Parroquia
S a n
San Vicente Mártir
V i c e n t e 12
LAS PENAS
Sede canónica de la Hermandad de Las Penas. Capítulo 2
N.H.D. JOSÉ MANUEL ADAME DE ARAIZTEGUI Licenciado en Historia del Arte Febrero 2008
ontinuamos con este interesante estudio historico-artístico de la Parroquia de San Vicente, de N.H.D. José Manuel Adame, que tan buena aceptación ha tenido entre nuestros hermanos en su capítulo inicial.
C
ALTAR DE LA VIRGEN DEL ROSARIO Es obra de Cristóbal Ramos (siglo XVIII). La Virgen del Rosario es una egregia imagen, de elevada prestancia y categoría. No sólo es titular de la Hermandad Sacramental, sino que además debemos considerarla como Patrona o protectora de esta aristocrática feligresía.
Artísticamente parece una escultura del siglo XVII, cuya calidad se aprecia a primera vista. González de León afirma que el autor de la imagen es Cristóbal Ramos (siglo XVIII). Hernández Díaz duda de esta autoría. Otros investigadores sostienen que la talla es anterior, del círculo de Febrero 2008
Felipe de Ribas, aunque puede que fuera reformada por Cristóbal Ramos en el rostro y manos. En cualquier caso, no se ha hallado hasta el momento documento probatorio alguno. Era imagen de talla completa que en el siglo XVIII desmocharon para vestirla, lo cual impide hacer un análisis más detallado sobre su paternidad. Una acertada restauración, dirigida en 1982-83 por Peláez del Espino, ha devuelto la imagen a su condición original de talla completa, reconstruyendo imaginativamente las partes que faltaban a tenor de los elementos subsistentes y de algunos indicios como unos g rabados dieciochescos. La imagen luce vestiduras ricamente policromadas y estofadas, en color rojo la túnica con estofado de flores y en color azul el manto, que se sujeta por un broche a la altura del pecho. El rostro de la Virgen, con una encarnadura un tanto blanquecina, es de gran elegancia y finura; expresa cierta melancolía mientras dirige la mirada hacia su Hijo que, sentado en su brazo izquierdo, a su vez la contempla reflejando ansiedad en su rostro, pleno de ingenuidad infantil. El Niño Jesús también destaca por su factura, muy vivaz y realista. Tiene estupendos atributos de orfebrería (coronas y ráfaga del siglo XVIII, cetro del siglo XIX, etc.), bordados (mantos, sayas) y otros aderezos (media luna). Sin duda la tradición rosariana de Sevilla tiene aquí uno de sus más augustos puntos de referencia: Reina y Madre, esta elegante Señora goza de un sello propio por el cual destaca con méritos indudables dentro de la Mariología Hispalense. En la restauración del año 2001 se la ha situado en un Altar de nueva planta, en la cabecera del lado del Evangelio, en el que la acompañan a un lado Santa Teresa (siglo XVIII), procedente del Convento Casa Grande del Carmen y obra de carácter anónimo, y al otro Santa Bárbara, que perteneció al retablo antiguo (Mayor) y obra asimismo de autor anónimo (siglo XVII) y que algunos investigadores (por su buena factura) han llegado a situar en el círculo de Juan Martínez Montañés. Precisamente sobre el altar de la Virgen del Rosario y formando un conjunto se han situado
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