Lume

  • May 2020
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  • Words: 6,238
  • Pages: 41
colaboracións IMAXES

Pablo Gallo...............................................5-16,39,68 María Carmona.......................19,22,47,51,64,66,70 Iago Alvite.............................................................20 Branda......................................................1,31-38,48 Manolo Hermida..............................................57,62 Pablo Sainz............................................................72 Cristobal Troyón ...................................................74 Sandra García........................................................79 Alberto Guitián .....................................................80 TEXTOS

Bruno Choni .......................................................6-17 Iago Alvite........................................................25-26 Branda..............................................................31-38 Xaking Montero ..............................................40-45 María do Cebreiro ...........................................52-53 Manolo Hermida..............................................56-61 Estíbaliz Espinosa ..............................67,70-71,78-79 Chelo Suárez .........................................................73 Cristobal Troyón ...................................................75 Lucía Aldao ...........................................................76 Yolanda Castaño ..................................................77 referencias literarias dos fragmentos empregados: Mulleriñas 18, A Divina Comedia 30, Don Xoán Tenorio 46, A volta ó mundo en 80 días 50, As aventuras de Tom Sawyer 65, Moby Dick 69

Deseño e maqueta: Samuel Fernández Impresión: Gráficas Stylo Edita: Asociación ACOLÁ Depósito Legal: Impreso en Galicia

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PARA LA

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Índice

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Nuestro soberano interior, cuando es conforme a la naturaleza, tiene ante los acontecimientos una actitud tal que siempre se adapta fácilmente a lo dado. Pues no quiere ninguna materia seleccionada para él, sino que se lanza hacia el objetivo principal con prevención, y la materia que se le opone la hace suya, igual que el fuego, cuando domina lo que cae en él, bajo lo cual una pequeña llama se apagaría. El fuego resplandeciente rápidamente hace suyo lo que se le echa, lo consume y por ello mismo se levanta a mayor altura. Marco Aurelio

POEMA

DEL

FUEGO

Fuego en los ojos del poeta, Fuego en la vertical de un sufrimiento edificado, Fuego en la punta exacta de los dedos, Fuego en los labios de las sirenas, En las líneas de contorsión de la frente, En los muros de la discordia, En las palabras que conforman las estrellas, En el salto de la pantera, En los negros corredores del infierno, En la espiral de la locura, En la mirada de un hombre que concibe un proyecto, En los sueños oscuros del profeta, En el vuelo trepidante del halcón. Fuego en los textos surrealistas, Fuego en los rayos del sol y la luna, Fuego en las paredes sin nombre, Fuego en las ruinas del olvido, En las ciudades que imaginan los astrónomos, En las lágrimas de una muchacha enamorada, En las turbias manos del asesino, En los poderes ocultos de la poesía, En el grito sin fin de las calles desiertas, En los cuadros de Delacroix, En el tintero del escritor, En las tenebrosas páginas del Apocalipsis, En los cabellos de las ninfas,

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En las barreras de la incomprensión. Fuego en las sinfonías de Beethoven, Fuego en el cielo estrellado, Fuego en las canciones de Jimmy Hendrix, En la hora del sol poniente, En los brindis de la concordia, En el viento sereno de la tarde, En las mareas vivas de las costas, En las dunas de los desiertos, En el vigoroso cuerpo del tigre Y en las misteriosas palabras del oráculo.

II El ángel negro alzó sus alas Y atravesó el florido costado de la primavera, Alcanzando las lenguas de fuego de la marea. Después imaginó el coro de las dalias Con los maniquíes de los cementerios, Y plantó una rosa en el centro del desierto. Aquellos ojos de la jaca que cabalgaban Dudas sin pausa en las llamas del fuego, Cubrieron de muerte las espigas decadentes Del año nuevo. Luchaba la luna con el viento Y de una gota de sangre brotaron palomas disecadas Que rasgaron los violines sin cuerdas. Salieron de sus agujeros las anémonas enfermas

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Para dar de mamar al muchacho desmayado De ojos de fuego. Los adoquines plúmbeos de las calles desiertas Se quejaron durante un siglo De que las aves abstractas cubrieran de guano Su superficie insurrecta. Y yo voy por la Vía Láctea con ojos desnudos Y puñales en sombra Para comprender que la vida es bella. Los poetas han bebido del fuego de la muerte El coñac de la angustia y el silencio, Y sus ojos son ahora los luceros celestes Desperdigados por el firmamento. Hay un carcaj de rotas flechas en el llanto del viento, Una ocarina yerta en el corazón del sol, Un guante de madera en el ojo de la luna Y un museo enterrado en lo hondo del pecho. Hay frescas guirnaldas de fuego. Los ríos se cubrieron de ceniza Y las manos del alba tejieron con sonrisas Valles de luz y cielo Por el perfil de la nieve sin nombre. Los caballos agonizantes Pasaban por el ojo del alfiler A contemplar las tetas de la noche. El viento batía en la casa del pobre. Buscaban la piel del durazno En los hoteles quijotescos de medianoche. Buscaban la lira del deseo En la panza del buey momificado. Y el fuego de la luna, con amargo reproche,

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Hundía sus cabellos en el mar encrespado. De nada sirve el gemido del hielo En los bolsillos de los astronautas, Ni tampoco el grito de la libélula En el paisaje obliterado. Los nadadores a flor de onda Persiguen el yeso absoluto del esqueleto Que trasquila en silencio sus dos manos, Y por las alturas de las prisiones Planean los búhos esculpidos en llanto. Las flores dormidas bajo los muros del sueño Aguardan el incesto de los vidrios sagrados, El ancestral veredicto del fuego. Las llamas brotaron del alma del escritor Para morir en los brazos del viento Que esculpía perdigones de furia y sobresalto. Y así fue como el fuego, Con su más triste y sórdido lamento, Cubrió el rostro de la multitud Con la música de un violonchelo disecado.

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III El viento de la alucinante censura sorbía los sesos de las monedas putrefactas y de los pinceles tumefactos. La luna, oculta tras la cruz del desperezo, fingía ser la reina de una muerte para piano. El fuego cubría las antesalas del infierno, donde aguardaban los centauros el sacrificio de la paloma. Porque del agua irreverente proviene la última mirada de amor, y del cielo asesinado la última llama de la amistad. Corría el tumulto de los ríos por la sangre de los ascensores. Corría el tumulto de los mares por las azoteas y los tejados. E inesperadamente, hijos de la oscuridad, el bufón y el rey golpeaban los ataúdes de los cementerios urbanos. Los pies del alba vagaban, desnudos, por el agua celeste de un estanque de fuego. Pero el corazón de la noche lloraba con sus mil astros abatidos por la niebla de las cadenas y las nebulosas devoradas. Y la luna de etéreos cabellos soñaba por el cielo con sus corceles plateados. Era el fuego una romería de violines abandonados y un abanico de cocinas enterradas. Era un pulmón de hojalata en la sotana del cura. La aurora jugaba con la ventisca en el ojo de la niña enferma. La boca del cocodrilo cercenaba los árboles de los bosques subterráneos. El director de orquesta miraba con horror el alud de las aves sobre el océano, y aguardaba la llamarada del sodio con el agua en el vientre de las sirenas. Rumores de vientres vacíos, muy vacíos, tanto que ya no tienen forma, la perdieron en la desesperación hasta que les llegó el olvido con la cuenta de todos sus momentos e instantes, y rieron aquellos vientres de su propia pérdida: que plano final.

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El tren de la locura atravesaba la noche de enhebrados cabellos de luz; el maquinista se presignaba ante la placa de metal. Y el fuego elevaba tijeras oblicuas clavadas en las rodillas de los muertos. Pero otro fuego aguardaba la fiera llamada del corcho en la ceniza de los incensarios. Las llamas lamían los pies del profeta que introducía pedazitos de cristal en el corazón de la prostituta. Paquetes de noches de inmenso pensar rompieron dentro para caer más arriba y nombrar los de fuera la mentira que aún no yace en la indiferencia. Mas la dínamo de la noche giraba en el cielo pronunciando el nombre del rey de las azoteas. Los claveles de acero gemían su angustia devorada, y las arpas hacían sonar sus tacones en el viento enajenado. Las luces de la ciudad en los ojos de la poetisa, el ojo de la vaca en las manos del percusionista, la mano del muerto en el pecho de la soprano, el pecho de la luna en las sombras de la noche, la sombra del halcón en los cabellos de la ninfa, los cabellos del alba en la lengua del fuego, la lengua de la prostituta en el codo del sibarita, el codo de la sirena en las fauces del tigre. Después llevaron el arco de la melodía al extremo de un cuchillo labial, y vaciaron los colores de la noche con una durísima cuchara de metal. Los aviadores buscaban la luz de la pimienta y los escarabajos de la pesadumbre en las montañas de la luna y en el decorado interior del azahar, y solo encontraron el dedo meñique de un golfillo de pintada efigie y la blusa galáctica de una dama de cabellos de lino. Pero al fin el fuego brotó de la sonrisa del taxidermista, y las flores nocturnas se abrieron bajo la queja del ruiseñor

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HANNA,

QUE HABÍA TRAÍDO LEÑA,

encendió fuego y suplantó los vidrios rotos con sombreros viejos y su propia toquilla. La señora March dio té y leche a la mujer, y la confortó con promesas de ayuda, mientras vestía al niño pequeño tan cariñosamente como si hubiese sido su propio hijo. Mientras las chicas ponían la mesa, agrupaban a los niños alrededor del fuego y les daban de comer como si fuesen pájaros hambrientos, riéndose, hablando y tratando de comprender el inglés

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MI

RELACIÓN CON LAS COSAS

COMO MÉDIUM HA DE SER SINCERA Y CERCANA,

o sea, coherente (? lógico). Y pienso que la Naturaleza es todo, la razón (el análisis, la clasificación, el sistema) sólo parte, solo una diminuta parte (y a pesar de todo, aquí estoy, escribiendo y tratando de explicar). Así que mi relación con el fuego como herramienta (piromienta) era inevitable: hacer arder un tronco y observar, dirigir y ser dirigido por el fuego hacia uno y otro lado, y observar, fumar un pitillo, sucumbir al hipnotismo de las llamas y dejar que surja la verdad: la mía y la de la madera, bailar, cantar y echar más cera aquí, dejar que el fuego muera allá y una cerveza, y aspirar el humo y notar que la música trabaja y marca la danza de las llamas, y que es así y que lo puedo decir no porque tenga pruebas, porque lo vea o lo note o lo pueda registrar, no. Lo puedo decir porque es así, y es así porque así debe ser. Y acabar la noche sudoroso, ahumado y más en paz que en mucho tiempo. Porque sí

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Costa de Namibia 01-III-04

Despois da conversa que mantiven no almorzo cos rapaces das caldeiras mudei certamente algo alterado. Ó chegar o meu camarote para escreber os acaecementos do día, descubro que este caderno de bitácora foi obxeto da ignominiosa aldraxe que pode verse ahí ó lado. Polo visto certos temas non deben ser falados de corrido pois poden ferir as sensibilidades máis enfermizas da tripulación. ¿O lume, un elemento? Inda no dubidosísimo caso de que esta Institución transixise en considerar sequera por un instante ca troglodítica consideración de que a materia e a resultante da misteriosa interacción de tan só catro elementos (e iso asumindo as fabulacións ¿presocráticas? máis optimistas) o lume sería, sen dúbida, o último que aceptariamos como tal. Na fantasía clásica, que supoño manexarán no gremio das caldeiras, falábase de auga, terra, aire e lume. Ben. Simplificando moito máis do que a miña con-ciencia debera permitirme, a terra poderiamos considerala, nas súas diferentes acepcións, aparencias e estados, coma unha combinación de elementos (estes si presentes na táboa periódica aceptada por todo o mundo, exceptuando ós débiles mentais), configurados

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nunha variadísima gama de posibilidades de compostos tanto orgánicos coma inorgánicos. Por outra parte, tanto o aire como a auga resultan de combinacións aínda máis simples dalgúns dos elementos máis abondosos no nosos universo: a auga está composta de dous(2) átomos de hidróxeno e un(1) de osixeno; no caso do aire, nitróxeno (70%), osixeno(20%), gases nobres(1%), dióxido de carbono(0'3%) e !Sorpresa! un 0'97% de auga. Non insistirei, por non incorrer en obviedades, no lugar en que deixa, tan só este pequeno detalle, a súa escura concepción da natureza. Olvídenno, eu saberei comprender que se as súas pequenas mentes non son capaces de reter e asimilas semellantes evidencias da súa estupidez. Porque o do lume xa non o podo consentir, pois non e máis que o resultado dunha reacción química chamada combustión (¿sóaralles?) Para que ocorra necesítase un combustible e, normalmente, o osixeno do aire e calor ¡Nin tan sequera é unha enerxía, senón máis ben un indicio, unha mera manifestación visual, case diría un residuo do desencadeamento dalgunha delas!

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PER ME SI VA NE LA CITTA DOLENTE, PER ME SI VA NE L'ETTERNO DOLORE, PER ME SI VA TRA LA PERDUTA GENTE, GIUSTIZIA MOSSE: IL MIO ALTO FATTORE; FECEMI LA DIVINA PODESTATE, LA SOMMA SAPIENZA E 'L PRIMO AMORE. DINANZI A ME NON FUOR COSE CREATE SE NON ETTERNE, E IO ETTERNA DURO. LASCIATE OGNE SPERANZA, VOI CH'INTRATE.

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Extinción ANTES DO HALÓN

O TRIÁNGULO DA EXTINCIÓN

SON GASES

PREPARATIVOS

En 1978, nas praias de Miami, buscabamos un novo axente extintor.

Nos meses de inverno almorzabamos na praia; discutíamos de ciencia. O can do hotel queixábase preso no parking. Pasaban as horas; pan de molde, fanta e as ondas do mar en distorsión.

Cos xestores do hotel tratamos ben; estabamos becados. Había que investiga-lo todo; hábitat e métrica, hall e consigna, salón de actos!

Optamos por emprega-lo can do hotel e as placas de fiuncho doutros meses; estabamos becados.

Aquel ruinoso equipo, escoitade ben, camisas apodrecidas de area. Dende o mar ollábanos inmóvil a virxe dos deportes, e nos cascos curvos dos iates atopamos bolas de CO2 puro. 3 socios morreron e 2 quedaron atrás; O Nobel puxo un brazalete rosa, e no tímpano propio persiste o sangue nebulizado de outro. Cun dossier e catro dólares subimos a un Boeing. "Os halóns destrúen as capas altas do ceo na súa reacción"

"o sistema ideal será perigoso para a vida" dixo un. "¿terá vida atmosférica cero?" dixemos todos! Na punta do dique de cemento brincaba un neno cun sitar. Berrounos algo, pero non tocou o chisme. ".. para cega-lo lume compre facer desaparecer un dos 3 elementos do triángulo" dixo outro...

dixo Hansen.

Así coñecimos a Richie, o vello hispano. Ollos azuis, coleta branca, veterán do pacífico, entendía de caldeiras. "almacenaxe comprimida... non forma néboa na descarga. ¿para qué tede-la imaxinación?"

Mediados de Abril; as nubes máis brancas que viramos nunca. Richie sabía dun depósito valeiro, detrás do solar, entre as palmeiras. Preparámo-lo circuíto, e pola noite chegou unha orquestra de jazz.

"que idea...!" pensamos todos. "son gases: helio, argón, criptón... pero precisan de complementos orgánicos (óptimos de corrosión, bases de calcio)"

Reunión previa no hall; pedimos cocktail para todos, revisamo-las gráficas. Un nervioso quixo contar un chiste "... nivel mínimo de osíxeno para a supervivencia do ..." pero todos pensando no proxecto; ese gas aínda non diluído.

¿Como atopalos en Miami, na liña de costa, onde todo permanece... ? Estabamos perdidos; discutíamos de ciencia.

O teclista da orquestra interesouse pola proba de inhalación, e preguntou. De súpeto, serviron outro combinado; despexamo-lo hall. Afora o mar tronaba dende o atlántico central coma nos días antigos.

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O NOVO CIRCUITO Chegou o sol. Abriron unha pista forestal preto da porta do hotel. Richie mercou para todos cristáis afumados no drugstore.

RESULTADOS: RESULTADOS

A NOITE DOS SPRINKLERS

Ó través das fiestras vaporizadas non vimos moverse nada máis. Entramos. Tomamos notas axiña. Richie estaba fóra de si.

Despois da primeira experiencia pasamos un mes enteiro soñando.

"¿pero que é un sistema de ecuacións?" quería saber, pobre, emocionado. As alfombras, as copas, a colilla ... coma agarradas por anxos. Acordamos nada de teléfono. Foise a luz, pero nada de cirios! O parking viuse invadido por flamencos desesperados e o sol tardou 2 días en chegar de novo. Gardamo-los corpos para a seguinte vez. Os do hotel non estaban molestos.

Coas instalacións pechadas sentiamos medra-las dunas; os coletazos dos pantanos estoupábanos no cerebro.

Dimos voltas polo barrio, animado con tantos turistas. Era hora de actuar de novo. Esta vez probariamos con iates, zodiacs, diversos efectos naváis. Decidimos, en acordo cos propietarios do hotel; facelo de súpeto.

Eran pesadelos significativos; inmensos parkings valeiros cruzados por cañas vermellas, infinitas, colgantes, sen soldaduras. O silencio puro, arrepiante, dos sprinklers; agardan o seguinte coletazo. Flamencos que trazan órbitas cristaliñas. Descenden cada noite sobre Miami a devorárno-lo pulmón.

Richie e un dos becarios preparaban o Novo Circuito no peirao artificial; moi entretidos falando de misticismo. "... pois nos cúmulos altos do ceo" contaba o becario, "habita Cristo, e á súa beira, moi atento, Newton, anxo custodio dun almacén infinito." "¿Almacén? ¿de que ten Cristo almacén?" intrigado Richie. "Almacena botellas de gas comprimido," explica o outro, dióxido de carbono, pousadas en regos perfectos, furados en quarzo por delincuentes"

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O INCIDENTE NA DÁRSENA DEPORTIVA I 6:00 pm. Nubes a cinco millas sobre o atlántico. Todo preparado para o moderno paraíso. Cubrimos con trapos algunha pequena motora. Xubilados con visera saudaban dende o faro. Un cativo deixounos a súa cometa e foise. Abrimos as chaves de paso, pero que doada operación! Suaves ondas de longo percorrido cruzaban o peirao. Azoteas limpas de aves, e o vento trouxo un negro feixe de pelo. Alguén do equipo asubiaba Penny Lane. Pero o ritmo tornouse imprevisible. Flamencos rabiosos picoteando na sonda da costa. Cascos que colisionaban, cerrando e abrindo espacios, atraendo correntes e peixes-globo atravesados por lascas de grafito. Unha única voz caeu do sol e o mar tinguiuse de leite. Xesucristo voraz mollou cos dedos as brancas bágoas de Richie, axeonllado na zodiac, coma se tal cousa.

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SUECIA O INCIDENTE NA DÁRSENA DEPORTIVA II

6:03 pm. Baixamos do clube náutico, tremendo, envoltos pola doce luz, perdidos. Risas, tos, berros de pánico no salitre irrespirable. Un neno apretando o seu torto pescozo! Hansen non tiña brazos, e os anacos de Leo flotaban polas pozas de auga rosa. Falecía o becario entre os dedos de Richie, cun pulmón aberto e relocinte, ledo coma unha mascota, cun ollo no límite da atmósfera.

No teito da terminal distinguimos diminutos sprinklers. Agardando por nós na porta de embarque un grupo de federáis; ocultando cintas de precinto, fanáticos admiradores. Rían as azafatas do avión ollando polas fiestras a longa liña de praias. Subimos aínda máis! E na cabina dos pilotos escoitábanse cae-las chapas de gaseosa.

Por acordo xeral Richie recolleu o premio en Estocolmo. 12:00 am. Nun enorme salón de alfombras e cortinas, arañas de cirios e cristal; todo un pouco inflamable e nostálxico, coma calquer almacén de Florida. Sen discurso, apretando os puños con ansia, o noso compañeiro cantou unha vella balada nipona, peza mariñeira das tripulacións en sumerxibles de guerra. "cando naufraga un submariño é un cilindro perfecto; a compresión do metal nos fondos sen luz fai calar ás aves que pasan" "cando naufraga un submariño o osíxeno faise molesto, coma a presencia dunha fulana para o aterrado bebedor de sake"

Outras voces soaban por algures; naquel ambiente hipóxido, qué foi deles.

Rematou Richie. Silencio.

Aeroporto Internacional de Miami. 13: pm. Esta vez tardou 2 semáns en volta-lo mencer. Rodeados por ruinosos bosques de palmeiras estabamos no mellor da vida.

"triste é estar en silla de rodas" baixando a voz, o Premio de Bioloxía. "non tanto cando colles costa abaixo..." adornou a raiña de Suecia

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DE

ella en mi pecho brotó una chispa ligera, que han convertido en hoguera tiempo y afición tenaz: y esta llama que en mí mismo se alimenta inextinguible, cada día más terrible va creciendo y más voraz.»

AMOR CON

BRÍGIDA. Es claro; esperar le hicieron en vuestro amor algún día, y hondas raíces tenía cuando a arrancársele fueron. Seguid. INÉS. (Lee.) «En vano a apagarla concurren tiempo y ausencia, que doblando su violencia, no hoguera ya, volcán es. Y yo, que en medio del cráter desamparado batallo, suspendido en él me hallo entre mi tumba y mi Inés.»

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EN

la multitud se puso en movimiento. La joven habíase caído en aquel entorpecimiento provocado por el humo del cáñamo. Pasó por entre los fakires que la escoltaban con sus vociferaciones religiosas. Phileas Fogg y sus compañeros lo siguieron, mezclándose entre las últimas filas de la multitud. Dos minutos después llegaban al borde del río y se detenían a menos de cincuenta pasos de la hoguera, sobre la cual estaba el cuerpo del rajá. Entre la semioscuridad vieron a la víctima absolutamente inerte, tendida junto al cadáver de su esposo. Después acercaron una tea, y la leña impregnada de aceite se inflamó inmediatamente. Entonces sir Francis y el guía retuvieron a Phileas Fogg, que en un momento de generosa demencia quiso arrojarse sobre la hoguera...

ESTE MOMENTO

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O Sangue Afonso Becerra Un atasco, un infarto, unha pequena patria.

"Unha imaxe é algo eléctrico, unha vibración que precisa unha forma. Todo pensamento debe transformarse en forma, non en emoción, e para iso hai que buscar os detalles, porque o concreto é o único que nos pode salvar da obviedade. É importante empregar asociacións, pero hai que transformalas, ou sexa, facer que todo o que son vibracións mentais, a nosa imaxinación, os pensamentos viaxen cara as formas".

As cidades, arterias. Son irreproducibles? O científico ben que o repetía: na lingua, baixo a pel, onde medran as células máis novas. E as células do sangue? Canto duran as células do sangue? Desde o avión, a estrada no interior da cidade: unha telenovela, un mapa colapsado.

(Esta é a súa maneira de escribir sobre o lume)

As neuronas son vellas, morren moi lentamente. A importancia dos pés. E a mirada do actor, unha segunda médula.

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YA

NO

NECESITAMOS EL FUEGO

Por aquella época Roberto y yo estábamos solos. Los motivos de nuestras respectivas soledades darían para una historia muy larga y un poco triste, así que os la voy a ahorrar. Roberto vivía en una casa a las afueras de la ciudad y desde hacía unos meses no dejaba de ponderarme las maravillas de la vida campestre. Me acostumbré a pasar muchos domingos de verano tumbado en una de las grandes hamacas del jardín contemplando las colinas que se veían al fondo del valle y dejándome calentar por el sol. Incluso en primavera y principios de otoño, a pesar del cielo nublado o amenazante de lluvia, nos tumbábamos en las hamacas con las piernas cubiertas por una manta. Parecíamos dos veteranos de la guerra de vuelta de todo.

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Yo solía llegar a media mañana a casa de Roberto; salía al jardín, me tumbaba en la hamaca y Roberto traía la primera cerveza. Roberto no era muy hablador, uno de esos hombres que ni necesitan ni piden explicaciones. Se encargaba de la comida con lo que yo dejaba pasar el tiempo mirando las montañas, o las nubes o los tejados de las casas vecinas que asomaban por encima de la tapia. Ya se sabe que cualquier cosa se vuelve interesante si se la mira durante un rato. —Esta semana me encontré con Paco —le dije —¿Paco? —Aquel que en la Facultad siempre traía el último cacharro eléctrico. Una vez trajo el primer ordenador personal. Se llamaba ZX spectrum, o algo así. —Sí, ya me acuerdo: se enchufaba a la tele y matabas marcianos cuadrados. —Ese. —¿Cómo le va? —pero entiéndase que Roberto hizo esta pregunta de forma automática, si sentir el más mínimo interés por la vida de Paco. Roberto era de los que pensaba que cada uno tiene suficiente con lo suyo.

—Está calvo, tiene panza; llevaba un traje de esos que los empleadillos se compran en las rebajas. —Un hombre de éxito. —Supongo que tiene familia porque me dijo que estaba reformando la cocina de su casa. Nos quedamos mirando a unas palomas que se posaron justo frente a nosotros, EL palomo hacía ese ruido un poco ronco característico de la época del apareamiento y daba vueltas alrededor de la hembra, que no mostraba interés. Echó a volar, y el palomo, afanosamente voló tras ella. —¿otra cerveza?— dijo Roberto Roberto entró en la casa y cuando salió, además de la cerveza, traía una fuente con espárragos trigueros y unos cuantos de esos tomates de juguete, del tamaño de las cerezas. —Hay que comer verdura. Lo dicen en la tele. —Lo que tú digas. —Reformar la cocina, qué agradables recuerdos —dijo Roberto cuando volvió a sentarse. Con Roberto a veces era difícil saber donde empezaba la ironía o acaba la nostalgia. Quizá recordaba un pasado familiar y aburrido, pero

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que ahora echaba de menos, o quizá se reía de él y se sentía libre como un pájaro. Pero estas eran las preguntas que yo nunca le hacía. —¿Sólo vamos a comer eso? —Hay carne en la nevera. Voy a empezar a preparar las cosas. Roberto sacó la parrilla oxidada y negra, que de semana en semana no nos ocupábamos de lavar, porque considerábamos que el calor purificador de las brasas se encargaba de eliminar todos los microbios. Entonces recordé más cosas que me había contado aquel exitoso compañero de la Facultad. —Me contó, sin que yo se lo pidiese, los detalles de su reforma; todo eléctrico: el agua caliente, el horno, la vitrocerámica para cocinar. Y me explicó cosas de kilovatios, y de ahorro en los tiempos de cocción. Parecía encantado ¿Y sabes qué dijo? Dijo: con la tecnología, ya no necesitamos el fuego. —Buena frase. —La debió leer en algún suplemento dominical. Ahora los periódicos dan mucha cultura. Roberto encendió el carbón y al poco empezó a humear. Moví la hamaca para que el humo no

me viniese a la cara por los caprichos de la brisa. Roberto observaba la combustión de aquellas piedras negras en un silencio hipnotizado. Yo sabía que esperaba el momento en que el carbón se convierte en brasa y se vuelve rojo, ese rojo denso que asoma por el medio de la piedra negra y que a él le fascinaba. Todos los domingos lo mismo. Me quedé adormecido por el efecto de la cerveza en mi estómago vacío. Cuando desperté pasaban de las tres de la tarde y vi que Roberto había puesto los espárragos sobre la parrilla, y también unos grandes trozos de carne que ya tenían ese apetitoso color bronce. Al otro lado de la tapia, de los jardines de los vecinos, que quizá también tuviesen cocinas de vitroceramica en sus casas modernas, veía como ascendían columnas de humo, una aquí, otra allí, otra más allá, como si estuviésemos en poblado indio

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CUANDO TOM DESPERTÓ a la mañana siguiente se preguntó dónde estaba. Se incorporó, frotándose los ojos, y se dio cuenta al fin. Era el alba gris y fresca, y producían una deliciosa sensación de paz y reposo la serena calma en que todo yacía y el silencio de los bosques. No se movía una hoja; ningún ruido osaba perturbar el gran recogimiento meditativo de la Naturaleza. Gotas de rocío temblaban en el follaje y en la hierba. Una capa de ceniza cubría el fuego y una tenue espiral de humo azulado se alzaba, recta, en el aire

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POSTAL

DESDE A

REFINERÍA (I)

"No Paleolítico superior, en Moravia (Chequia) utilizouse como combustible a medula que penduraba dos ósos esnaquizados de grandes animais, coma o mamut" Aquí se vive a principios do milenio III, no ano 2005 tras de Cristo. Esta é unha cidade de provincias violentada polo vento. O vento volve tolos aos homes. Esta é unha cidade de provincias onde se veste ben, unha cidade de provincias cinto negro en refinamento de petróleos. Nesta época os humanos entretemos facendo prognósticos. Falamos moito do futuro. Nas casas hai auga corrente. Temos plantas e froitas artificiais. Os pirómanos son perseguidos pola xustiza. Michael Jackson é o primeiro mutante voluntario. A lúa ten ciclos de 28 días. A xestación da muller alcanza as 40 semanas. Os libros arden a 451º Farenheit. As píntegas invaden os carreiros do monte Xalo. As píntegas disque viven no lume.

A pupila dilátasenos cando escoitamos certa música, cando saboreamos certos alimentos, durante a excitación sexual. Somos escravos das nosas células sexuais. Escravos con anel de amos. O sexo non é centro. É circunferencia. No centro estamos nós, cos cranios pelados, sen sexo. Facemos o amor coa lentitude dos astros. Non existe varón. Non existe muller. Non distinguimos nada. Só avermellamos os centros do pracer con certa inocencia ardente. A carón dunha Refinería sucede a mellor pornografía. A espectral. A uránica. A que non é deste mundo.

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SENTADO

de bitácora, se puso a fumar. Pasaron algunos instantes, mientras el humo salía a chorros de su boca, que el viento le devolvía a la cara. «El tabaco ya no me calma, mal tengo que andar para que ni siquiera la pipa me sirva de consuelo —pensaba—. Inútil, me parece que no volveré a fumar.» Y tiró al mar la pipa, todavía encendida, que chisporroteó al caer al agua BAJO EL FAROL

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POSTAL

DESDE A

REFINERÍA (II)

Escribo estas letras i espero que ao recibo da presente te atopes ben dende unha cidade calquera con vento, con oleoductos. Con xente que merca zapatos e conduce automóbiles brillantes con cagadas de gaivota.

Penso moito neles. Ás veces eu síntome unha deles. Ás veces eu non me sinto unha deles. Acaban de empezar un novo milenio. Iso aféctalles moito porque son seres sensibles á luz e ás cábalas numéricas. De súpeto fálase moito do Xapón. Dos emperadores chineses. A tinta vén de China. A imprenta vén de China. A microelectrónica, de Xapón. O anime, de Xapón. Todos os soportes da transmisión e propaganda cultural semellan de fabricación oriental. Moita xente, confundida, pásase ao budismo. Ou escribe haikus intolerables nas portas dos retretes. Nesta época o gran contador de historias é un Proxector nunha Sala Escura. A Realidade é unha tira máis ou menos longa, de cor acastañada e duns 35 mm de ancho. Aman certa épica, certas artes marciais, certos códigos de honor... porque perderon o rastro, as pegadas da especie. Non saben fabricar lume. Carecen do suspense, paciencia, intriga, astucia necesarios. Non teñen o cerebro tosco e incriblemente ben amoblado do

homo erectus. Gastan chisqueiros baratos e con debuxos pop. Eles son nós: cyborgs sen experiencia. A nosa memoria son implantes comúns a toda a especie. E logo está a arte. Un embrión que sempre se xesta noutra parte. Que todos queremos para nós porque nos fai crer grandiosos, épicos, fillos dalgunha civilización perdida, pais dalgunha saga galáctica. E logo está este obxecto, este libro, esta páxina, esta frase, a túa man, o teu brazo [quen es?], o teu ombro, o teu colo, o teu queixo, os labios teus, a lingua túa [quen es?] i eu aproximo o meu peito, o colo meu, a miña lingua porque dende nena devecín por bicarte, por bicar ao tragalumes do circo xitano a carón da miña refinería

En combustión,

estíbaliz...

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RITUAL

DO

LUME

O fume da enciñeira, por el, chegaron o corazón das lapas polo pelo do aire, sen pisar o uzal. Busquemos un bosque para os conxuros, onde reinen as brétemas, a hedra e o musgo. Con opio, azafrán e viño branco novo, a fermosa dona de longos cabelos que coida do lume aliñe o pucheiro. Baixo das estrelas neste bosque vello existe un espacio para os desexos. Rapazas, rapaces, que adorades o lume Veña xa o conxuro que se esgota o tempo

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MIÑA NAI SEMPRE ANDA BERRANDOME -Misto: 90 % de madeira, 10 % fósforo… 3 segundos. -Moqueta: 70 % fibras sintéticas, 10 % de goma adhesiva, 5 % de tinte vermella, 15 % de fios, po e sucidade… 7 minutos. -Armario roupeiro: 30 % contrachapado de madeira, 60 % de roupa, 7 % plástico, 3 % papeis… 40 minutos. -Cortinas: 95 % de fio, 5 % de plástico… 2 minutos. -Silla: 70 % de madeira de pino, 25 % de teas sintéticas, 5 % de roupa… 15 minutos. -Estantería: 20 % madeira de cerdeira, 70 % de papel, 10 % de plástico…10 minutos -Mesiña de noite: 60 % de contrachapado, 20 % de tickets e facturas vellas, 10 % de plásticos, 0,7 % de látex, 9,3 % outros materiais… 12 minutos. -Lampariña: 30 % plástico, 50 % cerámica, 20 % material eléctrico… 5 minutos. -Radio - cd : 79 % plástico, 21 % material electrónico… 4 minutos. -Estructura ordea-cds : 99 % plástico, 1 % papel… 6 minutos. -Cama: 15 % ferro, 8% madeira de pino, 50 % fibras sintéticas, 10 % de arames. 15 % guatiné, 2 % de lá… 30 minutos. -Miña Nai: 60 % de auga, 30 % de graxa, 5 % algodón, 2 % vello corporal, 3 % outros materiais. 40 minutos de combustión, morte por asfixia os 4 minutos… 3,57 minutos berrándome. NERÓN E Nerón que era músico e poeta prendeulle fogo a Roma… e sentiuse artista.

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ANTI-INFANCIAS

EU

(versos condenados à fogueira)

Ás nenas hai que ensinalas a andar pola noite E a non mirar atrás cando baixan as escaleiras... Ós nenos hai que ensinalos a que me reclamen nos andamios Vestidos de nenas con fame, Puramente impuros e decapitados.... A min había que encherme a boca de gasolina E poñerme na porta dun parvulario a pedir lume, A ver se así deixo de poñerme tonta nos poemas E recupero a dozura que perdín cando me ensinabas Como arden as nenas, QUEIMÁNDOAS... Ja, ja, ja (perdón)

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TIÑA un lume implacable a toda hora, unha flama consumidora e consuminte. Eu tiña un cego ardor, un ardor cos ollos pechos, o que ardía por inflamar ou ardía por inflamarse. Eu tiña faíscas no ollo depredador, unha abnegada fogueira, eu tiña armas de fogo para matar ou morrer, eu tiña un alto facho, un que non se permitía a si mesmo perder foles, eu tiña. Tiña un corazón de lume, eu tiña un lume entre as pernas, inocentes folerpas parvas trousándose dende a miña cabeza. Tiña lares e mistos, tiña piñas ben secas, tiña tiros abertos e pastillas de prendido e leña.

(Pero queimeinos todos. Agora descanso).

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unha substancia ou mestura de substancias destinada a producir un efecto calorífico, luminoso, sonoro, gasoso ou fumíxeno, ou unha combinación de tales efectos a consecuencia de reaccións químicas exotérmicas autosostidas non detonantes "

millón. Pero quen sabe. *** Hai moitas cousas que empezan con labaradas ou pequenas explosións: Un paseo en coche As festas do San Xoán Blade runner Os xogos olímpicos A criatura de Frankenstein O número circense do tragalumes Unha visita ao Inferno O amor Unha canteira O aninovo Unha espada Un peixe ao forno Unha conversa cun dragón Unha anana branca do espacio sideral

Non Non sigas sigas lendo lendo

Non sigas lendo. Isto é unha trampa. Todo o que se escribe é trampa, porque nos propicia a ilusión de permanencia. Sen embargo, este papel que les agora mesmo podería empezar a arder. E todos os soportes nos que se rexistrou este texto, simultaneamente. Empezar a arder.

Sei que iso te sorprendería. Disque no universo físico poderían suceder moitas cousas sorprendentes: Que comezases a levitar agora mesmo Que o ceo se abatese sobre os tiranos vitalicios Que un mago sacase unha pomba negra

dunha chistera branca

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A cidade cincenta de Pompeia A transformación de Pinoccio en neno real Nagasaki hoxe A apocalipse Os ciumes O Big Bang O lanzamento dunha nave O todo A nada Unha sopa quente con fideos de mamá

"O fogar estaba no centro da casa... para cada membro da familia era coma o embigo da terra... ao seu redor reunían todos para compartiren o xantar e a calor do lume. Era o lugar de honor reservado para o hóspede ou visitante ocasional".

O lume non é humano. Pero fíxonos homes. Para estar neste mundo cómpre pasar polo lume: cauterizar unha ferida, saltar nove veces unha lumieira, ver a salamántiga, cociñar, experimentar o terror animal ante un incendio, visitar aos bombeiros cando se teñen nove anos e choutar na cama elástica de salvamento, enredar coas pastillas de acendido, dicir o esconxuro da Queimada, martirizarse nunha barbacoa, visitar refinerías de noite, prender un misto no escuro...

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