MISHKI MISHKI LA PRINCESA DE PARAMONGA
CONTIENE: - Cuento "Mishki, La Princesa de Parmonga" - Documentos Etnohistóricos de Paramonga 1559
COMUNICACIÓN
TURÍS TIC A
Henry W. Marcelo C.
CIRCUITO TURISTICO
templos y ciudades escondidas en el Norte Chico
PILAS PUNTA
Cer ro de La Cruz
COMUNIDAD CAMPESINA DE PARARÍN
Shaura
Cuentan nuestras viejas tradiciones que Pararín cobrará una enorme importancia a * través de su historia, somos los antiguos Yungas pobladores del NORTE CHICO. Este cuento rememora el legado de los Dioses del Norte Chico, fundamentalmente al Templo Sagrado de la Fortaleza de Paramonga.
Rio Cerro de la Horca
Huaricanga
ejo m Templo Ber Fo rtaleza [Museos: Fiscalizada de varones, Nuestra Señora del Carmen, Museo Divino Corazón de Jesús y Museo Municipal]
[Museo de Huaricanga]
Caballete
Cer ro Blanco 1 Cerro Blanco 2
Porvenir
Cerro Lampay
Pampa San Jose
[Museo Municipal de Pativilca]
Carreteri Punta y Suela km 184
Huayto [Museo de Huayto]
Vinto Alto
Rio Pativilca
El cuento de Mishki la Princesa de Paramonga, es clara evidencia de los ancestrales Yungas, la belleza de la mujer del Valle Fortaleza, hoy herencia Pararina expresada en su fina y delgada cintura (alámbrica) como la Diosa Urpi Huachac creadora de los peces y la madre llama Catuchay o Ñawin por la cual los arquitectos Paramonguinos erigieron el monumental templo sagrado de la Fortaleza de Paramonga que junto a Caballete y Caral en Supe se convierten en las tierras sagradas del Norte Chico. PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD 2002
Era Pando
Aspero
24
Lurihuasi
MISHKI, LA PRINCESA DE PARAMONGA km
PRIMERA EDICIÓN 1998. Título original; La Princesa Mishki. Texto original Henry Marcelo Castillo.
R i o Supe
km 159
Albúferas de Medio Mundo
TRIANGULO DE LA Miraya MORADA DE VICHAMA
Alpacoto
Caral 23
Huacachi
Peñico
km
Churín
El cañaveralRontoy
Santa Rosalia
[Museo Arqueológico Regional]
[Museo del Colegio Xammar]
Rio Huaura La Viña
[Museo de Sayán] Pampa de Ánimas
Cerro Blanco
Cer ro La Cruz Quebrada Viña
Laguna Encantada
Bandurria Salinas
Fortaleza de Acaray Sayán
[Museo de Huaura]
Río Seco
Lachay [Museo de Huando]
CHANCAY [Museo del Castillo de Chancay] [Museo Municipal]
HUARAL
Zona Arqueológica Ciudades Monumental
Shicras
TERCERA EDICIÓN 2008. Título Mishki, La Princesa de Paramonga. Apoyo de los alumnos de Ciencias de la Comunicación; Universidad Hermilio Valdizán, Universidad Privada Antenor Orrego y la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión.
[Museo Comunitario de Végueta]
Vichama La Perlita
SEGUNDA EDICIÓN 2002. Título original; La Princesa Mishki y la invasión de Monga.
Carretera Panamericana Carretera asfaltada Ruta sin afirmar
Río Capital Provincial
Ilustraciones Carátula Jhonel Rosales, Contracarátula Henry Marcelo Castillo, Director de Desarrollo Educativo Jorge Príncipe Ramírez. Colaboradores: Carlos Manrique Pomiano, Celso Solano Paucar, Kathelin Lozano Vásquez, Miguel Revilla Marreros. Esta obra ha sido un trabajo de investigación comunicacional gracias al apoyo de los alumnos de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNJFSC. Hay que anotar que la mezcla de tiempos y culturas sobre todo las reflexiones sobre las variantes del quechuismo son muy peculiares en el Norte Chico, en tanto la obra trata de mantener las perspectivas históricas de este pueblo de leyendas. Derechos Reservados (2008) las características de esta edición, así como su contenido son propiedad de Henry Marcelo Castillo, no pudiendo ser reproducidas sin la autorización escrita del autor.
[ ] Museos Preceramicos
Asesor Legal: Dr. Gino Odar Hoyos
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2008-08356
MISHKI LA PRINCESA DE PARAMONGA
Por: Henry Marcelo Castillo
Cuentos obreros
ADVERTENCIA AL LECTOR QUE NO SEA PARAMONGUINO La mayoría de personajes de este cuento de fantasía son inspirados en algunos rasgos de cuentos populares de Paramonga, ciudad a tres horas de Lima, donde se ubica actualmente el histórico Templo de la Fortaleza de Paramonga, según algunos especialistas en industrias del azúcar, Paramonga es una ciudad empresa-pueblo, por estas características especiales sus pobladores son trabajadores y dependen del complejo Agroindustrial de Paramonga, ahora con los cambios económicos solo se mantiene AIPSA y QUIMPAC. Por tales razones, las frases del habla y comunicación obrera de la época del 60 hasta la actualidad, han sufrido permanentes modificaciones, tanto por la influencia ancashina, norteña y limeña, esta mezcla de costumbres y formas comunicacionales ha generado en muchos casos una suerte de "inversión silábica", dejos modos muy peculiares del habla y comunicación popular paramonguino. Los modernos descubrimientos e investigaciones en el norte chico, como Caballete en el Valle Fortaleza de más 5,000 años, hacen reafirmar que la "Fortaleza Paramonga", por las fotos aéreas tiene forma de llama, quizás "ÑAWI" ó Llama sagrada (deidad de las collas o mamacunas). Por la forma-función de su arquitectura y lineamientos astronómicos, se infiere que es un felino debido a la foto aérea (ver foto aérea) se puede apreciar claramente una cola en su arquitectura, sugieren un centro ceremonial, tal como se indica en el documento más antiguo sobre la donación de las Tierras del Sol de Parmonguilla del año 1559, 1564, 1583 (ver anexo), cuya función insinúa, un templo astronómico, algunos lugareños también manifiestan que tenía un "Acllahuasi, un verdadero taller de producción femenina que en los periodos del incanato la parte superior de la Fortaleza sirvió como habitación para las Acllas o mujeres escogidas", quienes realizaban tejidos y labores sagradas. Los centros arqueológicos de Caral, Aspero, Caballete, Bandurria, etc. en el Norte Chico sobre todo en Paramonga en el Valle Fortaleza "constituyen un elemento de singular importancia para sustentar que el Norte Chico fue uno de los focos de civilización más importante del planeta, al igual que Egipto, Mesopotamia, China, India y México". Particularmente el templo sagrado de la "Fortaleza" de Paramonga, es de igual forma una clave fundamental en este proceso de desarrollo de estas culturas en el norte chico, de ahí su importancia para que las instituciones privadas y públicas, como las empresas locales y las universidades de la región y de Lima apoyen a la difusión, mantenimiento y restauración de este monumento, Histórico, que por su ubicación actual se podría convertir en un centro turístico de alta importancia para el norte chico.
Presentación La valoración de la cultura costeña - andina es fundamental para entender las formas de comunicación de la historia regional. En tal sentido, el esfuerzo de docentes y estudiantes para revalorar este cuento de la "Princesa Mishki de Paramonga" debe trascender el espíritu de la entidad Regional. Por ello, extiendo mi felicitación a la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, por la publicación de este cuento de fantasía. La comunicación como estrategia de desarrollo arqueológico y turístico es fundamental para fortalecimiento de nuestra cultura. La edición del cuento "Mishki la Princesa de Paramonga" marca un hito en las historias del norte chico y fundamentalmente a la ciudad de Paramonga, a la cual hago llegar mis más sinceros saludos y felicitaciones. Dr. Arturo Ruiz Estrada Arqueólogo
GLOSARIO de palabras del lugar ALLPA : Tierra; suelo. BUNKER : Fortaleza de alta seguridad. CABANITA : Cabana, apellido de obrero paramonguino. CANCHÓN : Patio grande. CHINA WANRA : Hembra niña. CICLOPEAS : Monumento antiquísimo. DESPARRAMADO: Ancho, abierto. GUACHIMANES: Trabajadores de seguridad. GUANERA : Depósito de fertilizantes de guano. JUK : Uno. MISHKI : Dulce. MONGA : Por aquí. PANCKKAS : Enanos. PARAG : Vasallos. PORTÓN : Puerta grande. QUAQUER : Avenas. QUELCANI : Escritura. QUIPUS : Forma de escritura por anotaciones de cantidad mediante nudos. SEQUIÓN : SUMAQ : TOQUS : WAMAN KATAX : HUPAY : VICHAMA : Casta. PUMACURI : PARMONGUILLA:
Acequia grande. Bello, bonito. Espíritus. Dios del guano de las Islas. Alma. Dios de Luz o de la Creación de la Puma de Oro. Paramonga
CAPÍTULO I
LA PRINCESA Y LA INVASIÓN DE PARAMONGA Henry Marcelo Castillo
Había una vez, hace mucho tiempo, una ciudad llamada Paramonguilla con gentecilla yunga de sonrisa agradable y de suave mirada, en la actualidad como queriendo responder al tiempo, Paramonga se encuentra dibujada y decorada de una hermosa alfombra verde de sembríos de caña de azúcar resguardada por ciclopeas Chimineas y un templo Fortaleza de barro que embruja a los campos costeños. A treinta minutos de la plaza de armas de la ciudad existía un barrio obrero llamado la "guanera" (ahora calle San Francisco), en una esquina quedaba un depósito inmenso de sacos de guano de las islas que traían desde "litera", zona cercana a la Fortaleza a orillas del mar, llegaban todos los días cargamentos de guano de las islas en locomotoras para fertilizar los campos de caña de azúcar. En el portón de dicha guanera, todos los días, se encontraba una rubicunda obrera "blanca serrana" ¡Colorada! como si hubiese comido rocoto, la llamaban "labios finos", por tener unos labios carnosos y una barriga inmensa que cuando caminaba parecía que desafiaba al mundo con el bamboleo de sus caderas. Warina decía que era. En aquellos tiempos las locomotoras se estacionaban frente a la guanera para su abastecimiento, como era de costumbre muchos
niños, como -yo-, hijos de obreros salían a jugar en los rieles y durmientes, subíamos y bajábamos de las locomotoras. Un buen día salimos de nuestras casas como de costumbre; "...vamos rápido" ¡hacia el canchón! ¡hacia el canchón! gritamos- Juan Quito, Pepe Lara y otros amigos de mi edad conversamos todo el camino-. - Mi mamá -comentaba Juan- ha visto duendes que se alimentan de leche de savia de los árboles de higo y en el día duermen en los troncos secos de los árboles de palta. -¡Oh! que tontería esos son puros cuentos, mentiras -comenté-. Pepe por su parte inquirió: "eso es verdad, yo mismo ví a esos duendes, son viejecitos chiquitos de ojos grandes color de palta y saltan de árbol en árbol. -Bah mentiras -repliqué...miren, miren esa "caquita blanca" son de los duendes. ¡Oh ... que "raro"! respondimos en coro mientras continuábamos caminando-. Al pasar un puente llamado "sequión" por donde circula aguas de un ramal del río Pativilca, cuyas aguas abastecen a los sembríos de la caña de azúcar y sirve de desaguaderos de las fábricas y letrinas de los barrios obreros. De pronto nos pusimos en alerta para poder despistar al guachimán del canchón, que tomaba a borbotones
su quáquer con leche. Zas, zas nos zampamos al canchón que tenía cercas de alambres mal puestas con estacas apolilladas por el tiempo. ¡Oh maravilla! -ya estábamos adentro!... extasiados de las montañas de libros, periódicos, revistas viejas y nuevas, algunos desparramados por el suelo, otros en fardos- eran nuevos cargamentos que habían llegado desde Lima para que sirva como pulpa junto con el bagazo de la caña de azúcar para la fabricación de papel. -Bueno como era costumbrenos dispersamos en las rumas de papel, leíamos revistas, buscando periódicos antiguos con publicidad sobre las peleas de cachascán "Santos Vs. La Momia", "Jacobo
contra La Pantera", etc. recortábamos y coleccionábamos. De pronto, encontré un periódico muy antiguo que relataba la muerte de varios obreros en "plena huelga" de los cañeros paramonguinos. Me quedé sorprendido por un momento y después lo guardé para enseñarlo a mi papá. Esa era nuestra ¡biblioteca de canchón! donde leíamos de todo ¡nuestra ilustración!. Mientras leía revistas y periódicos, para mayor comodidad me recosté sobre un fardo de papel, en son de un gran literato; pero me fue mal, me quedé dormido. De pronto sentí que una mano fuerte me sacudía los cabellos. -¡Oye hijo! ¿qué haces ahí durmiendo...?
Abrí los ojos y asustado vi frente a mi a don "Cabanita" un viejecillo obrero cañero de espesas cejas escasas arrugas y sombrero de paño y machete en mano. El también se les ingeniaba para leer revistas y libros del canchón. -¡Mira! jovencito ten mucho cuidado porque si los guachimanes te encuentran te van a dar de latigazos... -¡Oh! que "clase" de choolu eres gritó, agarra lo que tienes en la mano y vámonos de aquí. El anciano obrero, recto macizo como un molle caminaba, marchaba como un soldado a la vez que conversaba. ¡...nuestra allpa es rica en historias y leyendas!, mis tatarabuelos "indios" me contaban: allí donde está el canchón antiguamente habían totorales y juncales, bosques inmensos con pozas de agua como ojos de la allpa que miraban y vigilaban nuestras tierras de los extranjeros. - ¿A ver don Cabanita cuénteme?. Nos detuvimos por un momento y me dijo: "mira la silueta de las chimineas gigantes y al fondo los perfiles de la Fortaleza y en la izquierda el Cerro de Horca donde los antiguos pobladores del Gran Chimú Canchu castigaban a sus presos". -¡¿Hueles a miel?! - me preguntócon la nariz erguida, ebrio de dicha. -El trapiche está moliendo don Cabanita -le contesté- y la miel de caña de azúcar está hirviendo, lo hacen todos los días. -¿Oh que raro y sumaq!, bello presagio viviente del cuento de la Mishki, La princesa caprichosa de Paramonga. -¿Y, quién es esa? -le pregunté a don Cabanita-¡Oh! no sabes, tu papaachu no te ha contado, que descuido de hoy, moviendo la cabeza con desagrado. -Escucha bien lo que te voy a contar:
dicen los antiguos, que en este valle Fortaleza existía grandes ciudades milenarias, pero el Templo de la Fortaleza era el principal Templo de Parmonguilla en 1559 tomado y reconstruido por los incas. CAPÍTULO II PALACIO - TEMPLO DE PARAMONGA Las "allpas" de Monga, eran hermosos valles de cultivos de algodón, pallares, calabazas, camotes, pepinillos y maíz rodeados de bosques de molle, totora, junco, cañas bravas como bellos decorados de alfombra gris de la antigua costa peruana. Mira el Templo de la Fortaleza y el Cerro de la Horca, pues, el primero era el palacio de Parmonguilla con miles de Parag (vasallos), que se encontraban al servicio del Gran Chimú Canchu, "qápap wasi" dicen los cuzqueños, los paramonguinosancashinos, decimos "pwediy wasi" -continuaba el viejecillo obrero-. -¡¿cómo cambia nuestro idioma?! La Fortaleza de Paramonga, era un hermoso palacio-templo en forma de llama, otros dicen de un puma o pumacuri (forma de puma de oro) no lo se de verdad también dicen que habían mas templos, ocho creo pero este era el principal, con decoraciones de colores y dibujos geométricos rojo, verde y amarillo, símbolo de embrujo de los campos, los colores de las tierras sagradas, que aún se puede apreciar por la playa Bermejo, pues, en peregrinaje hacia la adoración del dios Waman Katax, le decían a los bancos de guano de las islas ubicado en la zona de litera. Este hermoso palacio-templo de barro era parte del reinado del Gran
Chimú Canchu que gobernaba desde Tumbes hasta estos lares del hermoso valle de Fortaleza camino sagrado al Callejón de Huaylas, setenta años lucharon los inkas para derrotar al Gran Chimú Canchu para tomar por asalto el Templo-Fortaleza de Paramonga. En aquellos tiempos -continuaba el obrero- la Fortaleza se encontraba rodeada de agua, era un "Bunker" ...comparable a los castillos feudales de Europa. La laguna era abastecida por canales subterráneos construidos hace cientos de años, dicen, desde la laguna de Yanakocha, a los inkas les costó mucho trabajo localizar los canales y
desviar el cauce de sus aguas, posteriormente muchos de los Parag, vasallos del Gran Chimú Canchu se unieron al Inka Yupanqui que gobernaba el Imperio Incaico, por ese entonces, cuentan los antiguos que un General que lo llamaban Inka Tullo Atauche y su esposa Cussi Wuachua vinieron a gobernar estos sitios bajando desde la laguna de Yanakocha. CAPÍTULO III GRAN CHIMÚ CANCHU Y EL INKA DE PARAMONGA
Hace mucho tiempo, el Inka Tullo de Paramonga y Cussi Wuachua tuvieron una hija. El Rey Tullo, que no cabía en sí de gozo, quizo llamarla Mishki e invitó a mucha gente de su reino, amigos de la nobleza Inka y Chimú como testigos de un acontecimiento único en el reino del Gran Chimú Canchu, organizó una gran fiesta proclamando a su hija como heredera de sus tierras y como presagio dijo: "he puesto el nombre de Mishki por la dulzura de su sonrisa y porque representa la unión del reinado del Gran Chimú Canchu y el Imperio Inkaico. Mientras Mishki crecía, la belleza de niña chimú-inka se hacía más evidente. Un día cuando la china wanra de hermosos ojos capulí y de bello rostro canela, tenía sus 14 años jugaba junto con otros niños de su edad recogiendo enormes flores de amancaes, perfumados, en racimos tupidos, no tenía cuidado de su hermosa vestimenta que había sido obsequiado por los famosos tejedores de Chancay, su vestido celeste de gasa bordada con figurillas de estrellitas y avecillas, ciñendo su delicada y fina cintura, una cintilla de tul calada con rombos de color azul añil. En tanto jugaba con una bolsita de juncos, delicadamente trabajado con algodón beige, encandilaba los campos de Paramonga saltando y cantando por los sembríos de pallares y pepinillos mientras un grupo de niños se dedicaba a juntar las pajillas y espantar los pajarillos de los campos de maíz pues, era parte del juego-tarea heredada de la Educación del Gran Chimú Canchu. Mishki corrió hacia uno de los bosquecillos de totorales, donde borboteaba agua cristalina y como un manto de terciopelo se extendía la grama del campo e infinitos bosquecillos de plantitas de "cola de caballo" plantas del lugar ... cansada y extasiada de tanta belleza, se
agachó y bebió un poco de agua mirándose a la vez el reflejo de su bello rostro canela en las aguas dulces del manantial. Al inclinarse y girar su mirada hacia uno de sus costados se quedó impresionada por los pequeños bosquecillos miniatura de "cola de caballo", rodeado de hermosos "berros" con bellas florecillas blancas inundaban su corazón de alegría; inmediatamente Mishki se echó boca abajo e inclinóse la cabecita menudita y delicada para poder fantasear y aspirar la riquísima fragancia del aroma de las yerbas del campo. Por un momento comenzó a fantasear recordando su hermoso palacio Templo Fortaleza, pasaron por su mente escenas de sus familiares que se entretenían mirando semillas de pallares con raros signos que ella no entendía; mentalmente reflexionaba sobre esta extraña forma de placer de los mayores. Quedándose dormida de tanto jugar. De un momento a otro "en pleno
sueño", sintió temblar la tierra párecían "toqus", espíritus en pena... que se acercaban a sus tierras. Mishki, levantándose rápidamente se abrió camino entre los totorales divisando a lejos gentes de color yulaq, como la luna, ¡parecen pallares! murmuró... - Nunca antes había visto tal gente -pensó- ¿Serán nuevos inkas? no, no puede ser se contestó entre sí, mi padre desciende de inkas y no es de ese color de piel. En esos momentos unos de sus parag se acercó aterrado y le dijo al oído, china wanra huye salva de morir, son nuevos invasores. Mishki exaltada dio un salto y cruzó el arroyuelo divisando desde lejos encarnizadas luchas de sus parag, de su padre de Mishki, mientras muchos de ellos se refugiaban en las partes altas del valle de Paramonga. Recordó en esos momentos que cerca de la Fortaleza, existían unos bocanales que conducían al lugar sagrado de los inkas.
Mishki, se detuvo un momento y dijo: -¡Mis padres ya deben haberse refugiado! Por un momento vaciló en ingresar a los cueva-canales, pero no había otra alternativa. El canal estaba oscuro, avanzó unos diez metros y de pronto divisó una luz azul brillante y una espesa neblina pues, no lograba ver en qué dirección se dirigía; de pronto vió cruzar una tórtola, que caminaba apresurada. -¿Qué hará esta avecilla? se preguntó, envuelta de suspiro. ¿No tendrá miedo? La pobrecilla Mishki no tenía idea de lo que estaba sucediendo. La tórtola le gritó: ¡oye tú! a dónde vas tan aprisa... -¡Hacia abajo... hacia abajo... hacia abajo, le contestó la tórtola, después se cruzó una muca muy apresurada con sus hijos a cuestas, la miró discretamente y dijo mira hermosa princesa, procura correr porque sino, no vas a encontrar al A m a u t a q u e c u i d a e l POKENCANCHA, pues, la entrada del canal-cueva se va a cerrar en cualquier momento. Mishki replicó: ¿y cuáles son esos secretos? -¿Cómo no sabes? replicó la señora muca. - No, contestó la princesa. Pues te diré... En esos precisos momentos que iba a contarle, la tierra comenzó a temblar. - Mishki y la muca cayeron en un enorme pozo lleno de cordeles tejidos de algodón ¡¿nunca he visto tanta cantidad?! repetía... repetía en su pensamiento. Además, había colgados adornos de oro, mantos de variadísimos colores con figuras geométricas y miles de huacos de oro y plata con piedras preciosas. A sus costados habían cientos de canastas de cañabrava llenos de pallares. Levantó la mirada y pudo ver un
ambiente de color amarillo púrpura. Al fondo se encontraba un viejecillo vestido elegantemente a la usanza de la nobleza inka. El viejecillo estaba rodeado de cientos de panckkas, enanos que estaban sentados en círculos. Unos sacaban los pallares de las canastas y las mostraban al viejecillo, otros extendían los mantos mostrándolos de igual manera los huacos. El viejecillo concentrado eternamente- hacía con sus delicadas manos nudos de variadas formas -en cordeles- a la vez que hablaba alegremente con los panckkas. - Mishki -pensaba- que tontos ¿qué estarán haciendo? ¡¿Sacar pallares?! mirar mantos, hacer nudos ¿oh qué clase?, ¿Qué gracioso? - Sin embargo, seguía intrigada. Juk por juk, uno por uno sacan los pallares y aquí hay millares. La muca
se acercó a los oídos de Mishki y le dijo: - - "ese debe ser un quiposcamayo, son los encargados de quelcani, de escribir en los quipus, a través de nuditos en los cordeles de algodón". - Escriben y a la vez cuentan números, replicó la muca dicen que es un Amauta, un sabio. - Mishki no pudo aguantar su curiosidad y se acercó tímidamente al Amauta y le preguntó: - ¿Porqué haces tantos nudos, viejo sabio? - ¡Oh! ya llegaste hermosa princesa, tú eres la escogida entre las más bellas de nuestro imperio para que aprendas nuestras historias del Gran Chimú Canchu y del Gran Imperio del Tahuantinsuyo, Imperio del Sol. Aquí, en estos quipus estamos escribiendo la historia y contando nuestras riquezas de nuestro pueblo y de los Dioses. Te quedarás, manda la sabia razón del Inka para que aprendas los
secretos de nuestro reino, sin embargo, un viejo presagio me dice monga, por aquí crecerá algún día la dulzura de tu sonrisa. - Pues, el destino presagió -continuó el anciano- para gobernar, es tu obligación aprender y te quedarás hasta que la fiebre del invasor pase por nuestras tierras. - Mishki la miró extrañada y confusa, replicando enfurecidamente ¿y si no me quedo? bah... - Mishki -pensó- viejo tonto mis abuelos chimúes, decían que no había más riqueza que la bendición del WAMAN KATAX, dios del guano de las islas y el Dios Vichama de las tierras sagradas. ¡Que mentiroso! - Mishki se dio media vuelta y salió corriendo por uno de los canales. El anciano -gritó fuertemente- por favor ¡no lo hagas! ¡no!... ¡no! ¡seas! ¡caprichosa! ¡peligrará tu vida a los tres días al salir de estos canales! ¡tu reino ya no es el mismo! De igual manera gritaron la muca y tortola. - A Mishki no le interesó los consejos del anciano y caminó sin encontrar salida..., mientras caminaba pensaba lo que le había dicho el Amauta ¿será que por esas razones mis primos se entretenían tanto, mirando las graciosas rayas y figurillas de los pallares? - La señora muca se detuvo y le dijo obedece al Amauta, por favor es tu última oportunidad. - Ella continuó la caminata, hasta que encontró la salida; la señora muca se dio media vuelta con mucha tristeza y llorando se fue... La hermosa princesa sin el menor reparo salió corriendo pero al momento de pasar las ciclopeas puertas del canal de piedra sintió un temblor y escalofrío terrible, ¿será Pachacamac el Dios de la noche y los temblores?.
¡Oh que extraña sensación! pensó. El paisaje de sus tierras había cambiado, ya no había hermosos sembríos de calabazas, pallares, algodón y sus parag (vasallos) y su hermoso Templo Palacio Fortaleza se encontraban sin brillo, oscurecida, pues, sus hermosos colores de las tierras sagradas sólo quedaban algunos rastros. CAPÍTULO IV INVASIÓN DE PARAMONGA El obrero Cabanita continuó indicando: dicen algunos, que era el año 1562 la princesa Mishki, caminó varias horas por los campos de Paramonga... y de pronto divisó una casita ¿parece un palacio pequeño? pensó desconcertadamente. - Qué extraño ¿cómo es posible que hayan construido tan rápido, si sólo tenemos poco tiempo de haber estado dentro de la cueva-canal?. Se comenzó a acercar con mucho cuidado hasta llegar a la puerta, era una casa extraña -reflexionaba Mishki- con algunos signos y
símbolos que no comprendía, al fondo del salón habían algunas bancas en filas y colgado en la pared dos maderos cruzados con un hombre crucificado ¿Será Vichama el viejo Dios sacrificado por Pachacamac?. - ¿serán los invasores?... pensaba Mishki. Efectivamente, en esos años el virreynato repartió por primera vez, las tierras de Paramonga (ver anexo donación de tierras 1559, 1564, 1583) a la congregación religiosa de los PA U L I N O S , i n d i c ó e l o b r e r o Cabanita... La bella princesa huyó de aquella Iglesia, salió en la punta de los pies, sorprendida, de pronto tropezó con un cura de tupida barba y de ojos azules se asustó tanto que salió despavorida. El cura dijo: que bella niña, debe ser alguna de las hijas de los indios cimarrones. - ¡Oye niña, ven no te vayas! gritó el cura... Al escuchar estas palabras, Mishki se dio cuenta que eran los extranjeros, ya que hablaban otras lenguas, recordando la primera vez que vio luchar a sus vasallos y ejército inka. ...anduvo caminando por varias horas hasta que comenzó a ponerse triste, y empezó a llorar angustiadamente. De pronto encontró una bella anciana parag, de su antiguo reinado de Paramonga, la miró fijamente y para sorpresa la reconoció. - ¡Oh hermosa princesa Mishki, donde has estado tanto tiempo! El Dios Wiracocha, el milenario Vichama DIos de la luz de estas tierras te ha enviado. Mientras la anciana conversaba, la princesa Mishki comenzaba a esfumarse sus piernas, aterrada y arrepentida de no escuchar las advertencias y consejos del Amauta -suplicó-
-¡oh Vichama el Wiracocha, de los Incas, Dios Waman Katax, siento en mi hupay la muerte, pero te ruego que no muera mi pueblo, perdona mi error y conserva el hupay del Gran Chimú Canchu y del Inka en los frutos de la tierra de mi pueblo. Mientras oraba, las partes de su cuerpo se esfumaba en tres colores brillantes el rojo, azul y el amarillo, a la vez penetraban en las totoras, cañabravas y juncales del lugar. Apiadados de los ruegos -los dioses- se compadecieron de la bella princesa y regaron un aroma de sonrisa dulce y convirtieron a las totoras, cañabravas y juncales del lugar en dulces, cañas de azúcar. Implorando la princesa decía: -"Oh dioses deja que mi pueblo se haga carne y mis penas se las
consuma el desierto". Por aquí algún día mis queridos parag gobernarán sus propias tierras. Dicen, que por las noches ven en los cañaverales y en el viejo canchón de papel de la fábrica a MISHKI la Princesa Caprichosa y en toda la ciudad de Paramonga, aún se percibe el dulce aroma de la princesa Mishki y a veces se la ve haciendo nudos de los quipus, arrepentida de su gran error. Ta m b i é n c u e n t a n q u e después de un tiempo los dioses la regresaron a la vida para que se case con un Joven Curaca Pumacuri cuyo nombre significa Puma de Oro. FIN
DOCUMENTOS EHNOHISTÓRICOS TIERRAS Y MITIMAES DEL TEMPLO DEL SOL EN PARMONGUILLA. AÑOS 1559, 1564, 1583 Donación de las tierras del Sol en Parmonguilla (Lima, 4 de agosto de 1559)
(En la historia de Paramonga tenemos información contemporánea sobre el nombre de la "Fortaleza de Paramonga", a falta de "documentación" e investigación arqueológica de este monumento histórico, estos documentos de 1559 se convierten en una riquísima fuente de análisis para interpretar la historia del Norte Chico del Perú). Don Hernando de Mendoza, marqué de Cañete, guarda mayor de la ciudad de Cuenca, visorrey e capitán general en estos reinos e prouincias del Pirú por Su Majestad, Sa.:Por cuanto a pedimiento de Francisco de Cárdenas dí una mi prouisión para el padre Xpobal de Montalvo, clérigo presbítero, se informase y supiese cúyas han sido y son las tierras que stán en el valle de Parmonguilla, linde con tierras que proveí a Alonso Pizarro de La Rua, e si de proveer se venía perjuicio a tercero e de otras cosas, e con su parecer me la enviase para que se proveyese lo que conviniese. E agora se presentó ante mí un parecer del dicho Xpobal de Montaluo, clérigo presbítero, e me fue pedido y suplicado que atento a él hiciese merced en las dichas tierras de cincuenta hanegadas de tierras. E por mí visto y el dicho parecer, su tenor del cual es el que se sigue."Muy Excelente Señor. Yo he visto las tierras de Parmonguilla por mandado de Vuesa Excelencia muchas veces, e me he informado de los caciques naturales del dicho valle e de otros comarcanos e como es dicho aquellas tierras están vacas muchos años ha. Y los indios que las olían poblar e cultivar eran mitimaes puesto por el linga pa[ra] el servicio de la casa del sol y mamaconas que allí estaban. Y todos los dichos indios se han muerto y vuelto a sus naturales; y a esta causa puede Vuesa Excelencia hacer merced de las que el dicho Francisco de Cárdenas pide, porque no siento haber perjuicio alguno. Xpobal de Montaluo, clérigo". [Así] dice [él] presente parecer. Por lo cual, en nombre de Su Majestad hago merced al dicho Francisco de Cárdenas en las dichas tierras de Parmonguilla de cuarenta hanegadas de tierras de sembradura de indios, con todas sus entradas e salidas e acequias e agua, vsos e costumbres e seruidumbres cuantas ha e haber deue e le pertenecen en cualquier manera que sea linde con las tierras que proveí al dicho Alonso Pizarro de La Rua, pa[ra] que use dellas como de cosa suya propia siendo sin perjuicio de tercero. E mando a Diego Pizarro, alcalde por Su Majestad, que luego que por parte del dicho Francisco de Cárdenas fuere requerido vaya a las dichas tierras de Parmonguilla e le meta en la posesión de las dichas cuarenta hanagadas de tierras de sembradura de indios, en forma. E metido, las justicias de su Majestad e cada vna e cualquier dellas le amparen e defiendan en ella e no consientan que della sea despojado sin primero ser oído e vencido por fuero e por derecho. Fecho en Los Reyes, a cuatro días del mes de agosto de mill e quinientos e cincuenta e nueve años. El Marqués. Por mandato de Su Excelencia, Pedro de Avendaño.
[Delegación de Poderes] En el valle de La Barranca, en un pueblo de los indios pescadores junto a la mar, término y jurisdicción de la ciudad de Los Reyes, en ocho días del mes de diciembre de mil e quinientos e cincuenta e nueve años, el muy magnífico señor Diego Pizarro Dolmos, alcalde ordinario en la ciudad de Los Reyes y sus términos y jurisdicción por Su Majestad, estante al presente en el dicho pueblo, por ante mí Francisco Hernández Morante, escriuano de Su Majestad, e de los testigos de yuso escriptos, dijo que por cuanto por Su Excelencia del señor visorrey destos reinos le está cometido dar cierta posesión de unas tierras en Parmonguilla a Francisco de Cárdenas, como consta e parece más largamente por la dicha comisión e merced de esta otra parte contenida, firmada de Su Excelencia y refrendada de Pedro de Avendaño. Y por estar ocupado en la visita de este dicho valle y en cosas cumplideras en el seruicio de Su Majestad y ejecución de su Real justicia, que no puede ir ni hallarse presente a ello, que lo cometía e lo cometió lo susodicho a Juan del Castillo, alguacil deste dicho valle, residente en el dicho tambo, que está presente, para que él la vaya a dar según e como por el dicho mandamiento y comisión le está mandado, que si es necesario pa[ra] ello [en] nombre de Su Majestad e de la real justicia le daua e dió poder pa[ra] ello tal cual de derecho en tal caso se requiere con sus incidencias e dependencias, anexidades e conexidades. E lo firmó de su nombre, siendo presentes por testigos Diego Rodríguez Garavito y Pedro Suárez de Figueroa y Ruy Díaz Correa, residentes en este dicho valle y pueblo. Diego Pizarro de Olmos. Y dello yo el dicho escriuano doy fe. Y pasó ante mí Francisco Hernández Morante, escriuano de Su Majestad.
[Posesión] En el valle de Parmonguilla, término e juredición de la ciudad de Los Reyes destos reinos e provincias del Pirú, en sáuado, nueve días del mes de diciembre de mil e quinientos e cincuenta e nueve años, por ante mi el dicho Francisco Hernández Morante, escriuano de Su Majestad, pareció presente Juan García, residente en el dicho valle, en nombre de Francisco de Cárdenas, residente en la dicha ciudad de Los Reyes, e por virtud del poder que dél tiene ques el de suso contenido, signado e firmado de Diego Ruíz, escriuano de Su Majestad, según por él parece, e pidió e requirió a Juan del Castillo, alguacil del tambo de La Barranca, que presente estaua, con un mandamiento de Su
Excelencia e merced de unas tierras que por él parece que hizo al dicho Francisco de Cárdenas, e firmado de su nombre e refrendado de Pedro de Avendaño según por él parecía que es el desta otra parte contenido, e le pidió e requirió en el dicho nombre le meta y ampare en la posesión de cuarenta hanegadas de tierras de sembradura de indios como por la dicha merced está mandado, e onsí metido le ampare en ella en el dicho nombre. E luego el dicho Juan del Castillo, alguacil, por virtud del dicho mandamiento e comisión a él dada por el señor Diego Pizarro de Olmos, alcalde ordinario en la dicha ciudad de Los Reyes e sus términos e jurisdicción por Su Majestad, a quien estaua cometido, ques la de suso contenida, tomó por la mano usando della al dicho Juan García en el dicho nombre y le metió en unas tierras que son en el dicho valle que lindan por la parte de hacia la sierra con tierras de Alonso Pizarro de La Rua y van por la Barranca del río de Parmonguilla abajo corriendo hacia la mar e hacia unos paredones questán en el dicho valle derribados de tiempo viejo. Y por el lado de abajo hacia la mar, tierras baldías del dicho valle, e por la parte de hacia en río de La Barranca con tierras baldías del dicho valle. Y ansí metido dijo que amparaua y amparó por virtud del dicho mandamiento e comisión en la posesión dellas. Y en el dicho nombre y el dicho Juan García en el dicho nombre [sic] se paseó por las dichas tierras y cortó ciertas ramas de árboles que están en las dichas tierras con un cuchillo, y se paseó por ellas de una parte a otra y echó terrones por ellas. Lo cual dijo que hacía e hizo en señal e auto de posesión en el dicho nombre. La cual dijo que tobaua e tomó real, actual, corporal velcasi. Y de como la toma e aprehendía e tomó e aprehendió quieta e pacíficamente en el dicho nombre y sin contradicción de ninguna persona alguna. Y el dicho alguacil que la dio, pidio a mí el dicho escriuano que lo diese ansí por testimonio. E yo el dicho escriuano dello doy fe, e que la tomó quieta e pacíficamente e sin contradicción de persona alguna. Y no pudieron ser habidos testigos para que se hallasen presentes a ello. E dello doy fe. Y el dicho alguacil lo firmó aquí de su nombre. Fecho ut supra, Juan del Castillo. E yo el dicho Francisco Hernández Morante, escriuano de Su Majestad suso dicho, presente fui al dar de la dicha posesión en uno con el dicho Juan del Castillo, alguacil, y de pedimento de dicho Juan García, la escriuí, según e de la amenera que ante mí pasó. E por ende, en fe dello fice aquí este mi signo que a tal en testimonio. Francisco Hernández Morante, escriuano de Su Majestad.
[OTRA DONACIÓN DE TIERRAS] [Lima, setiembre de 1564] Muy poderoso señor. Joan López, en nombre de los menores hijos de Joan Márquez, difunto, en la causa con Joan Baptista Ponce sobre las tierras que pertenece(n) a mi parte, digo que yo presenté en la dicha causa el título original que tiene de las dichas tierras del cual tienen necesidad. A Vuestra Alteza pido mande se le entregue quedando un treslado en el proceso autorizado. e pido justicia. Joan López En la ciudad de Los Reyes, en cuatro días del mes de septiembre de mil e quinientos y sesenta y cuatro años, ante los señores presidente e oidores desta Real Audiencia estando en audiencia pública presentó esta petición e lo contenido en ella. E por los dichos señores presidente e oidores vista mandaron que se le dé; quedando un treslado. Montoya. En cumplimiento de lo cual, yo Juan de Montoya, escriuano de la Cámara de la Audiencia y chancillería que por Su Majestad reside en esta ciudad de los Reyes, hice sacar e saqué de la provisión original que en la dicha petición se hace mención un treslado que su tenor de la cual es como se sigue: Don Felipe por la Gracia d Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Cicilias, de Jerusalén, de Nauarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Sevilla, de Cerdenia, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de Los Algarues, de Algecira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias, Islas e Tierrafirme del Mar Océano, conde de Flandes e de Tirol, etc. Por cuanto, por parte de Joan Márquez, residente en el valle de Parmonguilla, nos ha sido hecha relación que nos ha seruido en los nuestros reinos del Pirú en lo que se ha ofrecido de diez y seis años a esta parte sin hauer deseruido; e que hasta agora no se le ha hecho merced ni gratificación alguna, e que es casado y está cargado de hijos pequeños y muy pobres, e para ayuda a sustentarse querría hacer algunas sementeras para con que comiesen él y su mujer e hijos, y en el dicho valle de Parmonquilla no hay indios y hay tierras perdidas que nadie se aprovecha dellas, donde se le podía hacer alguna merced que nos pedía e suplicaua atento a lo susodicho se la hiciesemos de cincuenta fanegadas de tierras en el dicho valle para en que pudiese hacer sus sementeras y sustentarse o que sobre ello proveyésemos como la nuestra merced fuese. Lo cual visto por el presidente e oidores de la nuestra Audiencia y Chancillería real que por nuestro mandado reside en la ciudad de Los Reyes de los dichos nuestros reinos fue acordado que en el entretanto que se le hace alguna merced por lo que nos ha seruido se le diesen, en el dicho valle de Parmonguilla treinta fanegadas de tierra de sembradura. Por tanto, por la presente hacemos merced al dicho Juan de las dichas treinta fanegadas de sembradura en el dicho valle de Parmonguilla, para que en ellas haga su labranza y las tenga e posea por suyas y como suyas con todas sus servidumbres, acequias y aguas que le pertenecieren y houiere de hauer, con tanto que no las pueda vender ni enajenar a que sea sin perjuicio de los indios ni de otro tercero y del pueblo si alguno se mandase hacer en el dicho valle, porque hauiéndose de hacer pueblo se proueerá lo que pareciere que conviene sin embargo desta merced que agora se hace, porque con esta declaración y aditamento se le dan las dichas tierras. E mandamos a Joan de la Calle, alguacil del valle de Guaura, que luego como con esta nuestra carta fuere requerido vaya al dicho valle e señale, mida y amojone las dichas treinta fanegadas de tierra al dicho Joan Márquez. Y ansí señaladas le
meta y ampare en la posesión dellas para que las tenga y goce y se aproveche como de cosa suya como dicho es. Y ansí metido mandamos a cualesquier justicias le defienda y amaparen en su posesión e no consientan den lugar que della sea deposeído sin primero ser oído e vencido por fuero e derecho so pena de la nuestra merced y de quinientos pesos de oro para la nuestra Cámara. Dada en Los Reyes a siete días del mes de septiembre de mill e quinientos y sesenta y cuatro años. El doctor Brauo de Saravia. El doctor Gonzáles de Cuenca.. El licenciado Saauedra. El licenciado don Aluaro Ponce de León. Yo Francisco López, escriuano de Cámara de Su Católica Real Majestad, la fice escriuir por su mandado, con acuerdo de su presidente e oidores. Registrada, Alonso de Valderrama. Canciller, Lorenco de Aliaga. En siete días del mes de octubre de mill e quinientos y sesenta e cuatro años. yo Joan de la Calle, alguacil del valle de Guaura, a quien está proueido por Su Majestad desotra parte contenida viene cometida y para en su cumplimiento della meto y metía a Joan Márquez en posesión de treinta fanegadas de que Su Majestad le hizo merced de tierras, las cuales treinta fanagadas corren y en parte son linderos de Luis Dáualos por la una parte y de la otra Joan de la Calle, las cuales huuo de su mujer, y de la otra parte lindan con tierras del dicho Joan Márquez que hobo de Joan Moro que corre de luengo de una acequia que se va prolongando [de] una cordeillera de cerros pa[ra] un llano abajo. Y también entran en la posesión unos corrales grandes que alindan con el dicho Luis Dáualos, a donde tiene su casa el dicho Joan Márquez, en las cuales le metí en posesión. E ellas tiene sembradas e las posee por suyas. Y por no hauer al presente más testigos de Xpobal Nieto no se tomaron más testigos, de lo cual Joan de la Calle doy la posesión y amparo. Testigo el dicho Xpobal Nieto. E porque es verdad lo firmé de mi nombre, Joan de la Calle e Xpobal Nieto.
[INTERROGATORIO DE JUAN BAUTISTA PONCE] [Lima, 30 de enero de 1583] Los testigos que se presentaren por parte de Joan Baptista Ponce en la causa que trata con los menores hijos de Juan Márques sobre las cuarenta hanegadas de tierras de Paramonguilla, se hagan las preguntas siguientes: 1. Si conocen a las partes y si tienen noticia de las tierras sobre ques este pleito, que están en la cabeza del valle de Paramonguilla, que alindan las dichas tierras por la parte de arriba con una acequia que viene al molino de doña Ana de Ayala, y de allí derecho a la mar con tierras de Parivilca que son de la dicha doña Ana. Y por parte de la sierra con una acequia del dicho molino hacia Paramonguilla hasta llegar a La Caldera, tierras del licenciado Torres. 2. Si saben que yendo Juan de Grajales con provisión real desta Real Audiencia a medir las tierras del dicho valle de Paramonguilla, habiéndole presentado y mostrado el título y merced que de las dichas tierras había hecho el márques de Cañete a Francisco de Cárdenas, padre de doña Inés de Cárdenas, mujer del dicho Juan Baptista Ponce, las midió y señaló el dicho Juan de Grajales por los linderos contenidos en la primera pregunta. Y las declaró por el dicho Francisco de Cárdenas conforme al dicho título como consta por la declaración y medida y previsión real que todo consta en este proceso presentado. Diga. Etc. 3. Si saben que Mari Jiménez, mujer que fue de Juan Márquez, difunto, poseía las dichas tierras y estaba entrada en ellas y las tenía ocupadas y se aprouechauua dellas cuando el dicha Juan de Grajales hico la dicha medida. Y por su fin y muerte se entraron y quedaron las dichas tierras a sus hijos, con quien[es] agora se trata este pleito, y al presente las tienen y las han labrado y labran. Digan. Etc. 4. Si saben que la dicha doña Inés de Cárdenas, mujer del dicho Juan Baptista Ponce, quedó por heredera del dicho Francisco de Cárdenas, su padre, y en la partición que entre herederos se hico le cupieron a la dicha doña Inés de Cárdenas las dichas cuarenta hanegas de tierra sobre ques este pleito, como consta por los testimonios y autos de la dicha partición que está en este proceso. Digan. Etc. 5. Si saben que el marqués de Cañete, visorrey que fue destos reinos, hico merced al dicho Francisco de Cárdenas de las dichas cuarenta hanegadas de tierras contenidas en la primera pregunta sobre ques este pleito, como consta por el título y prouisión de la dicha merced, original, que está en este proceso presentada. Etc. 6. Si saben que los dichos Juan Baptista Ponce y doña Inés de Cárdenas, [son] marido y mujer, casados y velados según orden de la santa madre iglesia de Roma, y es público y notorio. 7. Si saben que las dichas tierras por ser buenas y estar en sitio y comarca, han rentado y podido rentar en cada a[ño] cuatro pesos de plata corriente por cada hanegada de sembradura y a una más. Y este es su común precio para arrendamiento. 8. Si saben que la dicha doña Inés de Cárdenas a esta agora menos de veinte y cinco años, porque al presente puede un año más o menos. Los testigos lo saben porque tienen noticia de cuando nació en esta ciudad, Digan. Etc. 9. Si saben que todo lo susodicho es público y notorio y pública vos y fama. Etc. El licenciado Velázquez. Juan Baptista Ponce. En Los Reyes, a treinta de enero de mill e quinientos e ochenta y cuatro años, ante el ilustre señor Juan de Cadalzo, alcalde ordinario, se presentó este interrogatorio. [Biblioteca Nacional de Lima, manuscrito Nº A328; ff.37 r-48v, 61r-64r.]
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EN DEFENSA DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Y CULTURAL DEL VALLE FORTALEZA. RESOLUCIÓN DIRECTORAL Nº 929/INC Lima, 26 de Setiembre del 2002 El Instituto Nacional de Cultura declara Patrimonio Cultural de la Nación, a los siguientes sitios arqueológicos:
INDECUR - PATRICEB
Iconografía de cópula de Dioses del Valle Fortaleza y Pativilca (Museo Fiscalizada de Varones I.E.E. 21577 Paramonga).
COLECCION: COMUNICACION TURISTICA Mishki, L a Princesa de Paramonga. III Edición. Vichama y la morada de los DIoses del Fuego Sagrado. Procesaepicapoetizada: “Vichama la Tragedia de un Dios Yunga”. Ensayos sobre Filosofía de la semiótica de la iconografía yunga (Vichama en busca de una semiología perdida). Ensayo de la Genealogía de los dioses del Norte Chico. Changaman y La Rebelión de los Rostros Pintados.
Concurso Miss Turismo Paramonga: "Mishki La Princesa de Paramonga"
Escenificación Musicalizada "Vichama", ganador 3er. puesto del mito de bronce, de la Corporación WONG - LIMA, nótese personaje central a la Princesa Mishki como recreación teatral.
Participación Vestido Estilizado de la Princesa Mishki, en concurso de trajes típicos de la Región LIma.
AUSPICIA:
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