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IN-FOCUS
Hoy asistimos a vertiginosos cambios Sociales, Económicos y de diversa índole. Hablar de la vida hoy es sinónimo de CAMBIO.
vivir y estudiar en
NUEVA CORDOBA la etapa de vida juvenil está signada por la realidad de los cambios como una particularidad en sí misma. Si bien a lo largo de la vida vamos tejiendo nuestra personalidad y “construyendo ésto que somos”, en este momento vital de la adolescencia – juventud adquiere especial relevancia el modo en que se resuelven los “cambios internos”, ya que se juegan de�niciones importantes para la vida, la personalidad y la identidad de las personas.
L
a realidad de “estudiar en la universidad” que comparten muchos jóvenes se transforma en un eje que atraviesa las características ya típicas de la edad juvenil y tiñe de particularidades esta etapa. Dentro de este grupo, hallamos a su vez, la realidad de los “jóvenes migrantes”, que sumado a los cambios propios de su etapa vital, agregan el hecho de dejar sus lugares de origen para venir a estudiar a Córdoba. Las más diversas experiencias asociadas al vivir y estudiar en Córdoba van teniendo su impacto en la toma de decisiones, las elecciones de vida y la de�nición de opciones, así como van in�uyendo, modi�cando quizás, y ayudando a de�nir aspectos de la personalidad. Desde esta perspectiva del cambio, si miramos al barrio de Nueva Córdoba, podemos percibir cómo desde hace varios años atrás hasta la actualidad toda su �sonomía, sus características, han ido “mutando” para convertirse en un barrio eminentemente “universitario”, donde se conjugan diversos factores para dar lugar a fenómenos muy particulares. Y es allí donde nos situamos para realizar una mirada a este fenómeno de los estudiantes. A ello podemos responder que existen las más variadas experiencias como jóvenes existen, aunque también se pueden delinear algunas pinceladas de características comunes. El impacto del cambio de lugar de vida y las características de la vida universitaria generan una crisis (“desestructuración”) ante la cual,..en algunos casos logran adaptarse satisfactoriamente y en otros, se pueden presentar ciertos indicadores de “desajuste” impactando en la salud, en el estado de ánimo, en el rendimiento académico, etc. Para muchos jóvenes, se trata de una verdadera “puesta en jaque”
“jóvenes migrantes”, que sumado a los cambios propios de su etapa vital, agregan el hecho de dejar sus lugares de origen para venir a estudiar a Córdoba. de lo conocido y el surgimiento de muchos aspectos desconocidos tales como: el simple hecho del reconocimiento espacial de una ciudad diferente a la propia, un barrio “verticalizado” poblado de altos edi�cios y pocos espacios verdes, vivir alejados de la familia y especialmente de los padres, la escasez de vínculos de contención, los amigos que quedaron en sus lugares de origen y la necesidad de crear nuevos vínculos, el experimentar la autonomía en diversos aspectos como el manejo del tiempo y la organización cotidiana, de los recursos económicos, las exigencias del estudio universitario diferentes a la etapa secundaria, la enorme variedad de ofertas de
recreación y diversión, en algunos la necesidad de conjugar trabajo y estudio para poder concretar la estadía, etc. Y ante todo ésto puede aparecer toda una “cascada de emociones” y estados diferentes que van desde el temor, inseguridad, miedos, aturdimiento, ansiedades, tristezas… hasta fascinación, sensación de libertad, ansias de expansión y crecimiento. Como ante todas las experiencias vitales, aquí es donde cobran notable importancia los recursos de que disponen los jóvenes, que pueden ser internos (de la persona) y externos (del medio). y la capacidad para desarrollar y adquirir nuevos en caso de no contar con los su�cientes o adecuados. Entre dichos recursos podemos mencionar: los vínculos de contención - en tanto familiares, de pares o amigos-, la “fortaleza yoica” o las capacidades internas para transitar los momentos de cambios resolviendo las situaciones nuevas y pudiendo aumentar el grado de experiencias y de aprendizajes vitales, la participación social, las condiciones de afrontamiento a los desafíos universitarios (habilidades para estudiar e interactuar), la fe y las creencias religiosas.