¡NO SON ARRUGAS...! Me miré al espejo cuando inició la mañana Abracé calmada mi lejana esperanza, De tener el rostro terso, la piel tan suave, De tener el correcto peso Y sentirme ligera cual ave… El día apenas comienza y me siento tan cansada… No hay forma de ocultarlo, de mí no queda casi nada Me resigné antes de mi primera oración, Pues sabrá el cielo porqué me pesa el corazón… ¿En verdad lo sabrá? Ni las cremas, ni el maquillaje Ni perfumes o irme de viaje Nada satisface mi falta de coraje... Entonces recuerdo que… Las líneas de expresión en mi frente Las mismas que saludan tras mis lentes, Las que hace surcos en mis mejillas Y las que se arropan con mis pupilas… ¡No son arrugas! Mis pechos ya caídos, La falta de fuerza en mis dedos un poco dormidos Mis caderas anchas La celulitis y estas estrías que dejan tantas manchas... ¡Esas tampoco son arrugas! Tener el pelo blanco Olvidar un poco las cosas Ser dueña de aquel viejo banco… Y no tener las uñas siempre hermosas… No son el desprecio de los años... Es la evidente muestra de que el cuerpo sufre daños Daños al amar Al desear todo entregar Daños por amamantar, La piel encoje se vuelve a estirar. Y no tengo tinta para el alma tinturar Pero la tengo cada vez más sabia Más experta Más paciente Mas dispuesta a perdonar No son arrugas esto que ves, Es la convicción de mis años de fe Pues existe un sublime creador Que decidió hacer marchitar la piel de una mujer Para que pueda ella contemplar el más precioso don… La vida naciendo de su ser… Arrudago el corazón sin amor, Pero yo, ya no tengo arrugas, Porque el alma que no se ve Resplandece tras los años Sin afán y sin dudas... Por la gracia de Su Señor.