LOS TRES CONSEJOS
Autor: Gilberto Maxe Suxe Nació: Tostelen-Cajamarca en 1960 Personajes: Personajes Principales: -Rita María: Es la esposa muy joven, que esperanzada, lo espera por un largo tiempo, criando a su hijo en soledad. -Joven: Un gran muchacho laborioso y emprendedor que jamás fue infiel a su amada. Personajes secundarios: Campesinos del pueblo Los patrones Los hacendados El hijo de Rira Maria
Argumento Esta es la historia de una pareja de recién casados quienes se encontraban en la pobreza económica. Sus vecinos del pueblo los ayudaban con distintos favores pero el joven marido no pudiendo soportar más la situación le dijo a su esposa que partiría: “Querida, saldré lejos a buscar un trabajo, cuando tenga dinero suficiente, regresaré para darte una vida digna y cómoda. No sé cuánto tiempo demoraré, pero te pido que me seas fiel y me esperes, te aseguro que yo haré lo mismo.” La esposa aceptó. Días después el joven partió, caminó varios días hasta que encontró una hacienda donde lo aceptaron para trabajar. Le dijo al hacendado: “Patrón, déjeme trabajar por un tiempo prudencial hasta que yo decida irme y usted me libera de mis obligaciones. No quiero recibir mi salario ahora pero le pido que lo deposite en el banco hasta el día que me vaya. Ese día usted me da todo lo que haya ganado.” El hacendado aceptó. El joven trabajó 20 años sin vacaciones, ni descansos. Pasado ese tiempo se acercó a su patrón y le dijo: “Patrón, he trabajado mucho durante estos 20 años. Quiero regresar a casa con mi esposa y mi dinero.” El patrón estuvo de acuerdo pues previamente habían hecho un pacto. Quiero hacerte una propuesta. Yo te doy tu dinero y tú te vas o a cambio te doy tres consejos antes que te marches y me quedo con tu dinero. Piénsalo y me dices luego”. El joven pensó bien, buscó al patrón y le dijo: “Quiero los tres consejos.” El patrón le dijo: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero.” El joven empleado le respondió: “Quiero los consejos”. Entonces el patrón le dijo: “Consejo 1: Nunca tomes atajos en tu vida, los caminos cortos y desconocidos te pueden costar la vida. Consejo 2: Nunca seas curioso de aquello que represente el mal, la curiosidad puede ser fatal. Consejo 3: Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor, puedes arrepentirte cuando sea muy tarde”. Después de darle estos consejos al joven, le dijo: “Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje de retorno y el otro es para compartirlo con tu esposa cuando llegues a casa”. El joven agradecido partió con la ilusión de ver a su esposa luego de 20 años. Durante el primer día de viaje se encontró en el camino con una persona quien le preguntó hacia donde iba. Él le respondió: “A un pueblo lejano al que llego por esta carretera.” El extraño le dijo: “Mejor ven por este atajo, así llegarás más rápido.” El
joven ansioso por llegar a casa se dirigió al atajo pero luego recordo el primer consejo de su patrón y volvió por el camino normal. Días después supo que dicho atajo llevaba a una emboscada. Pasaron unos días de viaje y muy agotado, decidió descansar en un hospedaje al lado de la carretera. Pagó la tarifa, tomó un baño y se fue a dormir. Un grito aterrador lo despertó por la madrugada. Se levantó de un salto y cuando iba a abrir la puerta para ver qué pasaba, recordó el segundo consejo y no salió. Por la mañana, el dueño de la posada le preguntó: “¿Escuchó el grito anoche?” El joven respondió que sí. A lo que el dueño le dijo: “Usted es el primer huésped que sale vivo de aquí, mi hijo tiene crisis de locura y grita durante la noche, cuando el huésped sale, lo mata y lo entierra en el quintal.” Aliviado por saber esto y seguir el consejo del patrón, el joven salió y prosiguió con su viaje. Luego de muchos días y noches de caminar, llegó a ver su pequeña casa entre los árboles. Apresuró el paso, avanzó hacia la casa y vio la silueta de su mujer, ¡acompañada de otra persona! El joven imaginó lo peor. Al ver aquella escena su corazón se llenó de odio y amargura, con ganas de ir y matarlos sin piedad, pero recordó aquel tercer consejo de su ex-patrón. Se detuvo, respiró y reflexionó. Se quedó en el bosque y durmió. Al amanecer decidió no matar a nadie, simplemente volver a casa a ver a su esposa por última vez y decirle que él sí fue fiel; con ello podría volver tranquilo a donde su patrón y pedirle nuevamente el trabajo rehaciendo su vida. Sin embargo cuando fue a tocar la puerta de casa, su esposa abrió la puerta y sus ojos se llenaron de lágrimas, se colgó de su cuello y lo abrazó. El joven le dijo: “Yo te fui fiel todo esté tiempo. Tú me traicionaste. Ayer te vi acariciando a un hombre aquí.” Ella le respondió: “Aquel hombre es nuestro hijo. Al poco tiempo que te fuiste descubrí que estaba embarazada. Hoy él tiene 20 años de edad.” El esposo entró a la casa y abrazó a su hijo. En el momento que iban a cenar juntos, les contó la historia de todo lo que le había pasado. Sentados a la mesa, oraron agradeciendo el reencuentro y él siguiendo el último consejo de su patrón, tomó el tercer pan para compartirlo con su esposa y su hijo. Grande fue la sorpresa que al partir el pan, todo el dinero que había ahorrado en esos 20 años de esfuerzo y trabajo, estaba en el interior de este.