Literatura Mexicana

  • May 2020
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  • Pages: 50
Analogía Estefanía Brito Nava

Índice • • • • • •

Introducción Época prehispánica Época Colonial Siglo XIX Siglo XX Fuentes

Introducción La poesía es la manifestación de la belleza o de los sentimientos por medio de la palabra, que genera determinadas emociones en el lector u oyente. En ésta presentación mostraré las diferentes épocas por las cuales la poesía a atravesado en México, además de sus respectivos autores acompañado de sus poesías mas sobresalientes.

Época Prehispánica

• Características • Autores representativos

Características Marcada tendencia por la repetición de una misma idea. Imágenes que vienen de la naturaleza. No solo son castos rituales, también parecen textos filosóficos y otros que reflejan preocupación por la muerte.

Autores Representativos • Nezahualcóyotl: – Nació y murió en Texcoco (1402-1472). Fue hijo de Extlilxóchitl, sexto señor de los chichimecas, y de Matlalcihuatzin, hija de Huitzilíhuitl, segundo señor de Tenochtitlan. Murió a los 70 años de edad y a los 43 de su reinado. – Poesía

Canto de primavera En la casa de las pinturas Comienza a cantar, Ensaya el canto, Derrama flores, Alegra el canto. Resuena el canto, Los cascabeles se hacen oír, A ellos responden Nuestras sonajas floridas. Derrama flores, Alegra el canto. Sobre las flores canta El hermoso faisán, Su canto despliega En el interior de las aguas. A él responden Variados pájaros rojos. El hermoso pájaro rojo Bellamente canta. Libro de pinturas es tu corazón Has venido a cantar, Haces resonar tus tambores, Tú eres el cantor. En el interior de la casa de la primavera Alegras a las gentes Tú sólo repartes Flores que embriagan Flores preciosas. Tú eres el cantor. En el interior de la casa de la primavera,

Época Colonial

• Características • Autores representativos

Características • El barroco literario español dio buenos frutos en la poesía de la Nueva España. La poesía se protegió desde el poder para proyectar una imagen de grandeza. Hubo poesía religiosa y profana, se cultivaron el soneto, la redondilla y el romance. También se escribió poesía bilingüe (español-náhuatl)

Autores Representativos • Gutierre de Cetina • Juan de la Cueva • Bernardo de Balbuena • Fray Miguel de Guevara • Sor Juana Inés de la Cruz • Carlos de Singüenza y Góngora

Gutierre de Cetina (1520-1557) NO MIRÉIS MÁS No miréis más, señora, con tan grande atención esa figura, no os mate vuestra propia hermosura. Huid, dama, la prueba de lo que puede en vos la beldad vuestra. Y no haga la muestra venganza de mi mal piadosa y nueva. El triste caso os mueva del mozo convertido entre las flores en flor, muerto de amor de sus amores.

Juan de la Cueva (1543-1612) Égloga I Negarte que no estoy de Amor llagado, que no abrasa el Amor el pecho mío, sería negarte la verdad provada: como si te afirmasse qu'este río es monte, i esta haya es mi ganado, i esta luz que da el Sol es emprestada; i assí es cosa escusada encubrir lo que al fin d'estar cubierto el tiempo que lo encubre él mesmo lo descubre, mas el procurar cierto quiénes la que yo amo, es desconcierto, porque fiero castigo el Cielo me promete si lo digo.

Bernardo de Balbuena (1568-1627) Grandeza Mexicana (1604) De la famosa México el asiento Oh tú, heroica beldad, saber profundo, que por milagro puesta a los mortales en todo fuiste la última del inundo; criada en los desiertos arenales, sobre que el mar del Sur resaca y quiebra nácar lustroso y perlas orientales; do haciendo a tu valor notoria quiebra, el tiempo fue tragando con su llama tu rico estambre y su preciosa hebra; de un tronco ilustre generosa rama, sujeto digno de que el mundo sea coluna eterna a tu renombre y fama: oye un rato, señora, a quien desea aficionarte a la ciudad más rica, que el mundo goza en cuanto el sol rodea.

Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695) ESTA TARDE MI BIEN Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba. Baste ya de rigores, mi bien, baste: no te atormenten más celos tiranos, ni el vil recelo tu inquietud contraste con sombras necias, con indicios vanos, pues ya en líquido humor viste y tocaste mi corazón deshecho entre tus manos.

Fray Miguel de Guevara (1585-1646) A CRISTO CRUCIFICADO No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido; ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor; muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido; muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera que aunque no hubiera cielo, yo te amara y aunque no hubiera infierno, te temiera. No tienes que me dar porque te quiera, pues aunque cuanto espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

Carlos de Singüenza y Góngora

Siglo XIX

• Características • Autores representativos

Características • Durante el conflictivo siglo XIX mexicano se busco un poesía de lo nacional. En la época previa a la independencia se desarrollo el criollismo. Durante la Guerra de intervención francesa se rescataron giros populares. Hacia el porfiriato regreso la poesía aristocrática a través del Modernismo constituyéndose esa época en un semillero de poetas.

Autores Representativos • • • • • • • •

José Joaquín Fernández de Lizaldi Vicente Riva Palacio Guillermo Prieto Manuel Acuña Manuel José Othón Juan de Dios Peza Manuel Gutiérrez Najera Amado Nervo

José Joaquín Fernández de Lizaldi (1776-1827) Endechas

¡Gran Dios!, ¿qué me sucede?,¿qué es lo que por mí pasa?¿Hoy tengo de morir?¡Las seis toca el reloj de la mañana! Pocas horas, ¡ay, triste!,sonará esta campanaen mis débiles oídos.Yo tengo de morir... ¡Qué dolor!, ¡qué ansia!¿Posible es, Dios eterno,que muera esta mañana?,¿que muera en un suplicioen una edad tan joven y temprana?Sí: moriré..., ¡ay de mí!,moriré..., ¡oh, idea ingrata!,porque mis crueles padresasí en mi corta edad lo decretaran.Ellos, ¡los infelices!,son los que ahora me matan,por no haber arregladomis pasiones allá desde la infancia.Mas, ¡oh, dolor!, ¿qué culpa,qué culpa se reclamaa unos hombres que acasole debieron su cuna a la ignorancia?¡Ah, jueces!, ¡ah, pastoresa quienes se le encargala educación del joven,que vosotros miráis cual cosa vaga!Mi sangre ciertamentecorrerá esta mañana.

Vicente Riva Palacio (1832-1896) AL VIENTO Cuando era niño, con pavor te oía en las puertas gemir de mi aposento; doloroso, tristísimo lamento de misteriosos seres te creía. Cuando era joven, tu rumor decía frases que adivino mi pensamiento, y cruzando después el campamento, "Patria", tu ronca voz me repetía. Hoy te siento azotando, en las oscuras noches, de mi prisión las fuertes rejas; pero hánme dicho ya mis desventuras que eres viento, no más, cuando te quejas, eres viento si ruges o murmuras, viento si llegas, viento si te alejas.

Guillermo Prieto (1818-1897) •

INVASIÓN DE LOS FRANCESES “Mejicanos, tomad el acero, ya rimbomba en la playa el cañón: odio eterno al francés altanero, ¡vengarse o morir con honor”.

• Lodo vil de ignominia horrorosa se arrojó de la patria a la frente: ¿dónde está, dónde está el insolente? mejicanos, su sangre bebed, y romped del francés las entrañas, do la infamia cobarde se abriga: destrozad su bandera enemiga, y asentad en sus armas el pie.

¡Oh qué gozo! Borremos la lujuria: al combate nos llama la gloria. Escuchad. . . ¡Ya vencimos! ¡Victoria! ¡ay de ti, miserable francés! Venceremos, lo palpo, lo juro; ¡de sangre francesas empapadas, nuestras manos serán levantadas al Eterno con vivo placer.

Si intentaren pisar nuestro suelo, en la mar sepultemos sus vidas, y en las olas, de sangre teñidas, luzca opaco el reflejo del sol. Nunca paz, mejicanos; juremos en los viles cebar nuestra rabia. ¡Infeliz del que a Méjico agravia! gima al ver nuestro justo rencor.

Ya contemplo al valiente guerrero que hasta en sueños su mano esforzada, busca incierta, anhelosa, la espada para herir al soberbio invasor. Mejicanos, al campo volemos, en sagrado furor arda el alma; y al que quiera ignominia, a la calma lo condene ofendido el valor.

Manuel Acuña (1849-1873) A LA PATRIA Ante el recuerdo bendito de aquella noche sagrada en que la patria alherrojada rompió al fin su esclavitud; ante la dulce memoria de aquella hora y de aquel día, yo siento que en el alma mía canta algo como un laúd. Yo siento que brota en flores el huerto de mi ternura, que tiembla entre su espesura la estrofa de una canción; y al sonoroso y ardiente murmurar de cada nota, siendo algo grande que brota dentro de mi corazón.

¡Bendita noche de gloria que así mi espíritu agitas, bendita entre benditas noche de la libertad! Hora del triunfo en que el pueblo vio al fin en su omnipotencia, al sol de la independencia rompiendo la oscuridad. Yo te amo... y al acercarme ante este altar de victoria donde la patria y la historia contemplan nuestro placer, yo vengo a unir al tributo que en darte el pueblo se afana mi canto de mexicana, mi corazón de mujer.

Manuel José Othón (1858.1906) IDILIO SALVAJE ¿Por qué a mi helada soledad viniste cubierta con el último celaje de un crepúsculo gris?... Mira el paisaje, árido y triste, inmensamente triste. Si vienes del dolor y en él nutriste tu corazón, bien vengas al salvaje desierto, donde apenas un miraje de lo que fue mi juventud existe. Mas si acaso no vienes de tan lejos y en tu alma aún del placer quedan los dejos, puedes tornar a tu revuelto mundo. Si no, ven a lavar tu ciprio manto en el mar amarguísimo y profundo de un triste amor, o de un inmenso llanto.

Juan de Dios Peza (1952-1910) El Nido Mira ese árbol que a los cielos sus ramas eleva erguido; en ellas columpia un nido en que duermen tres polluelos. Ese nido es un hogar; no lo rompas, no lo hieras: sé bueno y deja a las fieras, el vil placer de matar.

Manuel Gutiérrez Najera (1859-1895) A UN TRISTE ¿Por qué de amor la barca voladora con ágil mano detener no quieres y esquivo menosprecias los placeres de Venus, la impasible vencedora? A no volver los años juveniles huyen como saetas disparadas por mano de invisible Sagitario; triste vejez, como ladrón nocturno, sorpréndenos sin guarda ni defensa, y con la extremidad de su arma inmensa, la copa del placer vuelca Saturno. ¡Aprovecha el minuto y el instante! Hoy te ofrece rendida la hermosura de sus hechizos el gentil tesoro, y llamándote ufana en la espesura, suelta Pomona sus cabellos de oro. En la popa del barco empavesado que navega veloz rumbo a Citeres, de los amigos el clamor te nombra, mientras, tendidas en la egipcia alfombra, sus crótalos agitan las mujeres. ¡Deja, por fin, la solitaria playa, y coronado de fragantes flores, descansa en la barquilla de las diosas! ¿Qué importa lo fugaz de los amores? ¡También expiran jóvenes las rosas!

VIII

Amado Nervo (1870-1919)

Al oír tu dulce acento me subyuga la emoción, y en un mudo arrobamiento se arrodilla el pensamiento y palpita el corazón... Al oír tu dulce acento. Canta, virgen, yo lo imploro; que tu voz angelical semeja el rumor sonoro de leve lluvia de oro sobre campo de cristal. Canta, virgen, yo lo imploro: es de alondra tu garganta, ¡Canta! ¡Qué vagas melancolías hay en tu voz! Bien se ve que son amargos tus días. Huyeron las alegrías, tu corazón presa fue de vagas melancolías. ¡Por piedad! ¡No cantes ya, que tu voz al alma hiere! Nuestro amor, ¿en dónde está? Ya se fue..., todo se va... Ya murió..., todo se muere... Por piedad, no cantes ya, que la pena me avasalla... ¡Calla!

Siglo XX • Características

• Autores Representativos

Características • Las vanguardias influyen notablemente. Siempre autorreferencial, la poesía mexicana del siglo XX elude los grandes temas. El exilio español renovó el panorama literario nacional hacia finales de los años treinta. Se editaron revistas, suplementos colecciones, sellos editoriales especializados en poesía. No obstante se escribe mas lírica de la que se lee.

Autores Representativos • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Arqueles Vela Manuel Maples Arce Ramón López Velarde Salvador Novo Xavier Villaurrutia Jaime Torres Bodet José Gorostiza Octavio Paz Jaime Sabines Concha Urquiza Pita Amor José Emilio Pacheco Alí Chumacero Ulalume González de León José Carlos Becerra Homero Aridjis David Huerta Fabio Morábito María Baranda

Arqueles Vela (1897-1977)

Manuel Maples Arce (1898-1980) PUERTO Te asomas por la celosía de las canciones Llegaron nuestros pasos hasta la borda de al puerto palpitante de motores la tarde; y los colores de la lejanía el Atlántico canta debajo de los muelles me miran en tus tiernos ojos. y presiento un reflejo de mujeres que sonríen al comercio Entre las enredaderas venenosas de los países nuevos. que enmarañan el sueño recojo sus señales amorosas; la dicha nos espera en el alegre verano de sus besos; la arrodilla el océano de caricias, y el piano es una hamaca en la alameda.

El humo de los barcos desmadeja el paisaje; brumosa a travesía florecida de pipas. ¡Oh rubia transeúnte de las zonas marítimas, Se reúne la luna allá en los mástiles, de pronto eres la imagen y un viento de ceniza movible del acuario!

me arrebata tu nombre; Hay un tráfico ardiente de avenidasla navegación agitada de pañuelos y los adioses surcan nuestros pechos, frente al hotel abanicado de palmeras. y en la débil memoria de todos estos goces sólo los pétalos de sus estremecimientos perfuman las orillas de la noche.

Ramón López Velarde (1888-1821) A UN IMPOSIBLE Me arrancaré, mujer, el imposible amor de melancólica plegaria, y aunque se quede el alma solitaria huirá la fe de mi pasión risible. Iré muy lejos de tu vista grata y morirás sin mi cariño tierno, como en las noches del helado invierno se extingue la llorosa serenata. Entonces, al caer desfallecido con el fardo de todos mis pesares, guardaré los marchitos azahares entre los pliegues del nupcial vestido.

Salvador Novo (1904-1974) ESTE PERFUME Este perfume intenso de tu carne, no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules de tus ojos, y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos. Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia, sacrificado al borde de un huerto en que la vida se suspendió por todos los siglos de la mía. ¡Qué remoto era el aire infinito que llenó nuestros pechos! Te arranqué de la tierra por las raíces ebrias de tus manos y te he bebido todo, !oh fruto perfecto y delicioso! Ya siempre cuando el sol palpe mi carne, he de sentir el rudo contacto de la tuya nacida de la frescura de una alba inesperada, nutrida en la caricia de tus ríos claros y puros como tu abrazo, vuelta dulce en el viento que en las tardes viene de las montañas a tu aliento, madurada en el sol de tus dieciocho años, cálida para mí que la esperaba.

Xavier Villaurrutia (1903-1950) SONETO DE LA GRANADA Es mi amor como el oscuro panal de sombra encarnada que la hermética granada labra en su cóncavo muro. Silenciosamente apuro mi sed, mi sed no saciada, y la guardo congelada para un alivio futuro. Acaso una boca ajena a mi secreto dolor encuentre mi sangre, plena, y mi carne dura y fría, y en mi acre y dulce sabor sacie su sed con la mía.

Jaime Torres Bodet (1902-1974) Ruptura Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una guirnalda se nos hubiera ido de las manos; con los ojos al suelo, como viendo un cristal hecho pedazos: el cristal de la copa en que bebimos un vino tierno y pálido... Como si nos hubiéramos perdido, nuestros brazos se buscan en la sombra... Si embargo, ya no nos encontramos. En la alcoba profunda podríamos andar meses y años, en pos uno del otro, sin hallarnos.

José Gorostiza (1901-1973) LA ORILLA DEL MAR No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse la orilla. Y porque descanse en muelle lugar, no es agua ni arena la orilla del mar. Las cosas discretas, amables, sencillas; las cosas se juntan como las orillas. Lo mismo los labios, si quieren besar. No es agua ni arena la orilla del mar. Yo sólo me miro por cosa de muerto; solo, desolado, como en un desierto. A mí venga el lloro, pues debo penar. No es agua ni arena la orilla del mar.

Octavio Paz (1914-1998) Dos cuerpos Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche relámpago. Dos cuerpos frente a frente son dos astros que caen en un cielo vacío.

Jaime Sabines (1926-1999) VIEJA LA NOCHE... Vieja la noche, vieja, largo mi corazón antiguo. ¡Qué de brazos adentro del pecho, fríos, se mueven y me buscan, viejo amor mío! La noche, vieja, cae como un lento martirio, sombra y estrella, hueco del pecho mío. Y yo entretanto, ausente de mi martirio, entro en la noche, busco su cuerpo frío. No hay luna, locos, desde hace siglos. Sólo un breve milagro cuando hace frío

Concha Urquiza (1910-1945) AUNQUE TU NOMBRE ES TIERNO COMO UN BESO... Aunque tu nombre es tierno como un beso y trasciende como óleo derramado, y tu recuerdo es dulce y deseado, rica fiesta al sentido y embeleso; y es gloria y luz, Amor, llevarlo impreso como un sello en el alma dibujado, no basta al corazón enamorado para alcanzar la vida todo eso. Ya sólo, Amor, perdido en tus abrazos, cabe tu pecho detendrá su empeño: no aflojará las redes y los lazos, verá la paz ni gozará del sueño, hasta que tenga paz entre tus brazos y duerma en el regazo de su Dueño.

Pita Amor (1918-2000) Adentro de mi vaga superficie Adentro de mi vaga superficie se revuelve un constante movimiento; es el polvo que todo lo renueva, destruyendo. Adentro de la piel que me protege y de la carne a la que estoy nutriendo, hay una voz interna que me nombra; Polvo tenso. Sé bien que no he escogido la materia de este cuerpo tenaz, pero indefenso, arrastro una cadena de cenizas: polvo eterno. Tal como yo han pasado las edades, soportando la lucha de lo interno, el polvo va tomando sus entrañas de alimento... ¡Humanidad, del polvo experimento!

José Emilio Pacheco (1939) A QUIEN PUEDA INTERESAR Que otros hagan aún el gran poema los libros unitarios las rotundas obras que sean espejo de armonía A mí sólo me importa el testimonio del momento que pasa las palabras que dicta en su fluir el tiempo en vuelo La poesía que busco es como un diario en donde no hay proyecto ni medida

Alí Chumacero (1918) A TU VOZ Erígese tu voz en mis sentidos tornándose en mi cuerpo sueño helado, y me miro entre espejos congelado, y mis labios en sombra doloridos. Cuando hablo, mi dolor a ti se vierte, cálida flor de ceniciento aroma, y tu voz a mis labios ya no asoma sino en duro temor de viva muerte. Porque tu sueño en mí su voz levanta, y enemigo de luz y de sonido destroza la palabra en mi garganta; así al fin en tinieblas alojado, ciego de ti, tal un árbol vencido flota mi cuerpo entre tu voz ahogado.

Ulalume González de León (1932) ACTO AMOROSO : dos se miran uno al otro hasta que son irreales entonces cierran los ojos y se tocan uno al otro hasta que son irreales entonces guardan los cuerpos, y se sueñan uno al otro hasta que son tan reales que despiertan dos se miran

José Carlos Becerra (1936-1970) Temblorosa avanza siempre Porque tú eres puente, porque tú eres el rumor de las aguas; ansiada buscadora de aquello que el deseo avanza, eres el refuerzo con que amanece, eres la luz del mar entregada a su propia creación, absorta en el eco de su belleza. Abandonada a tu belleza, roída por el candor, enternecida por el ocio de tus astros, llevada por la fuerza de tus apariencias, eres el rumor de hojas que el viento dice al oído del bosque. En ti están todos los sitios del recuerdo, los túneles donde la memoria se debate atrapada, el aleteo del crucificado y la otra cara del designio, la verdad oblicua del alma y la jactancia y la vacilación, y eres la playa donde el mar se hiere las manos por asirse a la tierra. En tu corazón un pájaro vuela hacia la noche. Tú te miras en el espejo como en una adivinanza, golpeas en tus muros, piensas que amas las flores, escuchas el ladrido de tus perros en el jardín, pero no es nadie aún. Piensas en mí, alguien apresura el paso dentro de tu alma y así en tu rostro el amor se confunde con la noche.

Homero Aridjis (1940) Abril es ella quien habla por tus labios... Abril es ella quien habla por tus labios como un joven sonido desnudo por el aire En la noche ha volado con tu vuelo más alto con risa de muchacha como el fuego nocturno de los frutos del viento donde vibran los pájaros Manzana del amor su voz bajo la lluvia es un pescado rojo Embarcada en sus cuencos con los ojos absortos es la virgen gaviota que ha bebido del mar en el agua su sol mariposa de luz

David Huerta (1949) Algunos deseos Que vuelvas a ver la enorme catedral y la erizada Capilla y sientas el paso distante, los rumores de los Cruzados y de San Luis. Que vuelvasa la calle Monsieru le Prince para asomarte a los escaparates y, luego, en la calle Vavin, a los inventos de los herboristas y su lento prodigio -la invisibilidad de los olores. Que vuelvas a recoer el brillo de una escritura anhelada en las tardes coyoacanenses. Que abraces los árboles y bebas el agua dulce junto al amargo mar resplandeciente. Que te inclines una vez más y siempre sobe mi rostro y que yo abra los ojos para verte.

Fabio Morábito (1955) La mesa A veces la madera de mi mesa tiene un crujido oscuro, un desgarrón difuso de tormenta. Una periódica migraña la tortura. Sus fibras ceden, se descruzan, buscan un acomodo más humano. Es la madera que recuerda viejos brazos. Y que recuerda que reverdecían.

María Baranda (1962) Qué comienza y da fin cuando ella mira un precipicio azul de tinta ¿Qué comienza y da fin cuando ella mira un precipicio azul de tinta?) Y habiendo estado tras las rejas de las albas sometida, cavara ahora entre tus carnes las rodajas, el vértice mordaz arremangada, abriendo el paraíso en tus partículas bajo la lluvia casta de las aguas. Hembra de qué playa te buscara en tus navíos y en trenes recorriera aquel fulgor bajo la niebla, pesada y conyugal sobre tu cuerpo acariciando hambrienta en la lujuria de este sol que jubiloso me hace recibir de pronto tanta gracia.

Fuentes: • Libros: – Literatura 2, Adamaris Delibes.

• Páginas electrónicas: – www.los-poetas.com/netz.htm – www.biblioteca.tv – www.geocities.com – amediavoz.com/sabines.htm

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