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Redes Vocacionales II- Lánzate al agua.

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VERBOS-MOMENTOS EN EL PROCESO

VOCACIONAL DESPERTAR-CULTIVARACOMPAÑAR-DISCERNIRSELECCIONAR-OPTAR-INGRESAR El discernimiento vocacional no es sólo un proceso psicológico ni jornadas juveniles… Es sobre todo un proceso de fe por el cual se intenta captar la autenticidad de la llamada y se procura promover la fidelidad a la misma. Actores del discernimiento:  La persona en búsqueda es el primer responsable  La acción de Dios  El acompañante vocacional  El plan de vida vocacional, como voluntad expresa de organizar el llamado y que se realiza a lo largo del trabajo anual. Ambigüedad del concepto mismo de la vocación La vocación NO es: ¿Capacidad particular? Normalmente, hablando de la vocación, pensamos en una capacidad particular. Esto no es correcto. En la Biblia vemos todo lo contrario. Las grandes figuras de la Biblia fueron llamados a pesar de sus limitaciones: (Moisés – tartamudo, María – virgen, Pedro – rudo, Pablo – perseguidor de Cristo, etc.). Vocación no es una capacidad sino una gracia. Y no una gracia particular sino universal, al servicio de la gente.

Nadie “tiene la vocación EN BRUTO”, se trata de discernir cuál es mi llamado personal. Y va más allá de nuestras cualidades o capacidades. La vocación es un proyecto dinámico: Dios muestra su voluntad progresivamente. Además de la llamada inicial, sigue llamando constantemente a la persona durante toda su vida y la invita a una respuesta constante y sin descanso. La persona llamada debe estar impulsada por las motivaciones vocacionales que son fuerzas dinámicas que mueven la personalidad. Algunas son sólo iniciales, luego se trabajarán con el proceso hasta convertirse en motivaciones reales. El proceso vocacional necesita dinamismo personal: estar a tiempo en todo lo que concierne al proceso. El cimiento de toda vocación: Lo humano es necesario trabajarlo plenamente: el propio conocimiento, asunción de la vida con todo su realismo, asertividad, reconciliación personal, afectividad (como integración anímica) todo esto es la personalidad. La vocación es un dinamismo entre llamada de Dios y respuesta de la persona. Uno sin el otro es imposible. Creer que la llamada es entrar en una estructura (Orden o Congregación), es una idea errónea. La estructura tiene sentido en la medida que realiza un proceso de vincular la propia vida. Sin eso, cualquier llamado sucumbe tarde o temprano. ¿Carisma? Tampoco simplemente es tener “vocación a un carisma”, ni empezar rodando de congregación en congregación. No es sano. Es importante tener carisma para lo que se hace. En principio no debemos confundir la vocación con el carisma de una Orden religiosa, como “capacidades para hacer esto o aquello”. Uno puede tener vocación sin tener carisma, y al revés. El carisma no son sólo destrezas para hacer cosas, sino capacidad desde mi propia personalidad. Hay personas que ingresan por refugio o respuesta más que por llamado. ¿Misión? Nadie entra sólo porque “se va a dedicar a algo”. Y aunque toda vocación es para la misión, la vocación no es una profesión, empresa, trabajo. La misión es la consecuencia del seguimiento de Cristo. EN LA IGLESIA, TODO DEBEMOS SER MISIONEROS. Nadie entra en proceso vocacional SIN COMPROMISO en su Comunidad.

¿Motivación? Es importante purificar las motivaciones primeras, pero éstas no son garantía de la vocación. Pocas veces los que entran en la VR tienen motivaciones puras. Pero esto no es impedimento (no es falta de vocación, y son trabajadas desde un proceso de acompañamiento). “Nada es puro y Dios trabaja con lo impuro”. ¿Predestinación? La vocación no es predestinación. No es así como sí Dos nos ponía al nacer, un sello: benedictino, dominico, franciscano, etc., y, después de la muerte controlara nuestros pasaportes si hemos cumplido su “destino”. Discernir sería, entonces, descifrar este sello que hay en nuestro “pasaporte”. ¡No puede ser así! Pues no seríamos libres. Dios tiene un sueño para ti. Y te regala dones (carismas) para ayudarte a realizar este sueño. El proyecto tienes que hacerlo tú mismo. La vocación no es una predestinación. La voluntad de Dios es “que vivas en plenitud”. Es problema tuyo cómo vas a vivir esta plenitud (Yo soy Juan y tengo que vivir en plenitud. ¿Cómo fraile, laico, esposo?). “NO TENGO UNA VOCACIÓN SINO SOY UNA VOCACIÓN” Entonces, ¿qué es la vocación? YA TENEMOS VOCACIÓN, ES DECIR, EL PRIMER LLAMADO LO RECIBIMOS CON LA VIDA. Deseo de Dios Dios desea que te realices, que vivas en plenitud, Dios te ama quienquiera seas, Dios te necesita para demostrarte su amor. Somos deseados por Dios, amados por Él y necesitados por Él. ESTA ES LA VOCACIÓN.  Vida en plenitud – felicidad (ser felices y hacer feliz)  Todo lo que es contra la vida, que trae muerte, es contra Dios.  AHORA BIEN ¿Cómo hacerlo camino, concreción, hecho?     

Lo que trabajamos inicialmente es la inquietud vocacional. El cimiento vocacional no empieza a definir si serás religioso, sacerdote; sino esclareciendo entre. Hay que definir si tengo vocación para ese camino o carisma. Una comunidad religiosa ofrece su camino para quien siente y posee las cualidades personales para ese llamado específico; NO ES LA VOCACIÓN PARA LA ORDEN SINO LA ORDEN PARA LA VOCACIÓN

Vocaciones para hoy: Sea cual sea su opción se necesitan personas:  Teocéntricas, centradas en Dios.  Cristocéntricas, con una experiencia fundante de Cristo como fundamento esencial  Acrisoladas, es decir, personas probadas, maduras.  Comunicadas, con Dios, consigo mismo y con los demás.