ENSAYO Los hidrocarburos en Bolivia han generado durante su historia conflictos, pero a la vez buenos ingresos económicos que podrían incrementarse con un mejor aprovechamiento de este recurso natural a través de la industrialización. El gas natural que hay en los departamentos de Tarija, Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca genera hoy en día al país los mayores ingresos por su exportación como materia prima. Brasil y Argentina son los países que demandan el recurso natural boliviano y un pequeño porcentaje se queda dentro del territorio nacional para el uso en Gas Natural Vehicular (GNV) y en el Gas Licuado de Petróleo (GLP). Las reservas de gas natural en el país, según un estudio realizado por la certificadora internacional Ryder Scott en diciembre del 2009, señalan que el país cuenta con 19,9 TCF. Sin embargo, estas cifras han sido cuestionadas antes y después del estudio. El ingeniero químico y exgerente industrial de YPFB entre el 2006 y el 2009, Saúl Escalera señala que en Bolivia hay más reservas. El exfuncionario público se remite al libro del geólogo tarijeño Daniel Centeno que luego de un estudio en varias regiones del país aseguró que en Bolivia existen 1000 TCF de gas natural. Al margen de refutar las reservas que hay en el país, Escalera cuestiona también la falta de políticas del Gobierno para poder industrializar el gas. Sin embrago, el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, asegura que por el momento no hay gas para industrializar, “porque YPFB no está en la capacidad gerencial y técnica para encarar estos mostruosos proyectos que son de escala”. LOS PROYECTOS Desde el 2002, Escalera ha planteado al Gobierno 12 proyectos para la industrialización del gas, sus propuestas fueron expuestas incluso a la Asamblea Legislativa, pero ninguna fue aprobada.
Asegura que en Bolivia es necesario transformar el gas para formar petroquímica y producir todos los productos de la petroindustria como fertilizantes, urea, amoniaco MPK y diesel a partir de gas. Para hacer realidad esto, Escalera diseñó cuatro polos de desarrollo en Bolivia. Con esta propuesta la primera Planta de Plástico en Villamontes podía fabricar plásticos y polietileno a partir del metano y producir fertilizantes tipo amoniaco y urea. Una segunda propuesta en Puerto Suárez consistía en la construcción de una Planta de 2000 megawatts de potencia de electricidad de gas natural y una Planta de Urea de un millón de toneladas por año, exclusivamente para exportación al Brasil. El tercer proyecto estaba planteado para la zona de Carrasco Tropical en Bulo Bulo donde el gas que se obtiene está disponible porque no está destinado a la exportación.
La
propuesta consistía en agarrar el gas natural en Plantas de Separación y reinyectar el metano para sacar líquidos que son necesarios para la refinería de Cochabamba. “Realizamos un proyecto de industrialización, uno para sacar urea 760 mil toneladas año con un valor de 1.100 millones de dólares; también íbamos a sacar amoniaco para producir explosivos, nitrato de amonio y el famoso fertilizante llamado MPK (fosfato de monopotasio)”, explica. Un último polo de desarrollo estaba ubicado en Uyuni, íbamos a producir en torno al Salar de Uyuni plásticos de PVC que son utilizados para la construcción, para ello se iba a utilizar gas desde Tarija, señala. “El actual Gobierno ha sido el único que le ha dado el valor verdadero a los hidrocarburos, pero aún falta mucho por hacer para poder sacar provecho del gas”.