿Tendrá esto relación con el suicidio, con lo dramático? Recordemos que en el año de la nota, la segunda guerra mundial está 350

Prefirió suicidarse, pues su fisonomía es exactamente la de un japonés y ello lo ha puesto al borde de la miseria. Sin embargo, en cuanto el Japón inicio la guerra con los países aliados (…) fue despedido, pues, como ya se dijo, su fisonomía es la de un oriental.

A los ocho años su progenitor lo llevó con su madrina, que vivía en Tacubaya, y con ella lo dejó para siempre. Luis trabajó de bolero, de barrendero, voceador de periódicos. Sus criaturas le pedían pan y no pudo obtenerlo. pero las malas amistades lo indujeron al robo y así conoció el Tribunal para Menores y la Penitenciaria

en pleno y que Japón formaba parte del eje fascista junto con Alemania e Italia. El individuo títere de sus limitantes, pone fin a su vida por un hecho concreto: tiene cara de japonés y esto le trae problemas. La exclusión a causa de pertenecer a “los malos” de la guerra. Lo sospechoso de esto es que México no participaba de la guerra y que no había un notable antifascismo en México. La pregunta inevitable sería: ¿fue realmente esta la causa del suicidio? ¿Jugarían más bien, agresiones raciales? ¿Qué otras causas llevaron a ese desenlace? Tono que apunta al relato más que al hecho periodístico.

Peripecias, adversidad, en tono literario, van convirtiendo al sujeto más en un personaje que en individuo real.

Sin embargo, en cuanto el Japón inicio la guerra con los países aliados, todos los alumnos del plantel comenzaron a mirarlo mal, y finalmente fue despedido, pues, como ya se dijo, su fisonomía es la de un oriental. Después se dedicó a buscar trabajo, pero todo resultó inútil, y como ayer vio que sus criaturas le pedían pan y no pudo obtenerlo, Luis Hoyashi Hirata (…)su Los tintes de humor negro en fisonomía es exactamente la de un la nota surgen de frases japonés absurdas y de la exageración del drama. Su fisonomía es exactamente la de un japonés. ¿Podría ser de otra manera?

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Su progenitor lo llevó con su madrina (…) y con ella lo dejó para siempre. Aunque su sueldo era corto, con él iba manteniendo a su amasia.

¿Así sigue entonces?

viviendo

Víctima del repetido infortunio, pero no estaba casado legalmente. No tuvo más remedio que apelar al Ni siquiera logró quitarse la suicidio. En grave estado fue vida. enviado al Hospital Juárez.

LA PRENSA México DF. Jueves 15 de junio de 1944. Pag. 12. 14. “MARÍA” APUNTO DE SER LINCHADO La extraña y larga melena, los jacarandosos andares y el desaforado pintarrajeo del rostro que ayer por la mañana lucía —por cierto muy quitado de la pena—, un tipo afeminado que transitaba por las calles de San Idelfonso, fueron su perdición. Aquella silueta ridícula y repulsiva que quería abrirse paso entre los transeúntes con su porte afeminado, bien pronto llamó la atención de los grupos estudiantiles que por esa calle pululan, a las puertas de la Escuela nacional Preparatoria, y la siempre natural alegría y jocundia estudiantil se inquietó, al grado de armar un escandalito, con sus saetas hirientes y su vocinglerío enderezado al tipo absurdo, a quien trataron de sujetar para someterlo de inmediato a la consiguiente “rapada”. Y así fue entonces cuando “María”, que así dijo después llamarse este equivocado, que en realidad tiene por nombre el de Ramón Infante Flores, puso el grito en el cielo y echo a correr como gamo, perseguido muy de cerca por la alegre turba estudiantil, hasta que encontró refugio en un estanquillo denominado “San Idelfonso”, sito en la calle de ese nombre numero 55, que es propiedad de la señora María de la Luz Valdez de Romero, a quien los perseguidores de “María” conminaron de inmediato a que se les entregara la codiciada presa. El escándalo arreció. Y cuando las primeras piedras cayeron sobre los cristales que cubren los aparadores del tendejón, la señora Valdés de Romero pidió auxilio en forma angustiada al Jefe de la Policía del Distrito, general Miguel Z. Martínez, quien desde luego ordenó que salieran dos bombas con 19 hombres al mando del teniente coronel Saavedra, y del comandante Luis Rodríguez, para dar auxilio a la señora Romero y también para rescatar a Infante Flores, quien más muerto que vivo, por el susto fue “arropado” por los bomberos y conducido a la presencia del general Z. Martínez. La catadura del tipo de marras provocó gran hilaridad, pues sus femeninos modales y sus contorsiones afectadas, causan sensación de asco y risa. Fue enviado a los separos de la sexta Delegación a disposición del Agente del Ministerio Público en turno. Pie de foto. Este afeminado que lo mismo dice llamarse “María” o Ramón Infante Flores (¡ay!), fue perseguido en el barrio del Carmen por un grupo de bullangueros estudiantes que querían raparlo. Al fin se escapó, y luego lo protegió la policía. TITULAR CUERPO DE LA NOTA “MARÍA” A PUNTO DE SER LINCHADO

OBSERVACIONES “MARÍA”, expresión coloquial para referirse a homosexual. En México es frecuente, en el habla popular, usar las 352

primeras sílabas de una palabra para expresar el doble lenguaje. María: maricón. Marisco: maricón. Mariachi: maricón. Puñal: puto. Penitente: pendejo. La jerga, en esta nota, cumple la función de familiarizarse con el lector, de hacerle ver que lo que está escrito será dicho entre gente que “hablamos y pensamos de la misma forma,” la verdad cruda de lo que sabemos “está mal” porque “lo está”, porque ser “marica” es una aberración. La extraña y larga melena, los Descripciones literarias que vuelven jacarandosos andares y el chusco, risible al “personaje.” desaforado pintarrajeo del rostro que ayer por la mañana lucía (…) un tipo afeminado. Puso el grito en el cielo y echo Su conducta ridícula que busca a correr como gamo. provocar la sonrisa en el lector y quien más muerto que vivo, atenuar la agresión de la que fue por el susto objeto. Este afeminado que lo mismo El narrador (¡ay!) no se mantiene al dice llamarse “María” o margen de la nota, sino que manifiesta Ramón Infante Flores (¡ay!) su propio sentimiento de burla y Sus contorsiones afectadas, repulsión. causan sensación de asco y risa. Silueta ridícula y repulsiva. El individuo causa risa, pero asco y rechazo. Estudiantiles que por esa calle Los muchachos que descubren al pululan, a las puertas de la sujeto, no son agresores, son Escuela nacional estudiantes que reaccionan a lo que de Preparatoria, y la siempre suyo es risible y repulsivo. Son la natural alegría y jocundia “alegre turba”, que lo persigue para estudiantil. darle un escarmiento que en la La alegre turba estudiantil. “rapada” (cortarle el pelo) resume que no será linchado ni agredido más de la cuenta. Sin embargo, más adelante se menciona la intervención de la policía, lo cual hace notar que la violencia existió. Trataron de sujetar para Los estudiantes sólo se estaban someterlo de inmediato a la divirtiendo. consiguiente “rapada”. los perseguidores de “María” ¿De qué manera “conminaron”? Aquí conminaron (a quien lo la palabra conminar es un eufemismo. protegió) de inmediato a que se les entregara la codiciada presa Saetas hirientes y su Expresiones retóricas, intención de un vocinglerío enderezado. lenguaje refinado.

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La catadura del tipo de marras. LA PRENSA México DF. Sábado 12 de mayo 1945. pág. 12 y 20. HERMOSA JOVEN HERIDA POR UN CHACAL SUJETO Víctima de la venganza corsa de un admirador de su belleza, la joven Marcelina Rodríguez Gómez, de veintidós años y casada, a quien sus prendas personales le han acarreado ya algunos disgustos, pues menudean sus admiradores, se encuentra encamada en una de las salas del Hospital Juárez como consecuencia de las lesiones que le causó un despechado tenorio que venía haciéndole el amor y a quien ella rechazó siempre. La señora Rodríguez Gómez vive en la Avenida 4 número 149, de San pedro de los Pinos. Ayer, a las 18.30 descendió de un tranvía de la línea “Villa de Obregón”, para dirigirse a su domicilio sin pensar en que su adorador, Sebastián Razo, la acechaba para insistir, como de costumbre, en sus amorosas pretensiones. En efecto, el tal Sebastián, al llegar Marcelina al parque de Miraflores, le salió al paso y la llenó de piropos, creyendo halagarla, sin que fueran suficientes las muestras de desprecio de parte de la Dulcinea para ahuyentarlo. Al fin, ya próxima a llegar a su domicilio la muchacha, a quien muy poca gracia le hicieron siempre los requiebros de Sebastián, fue conminada en forma violenta por éste para que lo aceptara en relaciones formales, pero esa actitud no hizo sin producir el natural asco en la chica, quien con cajas destempladas mandó al demonio a su galancete. Este, desesperado ante la tenaz resistencia de Marcelina y sin esperanza alguna de hacerla suya, concibió como forma de venganza el señalarla en su bello rostro, para lo cual echó mano de una navaja que llevaba escondida entre sus ropas y con ella le infirió atroz navajazo en el rostro que le dejará cicatriz perpetua y le deformará las gracias de su encantadora cara. El bestial sujeto emprendió la fuga tan luego como se dio perfecta cuenta de la responsabilidad contraída y hasta la fecha no ha sido posible echarle el guante. Algunos transeúntes que se dieron cuenta de lo ocurrido sin poder intervenir por temor a ser lesionados por el rufián, dieron aviso al Puesto Centra de Socorros de la Cruz Verde y a poco fue recogida la infortunada muchacha por una ambulancia que la condujo a ese lugar, de donde fue remitida al Hospital Juárez, después que se le prestaron los primeros auxilios.

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TITULAR CUERPO DE LA NOTA HERMOSA JOVEN HERIDA POR UN CHACAL SUJETO

Víctima de la venganza corsa de un admirador de su belleza, la joven. Un despechado tenorio. Como forma de venganza el señalarla en su bello rostro. Atroz navajazo en el rostro que le dejará cicatriz perpetua y le deformara las gracias de su encantadora cara.

Sus prendas personales le han acarreado ya algunos disgustos, pues menudean sus admiradores. La llenó de piropos, creyendo halagarla. Con cajas destempladas mandó al demonio a su galancete. Fue conminada en forma violenta por éste para que lo aceptara en relaciones formales. Sin que fueran suficientes las muestras de desprecio de parte de la Dulcinea para ahuyentarlo. A quien muy poca gracia le hicieron siempre los requiebros de Sebastián. Este, desesperado ante la tenaz resistencia de Marcelina y sin esperanza alguna de hacerla suya, concibió como forma de venganza el señalarla en su bello rostro.

OBSERVACIONES Los adjetivos calificativos contrastan a los personajes en tono melodramático, no periodístico. Hermosa joven, chacal sujeto. Asimismo, los sujetos de la nota son contrapuestos. Ella es joven (con los atributos que esto conlleva) y él es un sujeto (empleado despectivamente “un cualquiera”). Es notable la abundancia de expresiones retóricas. El hecho sangriento queda revestido de “poesía” que recuerda los raptos de desvarío amoroso e irracional de los personajes del siglo XVI. (Pero la mucha hermosura del rostro que había visto Rodolfo, que era el de Leocadia, que así quieren que se llamase la hija del hidalgo, comenzó de tal manera a imprimírsele en la memoria, que le llevó tras sí la voluntad y despertó en él un deseo de gozarla a pesar de todos los inconvenientes que sucederle pudiesen. “La Fuerza de la Sangre”. Miguel de Cervantes Saavedra.) La belleza como causa de perdición. En este sentido, se justifica al agresor.

Eufemismos que poetizan la violencia.

Atributos que ponen a la mujer en el plano novelesco de la literatura medieval. Mujer casta, inmaculada. Sólo por la fuerza, se la puede poseer o marcar para siempre.

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Se encuentra encamada en una de las salas del Hospital Juárez como consecuencia de las lesiones. La señora Rodríguez Gómez vive en la Avenida 4 número 149, de San Pedro de los Pinos. Ayer, a las 18.30 descendió de un tranvía de la línea “Villa de Obregón”, para dirigirse a su domicilio. Algunos transeúntes que se dieron cuenta de lo ocurrido sin poder intervenir por temor a ser lesionados (…) dieron aviso al Puesto Centra de Socorros de la Cruz Verde.

Apuntes verídicos de la nota que nos recuerdan que lo que estamos leyendo no es una invención, y que todo lo que sí lo es (lenguaje retórico, poético, interpretación del narrador) queda teñido de “veracidad.”

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9.1 ANALISIS DE NOTA ROJA ACTUAL

PÁSALA! México, D. F., martes 6 de octubre de 2015, pág. 1A y 4A. ELEVADOR AL CIELO. Trabajador de mantenimiento muere prensado en un ascensor de carga en la Lagunilla. GARGANTA TROZADA. Montacargas desprende la cabeza a trabajador en inmueble del Centro. Alan Rodríguez. A Édgar Alvarado Álzate un montacargas prácticamente le desprendió la cabeza, cuando se encontraba trabajando en el interior de una bodega de mercancías, ubicada en la calle República de Ecuador número 77, en la colonia Centro. A la una de la tarde, Édgar, de 38 años de edad, se encontraba peligrosamente cerca del área en la que el montacargas operaba, en la planta baja del inmueble. Al parecer en ese punto no había señalamientos que advirtieran sobre el peligro, y en un momento el hombre quedó atrapado entre la pared y la pluma de la máquina. Muerte lenta Nadie escuchó los gritos de desesperación de Alvarado Álzate, quien no pudo zafarse de su fatal destino y poco a poco fue muriendo. Cuando sus compañeros de trabajo lo fueron a buscar, ya estaba sin vida en aquella oscura bodega. Al lugar llegaron elementos del H. Cuerpo de Bomberos que ayudaron a liberar el cadáver, para luego entregarlo a los elementos del Servicio Médico Forense, que lo trasladaron a la agencia del MP, de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc 4.

TITULAR ELEVADOR AL CIELO.

CUERPO DE NOTA Trabajador de mantenimiento muere prensado en un ascensor de carga en la Lagunilla.

GARGANTA TROZADA.

Montacargas desprende la cabeza a trabajador en inmueble del Centro.

Alan Rodríguez.

A Édgar Alvarado Álzate un montacargas prácticamente le desprendió la cabeza, cuando se encontraba trabajando en el interior de

OBSERVACIONES En contraste con las notas de primera mitad del siglo XX, encontramos con un cintillo que contesta al menos tres de las cinco W del periodismo moderno (who?, how?, when?, where?, why?) ¿quién? “Un trabajador de mantenimiento”; ¿qué? “Muere prensado en un ascensor de carga”; ¿dónde? En la Lagunilla. En las páginas siguientes (4A) de la nota de primera plana, se brinda más información del suceso, siguiendo el esquema de pirámide invertida al añadir información, siguiendo así la estructura que el nuevo periodismo le da a la nota periodística. Encontramos también la firma de quien redacta la nota, elemento que las notas de mitad del siglo XX omiten. Con estos párrafos quedarían cerrada la nota pues la información complementa los datos que se dieron al abrir la nota. Ahora se sabe el nombre de la víctima 357

una bodega de mercancías, ubicada en la calle República de Ecuador número 77, en la colonia Centro. A la una de la tarde, Édgar, de 38 años de edad, se encontraba peligrosamente cerca del área en la que el montacargas operaba, en la planta baja del inmueble. Al parecer en ese punto no había señalamientos que advirtieran sobre el peligro, y en un momento el hombre quedó atrapado entre la pared y la pluma de la máquina. Muerte lenta Nadie escuchó los gritos de desesperación de Alvarado Álzate, quien no pudo zafarse de su fatal destino y poco a poco fue muriendo. Cuando sus compañeros de trabajo lo fueron a buscar, ya estaba sin vida en aquella oscura bodega. Al lugar llegaron elementos del H. Cuerpo de Bomberos que ayudaron a liberar el cadáver, para luego entregarlo a los elementos del Servicio Médico Forense, que lo trasladaron a la agencia del MP, de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc 4.

(Édgar Alvarado Álzate), el cómo murió (un montacargas prácticamente le desprendió la cabeza).

La nota termina con información periférica que remata la nota puede ser prescindible. La opinión del reportero es omitida.

EL GRÁFICO México, D. F., martes 6 de octubre de 2015, pág 64 y 4. PIERDE LA CABEZA. Montacarga aplasta a trabajador que intentó repararlo en un almacén en el Centro. MUERE PRENSADO POR PLATAFORMA. Un trabajador intentó componer un montacargas, pero la máquina le cayó encima. Yara Silva Un desperfecto mató a Édgar Alvarado Álzate. Él era trabajador de una bodega y al intentar componer un montacargas fue prensado por la máquina. Tenía 38 años y unos meses como empleado de un almacén ubicado en la colonia Centro, delegación Cuauhtémoc. Ayer a la 1:00 de la tarde, él, intentaba apilar mercancía dentro del cuarto piso de una bodega, ubicada en el número 77 de la calle República de Ecuador. Así lo hacía cuando un defecto de la maquinaria detuvo el motor. El hombre intentó reparar el montacargas, pero al hacerlo, la plataforma cayó sobre su cabeza. El peso atrapó al hombre hasta matarlo. Aunque los compañeros del trabajador quisieron mover el montacargas para liberar a Édgar Alvarado, la maquina inmóvil se los impidió. Piden ayuda. Ellos pidieron ayuda para retirar la placa metálica. Pero ni el auxilio de los bomberos y policías fue suficiente para salvar al trabajador. Tras unos minutos, los agentes del Ministerio Público (MP) indicaron que ya había muerto. Para liberar el cadáver fue necesario que los bomberos utilizaran sus herramientas para destruir la plataforma. Después de cinco horas, el cuerpo fue liberado y trasladado al anfiteatro de la fiscalía Desconcentrada en Cuauhtémoc.

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TITULAR PIERDE LA CABEZA.

CUERPO DE NOTA Montacarga aplasta a trabajador que intentó repararlo en un almacén en el Centro.

MUERE PRENSADO POR PLATAFORMA.

Un trabajador intentó componer un montacargas, pero la máquina le cayó encima. Un desperfecto mató a Édgar Alvarado Álzate. Él era trabajador de una bodega y al intentar componer un montacargas fue prensado por la máquina. Tenía 38 años y unos meses como empleado de un almacén ubicado en la colonia Centro, delegación Cuauhtémoc. Ayer a la 1:00 de la tarde, é, intentaba apilar mercancía dentro del cuarto piso de una bodega, ubicada en el número 77 de la calle República de Ecuador. Así lo hacía cuando un defecto de la maquinaria detuvo el motor. El hombre intentó reparar el montacargas, pero al hacerlo, la plataforma cayó sobre su cabeza. El peso atrapó al hombre hasta matarlo. Aunque los compañeros del trabajador quisieron mover el montacargas para liberar a Édgar Alvarado, la maquina inmóvil se los impidió.

Piden ayuda. Ellos pidieron ayuda para retirar la placa metálica. Pero ni el auxilio de los bomberos y policías fue suficiente para salvar al trabajador. Tras unos minutos, los agentes del Ministerio Público (MP) indicaron que ya había muerto. Para liberar el cadáver fue necesario que los bomberos utilizaran sus herramientas para destruir la plataforma. Después de cinco horas, el cuerpo fue liberado y trasladado al anfiteatro de la fiscalía Desconcentrada en Cuauhtémoc.

OBSERVACIONES Contrario a la descripción de la nota de la publicación anterior, la información proporcionada solo enuncia el hecho noticioso: la muerte de un trabajador en el Centro de la capital por un montacargas. La noticia se expresa de otra manera sin agregar mayor información. Se añade el nombre, la edad, de la víctima así como el lugar donde ocurrieron los hechos, también se indica la hora en que ocurrió el incidente.

Cabe destacar que el material gráfico que acompaña la nota muestra claramente que la plataforma no cayó sobre su cabeza pues ésta le seccionó transversalmente el cuello al trabajador. El peso al que hace referencia Yara Silva, quien firma la nota, se encuentra ausente en la fotografía que ilustra la nota. Se duda de un trabajo de campo por parte del reportero que solo aparece para firmar la nota. Con información complementaria, se cierra la nota sin referir ningún tipo de opinión como se solía acompañar la narración de la nota roja hacia la primera mitad del siglo XX

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BASTA! México, D. F., martes 6 de octubre de 2015, pág 17. PERECE APLASTADO POR ELEVADOR. Un hombre encontró trágica muerte al ser aplastado por un pesado elevador de carga en un estacionamiento ubicado en la calle República de Ecuador, de la colonia Centro. Bomberos trabajaron arduamente para rescatar el cadáver.

TITULAR PERECE APLASTADO POR ELEVADOR.

CUERPO DE NOTA Un hombre encontró trágica muerte al ser aplastado por un pesado elevador de carga en un estacionamiento ubicado en la calle República de Ecuador, de la colonia Centro. Bomberos trabajaron arduamente para rescatar el cadáver.

OBSERVACIONES La información es escueta, no enuncia el nombre o edad de la víctima ni ofrece detalles del suceso. Como se analizó en la nota anterior, la víctima no murió aplastada por el peso del montacargas sino que la cabeza fue seccionada por éste.

Con apenas una muestra aleatoria de periódicos capitalinos, podemos obtener información útil para el presente trabajo: la opinión que solía acompañar a la nota roja de la primera mitad el siglo pasado se ha desvanecido para dar cabida a la información pertinente, principal y periférica, del hecho noticioso. No hay que dejar de lado que el discurso del periodismo de entonces, el cual era enriquecido con expresiones jocosas del hablar cotidiano que se permeaba en la redacción de la nota roja, que le disolvía el tono rojo para dejarlo, por decirlo, rosado. Volvamos a las líneas de la nota del jueves 15 de junio de 1944. “La extraña y larga melena, los jacarandosos andares y el desaforado pintarrajeo del rostro que ayer por la mañana lucía —por cierto, muy quitado de la pena—, un tipo afeminado que transitaba por las calles de San Idelfonso, fueron su perdición”. Con el color de la nota no nos referimos, en este caso al de la persecución a un homosexual, sino al tinte que tiene la nota sino a la disolución de lo rojo que se espera de las notas policiacas. La nota roja se enfoca, lo tenemos claro en este punto de la exposición, en hechos policiacos, de toda índole, específicamente a los crímenes y asesinatos, sin dejar de lado los robos a mano armada y violencia en cualquiera de sus expresiones. El hecho de que un travesti (“este equivocado”

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como lo llama el redactor de la nota) fuera agredido físicamente de la turba de estudiantes, no lo esgrima de las burlas del reportero. La nota roja, en el citado ejemplo, deja de lado la información importante (la agresión física y verbal a una persona), para dar paso a la opinión vertida en la redacción de la noticia. Si bien es cierto que se responden las preguntas esenciales del periodismo, no oculta la reacción del reportero quien deja de lado la impersonalidad que demanda este género periodístico. Expresiones como “un despechado tenorio” y “las muestras de desprecio de parte de la Dulcinea…”, más allá de las referencias literarias, llenan de figuras retóricas, en este caso de metonimias, el discurso periodístico. En este sentido se habla de “nuevo periodismo” definido como: (…) el realizado a partir de los años 60, originado en Estados Unidos, o por lo menos mencionado por Tom Wolfe como aquel tipo de trabajo periodístico que se apropia de elementos literarios, descripción de atmósferas y personajes, de la emisión de una opinión a modo de narración heterodiegética por parte del reportero. La muestra por excelencia es Cold blood, de Capote, para mayor referencia, quien más allá de enmarcar con un reportaje de investigación el nuevo periodismo, inicia un género propio híbrido: la literatura Non fiction. Lo que los “nuevos periodistas” se proponen es ocupar el sitio privilegiado de los autores de novelas mediante el realismo provocador, irreverente y agresivo de sus textos y una clara voluntad de estilo. El reportero no desaparece, como en la nota informativa convencional que cubre el espectro qué—quién—dónde—cuándo—cómo y por qué, sino todo lo contrario: se involucra como protagonista en la historia que reportea y redacta in desdeñar ninguno de los recursos —diálogos, descripciones, monólogo interior, reflexiones ensayísticas, caracterizaciones de los personajes, punto de vista narrativo, manejo del tiempo— de que dispone un novelista en su arsenal literario.188

El material generado a partir del nuevo periodismo estadounidense es perfectamente ejemplificado con las notas de los años 40 y 50 analizadas en este trabajo. El reportero se hace escuchar en su narración, se horroriza a nombre de la población que, catártica se acongoja y se alivia en la lectura de la nota roja; el público lector hojea ávidamente los titulares de los diarios solo para tranquilizarse al leer que “el Chalequero”, 188

Campbell, Federico. Periodismo escrito. Alfaguara. México. 2002. Págs. 110-111.

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“El estrangulador de Tacuba” o “el Jack Mexicano” están resguardados en Lecumberri o en La Castañeda, donde “deben estar” los que perturban las buenas costumbres y la moral que está en plena estabilización luego de los movimientos armados tanto dentro del país (30 años han pasado apenas de la Revolución y la capital no termina definir sus fronteras y a quiénes aceptar como sus habitantes), como fuera de él (México se une a las filas de los Aliados en 1944 con el Escuadrón 201). Con un país con el primer verso de su himno nacional como estandarte, la convulsión social y política transforma la primera plana de los periódicos en un lienzo donde plasma sus horrores. Los asesinos en serie, los desalmados Goyos, los del automóvil gris, son los horrores contenidos, los que se pueden mirar a los ojos, porque no es lo mismo odiar— temer a lo desconocido, al ente anónimo que al estudiante de la Facultad de Ciencias Químicas que enterraba los cadáveres de sus víctimas en el patio de su casa. El “monstruo” tiene nombre y apellido, y por el momento, en aquellos años, es lo único que importa.

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10. NOTA ROJA Y LITERATURA En la presente exposición se ha analizado a la nota roja desde su función comunicativa, la forma y el contenido de la misma se abordará ahora desde un punto de vista teórico. La nota roja, como género literario, ficcionaliza la truculenta realidad de una sociedad en construcción; desde sus orígenes hasta la actualidad la nota roja cuenta con características narrativas particulares que la diferencian de otros géneros periodísticos y la acercan al linde literario con el uso del lenguaje y la estructura diferente a una nota periodística de la cual se desprende. El vínculo poético entre lenguaje e historia nos pone ante la inactualidad de las circunstancias que sucedieron como presente (presente histórico que se contrapone al presente narrativo o diegético), las cuales devienen, por su naturaleza situacional, en hechos que se alude, acciones consumadas, referencias a signos culturales, del cual el lector es plenamente participe y receptor de la realidad que se le describe y de la que, a su vez, forma parte. La función estética y poética del lenguaje que se utiliza para comunicar el hecho noticioso, contrasta notablemente con el horror del crimen relatado y del material gráfico que acompaña el relato de ficción. Con ficción nos referimos no a un hecho no real sino a uno relatado, narrativizado convirtiéndolo así a un texto de ficción. Hacer el discernimiento de un texto “real” con uno “ficcionalizado” (más no ficticio) es el tema que merece este apartado. Cuando un acontecimiento real es enunciado, es decir, transcrito a símbolos gráficos, con coherencia, orden y objetivo, este suceso se convierte en un texto comunicativo en sí. Las cualidades que se le agreguen a su función inicial, figuras retoricas, manejo de tiempo, tipo de lenguaje y estructura, etcétera; es lo que traslada al texto al terreno literario. La realidad se traduce en símbolos y se narra en sucesión de

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hechos, uno luego del otro para hacerlo llegar al lector en forma de nota. La ficcionalización, o como ya mencionamos la narrativización, es el medio por el cual se fija en un soporte material o electrónico, una narración de hechos. El grado de ficción depende directamente de la función estilística y artística a la que el autor la circunscriba. Una novela, por ejemplo, es una narración ficticia pues hace uso de la ficción189 en la forma de enunciar, crear y construir una realidad a partir del Universo que rodea al autor. Un texto ficcional es la narración de hechos, reales o no, para trasmitirlo, independientemente de la función estética o comunicativa. Es decir, que en esta parte del proceso de escritura corresponde entonces a la Prefiguración ricoeuriana, en otras palabras, a la configuración previa al acto de escribir un hecho noticioso a saber, las respuestas a las 5 w del periodismo. Luego de esta etapa, deviene la Configuración, la cual genera la trama o forma en cómo se dará a conocer el texto. En la nota periodística, nota roja en particular, la estructura es invariable, por cuestiones pragmáticas, meramente funcionales; el desglose de la información se jerarquiza por orden de relevancia, como ya vimos, en una forma de pirámide invertida, condición sine qua non para llamar a un texto de este género “nota”. Sin embargo, como ya vimos, y veremos en ejemplos más adelante, la estructura de la nota roja en México no fue usada sino hasta años recientes. Ricoeur considera que el fondo originario donde se lleva a cabo toda relatividad sólo se alcanza bajo la forma de un predicativo que necesita, para manifestarse así en el espacio imaginario con su arte. La razón de ser, podemos entender, de una obra de arte es la necesidad de su existencia. Existe a partir de su interacción con los elementos que la

189

La RAE tiene como significado de este vocablo 1. f. Acción y efecto de fingir. 2. f. Invención, cosa fingida. 3. f. Clase de obras literarias o cinematográficas, generalmente narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios. Para fines de esta exposición usaremos el significado último pues es la más pertinente, pero sin desestimar las acepciones antes mencionadas.

364

Commented [JC9]: Aquí ya no sé si hablar de narrativización o ficcionalización pues según yo lo trabajaríamos como lo menciona White y no como lo expone Iser. ¿Con qué teórico lo trabajamos?

componen. Puede decirse, a partir de lo anterior que todo lenguaje simbólico se constituye a partir de este nivel prefigurativo y preconceptual, vinculado con las estructuras de la experiencia humana que religan acciones con afecciones.190 La interpretación de la nota roja, en este sentido nos encontramos ante la Refiguración de una obra, es meramente llevada a cabo por el lector quien la dota o le rescinde los elementos importantes estéticamente hablando, para considerarla tal o cual tipo de texto. La pertinencia del estudio de la nota como objeto de estudio literario se desprendió del análisis de las características evolutivas de la nota roja de finales de siglo XX hasta la nota roja actual. La estructura, cuerpos de nota y forma de escribir este género periodístico; el lenguaje particular con el que se describía el hecho noticioso, puso de manifiesto los elementos prestados de la literatura para narrar un acontecimiento policiaco. Si bien es cierto que desde el planteamiento del tema de esta exposición no fue el análisis literario como tal a la nota roja, la flexibilidad que ésta presenta en sus características intrínsecas, así como el impacto en su público lector no era para dejar de lado el cuestionamiento de si contaba con elementos que pudieran considerase como literarios. Por la respuesta a esta interrogante se llevará a cabo, en las páginas siguientes, su análisis, o al menos una propuesta de, textual a partir de su deconstrucción. Tomando las teorías literarias expuestas más adelante como ejes de análisis, encontramos, pues, la importancia de empezar por el contrato de lectura propuesto por Eliseo Veron el cual será nuestro punto de encuentro entre teoría y práctica para analizar teóricamente la nota roja.

190

Bengué. Marie-France. Paul Ricouer. La Práctica del sí-mismo. Editorial Biblos. Buenos aires. 2003. p. 165.

365

11. LA NOTA ROJA COMO TEXTO DE FICCIÓN Y SU ANÁLISIS TEÓRICO Un texto no se ciñe a la función socio—histórica y estética del género al cual se inscribe, es decir que la función primaria de un texto es comunicar, más allá de cualquier otra connotación. Sin embargo, el texto analizado, la nota roja mexicana, como ya se ha mencionado, está dotado de elementos inherentes al texto literario: figuras retóricas, lenguaje poético, construcción de personajes y atmósferas, descripciones, entre otras. Por ello cabe preguntarse si a partir de la incorporación de dichos elementos narrativos y estilísticos a la nota roja, y después de los géneros híbridos del Nuevo periodismo, puede hacerse un análisis propio a los textos para realizar. Para llevar a cabo dicho estudio se tienen las herramientas teóricas para estudiarlo desde el punto de vista narratológico o sociológico, pues como ya hemos visto, los elementos que lo conforman, enriquecen la función comunicativa propia de los textos periodísticos. Las teorías literarias propuestas para el estudio de la nota roja como texto literario se dividirán en dos partes: primero se abordará el estudio del texto como obra autónoma, con sus características y particularidades para después estudiarla en conjunto con su público receptor y como elemento cultural. Para ello nos valdremos de la narratología, según Genette, y el Formalismo ruso (principalmente lo postulado por Jackobson); para el estudio extratextual, nos apoyaremos en la Estética de la recepción (a partir de la propuesta de Robert Jauss), y la Sociología de la literatura según lo formulado por Goldmann y Lukács para analizar una obra literaria a partir de su capacidad de trasladar, sin interpretar ni representar, la sociedad de la cual forma parte el texto literario. ¿Por qué realizar un análisis textual a la nota roja? Inicialmente porque los elementos que la constituyen lo permiten. Su naturaleza comunicativa no la contiene a una funcionalidad meramente pragmática, el de llevar hasta las páginas de los diarios un

366

hecho noticioso, sino que también se estudian los elementos internos (lenguaje y estructura), como los externos (presencia enunciativa y la evolución del papel del reportero o del redactor de notas periodísticas). Sin más, daremos por iniciado su análisis textual. Una obra de arte se considera tal a partir de su técnica de imitación, el hecho de reproducir la naturaleza, más precisamente el universo en el que se encuentra el autor, es posible solo si el receptor, en este caso el lector, conoce y descifra el código visual y gráfico de la nota roja. Es decir que la interpretación de la representación gráfica de los signos y significados de la nota roja (personajes, ambientes y situaciones) es posible pues le son propios al lector de tal modo que el sistema comunicativo no solo es posible, sino que adquiere otro tinte más allá del práctico, su función estética es entonces posible por medio del lenguaje utilizado. Aristóteles describe en su Poética “La compasión se siente por aquel que no merece la mala fortuna y el temor se siente por aquel que es semejante a nosotros: la primera pues, se siente por el que sufre inmerecidamente y la segunda (sic) por nuestros semejantes”191. Los sentimientos, temor y compasión, son una constante del público lector de la nota roja y que éstas sean las razones de su consumo, pues esto es propio de las obras artísticas, escritas o plásticas, resulta inesperado pues estos sentimientos son generados por una nota en el diario de mayor circulación. ¿Es posible que la función estética se reduzca solo a la función poética del lenguaje? Ciertamente no. Si bien es notorio en el uso de figuras retóricas y giros lingüísticos propios del habla popular que le reportero ocupa para la elaboración de su

191

Aristóteles. Poética. España. Colofón. 2006. p. 92.

367

nota. Nos ceñimos a esta característica, los modos de relatar una noticia, para empezar un análisis más propio de la nota roja como obra literaria. Partamos entonces del análisis Commented [JC10]:

textual de la nota roja a partir del formalismo ruso. La disociación que trata de hacerse respecto del uso de lenguaje plenamente comunicativo respecto del uso del mismo con una función poética no se cierne al mero trabajo literario. Es decir que todos los actos que el ser humano lleva a cabo con respecto de sus semejantes, los que se fundamentan en el lenguaje (discurso histórico organizado, discurso científico, noticia periodística), generan confrontación por demás obvia entre usos y características del lenguaje. Tal comparación resulta ser clara y evidente con el lenguaje cotidiano que, frente a otro tipo de discurso, es funcionalmente más espontáneo, menos elaborado. Entendemos entonces que el habla cotidiana tiene una finalidad práctica: la comunicación; que sus componentes (sonidos, sintaxis), no tienen valor autónomo, es decir que no llaman la atención sobre sí mismos192. Por eso, la atención se centra a un texto que presenta giros en un lenguaje que debería ser carente de ornamentos, pues para poder llevar a una comunicación funcional, la información transmitida deber ser concisa, clara y pertinente, más todavía cuando se trata de comunicar una noticia. No es azarosa la convención acerca de cómo se debe estructurar la noticia en un soporte material o digital. Funcionalmente se debe desglosar la información, como ya lo vimos, en una pirámide invertida, de modo que el hecho noticioso llegue hasta el lector claramente. El lenguaje, siempre impersonal es inherente a los géneros periodísticos a menos, claro está, que se trate de un artículo de opinión. Si bien queda claro que el estilo propio de cada periodista se reconoce en cada texto que firma, es preferible no “hacerse

Blanco Aglunaga, Carlos. “Sobre estilística y formalismo ruso” en Cauce. número 20-21. p. 31. Disponible en http://cvc.cervantes.es/literatura/cauce/pdf/cauce20-21/cauce20-21_04.pdf. consultado el 12 de febrero de 2016. 192

368

escuchar” en la redacción de su nota. El reportero se convierte en un narrador omnisciente para dar cabida a la narración de la cual puede ser, o no, testigo, pero sin interferir en la acción, dejando hablar a los participantes. Se convierte meramente en intermediario entre la noticia y el lector. Si bien es cierto que no se circunscribe a la funcionalidad del reportero el ser solo un mensajero de la nota roja, si es ideal que su perspectiva y, por lo tanto, su lenguaje que le es propio, no interfiera en su narración de los hechos. El lenguaje cotidiano y el poético son plenamente discernibles uno del otro en cuanto a su estructura. Mientras que para el lenguaje poético sus elementos constitutivos no son lo esencial en su naturaleza, sino el uso de mecanismos que lo transforman, tales como las figuras retóricas y giros lingüísticos. De ello se deduce que el lenguaje por sí mismo, una simple construcción semántica, no contiene una función poética por sí misma, sino que dependerá sustancialmente en la construcción misma de la oración, y, por ende, del texto en conjunto. Por ello, las notas de la década de los 40 y 50, principalmente, que estudiamos en esta exposición, son muestra perfecta de la circunvolución del lenguaje. Entendemos, desde un punto de vista práctico para el estudio de la nota roja en este apartado, que el modelo comunicativo es el mismo tanto para el texto comunicativo como para el texto literario. En efecto, el análisis no podría ceñirse únicamente al modo en que llega el mensaje al destinatario o receptor, pero sí de qué mensaje llega al lector.

Canal (Soporte digital o material) Receptor (Lector)

Emisor (Autor) Mensaje (Noticia o historia ficticia)

369

La colectividad como ente lector El hombre como ser social que por naturaleza es se relaciona con los otros por medio del lenguaje oral o gráfico (entiéndase como tal la grafía de símbolos [letras] o imágenes [fotografía y pintura]). A partir de la relación entre hombre y medios de comunicación es ingénito a su naturaleza pues esta particularidad ha servido de materia de estudio para las ciencias sociales, pues los medios de expresión y difusión son objeto de análisis desde su forma hasta su contenido. Para la comprensión y dilucidación de la obra literaria, los estudios que se inscriben con el nombre de Sociología de la Literatura, o Sociocrítica, parten del presupuesto de que la vida del hombre es fundamental y lo relacionado a su forma de expresión de su paso por la historia. Dado que la literatura forma parte de la cultura, los métodos sociológicos inscriben a todas las artes, incluyendo a la literatura, en sus estudios. Terry Eagleton, en el capítulo final de su libro Una Introducción a la Teoría Literaria, concluye que todas las esferas del pensar y actuar humanos, incluyendo la literatura, la teoría y la crítica literarias, están determinadas por “la forma en que organizamos nuestra vida social en común” y por “las relaciones de poder que ello presupone”193. El ver a la colectividad como un ente, más allá del lector individual, es para Goldmann el paso inicial para ver a la obra literaria como una interacción entre obra y público receptor. Para entender a la obra literaria como un reflejo de la realidad que representa se visualiza desde su estructura, los personajes, la temática de la historia, es menester

193

Eagleton, Terry. Una introducción a la Teoría literaria. Fondo de Cultura Económica. México. 2002. p. 231.

370

entender o contextualizar al menos las circunstancias de su elaboración. De esto derivamos dos aspectos: 1) Existe una correlación entre la historia de la forma novelística y la historia de la vida económica en las sociedades occidentales. 2) Los verdaderos sujetos de la creación cultural son los grupos sociales y no los individuos aislados.

Ninguna categoría o teoría es suficiente para determinar por sí sola qué es la literatura, cómo y por qué surge. Para empezar un análisis sociológico de la obra literaria, podría partirse por conocer el modo general de producción predominante en la sociedad que produce los textos; en segundo lugar, se considera el modo literario de producción del texto, que se define como las relaciones sociales de la producción literaria en una determinada formación social (como los escritos decimonónicos de la incipiente nota roja, por ejemplo). Así, estas formas de producción y recepción, sin dejar de lado el texto en sí, reflejan las relaciones entre las experiencias vividas de sujetos individuales con las condiciones sociales en que se producen. La ideología general de la cual parte el autor y su obra, puede o no concordar con el modo de producción y el modo literario en el que se inscribe el texto producido, pues puede ser completamente ajeno. En este sentido, la no correspondencia a la sociedad y el tiempo en el que se produce le texto, paradójicamente, también dice mucho de las circunstancias del autor y su obra. Pongamos por ejemplo las obas pertenecientes a la corriente del romanticismo, en las que la exaltación de los sentimiento y la preponderación de éstos respecto de la razón, la inclinación por ambientar los escenarios de las historias en lugares exóticos, ajenos al ambiente del artista, su carácter liberador permite trasgredir los estándares heredados de la ideología neoclásica y nacionalista. Esta respuesta, desde el punto de vista de la sociocrítica, es un conjunto de datos útiles para el estudio de la obra a partir de su forma de producción. 371

Siguiendo con las particularidades que ofrece el texto y la información que de él se infiere, encontramos el contenido estético que sería el estrato más complejo, que interesa desde el papel de la filosofía del arte y de la cultura dentro de una determinada formación social. Como aspecto central entonces, tenemos el producto cultural del que parte el análisis que nos ocupa: el texto en cuanto a su función estética.

La cultura está integrada por lo cognoscente, lo ético y lo estético, es decir, por el mundo inteligible, los juicios de valor sobre este mundo y el arte. Cada uno de ellos es autónomo, pero se interrelacionan entre sí de manera estrecha. Bajtín plantea que “la unidad sistemática de la cultura se extiende a los átomos de la vida cultural, reflejándose como un sol en cada una de sus partes”. La definición de Bajtín sobre lo estético se estructura de una manera compleja. Está constituida por el contenido, el material y la forma. Se deben estudiar los tres componentes para llegar a una poética completa. En sus escritos, Bajtín delimita muy bien su objeto de estudio: lo estético que se da plenamente en el arte. Para Bajtín (en contraposición a Goldmann, quien no hace una clara diferenciación al aplicar su método a la literatura o a la filosofía), la estética se debe orientar primordialmente al estudio del arte y luego a los híbridos. Lo abordado desde este punto por Bajtín es considerar que se debe diferenciar el concepto de lo estético de lo cognoscitivo y lo ético, para construir una ciencia válida sobre un arte, una verdadera estética. Para ello tendríamos que cuestionarnos si la nota roja es un texto estético ¿lo es? Para nuestra sorpresa sí.194

194

De las seis categorías estéticas, la tragedia es la que se refleja en los textos de nota roja. La vida humana es trágica, esto significa que en la vida cotidiana el ser humano se ve afectado por acontecimientos funestos que son sumamente sangrientos y terribles. Por eso se ha dicho que la tragicidad es propia de la existencia humana. Para Aristóteles la tragedia viene cuando la felicidad se transforma en desgracia. El personaje trágico es un ser desdichado, ya que su vida desemboca en la desventura; por tanto, su destino es sufrir.

372

Tomemos en cuenta, y como lo hemos abordado a lo largo de la presente exposición, la sociología de la literatura aclara de manera contundente que las obras literarias no son, y no deben ser, una fotocopia de la vida, una reproducción exacta de los rasgos de una sociedad dada, contrariamente a lo que Aristóteles decía acerca de una obra de arte, en la que debe predominar el dominio de la técnica para la mimetizar la realidad. Partir de que el reflejo de una sociedad a través del espejo de páginas de una novela realista es arte per se, serviría de bien poco para el estudio de una obra literaria o de la sociedad donde se produjo un texto determinado. Hablar del conjunto de lectores implicaría también, su correspondencia con un grupo de escritores que, dependiendo sus circunstancias y contextos sociales y culturales, escriben de tal o cual manera. Así entonces se entienden los movimientos literarios surgidos a lo largo de la tradición literaria mundial. Lukács comprende que el creador es producto de su tiempo, de manera que constituiría una deserción o una evasión el hecho de no querer reflejarlo. El creador es producto de su tiempo, de su época, de su realidad. De manera que cuando trata de reflejarla no hace otra cosa que estar de acuerdo consigo mismo, ya que trata de interpretar el tiempo en que vive. Y esta armonía conflictiva, este reflejar del tiempo no es otra cosa que saberse testigo del tiempo y simultáneamente testigo y ente de su propia vivencia. Sólo a través de su propio testimonio podrá alcanzar el creador “la gloria de la eternidad literaria”.

El sociólogo de la literatura busca develar las conexiones entre la vida cambiante y las obras literarias. Lukács sostiene que “la poesía representa las conexiones últimas entre el hombre, el destino y el mundo, y sin duda ha nacido de la correspondiente profunda toma de posición, aunque a menudo no se sabe nada de su origen”.

373

Por otra parte, si entendemos a la literatura como un medio de comunicación, necesariamente debemos entender que el mensaje codificado por sujetos individuales que configuran el texto literario está destinado a ser recepcionado por los lectores, quienes en definitiva, deberán decodificarlo, pues la literatura es concreta en nuestra experiencia histórica como lectores. Se entiende también a la literatura como un sistema de signos y practicas textuales, es decir, sistema en tanto es un campo cultural autónomo que tiene un carácter estructurado, ya que los signos no existen independientemente. En otras palabras, los textos son agrupaciones de signos con un carácter orgánico. En cuanto a que es un sistema de prácticas textuales, la literatura constituye un modo de actividad que implica experiencias de emisión y recepción. Tradicionalmente se puso hincapié en el primer componente de la relación lingüística, el lenguaje, pero la estética de la recepción considera la parte ejercitada por el lector, es decir el receptor. Este sistema de signos que tienen un carácter orgánico, configuran en cierto sentido otra definición de literatura: la literatura consiste en una estructura de lengua que producen significación, es decir, la productividad que acontece entre texto y lector. La lectura en tanto diálogo ente lector y texto, constituye así el acto literario por excelencia, al tipo de lector que contempla esta teórica es claramente al lector extratextual, diferenciándolo del lector intratextual o narratario. El destinatario no es algo externo a ella, para ser tenido en cuenta después de su estudio, sino una entidad determinante de su ser: perspectiva, persona, lenguaje, varían según el lector. Esto lo retoma la sociología de la literatura para continuar ahondando en su estudio de la relación público—obra

La relación entre la vida del hombre y la literatura no es de contenido sino de correspondencias y semejanzas de estructuras mentales, no de un escritor en concreto, sino de sus lectores, la recepción en masa de una obra, expone las condiciones en la cuales se asimila o prohíbe determinado texto. No existe una analogía entre las artes (literatura 374

en este caso) y la sociedad de la cual forma parte y la que es una entidad concreta, sino una homología entre la cultura y ellas. Dichas estructuras están conformadas por conocimientos, tanto comunes como científicos, y por valoraciones del mundo, éticas y estéticas, que se encuentran categorizados de forma particular en cada grupo. Para la Sociología de la Literatura, el autor de una obra literaria es un miembro más del grupo al que pertenece, y su escritura lo convierte en su vocero; a la vez, el escritor posee una lucidez, consciente o no, que lo hace plasmar en la obra literaria, de manera crítica, su axiología. “la literatura no es independiente de las demás categorías de la historia”195.

La idea, incluso necesidad de coligar en géneros literarios los diversos tipos de textos, no es meramente azarosa e insustancial, es más bien diferenciar para el lector el tipo de texto que asimilará, y para el texto, el tipo de público al cual se va a dirigir. Esta dicotomía de sentido de una obra en cuanto a creación y recepción, como punto de partida y de estudio deja un cuestionamiento importante: un determinado tipo de texto hace al lector o el lector crea un tipo de texto. Dejemos como pregunta retórica lo anterior y continuemos el estudio que nos concierne. La vida cotidiana de un hombre en sociedad, es una constante reflejada en las obra literarias, pues es en este lugar, la sociedad (lugar y no ente como lo hemos estado contemplando desde el inicio), donde el hombre ama, sufre, se realiza, o se frustra. Es decir es en sociedad donde el hombre realiza el acto heroico de vivir. La literatura se propone ahora buscar ese hombre. Un hombre real, auténtico, descubierto, no inventado. Y este hombre real y auténtico, este hombre en sociedad es el que ha llamado Ernesto

195

Mariátecuí, José Carlos. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima. Biblioteca Amauta. 1958. p. 214.

375

Sábato, el hombre concreto196. Y este hombre concreto, tanto en lo subjetivo como en lo objetivo, constituye el destino final de la literatura197.

El diálogo entre obra y destinatario más allá de la que presupone el sistema comunicativo y lo que aporta el estudio desde la estética de la recepción, es lo que importa en este sentido de la teoría aplicada propuesta pues, el hecho de que la nota roja siga vigente, que la estructura, un tanto el lenguaje y el público que a manera de Tántalo, nunca ve saciada su sed morbosa.

La dilucidación del porqué la nota roja mexicana sigue presente en la actualidad es lo que realmente importa, pues el estudio de la sociedad mexicana a partir del consumo de productos derivados de la nota roja es interesante desde el punto de vista que, pesar de la influencia del nuevo periodismo, de la profesionalización del ejercicio periodístico, la forma de redactar una nota no se ha incorporado a la estructura estandarizada propuesta para función práctica de desglose de a información. El lector y el autor individual no es en sí mismo sujeto de interés, sino que de manera conjunta conforman un ente, lector y autor, dando como resultado la creación de un género y una corriente literaria. Es decir, que según las condiciones en las cuales se crea un grupo de textos nuevo que reemplazan a los existentes, se crea una nueva corriente, pensemos por ejemplo el Boom latinoamericano, que explica la inquietud y propuesta de nuevas formas de escritura y de creación. Un contexto sociohistórico específico produce una cierta manera de escribir. La forma de recibir una nueva es una manera empírica de celebrar un contrato de lectura,

196

En este punto podría hablarse de la construcción de un tipo del lector empírico, del que veremos características en el apartado correspondiente a narratología. Subero, Efraín. “Para un análisis sociológico de la obra literaria” en Thesaurus. Tomo XXXIX. núm. 3. 1974, p. 494. En http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/29/TH_29_003_081_0.pdf. consultado el 12 de febrero de 2016. 197

376

para conformarse a lo largo del tiempo y según la aceptación del lector y esto, en inicio, trata de la relación que le lector tiene entre obra y su preconcepción de género, una vez leída, vinculará “realidad ficticia” con la “realidad” que le acontece, expresiones, escenas, personajes, verá reflejados en la obra literaria como forma de expresión cultural. Tal concepto nos referimos son las estructuras mentales comunes que se generan al interior de un grupo de individuos que se encuentra en una situación análoga, realizando una actividad conjunta.

Las prácticas comunicativas del sujeto transindividual se vierte en las conciencias individuales por medio de prácticas discursivas concretas (discurso político, religioso, de un grupo cultural, argots, empleo de ciertas imágenes) las cuales puede ser identificadas por el analista en el texto sometido a estudio. A estas prácticas discursivas se les llama microsemióticas, ya que cada discurso transcribe en signos el conjunto de valores del grupo social de cual procede y ofrece un posibilidad de lectura de las modalidades articulares de la inmersión de ese grupo en la historia; cada uno de los cuales maneja un discurso diferente, que le es propio, que ha creado y modelado a manera de mantener en su habla o producto textual su memoria colectiva. Así en la memoria colectiva persisten enseñanzas, modelos, recuerdos de realidades concretas de práctica sociales que dejan huella en el discurso de los sujetos de un determinado grupo.198

Se tiene entonces que la cultura a la que se hace referencia aquí no es la sociedad empírica, sino las elaboraciones mentales que los grupos humanos han hecho de la realidad, sus conceptos del mundo. Apuñaló a su amante porque la explotaba199

La cabaretera que hace cinco días hiriera de certera puñalada al policía preventivo Alejandro López, fue capturada por el servicio secreto. El policía, que también era su amante, le había pedido que trabajara en el cabaret porque el dinero no le alcanzaba.

198

http://cdigital.dgb.uanl.mx/te/1020149827/1020149827_07.pdf. Consultado el 3 de febrero de 2016. p.

2. 199

El Universal. 18 de diciembre de 1964. Segunda sección, Pág. 15. 377

Dos patrulleros “bolsearon” el cadáver de un rico comerciante200

Dos policías judiciales descubrieron el cadáver de un hombre que murió aparentemente intoxicado en el interior de su vehículo, pero antes de informarlo, los guardianes “limpiaron” el cadáver de joyas y dinero.

En los ejemplos anteriores, podemos ver una evolución del personaje del policía. La figura que representa el sujeto envestido con el poder judicial, que era encargado de mantener la ley y el orden, ha formado parte, como se ve en los ejemplos anteriores, del grupo al que estaba comprometido a mantener a raya. Así como en la novela negra los investigadores tenían maneras poco ortodoxas de resolver el crimen, estos personajes de la vida real, sobrepasan por mucho esta característica de ficción.

La literatura produce una evaluación crítica y sistemática sobre las concepciones del mundo de la cultura. Esta es la esencia de la literatura. Los estudios con un enfoque sociológico buscan ubicar en las obras su axiología, su ética particular, en relación con una cultura dada. Esta enunciación no es más que otra definición de cultura. La vida del hombre se encuentra inmersa en la cultura, en ocasiones reproduciéndola, otras veces modificándola.

Lo que arroja el estudio de la nota roja y su vigencia en la sociedad mexicana son preguntas más que respuestas. Pero, de lo que podemos dilucidar hasta estas páginas de la presente tesis, pone de manifiesto una serie de cuestiones propias del receptor y emisor del lenguaje escrito y gráfico de los diarios: la ética del reportero y del público que la consume; la estética y técnica del material gráfico que la acompaña, el lenguaje coloquial

200

El Universal. 6 de diciembre de 1973. Tercera sección, Pág. 19.

378

y las formas discursivas que hoy en día se siguen utilizando y que dejan de lado el esquema utilizado mundialmente para desarrollar una nota.

La literatura como una disciplina de integración humana, es un motivo porque puede justificarse el método sociológico aplicado a la nota roja para determinar las particularidades de la sociedad mexicana para producir y mantener vigente la nota roja. La Sociocrítica pone en manifiesto la relación del hombre con el mundo que lo rodea. Por eso creemos que la lite ratura es la única ciencia que incluye el aporte de las demás ciencias; es esta impureza de la que permite incorpora objeto y sujeto de estudio en su imperfección.

A su vez, al haber distintas visiones del mundo, las correspondientes formas literarias también deben cambiar. Por ejemplo, la novela es la manera como la modernidad ha plasmado su concepción de la vida; la tragedia y la epopeya, en su momento, fueron las formas en que otras sociedades mostraron su valoración del mundo. Las formas de la literatura son variantes porque la estructura de la relación de los seres humanos también lo es, depende de su inscripción en una cultura y una época dadas.

Andrés Castillo Villagrán: El asesino del juguete. El albañil chihuahuense sostenía ser con víctimas, la descuartizarle de habrá un regalo201 Ricardo Ham Las gruesas gotas de sudor que paseaban por la frente grande no sólo se debían al cansancio, un poco de situación se asomaba tras ella eran ya muchos los pasos que había dado con ese peso encima, estaba acostumbrado al trabajo duro. Sus días como albañil abrían curtido su piel, pero esta ocasión el peso no se comparaba al de los bultos de cemento y tabiques, era una carga que aparentaba ser mayor. Al interior de la carretilla, las bolsas negras chorreaban sangre. Momentos antes de salir salieron gritos y llanto. Ulises se detenía para recrear en su mente lo sucedido, lo que fue una noche de sexo y droga, se convirtió en muerte. De la carretilla colgaba con un retorcido alambre una vieja segueta, la pintura verde apenas podía cubrir las manchas de sangre.

201

El gráfico. Sábado 16 enero 2016. p. 6. 379

Andrés se dirigió al río, ya lo había hecho antes, nuevamente no había testigos, tiró al agua el cuerpo descuartizado de nueva víctima. Buscó la carretilla el pequeño auto de juguete, lo lanzó cerca de una de las partes del cuerpo, quería que fueran juntos, la inocencia del juguete se enfrentaría la mórbida memoria del descuartizador de Chihuahua. A principios del 2016, el estado de Chihuahua regresó las primeras planas de la violencia, no se trataba de un nuevo caso del feminicidio, sino de la captura de un asesino en serie. Andrés Ulises Castillo Villagrán, fue señalado por la Fiscalía Estatal como responsable del homicidio descuartizamiento de al menos tres hombres de quienes contactaba con promesa de droga y sexo gratis. Castillo, de 35 años, se desempeñaba como albañil en la colonia Desarrollo Urbano, oficio que le ayudó a fortalecer sus manos, mismas con las que mató a golpes a sus tres víctimas y con las que sometió otros dos a las que violó y mantuvo calladas mediante amenaza. Los cadáveres mostraban múltiples golpes y señales de haber sido descuartizados. Los cuerpos fueron encontrados en distintos puntos de la colonia Desarrollo Urbano, la primera en la Calle Nueve, la segunda en la Calle 11 y Álamo, hogar del descuartizador. Las autoridades de Chihuahua no descartan la posible participación de Castillo en al menos otros dos asesinatos. Incluso ha declarado el homicida de un hombre en el año 2000. Señaló el lugar donde lo enterró sin que las autoridades hayan podido recuperar el cuerpo.

En otro de los interrogatorios, el descuartizador menciona haber sido violado en su niñez y su atacante le obsequiaba tras cada agresión, un carro de juguete muy similar a los que Andrés Ulises Carrillo dejaba cerca de sus víctimas.

Esta nota, también deja ver un poco más del contexto en el que se produce, además del perfil psicológico del personaje, en le que el lector ya es “experto” criminólogo para hacer perfiles de criminales (ya deduce que un asesino es así por las circunstancias en las que creció, que un abuso sexual en la niñez es un motivo para que a víctima genere más víctimas), encontramos un elemento sociológico más “A principios del 2016, el estado de Chihuahua regresó las primeras planas de la violencia, no se trataba de un nuevo caso del feminicidio, sino de la captura de un asesino en serie.”, este hecho, los feminicidios en ciudad Juárez, se dejaron de lado para dar cabida, a otro asesino en serie: El del juguete.

La nota roja no ha cambiado (en cuanto a su estructura, lenguaje y recepción) de manera sustancial desde sus orígenes hasta nuestros días ¿por qué? Ciertamente porque

380

la sociedad, el sujeto que la conforma, siempre tendrá curiosidad, el morbo no es propio de un sector específico de algún grupo social, pero está firmemente presente en la conciencia social del mexicano de cualquier época.

381

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