¿Los peligros geológicos pueden prevenirse? Por Shonel Cáceres Pérez Nuestro territorio peruano es muy vulnerable a sufrir riesgos geológicos, éstos se producen por causas de procesos que se dan en el interior de la tierra (procesos endógenos) y otros que se dan en la superficie de la tierra (procesos exógenos). Los terremotos y erupciones volcánicas son de origen endógeno; mientras que el movimiento de masas y flujos hídricos son de origen exógeno y son los causantes de los conocidos huaicos que actualmente vienen generando una serie de problemas en las diferentes regiones de nuestro país. Dentro de los movimientos de masas y flujos hídricos podemos destacar a deslizamientos, derrumbes, hundimientos, asentamientos, solifluxión, reptación de suelos, alud o avalanchas, aluviones, huyacos, inundaciones, todos ellos asociados a la inestabilidad de las laderas, fuertes precipitaciones y sismos. Las consecuencias de este tipo de peligros son daños en las obras de ingeniería, la agricultura, destrucción en terrazas y abanicos aluviales, inundación de ciudades, etc. Durante estos eventos las márgenes de los ríos se desbordan y erosionan periódicamente como consecuencia de las fuertes lluvias. El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) notificó que el número de fallecidos por la caída de huaicos, desbordes de ríos e inundaciones incrementó a 107. Por su parte, el número de personas afectadas superó el millón, llegando a 1'010,208 mil. El registro indica que hasta la fecha hay 171 mil 322 damnificados. El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) informó que el departamento de Cajamarca presenta 87 distritos con un riesgo muy alto de afectación por deslizamientos, huaicos u otro tipo de movimientos de masa, luego que el Senamhi anunciara el inicio de lluvias de moderada a fuerte intensidad. A 2 Kilómetros al Oeste de la ciudad de Cajamarca existen peligros potenciales que se podrían activar con una fuerte precipitación pluvial tales como los cerros El Ronquillo, Urubamba y Corisorgona. Los riesgos asociados a estos fenómenos no pueden evitarse, pero si prevenirse cuando se tiene suficiente información histórica y de campo, desde el punto de vista de su ubicación, evolución, magnitud y frecuencia de ocurrencia; en tal sentido el papel de nuestras autoridades, de las instituciones dedicadas a la investigación de los fenómenos naturales como el INGEMMET y de la población en general es fundamental para prevenir y minimizar los impactos de estos fenómenos. La prevención es tarea de todos, en ello la población juega un papel muy importante, por ejemplo, no construyendo sus viviendas en las riberas de los ríos, o en zonas de laderas inestables, no arrojando basura en los cauces de las quebradas y ríos; si en nuestras manos ya no está la prevención por lo menos hay que trabajar para minimizar los peligros. Es importante que la población sea capacitada en estos temas y sobre todo en cómo reaccionar ante estos fenómenos, por su parte los gobiernos regionales y municipales deben dar el mantenimiento adecuado a las zonas consideradas de alto riego y ejecutar las medidas correctivas necesarias.