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EL PRIMER HEIDEGGER Prof. Mag. Marta Bayarres Montevideo Uruguay
El Existencialismo de Heidegger toma como análisis de la existencia, el modo de ser en el mundo. El ser del hombre no está dado. La relación hombre-mundo es el problema fundamental de la Filosofía de la existencia. Las posibilidades forman parte esencial del modo de existencia. Si nos remontamos a los antecedentes del existencialismo encontramos fundamentalmente la Fenomenología de Husserl y Filosofía de Kierkegaard. Heidegger considera que el modo de ser del hombre no ha sido resuelto por Husserl. El conocer es para Heidegger una de las maneras de ser en el mundo. Nació en 1889 y es la primera figura del existencialismo contemporáneo. “¿Qué es la Metafísica?”constituye un trabajo complementario de Ser y el tiempo. A partir de 1930 el rumbo de su investigación cambia y deja de centrarse en el análisis existencial para centrarse en el análisis del lenguaje. Heidegger toma de la fenomenología la idea de que la existencia es trascendencia como esencia de la subjetividad. La trascendencia se refiere al mundo por eso puede definirse como estar-en-el-mundo. Pero el hombre está en ese mundo se encuentra arrojado a él y por lo tanto el mundo no está hecho sino que es proyecto. En esa medida el hombre es libre, debido al proyecto. El hombre está condicionado por el mundo de las cosas, cosas que son útiles, por eso el ser de 1
2 las cosas está subordinado al ser del hombre. En las cosas del mundo externo se fundan las actividades como el comprender, juzgar, propias de la ciencia. No hay sujeto sin mundo como tampoco un sujeto aislado de los demás. La existencia es apertura al mundo y a los demás. La relación del hombre con las cosas y con los demás se define por el tener cuidado. Según sea ese cuidado, nos encontramos ante una existencia auténtica o inauténtica. La existencia auténtica es coexistencia, la del hombre que tiene cuidado. La existencia inauténtica es la anónima, la del se, en la que el hombre es todos y ninguno. El lenguaje revela esta existencia inauténtica. La existencia anónima lleva al hombre a caer al nivel de las cosas del mundo, la deyección. Con el cuidado, Heidegger se refiere a la proyección que el hombre hace desde su condición de ser desamparado. Proyecta hacia delante sus posibilidades. Pero el proyecto no es lineal, hay un constante volver hacia la situación inicial. La mayor parte de la obra cultural del hombre pertenece a la existencia inauténtica. Lo que caracteriza la existencia humana es la apertura, no la interioridad. De todas las posibilidades que se dan al hombre, la mayor parte de ellas no son auténticas, forman parte de la nulidad esencial. La existencia inauténtica o anónima es la de la fuga frente a la muerte. Vivir para la muerte implica comprender la imposibilidad de la existencia como tal. La posibilidad de la imposibilidad de la existencia constituye la comprensión que caracteriza a la existencia auténtica. Dicha comprensión va acompañada de la angustia. En la angustia el hombre experimenta la nada, es decir la imposibilidad posible de su existencia. La angustia revela al hombre el significado auténtico de su presencia en el mundo.
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3 La existencia auténtica está proyectada al futuro, es anticipación, trascendencia, pero ese futuro presupone necesariamente el pasado y el presente. El instante en lugar del ahora. Existencia auténtica implica posibilidad y nihilidad. Destino común ya trazado, noción de tiempo circular. El presente auténtico es un futuro que repite el pasado. Busca el sentido del ser pero reconoce que no se alcanza interrogando a un ente. El error de la Metafísica ha sido buscar el sentido del ser a partir del ser de los entes. De ese modo la Metafísica se ha desvirtuado en distintas ciencias. Considera que Platón y el resto de los filósofos han sido los culpables de la eliminación del pensamiento filosófico auténtico. Elogia en cambio a los presocráticos, en la medida que trataron de descubrir el ser como tal. Platón fundó el ser en la verdad, en lugar de permitir como los presocráticos que concibieron la verdad como revelación del ser- aléthéia. La idea de Platón es una mirada sobre el ente y la verdad es la exactitud de esta mirada. Ser libre para Heidegger para el hombre es abandonarse al descubrimiento del ente como tal. El método de ontología, es decir, tal como lo propone se ha caracterizado por el hecho que la ontología no tiene nada en común con cualquier método de cualquiera de las otras ciencias. Por otro lado, precisamente el análisis del carácter de verdad del ser está constituido por su sustento, el Dasein. Este ser constituye el objeto de la prioritaria pregunta ontológica. Se hace manifiesto en todas las discusiones de los problemas básicos de ontología y en la pregunta fundamental del significado de ser en general. La elaboración de esta pregunta y su respuesta requiere una analítica general del Dasein. La ontología tiene como disciplina fundamental la analítica del Dasein. Esto implica al mismo tiempo que esa ontología no puede establecerse de una manera completamente
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4 ontológica. La ontología tiene una fundación óntica, un hecho que está una y otra vez manifiesto en la historia de filosofía al presente. En la antigüedad temprana se vio ya que el ser y sus atributos de una cierta manera están debajo de los seres y los preceden. Este a priori, éste ser, es anterior a los seres. Sin embargo el significado de este a priori y su posibilidad, nunca se ha aclarado. La pregunta incluso no se ha planteado. ¿Por qué las determinaciones del ser y los seres deben tener ese carácter de prioridad y cómo la tal prioridad es posible? Ser anterior es una determinación de tiempo, pero no pertenece al orden temporal del tiempo que nosotros medimos por el reloj. El a priori del carácter del ser y de todas las estructuras del ser requiere un tipo específico de acercamiento y manera de aprehender al ser de acuerdo con el a priori del conocimiento. Los componentes básicos del a priori del conocimiento constituyen la tarea de la fenomenología. La fenomenología es el nombre para el método de la ontología, es decir, de la filosofía científica. Debidamente concebida, la fenomenología es el concepto de un método. La construcción en la filosofía necesariamente es destrucción, es decir, que una deconstrucción de conceptos tradicionales. Y ésta no es una negación de la tradición o una condena de él como sin valor; realmente la marcha atrás, significa una apropiación positiva de la tradición precisamente. Porque la destrucción pertenece a la construcción, el conocimiento filosófico es esencialmente al mismo tiempo, en un cierto sentido, el conocimiento histórico. El conocimiento de la historia de la filosofía es intrínsecamente
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5 unitario, y el modo específico del conocimiento histórico en la filosofía difiere en su objeto del conocimiento científico de la historia.
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