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Lo sublime hecho carne: la representación estética de la criatura en Frankenstein The sublime made flesh: aesthetic representation of the creature in Frankenstein Beatriz GONZÁLEZ MORENO Departamento de Filología Moderna. Universidad de Castilla La Mancha [email protected] -

Recibido: 12 de noviembre de 2002 Aceptado: 9 de lebtero de 2003 2 w

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La categoría estética de lo sublime, tal y como la sistematizó Edmuod Burke, fasciné a los

PALABRAS

escritores y pensadores románticos. A lo largo de este artículo, es mi propósito explorar de qué manera Mary Shelley se sirve de la estética de lo sublime para «construir» la criatura. A este respecto, me centraré en la recreación estética que no sólo los personajes, sino también la propia criatura, así como, muy significativamente, el lector, llevan a cabo; dicha íuestetización» del monstruo será fruto de un doble proceso, a saber, lo sublime exterior y lo sublime interior. La conformación del monstruo como epitome de lo sublime será analizada en relación con la ecuación platónica de belleza y bondad, vigente en una sociedad proclive al juicio ético-estético. Cunsideraré Fconkenstein como una narración que no sólo explora los efectos de una trasgresión moral, sino también La repercusión que ésta tiene en términos estéticos.

CLAVE Sublime. Bello. Monstruo. Espejo. Naturaleza.

Mary Shelley’s appeal to horror and terror as a mearís of referring te Victor’s monstrous creation was certainly indicative of the nineteenth centurys fascination with the philosopher Edmuod Rurke and his elaborate aesthetics of the sublime. Bearing that in mmd, this article aims at showing the ways in which the creature is aestheticised both externally and internally, non only by the rest of the characters but also by the monster himself and the aesthetic reader. 1 will then explore the relationship this incarnate sublimity is tu maintain with prevailing ethics in society, that is, the Platonic equation between beauty and goodness. In this context, Frcunkenstein may be analysed as a tale that develops from a moral transgression toan aesthetic one; aríd, correspondingly, the creature embodies a muvement from love-inspiring beauty to fear-menacing sublimity.

KEY

WORDS sublime. Beautiful. Monster. Mirror. Nature.

SUMARIO 1. Introducción. 2. Lo sublime exterior. 3. Lo sublime interior. 4. uulf 1 cannot inspire ove 1 will cause lean,. 5. Referencias. Estudios Ingleses de lo t!niu-ersidad Complutense 2003. vitI it

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179

ISSNr

433-0392

Beatriz González Moreno

Lo sublirur-e hecho come, la representación estética de lo chacas-o en Fmanloenotein

r. Introducción Con la publicación en n

759 deeí 14u-llosop/ñcal Enquiry into tire Origin ofuus-Ideas oftlme Sublime as-ud Beautíficl, Burke sistematizaba en relación con la belleza una categoría que había ido con formándose paulatinamente a lo largo del siglo dieciocho: lo sublime. El redescutrimiento de lo sublime sucede cuamtdo se tradunco del griego la obra do pseudo-Longino Sobre lo sublime; dicha obra posee un carácter onsiinentenmemíte retórico y oxporme los principios que conducen a causar asombro en el oyente mediante detornminada elevación en el uso del lenguaje hasta el punto de que el uradomr pueda controlar al oyermte por medio de lo sublime en el lenguaje, llegando incluso a convenirle en su esclavo (n996: i78). Es más: lo sublime, según sugiere Lomígirio. eleva ales hombres cerca de la grandeza espiritual de la divinidad: La naturaleza no lía elegido al hombro para un género de vida bajo e innoble, sino que nitroduciéndoso en la vida y en el universo entero 00mb en un gran festival, para que seamos ospoctadoreo dotodas sus pnusobaoyardiemmooo coínpctidomcs. litio nacer cunuestras almas desde unprincipio un amor invencible por lo que es siempre grande y, en relación comí nosotros, sobrenatural (4996:20103).

Fue, precisamente, esta ideado elevación del espíritu pon medio de la palabra e incluso de trascendencia la opio caintivó a ciertos teóricos y pensadores dieciochescos como Joseph Addison en la serio de artículos recogidos bajo el epígrafe de «Theploasures of the imagina-(ryr0; -quien--señ-aia-«Rumor fiHshisreailers with -sublime ideas» (1988:390: 0 John

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Bailío ormA,r- Essaí—on tire Sublime (m747), donde pone de manifiesto como: Cortues ube mrame of tIte sublinio te ovory-uhingwhicb tbus niscs tiro mmd tu fimo ofgreataeso. and dispuoco it tu sean aboye niutirer cartír: hermee amises rhat exultation aníd pnido xslíioh rime miad oven fecís from cunsciuuormeos of ito own vastneos (en Aslifield m996: 38). Tras este proceso, lo susblime se asocia definitivamente con la idea de grandeza; grandeza que ya mío tiemme su origen necesariamente en el lenguaje, como expresaba Longino. sinosentifun10 despierto dicho damemítalínente en la ruatunaloza u en aquel objeto contenido ella T insondables, la oscuriIntento. Las cascadas. ci ruido emusondocedon de las aguas. losenabismos dad de tírta selva, cte., summ algaireos de loo motivos que mejor ejemplifican la sublimidad en el paisaje según líabia prescrito Burke ymnás tarde Kant con sus Observaciones sobrr el sentimíecrto

de lo bollo yde lo sobhní-e (1764) 0 Solmillor en ~bre lo su-biimno

(1793).

Ahora bien. ¿qué hace que ei vasto océano emufurecido ponía turnnemtta despierte en el indi-

vidoo el sentiníiento dolo oríbliuno? Bumrkc. sintetizando el pemusamiento do la época y apuyán dose en uní oíi>pinismtío psieológicri y fisiológico. ex 1íoríe en su Enquir>--: WIraíevoz is fioted in ammy ooirt tu excite tiro ideas of pain and dazígor, tlmat is tu ox,, whatcver is imu any son terrible, oír jo eonversamuu about terrible objecto. en
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Beatriz Conzález Moreno

Lo mrmblicne hecho came lo representación estética de la criatura en Fnankensteimi

terror, isa souírce of tho sublimo; that is, it is productivo oftire strongest emotíonwhich the mmd is capable offeelíng (1998:36). La experiencia de lo sublime tiene lugar cuando el individuo se enfrenta a una situación fuente de terror, donde prima en nosotros cierto grado de dolor y de peligro ante una posible amenaza. La distinción básica entre este sentimiento yel de lo bollo radica en que éste último

so fundamnenta en el anmory fomonta losvinculos socialesy afectivos; lo sublime, por el contrario, tiene como razón de ser el terror, la soledad y la primacía de la autoconservación («selfproservation»). A este respecto. la oscuridad, la presencia de un poder superior, la privación

do los sentidos, la infimuituid, la magnitud de proporciones. son algunas de las características que. según Burke (1998: 35-40). contribuyen al desarrollo del sentiníiento de sublimidad. Sin emnbango. la delicadeza, la suavidad, la gracia do las formas, contribuyen a despertar en el espectador el gusto dolo bello.

La estética burkeana de la sublimidad fascinó a muchos autores del siglo dieciocho y de inicios del diecinueve que vieron cómo se abrian nuevos placeres para la imaginación; no en vano.

la oscuridad y la evocación de terror encontrarían su mejor expresión en la novela gótica de Anne Radcliffe o Matthew Lewis. Asimismo. Mary Shelley. buena conocedora del pensamien8) no sólo tu de la época. se sirvo de la estética de la sulíliníidad a lo largo de Franlcenstoin (m8z para describir los paisajes alpinos o el Mont Blanc. sino también para construir estética mente la criatura. Según esto, a lo largo de las páginas siguientes analizaré cómo dicho engendro sufre un proceso de estetizacióri que termina por convertirlo en la encarnación dolo sublimea. 2. Lo sublime extenor Si bien lo sublime como experiencia estética que es ha de ser entendida como un sentir subjetivo. Burke estableció en su Enquiryuna serie do características y factores empíricos que favo-

rocían ese a,storeislíment fruito de la sublimidad —y por a.stontshment hado entendorse «that state of tire hunían soul. in which all its motiuns are suspended with sorne degree of horror» (1998: ~3). Bajo e] epígrafe de «Lo sublime exterior» me reformé exclusivamente a las condiciones externas fundamentales que permiten que la criatura sea percibida con cierto grado de horror; y a continuiación analizaré cómo todo ello contribuye al devenir sublime de la criatura. La mnanifestacióms tío la criatríra se produce en un escenario típicamente sublime: Victor se encuientra contemplando el Mont BlancyLa mes-de glace (aunque dicho glaciar no se nombra

Seguiré la oditión sic litz,uA—erusrei,u do u 33s recogida pour M .1< J ouseph en Oxfsrcd LI P. 4980 - Ial refr re uit-ja ap:> it-se r-íulis,,.arla en la oxesicí ríe obra ir: Asunte 1<. Itt oller Alas-y Sí> elle». ller Lífe. ¡lev Fu cmi oit - HesA-latí si ,“o

oía uds> mí fi ir tía uj tít: el lis- crerul mire hinuse1 f e’ aliad ios ube luir ruuaíu suilutrruuo> (io¡69r í 3m) sin embargí u. nuien—

tras 5 1rre la auito fa no [urofui ir> liza, o «u rut i opimui¿urL - lo, sirficio oto en la SU bu íuuitla d bíurkoa na que dr fino a la criatura tan—

u: ría estiria ex1 rl ir: irarime tui o e si so ce iii -a en 1 r:us «1rrstbl churri sir pomoepciórt » quío tiio:i>o enge 1 lira ud re u kensíei fonema. ti] iden es oit— pror pus niwis a ita olarifi ea r aiim it mis siicuí sf1 4-iría cié it. ast colirio so «sigo re ncia «muluro que « Sn 1 luis ni ove 1rmr:ess visís «si rruuur-lr ulkríouwing (ro—,:oiguuiiioun) u iífsoetngs (4989 ial). lOt ~

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Estudios Ingleses de lo Unicersidad Coínplu-tevmse reaS. vot 44 479 92

Beatriz González Moreno

Lo sublime hecho come, la representación estético de la criotísra en Franílcenstein

explícitamente), cuando su creación hace acto de presencia como nacido de nepente dolos belosylas sobrecogedoras Inontañas: Tiro sea, un ratirer tire vast niver of ice, wuund arnung its dependent muuíntains, whoso aenial (..). 1 suddenly beircíd the figiure uf a man, at sume diotanco, advancimug towards nno with supenhunían opeed. He buunded oven the crevices in tire ice. amung wbich litad walked with cauíuionr Iris otamure, albo, as he appruachod. seemned tu exceod shat of man. 1 was treublecí: a níiot carne oven níy oyes, and 1 felt a faintaeso solio me (...). 1 perceivod, as Iho sirapo canmo neaner (sighu tremeníduus and abirorred!) that it was tire wretch whomn 1 bad crosunnnrito hung uver lis neceoseo

ated - 1 treníbled with rage and luorroz, resulviníg tu wait iris approach <93-9).

La criatura hace sun aparición corno sido un engendro sublime de la propia naturaleza so tratara, suscitamído en Frankonstein oso grado de horror que Bunke establocia para la mencionada categoría estética. Veannos pues cuáles son las características asociadas deforma causal al sentimiento dolo sublimne y do qué manera éstas aparecen cristalizadas en el monstruo. Obscurfty. Conforme a Burke, la oscuridad osuna de las primeras características necesarias para que tal semutimiento sea posible. la criatura síu 05 del todo descrita físicamente ni en el extracto citado mii a lo largo de la narración: do esta manera, el lector se siente ciego ante lo que parece una enorme vacuidad oscura sobro la cuestión de la ceguera incidiré más adelanto. No envano. la revelación porparte de la criatura amito su creador acontece en una atmósfera de turbacióre: «1 was trotíbled: a nítist carne ovor mny oyes. and 1 felt a faintness seno nne» (98). Esta escena de percepciomuos corufunsas o iíícertidíínubro sensorial presenta al objeto do furína aún más temimiblo y tertebrosa. La privación de luz es terrible porque lo que nodea al espectador—al lector en oste caso

,

la oscuridad metafórica de la criatura, nos impido saber con certeza qué

tonenmus delante, La mente cae, entonces, en conjeturas terribles, ante la inípusibilidad de comtos:er nuestro arado de seomínidad y rsus incitan ncunermiee n enlvo ~~~‘-‘unasitunación

tiera

do

nuestro comutrul físico. Po-míen De igital mudo, para que el terror sea posible. el objeto ha de proserítarso corno lun pudor superior, que se nos utiucotra o puede ireostránsernos pon sorpresa, corito un tigre en la selva oscurra. l,o subliremo so relacionad irectamente con las ideas de dolor. enífernuodady muerte, y tales pasiones sólo pueden ser causadas cuamtdu seíítiínuus aníemíazada nuestra vida. Para qore uní gr-adsn dc x-uloníí;ia sea posible y el pavor ríos irrípida ororrer. la realidad exterior liado ser

percibida corno uní poder absoluto en su capacidad de dominación. La grandeza de pruporcio nos. cormmu es el caso de la criatura, contribuye en buomía níedida a ello. El ojo físico no es capaz en suri soltí guipe de percilii r con nitidez todos los detalles que lo aíruormazan, la imaginación toma inmrrediatarnomtte el «‘elevo y la r-econstruccío5ní de la realidad exterior emu ténríiimuus de horror está servida. Fisoídios ingiésesde /o Unit’er-nioiad Cooíphiséenné 7003. reí

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Lo sublime hecho canr-er la representación estética de la criatura en Franiconstoin

Beatriz González Moreno

Terror La grandeza de proporciones pone do manifiesto nuestra insignificanciayvulnerabilidad ante lo queso presenta como dañino. El miedo paraliza nuestros miembros, nos impide correr y nos deja a merced de la pesadilla que tenemos delante. El temor osuna consecuencia necesaria de todo lo quío be mencionado hasta ahora; sólo cuando el miedo está presente. sea en el grado que sea, podenmos atender a la revelación dolo sublime, La criatura es terrible porque es objeto de respeto por parte del opue la cuntempla, de Victor. Nos sentimos obligados a obedecer por miedo a uín castigo mortal. De alii, como el propio Burke señala, la máxima común: primos in orbe deusfecit timoR. Ugl-icu-ess. La criatura so nos muestra casi como un ser sobrehuniano, do altura gigantesca y velocidad asombrosa: poro también como un ser deforme: «its uneartlílyimgliness rendered it almost tou horrible fur human oyes» (99). La fealdad, que por sí sola no sería causa dolo sublime, silo es cuando aparece relacionada con cualidades causantes de terror, como tales aquí el caso. La criatura en suu conjunto se nos antoja sublime porque hay un sentimiento de inadecuación por parte do la inmaginación para representarla: es un ser tan horroroso y falto do propunción que difícilnmento so adecua al concepto de ser humano, aunque la ini.aginación nos fuerce a admitir la pusiluilidad de que tal engendro comparta raza con la hunnanidad y de hecho sea líuímano, demasiarlo humano. Según esto, podernos emutonder que la criatura sea representativa dolo sublime monstruoso, ya que. lo monstruoso, corno señala Kant en su Crítica de lafacultad de juzgar. es definido como un objeto que por su tamí«ai’to —sus proporciones. en general— aniquila el fin que constituye su concepto (Kant 1991: u66). La criatura es un monstruo porque desafía los límites que han de definir a la humanidad iruoral. Tal y como nos recuerda Michel Foucaúlt en Histoire de lafolle á lYtge classique (1961). un monstruo es algo o alguien que hade ser mostrado (lat. m-unstraro) como un aviso visible de los errores humanos y cuino epítome de aquello que no tenemos que 1 vacío conceptual que supone la criatura serán, necesariaser (Baldíck 1987: no). U fealdad ye mente, fuente do discoirdia y de problemímas de percepción. Hasta esto monrueníto ilie he referido oxclusivaniente a aquellas características exteriores que comutnibuyen a despenar en nosotros el sentimiento do lo suiblimne; poro hemos de tener en cuenta que la criatura río se consideraba así misímia inspiradora de terror, sino más bien todo lo contrario: rtíorocedora espiritual del sonoinilonto estético dolo bello. 3.

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sublimo interior

Más interesante miii opte el exterior físico do la criatura os ver cómo la sublimidad interior so confirma en su aliura. definiendo alína corno la verdadera realidad interior de esto personajo. Esta confurínaciórí es producto de uín doblo proceso do inferencias: pon un lado, las que la

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Estudios Ingieres de lo Unjíersidod Cumplo-tense 2003. VOl. 44

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Reotriz González Moreno

lo sublime hecho comería representación esterico de lo cnioers u-o en Franloenstoin

sociedad lleva a cabo y proyecta sobre el «monstruo»; y por otra, las que la Inisma criatura llega a atribuirse. Como señalaba anteriormente, el sen creado senos presenta cuino lo indeterníinado. como un oscuro vacío. Estas dos características, señala Sebilier. ocultan la realidad y nos entregan comnípletamonte al inujíerio de la imaginación, dundo somos creadores de imnágerues a nuestro antojo (1992: 94-5). Esa libertad estética croarlotra de la que gozamos so convierte, entonces, en un arníra do doblo filo: la imaginación amplía míuestru cunocinniemuto de la realidad, pero. conto semíala Amurte K. Mellor. «iníiagireaíiomu is more likelv tu eonsts-uct ovil tlían guod» (4989: m36). De este musado>, la fisiomuomnia de la criatura es intcrpnetaola di rectamímeníte corno> reflelo de una maldasí interior. i)e acmuordo cori los tratados fisiomuóínicos del ireonnento, la aparíemucia exterior mío era sinto el reflejo del alma. do lorena que se podía predecir un cunmupurtamiomíto de acuies-do t. Esta convicción no es sino> freuto de tina líeromícia legada pon con unos determinados rasgos Platón y transiorunuada puro1 neoplatonismo: la correlación otítre belleza y bomudad cristalizó oit uííua teuna estesica de la virtud sjííc hizo de nosotros seres estéticos. A juzgar por esto, todo nuestro conociníioreto ético está tmnosliatizado ostétícamníemute: tal y aonio ha expresado Coliní NíeGirímí: «Wc as-o aestlíeíic beings tirmeuglí ared tluroug[m: we apprelíered tlíe worlol throuigh aos— Ibotie oyes» (r 999: ram). El rechazo que la cníatunra sufre desde un ps-imites- imioníeníto se debe al hecho de oírte tenemos un senit iuit~t estético

al o]oíuui iíío que la visión tíenie eru las relaciones

y

homrnamu=ís;de esta ruiamuera, la es-ja tora mio sollo es traicíonaola puis- su padre. sinou ma mbiéní por su propio cumerpo.

En la cíbra, lonolos bus pcrsou najes. a excepción del ciego) )e Laeey. prejuzgan a partir do uní fisíco uní comrtportamniermto o{oue. inicialníeííte. la criatiura muo pretetuol e lerter. El íírori o creasiuses cl pnimn eno en sentirso bsmnmon-i tasio ante el itiotrestruro al que ha dado> vida.al cual maldice y abansísma. níuiomítras o¡uíc la crinulumna necínurna un-u antiou r paterno upte tIcharía ser ciogsx Suis pala -bras bios-u ps»J rl la ser lis ole ose persoltaje liyr-oniíane cuí lite flcfunur oc] ira un 5/unu>cd (í Sgj): «

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oíl ¡mí ru,u mus-a, can levo auígiut Ii ke rite

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do ííet l=illmure!

(]994: 595). ¿itaniulo cuí cío >qumtilo Y so jus-otoluce el ouier 1 omutio decisivo entro elles. Victor lo ve couníuo tire ser e mniuníerute rtuectto miííluo río, en. parte por sri fenulcíad y en parte purqí 10 gas-a utmutoníces sospecha -—sí río, sabe - - que os el te sumno del pocí í te Eta Will iamuí y- ole Jtisr imie. La criatura, coin usci ente de la itarrona quío surjuoimuo sun aspad (u. olc-eido tafia ríe l os su 05: «Tiruis 1 relievo titee. iui~ smc al en uhus 1 uake ls-omm dice a siglrt tuhicí> veo ablusur. 5h11 mlíout camu.st bsíeru lot ¡uit. aiiol grarel ints lux semitas— sísín. Bv tIte vihíros riuam 1 omuce possessed. 1 d etítamiul ti rEs molí ti you» (muí) De esta fornía. el <=mnonstru te» recia níía la lucus ibíl idad sic ser eseu chad o de fo rin u í 5ar nY>ItOisy sinsur pr-api i cies - Esta tragues-a es curuupartida pus- Do L;atrcy. quietí ad «imite quía nuu puis-de iz~ nuistro. pero> ojule su reconoce algo el-u sxts palaluní-us y nc ]o ponsumasler> sic sin sí neo u rol «1 lo tuerto

Luir> Lis tcsui-irus Lisier>ríuurív:is riel uriutruit,r>rur, ~-s—uJr:rlnírrrir Lustrar lírurrícir Ss,> u> tutu ¡Su tcsietrueuru 1 I)e>ioi>-stl

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Beatriz González Moreno

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sublime hecho carne la representación estética de la criatura en Frankenstoia

es que oste poder de elocuencia, como veremos oporifuiamente. contribuye aún más a poner de manifiesto su carácter sublime. El lector ve interrumpida su única posibilidad desabor qué «re el anciano en la cniatunra. cuando el resto de la familia, emblemática de la sociedad que projuzga a partir de una apariencia exterior, entra en la casa. Anne K. Mellor (1989: 429) señala aWalton, junto con De Lacoy. como otro dolos personajes que no hanvisto a la criatura y no la han prejuzgado negativamente deforma inicial; y si bien esto es cierto en el caso del ciego, no estoy de acuerdo con el hecho de queWalton no la líayavistu anteriormente. Este reo puede damos la clave estético - ética de la criatura porque ya ha tenido la oportunidad dover al monstruo en la isnaginación —como lo ha hecho el lector—, y. ademnás, a través de los datos mediatizados que el propio Fnankonstein le ha proporcionado. CuandoWalton se em-¡cuuentra conla criatura. peso a no habérsela imaginado tan horrible y mustrarse sobrecogido. logra recuperar la comnpostura y recordar los deberes para con su recién fallecido amigo. La visión do la criatura confirma la narracióny la fealdad su carácter maligno: «Noven did 1 behold a vision su horrible as bis face, of sucir loatirsome yot appallíng hideomsness. 1 shut my oyes imuvoluntarily. and endeavoured tu recollect what were my duties with regard tu tus dostruyer» (218-9). Sin embargo. Walton falla en sus deberes; peso a que en un primer momento.
liii¡casto cap ini oro- 4-vitre rut pi olor rsjuiiiuaiuu Jur rugoce se vol i u - ss ‘-rutias jo d herir 1uliuisuas Urudiquo collatius rrrs:ruuiíris. sur nrpitec asrsííuu Dosiríat ini pi suri rin u srl lev forrí«rosa «síperrur. Spcoíau unu adsruiuusi riniriní teneatis. -aríuici? (í883:

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Estudios Ingieres de la Uniu-ersidad Complutense noo3, vol. 14 179fl92

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Lo rubí1-re-e hecho carne, lo cepe-eseneación estética de la criatura en franloonstoium

las panes comí run todo so deja entrever igualrnente en la Biugaphía Literaria do Coloridgo. donde concisamente el poeta expone: «Tito faírost part of the rnost beantíful body will appear deformed and munstrorus. if dissevered from its place in tire urganie Whole» (1983:1. ~30. \ictor ha seleccionado las partes bellas y aparenteníente organizadas de forma propurcioruada; sin eníbargo: How can 1 describo mníy o¡nutiuns at tus catastrupire, or huw dolinoate tire wnetch whumu with sueb infinito pains and carel huid euídeavonred tu forrn? His limnbs were in proportion. and 1 had seloctod bis features asbeantiful. Beauítufuil! —-Croat God¼>(57). El mnoníento es álgido: «beautiftml!». Desde ose instamite, la categoría dolo bello es desplazada por la dolo sublime; lo opte pretendía ser arrnonia deja entrever un monstruo; lo que pronenclia inspirar amor va a ser fuente inevitable de terror. Segúru. esto, hasta cierto punto. la historia do Fra,r-kecn-suc¿ru tiemio opto ver con ías trágicas con secuencias de acciurues motivadas por elevados ideales estéticos. Victor opmiere crear un ser en el míe belleza e inmortaliolad estén conmtilíinadas, peno omm la consecución de ose ideal, por otro lado fallido, deja ti-as sí un monstruo y la muerte de sus seres queridos. Esta teniática. con arreglo a la cual la obsmínada persecución de uru algo. ya sea muí ideal de belleza, ya sea iníniortalidad, etc., le cotrívierte a uno mnisnímo crí monstruo, será unía de las henemicias legadas por Ero-u kenstoirt a obras tales eournuMolírfliclz (íB5m) dc Hernian Nl oRille. VíetÉitiíáéóiiíétidó imita tá gitiióhúioíiál (hAiEsúi’jiádé él nuhúu#Sl —tradicional--- papel fomeninon do creación, así corno oído rin rnodoumo Prometeo que atenta contra la divinidad) que so nosutolve en una transgresión estética; Mary Shelley crimica los excesos ylibertades de la imagimiacióm¡ romántica —es decir, lo sublime-- mostrando adónde conduicení síus pretom«siones oníricas. Y es que la imaginación ronuvititica subliníme hade son entendida en téníumiruos dc percep esumí y conio una amlupliaciózt do los límnites de nuestra expeniemucia. límites que Vietor ha traspasado. Asiniis«uo, la criatura es emuiblomática de la propia imaginatriómí. y en esto sentido, lía de sor emuteredida corno una proyección resultado de la surma de muy diversas partes. Siguiendo la sugerencia de lrving it fassey: «tire ununster is time ímaginuauiom«, wlíich revoals ítsolf as a hideouus cumustruel uf tlíe dead parts uf tlíiztgs tluat werc once alive wlíen it ls-íes tu realise itsolf, otutor tiro world un tire world’s terms» (Is-ving N-lassey: Tite Gop¿reg Pig-Lite¡-ature aud Memamo¡pltosis. en Mollor u989r 137). La criatura tendría que haber sido bella, peno la sociedad sólo percibe tuna realidad de retales niíuertus grotoseaníente animados; es umí vacio indoterínínado a runtostros ojos. dorede proyectarnos omm mnonstrsro: tín contímuento que los personajes que le rutie-a-re rellenan a tuolas lurces do suubli muildad. Pero también la profu a criatura aprende a pro — yeemar ss~bre si mismo siria imagen suiblinie. [Surirurrieti u~ tío tus> juir utí ti eligiera pu trío ¡un ni rabona tu ‘riuranía en el chur lío tío rin rata líe - e exrs-surjo r pIulo: ir de sariurs los rtuicírutuiíus sic u-aria>,- t-ri:>surrasr disuirrua>r su aumutrar lo que orn a jumo>: suifuerior es rrr>:u irsila niuuíjír crí la sria rio uní rusrsurarluu: ¿¡ardí-Lis. aruuiguus csturueurec la lis:> rrurauidsr rus ri-urr.sur:ura «rus cs-fuuorrosTh sruttuuisrru asítrie

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Lo sublime hecho carite la representación estética de la criatura en Frankenstein

Sin duda alguna. el momento crucial en la constitución de suyo interior sublime se produ-

ce cuando contempla sum imagen en la charca. La criatura, que hasta eso momento ha observado a los De Lacey. ha aprendido a ligar belleza exterior con bondad interior; por eso motivo. deduce a contrarío su monstruosidad: 1 had admined tiro perfect forms of my cuttagers - tireir graco, beauty, and dolicate cumplexlons: buthow was 1 terrified, when 1 viewed myself in a transparent pool! At ffrst 1 started baek. unable tu beieve sluat 1 uvas indeed 1 who uvas reflected inthe níirror; and when 1 líecarne fully convmced tirat 1 uvas in noality tiro monster tirat laun (114). Según ha sugerido Antonio Ballesteros (1996:7 y sig~.) con relación a oste extracto, la criatura ha de ser entendida como un antí-Narciso; y. si atendemos a una comparación con Paro.di,se Lost, la criatura es la imagen quiasmática de unía Eva que se deleita con su propio reflejo, a la vez que Victor Frarmkenstein ha de serconsiderado como una figura burlesca de Dios creador. Este proceso de reconocimiento por parto de nuestro «anti- Narciso» frente a las aguas especúlares es lo que Lacan Ilamna «el estadio del espejo»: 1 sentido pleno que Basto para ollo conuprendor el estadio del espejo como un-a idenufieacidn eno el análisis da a ose término: a sabor, la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen. cuya predestinación a oste efecto de fase está suficientemente indicada por el uso, en la teoría, del término antiguo ¿amago (Lacan 1984 87). En consecuencia, es esta identificación la que lo e~dge a la criatura tornar conciencia de una nueva realidad. asimismo fortificada por el entorno social. El reflejo que la charca devuelve, como si del reflejo do la propia alnía se tratara, parece decirle: «Tú eres eso» (Lacan 1984: 93). Yeso va a ser precisamente: un nmuunstruo; noya conmo nneru emblema de la sublimidad exterior, sino también como representación de su yo interior. Byron escribiría en 1824 lIme Deforrned Traru.sformed. narración ya mencionada anteriormente; dicha obra presenta muchas concomitancias con la de Mary Shelley. y es. especialmente, significativo eso reflejo de esta otra criatura en las aguas: Natures mírron shuws mo Wluat sho batir níado me. 1 wiJl not louk un it Again. aníd searco daro sirmnk un t. lvlídeous wretch Tirat 1 ansI Tire vemy waters muck me uvitir My irorníd siradow - líke a demon placed Deep in the fotintain tu ss-ano back tire cattle Fromdrinkingtberein (t994: 596).

Por tanto, el reflejo omm las aguas-espejo constitumye um episodio importante en el desarrollo do la criatura, corno lo osen el de otros personajes literarios; sin embargo. hay que añadir otro 187

Estudios Ingleses de la Uniuersidad Complutense noo3. val. u 479i92

Beatriz González Moreco

Lousrbiinu-e hecho ram-e lo reprenen¡oción csuétioa de lo- criatura ea Franukoruasein

factun importante a oste estadio que conduce a la formación do su yo murmsírnoso: la educación que él mismo se proporciona. Junto a Ru-ints, urMediuzrioa-s un. tAo Reeuluzuiure ufFmp¿res deVolney.Surro-wsofWes-ter (sic) do Goethe y Poromílcl lis-es de Phmtarco. la criatura loo Paradise Lost, obra que. como las anteriores. estudia comno «trute historv» - La loctutra de esto poema do Milton siupomie «unía arutérítica nove 6. No en vano, y aunque lación: Satán. emnblenua perfecto dolo sublimuío. os su propio reflejo con matices, puede «razarso un claro paralelismo entro ambos personajes. Aiíibos son bellezas caídas que remiacen corno lo monstruoso sublirmie; figuras oscuras y poderosas que viven movidas penol deseo de venganza. Proscritos

y expulsados

de la sociedad dolo bollo. reivin--

dican lo marginal, la transgresión de las leyes, lo sublirume: «1 auíu ratiron tire fallen angel. wl-momum tbou drivest fnom joy fon mío níisdood. Evorvwhere 1 seo bliss. frsnmu which 1 aluno am trrovocably oxeludod» (ico). Asimismo, la descripción ojume Milton hace del Arcángel sin-e para esclarecer aúru nuás el sentir de la criatrura. Satán sc convierte omm su mreaestro y en su modelo: Ile. aboye lEe mcst ¡rs sbape and gesrutre prourudly pronuiníent, Stoud likea tower (..) Darkonod so. yen shono Aboye mhemn ah uhÁrebangel but bis face Doep sears of thuniden irad intrenched, amad caro

Sas onu luis fadeol s:luook, tutu urrudenbmows Cf dauntless ceurago. and considerable pride Waitingrovcnge rBk. 1. 589-604V Es más: la criatura aprende del persumuaje imuiltomuiano el podes-do la elocutencia y de la persuasión. a la qumo ya mo he referido a lo largo do esto artícumio en varias ocasiumues. Este uso del lenguaje csuruínibuye igru;uluxiemuus-: u omífatizar la sumblinmuidad del engendro en tu medida en quío es heredero del tratado retórico de Longino Sobro lo suí-bííoí-o, donde eí autor expomio cónio aquel que tramssfo,rmna las palaltras o-ti sri1)1i ruuidad sonora puedo olorninary sunmioter al uy-ente haci ¿mí dule incluso suí propio esclavo (1996; rS). 5.

«¡fI

-

cannot inspire lavo, 1 will canse fear»

Cunfurmno alo reforislo hasta ahora, la eniartína sufre turia expulsión de la comuuunnidad de furnoaubligadaípersigmnc dcscs~teradaua rntciobclloydu-qureencaentraes lo souhlisnonaunstroo 50: «1 was bonevolent: níy sostí glewes] with luye and líuníanity» (moo) admito haber sentido



Mar SlícIlcu- l-iísl-ri:, Iciutos Psí,-sruhiíss lurír crí is9 i%s Sl->cHt-:~- so it r-sí-iíril-tru e-ru u,z alía crí rusu>,iu:uuitio-ds:u8utu Buírk—c. Eruujirrrr: e-Wc rís> rícru ;,se \vlucros mcci uriorro ssut:Iieus- ricu-r—ripnicrn utírurí fluir> jurtírb5 oc]slrrrutcd omuc of

Miltorrí. ~shs-ucimí tus- gi’-cs ube ¡uorrrais t>fSruuj- ru wisíu

Lutodioa Ingleses de-lo finiuersidad Gonrplr> tense ion?, vtul - i>

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Beatriz González Moreno

Lo sublime hecho carne, la repremeneación

emtéeica de la criatura en Franloenstoin

inicialmente; pero luego descubre su reflejo en la charcayla propia imagen que la sociedad tienc de él. A este respecto. la criatura puede entenderse como epítome do ose bon sauvage rousseauniano: la idea deque la sociedad puede corromper. a la voz que la no inclusión en ella pue-

do envilecer, era un pensamiento común entre los seguidores del filósofo francés. Sin ir más lejos, Percy E. Shelley enfatizaría, en un artículo publicado póstumamente en elAthenaeum en 1832. la esencial humanidad del monstruo de Frankenstoín: Treat a person ill. and he will becomo wickod. Roquito affoction uvíth scurn; —lot ono beingho solectod, for uviratover cause, as the refuse uf iris kind— divide 1dm, a social being. from socíety. and }rou impuse upon bim tire irresistible obligations —níalovolenco and solfishness (Shelley m832: 730).

Como ya he señalado con anterioridad, lo bello se caracteriza porque es objeto de amor, contrario a lo sublime, que infunde respeto y temor; e, igualmente. el primer sentimiento se

fundamenta en la colectividad humana, mientras que el segundo sólo puede ser experimentado en soledad. La criatura ve una naturaleza bella, busca la compañía de sus «semejantes» y

siente su alma inspirada por el amor; sus sentidos so sienten gratificados ante parajes donde escucha cantar a los pájaros. ve cómo los árboles echan brotes; gusta dolos sonidos suaves y se siente como un verdadero «guod spinit», tal y como ha oído a la familia De Lacey referirso a él. El cottage. la morada de esta familia, es emblemático de la sociedad de lo bello; es un mundo perfecto en el que la criatura desea ser incluida. Sin embargo. en elya mencionado proceso de reconocimiento, ha aprendido la barrera que supone su fealdad; sabe que: «AlI men hate tire wretcirod; irow, tiren. muust 1 be hated. wiro ammiserable beyond alí livingthings!» (99). La monstruosidad física os fuente de valoraciones morales, y desde este punto de vista, Mary Shelley parece llevar a cabo una reivindicaciónde Polifemo (Cf’. Shelley 2000:333),

el cíclope

cuyas tareas consisten en apacentarías ovojasy que es engañado por Odiseo (Homero 1991:196 y sígs.). Según todo lo expuesto. los primigenios sentimientos de serenidad y paz que pretendía la criatura se vuelventumultuosos. El aumento do conocimiento sólo lo hace tomar conciencia de su propia miserable situación. Es desterrado del paradisíaco cottage y la naturaleza bella comienza a ser percibida como una auténtica burla a su mssería: O! wirat a miserable night 1 passed! Tire cold stars sirone ni mockemy, and te haro treos uvavod

tireir branches aboye mo; now and titen tire sweet voice of a bird burst forth amidst te universal stillness.AII, sayo 1, uvero at rost or inonjoymnont: 1, líko tire arch-fíend. boro a hellwithín «no; and, finding myself unsymmipathisod uvítir. uvishod tu toar up tiro treos, spread havoc and destruction around mo, and tl-uen tu hayo sat down and onjuyed te ruin (s36). El fragmnento pone do manifiesto el paso de lo bello a lo sublime, conformado ya definitivamente en el interior de su alma. La naturaleza se ha convertido en una traidora; y a 1 89

Estudios Ingleses de la Uniu’ersidod Complutense ,oo3. vol. us

i

79-492

Beatriz González Atore-no

Lo sublieíe hecho carne la represen ración eutético de la criatura en- Frank-onstein

este respecto. la percepción que de la naturaleza tiene la cniatotra difiere mucho de la que níanutemuía Wordsworth, «Knuwing that Nature noven did betray/ Time boas-o that lovod ben» [oéTintern Abbey». 123-4]. La naturaleza bella es percibida como desleal a sus sentíniienlos, sintiénduse. así, obligado a buscar consuelo en eí paisaje sublinie. oscuro y devastado: ihedcsertmoumntainsasu.d droaryglao:iors are my refiuge. 1 hayo uvandemed Itero nlanyolíuys: tiro cayos afice, «u-iris-ir 1 usi.ly do not fean, are a dwelling tu nie, and tire only umie uvhielí «nan does nut

grudgo. These blealo skics 1 ial, fon they are kindom tu níe tlíanyour feilow-- beings (meo). La criatura manifiesta docididamímemute su sepanacióre do la humanidad y cede a los criterios dc usmia sociedad que le atribuyo la subliríjidad cuino su verdadero estado míatunal. Este estado se hace definitivo cuiando fracasa su imítento de redención: eí encutentro eonWillianí supone para el ¡tuonstrumo una oporúrmidad más para hacer prevalecer cí interior «benévolo» sobre el físíca «nualvado». ya que el nuño os ennitíema de una imuocorecta sun projimicios estético-morales: «Suddemily. así gazod un kuim, an idea soized mo. tluat tus little ereat«írowas uríprejttdiced. aníd líasí lived too slíorr a lime tu hayo ireubilíed a híretror of slefotrmsiity» (r40: sin eníbargo. tan promruto cuí río el nílfísí cenit onhípír> la olefurmidad del ser que ti emmo ulolamíto. grita: NuTeteil!

«

mnunsten! ugly

(u44). ‘¡‘al exclamación os definitiva: sino puede despertar amor, entonces sena fríen

te d.c terror:

y,

simio puede sos-bello. entonces será uinrnoreshso: «if 1 causmmot inspire luye, 1 will

cause fear» (m4

5).

En cencítusiómí. la criatuira rospomutíe a las di roel rices buí s-koanas de su blimotidad tal y cortro pítosle colegi rse no sulísí do su oxtonicír fisico, simio taumbiémí tío la esirísls-ucción estética que tan- tu elles-ter ciurrio el furopí 5) omígorud re llttvars a cabo. De oste modo. bu suibí ir-u-te exterior inicial revmerte crí -turma tramusgresio í u. ostet u ce tiro sal al atoretar cointra la ecuaciómí platonica do belleza y líuímu síad - La creaeiómi ole VIclon es aluarísleuíaola ccii un mííuíndo estético que juzga esféticaruien te y que. eomnsecuserítemriomrto. deduce rímaldasí ole aoj sollo o~uo se ha oreustro-d-u como epítortie do itt sjuíe so lía de toritor. ce remo> aq mello quío desafía los linríites ole lo mmuoral. El ni orest curo os cutis 1uu ti-ial-te pos-cilio el tntsndo por medio tnuídu tenso do tal forma pum el ¡pro bocho coímuti rrgoríte queestá eí sen do laxisión. cutalqumier juicio dc ético urucdiaíí-,ado esléticamento. El paso dolo bellou a lo smtbl -i mtie. del semuti ¡ru e Tutu fumís] antucí utas]su oit el arrien al ¡leí terror, se preuduce síu sólo psis- el oloscmsbríniiontu que la criatura lleva a cabo dc sí níisníu mííedíauite el citaslo proesíso 1acamrianio (tít oros eso, tú eres rumí ryroristruue). sí mio también jíer la proyección ético — estética quío la sociedad ej erce sobre él e,> unu i rutcinte de controlan los terrotros sí e ío opio mío es fanruilian. La o-niatuna so alza coinhio la sríbliííuiolad encarnada desde cl mííoníícmíro crí que. excluid u de la suueí etíad -—-(‘re ecunseeníonícia. oid áníbi te dc le bollo—, so convierte volusrttariamímerute crí causa de tesu íes-. D ichía s-esoílusciós r ríes rení te s igni fiotativa retome a la síbra sic Slíakespeare Kl-ng KIclíurcl ¡uy a las irónicas palabras do sim protagiumuista. ds- las quro parece hacerse eco cl pensomujo de Fra ¡u Ps’oísí Co!;: Fo trío1 ie u ln~lcí es de le- tTn r2 rey-sr si-suri Caer pl>> u ¡¡sic

190

Beatriz González rXtoren-o

Lo sublime hecho carne-rl-o representación estética de la criatura en Frarmlcenstoin

And tirenefore, siruce 1 cannut provo a luyen, Tu ontertain tirese fain uvoll-spukon days. 1am deterníined te ps-ovo a villain, 8-3u]. And hato tite idle ploasures uftiteso days LI. í. 2 5. Referencias ADDiSON, JosophySTEELE.

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