RESEÑA CRISIS FINANCIERA DE 2008, EL COSTO DE LA AVARICIA
La Gran Apuesta (The Big Short) Adam McKay; Cate Hardman 11 de Diciembre de 2015 (USA) 2 horas 11 minutos “Basada en una historia real” Actualmente, nos encontramos en un auge económico en el cual se habla de millones de dólares como si fueran cualquier cosa. Se dan las transacciones de dinero y papeles financieros como apuestas, no como oportunidades que permiten facilitar la prosperidad. Existen grandes agentes como los corredores de bolsa, los bancos o comisionistas que facilitan las transacciones con el objetivo de aprovechar las debilidades de los sistemas y lucrarse del mismo. Esta película de Adam McKay & Cate Hardman, nos muestra cómo la crisis financiera que se dio en los años 2007 - 2010 a causa de una burbuja inmobiliaria que afectó la economía mundial. Dicha burbuja se dio básicamente por las negociaciones altamente especulativas en el mercado de viviendas, ya que estos se dedicaban a ofrecer valores que eran respaldados por activos o por hipotecas, es decir, ofrecían bonos hipotecarios que eran prestamos de alto riesgo pero que eran extremadamente rentables para los bancos y que gracias a esto los bancos obtenían ganancias de millones de dólares. A estas hipotecas de alto riesgo que se mencionó anteriormente se les llama subprime y son otorgadas principalmente a personas con un historial crediticio dudoso, es por ello que los intereses son mayores. Y es que el problema no radicaba en ofrecer este tipo de hipotecas, el problema era que todas las entidades financieras las ofrecían y no escatimaban en el número de personas a quienes se las otorgaban, solo se dedicaron a dar créditos a cualquier persona que los requiriera incluso Grafico 1. El “Subprime” en EE UU Sobre el total de hipotecas. Fuente: El País (2007)
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RESEÑA sin hacer estudios de crediticos ni verificaciones a quienes solicitaban el crédito. Ante esto, se generó una euforia al permitir que las personas adquieran propiedades sin límite y sin capacidad real de pagar por ella, a base de préstamos que se respaldaban por hipotecas sobre el bien que se adquiere. Dichas hipotecas eran objeto de negocios y transacciones en mercados secundarios, sobre los cuales se generan inversiones de gran rentabilidad y en apariencia, de bajo riesgo, estando respaldadas por bienes reales. Solo que eventualmente los compradores de las viviendas no podrán pagar por ello, lo que generó una crisis y quiebra de los bancos y de inversionistas. Los bancos no solo ofrecían bonos hipotecarios, también ofrecían otros productos que se popularizaron tras la crisis de 2008. Los Credit Default Swaps (CDS) y los Collateralized Debt Obligation1 (CDO); los CDS son productos financieros que permiten asegurar el riesgo de crédito de los bonos emitidos por los estados o las empresas. Es decir, son una especie de seguro que protege a su propietario ante el riesgo de impago de un préstamo o de la compra de otro producto financiero. Los CDO son otro producto financiero. Durante la burbuja los bancos de inversión usaron los CDO para mezclar hipotecas de muy baja calidad con deudas de menor riesgo y, en base a esta combinación, las agencias de calificación de riesgo solían otorgarle una buena nota (EL MUNDO, 2016). Pero el problema no solo recaía sobre los banqueros e inversores, tras todo esto también estaban involucradas las calificadoras de riesgo que se dedicaban a vender calificaciones por tarifas como fue el caso de Standard & Poor’s que nunca preveo que Lehman Brothers estaba en quiebra y por el contrario la nota que le otorgaba era de A+1, de grado de inversión. Pero tras su caída, se apresuró a rebajarla bruscamente hasta “D”. Así como S&P hubieron muchas otras calificadoras de riesgo que se dedicaron a otorgar altas calificaciones a estos bancos e inversionistas sin darse cuenta que lo que hacían era llevarlos a la quiebra. Otro aspecto que también impulso el crecimiento de las inversiones inmobiliarias fue la burbuja tecnológica que se reventó en 2001, lo que trajo consigo que los inversores volcaran a al mercado inmobiliario, que tradicionalmente era visto como las inversiones más seguras. Aunque el mercado aportaba grandes beneficios a los inversores, y contribuyó a una elevación de precios de los bienes inmuebles, y, por lo tanto de la deuda.
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En español, Obligaciones de Deuda Garantizada
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RESEÑA Sin embargo, unas pocas personas anticiparon que el mercado de las hipotecas que supuestamente era muy rentable colapsaría y las personas empezarían a dejar de pagar sus créditos y el valor de dichos bonos empezaría a decaer. Ante ello, estas personas tomaron medidas como apostar en contra del mercado inmobiliario y compraban bonos de categorías AAA, AA, BB, BBB, entre otros; a estas apuestas contra el mercado inmobiliario se le conoce como permutas para hipoteca. Aunque tenían razón acerca del colapso del sistema financiero, estas personas tuvieron pérdidas aterradoras en un principio, perdidas que llegaron al -197% y más; pero cuando toda la crisis hipotecaria se dio obtuvieron ganancias hasta del 489% sobre su inversión. Para el año 2004 el escenario empieza a cambiar, cuando la reservaba federal empieza a subir las tasas para controlar la inflación. De una tasa del 1% en el 2004 a una tasa superior al 5% en 2006. En 2005, los precios de las viviendas en algunas regiones de los Estados Unidos empiezan a caer y la burbuja inmobiliaria empieza a desinflarse. Todo esto hace aumentar el índice de impago, que para 2006 ya la crisis inmobiliaria había llegado a la bolsa, lo que causo que el índice bursátil de la construcción callera un 40% ese año. A mediados de 2007, el mercado comenzó a darse cuenta que las entidades bancarias y los grandes fondos de inversión tenían comprometidos sus activos en hipotecas de alto riesgo. Lo que genero el estallido inminente de la burbuja y provoco la mayor depresión desde la II Guerra Mundial. Lastimosamente cuando todo se calmó del colapso, 5 billones de dólares en dinero de pensiones, ahorros y bonos desaparecieron. 8 millones de personas perdieron sus trabajos, 6 millones perdieron sus hogares y estas fueron solo cifras de Estados Unidos.
Con la
desaceleración de la economía y el aumento de la inflación subieron las tasas intereses, de 3% anual pasaron a 6% y 7%. En el 2006 un préstamo de 100.000 dólares, a 30 años, generaba un pago de 425 dólares mensuales. Con la crisis y una tasa de 6 por ciento, este mismo préstamo requiere una cuota mensual de 605 dólares. Como consecuencia del alza en las tasas de interés y el freno en la economía, durante 2007 se frenó la demanda por vivienda y la valorización cayó. Al presentarse problemas en los pagos, muchos bancos tuvieron que recibir las viviendas como dación en pago y volver a revenderlas a un precio menor, lo que generó desvalorización. Y como la cartera hipotecaria se volvió morosa y los bancos tuvieron que provisionar recursos para compensar las pérdidas. Todo esto habría podido evitarse si el sistema financiero no hubiese ignorado las advertencias y tomado medidas de riesgo ante posibles contingencias como esta. La falta de
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RESEÑA regulación financiera, de gestión de los gobiernos y de entendimiento del sistema financiero por parte de los diseñadores de políticas también ayudo a que todo esto se causara.
Referencias BBC Mundo (2011), “La crisis financiera de 2008 en Estados Unidos `habría podido evitarse´”, BBC Mundo, enero 27. Consultado el 17 de mayo de 2018. Hernandez, María (2016), “La crisis financiera, término a término”, El Mundo, enero 15. Consultado el 17 de mayo de 2018. Pozzi, Sandro (2007), “Hipotecas subprime: La crisis con la que empezó todo”, El País, agosto 6. Consultado el 17 de mayo de 2018.
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