ella le dijo: "sinceramente, gus...." �l: "a ver, qu� pretende usted de m�?" "adue�arme de su alma, y de sus pantalones verdes." "a ver, y si yo le dijera que usted tiene patas de ganso?" "lo corroborar�a p�blicamente" As�, Le�nidas se movi� sumisamente por la calle un par de cent�metros, y su bat�n se ensuci� de mermelada. And�nita miraba todo el tiempo para arriba, y ve�a locarnitas cruzando por el cielo. Esa tarde noche el cielo ten�a un cierto sabor avioletado que lo hac�a encantador para una cita. El abogado y el juez entraron al bar por detr�s de ella, casi toc�ndole el culo, y se dieron cita en una mesa cerca del ba�o. El bar era tan chico que And�nita tuvo que sentarse en el excusado, y le dijo al abogado: "Se�or Cuervo, gus...." "Qu�tese de en medio se�orita..." "Se�ora..." corrigi� la moza, que llevaba puestas unas calzas de piel de lagarto feudal. "Se refer�a a m�, And�nita Giuti" "Presente" "D�galo usted", le pidi� el juez a la mujer casada. Pero la moza ya no estaba porque su turno hab�a acabado y hab�a sido censurada. Toc�ndole una oreja al juez, el abogado solloz� unos versos de Epicuro, diciendo que el ingl�s es siempre el mejor idioma para el amor, y para las transacciones judiciales, como en las pel�culas de Clint Eastwood, creo, o en esas en la que salen abogados en su juicio. And�nita, enterrada hasta la mand�bula en una monta�a de az�car, lloraba a gritos por Le�nidas, a quien realmente amaba. "Tranquil�cese usted" "O le deberemos cobrar el t�" "Tom�te el t�, And�nita". Cuando evidentemente todav�a no hab�a ning�n t�, ya que a�n no lo hab�an pedido. "Ah, gracias por avisar", contest�le la cristiana y pidi� una jarra de limonada con cilantro. "Y yo un paquete de caramelos" En ese momento los dos magistrados y se�ores de lo legal se pararon en las mesas y
gritando por un tubito hecho con las carpetas dec�an: "Se�ora And�nita, eso no se le puede permitir!" La chica gris corri� y corri� por toda la avenida s�ptima y lleg� a una torrecita en la que un se�or regalaba chasquis en las manos si le dec�an su nombre. "M�tase ac� y no hable mucho". Y la escondi� en su maleta, de donde no sali� m�s porque se estaba muy bien ah�.