Biografìa de Viktor Frankl y su Logoterapia 24/06/2009 | | 33 Comentarios
Víktor Emil Frankl nació en Viena, Austria el 26 de marzo de 1905. Su madre, Elsa Lyon, experimentó los primeros dolores de parto en el famoso Café Siller, lugar en donde se reunían los intelectuales de la época y que sería para Frankl un sitio muy visitado y apreciado. Su padre trabajó duramente desde ser un estenógrafo parlamentario hasta llegar a Ministro de Asuntos Sociales. Un hombre honesto, disciplinado, presente y muy respetado y querido por sus hijos. Viktor Frankl relata en su autobiografía que uno de sus primeros recuerdos de infancia fue despertar de una siesta y ver a su padre sentado junto a él mirándolo con ternura. Fue un niño inquieto, ávido de aprender. Sus padres le llamaban “el pensador”. Muy pequeño decidió que quería ser médico. Desde que era un estudiante universitario se involucró en organizaciones juveniles socialistas, desde esa época Frankl empezó a interesarse en la psicología. En 1930, logró su doctorado en medicina y fue asignado a una sala dedicada al tratamiento de mujeres que habían intentado suicidarse. Al tiempo que los nazis llegaban al poder en 1938, Frankl obtuvo el cargo de Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Rothschild, el único hospital judío en los tempranos años del nazismo. Fue en ese hospital en donde ayudado por su colega y amigo, el Dr. Pötzl, se opone a la ley de eutanasia dictada por los nazis y salva muchas vidas alterando los diagnósticos de enfermos psiquiátricos. Muchos colegas y amigos emigraban ante la amenaza nazi y él tiene la posibilidad de obtener una visa para huir con su esposa a los Estados Unidos, sin embargo, decide renunciar a ella para no abandonar a sus ancianos padres, a sus pacientes y amigos. En septiembre de 1942 él, su esposa y sus padres fueron deportados a un campo de concentración cercano a Praga, el Theresienstadt . De 1942 a 1945 estuvo en cuatro campos de concentración, incluyendo Auschwitz, conocido
como el campo de exterminio. Lo que experimentó en esos años es inimaginable. Logra sobrevivir; no así su mujer, sus padres, hermano, cuñada, muchos colegas y amigos. Tras la liberación pasa varias semanas en Münich tratando de indagar quiénes de sus familiares habían sobrevivido. Poco a poco va enterándose de que ninguno lo logró y vive un profundo dolor, soledad y vacío. A su regreso a Viena le asignan un departamento en el noveno distrito de Viena en el que viviría el resto de su vida. Es nombrado Jefe del Departamento de Neurología de la Policlínica de Viena, puesto que ocupó durante 25 años. Fue profesor tanto de neurología como de psiquiatría de la Universidad de Viena. Sus 39 libros sobre análisis existencial y logoterapia han sido traducidos a 45 idiomas. Obtuvo 29 Doctorados Honoris Causa en distintas universidades del mundo. A partir de 1961, Frankl mantuvo 5 puestos como profesor en los Estados Unidos en la Universidad de Harvard, Stanford, Dallas, Pittsburg y San Diego. Viaja por todo el mundo dictando conferencias. Ganó el premio Oskar Pfister de la Sociedad Americana de Psiquiatría, así como otras distinciones de diferentes países europeos. Frankl dio clases en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y hasta edad avanzada mantuvo sus aficiones de escalar montañas, dibujar, hacer caricaturas. Un hombre creativo que incluso compuso un tango. A los 67 años obtuvo la licencia de piloto de aviación de la que se sentía muy orgulloso. Viktor Emil Frankl murió de un fallo cardíaco en su ciudad natal el 2 de septiembre de 1997. Su familia se mantiene activa en la propagación de la Logoterapia y Análisis Existencial a través del Instituto Viktor Frankl en Viena.
consta de tres partes que son fundamentales para su desarrollo: 1. La libertad de voluntad (Antropología): que explica que todo hombre es capaz de tomar sus propias decisiones, por lo que es libre de escoger su propio destino y no convertirse en una marioneta a merced del mismo, o del inconsciente colectivo (Pandeterminismo). 2. La voluntad de sentido (Psicoterapia): expresa la preocupación de Frankl ante los métodos psicológicos enfocados en la percepción del “componente exterior”, desvirtuando la idea del animatismo presente en el ser humano que lo hace único ante el reino vegetal y animal (Psicologismo). 3. El sentido de vida (Filosofía): que para la Logoterapia es un factor incondicional que no se pierde bajo ninguna circunstancia, pero puede escaparse de la comprensión humana. La Logoterapia es una percepción positiva del mundo (Reduccionismo).
. En la intención paradójica, el terapeuta induce al paciente a intentar voluntariamente aquello que trata de evadir de manera ansiosa; el resultado suele ser la desaparición del síntoma. En la derreflexión, se anima al consultante a olvidarse de su padecimiento para superar la tendencia a la preocupación y a la hiperreflexión. En el autodistanciamiento, el "compañero existencial" -como se le llama al cliente o paciente- aprende a verse a sí mismo más allá de su padecimiento, con la posibilidad de separar a su neurosis para así apelar a la propia voluntad de sentido para -mediante la fuerza de oposición del logos- dirigirse a él. En la modificación de actitudes se hace énfasis en comportamientos claves a practicar mediante una cierta disciplina para más tarde dejar de atender a las actitudes dañinas y poder ver a las nuevas, como motivadores del cambio. Y en el diálogo socrático, se usa
el estilo de la mayéutica para guiar a la persona hacia el autoconocimiento y la precisión de su responsabilidad en sus acciones se anima al consultante a olvidarse de su padecimiento para superar la tendencia a la preocupación el autodistanciamiento , el "compañero existencial" -como se le llama al cliente o paciente- aprende a verse a sí mismo más allá de su padecimiento, con la posibilidad de separar a su neurosis para así apelar a la propia voluntad de sentido para -mediante la fuerza de oposición del logos- dirigirse a él
En la modificación de actitudes se hace énfasis en comportamientos claves a practicar mediante una cierta disciplina para más tarde dejar de atender a las actitudes dañinas y poder ver a las nuevas, como motivadores del cambio. en el diálogo socrático, se usa el estilo de la mayéutica para guiar a la persona hacia el autoconocimiento y la precisión de su responsabilidad en sus acciones. •
la intención paradójica, el terapeuta induce al paciente a intentar voluntariamente aquello que trata de evadir de manera ansiosa; el resultado suele ser la desaparición del síntoma
Viktor Frankl como superviviente del holocausto Durante sus años como estudiante, Viktor Frankl tuvo muchas ocasiones para irse familiarizando con el dolor. De hecho, se quiso especializar en el estudio y el tratamiento de la depresión y la prevención del suicidio, lo que le llevó a ofrecer servicios de apoyo a estudiantes con exceso de estrés y, durante los años 30, trató a muchos pacientes en riesgo de cometer suicidio. A partir de 1938, sin embargo, empezó a estar cada vez más acorralado por el ascenso del nazismo. En 1942, después de ser obligado a trabajar en el único hospital de la zona en el que podían trabajar judíos, Viktor fue deportado a un gueto, y de allí a una serie de campos de concentración, incluido Auschwitz. La mayor parte de su familia, incluida su mujer, murió en la red de campos de exterminio, y Viktor Frankl tuvo que trabajar en condiciones de esclavitud hasta que el campo en el que se encontraba fue liberado en 1945.
El hombre en busca de sentido Después del final de la guerra, Viktor Frankl fue descubriendo que muchas de las personas a las que quería habían muerto, pero encontró una manera de encajar estas pérdidas. Según él, el simple hecho de descubrir el sentido del sufrimiento hace que este se experimente de una manera mucho más llevadera, haciendo que este pase a incorporarse a la narrativa de la propia historia vital como un elemento más, algo que no impide que se pase página y se pueda tirar para adelante. Esta idea, que de hecho coincide en gran parte con los principios de la filosofía existencialista de Jean-Paul Sartre y otros pensadores, fue plasmada por Viktor Frankl en su obra más conocida: El hombre en busca de sentido, publicado en 1946,
Allí, considera haber podido sobrevivir más que nada porque le supo dar un logos (en griego: sentido, significado) a su existencia. De su experiencia da cuenta en el libro El hombre en busca de sentido. Durante su experiencia en los campo de concentración Frankl descubrió la veracidad de la siguiente expresión de Nietzsche: "Quien tiene un qué para vivir, puede soportar casi cualquier Cómo". Se dio cuenta que quienes formularon un sentido para poder sobrevivir lograban mas éxito al hacerlo. A partir de ese momento encontró el suyo "ayudar a los demás a encontrar ese sentido". Cuando se descubre esta verdad conveniente y orientadora, no solo se encuentra el sentido de la vida, sino también qué es lo que la vida espera de él. Por eso Frankl dice: "El sentido no se inventa, se descubre". Y agrega. "El sentido de la vida se descubre en la vida misma". Para finalizar con. "No interesa lo que esperas de la vida, sino lo que la vida espera de tí".
la dimensión noetica es aquella específicamente humana, que no enferma, que se mantiene intacta y puede ser autónoma de lo físico y lo psicológico; significa que ante alguna dificultad en alguna de ellas, la dimensión espiritual puede adoptar una actitud así como mantenerse libre para elegir y confrontar los distintos problemas que puedan surgir. Se puede decir que lo noético tiene la capacidad de confrontarse con los psicofísico. " Lo importante no es lo que nos pasa sino lo que hacemos frente a lo que nos pasa". En base a esta premisa se puede mencionar que se trata de una psicoterapia enfocada en la voluntad.