Trabas para que latino llegue a la Corte Jorge Cancino Univision Online
MIAMI, Florida - Un inmigrante hondureño que llegó a Estados Unidos sin hablar inglés y que ahora es un prestigioso abogado, sigue generando una "amarga discusión" entre republicanos y demócratas, debate que incluso mantiene en zozobra a la Casa Blanca y causa nerviosismo entre los miembros del Congreso estadounidense. Vino sin saber inglés La posibilidad de que un hispano se transforme en el primer Juez de Apelaciones del Distrito de Columbia (capital de Estados Unidos) podría truncarse hoy frente al Comité Judicial del Senado, debido a que republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo para tomar una decisión final. La Casa Blanca ha renovado esta semana las presiones para que la Cámara ALta del Congreso discuta una propuesta presentada por el presidente George W. Bush hace 14 meses, pero sus adversarios políticos señalan que el nominado, Miguel Estrada, no reúne condiciones para ocupar tan importante puesto. Estrada llegó de Honduras a Estados Unidos en 1979 sin saber inglés, al cabo de cuatro años se graduó de abogado de la Universidad de Columbia y 13 años más tarde obtuvo un doctorado en la prestigiosa universidad de Harvard. La historia de Estrada llegó a oídos de Bush poco después de las polémicas votaciones de noviembre de 2000, cuando el mandatario tuvo que esperar una semana para conocer el resultado final de una compleja y disputada elección en la cual le ganó la presidencia al candidato demócrata Albert Gore. Por esos días Estrada argumentó, junto a Theodore B. Olson, actual procurador general de Estados Unidos, a favor de Bush ante la Corte Suprema, comparecencia que contribuyó a dilucidar una delicada controversia desatada durante el conteo de votos en el estado de Florida, que al final le dio a los republicanos los 25 votos del colegio electoral que, a su vez, les permitió llegar a la Casa Blanca. Actualmente Estrada ejerce como abogado en la firma Gibson, Dunn& Crutchern, en Washington, y por el hecho de estar nominado para ocupar el cargo de Juez de Apelaciones en el Distrito de Columbia no puede hablar con la prensa, hasta que el Senado decida si lo nombra (con el 50 por ciento más uno de los 100 votos que existen) o rechaza la nominación, o bien si el candidato decide retirarse. También fue director de la revista de jurisprudencia Harvard Law Review, y ha presentado 15 casos ante la Corte Suprema de Estados Unidos en calidad de asistente del procurador general, así como haber trabajado con el juez supremo Anthony Kennedy, considerado uno de los más conservadores de los nueve miembros del máximo tribunal estadounidense.
Razones cuestionadas
Según el consejero legal de la Casa Blanca, Al González, el presidente Bush tomó en cuenta "las cualidades y la capacitación profesional de Estrada" para nominarlo como juez de distrito, además del "talento y las habilidades" para ocupar el puesto en la segunda corte más importante del país. Si bien González reconoce que Estrada "comparte la filosofía judicial del presidente", sería éste el motivo por el cual los demócratas no habían mostrado interés por agilizar las discusiones en el Senado y permitir que el Comité Judicial de ese organismo lo cite para entrevistarlo y decidir si lo nombra para el puesto o rechaza la propuesta. Pero esa voluntad fue modificada y Estrada deberá presentarse hoy ante el citado Comité. Sin embargo y pese al optimismo republicano y las fuertes presiones desarrolladas por la Casa Blanca y el Procurador General John Ashcroft, el Caucus Demócrata Hispano del Congreso emitió ayer una declaración indicando que "rechazan" la nominación de Estrada. "Hemos llegado a la conclusión que Miguel Estrada no satisface los requisitos mínimos del Caucus para apoyar a personas nominadas a ser parte del poder judicial", informó el congresista Silvestre Reyes, quien preside el club de legisladores demócratas hispanos. "Nosotros queremos ver a candidatos que han demostrado su apoyo a los derechos civiles de los latinos a lo largo de su carrera profesional, trabajo pro bono y como voluntarios; también a aquellos que han trabajado para proteger los derechos civiles y libertades individuales, y a incrementar las oportunidades para latinos en el campo de leyes. Miguel Estrada, lamentablemente, no satisface ninguno de estos requisitos", agrega la fuerte reacción demócrata. Otro de los motivos por los cuales se ha demorado la nominación de Estrada sería una especie de "cobro de factura" que los demócratas le están haciendo a los republicanos por la tardanza que estos últimos cometieron, cuando el ex presidente Bill Clinton nominó a varios jueces hispanos para cargos similares durante su mandato. Señalan los demócratas que durante los 72 meses en que los republicanos controlaron el Senado (de los 90 que gobernó Clinton), la aprobación o rechazo de propuestas sobre jueces para ocupar cargos en la Corte Suprema demoraba de 30 a 36 meses, un plazo que, según Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado, sería acortado a la mitad como parte de las reformas que se busca introducir en ese organismo. Leahy, además, dice que Estrada "es un abogado jóven", que "no tiene la experiencia judicial" para ocupar ese puesto y que"no es el único hispano capacitado para ser nombrado a un alto cargo en el sistema judicial estadounidense".
¿Juego político? Pero no sólo este tipo de argumentos, manejados por los demócratas, serían los que han detenido la propuesta de Estrada. A juicio de María Echaveste, ex Consejera Jefe de la Casa Blanca durante el gobierno de Clinton, Estrada "es muy conservador" y su nominación ha generado una cierta "preocupación" entre la comunidad latina de Estados Unidos. "Con la nominación de (Miguel) Estrada el presidente (Bush) está calculando que a la comunidad hispana le interesa más tener jueces latinos y no investigar que sean personas que la representen bien, que cuiden los intereses latinos en Estados Unidos", señala Echaveste.
Por esa razón, dice, "el Senado sigue investigando, reuniendo información. No hay pruebas concretas que señalen que Estrada sea un buen candidato para ser un buen juez", señala Echaveste. La postura demócrata, sin embargo, no preocupa demasiado a la Casa Blanca. La administración considera que Estrada "reúne cualidades suficientes para ser nombrado Juez de Apelaciones del Distrito de Columbia", dice uno de los voceros de la Casa Blanca, Mercy Viana. Al referirse al "cobro de factura" ejecutado por los demócratas, Viana señaló que el presidente (Bush) considera que esa "amarga discusión" debería ser eliminada, para dar lugar a que el Comité Judicial del Senado convoque a Estrada a una audiencia "donde tenga la oportunidad de demostrar que tiene la capacidad para asumir el puesto para el cual fue nominado". Viana dijo además que la administración está pidiendo una "audiencia justa" y que después de celebrada "entonces se tome la decisión de nombrarlo o rechazar la nominación. Pero que se celebre esa audiencia lo más pronto posible", precisó. Fuentes cercanas a la Casa Blanca han señalado en varias ocasiones que la administración (Bush) no es responsable de lo que haya sucedido en el pasado y que "ahora" es el momento para que el Senado actúe.
Lo que dicen los hispanos Mientras republicanos y demócratas discuten si deciden aprobar o rechazar la nominación de Estrada, son pocos los grupos hispanos que se atreven a opinar al respecto. Douglas Rivlin, Director de Comunicaciones del Foro Nacional de Inmigración, declaró que "no tenemos ningún comentario que hacer al respecto, porque no trabajamos con ese tipo de asuntos". Similar reacción tuvo Liza Navarrete, Directora de Comunicaciones del Consejo Nacional de La Raza, quien señaló: "No tenemos posición. Normalmente, muy raramente La Raza toma decisiones sobre nominaciones o nombramiento de jueces, tanto por parte del presidente (de Estados Unidos) como por parte de Senado". En cambio Gabriela Lemus, Directora de Política y Legislación de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, LULAC, dijo que esa organización "apoya" la nominación de Estrada. "Lo apoyamos en términos de que no hay suficientes latinos representando al pueblo dentro de las cortes federales de Estados Unidos", dijo. "Vimos el currículo de Estrada y es bastante fuerte. Fue director de una prestigiosa revista de leyes de la Universidad de Harvard y eso significa que tiene bastante capacidad", señaló Lemus. La directiva de LULAC indicó además que "deberían dejarlo pasar, que el Comité Judicial del Senado lo llame a audiencia, que le den un chance para que pueda expresarse, y también deberían recordar que otro juez latino, Richard Paez, esperó más de cuatro años para ser nombrado. Eso es mucho tiempo", dijo Lemus. Otro juez nominado por Bill Clinton, Enrique Moreno, no tuvo la suerte de Páez. El Comité Judicial del Senado nunca le envió una citación para una audiencia y la nominación fue desechada.
La corte necesita juices La preocupación de la Casa Blanca, sin embargo, va más allá de la disputa entre republicanos y demócratas. "El problema de fondo es que el sistema judicial estadounidense tiene una merma de 96 jueces, algo que preocupa al presidente", dijo Viana. El promedio de plazas vacantes en la Corte Suprema era de 50 plazas cada año, "pero esa cifra se ha duplicado en el último año, situación que la administración considera alarmante", agregó Viana. Por otra parte, el presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, ha señalado que la polémica desatada por la nominación de Estrada es parte de "una campaña orquestada por los republicanos" e instó a la Casa Blanca para que "trabaje junto con el Senado" y por consenso se nombren los jueces que requiere la Corte Suprema de Estados Unidos. Leahy también indicó el jueves, previo al inicio de las audiencias programadas por el Comité Judicial del Senado que no ayuda la decisión (del presidente Bush) de enviar nominaciones (como las de Estrada) "que dividen a los americanos y al Senado" (de Estados Unidos). Y el Caucus Hispano, por su parte, reiteró anoche que "el nombramiento de un latino a una posición de poder como la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia es irrelevante, desde el punto de vista de diversidad, a menos que ese individuo pueda demonstrar su conocimento del papel tan importante que las cortes han jugado en las vidas de las minorías al otorgar protecciones civiles a estas comunidades". "Aparte de ser un buen abogado, el nominado debe tener conocimiento y experiencia con los problemas de la comunidad, para poder asi representar esta visión de manera justa en las cortes, y también debe entender claramente los derechos legales de las minorías, quienes historicamente han sido victimas de discriminación", resalta un comunicado de prensa entregado por la oficina del congresista Silvestre Reyes.