Mauss, Marcel - Tecnicasdelcuerpo.pdf

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SEMILLA Y SURCO

Coleccl6rl de Ciencial Sociales

SOCIOLOGIA y ANTROPOLOGIA

SERlB OH SDClOUlGIA

Dirll;ido par FUItCUCXl MuI.ILl.O FEum. C.~hllkD tIiI ltl lJ.lI>.r~bI.d AIIlÚOllll i, N4Il,I/l

Aulno HlNlIJAL, l.: SodolllJl. U ltl ltlrilt:JIN. u... _ e/.." Qbn,•. u dIIlH '" 101 "jur •• ,,1.. 111. d._mJlll. CnIllUlI.Il........ 1Im.nilmll '1 u....niZldt'ln. BuawwI, Co1lD D.: El ~ICfl .11 ltls ,/IltUUJ.

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COLECCION DE CIIlNCIAS SOCIALES SERIE DE SOCIOLOGIA



Mareel Mauss

SOCIOLOGIA y ANTROPOLOGIA PnadIcIoden.

llITIlOIlIJtaOI A LA 0tIllA llI! MAIlCE\. IlAIJSI por

a.ud. Uvl-Str••••

!?-40966

~D1TOmAL

TECNOS

MADRID

.

INDICE Los derechos para la versión castellana de la obra SOCIOLOGIE ET ANTHROPOLOGIE editada por PRESSES UNIVERSITAIRES DE FRANCE, París, son plOpiedad de EDITORIAL TECNOS, S. A.

Traducción de la 4. a edición francesa por TERESA RUBIO DE MARTIN-RETORTILLO

Prólogo a la primera edición (1950), por GHOROES GURVITCH ... .., ... Pág.

11

Introducción a la obra de Mareel Mauss, por CLAUDE. L'éVI-S1"RAUSS ... ......

13

1.a edición, 1971 Reimp., 1979

PRIMERA

PARTR

ESBOZO DE UNA TEORIA GENERAL DE LA MAGIA CAP. I.

Historia y fuentes .. ,

4S

CAP. 11.

Definición de magia

so

CAP. lli.

S6

Elementos de la magia

I.

El mago Los actos de magia 111. Las representaciones . IV. Observaciones generales ... ... ... ... ...

, .. , .. , ... ...

n.

CAP.

IV. I.

oo.

•••

...

S6 72

. . •••

84 lOS

...

109

Análisis y explicación de la magia

La creencia .. ,

..

,

"

n. Análisis del fenómeno mágico IIJ. El maná IV. Estados y fuerzas colectivas V. Conclusión ApÉNDICE

" oo'

.. ,

'OO

,

109 114 122 133 148

lS1

..

SEGUNDA PARTE ENSAYO SOBRE LOS DONES. MOTIVO Y FORMA DEL CAMBIO . EN LAS SOCIEDADES PRIMITIVAS Sobre los dones y sobre la obligación de hacer regalos

lS5

Sobre los dones que se ofrecen y sobre la obligación de devolverlos (Polinesia) ... ..' ... ... ... ... ... ... ... ... ... oo. ... ... .., ... ... ...

163

INTRODUCCIÓN.

© EDITORIAL TECNOS, S. A., 1979

CAP. I.

O'Donnell, 27 - Madrid-9 l. S. B. N.: 84-309-0798-X Depósito Legal: M-9510-1979

T.

Printed in Spain - Impreso en España por Gníficas Lormo - Isabel Méndez, 15 - Madrid-18

n.

Prestación total. Bienes femeninos y bienes masculinos (Samaa) Sobre el espíritu de la cosa que se da (Maori) ... ... oo. ... ...

163 166

8

lNDlCE

9

Estudio de los hechos en Australia '"

297

SOCIOLOGIA y ANTROPOLOGIA

tIl. IV.

n.

CAP.

Sobre otros temas. Sobre la obligación de dar y obligación de recibir. Regalos que se hacen a los hombres y presentes que se ofrecen a los dioses ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

169

CAP. 11.

171

CAP. IJI.

Extensión del sistema. La liberalidad, el honor, la moneda

177

oo.

oo'

...

1.

Reglas de la generosidad. Andamans (N. B.) " Razón, principios e intensidad del intercambio de dones (Melanesia). III. Noroeste americano

n.

oo

,

oo.

Supervivencia de estos principios en los antiguos sistemas jurídicos y económicos ... ... ... ... ... ... oo'

l. Derecho personal y real 11. Derecho hindú clásico 111. Derecho germánico ... ...

oo.

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...

•••

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oo.

...

•••

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...

...

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...

oo.

...

CAP. 11.

El personaje y lugar que ocupa la persona

312

oo'

........ ,

CAP. IJI.

La persona latina ...

CAP. IV.

La persuna

oo'

........ ,

. . . . oo

oo'

321

...

oo,

323

.

240

Conclusión... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . . ... ...

327

La persona como hecho moral

246

CAP. VI.

La persona cristiana

246

CAP. VII.

2S2 2S8

CAP. VIII.

329

oo.

La persona corno ser psicológico

331

oo.

Conc1 usión ... ... ... ... ... ... ...

oo.

.oo

333

...

nRCERA PARTE

SEXTA PARTE

RELACIONES REALES Y PRACTICAS ENTRE LA SOCIOLOGlA y LA PSICOLOGIA

TECNICAS Y MOVIMIENTOS CORPORALES CAP. I.

CAP. l.

Lugar que ocupa la Sociología dcntro de la Antropología

CAP. 11.

Ultimos servicios prestados por la Psicología a la Sociolo¡ía

m.

CAP. IV. ApÉNDICE.

oo

.

Principios clasificadores de las técnicas corporales

oo'

274

Servicios que la Sociología dcberá prestar a la Psicología

279

Problemas que se plantean a la Psicología

284

Resumen de las conclusiones, por MARCEL MAUSS

El concepto de la técnica corporal

269 ,CAP. 11.

CAP.

309

oo.

223

232

.

• ..

IL Conclusiones sociológicas y económicas lIT. Conclusiones de Sociologla general y de Moral

......

El sujeto: la persona

224

.

l. Conclusiones morales ... ... ... ... ... ...

301

SOBRE UNA CATEGORIA DEL ESPJRITU HUMANO: LA NOCION DE PERSONA Y LA NOCION DEL "YO"

177 178 195

CAP. V. CAP. IV.

oo

QUINTA PARTE

CAP. 1. CAP. 111.

Estudio de los hechos en Nueva Zelanda y Polinesia ....

337 344

CAP. 111.

Enumeración biográfica de las técnicas corporales ...

347

CAP. IV.

Consideraciones generales ......

354

oo'

oo'

oo'

oo'

......

289 SEPrIMA PARTE

MORFOLOGIA SOCIAL CUARTA

PARTE ENSAYO SOBRE

EFECTOS FISICOS OCASIONADOS EN EL INDIVIDUO POR LA IDEA DE LA MUERTE SUGERIDA POR LA COLECTIVIDAD

1.

(Aus/I'alia y Nueva Zelanda) CAP. J.

Definición de sugestión colectiva ante la idea de la muerte ... ... ...

LAS

VARIACIONES ESTACJUNALl:S EN LAS SUCIEDADES ESQUIMALES.

UN ESTUDIO DI' MORHlLOGiA SOCIAL ... ... ...

Morfología general .. , Morfología estacional ... nI. Causa de las variaciones 'estacionales

n. 293

oo.

...oo.......

359

36S 380 400

10

SOCIOLOGIA y ANTROPOLOGIA

IV. Efectos ... V. Conclusión .. ,

404

o ••

PROLOGO A LA PRIMERA EDICION (1950)

426

ANEXOS:

Cuadro J. Cuadro JI.

Distrito de Kuskokwim ...

o"

.. o

.. o

..... o

..

o

'"

...

•••

..

o

'"

431

Edad y estado civil de los habitantes del distrito Kuskokwim. 432

Al publicar este conjunto de estudios del tristemente desaparecido Marcel Mauss creemos satisfacer el legítimo deseo de soci610gos y etn6grafos, así como el de los estudiantes de ambas disciplinas que venían manifestándose en este sentido desde hacía tiempo. En efecto, cada uno de estos estudios, y en especial los dos primeros, que son los más importantes dentro de los aquí recogidos, constituyen auténticas monografías de SociologCa, ya que su calidad y contenido sobrepasa la de muchos libros. El hecho de que los lectores se encontraran ante la imposibilidad de consultarlos sin antes localizar las revistas en que estaban dispersos constituía una verdadera traba, tanto en Francia como en el extranjero, para llevar a cabo el trabajo cientCfico. Nos sentimos especialmente satisfechos de que una obra maestra de la SociologCa francesa como es Le Don pueda por fin aparecer en un volumen completo y fácilmente manejable gracias a la «Bibliotheque de Sociologie Contemporaine», dentro de la cual constituye una de las primeras publicaciones. Nuestro prop6sito no ha sido '!l incluir dentro de este texto la totalidad de las publicaciones, siempre importantes, de Marcel Mauss. Estudios tan lamosos como Les variations saisonnieres des Sociétés Esquimaux, así como la Memoria Fragment d'un Plan de Sociologie générale descriptive • , el comienzo de su tesis sobre La Priere y su conocido estudio sobre Le Sacrifice, sin olvidar por ello los articulos escritos en colaboraci6n, ya sea con Durkheim, De quelques formes primitives de c1assification, ya sea con Fauconnet sobre Sociologie (incluida en la Grande Encyclopédie Fran~aise), asC como otros distintos estudios, no han podido incluirse en este texto. Las razones son múltiples. Por un lado, hemos pensado reservar para la publicación de las obras completas de Mauss estudios como Variations saisonnieres, el Fragment d'un plan y Sociologie, puesto que no toman directamente su punto de partida en las creencias y psicología colectiva de los pueblos primitivos a que se consagran los recogidos en este texto. Por otra parte, nos ha parecido imposible-y esto sintiéndolo profundamente-reproducir La Priere, ya que el mismo autor detuvo su publicación, pues quería modificar el texto; Le Sacrifice ha aparecido ya en otro libro, Les Mélanges d'Histoire des Religions, de Henri Hauber y Marcel Mauss, y el artículo De quelques formes primitives de c1assification fue firmado por Mauss y Durkheim al mismo tiempo; por tanto, su publicación dentro • La tercera edición (1966) de Sodulugie el untlrropulugie comprende también el ensayo de Marcel Mauss sobre las Sociétés Eskimos, que apareció por vez primera en L'Année sociologique (1. IX, 1904-190.5) Y que no fue publicado de nuevo; tal ha sido el deseo de Georges Gurvitch antes de morir. (N. de los EdsJ

SBXTA PAIlm

TECNlCAS Y MOVIMIENTOS CORPORALES

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CAPíTULO PRIMBRO

CONCEPTO DE LA TECNICA CORPORAL

BlllJdio publiCMIo en el Ja"'nlll de Psychola,lte, XXXU, nl1mel'Ol 3-4, 15 marzo-U abrJl ]936. Conferencia dada el 17 de mayo de 1934 en l. Sociedad de PlicoloPI.

Hablo de técnicas corporales porque se puede hacer la teoría de la de los cuerpos partiendo de un estudio, de una exposición, de una simple y pura descripción de ltU técnicas corpOlales. Con esa palabra quiero expresar la forma en que los hombres, sociedad por sociedad, hacen Ul!IO de su cuerpo en una forma tradicional. En cualquier caso hay que seguir un procedimiento en que partiendo de lo concreto se llegue a 10 abstracto y no al ~s. Les haré ahora partícipes de una parte de mis enseñanzas que no se encuentran en ning6n otro trabajo mío (1os libros que recogerm las Instrucnons sommmres y las InstructjolU cll'ulIllge des ethnografes e~n todavis por publicar), enseñam:as que he repetido en un curso de Etnología descriptiva y en varias ocasiones en mis clases en el Instituto de Etnología de la Universidad de París. Cuando una ciencia natural progresa lo hace lIiempre sobre unos datos concretos y caminando hacia 10 desconocido. Lo desconocido se encuentra en las fronteras de las ciencias, allí donde los profesores ese devoran entre sí», como dice Gocthe (y digo devoran aunque Goethe no es tan cuidadoso en sus palabras). Generalmente, es precisamente en estDlil campos mal como partidos donde se plantean los problemas más urgentes. Estas tierras sin cultivar quedan siempre señaladas. En las ciencias naturales, tal como hoy existen, hay siempre unos títulos incompletos. En las ciencias sobre determinados hechos hay siempre unos que no se han reducido todavía a conceptos, que ni siquiera se han agrupado orgánicamente, siendo su 'Ónica característica la marcada ignorancia que Hobre éstos se tiene. Cuando esos hechos me califican como «varios», es ahí donde hay que entrar, con la seguridad de que hay una verdad por hallar; en primer lugar, porque se sabe que no se sabe y adem.'s porque se tiene un sentido profundo de la gran cantidad de hechos que han quedado ahí reunidos. Durante muchos años, en mis cursos de Etnología descriptiva he tenido que enseñar llevando sobre mí esa carga, ya que la rtibrica de «varioSlt es en etnografía auténticamente heteróclita. Sé perfectamente que el andar, que el nadar como las demts cosas de este tipo, son específicas de determinadas sociedades. Sé que los polinesios no nadan como nosotros y que mi generación no ha nadado como lo hace la generación actual. Pero ¿qué fenómenos saciales son ésos? Son fenómenos sociales «diversos» y como me horroriza esa rúbrica, he pensado con frecuencia en ellos, sobre todo siempre que ~cnica

"

338

SOClOLOGIA y AIfl'IlOPQLOGlA

me he viltO obllgado • hablar de elloll, &in por ello apartarla. de mi peno lamiento entre tanta. Exet1senme Ji para poder elaborar eata noción de tknica corporal lea narro en q~ ocasione. )' cdmo he podido plantearme claruncote el problema peral, a tra\Ú de una leric de actnaclotw:I c:oolCieDtel o iDconItienta!. En primer lUIM. en 1898, cootd COQ una penan. de quiea m:uerdo laa illieiolco pero no el """,bre. He tonido 1, _ do no bua<arIo. Fue él quien redactó UD. ezcd.entc artfculo sobre ca natación». en la edid6D do la Britilh E~ do 1902 (los arUculOl are .la _ . Cll he """ edkio_ alguf..... no han aicln laD buenos), cIeapertúclome el lnteK1 hiJt6rico y ~ labre la cuestión. Este fue el punto de par.

tichl; • axatiBa.Ic:i6D yo miaDo be uistido al cambio de la técnica natatoria a lo largo de nuestra generación. Hay un ejemplo que les va a centrar en el tema: a nosotros los psicólogos. biólogos o sociólogos, se nos enseñaba a zambullimos después de haber aprendido a nadar y cuando nos enseñaban a zambullimos lo hacían haciéndonos cerrar los ojos, abriéndolos 1Dl.. YeZ en el agua. Hoy la t6coica ~ diferente. El aprendizaje le inicia 8COIItumbrando 11 nifio • mantencrlle en el aaua con 101 ojal abicrtol: así, antes de nadar, se entrena al niño a dominar 101 reOejOl pcH,roaoI pero instintivos de los ojos, Iamilíarizándose sobre todo QOQ el ague. al inhibir el miedo se crea una cierta seguridad, seleccionando b p8IOI Y movimientos. Existe, pues, una técnica del zambulHrse "J \mi t6:Dica da la educaci6u del zambul1lrao elaborada en mi tiompo. Uatedoa han podido ver que se trata de una cme:ftaaza t6::nica, que, como toda t&zica, IIeva en al un ,prezJdizajc do la 1II1aci6D. N _ sonoracl6n ha aaiatido. odemb a un cambio camp1.cto de la t6cniCl, la natación a braza COD la cabeza fuera del agua, se ha sustituido por los ~ tipos de crawl. Tambi6D. se ha perdido la costumbre de tragar agua, expulúndola luego; los nadadores se consideraban en mi tiempo ccmo una especie de barco I vapor. Es una bobada, pero yo hago todavía ele gesto, DO he podido desprenderme de la técnica que aprendí. Esta es, puel, una técnica corporal concreta, un arte gimnúico perfeccionado en nuestra época, Esta particularidad ea la caracteríltica de todas tu !Ecoicu. Durante la guerra he podido comprobar el carácter concreto ., específico de lal técnicas. Asf, por ejemplo, la de layar. El ejército inglés, con el que yo estaba, no sabía utilizar las layas francesas, lo cual obligaba a cambIar 8.000 layas por división cada vez que relevábamos una divid6n francesa y • la inversa, lo cual demuestra con evidencia que el gelto manual le aprende lentamente. Cada técnica propiamente dicha tiene su forma. Le miIImo le puede decir de todas las demás actitudes corporales. Cada sociedad poleo uno costum.brea propias. En aquel tiempo pude comprobar f'cllmente las diferencias entre una y otra annada. VellllOl UDa anécdota a propólito de las nrIU'Ch(I!J. Todo el mundo sabe que la infantería britinica marcha a distinto puc que el nuestro, diferente en frecueI1cia '1 en largura, dejando de lado, por el momento, el balanceo in¡lés, su juego de rod1-

CONCEJ'I'OS DB LAS TECNICAS OORPOUI.BS

119

l1a, etc. El regimiento de Worcelter, que .habla hecho grandel ~~ezas durante la batalla del Ailne, junto con la iofanterfa francella, loliCltó la autorizaci6n real para tener una batería COD toque de cometa y una banda de tambores y trompet81 fraooeu. El resultado fue desilulionador. Durante tci.. mClCfl en 181 caI1elI de Baileful, mucho detpu61 de la bataDa del AilDe, Yi can f~cia el eapecUculo siguiente: el rqimicnto habla CODIervado la marcha ingleBa pero la rimaba a la fraDceu.; al mando de su banda tenía un pcqu.e50 ayudante de caadora a pill!l. &anc6t, que toc.ab~ la cometa '1 que llevaba l. marcha mejor 'lue SUl hcmbf'el. El deagraei.ado rqimicnt
bancla ÚlInCClll. Do hcohc. sólo han podido pasar do un ej
Cl1

estos momentos, ha h~

las miBmas obIervaciones, hablandc de ello ea1 muc:bas de IWJ conferenCIas; dioe qoe cliatingue , cIlatancia la mard1a do un 1nsI" do la de un frme;á. Todo erto no IOn lino aptOximaciODel al tema. Eatando en el hospital tuve una elpeCie de revelación. &taba eafermo en Nucv~ York y me pr:¡untaba dónde era donde yo había MO andar • las muJCICI como a mtI enfetmel'8l. Por fin me di cuenta que era en el cine. Cu.ndo 'f01y{ a Fnmcía me di cuenta, 80bre todo en París. de 10 frecuente que era cea forma de andar: he ch10u eraD f,.,.,..., pero ..dabllll del mItmo modD. La moda de 'andar amerieana DOI estaba DtIplldo • tram del cine. Me encontraba puca ante una idea que 10 podía generalizar. La posición de 101 bral:a'. ., m~DOI mientras 10 anda CODItituye una idiosincrasia locial "1 00 el 8610 el resultado de no ~ q~ movimientos y meeamllDos puramente individuales, casi enteramente flsicOl. Creo que lena capaz de recooocer a UDS. chica que se haya educado en un convento, ya que generalmente andan con 101 puñol cerradol. Todavía recuerdo al profesor de tercero que me decía: .IEspecie de animal, vel siempre con las manos abiertas! » Exilte, por tanto, una educación de la (orma de andar. Otro ejemplo: hay posiCiOMI de manoa en reposo: C;luC son apropiadas y otras que no lo Ion, de tal modo que le puede adiVInar con seguridad que si un niño come con 101 CodOI pegados al cuerpo y pone sus manos en las rodillas cuando está sentido, es un inglés; los niños franceses no saben comportarse, pODen 101 codos en abanico, los apoyan sobre la mel., etc. . h carrertll he comprobado, como también hah podido aRcs.pecto a cerlo todos ustedes, el cambio de ~cnic•. Mi profesor de gimnasia, uno de lo.. mejores de Jcinville, en 1860, me ensenó a correr con los puñol pegadol al cuerpo. postura totalmente contradictoria • 101 movimieotOll de carrera.

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SDCIOLOGlA y ANnOPOLOGIA

Ha rido ncc:eurio que viera a 101 corredam profeaionales 'e 1890 para comprender que había que correr de otro modo. Durante muchos años he repensado sobre esta idea de la naturaleza social del tlhabitus» y observen cómo lo digo en latín, ya que la palabra traduce mucho mejor que «costumbre», el «exis», lo «adquirido» y la «Cacultad» de Aristóteles (que era un psicólogo). La palabra no recoge los hábitos metaHsicos, esa misteriosa «memoria», tema de grandes volúmenes o de cortas y famosas tesis. Estos «hábitos» varían no sólo con los individuol y IUI imJtaciODCI, .ino labro todo con l•• lOCiedac1eI, la educación, las reglas de urbanidad y la moda. Hay que hablar de técnlcal. COD la col1liguie.nte labor de la razón práctica colectiva e mdividuai, alli donde normalmente se habla del alma y de sus facultades de repetición. Todo me lleva a la posición que algunos han tomado a ejemplo de Comte y en la que estamos en nuestra Sociedad: posición como la de Dumas que en las relaciones constantes entre el biólogo y el sociólogo no deja lugar al intermcdiario psicológico. Yo he llegado a la conclusión de que no se puede llegar a tener un punto de vista claro sobre estos he· chol, la carrera, la natación, ctc•••i no le tiene en cuenta una triple conIideracl6n. en lugar de una 11nica oonñdcraclÓD, ya IU fíJlca o 1DC:dDica. como puede serlo UD.a teoría anatómic:a o fiJiol6gica del andar o que por el contrario lea sociol6gic:a o plic:ol6lica. lo que hace falta ea UD triple punto de ma, el del «hombro toIII•• Se ímponen otra serie de hechol, en cualquiera de los elementOl del arte de utilizar el cuerpo humano. domino los hechol de la educaddn. La noción de educación podía luperponene a la idea de imitación, puel hay DÍÁOI que tienen apecielef facu1t&des de imUacióo ., aunque otroa J8I ticncn muy eacuu. todol reciben la miIma educaci6D. de tal manera que el f6cil comprender 101 resultados. Lo que ocurre es que le da un. imitación prutiglosa. Hl nma, el adulto imita le:» actos que han retU1tado certeros y que ha visto realizar con éxito por las personas en quien tiene confianza y que tienen una autoridad sobre él. El acto se impone desde fuera, desde arriba, aunque sea un acto exclusivamente biológico relativo al cuerpo. La persona adopta la serie de movimientos de que se compone el acto, ejecutado ante él o con él, por los demás. III p _ t e en Idea de prati¡io de la la que _ el acto ordenado, autorizado y probado en re1ación con. la penona imit. dora, donde le encuentra el elemento social. En el acto imitado 10 d. un elemento psicológico y un elemento biológico. El conjunto, el todo. queda CXIndicionado por 101 tret!l elementos indio sodublementc mezclados.

por""'"

Todo esto se relaciona Cácilmente con un determinado tipo de hechos. El libro de Elsdon Best, llegado hasta nosotros en 1925, recoge un interesante documento sobre la forma de andar de la mujer maorí (Nueva Zelanda). (No acepto el que se diga que son primitivos, pues en algunos llSpcctos son superiores a los celtas y a los germanos.) Las mujeres indígenas

CONCEPTOS DE LAS TEailCA!I CORPQIlAU!S

J41

adoptan un determinado «gaillO (la palabra inglesa es deliciosa), es decir, un determinado balanceo, descuidado y, sin embargo, articulado de las caderas que a nuestro parecer no es muy agraciado, pcro que es muy admirado por los maorís. Las madres educan (el autor dice tldrilllO) a sus hijas en esa forma de moverse que se llama «onioi». He oído a madres que decían a sus hijas (traduzco): «No haces el onioi», cuando una hija se olvidaba de hacer el balanceo (Tlle Maori, 1, págs. 408·9; cfr. pág. 135). Es una Corma de andar adquirida y no natural. es decir, probablemente no existe de «forma natural» en el adulto. Con más razón cuando intervienen otros hechos, tales como, entre nosotros, el andar con zapatos que modiCican la posición de los pies, cuando andamos sin zapatos nos damos bien cuenta de ello. Esta misma cuestión fundamental se me planteaba por otro lado, en relación con las nociones relativas al poder mágico, a la creencia en la eficacia no sólo física sino también oral, mágica y ritual de determinados actos. En este punto me encuentro más en mi campo que en el terreno aventurado de la psicofisiología de las formas de andar en que me presento ante ustedes. Veamos a continuación un hecho más «primitivo», australiano en esta ocasión, y una Córmula del ritual de la caza y de la carrera, al mismo tiempo. Es sabido que los australianos obligan a cazar a los can· guros, a los emus y a los gatos salvajes, y llegan a coger la zarigüeya de la copa de los árboles. a pesar de que estos animales ofrecen una especial resistencia. Uno de los rituales de caza, observado hace cien años, es el de caza del gato salvaje, el dirigo, en los alrededores de Adelaida. El cazador no deja de cantar la siguiente canción: Dale

el pdLIdlo de plumu de 'aula (de laidaci6a, etc.). t. c:inIud, COl) la cinta dll la eabU&, CaD la .IDIfCI de la circunc:i.¡óa, coa 11 111II'e del brazo, lXIa el menIU\lo de 11 tnlljcr, I;OD

))aJo COCl

Dale Dale Dale Dale Hazle dormir. etc. t.

En otra ceremonia, la de la caza de la zangueya, las personas llevan en la boca un trozo de cristal de roca (kawemukka), piedra mágica por excelencia, cantando una canción semejante a la anterior; con esto queda asegurado que podrán cazar la zarigüeya, que treparán y podrán quedar sujetos por la cintura a la rama, apoderándose y matando esta dificil ptesa. III evidente y unlvenal la rela
"1'BH'VaM'l'CM Y Sc:8vu.wcH,. ''Ouuiaa af a Qramrnu", J'~b",~, etc. 8th.~do por BYm¡, }um" •.• 11. P4 2'1.

ADIadla. AddaJda. 1140.

J

342

343

y a:mprender: lo que ahora queretDOll reaa1tar

el la ronfjanu., el Moacto que antel que nada es UD acto de lCJiJteneía bío16gica. conseguido graciaa a unal palabrol y a un objeto 1DÓgil:O. El .Blente confunde el acto tknico, el acto fíaico ., el acto m.f¡lca. telJ¡¡IOIO. TocIot &too lQJl loo clemcotoo de que yo diJponla.

mmtum psicol6gico que puede darse

8 UD

• • • _ ptrO DO

_cebo.

cIcmcmDs me dejaban oab!a o6mo podlan _irte cómo había que organizarloI••iD ..ber, adcmú qué título dar

• todo Cito. Todo eUo ha Iido mú limpIe de lo que me IUPoma, IÓSo había que referirse a la divilión de loa acto. tradlciowdcl. en ~ y CiD rltoa:, divtai6n que creo dcoc tu fUDd.mentn. ToeS. CItu foJmM de ICt\tar son tknicaa, IlOD laa tbic8I corporalel. TodoI hemos caldo en el error fundamental, yo mismo durante mudIOI aóoI. de creer que sólo existe una técnica cuando hay un instrumento. Era aeceaario volver 8 las viejas nociones, a las consideraciones platÓDica lobre la tknica y ver cómo Platón hablaba de una técnica de la mdllca. y especialmente de l. danza, y entonces hacer máa lenera! elJta

noción. Denomino técnica al acto eficaz tradicional (ven. pues, cómo este acto no se diferencia del acto mágico, del religioso o del simbólico). Es neceo sario que sea tradicional y sea eficaz. No hay técnica ni transmisión mientras no haya tradición. El hombre se distingue fundamentalmente de los animales por estas dos cosas, por la transmisión de sus técnicas y probablemente por su transmisión oral. Pernút:anme. pues. creer que Ultedes aceptan mi. dcfiDicione•. Ahora bleo. ¿cu4l ca la difemlcia ""trc el ocio tradlclooal eficaz de la rclirl6n. el _ tradielcazl. cfleaz, jurIdico. loo oclOO de la .JeIa "" común; cuál el 1& difCJCDCia eotra 101 8CtoI moraleI por un lado, y d acto tradicional tá:Dico por otro? La dife:reDeia ea que IU autor 10 coo.Jidera como un acto tU tipo m«d1Iico, JtsJco o ff.lic;Q.qufmico y que lo realiza ceo esta finalidad. Vid. la 1ituaci60 DO DDI queda mú que decir q~ DOI b.UaDIOI ante la tk1JjCfJ6 corporalBB. Bl cuerpo el el primer ~nto del hombre y el nW natural, o mÍl ooa.crctameD.te. liD hablar de imtrumentoe dlremos que el objeto y medio ~cnico mI.. normal del hombre et IU cuerpo. Una vez llegado a CIta condUlión, CI8 ¡ran categoría que 'JO d'li5caba dentro de la sociología dcIcriptiv.. como evariou de&aparcce y PbemoI ya d6bdc clasificarlos. Con anterloridad a las técnicas de instrumentos, se produce UD. wojunto de t:écDicu corpora1CI. No es exagerado dar imporumcia a este tipo de trabajo de t"xinomia psicosociológica. ya que pone orden en 181 ideas, cuudo no lo tenían. es algo que hay que tener en cOI1Iidcraci6n. Bn el

""'bólIco.

interior de CIte grupo de hechos. el principio fadlita )'a una c1aIificacl6n concreta. La adaptación constante a una fmalid.d flllea, I'Dl!:dnica y qtJi. mica (así por ejemplo cuando bebemos) est' seguida de una lOrie de acto. dc acoplamienw, acoplamiento quc se lleva 8 cabo en el individuo no por 61 1010, sino (XJIl ayuda de la educación, de la .ocledad, de 18 que forma pute y del 1_ que en ella ocupo. El... t=nIcu Re otdclllUl f4cilmcotc dentro de un dltana gcocral que 001 ca CllDII1o, el de la noción fundamcota1 de loo pzio6Iogoz, capeclzlmcole d. 1IlYctz Y Hcad. de la vida oImbólica del cap!rltu, el de la _ de la actividad de 1& ccmciencia COIOO UD aiatcma, IObre todo, de montajCl .imb61icoa. Mi dilertaci6n DO tendría fin III quimera enumerar todo. 10B hechos que demueltran la relaci6D entre el cuerpo y los IÍmbolos mor.l1ee o intelectuales. Obaerv6mOOOl por UD momento; todo lo que hecemOl DOI v1lC1le ordenado. mi poItnra BCIrtada ., mi voz, dan lupr a que Ultcdea me e. cuchc:D lentadol '! ea ldlend.o. TodOl adoptamol UDliI actitud pmnItId. o no, natural Q DO, ya que am.ouimol valma dife:reotel .11 bccho ele mirar fijamcotc. bccho q.. ca dmbOO> de urbanidad en el ejercito Y de falta de educación en la vida normal.

CLAS1FICACION DE LAS TECN1CAS CORPORALES CAPíTULO

n

PRINCIPIOS CLASIFICADORES DE LAS TECNICAS CORPORALES

Hay dos cosas que quedan inmediatamente claras en relaci6n con esta noción de técnicas corporales: el que se dividen y el que varían seg1Í.n la edad y el sexo.

1. Divisi6n de las tknicas corporales según los aexos (y no simplemente división del trabajo entre los sexOll).-El tema es bastante importante. Las observaciones de Yerkes y de KOhler sobre la posición de los objetos en relaci6n al cuerpo y especialmente en el rpgazo, en el mono, pueden dar lugar a consideraciones generales labre 1.aa diferentes actitudes del cuerpo en movimiento en los dos sexos, respecto a objetos que están también en movimiento. Sobre este punto, expondremos algunas observacoines ya clásicll8 respecto al hombre, aunque sería necesario completarlas. Me permito llamar la atención a mili amigos paic610g0s sobre esta serie de investigaciones; yo carezco de la competencia y del tiempo para dedicarme a ellas. Tomemos, por ejemplo, la forma de cerrar el puño. El hombre normalmente lo ciena dejando el pulgar fuera, y la mujer, meti&dolo dentro del puño; quiz' porque no se la haya educado en ello, pero creo que, aunque se la enseñara, resultaría difícil. El puñetazo es débil. Todo el mundo sabe que cuando una mujer lanza una piedra, 10 hace no 11610 con meDOS fuerza, sino de diferente manera que un hombre, mú vertical que horizontal. Quizá todo esto es resultado de dos tipos de educación diferente. Existe una sociedad de hombres y una de mujeres; pero creo también que hay que encontrar otras razones biológicas y psicológicas para todo esto. T8Dlbi6n en cate caso, el psicólogo, por sí solo, daría más explicaciones insuficientes; necesita de la colaboración de estas dos ciencias, la fisiología y

1&

1lOOiolosfa.

2. Varitzci6n de las técnicas corporalt1B por motivo de la edad.-m niño sabe ponerse en cuclillas normalmente, pero nOllotros hemos perdido

esa costumbre, 10 que considero como un absurdo y una inferioridad de nuestras razas, de nuestra civilizaci6n y de nuestra sociedad. Veamos un ejemplo: yo estuve en el frente con los australianos (blancOll) y tenían frente a mí una luperioridad indudable. Cuando hacíamos un alto en una zona enlodada o en el &gUa, podían sentarse descansando el cuerpo sobre

J45

los talones, y la «flota», como ellos dedan, quedaba por encima de sus talones. mientras que yo me veía obligado a quedarme de pie con los pies en el agua. La posici6n en cuclillas es una posición que se debería conservar en el niño: todo el mundo, excepción hecha de nuestras sociedades, la han conservado. Ocurre también que con el transcurso del tiempo. en las razas humanas, esa postura ha ido cambiando de importancia. Ustedes recordarán que en otras épocas se consideraba signo de degeneración el que los miembros inferiores estuvieran arqueados. Sobre este rasgo racial se dio una explicación fisiológica. Virchow también consideraba como un degenerado, nada m's ni nada menos, que al llamado hombre de Neandertha1. que tenía las piernas arqueadas, debido a que normalmente vivía agachado. Hay cosas, pues, que nosotros consideramos hereditarias y que, en realidad, son de orden fisiológico, psicológico o social. Determinadas formas de algunas tendones y huesos responden a una determinada forma de estar de pie y de pararse. Todo esto está claro, con este procedimiento no s6lo se pueden clasificar las técnicas, sino que además se clasüican segt1.n la edad y el sexo. Además de esta clasificación que abarca a todas las clases sociales, debemos tener en consideración una tercera.

3. Clasificación de las tknicas corporales en relacúSn con su rendimiento.-Las técnicas corporales pueden clasificarse en relación con sus rendimientos y en relación con su adiestramiento. El adiestramiento, como el montaje de UDa máquina, es la bdsqueda, la adquisición de un rendimiento, s6lo que en este caso es un rendimiento humano. Estas técnicas a las que ahora nos referimos son las normas humanas de adiestramiento humano. Los procedimientos que aplicamos a los animales, los hombres se los han aplicado a ellos mismos y a sus hijos. Probablemente han sido éstos los primeros en quedar sometidos a un adiestramiento, antes de domesticar a tos animales. Puedo, pues, en una cierta medida, compararlos, tanto ellos como su tranlIDisi6n, con un adiestramiento, ordenándolos en función de IU eficacia. Nos encontramos aquí ante la noción de habilidad. tan importante para la psicología como para la lociología. Bn francél sólo tenelDOl una palabra, la de ehablle» 1, que traduce de forma incompleta la palabra latina 1habiliu, mucho mis adecuada para designar a quiCllCl tienen. un sentido de la adaptaci6n de BU movimientos bien coordinado. hacia un fin, para quiene. tienen unOl hábitol. para quienes e.aben hacer». E. el sentido de las palabras inglesa .craft». «elever» (adiestramiento, presencia de espíritu y hábito) es la habilidad para hacer algo. Una vez más estamos en el campo de la técnica. 4.

Transmisi6n de las formas tkrtiCQs.-Por áttimo, al ser fundamen-

I Dice. de la Le:Dsua Espadola de la Real Academia: hlibUid~ = capacidad, il]tc1iScncla y disposición para una COla: aracia y dcltrcJ:a en ejecutar una cOla. (N. del TJ

346

SOCIOLOGIA y AN'IROPOLOGIA

tal la cl1Icñanza de estlUl t6cnicas. podemos c1asüicarlu en relación con su cnlCñanza y adiestramiento. Con lo cual nos encontramOI ante un nuevo campo de atudio. La educación física de loa dOI lexol y de todu las edades le compone de mil detalles inobaervaclos que hay ahora que obltl'var '1 analizar. La educaci6n del niño elltá llena de lo que llamamos detalle., ~ que SOD fundlDlental.es. TamcmDI por ejemplo. el problema del smlndatrlano, "1 bOl daremos cu.enta de que oonocemoa mal caj}cs son los movimlebtol de la mano derecha y ca4I los de la izquierda y cómo se aprenden todoa. Al piado!lo ~ le le reconoce a primera YiJta, 8nnqt1C teqa UD tmedor y un cuchillo (lo que es de atrafillr), ya que har' todo 10 pOIiblc: por 11181' sólo la mano derecha, pue8to que DO debe tocar 10:1 alimental con la izquierda. ni cierto parte! del cut:rpo con la derecha. Para aaber por qu6 DO hace UD. gesto a otro no 10ft .lJufiefeotcl Di la fisiologla Di la paicologla de la diaimetrla motriz cid hombre, 10 que hay que aabcr 100 lu tnldicionel que se lo imponen. Robcrt Hertz ha pl8.D.tcado muy adecuadamente elte problema 2. Bllo rcflcnonea '1 otro semejaDtes pueden aplicanc a todo lo que es e1ccci6D lOcl.a1 de 101 pdnapios de 101 mOYimicntol. Bate (:1 el momento de estudiar el adiestramiento, la mut.o6n "1 pri»cipahnente 1u formas fundamentales que se llaman modo de vivir, el modru. el tonl#, la cmateri.., lu .r01'D18l» y modal. Esta es, pues, una primera c1uificaci6n. o mejor. cuatro puntol de vista IObre la c1aoiflc:acl6n de laa tknicu corpouIea.

CApíTULO III

IlNIJMERACION BIOGRAFICA DE LAS TECNICAS CORPORALES

Otro tipo de c1uifieaci.6n, la de una limpie enumer.::i6n. Ieria, yo no dirla _ Jét¡ica, pern al "", Uci1 P'" el obaervador. Mi Idea ha llidn la :le ofreced.. una oerIo do tohlaa comn Iaa que hacen loa prnf_ amorka!101. Lo que VBIIIOII • hacer va a aeguir tú. o lIleDOI las edadel del hombre, III binlNfú nnnnal con el fin do orclonor laa t60nicae _lea que le Ion propial Y1. que te le eDJefian. 1. Tét:nic:tu del naclmúnto '1 tú la ob!telricia.-Los hccholI no IOD. en pncral. bten cooocidol, J muchas de lu enseiíanzal cláaicu lCJIl cHIculiblco '; de a lu tribua auatrallanu do Quoona!an
Ma,..

2. Tlcnica, d~ la infancia. Critlma '1 fl1irrmataei6n del niño.-Actitudel! de cstal! do. semi en contaeto-1J madre '1 cl oifio--. En relación con el niño tomemos por ejemplo 1, IUCCiÓD '1 el cómo llevarlo. cte. Son muy importantes, las diferentes forma. de llcwl1' UD ni60. El oifio que es .llevado, incluso sobre la piel dc IU medre, durante dolJ o tres afioa, una relación diferente frente a la znadro que quien DO ha licio así .11cvado ,

ticn:

I Tambiln la dltima odic:j6n de Pl.Ou, DA' "-tib (edicionel de SaneIs. ctcJ. deja que dcleU".

11 Comieazau. aban a publicarte cnaaYOI dIO Cite tema.

)41

JlNUMBlACION DB LAS 'J1ICNICAS OORPDJlAUlS

tiene un CQnt:ac:tQ con ID .maclnl difm:nte • 101 ni.aOlI nueatrol. Se lpIn al cuello, • la clpa!da, v•• horcajaclaa ..,¡,'" la cadera lo cual CllIIIllt..,. una ~l&cfida s!mnasj,. CO?'OI áectol le durarfn toda 'la vida, del mimlo modo ~e CObItitu)'e también una gimna.sia pan. la madre el llevarle. P.....,. iDdlOO, que todo da 1u&u • _"'" psíqulCCl que han ~ ~ la infancia do lIUC8tra dvilizacianea. Hay COJ:ltactOl de lemlI , de PIel, etc. peBtet•.-Se tarda mucho en hacerlo, a vece. do. o trell Hay obl.ígaci6n de dar de mamar, inclUID a VecClI de aUmentar ad a lo.s ani. male•. La mujer tarde. mucho en perder BU leche. EziJte inclUlO UJ18 relaci~ entre el delt:ctc y l. reproducción. dcteni'ndole Nta huta el de.tete • La hU,?8nldad podría dividine. con toda facilided. en gentes am. cuna y gentes an ella, ,a que hay t&:nicu COlpOl'alet que supcme:n UD tnatNIDCIlto. Son pa(aco de ama cuI tocbI 100 pucbllll de 101 deo hemlafcrloa oortc, 100 da l. rqi6n andina, Y al¡unlll grupoo de poblaci6n de Africa central. I!D ...." dlll úItimoo I'UPOI. la dcfom>aci6n cid _ ooincIdc COIl el lOO da l. cuna, dcformad6n quo quid da lugar • ara- _

afio..

""...... fialoL\sieaa.

El lIÍIíO dnpu¡. dcf datd.,.....s.be ya ""'"". y bcbcz oc le ha CDIODado • melar; le ejercita IU vilIta, IU olda, cllelltldo del ritmo. de la forma del JnGVimie:nto. con frecuencia par. la d8.11Z1. y la mÓllca. .AplCllde 1.. noc:lonc•• y coatumbrca de la flflllbllidad Y de l. "'opiración, y adopta detenmnadal poara. que • vece_ le Ion impueltu. J. Tknit:ta ú la adoluc.nciIl.-SC ponen en pr4ctíca lobre todo en le1ad6n COIl el bomlm:, oicndo mcnoo impot1anla pan laa muja... en
UDOI

como otl"OI adquicrm la nñwng formas y poItur8I

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en""

y ....... 01 mfamo tndaa parta. Si CIto .. falan DOIOtro8 con IDÚ raz6D 10 C8 el) loa paíaca que -e denominen pDmítiVOl. No hay que olvidar edemAs, que bOlIOCruI deIeriblmoI CItoa hechoI como 01 bubie.. habido cn .ncIao pul.. Y sI_, algo al col.... cuyas func:lcmcs empiezan en seguida y cuya misión es guardar y educar

ocmcj....

a 101 .nifiol para la vida. Rs pfecilamcntc lo contrario lo que CI normal. Por CJemplo. en las sociedades nqrr.., la educación del niño se intenlHica al llegar la ~dad de la pubertad mientras que la de la mujer sigue licndo, por así decirlo, tradiclonaJ.. No exlrrten cscuelas o cole¡iol para mujeres pues la mujeres quedan inmcl'llll eh la eacucla materna, donde Be fo~ """""""'te huta que JlO'&O cIin:ctamcntc. ul", c=epclcncs. al CItado ele copooa•• El llilIo la occIcdad de 100 homb.... donde eprcodo UD oficio y IObre todo d oficio de mllitar. Sin embargo, tanto para 101 hambres

c_'"

• La colecd6D. de dato. recaaidoa por f'Los.!, J eompldadol; 'por Bartth

IaDIre completa • cite rcapecto.

'

Col

bu-

como para las mujera, el momcnta declIivo ea el di: la .dolClCCDCi.: el entonCCll cuando aprenden definitivamente lal t6:nicn corpora1el que lUCIO conservarm ICD la edad adulta.

4. Tkrúcoa del tJtIullo.-Para hacer UD inventario de 6Itas ICJUiremos los diltintoll momcntOl del dla. CQb .u reparto de movimientoa coordlnadoa y d. dClcanao. En primer lupr hemOI de dilltin,uir mm: el IUc50 y el CItado dc vela y en liste distin¡u1r el reposo de la actividad. 1.· Técnicas ckl swño.-La idea quc el echarse para dormir el 1180 normal, cs totalmente inexacto. He de oonfeaar que la IUcrra me etllefi6 a dormir en cualquier parte, incluso labre piedra. y 1m embargo nuncI he podido cambiar de CllDUI lin tener un cierto insomnio, 1610 al scgUDdo die me duermo lÍb darme caenl:a. Dentro de Iae aocicdadco ha) que di
350

351

SOC:OLOOIA y ANTROPOLOGIA

ENUMBRAClON DE LAS TECNICAS COapORAlJtS

La silla mantenida por flgul'llJ eD cuclill.a ertt muy extendida 0018 c:urica en 1.. n:gi.... del quinceavo grodo ele latitud Norte J del &u..lm de W; do. continentes'. Hay quíeneI UIaD tneIU '1 quicnel DO lt UNn. meaa. la «trapera. quW. eatt lejol de le!' univcnal; en Oriente, nannll1mente lo que le un ce un tapiz o una estera. Todo esto es bastante complicado. ya que CI1 el reposo queda incluida la comida, la conversación, ete. AIIuna

paraba con los atJew japoneses. Este mismo indio era un bsilalÍn incomparable. Entramos ahora, en lu tknical de reposo aetivo que no se derivan 1610 de la elt&ica lino también del juego del cuerpo. LIJ danza.-Qui!J han eairtido ultedel!J a 1.. cl8Je8 de Van Hombostel ., de Curt Sachs: le. recomiendo l. hiBtoria de la danza, de elte I11timo '. Acepto BU división de danzas en rcpO&O J danzu en activo, aunque admito quizá menos Jtl hipótesis labre el reparto de estOl bailC5, PUel lIOn víctimas del error fundamental sobre el que descansa parte de la toeioJogía. Hay 8Ociedad.ea de descendencia cxcluli'V'RJDeDtc maaculina y otras de dcacendcnci. cxdu.dvamente uterina. Unas, feminiDdas. bailan lin moverse del litio, y otral, de descendencia a través del varón, les BUlta deIplazarsc. Curt Sacha ha clasificado con mI acierto la. daIlZ8lII, en danzu ntrQvertidas e introvertidas, oon lo cual DOS encontramol en pleno plicoaniUsil, seguramente con baltante fundamento eh cate caso. De hecho el loci610l0 ha de ver lal cOlaa de una forma m's compleja. Así por ejemplo, los polinesios y en elpeclal los maorís se zarandean mucho sin moverse del sitio o se desplazan de lado a lado cuando tienen espacio. Ha., que distinguir la danza de 108 hombre. de la de la8 mujeres. que con frecuencia son t9talmente opuestas. Por óltimo hay que reconocer que el baile enlazados e. producto de la civi1ízaci.6n moderna europ~, lo cual demuestra: a todas luces que 00S8lI que para nosotros son naturales, en realidad Ion históricas, y que adtmíl son objeto de horror pan los dcmi., acepto para nosotros. Puemot ahora a 181 t6cuicaI corpora1Cl1 que se pueden conaiderar como profcsioDCI J a aquellas que forman parte de profedOtlCt o tknicu m4.a compleju. Saltar.-Nosottol hCDlOll sido testigo. de la tnusformaci6n de la t&nica del salto. Hemos saltado deIdc UD trampol1n Y de ÍTeD.te, felizmente esta técnica csti tuperada; actualmente se salta de lado. HIIY salto. en 1aI¡o, oncbo Y en profundo•• o1JxJo de pooici6o J .01100 de pértigo. En _ punto podcmoJ incluir 1&1 reflexiones de nUl!ltroa amigos KOlhJer. Gulllaume y Meyerson .obre la psicclogía comparada del hombre y de 10lI animales. Dejo, PUC8, C8te punto porque sus tl!eoica. unan inmensamente. Trepar.-He de decirles que sO)' muy mal trepador de úboles. pero pasable en la montaña "1 en lal rocas. Hay una educación düerente y por lo tanto un método diferente, El método de escalar un 'rbol con un cinturón que agarra cuerpo y bol es fundamental entre lo. conaiderados como prlmldvol. Sin embargo, nosotros ni siquiera utilizamol ese cinturón. Ea rAcl1 observar cómo el obrero de telégrafos trepa con ayuda de lo. gariios, pBrO sin ning¡1n cinturón, habría que eosefiarle:s este procedimiento ' . La historia de los m6todos de aIpinÍlmo ti muy de tener en conaideración y ha hecho progres:os fabulosos en lo que me va de vida.

r.:.

~ le reposan en posiciones curioIu. Así por ejemplo, en el Afriea NU6tica y en parte. de la región del Tcbad hasta Tanganica, 101 bombrcs se. ~nen a pata cOJa en el campo para dea.can&ar. A1¡w¡.ot: CODJi¡uen DO utthzar un apoyo, otros se valen de un bad6n. Todo CIto I0Il ratp de una

civilización comunes a un grupo muy numcRllOl de familLu de puebb que han creado estas técnicas de reposo. Todo ato, • 101 psk:6lop lcI parece natural, y no II~ Ii est4n de acuerdo conmigo, pero creo que esta. pclIturu en la sabana le deben B la altura de la hicrb.. y • la función del hombre como pastor y centinela; difícilmente le adquier!m. y conservan por educación. Además de &te, hay un reposo activo, generalmente Clt'tiCO. como por ejemplo la danza en repolo. Volveremol mis tarde a ocupamoll de

olio.

Tlcnjt:QtI d~ la activfdad 'Y del InOllimil!tlto.-El repoao elII por de:fiDici6n le aUlenCi. de movimicntol y el movimIeftto 1. auscnd.. de reposo••A continuación haranoI UDa simple "J pum en~eraci6n. Mavimieatos de cuerpo entero: trepar, pisar, &ndar. El andar: habitus del c:uerpo c::o pie al caminar, respiración, ritmo de la marcha balanceo de 101 p~, de los codos, adelantamiento del tronco sobre el ~uerpo o adelantlmiea.to de cada una de las dos partes del cuerpo alternativamente (DOIOtroI 1lOI he:m.oI lICOItumbrado • mover todo el euerpo a 11 vez), Pie. hacia fuera, pico hacia deDlJO, . . - de la ploma. Neo bomoo roldo del «paso de la oca- pero es el medio, para el ejército ll.em4n de extender el máximo la pierna, teniendo en cuenta que los hombres del Norte al ser generalmente, lar.gas. d.e pierna, les gusta hacer el paso lo más largo irosible: A ralta de este eJerCICIO, gran parte de los franceses tienen las piernas patio zambas. Esta es una de las idiosincrasias, a la vez, de una raza de una mentalidad individual y de una mentalidad colectiva. Técnicas 'como la de la media vuelta .on curioe!aimu. La media welta 4por principio» 8 la ingle.a, ea tan diferente de la nue.tra que cuesta mucho c8fuerzo el ~pren. 3,-

darlo. Bl correr.-Posición: de ~O. pie., ~i6n de lo. brazCl, reapiraci6n, magia. de la carrera, lCIlItencla. En Washington vi al jefe de la hermandad del fuego de lo. indio. hopi que vcnra con cuatlo de .u. hombres a proteatar contra la prohibición. de hacer WlO de determinado. alcoho1el: durante •u. ceremooias. Sin duda alguna era el mejor corredor del mundo había hecho 250 milla. .in detenene. TodOI estol pueblos timen la' COItumbre de loa ejerciciOl fmcos de todo tipo. Robert, que 101 vio. los com• BIta

CI

una de 1&1 alart1ma.4h Oblenacionel de ~, Ibid,

'ro-

• COn SA.c:HA, W~lJRUCIt/dlI' du TGllZu, Berlín, J933. , Acabo de cClln1Jfobl.1' que, por fin, le hace UIO de:: CIte

Ildmu (primavera 19H).

1S2

SOCIOLOGIA y AH'mOPOLOGIA

El dncmw.-No hay Dada mú vertiginoso que ver de.ccndor un b. bylo con babucha•• ¿CóDlO puode oprr""" oin perder 1.. babU
La nataci6/l.-Lcs he dicho ya lo que pensaba. Zambu11il'lc, Dadar¡ utifu:ación de otros medios complcmentarioa: flotadore.. plancha.. etc. &tamoI en vía de la invención de la naves6Ci6n. He .ido uno de loa que han criticado el libro de Rougé sobre Australia, demostrando sus plagios y condenando sus graves inex.actitudes. Consideraba imposible alguna

de sus narraciones en las que decía haber visto cabalgar grandes tortugas de mar por el Noil-Niol (O. Australia N.). Sin embargo, hoy poseemos fotograffas de estas gentes cabalgando las tortugas. Del mismo modo, RatIray recogió en los Ashanfi (vol. 1) la historia de los tro:ros de madera sobre los que se nadaba, hisloria que es también cierta en relación con las gentes de las lagunas de Guinea, de Puerto Nuevo y de nuestras propi.. celonia. MovimientN d~ luft'Za.-Empujar, tirar, levantar. Todo el mundo labe lo que es uu ¡alpe de rifione., es una técnica aprendida y no una IIIrle de limp1cl DlOYimieatol. Lanzar, tirar al aire o IObre una .upc:rfide, cte.; la forma de aprrar el Objeto que se va a lamar es notable y ofrcte OWllCI'OlM varladonel. Agarrar. Alarrar con los dientes. Uso de los dedos de 101 ples, de tu axila, etc. . El estudio de los movimientos IIlfdnicOl CI muy iotcnlo: el!! la formación dc la pareja meWrlca con el cuetpO. Ultedea recordar'n la teorla de Rcnlanx sobre la formación de estas pareju. Rltc tema JlOII trae tambiEn el 1'CCtIerdo de Farabeuf. Una vez que el hombre hace '010 de l!IU puño 'J con mú fimo cuando el hombre CCJ)l!I1guc el cpuiietazo chc:tten., las .p8rejal!!~ quedan creadas. En este apartado pueden incluirle 101 juegol de mano, el at1ctlsmo, la aorobecia, ote. Ho dt: confesar que los pratidigil.oor.., loa gimn...... han tcnido siempre mi admiración y aigue:n t.c:N.mJ.dola. +: TIC1IÍ de donde __ el lIOlll!= do BrooiI, Cuidt11ÚJ8 de lQ. boca.-Tknica de toser ., de CKUPir. Les CODtm una experiencia pcraooal. Una nifia no sabía escupir "J NI catarroI empeortban cada vez m61; me infonué y en el pueblo de IU padre. y en IU familia especialmente, en Berry, no labíaD escupir. Cada vez que ellCupía yo le daba una. monedu, y como deleaba ahorrar para tener UDa bicieJeta. lo aprendió. siendo la pñmcra en tu familia que lo apreod{a.

BNUMBRAClON DE lJoS TECNlCA5 CORPQIlALE5

J51

Higiene d, las nllCesidades naJural,I.--Con relación a este lema podrfll cnumerar un .iD fin de hcchos.

5." TknictJ de la comumiej6t1. eomer.-Recordar'n 11 a~dot8 que cuenta Hljffding del shab de Petllia. Esando invItado el ShBh por N. po1e6n 111, aquQ comía COD 1011 dcdol. e insistido por el emperador para que utilizara un tenedor de oro, le contcat6: eNo ubéil del placer de que os priváis .• Ausencia y uso del cuchillo. M:ac Gec comete UD grave error de hecho cuando. habiendo observado que 1011 leri (cui nna Wa del Magdalena. California) deteODOCÍ8I1 el UIIO del cuchillo, conclU)'Ó que eran 105 hombre, mú primitivOl. Lo (inico que ocurre es que DO usan el cucbiDo para comer. Beber.--scrfa 'Ótil enseñar a los ntl'ios a beber de la fuente, del chorro o del a¡ua quc corre. 6." TkniCdl de la reprodueci6n.-No hay Dada as tkllioo que las posiciODCll scma1C11. POCOlI autorcl han oudo habllr del tema. ~Y que qradeccr a KraUIIII el haber publicado su gran colecci6n de .4nthr(J~

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phyteia. d la ' 'o --_.., t la Tomemos, por ejemplo, la t6cDica c pOIlCI n IICXu.IU SIguleft e: mujer apoya IUI piemas por la rodilla en 101 codol del hombre. Ella el una p<Jrticui., dt: todo el Padfico. deode AUllralia haota 01 Pero. pasando por el cstrecl10 de Bering. pelO ora en cualquier atto llJllf. Son muy nume:roau las t6ctdcaa del. acto sexual normal "J anormal. Contaetol IeXUa1C11, macla de alientol. beaDl, etc. Bn este punto la tkDica y la moral sexual esl:Ú1 en íntima relación. 7.' Existen, por último, tal técnicas del euidQ.do. de lo anormal. Maujes, etc. PefO dejemoa ya este punto.

TECNICAS CORPOULBS. CONSJD1UtACIONES GBNBlLU.BS

CAPfrnLO IV

CONSIDERACIONES GENERALES

1.01 pl"Clblema generale¡ ICf\D'81DC'Dte les interesan a tatedca mú que toda cstaI técnica., • lu cuales he dedicado quizá demasiada tiempo al

ezponer1as. 1.0 que est4 claro

el que en todas partes DOS CDCODtramOs ante el montaje fuio-ptÚ»lOCialógico de una serie de actos, actCl que son mú a me· DOI habitU&1.eI Y mú o menOll viejos en la vida del hombre y en la histaril de la IOCicdad. PrafundicemOl mAs: un. de las razones por la que ClItOl 8Ct0l le su· perponen mú fK.i1mcntc en el individuo, el precilamcDte porque se yumponen en función de la autoridad &OCial. Cuando fui I8.lJento do~ • mis eoldados por qué lCl enseñaba a marchar en fi1u cerr&<1u. en. filu de • cuatro y al paso; para ello prohibí marchar 11 patO, haciMdolcl puar de • CUB1J'O, obUg6ndolea a que el escuadr6n paara entre dos úbolea: del patio; se empujaban 101 unos a 101 otros, d'ndosc cuenta de que lo que lu obligaba a hacer temía SUI razotlCI. Dentro de l. vida en grupo emte una eapecie de educación de los movimientos en fila cerrada. En la llOciedad, todo el mundo sabe y debe 1800 y aprender 10 que debe hacer en cualquier aituacl6n. Naturalmente, la vida social na estt exenta de estupideces y anormalidades. El error actda a veces como principia. La Marina francesa no ha enseñado a nad.r a sus marinas huta hace muy paoa tiempo. El principio es ejemplo y orden. Estos hochos son el fellUltado de una profunda causa sociológica y espero que cn esto me den la razón. Por atra parte, al habla1'lle de movimientns corporales Ile supone Iliempre UD enorme aparato biológico, fisiológico. ¿Cuál es la amplitud de esa rueda de e~ranaje plico16gico? Y digo expresamente rueda de en¡raoajc. UD comtilta .dir{a que hay separación entre lo social y lo biológico; 10 que yo les digo ea que conaidcro los hechOl psioológicos como un CQgraoaJe y na como cau.as, excepción hcc.ha dc los momentos de creación o de reforma. Los casos de creación, de establecimiento de unos prlnclptOl. son escasos y generalmente vienen impuestos por la educación o al menos por l.u circunstancias de la vida en común~ por el contacta. Por otra parte, se plantean dos grandes problemas en el OrdCD del día de la psicología: la de la capacidad individual, la de la orientad6n ttcnicI '1 la de las característico. la de la bíotipología, problemas que CODCUt~

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en esta breve investigación que venimos de hlcer. A mi parecer, el gran progreso de 11 psica1og(a en 101 l1ltUnos tiempCl, DO se ha nevado a cabo dentro de cada una de las facultadel de la psicología, lino en la psicotécnica y en el anilitls de 181 OOIal psíqulcal. m etD6logo le encuentra aquí ante el grave problema de las pOlihl. Udadeo pIlquicaa de cada una do 1aJ ruaa. 7 do la biologla o biologfu de este o de este otro pueblo. Betel IOn klI problemas fundamentales. Op{n.o que también en este C8IO esblmOl en preeenc:ia do loI fcD6mene:- biot~ 1Odo16pcol. Comidcro que la od uc.ci6n fuOOalDCUtal eJe ato t6cnieu coruiltc en adaptar el cuerpo a tul UIOS. Por ejemplo, laa grandes prueba de estoicismo en que c:onaiate la iniclaci.6n de la nwyor parte de la humanielad, tic:n.ea como finalidad. emefíar a tener langre fria, resiJtencia, 10riedad. _ l a de eaplrito, dignldod. et<:. La priocipal utilidad do mi alpinismo de otroI tiempos, ha rido preciJ.tmeate, la educacl6n de mi aangre fría, que me permltfa dotmir de pie 101m el mfnjmo rellano, al borde del abiamo. Creo que CIta idea de la educacl6o. de la razu que se seleccionm en fUDCi60 de un determinado rcm.dJmieoto c:I uno de loI momcntOl fund.. mentales de la hiatorla: educad6n de la vista, de la marcha, de robir, bajar y correr; educación que consiste espedalmente en la CDICDanu de la laQlfe fña. la tuI1 ca fundamentalmente un mecanismo de demora, de inhibicl60 de movimientos dcmrdenados; esta demora, esta inhibición de mov~ miCDtaa dcaordenados, permite a cOtltinuacl6n una rcrpuesta coo~ de movimientos coordinados dirigidos. la nn.lidad c1cgida. La n:aiJtmcia a la emoción que invade es algo fundamental ea. la vida soc:ia1 y mental. y permite clasificar a las sociedades, eeparando a 1&1 primitiva, ac¡6n IUI reacciones sean más o menos bruscas, JrrcfleJliil'u e lacomcieotel o por el contrario aisladas, concretall y dirigidas por una conciencia dara. Es gracias a la sociedad que la conciencia interviene. ya que no es la inconsciencia la que hace intervenir a la sociedad. Gracias a la sociedad hay movimientos precisos y un dominio de lo consciente frente a la emoción y a 10 inconsciente. Es precisamenle porque la razón ha intervenido. por lo que la Marina francesa enseña u nadar a sus marineros. Partiendo dc aquí llegaremos mts f'cUmcnte 8 problemas mucho mis filosóficos. No sé si les ha llamado la atl~nct6n lo que nuestro amigo Granet ha dicho sobre sus invcstiglcioncl aobre 181 tkJlical del TaoíltDO, sobre lal I~nical corporales y en cspecial .obro la l'elpiracicSn. He estudiado lo suficiente los textos sánscritos del yoga par. saber que lo mismo OCUlTe ea la India. Creo, precisamente, que en el fondo de todo estado mfstico se dan uoas técnicas corporales que no hemol eltudiado, pero que ya lo hicieron en la antigüedad la China y l. Iodia. Elti por blcer y debe hacerse ese estudio socio-pslco-blológico de la mística. Mi opinión el que existen necesarilUDCDte medios biológicos de cotrar t:C'U comunialclón con Dioa•.

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soaOLOGL\ y ARDaPOLOGIA

Aunque la técnica de la respiraci6n no sea tan fundamental oomo OQ la India y en China, creo que está mucho más generalizada de lo que 10 uee; en cualquier caso, nos permite comprender unos hechos que balta ahora nos eran incomprensibles. Opino además, que los recientes desQ1brlmic:ntol en ~ mmcen la -.Ión de 100 ooci6Iop. deoputa do la de leo bi6lop 1 poic6losoI..., .mucho mi. c:ompetcntoo que DOIOl!OL



S8PT1MA PARTE

MORFOLOGlA SOCIAL

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