Características del cuento El cuento presenta varias características que lo diferencian de otros géneros narrativos breves:
Narrativo: Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes en un lugar. Cuando contamos algo que nos ha sucedido o que hemos soñado o cuando contamos un cuento, estamos haciendo una narración.
Ficción: aunque en algunos casos puede basarse en hechos reales o ser una ficción de un marcado realismo, un cuento debe, para funcionar, recortarse de la realidad.
Argumental: tiene una estructura de hechos entrelazados (acción – consecuencias) en un formato de : introducción – nudo – desenlace.
Única línea argumental: a diferencia de la novela, en el cuento todos los hechos se encadenan en una sola sucesión de hechos.
Estructura centrípeta: todos los elementos que se mencionan en la narración del cuento están relacionados y funcionan como indicios del argumento.
Un sólo personaje principal: aunque puede haber otros personajes, la historia hablará de uno en particular, que es a quien le ocurren los hechos.
Unidad de efecto: comparte esta característica con la poesía: está escrito para ser leído de corrido de principio a fin. Si uno corta la lectura, es muy probable que se pierda el efecto narrativo. La estructura de la novela permite leerla por partes.
Brevedad: por y para cumplir con todas las demás características, el cuento debe ser breve.
Prosa: el cuento debe estar escrito en prosa, o sea con párrafos, sangrías y punto y aparte
Características de una fabula Género: Las fábulas pueden estar escritas en verso o en prosa. La brevedad: Suelen ser historias breves. Presencia de los elementos esenciales de la narración: Acostumbra a haber un narrador que cuenta lo que les sucede (acción) a unos personajes en un lugar y en un tiempo indeterminados. Las fábulas, como los cuentos populares, no se sitúan en una época concreta. Son intemporales. Estructura sencilla: El esquema de muchas fábulas empieza con la presentación de una situación inicial, tras la cual se plantea un problema, que unas veces tiene solución y otras no. La historia finaliza con una moraleja. Personajes: Los personajes son, en su mayoría, animales u objetos humanizados. Temas: Los vicios son los temas tratados en las fábulas (la envidia, la avaricia, la arrogancia, la mentira…). Intención: Detrás de cada fábula hay una crítica hacia ciertos comportamientos y actitudes, que se disimula con el uso de personajes humanizados. Moraleja: La moraleja es una enseñanza moral, es decir, un consejo o pauta de conducta. La moraleja puede ser una frase o una estrofa. La más corriente es el pareado, una estrofa de dos versos que riman entre sí. Características de una novela Las características que permiten diferenciar una novela de otro género literario son las siguientes:
Narra hechos, reales o ficticios pero creíbles. Predomina la narración aunque incluye: descripción, diálogo, monólogo interior o epístola. Describe mucho el ambiente donde se desarrolla la narrativa. La novela se escribe en forma de prosa. Cuida la estética de las palabras. El desarrollo de personajes es más profundo que en un cuento o un relato. Una narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60 000 y 200 000 palabras, o de 150 a 1200 páginas o más. Aquí radica la diferencia con el cuento y el relato. Existe una zona difusa entre cuento y novela que no es posible separar en forma tajante. A veces se utiliza el término nouvelle o novela corta para designar los textos que parecen demasiado cortos para ser novela y demasiado largos para ser cuento; pero esto no significa que haya un tercer género (por el contrario, duplicaría el problema porque entonces habría dos límites para definir en lugar de uno). Características de una historia Etimología La palabra “historia” proviene del griego antiguo, idioma en que significaba “investigación” o “información”, derivada a su vez de jistor, que significaba “hombre sabio”, “testigo” o “juez”. Acepciones El término “historia” tiene numerosas acepciones, no todas referidas a la ciencia que estudia el pasado, aunque todas tengan de un modo u otro que ver con ésta y sus intereses. Por ejemplo, al período transcurrido entre la invención de la escritura y los tiempos actuales se lo denomina “historia”, así como, en el lenguaje ordinario, se usa “historia” como más o menos sinónimo de narración, sea ésta real o imaginaria, o para un recuento de eventos específicos, como en el caso de la “historia clínica” de la Medicina. Ramas de la Historia De acuerdo al período específico de su interés, podemos hablar de diversas ramas de la Historia, por ejemplo: Prehistoria. Se ocupa de la historia remota del hombre, es decir, aquella previa a la invención de la escritura misma y, por lo tanto, a la invención propiamente del registro histórico. Historia natural. El estudio de los períodos de formación de la tierra y de las distintas comunidades biológicas vegetales y animales, previos a la aparición del hombre. Geohistoria. Estudio de sociedades determinadas del pasado y las estructuras geográficas en las que se sustentaron y que influyeron en ellas. Historia de las ideas. Estudia las distintas transiciones del pensamiento humano, considerada en un sentido muy amplio, así como de los distintos ámbitos en que se han producido y las posibles interpretaciones de su origen y significado. Historia universal. Se llama así al estudio del pasado de las sociedades humanas, desde tiempos remotos hasta los eventos más recientes. Historia del Arte. Estudia las distintas formas de expresión artística que el ser humano ha desarrollado a lo largo de los tiempos, y las relaciones que puedan existir entre ellas. Historia de la Religión. Se dedica al estudio de las formas de manifestación religiosa y mística que se han producido a lo largo del pasado humano, poniéndolas en relación y estudiando sus influencias y características. Documentación Los estudiosos de la Historia humana, sobre todo, echan mano a referencias, pistas, indicios y relatos contenidos en distintos tipos de soporte y de discurso, como pueden ser libros de historia, artículos científicos, obras literarias, relatos religiosos, crónicas de época, diarios íntimos, artes plásticas, restos arqueológicos, correspondencias, etc. Prácticamente todo posee un valor documental aprovechable. Ciencias complementarias La Historia a menudo echa mano a técnicas, conocimientos y contenidos de otras disciplinas como la antropología, la arqueología, la arquitectura, la literatura, la bibliotecología, la heráldica, la lingüística, la numismática, la política e
incluso la filosofía, no sólo como fuente de documentos históricos, sino de teorías interpretativas para explicar mejor el pasado humano. Variantes La Historia como ciencia entraña esencialmente dos vertientes distintas que conviene distinguir: La historiografía. Se trata del conjunto de técnicas y métodos de revisión, análisis y producción de contenidos disponibles para los historiadores, a menudo sometidas a requisitos formales del método histórico y el método de las ciencias sociales. La historiología. También denominada “Teoría de la historia”, abarca el conjunto de explicaciones y métodos comprensivos para deducir por qué y en qué manera se dan ciertos fenómenos históricos. División del tiempo Si bien no existe una forma única de organizar los eventos del pasado, el común de los historiadores (sobre todo occidentales) suele clasificarlos así: Prehistoria. La historia previa a la invención de la escritura. Comprende la edad de piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) y la edad de los metales (Edad del Cobre, Edad del Bronce, Edad del Hierro). Protohistoria. Un período más o menos definido que sirve de puente entre la prehistoria y la historia propiamente dicha. Edad antigua. Comprende las etapas primeras de la civilización humana: la Antigüedad clásica y la tardía. Edad media. Historia de las épocas en que Occidente sustituyó su herencia de las culturas clásicas por la cultura teocéntrica (cristiana o islámica) y que duró hasta el advenimiento de la edad moderna. Edad moderna. Fin del medioevo y el oscurantismo religioso, caracterizado por el renacimiento de las culturas europeas occidentales y su expansión por el mundo. Edad contemporánea. Los eventos más recientes de los últimos tres siglos de historia, en que el hombre construyó una sociedad mundial y se embarcó en la revolución tecnológica e industrial. Origen La Historia como tal no tiene un origen definido, ya que es difícil establecer cuándo el hombre decidió registrar los eventos pasados como algo que contar a las generaciones futuras. Lo cierto es que se dice que el griego Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.) fue el primer historiador y geógrafo propiamente dicho. Debate Mucho debate existe en torno a la Historia “oficial”, es decir, la sostenida por los organismos educativos y centrales del poder político, acusada a menudo de pecar en su mirada de etnocentrismo (sobre todo europeo) y de privilegiar la historia de ciertos sectores sociales por encima de otros. Suele decirse que “la historia la escriben los vencedores”. El “fin de la Historia” El “fin de la Historia” es una teoría del japonés Francis Fukuyama de 1992, en la que propone que la Historia, comprendida como un largo recuento de luchas ideológicas, es decir, de intentos de imponer un modelo de humanidad sobre otra, ha terminado con la victoria del capitalismo sobre el comunismo y la democracia liberal que siguió a la Guerra Fría del siglo XX. Es una teoría debatida y controvertida en la actualidad.
Características de una Leyenda 1- El héroe Los personajes pueden ser ficticios o reales, pero suelen tener características admirables exageradas que los ensalzan y los elevan a la categoría de verdaderos héroes. 2- Acciones grandiosas Las leyendas se centran en los personajes y la grandiosidad de sus acciones. Esta característica es la que permite diferenciar con facilidad la leyenda del cuento y de otro tipo de relatos.
Las acciones de los personajes suelen ser tan únicas que son irrepetibles por cualquier otra persona en cualquier otro lugar o momento. 3- Espacio concreto El espacio-tiempo donde se desarrolla la historia es suficientemente conocido, específico y ubicable. Es un momento y lugar familiares para los miembros de la comunidad; esto es lo que hace a la historia creíble, verosímil y, por lo tanto, popular. 4- Realidad de las historias Las historias que narran las leyendas fueron reales o parcialmente reales en tiempos remotos y, con el paso del tiempo, se fueron cargando de detalles ficticios, o exagerando la realidad al extremo. 5- Fantasía La narración incluye hechos sobrenaturales, mágicos o fantásticos, que son los que permiten la duda a los más escépticos y los que a la vez les dan el tinte de heroicidad a los personajes. 6- Los personajes son humanos Las leyendas tienen como protagonistas a seres humanos que fueron relevantes en un momento histórico debido a sus acciones, pensamientos o hazañas.
Esta característica la diferencia de los mitos, que son narraciones simbólicas y atemporales protagonizadas por dioses, semidioses o personajes irreales. 7- El boca a boca La transmisión es oral, es decir, se comunica de boca en boca y de generación en generación. En algunos casos las leyendas han pasado a ser tan importantes que, luego de una larga tradición oral, han sido escritas para garantizar su vigencia y permanencia en el tiempo. De esta forma, las leyendas van adquiriendo un tono más histórico, pero sus características estructurales no varían. 8- Forman parte de la tradición Ya sea de forma oral o escrita, las leyendas pasan a ser parte de la cultura local, regional o nacional, según el grado de importancia que adquieran, y se entremezclan con la realidad, las costumbres y la idiosincrasia del lugar. 9- Explican la Historia Las leyendas buscan explicar hechos históricos, momentos importantes o algún elemento cultural para causar un impacto en la sociedad y generar en ella actitudes, comportamientos o creencias específicas. 10- Clasificación en función de la temática y el origen Se dividen de acuerdo a la temática o al origen. Por la temática puede encontrarse: la leyenda negra, que narra historias negativas o desfavorables; la leyenda infantil, la leyenda de terror o escatológica y la leyenda religiosa que incluye a santos, ánimas, castigos a pecadores, magia negra y pactos con el diablo.