EL NARRADOR Daniel Battiston Hasta ahora se habló sobre la porción de realidad desde donde se narra; pero nada se dijo de quién narra. La herramienta de la cual dispone el escritor al momento de narrar es, precisamente, el narrador. Es común que se confunda la voz del narrador con la voz del autor, pero son dos entidades diferentes: el escritor es una persona física, real -real desde lo objetivo-. El narrador es, en cambio, un recurso del escritor para poder dar forma a la materia narrada; esto se pone en evidencia por el hecho que el narrador nunca se expresa del mismo modo que el escritor. Así como no existe un único cuento ni una única novela, no puede existir un único narrador. Incluso cada autor hace uso de un narrador diferente en cada uno de sus textos. Por supuesto, los narradores de cada autor tendrán un cierto aire de familia que hará que cada autor pueda ser identificado del resto. Desde el punto de vista del narrador, es decir considerando
desde
el
lugar
donde
éste
narra,
podemos categorizarlos como: 1. Narrador omnisciente en tercera persona. Es el más común. Este narrador cuenta desde afuera de la materia narrada y conoce todo lo que ocurre en la historia; no solo los hechos, sino también los pensamientos de los personajes. 2. Narrador testigo en tercera persona. Permanece a medias dentro y fuera de la narración, contando
únicamente los hechos que ve. No conoce los pensamientos de los personajes; no sabe todo lo que ocurre en la narración. 3. Narrador personaje. El que cuenta es uno de los personajes de la narración, siempre en primera persona. Cuenta en primera persona, únicamente sus pensamientos y aquellos hechos de los cuales es testigo directo. Al tener un narrador que relata solo los hechos y situaciones que puede ver o de las que tiene conocimiento directo; se logra insuflar un alto grado de incertidumbre en el lector. 4. Narrador coral. La historia
está contada
por
diferentes narradores, cada uno con una voz propia, única y perfectamente identificable. Por lo general
son narradores
testigos
o narradores
personajes; o bien una combinación de ellos; aunque no puede descartarse la participación de un narrador omnisciente. No es un tipo habitual de narrador, pero su uso puede dar lugar a cuentos muy interesantes crearse;
quizás
desde el clima que puede
uno
de
los
mejores
cuentos
narrados de este modo es Háblenme de Funes de Humberto Constantini. Otro modo de categorizar a los narradores es a través del tiempo verbal en el que narran (ver): 1. En pretérito. Se narran hechos pasados. Se logra, en general, un clima de seguridad en el lector. El narrador cuenta hechos que han sucedido, y por lo tanto ya no pueden modificarse o alterar. 2. En presente. Los hechos se cuentan al mismo momento en que se producen. No existe digresión previa por parte del narrador. La narración es inestable, y los puntos de anclaje a la historia que posee el lector son débiles.
3. En futuro. Es el tiempo verbal más inestable de los tres posibles. Se narran hechos y situaciones que aún no han ocurrido en el tiempo de la acción. Es el menos aconsejable de los tres, y podría utilizarse solo en ciertos pasajes del texto.