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EN SAN MARCOS: FARMACIA SE LEVANTA

LE BAJARON LAS LLANTAS AL DECANO COTILLO ESTUDIANTES DE FARMACIA LE DIJERON ZAMBA CANUTA DECÍA QUE ERA EL CAPO DE LOS DECANOS QUE ERA EL HOMBRE FUERTE DEL RECTOR IZQUIERDO PERO EN LA BRONCA NADIE QUISO DEFENDERLO LE GANO LA COBARDÍA Y CORRIÓ A ESCONDERSE

Fue el 19 de agosto de 2009 en el Parque Universitario. Los estudiantes cantaban y gritaban sus consignas: Dicen que Cotillo quiere ser rector Que siga soñando y no podrá ser (bis) ¡Izquierdo escucha, Cotillo es mentiroso! ¡Izquierdo escucha, Cotillo es un ladrón! El AVE ya está en el bolsillo de Cotillo, A Cotillo le encanta llenarse el bolsillo Dicen que Cotillo quiere ser rector Que siga soñando y no podrá ser (bis) ¡Cotillo, no tengas miedo! ¡Cotillo no te corras! ¡Cotillo, escucha, jamás podrás comprarnos! ¡Los derechos se respetan! ¡Los derechos no se negocian!

COTILLO, RECIBISTE TU MERECIDO Así pues, el decano de Farmacia Pedro Cotillo ha recibido su merecido. Hace tiempo que él mismo se lo estaba buscando con su habitual prepotencia y delirio de poder personal. Durante varias horas del 19 de agosto y de manera pública, los estudiantes de Farmacia le dijeron de todo. Fue en el Parque Universitario donde se concentraron llevando numerosos cartelones, mientras que dentro de La Casona se realizaba una sesión del Consejo Universitario de San Marcos, presidida el rector Luís Izquierdo Vásquez, pata del alma, adú y chochera del decano mandamás. Hace varias semanas, algún miembro del Consejo Universitario había tenido la ocurrencia de descentralizar las sesiones de dicho órgano. La primera sesión descentralizada se hizo en los terrenos de Huaral bajo administración de Veterinaria. Allí no pasó nada porque las vacas no discuten ni hacen oposición. Para la siguiente sesión del 19 de Agosto, Cotillo sacó pecho y ofreció el local de Farmacia. Quería aparentar poder; pero en las vísperas sus espías le informaron que habría bronca, que los estudiantes lo cuadrarían. Al toque, Cotillo se las arregló con el rector para trasladar dicha sesión a La Casona. Como siempre, se corrió del desafío estudiantil. Pero esta vez lo persiguieron y no lo dejaron en paz. ¡Ya no tendrás paz Cotillo pericotillo!