Aunque siempre quedo admirada ante las majestuosas montañas, prefiero el mar aunque soy chica de “sekano”…
y ante la inmensidad del plácido Mediterráneo siempre pienso:”cuidado, aquí hay mucha agua para tan poca chicha”.
Una quimera: me gustaría aletargarme durante el invierno y salir “panza al sol” con los primeros rayos primaverales…
Pero no pudo ser porque la vida me hizo más bien princesa que no rana…
Tengo una lista de libros preferidos y cada uno de ellos tiene su espacio en mi disco duro cerebral…
En este momento elijo “El lugar del Alma”, libro que no se encuentra entre los 50.000 volúmenes de mi biblioteca y que me ayudó a salir renovada de una dura situación.
Mi serie favorita es la Pipi Calzaslargas, pues por aquel entonces la televisión no había perdido la capacidad de entretenerme. Será por eso que colaboro en una entidad de programación de teatro infantil: La Xarxa.
Los huesos de uno de mis abuelos yacen, tras ser fusilado, en una fosa común en Lérida Los de mi otro abuelo salieron convertidos en humo y cenizas por una chimenea de un campo de exterminio. Será por eso que me interesa rememorar el pasado, para saber quienes somos, descubrir qué hace que perduremos y hacia dónde queremos ir. Ellos siguen vivos en sus nietos y biznietos…
Me encanta la paella, a poder ser con aroma de ramitas de romero que me transporta por unos instantes a campos abiertos… Saboreo con deleite una gran variedad de pescados que no sé cocinar. Me chupo los dedos con los caracoles.
Y ante el dulce sabor amargo de los espárragos trigueños hago una reverencia a la madre naturaleza por su saber hacer.
Soy mujer práctica y pierdo el hilo y el interés ante los intríngulis de sutiles argumentaciones teóricas y sigo aquello que dice el refrán: “obras son amores y no buenas razones”
Me gusta el color azul
Y el verde
Y el rojo
Y el rosa
Y no sé por qué enumero si ¡me gustan todos!