Modulo Unidad 1 Modalidad A Distancia

  • May 2020
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UNIDAD Nº 01

COMPONENTE ESPECIALIDAD ACADËMICA: Historia, Geografía y Economía CURSO A www.isppabp.edu.pe

DISTANCIA

INTRODUCCIÖN

Les damos la bienvenida al CURSO A DISTANCIA del componente de DCN Aspectos Específicos para el Área de Historia, Geografía y Economía de los docentes participantes del PRONAFCAP Nasca y Palpa, nivel secundaria. El ISPP “Agustín Bocanegra y Prada” los recibe a ustedes con la seguridad de brindarle un servicio de calidad en el presente curso, y para eso se ha elaborado el presente módulo. Este módulo apoya y refuerza el trabajo académico desarrollado en los Talleres presénciales, llevándolo al uso de la Tecnología de información y Comunicación por medio de la Plataforma Virtual que tiene el Pronafcap Nasca. La información que presentamos en este módulo necesita que sea leída por cada uno de los participantes, para luego desarrollar las actividades queseamos proponiendo en la Guía didáctica. En este primer módulo desarrollaremos información relacionada a: Patrimonio Cultural Mundial y del Perú, Aportes culturales de las sociedades andinas, amazónicas y de centro América, Empresas expedicionarias: Las Antillas y México y el descubrimiento de América. Además se han incluido imágenes de las principales Zonas y Patrimonio Cultural del Perú y del mundo, así como la ruta que siguieron los primeros españoles en tierras americanas.

ADELANTE y SUERTE

“Año de la Unión Nacional Frente a la Crisis Externa”

PRONAFCAP 2009 ÍNDICE

ENTIDAD CAPACITADORA

Pág.

INSTITUTO SUPERIOR PEDAGÓGICO PÚBLICO “AGUSTÍN BOCANEGRA Y PRADA”

INTRODUCCIÓN

2

Patrimonio Cultural de la Humanidad 1. Patrimonio Cultural……..….…………....….4 2. Concepto……………….…………………….5 3. La UNESCO…………...………..……..…..…5 4. Gráficos ………………………………………6

JEFE DE PROYECTO: Patrimonio Cultural del Perú Lic. Cirilo E. GODOY HUMANÍ COORDINADOR ACADÉMICO: Lic. Isidro Gil CHAMANA CHIPANA AUTORÍA DEL MÓDULO CANCHARI QUISPE, Jhony Ángel

DIAGRAMACIÓN: Tco. Gudber P. DELGADO GUILLEN

1. Machu Pichu….…….……………………… 7 2. Lanzón de Chavin de Huantar……….…. 8 3. Fortaleza de Sacsahuaman..………….… 9 4. Aportes de las sociedades Andinas, Amazónicas y de Mesoamérica ………. 10

Empresas de Expedición: Las Antillas México. La Conquista del Tahuantinsuyo

y

1. Antecedentes ..………………………….. 13 2. España y Portugal.…………….…………. 13 3. Exploraciones Francesas….……………. 14 4. Comercio en el nuevo mundo………..... 15 5. Resistencia a la Conquista……………….. 16

PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD Patrimonio de la Humanidad, conjunto de parajes naturales y culturales a los cuales la Humanidad da un valor especial y, por lo tanto, los hace objeto de una protección específica. La

noción

Patrimonio

de

de

la

Humanidad extiende al conjunto del

planeta

una

noción del Derecho romano que define el como

patrimonium “bien

heredado, que se transmite de padres y madres a hijos”. Esta mundialización de la noción es una aplicación a escala planetaria y de la humanidad de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. CONCEPTO El concepto de Patrimonio de la Humanidad fue reconocido oficialmente por la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) de París en 1972 y entró en vigor en 1975. Una convención internacional fija el marco administrativo y financiero para la protección del “Patrimonio de la Humanidad Cultural y Natural” que está formado por “los monumentos, conjuntos y parajes que poseen un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, y por monumentos naturales, formaciones geológicas, parajes naturales que poseen un valor excepcional desde un punto de vista estético o científico”. LA UNESCO La inscripción como Patrimonio de la Humanidad se decide por un comité de la UNESCO compuesto por representantes de los Estados firmantes de la Convención. Se establecen dos listas, la primera censa “los bienes del Patrimonio de la Humanidad”, la segunda la de “los bienes en peligro”. La apreciación de “valor universal excepcional” viene determinada para los bienes culturales por seis dictámenes más un juicio de autenticidad, y para los bienes naturales por cuatro dictámenes más un juicio de integridad. Este dispositivo, que muestra la voluntad de

realizar un juicio de clasificación ecuánime, es, de hecho, bastante delicado. Las primeras listas se establecieron en 1979, y se completan sin cesar. Los nombres que parezcan en estas listas deben ser representativos de la diversidad

cultural

y

natural

del

mundo, de las religiones y de los parajes. Y al hacerlos también tienen que tener en cuenta las veces que se han inventariado y la evolución de los valores

sobre

la

cultura

y

la

naturaleza. La lista en cuestión agrupa cerca de 500 bienes, el 80% de los cuales son culturales. Entre ellos figura Venecia, el centro de Florencia y San Gimignano en Italia; el palacio de Diocleciano en Split; los conjuntos de Delfos, de Epidauro y de Olimpia en Grecia; la Cueva de Altamira, la arquitectura mudéjar de Teruel, el Camino de Santiago, Catedral, Alcázar y Archivo General de Indias de Sevilla, la Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada, Monasterio y Real Sitio de El Escorial, Palacio y Parque Güell y Casa Milá de Barcelona en España; la ciudad de Edimburgo y el paraje de Stonehenge en Gran Bretaña; el templo de Angkor en Camboya; el palacio imperial de Pekín, la Gran Muralla de China; el templo de Borobudur en Indonesia; el palacio de Taj Mahal en la India; Mohenjo-Daro en Pakistán; la ciudad de Petra en Jordania; Baalbek en Líbano; Palmira en Siria; El Cairo Antiguo islámico, Abu Simbel y los templos de Nubia en Egipto; la ciudad romana de Timgad en Argelia; los acantilados del país Dogon y Tombuctú en Malí; los palacios de Ghana; el paraje arqueológico de Zimbabue; la Estatua de la Libertad en Nueva York; la ciudad vieja de La Habana, México y la ciudad de Palenque en México; la antigua ciudad minera de Ouro Preto en Brasil; el Machu Picchu en Perú, el centro histórico de Aviñón, la abadía del Mont-Saint-Michel, las orillas del Sena en París, el Palacio de Versalles, en Francia; la ciudad vieja de Berna, en Suiza. Se encuentran entre los principales parajes naturales catalogados por la UNESCO el Gran Cañón, el bosque de Bialowieza en Polonia, la calzada de los Gigantes en Irlanda, Ayers Rock en Australia, las cataratas Victoria, los parques nacionales españoles de Doñana, Garajonay o el Rapa-Nui de Chile.

Aparte de su simbolismo, estos lugares protegidos poseen también un valor de mercado: atraen visitantes (hasta el punto de poner a veces en peligro su valor patrimonial) y se han convertido en lugares privilegiados del sistema turístico internacional PATRIMONIO CULTURAL DEL PERU

Machu Picchu, bastión inca en los Andes, situado a unos 130 km al noroeste de Cuzco, en Perú. Está emplazado a gran altitud en una cima entre dos picos, a 600 m aproximadamente sobre el río Urubamba, a unos 2.045 m de altitud. Los restos de la ciudad cubren unos 13 km2 de terrazas construidas en torno a una plaza central y conectadas entre sí mediante numerosas escaleras. La mayoría de los edificios, se calcula un total de más de 150 viviendas, son casas de una sola habitación (en la actualidad sin su correspondiente techo), dispuestas en torno a patios interiores. Algunas de las estructuras más grandes fueron utilizadas para ceremonias religiosas. Dos de los edificios más destacados son la Casa de la Ñusta, que pudo ser una zona de baños y de la que se conservan varias puertas trapezoidales con enormes dinteles; por otro lado, es famoso el intihuatana, u observatorio astronómico que se levantó en uno de los lugares más estratégicos, desde donde los incas pudieron estudiar los movimientos del Sol. Todas esas estructuras se caracterizan por una gran habilidad constructiva y una hermosa artesanía. Construida seguramente después de 1450, la ciudad fue descubierta en 1911 por el explorador estadounidense Hiram Bingham. Machu Picchu no aparece mencionada por las crónicas de los conquistadores españoles del Perú y la época de su ocupación es incierta. Bingham creyó, erróneamente, que podría haber sido Vilcabamba, el último refugio de los altos dignatarios incas de Cuzco que huían de los invasores españoles, pero no se conoce realmente nada de su historia. El santuario histórico de Machu Picchu, símbolo de la cultura andina, está rodeado de impresionantes montañas, con abundante flora y fauna; considerado uno de los monumentos arqueológicos más importantes del mundo, fue declarado, en 1983, Patrimonio de la Humanidad.

Lanzón de Chavín de Huantar El

antiguo

centro

ceremonial

precolombino de Chavín de Huantar se encuentra al norte de los Andes peruanos.

Distintas

habitaciones

y

pasadizos subterráneos de estructura laberíntica forman un complejo templo, en cuyo interior se encuentra clavado al suelo la escultura de más de dos metros de altura que reproduce esta fotografía, llamada El Lanzón o 'felino

sonriente'. Chavín de Huantar es en la actualidad un municipio de la provincia peruana de Huari, perteneciente al departamento de Ancash. FORTALEZA DE SACSAHUAMAN

Sacsahuamán, fortaleza inca de carácter ciclópeo, enclavada sobre un cerro de más de 3.500 m de altitud situado al norte de la ciudad de Cuzco, a la cual dominaba. Proyectada por Pachacutec Inca Yupanqui hacia 1440, se avanzó notablemente en su construcción a finales del siglo XV, durante el mandato de Túpac Inca Yupanqui, resultando acabada, años después, siendo soberano Huayna Cápac. Elevada unos 200 m sobre Cuzco, capital de los incas, sirvió no sólo como defensa de la ciudad, sino incluso como posible refugio ante el asalto de la misma. Así, en 1536, Manco Cápac II se encerró en ella con sus hombres, aunque no pudo evitar la derrota frente a los conquistadores españoles, los cuales tomaron la fortaleza tras la huida del inca y usaron sus enormes piedras calizas para la construcción de nuevos edificios en Cuzco. No obstante, en la actualidad existen numerosos vestigios que muestran claramente la disposición de sus tres murallas paralelas, de hasta 8 m de altura y casi 5 de ancho, así como las terrazas escalonadas situadas entre dichos bastiones, en las cuales se pueden observar restos de edificios, entre los que destaca el basamento de la torre circular que sirvió como depósito de agua.

APORTES DE LA SOCIEDADES ANDINAS AMAZÓNICAS Y MESOAMERICANAS Tradicionalmente se ha establecido una división cronológica de tres periodos u horizontes que comprenden las fases más importantes: el preclásico o de formación, (c. 1500 a.C.-c. 300 d.C.); el clásico o de florecimiento, (c. 300-c. 900); y el posclásico (c. 900-1540). Aunque el término clásico da a entender que en ese periodo se alcanzó el punto máximo del desarrollo cultural, los expertos actuales niegan el supuesto, antaño vigente, de que lo mejor del arte y la arquitectura precolombinas se produjera en el periodo clásico. El arte y la arquitectura de cuatro civilizaciones posclásicas, la mixteca y la azteca en México, así como la chimú y la inca en Perú, son igual de relevantes que las de sus predecesoras clásicas, y difieren únicamente en gusto y propósito.

En el periodo preclásico pueden apreciarse ya algunos de los rasgos del desarrollo pleno de la civilización precolombina. En ese periodo temprano América estaba conformada por jefaturas tribales aisladas y reinos pequeños cuyas respectivas culturas se desarrollaron, en su mayor parte, independientes unas de otras. Sin embargo, existen pruebas de la amplia difusión de algunas ideas religiosas y motivos visuales. Tanto la civilización olmeca de México, como la cultura de San

Agustín en Colombia y la cultura chavín en Perú adoraban a una deidad felina, y todas compartían una iconografía artística similar. Durante el periodo clásico se desarrollaron imperios muy complejos. Sus dirigentes eran generalmente sacerdotes, en lugar de

los

sacerdotes-guerreros

que

gobernaron las civilizaciones posclásicas, y las culturas se difundían o asimilaban más

rápidamente.

Aunque

suele

considerarse un periodo pacífico, los estudios arqueológicos más recientes han demostrado

que

la

mayoría

de

las

civilizaciones del periodo clásico eran guerreras. Las conquistas y el comercio extensivo produjeron una riqueza que se utilizó para la construcción de centros ceremoniales o ciudades, así como para la creación de efectos personales cada vez más lujosos y objetos funerarios o rituales de gran calidad. El periodo posclásico se caracteriza por las frecuentes guerras provocadas por presiones socioeconómicas como el aumento de la población y el desarrollo técnico. Las culturas y civilizaciones de este periodo son las mejor documentadas, debido a que los cronistas españoles recogieron sus impresiones personales o recopilaron historias de los conquistados. RASGOS CULTURALES Las civilizaciones precolo mbinas

eran

principalmente agrícolas. El cultivo del maíz se convirtió en el alimento principal en Mesoamérica, como lo fue la papa o patata en la zona andina de Perú y Bolivia. Hasta la relativa secularización que se dio en el periodo posclásico, la religión fue

primordial en la configuración y el desarrollo de la cultura precolombina. Sin embargo, las creencias y ritos religiosos estaban muy condicionados por preocupaciones relacionadas con la fertilidad de la tierra y la productividad de las cosechas que suelen dominar las sociedades agrícolas. Por lo tanto, gran parte del arte y la arquitectura precolombinas está relacionada con la astronomía, a través de la cual los indígenas americanos establecían las épocas más apropiadas para plantar y recoger la cosecha. Se desarrollaron dos tipologías urbanas. Una era el centro ceremonial, de estructura compleja constituida principalmente por edificios religiosos y administrativos que se construían alrededor de plazas y que carecía de viviendas y calles. Se cree que en estos centros solamente vivían los gobernantes seglares y religiosos con sus cortes, mientras que la mayoría de la

población

residía

en

granjas

pequeñas en una zona suburbana circundante. La otra tipología, similar a lo que conocemos actualmente como ciudades, tenía calles que separaban las

residencias

de

las

diferentes

clases sociales, así como templos y edificios administrativos orientados hacia la plaza central. Los proyectos arqueológicos recientes que estudian los trazados en emplazamientos mesoamericanos ponen de manifiesto que lo que se creían centros ceremoniales albergaban

poblaciones

de

plebeyos,

semejándose a verdaderas ciudades. Tanto los

complejos

ceremoniales

como

las

verdaderas ciudades servían como centros religiosos, gubernamentales y comerciales. El comercio no sólo era importante para el suministro de bienes necesarios y superfluos, sino también como medio de transmisión de ideas y técnicas, así como de formas y motivos artísticos.

EMPRESAS DE EXPEDICIÓN: ANTILLAS Y MÉXICO Y CONQUISTA DEL TAHUANTINSUYO. RESISTENCIA A LA CONQUISTA ANTECEDENTES Durante la edad media los cristianos de Europa pensaban que Jerusalén era el centro del

Universo, por lo que destruyeron los hallazgos de los antiguos geógrafos. Aunque los marinos y navegantes europeos siguieron cartografiando el Mediterráneo y los mares adyacentes, fueron los chinos y los comerciantes árabes de mercancías de lujo, con sus extraordinarias habilidades cartográficas, los que hicieron la contribución más importante de su tiempo. El gran viajero veneciano del siglo XIII, Marco Polo, utilizó las rutas comerciales chinas y árabes, tanto terrestres como marítimas, en su visita al gran emperador mongol Kublai Kan, mientras que Ibn Batuta, un siglo después, utilizó barcos mercantiles para visitar la India y otros lugares del océano Índico. Zheng He, para hacer alarde del poderío del imperio chino, realizó un total de siete viajes a la mayoría de los puertos del mar de China y del océano Índico. Los viajes tuvieron lugar entre los años 1405 y 1434 y en ellos participaron un total de 317 barcos y 37.000 hombres.

ESPAÑA Y PORTUGAL En Europa, por lo general, se admite que la llamada era de los grandes descubrimientos tuvo su comienzo en el renacimiento, época en la que los estudiosos de entonces estaban redescubriendo las obras de los geógrafos griegos y latinos. El cristianismo fue ganando terreno en España, y los moros fueron expulsados de sus últimos baluartes en 1492, el mismo año en que Cristóbal Colón hizo su primer viaje al mar de las Antillas. Los conquistadores españoles y portugueses descubrieron tierras remotas. Los portugueses navegaron a lo largo de la costa atlántica africana; después de varios intentos, consiguieron bordear el cabo de Buena Esperanza cuando buscaban una ruta marítima para el comercio de especias con la

India. Cuando cuatro de las naves que capitaneaba Vasco da Gama volvieron de la India en el año 1499, la carga que traían se componía de pimienta, jenjibre, canela y clavos y valía una auténtica fortuna. Animado por tales ganancias, otro explorador, Pedro Álvares Cabral, con una flota de 13 barcos y 1.200 hombres, zarpó de Lisboa en 1500 y llegó, sin proponérselo, a las costas de Brasil, cuando en realidad se dirigía a la India. Lo mismo le pasó a Colón, que había partido rumbo al oeste, a través del Atlántico, hacia China y Japón, y acabó en Cuba. Colón fue el fundador de la primera colonia europea en América y prometió a los reyes españoles, que costeaban sus viajes, traerles fantásticas riquezas. Durante las siguientes décadas, Hernán Cortés en México, Francisco Pizarro en Perú y otros muchos conquistadores se sintieron atraídos por la esperanza de encontrar oro y plata en América. Fernando de Magallanes buscaba una ruta al Oriente cuando bordeó el extremo meridional de América del Sur, en el que fue su épico viaje de circunnavegación del mundo.

EXPLORACIONES FRANCESAS Jacques Cartier, el primero de los grandes exploradores franceses de América del Norte, murió desacreditado al volver de los tres viajes que realizó entre los años 1534 y 1542 con una carga de cuarzo en lugar de diamantes. Sin embargo, en los siguientes 80 años, sus sucesores, con la ayuda de guías indígenas, consiguieron cartografiar la mayoría de las vías navegables de la costa este de Canadá y los afluentes del río más importante de la región, el San Lorenzo. Samuel de Champlain fundó Quebec en la ribera de este río. Henry Hudson, trabajando para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, estableció el primer puesto comercial de pieles en Manhattan, y durante su último viaje, trabajando para Inglaterra, navegó por la inmensa bahía que lleva su nombre. Le siguieron los misioneros y los comerciantes de pieles. La Compañía de la Bahía de Hudson, que se fundó en 1670, tuvo una importante rival en la Compañía del Noroeste, lo que provocó que a finales del siglo XVIII la competencia entre

ambas compañías diera lugar a numerosas exploraciones de las vías fluviales de las vastas tierras interiores de Canadá. Alexander Mackenzie navegó hasta el Ártico por el río que hoy se conoce como Mackenzie, en su honor, que es uno de los más importantes de América del Norte. Cuatro años después, en 1793, hizo la primera travesía por tierra del continente, encontrando una ruta a través de las montañas Rocosas hasta el océano Pacífico. En tierras más al sur, La Salle había descendido el río Mississippi hasta su desembocadura en el golfo de México, tomando posesión en nombre de Francia de las tierras bañadas por la cuenca del río,

en 1682, a las que llamó Luisiana. Cuando en 1803 las tierras fueron vendidas a los Estados Unidos, el presidente Thomas Jefferson envió la expedición de Lewis y Clark a explorar el nuevo territorio. Con esta expedición por tierra, que consiguió llegar al Pacífico, se abrió todo el inmenso territorio a la imaginación de la joven nación. COMERCIO EN EL NUEVO MUNDO Muy pronto, la actividad comercial generada requirió de puestos comerciales permanentes, lo que llevó a su vez a una ocupación colonial creciente. Los escasos lujos de los primeros exploradores se vieron pronto superados por la necesidad de un mayor número de productos que, para ser rentables, requerían una abundante mano de obra barata. Se trataba de productos como el azúcar, el algodón, el oro, la plata, los diamantes y las esmeraldas, que había que extraer de las minas; las perlas, que eran recolectadas por buceadores nativos; y, posteriormente, productos como el café, el cacao, el té y el tabaco. De esta forma empezó la trágica historia de la esclavitud de la mano de la colonización europea. Primero se utilizó a los indígenas de América como mano de obra. Luego, debido a las enfermedades traídas por los conquistadores que causaron una merma importante en la población aborigen, se inició el inhumano tráfico de esclavos procedentes de África a través del Atlántico. Los exploradores jugaron un papel activo en estas actividades, quienes muchas veces olvidaban el propósito colonizador y se lanzaban a la búsqueda de oro, plata, pieles o esclavos.

En el siglo XVII las cosas empezaron a cambiar y fueron motivos más nobles los que guiaron a los exploradores. Algunos de ellos se lanzaron a la aventura por el simple placer de viajar. Otros, como los misioneros, tenían como meta convertir a la fe cristiana a los pueblos que habitaban las lejanas tierras. Entre ellos destacaron el jesuita san Francisco Javier, que desarrolló su labor en Japón durante el siglo XVI; los franciscanos que en el siglo XIII llegaron a Mongolia; o Matteo Ricci, que impresionó al mismo emperador de China. Todos ellos fueron auténticos exploradores, ya que se adentraron en lugares remotos y dieron más tarde noticias de sus hallazgos.

Otros simplemente viajaron para satisfacer su curiosidad científica, como el capitán James Cook, que volvió en 1771 de realizar su primer viaje de circunnavegación en el que observó un eclipse de sol en Tahití, trazó los mapas de las dos principales islas de Nueva Zelanda y de la costa este de Australia, y trajo, además, un cargamento de desconocidas especies botánicas y zoológicas. En su segundo viaje navegó por la gran masa de hielo antártica hasta un punto tan meridional que no había sido alcanzado anteriormente por ningún otro explorador, y abrió la posibilidad de que existiera un continente habitado al sur. RESISTENCIA A LA CONQUISTA La conquista española de México comenzó en 1519 y concluyó con el asedio y la captura de Tenochtitlan en 1521 y Yucatán en 1527. Los conquistadores españoles marcharon entonces a Centroamérica, donde subyugaron a los pueblos indígenas locales. Grandes contingentes de población murieron en combate y a causa de las enfermedades que los conquistadores trajeron consigo. Muchos de los supervivientes de la conquista padecieron después la esclavitud, el trabajo forzado y la aculturación. La conquista europea puso el punto final a las civilizaciones indígenas mesoamericanas. Los españoles reemplazaron a las elites locales, el cristianismo sustituyó a las religiones nativas y

se introdujeron nuevos alimentos y animales. No obstante, muchos elementos de la cultura mesoamericana sobrevivieron y se mezclaron con las tradiciones europeas, alumbrando una nueva civilización.

El proceso de transformación de la sociedad andina a partir del asentamiento de los españoles y el establecimiento del virreinato del Perú, se interpreta como una adaptación a las formas impuestas por el modelo colonial, como medio de supervivencia, sin abandonar los elementos fundamentales de la cultura indígena. Es la fórmula que la moderna historiografía peruana denomina ‘aculturación y resistencia’. Entre las primeras noticias que recibió Pizarro sobre la existencia del Estado inca estaban las relacionadas con la muerte del emperador Huayna Cápac, y la lucha que por la sucesión mantenían sus hijos Atahualpa y Huáscar, apoyados cada uno de ellos por los diferentes grupos de poder que reflejaban el complejo sistema de relaciones de parentesco por el que se regía aquella sociedad. Los partidarios de Atahualpa habían conseguido apoderarse de la capital del Imperio, Cuzco, y apresar a Huáscar, muerto por orden de su hermano, antes de ser ejecutado él mismo por los

españoles en julio de 1533. A partir de ese momento se sucedieron los nombramientos de nuevos incas por parte de los españoles, quienes intentaron con ello utilizar el prestigio de su autoridad ante los indígenas. Pero el primero, Túpac Hualpa, fue envenenado antes de entrar en Cuzco, y el segundo, Manco Inca (Manco Cápac II), acabó levantándose contra los españoles estableciendo en Vilcabamba un reducto de enfrentamiento permanente, hasta que fue asesinado en 1544 por los seguidores de Almagro. La resistencia i ndígena

se

mantuvo

viva

tanto

en

la

elite cuzqueña de Vilcabamba (hasta

1572)

como en las numerosas acciones

que

se produjeron a lo largo de todo el periodo colonial, en las que está presente la idea mesiánica del inca, que cristalizó de forma especial en los levantamientos del siglo XVIII, protagonizados por Juan Santos (Atahualpa), en 1742, y, en 1780, por José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru). Al mismo tiempo, la incorporación de la nobleza inca a la colonia era utilizada como una legitimación,

fórmula de

que

se

expresó

incluso con la publicación de grabados en los que aparecían los reyes

de

España

como

continuadores de la dinastía inca. Las reclamaciones para que se reconociesen nobiliarios

los de

(destacadas

los

figuras

derechos curacas de

la

estructura social inca) fueron muy numerosas faltaron

las

y

entre

ellas

no

falsificaciones

de

quienes se fabricaban a la medida una ascendencia inca, que les aseguraba

una

posición

de

prestigio ante las autoridades coloniales. Cuando los nombramientos de autoridades indígenas coincidían con los esquemas andinos, la relación entre la comunidad y el curaca era fluida, ya que respondía a una idea muy precisa de la procedencia de las fuentes de poder. En el caso contrario, se producían numerosos problemas derivados de la presencia de una autoridad no aceptada por la tradición indígena. En el terreno religios o,

el

sincretismo

facilitó

el

mantenimiento

de

una

de

actitud

aceptación

del

cristianismo junto a la

pervivencia

culto

a

del las

divinidades andinas. La persecución de la idolatría, en la que jesuitas

destacaron como

el

padre Pablo José de Arriaga, no impidió que otros miembros de esta misma orden favorecieran la identificación de la Virgen María con la Pachamama inca y la superposición de símbolos cristianos a las divinidades andinas.

BIBLIOGRAFÍA José Aparcana Pisconte

Historia del Perú y del Mundo I

ESPINOZA, Waldemar. Los Incas: economía, sociedad y estado en la era del Tahuantinsuyo. Amaru Editores. Lima 1997 KAUFFMANN, Doig. Historia y Arte del Perú Antiguo. Edit. PEISA –La República. 2002 www.wikipedi.com.pe www.encarta.com.pe

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