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6. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICO – PRÁCTICA Concepción de Historia como punto de partida del proyecto. Durante el siglo pasado, la Historia como campo disciplinar de las Ciencias Sociales, ha visto acrecentar un proceso de apertura en sus metodologías, discurso e incluso en su objeto de estudio. Este proceso ha permitido que el estudio de la Historia se transforme en un ejercicio de encuentro de diversas disciplinas como la antropología, la sociología, la psicología, entre otras, permitiendo al historiador indagar el pasado en aspectos que la historia económica o de los procesos civilizatorios no habían abordado. En ese orden de ideas, en las últimas décadas se han ampliado los objetos de estudio y se han renovado los métodos de los que hacen uso los historiadores para explicar la relación entre presente y pasado. El estudio del pasado abordando aspectos como la vida cotidiana ha permitido a las Ciencias Sociales renovar sus campos de acción, igualmente puede ayudarnos a entender, desde nuevas perspectivas, la importancia de los estudios históricos, acercando el discurso de la Historia como disciplina a la gente del común, no solamente como un referte académico que encuentra en la asignatura escolar un marco de acción. En ese sentido habría que marcar la diferencia entre los estudios históricos realizados por los investigadores profesionales y la enseñanza de la historia en el entorno escolar. Como producto de la labor del historiador profesional, el estudio de la historia representa un proceso de investigación que combina elementos de análisis de la realidad social desde los supuestos epistemológicos de la ciencia. El historiador crea un objeto de estudio, recopila las evidencias empíricas que le permitan contestar los interrogantes que motivaron su investigación e interpreta de acuerdo a un marco explicativo-teórico sus conclusiones en un tipo de narración mediante la cual comunicar y buscan convencer otros investigadores de su trabajo. En este esquema, los trabajos históricos se producen en función de unas necesidades de búsqueda de objetos de investigación que no necesariamente terminan siendo comunicados o leídos por una comunidad más amplia que la de un restringido marco de investigadores profesionales que evalúan la pertinencia y validez de trabajo. Para aquellos quienes no dedicamos a la enseñanza de la historia, el tema del estudio de la Historia, consiste en lograr construir u utilizar modelos pedagógicos mediante los cuales acercar el pasado a nuestros estudiantes utilizando un sinnúmero de recursos que propicien un entorno adecuado de aprendizaje. Un modelo pedagógico para la enseñanza de la Historia equivale a poner en juego una serie de recursos y momentos que puedan ser evaluados en función de las necesidades del proceso de enseñanza – aprendizaje. En el presente proyecto, que busca propiciar la reconstrucción de conocimiento sobre el pasado mediante el uso de recursos digitales, los trabajos elaborados

por las investigaciones históricas se convierten en material de apoyo para el docente y sus estudiantes, pues se busca que el estudiante y el profesor puedan construir mediante intereses comunes un ejercicio de apropiación de la realidad inmediata utilizando diversos elementos que se catalogan como fuentes. Llegados a este punto, podemos decir que la noción de Historia de que hacen uso tanto el investigador como el profesor de historia, difiere en aspectos metodológicos en cuanto a los fines últimos de su respectiva práctica profesional pero confluye en el hecho de que en ambos casos el pasado se reconstituye en función de las necesidades del presente. De este modo suponemos que la función de la Historia estaría señalada por la dependencia absoluta del pasado, respecto del presente. En otras palabras, esta condición conllevaría a aceptar que cada época fabrica una representación específica del pasado, afectada por concepciones o ideologías preestablecidas en desarrollos históricos particulares y bajo límites interpretativos dados. Consideramos entonces que la Historia es una forma de representación del pasado que en la modernidad se legitima en el contexto de la ciencia. Nos acercamos con este presupuesto a la concepción de Martin Heidegger sobre la modernidad como una época constituida por imágenes más que por un sistema de valores. Imágenes construidas y validadas en un modelo científico que de paso ha estructurado nuevos modelos cognitivos sobre los cuales se ha cimentado la explicación racional de los fenómenos mundo en el presente y el pasado.