Para otros usos de este término, véase Amén (desambiguación). Amén (en hebreo: אמן, amen) es una palabra de origen hebreo que suele traducirse como «así sea», con un sentido aprobatorio, o «así es», como símbolo de reafirmación (por ejemplo, de la fe).1 Empleada en el judaísmo, posteriormente también fue adoptada por el cristianismo y después por el islam. Esta palabra es una de las aclamaciones litúrgicas más frecuentes,1 y se utiliza generalmente como fórmula para concluir las oraciones. En hebreo asquenazí se pronuncia omein.
Índice
1Significado 2Usos 3Amén en otros idiomas o 3.1Variantes en otros idiomas 4Véase también 5Referencias
Significado[editar]
Adoración ante el trono de Dios. Del Apocalipsis de Bamberg (folio 10, verso), obra de iluminación encargada por Otón III, de ca. año 1000. La imagen refiere al pasaje del Apocalipsis: Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono diciendo: «¡Amén! ¡Aleluya!» (Ap. 19:4).
El término «amén», es símbolo de confirmación y de afirmación.2 El significado real de la palabra es ‘en verdad’, ‘ciertamente’ o ‘que conste’.3 Popularmente se le ha dado el significado de ‘así sea’, ‘palabra de Dios’ o, simplemente, ‘sí’. En efecto, la raíz de este adverbio implica firmeza, solidez, seguridad, y en hebreo es la misma que se utiliza para el vocablo «fe».3 En el Talmud se indica que la palabra 'amén' es un acrónimo que se podría traducir como 'Dios, Rey en el que se puede confiar'.4 Decir «amén» es proclamar que se tiene por verdadero lo que se acaba de decir, con miras a ratificar una proposición o a unirse a una plegaria. Por eso, expresado en forma conjunta o grupal en el ámbito de un servicio divino u oficio religioso también significa ‘estar de acuerdo’ con lo expresado en tal ocasión.