LA HUMANIZACION DE LA TECNOLOGIA: MAQUINAS DE CARNE Y HUESO En el siglo XXI, la búsqueda por la automatización de los procesos técnicos llevados a cabo por los humanos ha llegado al punto de crear algoritmos capaces de reemplazar a un humano en una tarea específica y hacerla 10 veces más rápido y sin el factor de agotamiento con el que se contaba con la mano de obra humana, pero ¿Qué consecuencias traerá consigo esta práctica? A tan solo 19 años del innovador milenio que vivimos, se han llegado a tener avances tecnológicos de magnitudes impresionantes, que hace apenas 20 años no se consideraban posibles, y es que desde la revolución industrial se ha dejado muy en claro el futuro que se desea para el mundo “Maquinas haciendo cosas de humanos”. Esta practica se dio primeramente en fábricas, haciendo que un proceso repetitivo llevado a cabo por 5 hombres pasara a hacerse con una maquina y un operador de esta para que este verificando su correcto funcionamiento, haciendo que la productividad mejore en un porcentaje bastante amplio y reduciendo la mano de obra empleada para una tarea, algo muy eficiente pero que deja repercusiones en los ámbitos comunes de las personas, como, por ejemplo, en la comunicación. Técnicas de sellado, impresión, transporte, distribución, elaboración, construcción de vehículos, se están llevando a cabo en la actualidad en los países que son potencia por maquinas, robots programados para cumplir funciones especificas sin que haya una mano humana cerca. Vemos entregas de domicilios a través de drones, meseros de restaurantes robotizados a los cuales solo le programas el menú que deseas y en un par de minutos tu orden llegara a tu mesa sin problema alguno, o asesores en tiendas que te dirigen y acompañan a donde pretendas llegar en dicho establecimiento. Son cosas tan simples y maravillosas que nos hacen ver los avances en programación que se han logrado hacer en tan pocos años, que lo único que hacen preguntarse es ¿Por qué buscamos la humanización de las maquinas mecanizando a la humanidad? Practicas como las que se llevan a cabo ahora hacen que las técnicas como la comunicación empiecen a dejarse de lado, pues no hay una interacción de intercambio de palabras entre persona y máquina, solo se cumple con ordenar a un
robot una tarea determinada y en un tiempo estimado se tendrán los resultados del proceso ejecutado, sin quejas, sin reclamos, como si se tuvieran zombis como mayordomos para toda función que queramos llevar a cabo. Y así mismo, en cuestiones mas cercanas como los celulares podemos notar la mecanización de la humanidad a través de las redes sociales, donde lo que no aparezca en algún post o el “muro de publicaciones” de otra persona no nos parece importante. Se están dejando de lado técnicas primordiales como el habla y la comunicación de palabras, donde en esta época se busca más hablar con una persona a través del chat, que si pudiéramos tener una conversación detallada y de horas cara a cara. El hecho de que se hagan asistentes de trabajo y de funciones no significa que debemos olvidar técnicas tan simples como el habla solo porque algo nos facilita hacerlo. Leer, escribir y discutir son técnicas y principios básicos de la humanidad, son cuestiones que nos diferencian del grupo de animales con el que vivimos en el mundo, y estamos dándole prioridad a una maquina para intentar volverla mas humana, mientras la sociedad poco a poco pierde sus nociones del que los hace humanos. Es una problemática que debe manejarse desde las aulas, como maestros en formación que se están formando, para generar concientización. Y se debe buscar la manera de equilibrar la herencia de las técnicas de una generación a otra de personas, y no el que una maquina en su base de datos guarde todo lo que necesitemos saber de nosotros mismos en su interior. Las maquinas deben ser herramientas, cosas que nos faciliten la ejecución de ciertas acciones para nuestro beneficio. Somos quien debe usar la herramienta, no debemos esperar que la herramienta nos enseñe a nosotros algo. Finamente, no fueron programadas para eso.