La Verdad Sobre El Sistema Monetario

  • June 2020
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LA VERDAD SOBRE EL SISTEMA MONETARIO Y EL SISTEMA CREDITICIO o

EL DINERO Y LOS BANCOS por

Eladio Eliodoro

Todos los derechos reservados Se permite la libre divulgación gratuita y fidedigna de este informe, así como la reproducción parcial y fidedigna del mismo, siempre que se cite la fuente. Queda terminantemente prohibida su difusión a través de redes tales como Facebook, Tuenti y similares. La infracción de esta prohibición no implicará el consentimiento del autor a las condiciones contractuales de uso de dichas redes, que le serán inaplicables.

1

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………...3

A/

EL SISTEMA BANCARIO CENTRALIZADO………………………...........4

B/

LA RIQUEZA QUE GESTIONA EL BANCO CENTRAL (I)………..…….6

C/

EL RESPALDO DEL DINERO: QUÉ DA VALOR AL DINERO…….......8

D/

EL DINERO: GÉNESIS MODERNA…………………………...…...………9

E/

LA RIQUEZA QUE GESTIONA EL BANCO CENTRAL (II)……..........10 E1) EL PASIVO DEL BC: EL DINERO EN CIRCULACIÓN……10 E2/ EL ACTIVO DEL BC: EL VALOR DEL DINERO……...……12

F/

CREACIÓN DEL DINERO…………………………………………….……15

G/

EL INTERÉS: EL PRECIO DEL DINERO. EL AVAL……………….......25

H/

CONCLUSIÓN………………………………………………………………..32

I/

NOTAS……………………………………………………………………........33

J/

DOCUMENTACIÓN RELACIONADA…………………………………….37

2

Introducción Este informe es una investigación, documental y por aplicación de lógica deductiva básica, acerca de nuestro actual sistema monetario y bancario (su naturaleza, sus principios, sus mecanismos, sus características), con la pretensión de clarificar tales aspectos hasta el extremo en que se revelasen irrefutables. Todo posible error lógico o documental que se encuentre en estas páginas será animosamente corregido y vuelto a divulgar con las oportunas modificaciones. Es por ello que se agradece todo comentario, crítica, matiz o puntualización con que cualquiera esté dispuesto a colaborar en el objetivo de revelar la verdad de esta estructura tan velada al conocimiento público, y tan esencial, que afecta a la vida de todos los ciudadanos. Para ello, nos hemos basado en la información contenida en el excelente libro de texto de bachillerato sobre economía de D. Francisco Mochón Morcillo (http://www.uned.es/dpto-analisis-economico2/fichprof/mochon/mochon.html)(1) por la editorial McGrawHill, cuya lectura recomendamos como introducción a la economía. De sus 16 capítulos, nos hemos centrado en dos: el capítulo 11 (“El dinero y los bancos”), y el capítulo 12 (“El banco central, la política monetaria y la inflación”). Hemos escaneado estos dos capítulos y procedido a comentarlos sistemáticamente. Es sorprendente cómo, a la luz de lo expuesto en el párrafo anterior, paradójicamente, la información que nos ocupa está disponible sencillamente en un libro de texto de bachillerato. Eso sí, un tanto inconexa en lo que se refiere a algunas cuestiones clave cuyas implicaciones son tratadas con superficialidad u obviadas. Una sencilla aplicación de lógica deductiva relacionando los diferentes datos puede fácilmente proporcionar una visión de conjunto reveladora. También nos preguntamos por qué esas inferencias deductivas no son realizadas por el autor del libro de texto (ya que mejor sería que todos los hechos estuviesen expuestos para no necesitar deducir las implicaciones) o por todos aquellos que conocen en profundidad el sistema monetario y crediticio…y por qué no se enseña la cuestión, en profundidad, en las escuelas y universidades, siendo que la importancia del tema es fundamental. Es curioso que, así como hay una constitución y unos códigos civil y penal donde todo ciudadano puede consultar las leyes que le rigen, no existe un documento público similar susceptible de ser consultado libremente por cualquier ciudadano donde quede expuesta la estructura, naturaleza, funcionamiento, reglamentación y mecanismos que rigen la actividad económica en sus aspectos monetarios y crediticios, siendo éstos, sin lugar a dudas, de una enorme importancia prácticamente comparable a la que poseen como contenido los documentos jurídicos básicos que reglamentan la convivencia de los ciudadanos y el funcionamiento del estado. Lejos de limitarnos al visionado de documentales como “El dinero es deuda” (disponible fácilmente para su visionado, que recomendamos, en Internet – por ejemplo en la página web http://video.google.com/videoplay?docid=-2882126416932219790 –) o de la película “el concursante”, del director Rodrigo Cortés (visionado disponible en la página web http://www.cinegratis.net/index.php?module=player&id=3503&title= El+Concursante+(2007), limitándonos a una crítica superflua con el único fundamento de la opinión y de los posibles conocimientos propios limitados y fragmentados sobre el tema, hemos acometido la tarea de contrastar si los datos aportados son fidedignos con la realidad y si sus conclusiones son válidas, comprobando que cualquier ciudadano, medianamente formado y medianamente competente en la sociedad actual, con un poco de curiosidad como para investigar algunas fuentes de información fácilmente disponibles, podría llegar a comprender con claridad profunda y sistémica el actual sistema monetario y crediticio. 3

A/ EL SISTEMA BANCARIO CENTRALIZADO BC = Banco Central BCE = Banco Central Europeo SEBC = Sistema Europeo de Bancos Centrales

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Vemos que el poder monetario no está sometido al gobierno, ya que es un poder independiente frente al poder ejecutivo elegido democráticamente como representación de la soberanía popular. Es decir, que el poder bancario/monetario/crediticio no es estrictamente democrático, como en breve aclararemos. No obstante, estas instituciones monetarias y crediticias desarrollan políticas que sí afectan al conjunto de la población, obviamente. Tal como aparece a continuación:

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

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Además de no estar sujeto a control democrático , queda expuesto que el poder monetario y crediticio se ha centralizado en Europa, posicionándolo en un ámbito supranacional (el BCE controla al SEBC, es decir, al conjunto de bancos centrales de cada país miembro de la UE).

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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

3)

Y por si quedaba alguna duda ( :

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

El Banco Central Europeo posee personalidad jurídica propia. Es decir, que tiene capacidad de obrar y actuar con plena independencia de la Administración, del 4 gobierno ( ). Definición de “personalidad jurídica”: “Junto a las personas físicas existen también las personas jurídicas, que son entidades a las que el Derecho atribuye y reconoce una personalidad jurídica propia y, en consecuencia, capacidad para actuar como sujetos de derecho, esto es, capacidad para adquirir y poseer bienes de todas clases, para contraer obligaciones y ejercitar acciones judiciales” Extraído de Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Persona_jur%C3%ADdica

Queda por tanto demostrado que el responsable de diseñar y ejecutar las políticas monetarias de los estados no son los gobiernos con sus ministerios de economía. Son los bancos centrales. Y en Europa, los bancos centrales de cada país se 5 han supeditado, como parte del proceso europeizante, al Banco Central Europeo ( ).

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“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

“…mantener y administrar las reservas internacionales oficiales de los Estados,…”: el BC (con personalidad jurídica independiente y no democrático) no solo diseña aspectos esenciales de la economía como el dinero y el crédito, sino que también gestiona riqueza pública.

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

De modo que los Bancos Centrales nacionales han quedado como los subordinados del Banco Central Europeo en cada uno de los estados miembros, cediendo su antigua función en la autoridad central bancaria europea.

B/ LA RIQUEZA QUE GESTIONA EL BANCO CENTRAL

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

El “balance” es un término un tanto técnico que ensombrece un poco al entendimiento común a qué se está refiriendo. En términos corrientes, sería algo así como los recursos del banco:

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Cuadro extraído de la web: http://www.eumed.net/cursecon/12/12-5.htm

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Leemos: En el pasivo se anotan las deudas que el banco tiene contraídas e incluye por tanto las reservas que la banca privada haya depositado, los depósitos realizados por las administraciones públicas y los billetes y monedas en circulación. Todo el pasivo está globalmente respaldado por todo el activo, su contrapartida contable, ya que sus sumas coinciden. En cierto sentido, por tanto, el oro sirve parcialmente de respaldo al circulante. Las reservas incluyen también todos los créditos que el banco tenga sobre entidades extranjeras. En el apartado de préstamos al sector público se anotarán los créditos concedidos a las administraciones públicas así como los títulos de deuda pública que el banco central tenga en su poder. Entre los préstamos a la banca privada hay que distinguir el redescuento, préstamos con la garantía de los efectos descontados a los particulares, y los préstamos de regulación que son un instrumento fundamental para la política monetaria. La identidad contable entre activo y pasivo se produce debido a que cualquier aumento o disminución en una partida del activo implicará aumentos o disminuciones de igual cuantía en las partidas del pasivo.

Texto extraído de la web: http://www.eumed.net/cursecon/12/12-5.htm 7

De modo que el banco central maneja todos los recursos monetarios y crediticios de la Nación (también del Estado). Obviamente, en teoría no maneja directamente toda la riqueza de la nación, como puedan ser los bienes de consumo que posean los ciudadanos o las patatas de tu huerto. Pero en la práctica, siendo que los créditos suelen ir avalados por bienes, muchos de los bienes en posesión de los ciudadanos (terrenos o casas) respaldan muchos de los créditos bancarios emitidos.

C/ EL RESPALDO DEL DINERO: QUÉ DA VALOR AL DINERO En el texto anterior se expone que las deudas contraídas por particulares, empresas, otros bancos privados, y el estado son considerados ACTIVOS (“riqueza”) del banco central. Esto es un punto crucial. Es decir, la deuda (contraída por los solicitantes) es un activo, se considera un valor, se considera una riqueza. El pasivo es básicamente moneda circulante, física o virtual (moneda o anotaciones contables, “a la vista”, en cuentas bancarias). Si el activo es el respaldo del pasivo, ya que, como leíamos, “Todo el pasivo está globalmente respaldado por todo el activo”, de ello se deduce que el respaldo del dinero que tienes en el bolsillo o en tu cuenta bancaria es LA DEUDA ADQUIRIDA por todos los solicitantes de préstamos (desde el estado, la hipoteca de tu vecino y el crédito que pidió Pepe para montarse su empresa hace un año y que no amortizará hasta dentro de un tiempo), y en parte, pero solo en parte, el oro que pueda haber en la reserva del banco (que no necesariamente tiene por qué haber para este fin). Es por ello que leemos “En cierto sentido, por tanto, el oro sirve parcialmente de respaldo al circulante”, ya que no hay tanto oro como dinero en circulación. Lo que se quiere decir con “en cierto sentido” es que, de hecho, no puedes exigir la contrapartida de tu dinero en oro: hace ya muchos años que el oro ya no respalda el dinero como una contrapartida necesaria, como leeremos a continuación. Pero antes, una pregunta tan elemental como la del huevo y la gallina: ¿qué es antes, la creación de dinero circulante – pasivo – o la asunción de deuda por parte de un solicitante de préstamo – activo –? Si el activo es el respaldo del pasivo, no puede haber pasivo sin activo, así que lo primero es la asunción de deuda por parte de algún solicitante. Por lo tanto la deuda se considera un valor, una riqueza (un activo), y esto es la base esencial de nuestro actual sistema monetario. Ésta es la clave, cuyas consecuencias vamos a ver. Si en base a la consideración de la deuda como valor, auténtica base de nuestro sistema monetario y crediticio, se ha diseñado un sistema económico que funciona, no habría en principio por qué alarmarse. Sería una ingeniosa jugada de nuestras inteligencias (más concretamente de teóricos de la economía) que nos habría dotado de un campo de juego adecuado para el soporte económico de nuestras vidas. La DEUDA (el compromiso firmado para la futura devolución de un préstamo por parte de un solicitante) se considera un VALOR. Pero ¿cuáles son las bases, implicaciones y consecuencias de este principio fundamental? Esta deducción lógica se confirma en el libro de texto:

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

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Es decir, el dinero se crea sobre la emisión de crédito (préstamos); única y exclusivamente.

D/ EL DINERO: GÉNESIS MODERNA Veamos el origen del dinero (a partir de un estadio posterior al trueque):

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Por lo tanto, los particulares depositaban algo de valor (oro) en las arcas de los orfebres, que hacían el papel de custodios de la riqueza ajena. Como contrapartida al valor depositado, el orfebre extendía un vale que acreditaba la riqueza depositada en sus arcas (ejemplo de esto: Pepe deposita un kilo de oro al señor orfebre y el señor orfebre extiende un vale que se respalda en el valor depositado, por ejemplo extendiendo 1000 vales equivalentes a un gramo de oro cada uno, de modo que Pepe puede ir al mercado y comprar una vaca por 100 vales lo que acredita al vaquero la confianza en que, con dicho vale, el orfebre, hombre de supuesta reputación contrastada, le entregará 100 gramos de oro). En cierto modo, esta transacción entre orfebre y depositante puede considerarse una deuda que el custodio (orfebre) asume con el depositante; dicha deuda estaría representada por el vale que el custodio expide al depositante. Con dicho vale, el depositante puede exigir el intercambio por el valor previamente depositado, con lo que el custodio debe saldar su “deuda” y devolver el oro depositado. Nótese bien que aquí el sentido de la deuda va desde el custodio del valor hacia el depositante que aporta el valor (oro).

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E/ LA RIQUEZA QUE GESTIONA EL BC (II) E1/ El PASIVO del banco central: el dinero en circulación ¿Por qué se considera actualmente a la moneda como la contrapartida de una deuda (recordemos el cuadro del “balance de un banco central” donde “En el pasivo se anotan las deudas que el banco tiene contraídas”) siendo que el poseedor de la moneda no ha depositado oro en el banco para su custodia? Analicemos bien este punto. Piensa, como ciudadano normal, de dónde han salido los billetes y monedas que llevas en tu cartera o tienes en tu cuenta bancaria. Interesa estudiar estas posibilidades: a) Cobro por trabajo realizado: • •



eres funcionario: el estado te ha pagado directamente, echando mano de las arcas del estado eres un asalariado o contratado: la empresa te paga por el trabajo que realizas para la actividad de la misma. Puedes ser secretario, contable, técnico, dependiente, temporero del campo, director de marketing…Puede incluirse aquí al empresario, no en tanto que propietario de la empresa, sino en tanto que posible asalariado de la misma (los empresarios se ponen su propio sueldo, y pueden ser asalariados de la sociedad que poseen). eres un autónomo: realizas una actividad y facturas al cliente (empresa, estado, o particular) por la prestación de un servicio o la venta de un bien o producto.

b) Cobro por venta de un producto original o un servicio originario (entendiendo por tales, bienes o servicios no derivados de ninguna otra actividad de terceros para la consecución de los cuales no ha sido necesario ningún tipo de inversión monetaria asociada). • Has plantado patatas en la puerta de tu casa, las has abonado con composta casera y las has regado con agua del río; y las vendes a la gente del barrio por X dinero • Eres un payaso y cobras por animar en el cumpleaños de esa niña que toma la comunión. O eres un actor y cobras por hacer un espectáculo. O eres un músico que toca un instrumento hecho por él mismo. Etc… • Te prostituyes vendiendo servicios sexuales • Eres un vidente que vende sus servicios de predicción paranormal y/o asesoramiento psicológico • Eres un sabio que vende sus consejos. El sistema capitalista ha integrado esto en la figura del “asesor”, pero podría tratarse de un gurú espiritual, de un psicólogo…. • Etc. En estos dos casos ( a y b) la razón del dinero monetario adquirido está en la venta del ejercicio de una habilidad, de la dedicación de un tiempo o en la transmisión de conocimientos…la riqueza, o valor, que obtiene una contrapartida monetaria es pura y potencialmente humana, inmaterial.

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Otra posibilidad es: c) Venta de un bien • Posees algo y lo vendes: tu casa, tu coche, tu máquina de coser, tu carromato, tu lavadora, tu flauta, tu cuerpo, tu ordenador, tus tierras, etc. • Eres un “manitas” y fabricas algún artefacto útil o artesanal con materiales reciclados de deshecho o del campo… Aquí la razón del dinero monetario adquirido está en la venta de un objeto material que se posee o se ha “creado”. En estos 3 casos generales (a, b y c), que son los más usuales para el común de los ciudadanos, no hay ningún proceso de monetarización, o creación de moneda, directamente implicado. Ahora bien, indirectamente sí, por supuesto: el dinero “está ahí”. El origen del dinero percibido por los sujetos receptores de moneda en los casos anteriores es previo a la realización de sus transacciones, y se sitúa en: -

Empresas Estado Otras personas que, a su vez, han obtenido dinero de empresas o del 6 estado.( )

Por tanto llegamos al origen más visible de donde sale el dinero para el común de los mortales: las empresas y el estado. ¿Cómo consiguen el dinero las empresas o el estado? Llegaremos en breve a eso. Pero por el momento, recalcar que el ciudadano consigue su dinero a cambio de un valor, de una riqueza propia y personal: tiempo, conocimientos, habilidades, posesiones; el dinero así conseguido no se ha creado exprofeso para concretamente cada una de dichas transacciones comerciales o económicas, sino que el dinero en circulación, previamente creado, las posibilita. Por supuesto, este dinero que la gente se gana cada uno a su manera es posteriormente susceptible de ser almacenado, total o parcialmente, en una hucha o depositado en un banco, o un fondo de inversiones, etc. Todo este dinero en circulación, incluidos los ahorros debajo de un ladrillo o en una cuenta bancaria, es el pasivo del Banco Central.

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Recordemos que “Todo el pasivo está globalmente respaldado por todo el activo, su contrapartida contable, ya que sus sumas coinciden…”… coinciden, o al menos así debería ser en buena lógica teórica. Luego veremos si es así. Una vez analizado el pasivo, procede ahora analizar en qué consiste, pues, el activo del Banco Central, es decir, aquello que respalda el dinero y le da su valor.

E2/ El ACTIVO del banco central: el valor del dinero

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Es decir, como es lógico en un sistema monetario donde el oro era el respaldo de la moneda, y siguiendo la tradición inicial medieval de generación de vales (fabricación de moneda fiduciaria) a cambio de oro, el Banco Central debía ocuparse de contabilizar correctamente que toda la moneda emitida posea su contrapartida en oro, manteniendo una “identidad contable”, una equivalencia, entre activo y pasivo (esto es, entre oro y moneda emitida).

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El oro ya no respalda nada como valor, y su función en el Banco Central está dirigida a posibilitar el tráfico de divisas.

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Por tanto, queda claro que el oro no es el activo que constituye la contra-partida al pasivo (es decir, al dinero). ¿Qué respalda entonces el dinero? Fácil, aquello que se consideren activos del Banco Central. Recordemos:

Cuadro extraído de la web: http://www.eumed.net/cursecon/12/12-5.htm

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Por tanto, lo que respalda el dinero es: - la reserva de oro y divisas (contingentemente, es decir: en parte, y sin necesariedad ni compromiso de conversión) - principal y esencialmente, la DEUDA adquirida por sector público (Estado y administraciones públicas) y sector privado (empresas y particulares).

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Por tanto, queda demostrado (por si alguien lo dudaba) que los Estados pueden recibir créditos del sistema bancario. Y aquí lo tenemos: los créditos que el BC otorga al Estado y a los bancos comerciales (BBVA, el Santander, la Caixa, Bancaja, etc) son esa contrapartida. Los créditos emitidos, es decir, la asunción de deuda por parte de los solicitantes de crédito, es lo que respalda el dinero. Es el activo que respalda al pasivo. Y recordemos que el dinero, según el libro de texto de economía de Bachiller, es, como vemos inmediatamente, el pasivo:

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Los depósitos del sector público y el capital son las cuentas de ahorro o inversión. Es decir, dinero no circulante, pero dinero al fin y al cabo (lo que se denomina “anotaciones contables” o “anotaciones a la vista”; es decir, el importe en números que aparece en tu cuenta bancaria que se considera “dinero” aunque no haya un billete emitido para representar dicho valor en la realidad material). Confunde que se incluya aquí “reservas del banco central”, ya que según diversas fuentes, las reservas del banco central son activos. Por tanto entendemos que estas “reservas del BC” se refieren a dinero en papel moneda almacenado en la caja del BC. Llegados a este punto, para acabar de entender lo anteriormente expuesto, es ya por fin inaplazable abordar la importante cuestión: ¿cómo se crea el dinero?

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F/ CREACIÓN DEL DINERO

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Es decir, que el dinero y el crédito se generan sobre la base de la base monetaria. Esta definición es confusa, ya que es como decir, por ejemplo, que el agua se genera en base a más agua preexistente. Habrá que encontrar una causa externa primaria que “fabrique” el dinero inicial; no puede ser que el propio dinero fabrique más dinero. ¿O sí? Bueno, si así fuese… ¿cómo se habría creado el dinero “preexistente”, base para la creación de nuevo dinero y créditos? Llegaremos en breve a esto, pero por el momento, analicemos la cuestión desde la base de que ya hay dinero preexistente a partir del cual se crea nuevo dinero… porque así es como sucede. Veamos…

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No es imprescindible entender la forma de expresar la base monetaria que se muestra aquí, pero para quien quiera profundizar en ello, notar que es una expresión “arreglada” en base a las equivalencias entre activo y pasivo (tal como se dice en el anterior cuadro: “dada la identidad contable entre activo y pasivo…”).

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Lo esencial está en entender que la expansión de la base monetaria (es decir: emisión de nueva moneda, creación de nuevo dinero) se lleva a cabo mediante:

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-

-

Aumento del crédito al sistema bancario (si se emiten créditos, eso supone que hay solicitantes que asumen DEUDA, lo que implica un engrose de los ACTIVOS, considerados “valor”, del banco central – cf: cuadro del “balance del BC”–). Hay que entender que si el BC concede un préstamo a un banco comercial (BBVA, Santander, CAM, Caja Madrid, etc, etc…) es porque éste posee solicitantes de deuda (clientes demandantes de préstamos dispuestos a asumir una deuda) a los que quiere satisfacer. Compra de títulos financieros: los títulos financieros representan DEUDA de uno u otro tipo. Ilustremos brevemente qué son los “títulos financieros”. Definición títulos financieros: La naturaleza dinámica de los mercados financieros internacionales ha dado lugar al uso difundido de una variedad de títulos financieros en una gama que va desde los títulos primarios tradicionales, tales como los bonos, hasta formas varias de títulos derivados, tales como los de permuta de tasas de interés. Las entidades del sector público usan en sus operaciones una amplia gama de títulos financieros, que va desde títulos simples, como las cuentas por pagar y cuentas por cobrar, hasta títulos más complejos (como los de permuta de divisas cruzadas para cubrir compromisos en monedas extranjeras). En menor grado, las entidades del sector público pueden emitir títulos patrimoniales o títulos compuestos pasivos/patrimoniales. Esto puede ocurrir cuando una entidad económica incluye una Empresa Pública (EP) parcialmente privatizada que coloca títulos patrimoniales en los mercados financieros o cuando una entidad del sector público emite títulos pasivos (títulos de deuda), a los cuales convierte en participación propietaria bajo ciertas condiciones. Extraído de Internet http://www.mecon.gov.ar/hacienda/cgn/ifac/nicsp15a.htm

La DEUDA (o lo que es lo mismo: los activos) es, por tanto, un producto que se vende y se compra en los mercados financieros como las verduras en el mercado del pueblo. Es considerado un “valor”, y, cómo tal, sujeto a transacciones económicas (y a especulación). Este mercado es usado como una herramienta por el BC para regular la cantidad de dinero circulante. ¿Cómo? Fácil: comprando títulos financieros (emitiendo dinero y aumentando así el dinero circulante) o vendiendo títulos financieros que pueda tener en sus reservas el BC (recibiendo dinero a cambio, y retirando así dinero de la circulación). No olvidemos que un título financiero es, a fin de cuentas, la representación de una deuda asumida (de un particular o empresa o administración: por ejemplo, hipotecas – donde un particular asume una deuda con el banco –, o bonos/letras del estado – donde el estado asume una deuda con el particular o empresa que invierte dinero comprando esa deuda a cambio de unos rendimientos económicos en forma de intereses que serán percibidos a lo largo del tiempo).

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”…instrumento estabilizador…” de la masa monetaria en circulación. Esta regulación de la masa monetaria se lleva a cabo según criterios económicos tales como, principalmente, el control de la inflación, la deflación u otros… 16

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“Activos de caja del sistema bancario” es lo que en el recuadro del balance del BC aparece como “depósitos de la banca privada”.

Cuadro extraído de la web: http://www.eumed.net/cursecon/12/12-5.htm

Dice el texto: “Pero lo relevante es que el BC puede crear base monetaria simplemente comprando activos y anotándolos en su pasivo”. Bien, ¿y de dónde obtiene el BC el dinero, o mediante qué mecanismo lo “fabrica”, para comprar esos activos (títulos financieros, es decir, deuda)? ¿Responde el libro de texto a esta pregunta? No lo específica. Ahora bien, si sabemos que la creación de dinero y la creación de deuda están indisolublemente unidas, el dinero que el BC utiliza para intervenir reguladoramente en el mercado interbancario, regulando así la masa monetaria en circulación, podría: - ser creado por el BC: con lo cual teóricamente debería haber una contrapartida contable a ese pasivo, es decir, un activo que diese valor a ese nuevo dinero emitido. Este nuevo activo sería necesariamente una nueva deuda asumida por alguien (en este caso el propio BC). Pero esto es un absurdo ya que el BC estaría endeudándose consigo mismo, lo cual no tiene sentido. De modo que si ese dinero se crease de la nada sin respaldo de un activo, ello significaría que ese dinero sería simplemente “impreso” (o “anotado contablemente a la vista”). Se rompería con ello la lógica del sistema monetario, conllevando una devaluación del dinero circulante ya que éste valdría menos por corresponderle proporcionalmente una menor cantidad de respaldo en forma de activos.

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- haber sido acumulado previamente: lo cual implicaría que, en efecto, el BC acumula dinero “real” (es decir, con su correspondiente respaldo de valor, o activo, en el momento de su creación/emisión, y la consiguiente actividad económica desarrollada por el demandante de crédito para devolver el dinero prestado más el interés) acumulándolo al margen de las arcas del estado, haciendo valer su naturaleza jurídica independiente (recordemos que el BC posee personalidad jurídica propia). La primera opción parece contradictoria con las bases del sistema monetario. La segunda opción se deduce más coherente con la propia lógica sistémica. Retomaremos este punto más adelante.

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Veamos a continuación un gráfico del mecanismo de regulación monetaria.

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Los bancos aumentan su liquidez: -

de las cantidades de dinero que las personas depositan en sus cuentas bancarias; de los ingresos periódicos de la devolución de los plazos de los préstamos con los intereses asociados; de la venta de los títulos financieros a otras entidades… es decir, tu hipoteca, que te ha concedido por ejemplo el BBVA, es susceptible de ser vendida a otro banco o entidad financiera como un activo, un producto, en el mercado interbancario (como hemos visto, el Banco Central puede adquirirlos y revenderlos, regulando con ello la masa monetaria circulante). Lo mismo con títulos financieros del Estado.

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La conservación “en efectivo” de “sólo un porcentaje de los depósitos” es el llamado “coeficiente de reserva” en base al cual se ejecuta el sistema fraccionario, que explicaremos a continuación. Veamos el mecanismo para crear dinero a partir del dinero preexistente.

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Esto significa que, aplicando la fórmula, si hay una base monetaria (preexistente) de 100 unidades de valor, aplicando un coeficiente multiplicador se podrán generar 500 unidades de valor. 100 x 1/0,2 = 100 x 5 = 500

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Lo que hicieron los orfebres en la edad media, y que es el origen del negocio de los bancos, fue prestar dinero que otros les dejaban en custodia (porque raramente se retiraba el dinero), lucrándose con ello…por medio del interés asociado al préstamo. Es decir, circulaba más dinero (vales convertibles en oro) que la cantidad de oro real que custodiaban, el cual era la teórica contrapartida real a esos “vales” circulantes.

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Como vemos, los orfebres emitían una cantidad de billetes que representaban en su conjunto más valor del que realmente era atesorado. Esto es lo que podría parecer que sucede hoy en día: se podría pensar que se emite más dinero que el valor que lo respalda…pero, si consideramos la DEUDA como un valor, entonces este problema queda teóricamente solventado. Ya que el nuevo dinero se crea SIEMPRE sobre la base de una deuda asumida (por el agente económico que sea: Estado, administración pública, empresas, particulares…), la contrapartida entre dinero circulante y depósitos 21

bancarios (pasivo), por un lado, y los títulos financieros de deuda (activos), por otro (7) lado, es teóricamente perfecta. A continuación queda de nuevo expresada con claridad la asociación entre creación de nuevo dinero y creación de nueva deuda (“…un proceso de expansión múltiple del crédito y a la creación de dinero.”):

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El coeficiente de reservas sirve como multiplicador del dinero y como garante de la liquidez de los bancos (para que al menos siempre haya un 20% de dinero-moneda en la caja de los bancos).

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Es decir, que dado el coeficiente de reserva (que equivale al coeficiente que rige la creación de dinero mediante el llamado “sistema fraccionario”), el BC calcula y controla la cantidad de “dinero base” (que luego se expandirá según el sistema fraccionario hasta donde permita el coeficiente establecido) como medio de control de la cantidad de dinero en circulación (la cual es susceptible de regulación mediante el mecanismo anteriormente descrito de intervención en el mercado interbancario de compra-venta de títulos financieros).

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Como vemos, resulta importante para el sistema bancario que las necesidades de liquidez de los agentes económicos no estén en peligro; es decir, que el día que quieras “monetarizar” parte o todo el dinero que aparece como “anotación contable” en tu cuenta bancaria, o quieras cobrar un cheque que hayas recibido (o cualquier otro caso similar), haya suficiente dinero-moneda disponible para ti.

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Aquí ha quedado demostrado que el “dinero parece surgir de la nada”, lo que de hecho significa que el dinero se crea sobre la contrapartida de las nuevas deudas asumidas dado que éstas se consideran un valor (son un “activo”). Dicho de otra forma, que la “expansión del crédito” (es decir, la asunción de nueva deuda por los agentes económicos) es la base de “los procesos de creación de dinero”.

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Aquí nos encontramos con el punto clave por el que nos preguntábamos previamente: ¿de dónde sale el “primer dinero”, es decir, la primera base sobre la cual se desencadena toda la cadena de creación de nuevo dinero por la aplicación del coeficiente de reserva o multiplicador del dinero (sistema fraccionario)? Vemos que el Banco de España (o Banco Central) “crea la liquidez de base del sistema, a partir de la cual los bancos y otros intermediarios financieros generan dinero y crédito”. Pero no tenemos una explicación realmente causal, tan solo descriptiva. Pero, si recordamos que…

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…entonces deducimos que el primer dinero emitido no puede serlo sino en base a una deuda. La pregunta que se plantea ahora es: ¿Quién asume esa primera DEUDA? Y es algo que en el libro de texto no queda reflejado. Supongamos que originalmente hay 1000 € (emitidos por el BC). Siendo que el conjunto del nuevo dinero creado nunca será mayor al que permita el coeficiente de reservas, ¿cómo entonces puede ampliarse la cantidad global de dinero una vez llegado al tope que permite dicho coeficiente? Los bancos comerciales pueden crear dinero, pero sólo hasta cierto punto y siempre sobre la base del “dinero-base” que el BC emita y 23

hasta donde el coeficiente de reservas les permita. El sistema fraccionario (el mecanismo de creación de dinero a partir de dinero previo mediante la aplicación del multiplicador del dinero, que es lo mismo que el coeficiente de reservas) puede por tanto obviarse de la reflexión acerca de cómo se crea el dinero ya que es un “expansor automático” de una base previa dada externa al propio sistema fraccionario, ajena al mecanismo multiplicador del dinero. Es decir, sabemos que para una cantidad de dinero X previamente emitida obtendremos “automáticamente” (siempre que nuevos deudores deseen asumir nuevas deudas…cosa que sucede), y como máximo, una cantidad de dinero en circulación de 5X. La pregunta clave sigue siendo: ¿de dónde sale el primer X? ¿Quién asume la(s) deuda(s) inicial(es) que posibilita(n) la emisión del “dinerobase”? El hecho es que controlando la cantidad de dinero-base emitida (emitiendo créditos a los bancos comerciales o al sector público), y estableciendo un determinado coeficiente de reservas, el BC controla la cantidad de dinero en circulación. A posteriori, el BC puede además, como hemos visto, regular esa cantidad al alza o la baja, mediante la compra o venta de títulos financieros (deudas asumidas por unos u otros: letras o bonos del tesoro público, hipotecas, etc…) Con respecto al origen del “dinero-base”, y según todo lo analizado previamente, podría deducirse, por ejemplo, que: 1) El primer “dinero-base” es creado a expensas de la primera demanda de crédito de cualquier agente económico. Podría imaginarse una situación inicial en la cual se diga: “señores, las normas del juego ahora son así; pueden pedir préstamos”, donde el BC es revestido de la autoridad última y exclusiva para emitir el dinero correspondiente, cual “dios monetario”. Así, aparece el primer solicitante de deuda, por ejemplo, un empresario que quiere montar una fábrica de vidrios. Solicita X cantidad de dinero al intermediario financiero (banco comercial) Banco de los Vidrieros, que a su vez requiere al BC dicha cantidad. El BC acepta, emite el préstamo al Banco de los Vidrieros por valor de X y éste a su vez lo represta al empresario. Ahora aparece en la cuenta del empresario un valor de X euros, y el banco tiene en caja X euros en moneda. Siendo que el empresario se conforma con tener el dinero anotado (afrontará los pagos derivados de su actividad empresarial principalmente mediante transferencias bancarias u otros instrumentos de pago “virtuales”), ahora el Banco de los Vidrieros podrá además emitir hasta 5X veces de dinero en forma de préstamos a nuevos solicitantes, que el BC se aprestará a validar contablemente (es decir, las nuevas cuentas creadas con la anotación contable de los nuevos importes de los nuevos préstamos concedidos a nuevos peticionarios de crédito). 2) Podría imaginarse otra situación en la que el primer dinero-base se genera a partir de que el Estado pide un préstamo al BC para pagar las nóminas de sus funcionarios, así como los costes de sus instalaciones, y proyectos públicos, etc. Si piensas que con los impuestos el Estado tiene suficiente, puede que teóricamente debiese ser así, pero el hecho es que el Estado emite “deuda pública” (bonos, letras del tesoro, etc…) que le ayudan a financiarse y quizá como método indirecto de control monetario y económico (haciendo eso, el dinero en circulación aumenta, gracias a la captación de ahorros inmovilizados, y también gracias a la venta de dichos títulos financieros a otros países o inversores extranjeros). Por tanto, bien pudiera necesitar el Estado solicitar préstamos al BC para financiarse (y de hecho, así sucede). Es más plausible (pero no necesario dentro de la lógica sistémica) que el primer deudor hubiese sido el Estado (que, en definitiva, somos todos) mediante acción

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gubernamental tras constituir legalmente el BC, lanzando con ello el sistema monetario del país (como señala D. Jesús Huerta de Soto en una cita que reproducimos más adelante). Queda por tanto claro que el dinero es deuda (la deuda es el respaldo del dinero), porque se asumió el principio de que la deuda es un valor, y que la creación del dinero está monopolizada por el BC como única autoridad con potestad de emitir dinero de curso legal (validado por el estado mediante la ley). Y antes de entrar a analizar las consecuencias de ello, procede señalar que toda deuda adquirida lo es a un precio: el precio del dinero.

G/ EL INTERÉS: EL PRECIO DEL DINERO. EL AVAL El dinero prestado tiene un coste: el interés. Y esto es un aspecto quizá más crucial que la emisión de dinero mediante su respaldo en la deuda considerada como activo.

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Dado que el dinero no es del banco, el riesgo no está tanto en no recuperarlo (que lo hay, ya que el banco es un intermediario financiero y tiene, al menos en parte como luego analizaremos, sus compromisos de deuda con el BC), sino en no obtener la rentabilidad del interés. Porque si no se recupera lo adeudado, se ejecuta el aval y el banco se apropia de los bienes ofrecidos como garantía de devolución del préstamo….Esto es otro aspecto crucial, como se refleja a continuación:

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Si la deuda se considera un valor (una “riqueza”…no olvidemos que esa deuda es un título financiero susceptible de ser revendido en el mercado interbancario), y ese “valor” es aquello que el solicitante de préstamo da al banco como contrapartida al dinero recibido como crédito…y además, si el dinero que el banco presta NO ES SUYO, sino que se ha generado “de la nada” precisamente mediante la asunción de esa deuda (valor) a cargo del solicitante, entonces ¿por qué debe éste además aportar garantías con sus propiedades? Esto no queda explicado en el libro de texto. Es un principio implícito que no es analizado. Parece extraño que, si el dinero se crea sobre la deuda asumida (lo que indica que ese dinero no existía previamente), y esta deuda se considera un activo que ahora el banco posee (es un activo, una riqueza), deba además el solicitante avalar la solicitud de préstamo con unas propiedades que aseguren al banco que podrá saldarse la deuda a pesar de posibles contratiempos que pueda sufrir el adeudado. Además, sorprende que el banco cobre un interés por un dinero que nunca fue suyo sino que se creó sobre el valor que aportó el solicitante: la deuda…y esta deuda es la representación abstracta de un compromiso de devolución basado en la riqueza futura del solicitante; es decir, el título financiero de la deuda representa un compromiso de devolución que implicará tiempo, trabajo y recursos futuros del solicitante desplegados para conseguir el dinero necesario a fin de saldar la deuda y sus intereses. Entonces, si el banco ya posee un valor reconocido (el título financiero de deuda), que representa el compromiso de pago por parte del solicitante como contrapartida del dinero “prestado” (compromiso que está basado en la promesa de riqueza futura generada por el solicitante), ¿por qué debería éste además aportas garantías extra con riquezas personales añadidas al valor de la asunción de la propia deuda…siendo que el dinero no es del banco?

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Pero el banco no posee el dinero que te “presta”. Por el contrario, es creado en el mismo momento en que firmas como solicitante el préstamo, asumes una deuda y se formaliza así un “título financiero” (como ha quedado demostrado). Por tanto, que los bancos no emitan créditos en razón de que “no tengan liquidez” no es lógico, y no resulta creíble (la verdadera razón será otra). Y parece que el concepto “préstamo”, aplicado a la función prestataria de los bancos, debería revocarse o definirse una nueva acepción exclusiva al caso. Si alguien tiene dinero real en sus manos y lo presta, podría parecer lógico que cobrase intereses al solicitante del préstamo en concepto de pérdida de oportunidades (o descapitalización) y se asegurase de la devolución del préstamo mediante un aval por parte del solicitante. Pero si el dinero “prestado” no existe previamente, sino que se crea gracias a la asunción de deuda, la aplicación de intereses no tiene lógica, ya que el dinero, en cierto modo, “lo crea el solicitante” (así como en la edad media, los vales con respaldo oro eran emitidos por un orfebre como contrapartida al valor en oro que los depositantes confiaban a su caja fuerte: el valor de las vales consistía en la representación de la riqueza que el depositante aportaba); además, la deuda es un valor, un activo, que ahora posee el banco, y por tanto la exigencia al solicitante de una garantía con sus propiedades como aval parece tan lógico como si en tiempos medievales el depositante de oro tuviese que, además de depositar su oro, comprometer su casa para poder obtener del orfebre vales como contrapartida a ese oro depositado por el solicitante de los vales. La lógica de este mecanismo aplicado, que se deriva de la premisa de considerar la deuda como un valor (vendible, como el oro), es falaz, y por lo tanto, incorrecta. Acerca de la supuesta función de “redistribución” que ejercen los bancos, prestando dinero depositado por unos ahorradores a otros solicitantes necesitados de crédito, no excluye que ese dinero no es del banco (recordemos que todo dinero es creado en base a deudas asumidas).

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Y además, eso incurre en una “infracción legal” (quizá no en sentido estricto, pero sí al menos en sentido de derecho consuetudinario, siendo que hay precedentes de sentencias jurídicas, como ahora mostraremos), al disponer de dinero ajeno “como si fuera propio”. Y es que, como hemos demostrado, el banco presta el dinero “como si fuera suyo”, y esto es falso. Así queda reflejado en la siguiente cita de D. Jesús Huerta de Soto, gran exponente español de la escuela económica austriaca: La norma tradicional de conducta que se viola en el caso del negocio bancario es el principio del derecho de acuerdo con el cual en el contrato de depósito de dinero fungible, la tradicional obligación de custodia que es un elemento esencial en todo depósito no fungible, se materializa en la exigencia de que, en todo momento, se mantenga una reserva del 100 por cien de la cantidad de dinero fungible recibida en depósito, de manera que todo acto de disposición de ese dinero, y en concreto la concesión de créditos con cargo al mismo, supone una violación de ese principio y, en suma, una acto ilegítimo de apropiación indebida (10) (…el principio general del derecho que exige un coeficiente de reserva del 100 por cien ha sido mantenido

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incluso en este siglo por la jurisprudencia francesa. Así, un fallo del Tribunal de París de 12 de junio de 1927 condenó a un banquero por el delito de apropiación indebida por haber utilizado, siguiendo la práctica común bancaria, los fondos que había recibido en depósito de su cliente. En el mismo sentido se pronuncia otra sentencia del mismo tribunal de 4 de enero de 1934 y, lo que es más curioso, la sentencia del Juzgado de Primera Instancia que tramitó la quiebra del Banco de Barcelona, de acuerdo con la cual la facultad de librar talones, que compete al depositante, implica para el depositario la obligación de tener siempre fondos a disposición del cuentacorrentista, lo que impide admitir que los fondos depositados en una cuenta corriente en metálico pueda considerarlos el banco como de su exclusiva pertenencia (J. Garrigues, Contratos Bancarios, ob. cit., pp. 367-368)).

A lo largo de la historia, los banqueros pronto empezaron a estar tentados de violar la mencionada norma tradicional de conducta, usando en su propio beneficio el dinero de sus depositantes (11) (La tentación era enorme, y casi insoportable, dado lo lucrativo de la misma. Recordemos que, en última instancia, el sistema de banca fraccionaria consiste en crear préstamos de la nada, exigiendo al prestatario su devolución en dinero de verdad (¡y además con intereses!). Esto

sucedió, en un primer momento, de una manera vergonzante y secreta, pues todavía se tenía por parte de los banqueros la conciencia de un mal proceder (12) (Es de notar que todo el prestigio del Banco de Amsterdam se basaba en la creencia de que mantenía un 100 por cien de coeficiente de reserva, principio que tan sólo 15 años antes David Hume pensaba que seguía vigente (véase su ensayo "Of Money", ob. cit., p. 284). Adam Smith, por su parte, en 1776, menciona que, todavía en esa fecha, el Banco de Amsterdam seguía diciendo que mantenía un coeficiente de caja del 100 por cien); y sólo

posteriormente los banqueros consiguen que la violación del principio tradicional del derecho se efectúe de una manera abierta y legal, cuando felizmente obtienen del gobierno el privilegio para utilizar en su propio beneficio el dinero de sus depositantes (generalmente en la forma de créditos muchas veces concedidos en un primer momento al propio gobierno). De esta manera, se inicia la relación de complicidad y la coalición de intereses que ya es tradicional que exista entre gobiernos y bancos, y que explica a la perfección las relaciones de íntima "comprensión" y "cooperación" que existen entre ambos tipos de instituciones y que hoy en día se aprecian con pequeñas diferencias de matiz en todos los países occidentales en casi todas las instancias. Y es que los banqueros pronto se dieron cuenta de que la violación del principio tradicional del derecho mencionado, daba lugar a una actividad financiera altamente lucrativa para ellos, pero que en todo caso exigía la existencia de un prestamista de última instancia, o banco central, que proporcionase la necesaria liquidez en unos momentos de apuro, que la experiencia demostraba que siempre llegaban de forma recurrente. Extraído de la web http://www.jesushuertadesoto.com/madre2.htm, tercer capítulo del artículo “Banca”, de Jesús Huerta de Soto (Catedrático de Economía Política, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid).

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Por tanto, queda demostrado (por si alguien lo dudaba) que los Estados pueden recibir créditos del sistema bancario. Dado que el estado no emite el dinero tiene que pagar interés por sus créditos solicitados al BC. Repetimos: el estado o las administraciones públicas pagan intereses al BC (el Euribor) por un dinero cuya prerrogativa de emisión es exclusiva del BC. ¿Qué hace el BC con todos los intereses recibidos que a buen seguro suponen unas inmensas cantidades (mucho más inmensas de lo que pueda suponer el dinero necesario para regular la masa monetaria circulante mediante intervención en el mercado interbancario, tal como se analizó en este informe previamente)? Por cierto, ¿quién paga a los empleados del BC? ¿El estado? ¿O el BC? Si es el Estado, no es lógico porque el BC posee personalidad jurídica propia y no depende del Estado. Y si es el BC (como parecería más lógico), eso significaría que el BC dispone libremente del dinero obtenido como “beneficio” resultante del cobro del interés de 28

referencia (el Euribor, en el caso de Europa) para cubrir sus gastos. Bien, y entonces… ¿dónde va todo ese beneficio? ¿Solo a cubrir gastos para el funcionamiento del BC y el excedente de “beneficios”, que sería inmenso, se destruye? ¿O se acumula en algún sitio? Si se acumula en algún sitio… ¿para quién es el beneficio? ¿Para el Estado? No parece lógico, ya que el BC tiene personalidad jurídica propia y es, por tanto, jurídicamente independiente del gobierno y del estado (hasta el punto de que les cobra intereses por préstamos concedidos). Dicho de otra forma, ¿el dinero pierde su “valor” una vez cae en las manos del BC, o se mantiene el valor de ese dinero? Si se da lo segundo… ¿quién dispone de ese dinero y qué uso se le da? Por otro lado, pocos conocen la existencia del Banco de los Bancos Centrales: el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), con sede en Basilea (Suiza). Como vemos en la web del BIS (http://www.bis.org/banking/index.htm): “The BIS extends short-term credits to central banks, usually on a collateralised basis”

(traducción no profesional: “El BIS concede créditos de corto plazo a los bancos centrales…”) Entre los objetivos del BIS se encuentran: “Financial services specifically designed to assist central banks and other official monetary institutions in the management of their foreign exchange reserves” y “The Bank's Statutes do not allow the Bank to open current accounts in the name of, or make advances to, governments. The BIS does not accept deposits from, or generally provide financial services to, private individuals or corporate entities.”

(traducción no profesional: “Servicios financieros específicamente diseñados para asistir a los bancos centrales y otras instituciones monetarias oficiales en la gestión de sus intercambios de divisas” y “Los estatutos del BIS no permiten la apertura de cuentas corrientes a nombre de, o facilitar adelantos a, los gobiernos. El BIS no acepta depósitos de, o provee de servicios financieros a, individuos privados o corporaciones”). Pero, ¿por qué el BC, siendo la última supuesta autoridad monetaria, con potestad exclusiva para crear el dinero de curso legal, necesita de servicios, tales como “créditos a corto plazo” o intermediación “en la gestión de sus intercambios de divisas”, por parte de otra instancia? Además, si el BC recibe préstamos del BIS, estará obligado a pagar intereses de esos préstamos. ¿Pero no es el BC quien fabrica el dinero? ¿Por qué iba a necesitar préstamos de nadie? Toda esta problemática no viene explicada en el libro de texto. Que cada cual llegue a sus propias conclusiones (idealmente precedidas de investigación propia sobre la materia). Pero si ya puede sorprender que la autoridad monetaria de un estado soberano no esté bajo control gubernamental, sigue sorprendiendo, todavía más si cabe, que el BC necesite “apoyo” o “servicios” de otra entidad bancaria extranjera operando a nivel internacional. Por otro lado, entendamos que los bancos comerciales son intermediarios financieros, que son empresas, y que como tales asumen deudas con el BC al solicitar un préstamo para satisfacer a sus clientes (cuando el sistema fraccionario ya no les permite más expansión del crédito y el BC acepta la emisión de nuevo dinero en función de su política monetaria). El cliente pide un préstamo X a su banco comercial, el banco comercial pide ese X al Banco Central, pero luego el banco comercial podrá, aplicando

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el sistema fraccionario, emitir hasta 5X en préstamos. Cuando todos los clientes que hayan recibido préstamos de esa cantidad global de 5X los devuelvan, el banco comercial habrá sobradamente devuelto el X inicialmente pedido al BC y tendrá un excedente de nada menos que de 4X (además de los intereses asociados a cada uno de esos préstamos). De modo que el banco comercial no se ganaría solamente los intereses del préstamo que te concede, sino mucho más: 4 veces más de lo que el banco comercial asume como deuda, en tanto que intermediario financiero, frente al BC (ya que puede multiplicar por 5 en créditos el dinero percibido como préstamo del BC). A esto se le sumarían los beneficios hipotéticos que podría obtener ese banco vendiendo el título financiero que corresponde a la deuda asumida (si el banco comercial hace esto, dejaría de percibir, por lógica, los beneficios del interés que ahora percibiría el comprador del correspondiente título financiero – o deuda –). Cabe la posibilidad de que existiese un mecanismo regulador de este exceso de beneficio del banco comercial que consistiese en la obligación del banco comercial de devolver 5 veces el préstamo recibido del BC. Y, ¿qué haría el BC con este excedente? También surge la siguiente pregunta: si sobre una base de X dinero, recibida como préstamo del BC, el sistema de bancos comerciales puede emitir créditos de hasta 5X, y si ello, efectivamente, repercutiese en unos beneficios de 4X a la devolución de esos “préstamos”, entonces, ¿podrían esos 4X ser la base para la emisión de nuevos créditos, mediante el sistema fraccionario de expansión monetaria, por valor de 5x4X=20X, generando con ello una dinámica recursiva de progresión creciente que proporcionaría muchísimos más beneficios aún para los bancos comerciales? ¿O existe un mecanismo de control para evitarlo? Esto no es explicado por el libro de texto. Ni hemos logrado encontrar aclaración al respecto (y es que esta información no aparece en la constitución, código de ningún tipo ni documento público similar). Por otro lado, estaría muy bien conocer las razones por las cuales se necesitan intermediarios financieros, como lo son los bancos comerciales, en lugar de disponer de oficinas del BC en cada barrio (es bien probable que el BC pudiese costearse sobradamente esa infraestructura con los beneficios que percibe de los intereses asociados a los préstamos que emite), ya que siempre que hay un intermediario se sigue de ello un margen de beneficio implementado que no beneficia al cliente (estamos hablando del añadido al Euribor en la tasa de interés de los préstamos, es decir, el “Euribor + algo”) sino que revierte en beneficios privados del intermediario (en este caso, de la banca comercial). ¿Es imprescindible la figura de los intermediarios financieros? Sobre el precio del dinero, el libro de texto apenas dice nada. Solo 2 o 3 páginas sobre lo esencial de los tipos de interés. Pero relacionemos las cosas. Si el sistema monetario está tan ESENCIALMENTE basado en la deuda, el tipo de interés (o precio del dinero) no tiene poca importancia, ya que todos los créditos concedidos conllevan, como coste asociado, un interés. Todos conocemos esto: el típico Euribor “+ algo” que acompaña “felizmente” a tu hipoteca el día que la firmas en el banco. Es el precio a pagar por el crédito que se te concede. ¿Pero quién te lo concede? El banco comercial. Pero éste no te lo concede si no tiene margen de maniobra para hacerlo; es decir, si el BC no emite “dinero-base” suficiente como para que a ti te “toque” parte del pastel en la expansión del crédito y el reparto de la creación de dinero subsiguiente aplicando el método fraccionario. En última instancia, cierto es que el banco comercial (es decir, la Caixa, BBVA, Santander, etc…) es quien decide a quién le presta el dinero de que

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dispone en base a criterios propios de rentabilidad: se decide si eres un cliente en quien se puede confiar que devolverá el dinero. Para esto están los departamentos de “Riesgos” de los bancos, que evalúan eso precisamente: el riesgo que el banco asume al prestar el dinero. Si no eres un cliente con solvencia demostrable, puede que no te concedan el préstamo. ¿Por qué hace este análisis de riesgo el banco? Porque de ello depende su propia rentabilidad: el cobro de los intereses que se aplicarán junto a la concesión del crédito. Y ahora la cuestión es: el dinero de tu préstamo se materializa por la emisión de dinero por parte del BC (y su subsiguiente expansión automática mediante el sistema fraccionario hasta límites prefijados); no sólo tu dinero, sino TODO el dinero circulante ha sido emitido sistemáticamente en base a créditos concedidos a solicitantes de DEUDA. Pero no solamente tienes que devolver el dinero de la deuda, sino que además estarás obligado a reunir más dinero del que has recibido “prestado”: se trata del pago de los intereses, que es el precio que te pretende cobrar el banco por la concesión del crédito (por “dejarte” el dinero). Pero la realidad es que no hay dinero para pagar los intereses. Porque el BC “fabrica” dinero en base a créditos solicitados, pero no emite el dinero que correspondería a los intereses. De modo que si consigues pagar tu deuda, ten por seguro que ha sido recogiendo dinero en circulación que virtualmente correspondería al potencial pago de otras deudas. Dicho de otro modo, si mañana el BC dijese: “todo el mundo a pagar sus créditos YA”, no habría dinero suficiente para hacerlo…de modo que más te conviene, si estás endeudado, que el proceso siga y nuevos deudores aparezcan engrosando con ello cada vez más la cantidad de dinero circulante, porque de lo contrario te puede “pillar el tren”. Esto es una falla sistémica en nuestro sistema monetario y crediticio. Se aprecia claramente cuando se entiende que ello conlleva una necesidad de crecimiento perpetuo de nuevas deudas y de emisión de nueva moneda: de lo contrario, no podrían afrontarse los pagos del “precio del dinero” (los intereses). Esa es la causa de la inflación (causada por crecimiento incesante de la cantidad de dinero circulante), y es sistémica: lo genera la existencia de los intereses, con el subsiguiente aumento continuado de la masa monetaria por la continua emisión de nuevo dinero para satisfacer la solicitud de nueva deuda posibilitándose así el pago de los intereses asumidos en el pasado, pero al mismo tiempo generando nuevos intereses para el futuro…y creándose una inercia imparable. La inflación es el índice que expresa la pérdida de valor del dinero: cuando hay mucho de algo ese algo pierde valor. A más dinero, menos vale el dinero. Así, si la cantidad de deudas canceladas es mayor que la cantidad de nuevas deudas creadas, el desastre asoma. Si ninguna nueva deuda es creada, y la sociedad se limita a ir pagando las deudas, la catástrofe aparece: no hay dinero para pagar las deudas…y las deudas tendrán que ser saldadas con la ejecución de los avales.

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H/ CONCLUSIÓN Hasta aquí incluso habría quien diría que el sistema es bueno: con no dejar de expandirse se solventaría el problema. Siendo el cometido de este informe puramente analítico no corresponde debatir aquí si eso sería sostenible o no, deseable o no. Entendemos que ahí hay otras cuestiones no puramente económicas implicadas (concepciones diferentes de modos de vida, opciones vitales, valores e ideologías). Y ciertamente es un debate necesario. No obstante, creemos demostrada la siguiente conclusión. Hay por tanto, un flujo constante de riqueza real que va de los ciudadanos a los bancos (especialmente en época de crisis, donde, además del pago regular de los intereses asociados a las amortizaciones de los créditos en curso, la cancelación de las deudas puede suponer en muchos casos la ejecución de los avales, con el consiguiente embargo de los bienes presentados como garantías a los préstamos): el dinero que los bancos “prestan” no existe previamente, siendo creado “de la nada” como si fuera “por decreto” (en cierto modo, así es, por la potestad concedida en exclusiva al BC para crear el dinero de curso legal) mediante el artificio conceptual-ideológico de considerar la DEUDA asumida como un VALOR, un activo; ahora bien, esta deuda, en realidad, SE CONSIDERA UN VALOR SOLO PARA EL QUE RECIBE EL TITULO FINANCIERO DE DEUDA (los bancos, que luego pueden comerciar con esos “productos financieros” en el mercado interbancario) PERO NO PARA EL QUE LO SUSTENTA CON SU FIRMA Y COMPROMISO (por ello se le exigen además garantías de riqueza real: bienes materiales, para avalar una cantidad de dinero que NO POSEÍA NADIE antes de que el crédito fuese solicitado, concedido, firmado y asumido); y esto queda sustentado mediante la concesión de la prerrogativa monopolística de creación del único dinero de curso legal a una institución determinada (el BC), jurídicamente independiente y con competencias sobre la economía de la nación (dirigiendo la política monetaria, la cual es esencial en el conjunto de una economía). En este sentido, una escena de la película “el concursante” ilustra bien este flujo continuo de la riqueza real de los ciudadanos hacia los bancos (bancos comerciales, BC… ¿y BIS?). Puede visionarse en “youtube”: http://es.youtube.com/watch?v=ezcWNpU1HGA. Hay un error y una imprecisión en la explicación que se da en esta secuencia cinematográfica, cosa que no quita el acertado planteamiento del “flujo de riqueza” hacia el sistema bancario. Y es que el banco ni siquiera tiene el dinero que “presta”...como ha quedado demostrado en este informe. También es cierto que simplifica la realidad, ya que es posible que los endeudados vayan cancelando sus deudas gracias a la masa monetaria puesta en circulación en base a la asunción de nuevas deudas de nuevos deudores (como ya hemos analizado anteriormente) siempre que “la música no pare”, es decir, siempre que la expansión monetaria no se detenga permitiendo así la constante cancelación de deudas gracias a la constante creación de dinero mediante la creación de más nuevas deudas; cosa que implica, por el otro lado, continuidad y expansión en el flujo de riqueza real de los ciudadanos al sistema bancario. Pero esta simplificación, quizá por exigencias de guión, es un recurso acertado para poder evidenciar rápida y eficazmente la esencia del mecanismo mediante el cual acontece el citado “flujo de riqueza”.

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I/ NOTAS (1)

(página 3) http://www.uned.es/dpto-analisiseconomico2/fichprof/mochon/mochon.html Extracto del currículum profesional de D. Francisco Mochón Morcillo, autor del libro de texto de economía de bachillerato “Economía. Bachillerato” de la editorial McGraw Hill: • • • •

Asesor económico del Ministerio de Economía y Hacienda Director General de Política financiera en el gobierno autonómico andaluz Director General de Finanzas y Control Presupuestario (C.F.O.) del grupo Telefónica. En la actualidad es miembro del Consejo de administración de diversas empresas, especialmente en el Sector de las Tecnologías de la Información. También en http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Moch%C3%B3n_Morcillo.

Más bibliografía de D. Francisco Mochón Morcillo en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=89947 (2)

(página 4)

El gobernador y subgobernador del BC es electo de forma indirectamente democrática. (http://es.wikipedia.org/wiki/Banco_de_Espa%C3%B1a). Extractos: “El Gobernador del Banco de España será nombrado por el Presidente del Gobierno, entre quienes sean españoles y tengan reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios.” “El Subgobernador será designado por el Gobierno, a propuesta del Gobernador, y deberá reunir sus mismas condiciones.” “Los seis Consejeros serán designados por el Gobierno, a propuesta del Ministro de Economía y Hacienda, oído el Gobernador del Banco de España. Deberán ser españoles, con reconocida competencia en el campo de la economía o el derecho.”

Pero la intervención gubernamental no va más allá de la mera designación y nombramiento de los cargos, ya que: • en el Consejo de Gobierno del BC, solamente tienen voto los integrantes de la Comisión Ejecutiva (el Gobernador, que actuará como Presidente, el Subgobernador y dos de los seis Consejeros). Se les concede voz pero no voto, al resto de consejeros, al Director general del Tesoro y Política Financiera, al Vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y a los directores generales del BC. • “el Ministro de Economía y Hacienda o el Secretario de Estado de Economía podrán asistir, con voz y sin voto, a las reuniones del Consejo cuando lo juzguen preciso a la vista de la especial trascendencia de las materias que vayan a considerarse. También

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podrán someter una moción a la deliberación del Consejo de Gobierno.”, tal como podemos leer en la web. (3)

(página 5)

La Wikipedia corrobora toda esta información, en su entrada “banco de España” (http://es.wikipedia.org/wiki/Banco_de_Espa%C3%B1a ). Extracto: “El Banco de España es el banco central de España. Es una entidad de Derecho público con personalidad jurídica propia y plena capacidad pública y privada. En el desarrollo de su actividad y para el cumplimiento de sus fines actúa con autonomía respecto a la Administración General del Estado. El Banco de España es parte integrante del Sistema Europeo de Bancos Centrales y por tanto está sometido a las disposiciones del Tratado de la Comunidad Europea y a los Estatutos del SEBC.” (4)

(página 5)

Esto es así porque se arguye lo siguiente: “La autonomía del Banco Central es un tema que promueve el FMI (Fondo Monetario Internacional) desde hace mucho tiempo. Se busca darle independencia con respecto a la política y a los gobiernos electos democráticamente, que podrían usar al Banco Central con fines políticoelectorales en detrimento de una economía sana, con estabilidad financiera y económica. Uno de los principales temores es el financiamiento del Presupuesto Nacional por la vía de préstamos otorgados por el Banco Central, que podría repercutir en procesos inflacionarios.”

(Extraído de http://www.depolitica.com.uy/portal2/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=565 , del economista Alberto Couriel, senador en Uruguay)

Dado que se aprecia una contradicción lógica en este planteamiento ideológico, vamos a analizarla (de lo contrario, lo ignoraríamos en este informe). Dicho de otro modo, se cree aconsejable independizar el poder monetario, crediticio y bancario de los gobiernos para que éstos no hagan un mal uso de él. Bueno, esto es tan increíblemente fácil de rebatir que resulta aterrador cómo tanta gente puede estar de acuerdo en ello. Siguiendo ese razonamiento, la educación también debería estar sujeto a un poder independiente del gobierno porque éste podría manipularla a sus intereses; y lo mismo con la sanidad y todo lo demás…Este planteamiento presupone la maldad del gobierno (pero no explica por qué la presupone solamente en lo relativo al aspecto monetario); por tanto, siguiendo el mismo principio de prudencia, al gobierno no debería dejársele nada bajo su competencia, ya que el gobierno sería un monstruo potencialmente tan maligno que no es digno de ninguna confianza…y por tanto debería deducirse que la democracia no podría confiar en un gobierno. Este proceso lógico de reducción al absurdo revela el error: entonces, ¿por qué y para qué se elige un gobierno en los sistemas democráticos? Se supone que el gobierno es libremente elegido por el pueblo para que administre sus asuntos con la confianza temporal del conjunto mayoritario de los ciudadanos, y si no cumple con las expectativas el propio sistema democrático posibilita un cambio de gobierno. Si la política monetaria, crediticia y bancaria llevada a cabo por un gobierno no fuese buena (así como el resto de políticas en el resto de ámbitos de interés nacional bajo la potestad gubernamental), éste sería sometido a correctivo en las elecciones democráticas, además de a través de la opinión pública. Por otra parte, para evitar el “principal temor del financiamiento del Presupuesto Nacional por la vía de préstamos otorgados por el Banco Central” nada más fácil que aprobar una ley al respecto (para ese tipo de cosas están las leyes, así como la

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separación de poderes institucionales que permite el control mutuo entre el poder ejecutivo, legislativo y jurídico… ¿no?), una ley del tipo: “el gobierno no puede recibir préstamos del banco central por muy nacionalizado que esté” o bien “el permiso para la concesión de este tipo de préstamos quedará única y exclusivamente bajo la decisión y competencia de X”, donde X pudiera ser un organismo independiente a modo de comisión formada a tal efecto, o cualquier otra solución (que a buen seguro las habría mejores todavía); éstas leyes cumplirían el mismo propósito que el FMI pretende con su argumento de defensa de un BC independiente, evitando los defectos que esto acarrea. [Un teórico económico como Mises, que mantiene la creencia que criticamos (el supuesto inevitable peligro de supeditar el banco central al gobierno), es al menos coherente y aboga por la eliminación de todo Banco Central: “Mises, además, defiende en esta obra la abolición del banco central, indicando que, mientras exista esta institución, aunque se prohíba de manera estricta la nueva emisión de medios fiduciarios (billetes y depósitos), el sistema siempre estará sometido al peligro de que las dificultades presupuestarias «de emergencia» sean utilizadas para justificar políticamente la emisión de nuevos medios fiduciarios con el objetivo de ayudar a la financiación de las necesidades del Estado.” Extraído de http://www.hayek.org.ar/new/images/fotos/Huerta02cap_IX.pdf

Pero no es nuestra intención ni nuestro cometido adentrarnos en la disquisición de si debería haber banco central o no, o de si éste debería ser público o no.] Para defender, coherentemente con los valores democráticos, la independencia del poder monetario, crediticio y bancario debería defenderse la independencia de un poder centrado en la educación, de otro poder centrado en la sanidad, otro en las infraestructuras, etc. Y todos ellos, por supuesto, deberían ser elegidos democráticamente en elecciones específicas. Pero este planteamiento no se hace por quienes defienden independencia en el poder monetario. En vez de eso, se intenta justificar la necesidad de un poder no democrático dentro de un sistema democrático argumentando una presupuesta tendencia de todo gobierno a ser un mal administrador del sistema monetario y crediticio. Esto atenta contra el auténtico espíritu de las democracias actuales; es incompatible con los principios democráticos. (Si la democracia es el sistema mejor y deseable es una disquisición que también cae fuera de nuestro cometido en este informe; tan solo constatamos la contradicción del actual sistema). Por otro lado, parece que esos poderes financieros independientes no son tan buenos o mejores necesariamente, tal como el FMI quiere hacernos creer. Así se ha comprobado con las actuales (año 2009) consecuencias de crisis global generada, si no total al menos parcialmente, por la política crediticia del ex-presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América del Norte, Alan Greenspan. (5)

(página 5) Esta labor la desarrollan personas, expertos. Los gobiernos emplean a expertos para desarrollar y aplicar sus políticas; entonces, bien podrían los gobiernos emplear directamente también a esos expertos económicos para desarrollar su tarea. (5)

(página 11) Personas o empresas pueden obtener dinero por especulación financiera en bolsa, o por rendimientos de diferentes tipos de inversión, pero esto es un estadio posterior en la lógica de la cadena “creación monetaria-ganancia monetaria”, ya que es

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una actividad basada en la riqueza ya creada (son actividades no productivas o secundarias: serían imposibles si no estuviesen basadas sobre actividades productivas de riqueza o valor, o sobre riquezas o valores en sí mismos – humanos o materiales –; y si producen valor o riqueza, no es del mismo tipo que las ya comentadas ni en el mismo sentido: quizá no creen nada, sino que acumulen y concentren representación de valor sobre la riqueza creada por otros; esto se llamaría “especulación”). (7)

(página 22)

“Economía. Bachillerato”, D. Francisco Mochón Morcillo; editorial McGrawHill

Este cuadro pretende comparar la situación monetaria en la época medieval de los orfebres con la actualidad. Pero, según la lógica del sistema expuesto por el propio libro del Sr. Mochón, la comparación es inexacta. Establece un paralelismo entre, por un lado, el excedente de billetes con respecto a su contrapartida en oro del medioevo con, por otro lado, el actual excedente de dinero contabilizado en anotaciones contables “a la vista” (en cuentas corrientes o cuentas de depósitos bancarios) con respecto a la cantidad de dinero físico circulante. Podría servir como analogía laxa, pero es inexacta en términos comparativos, ya que: - Si bien el oro era el respaldo de los billetes, ahora los billetes y monedas no son el respaldo de los depósitos bancarios (así, el paralelismo queda falseado). - Si bien el oro era el activo que respaldaba (fraudulentamente, de hecho, por ser inferior a la cantidad de valor representado en los billetes emitidos) los billetes circulantes, ahora ni los billetes y monedas ni los depósitos bancarios son considerados “activos”. - Que la cantidad de dinero circulante sea menor que la cantidad de dinero contabilizado (y por tanto, en cierto modo, emitido) no representa, ni de lejos, el mismo problema que en el medioevo suponía que las reservas de oro fuesen menores que los billetes supuestamente respaldados. La emisión física de dinero es tan sencilla como imprimir billetes o fabricar monedas, siendo, a fin de cuentas, prácticamente igual de virtual el valor de un billete que el de una anotación contable en una cuenta bancaria. Teóricamente, hoy en día, existe una identidad contable estricta entre activo y pasivo, es decir, entre valor del dinero (títulos financieros de deuda) y representación del valor (billete, moneda y anotación contable), cosa que no sucedía en la edad media.

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J/ DOCUMENTACIÓN RELACIONADA

- Web de D. Jesús Huerta Soto, Catedrático de Economía Política de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid http://www.jesushuertadesoto.com/madre2.ht Del conjunto de contenidos de esta interesantísima web, destaca por su relación con el objeto de este informe: • Sección “más artículos”, artículo “banca” • Sección “Libros”, entrada “dinero” - Documental: “El dinero es deuda” http://video.google.com/videoplay?docid=-2882126416932219790 - “El mito de los bancos centrales”: recorrido histórico sobre la génesis del banco central de los Estados Unidos de América: http://tirardelamanta.blogspot.com/2007/12/en-preparacin-el-mito-de-la-religin.html - “Quiero la tierra más un 5%”: breve narración alegórica que trata de reflejar la realidad sistémica socio-político-económica. file:///D:/proyecto%20matriz/ECONOMIA/Quiero_la_Tierra_Mas_El_5%25.htm - Documentales “Zeitgest”: • Zeitgest 1 (primera parte): •

http://video.google.com/videoplay?docid=8883910961351786332

Zeitgest 2 (segunda parte) http://video.google.es/videosearch?q=zeitgest&hl=es&sitesearch=#q=zeitgeist %20addendum%20espa%C3%B1ol&hl=es&emb=0&dur=3

- Documental “Masters of the Money” (en ingles) http://video.google.com/videoplay?docid=-515319560256183936 - Sobre la Reserva Federal de los Estados Unidos de América http://www.luisprada.com/Protected/la_reserva_federal.htm - La película “El concursante”, del director Rodrigo Cortés, trata contextualmente el sistema bancario. http://www.cinegratis.net/index.php?module=player&id=3503&title=El+Concursan te+(2007)

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