Jordi Salvat

  • December 2019
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Jordi Salvat Coromines Jordi Salvat Coromines va néixer a Mèxic Districte Federal, de pares catalans. Els seus pares eren Francesc Salvat Pons i Antònia Coromines Muntaner. Ambdós estaven afiliats a Acció Catalana i va anar en les activitats del partit on es van conèixer. Francesc va treballar en l'empresa Uralita i estava sindicalitzat. A l'inici de la guerra l'empresa va ser col·lectivitzada pels treballadors. Francesc es va enrolar a l'exèrcit incorporant-se al cos jurídic. Després de la derrota va creuar la frontera i com tenia contactes amb les empreses clients de Uralita a França no va tenir problemes per a trobar treball. La seva mare Antònia va sortir a França amb la seva germana i es van trobar tots en Toulouse i finalment es van embarcar cap a Mèxic en el Mexique. Jordi va estudiar a l'Academia Hispano Mexicana, i va decidir residir a Barcelona 1969. Jordi Salvat Coromines nació en México Distrito Federal, de padres catalanes. Sus padres eran Francesc Salvat Pons y Antònia Coromines Muntaner. Ambos estaban afiliados a Acció Catalana y fue en las actividades del partido donde se conocieron. Francesc trabajó en la empresa Uralita y estaba sindicalizado. Al inicio de la guerra la empresa fue colectivizada por los trabajadores. Francesc se enroló en el ejército incorporándose al cuerpo jurídico. Tras la derrota cruzó la frontera y como tenía contactos con las empresas clientes de Uralita en Francia no tuvo problemas para encontrar trabajo. Su madre Antònia salió a Francia con su hermana y se encontraron todos en Toulouse y finalmente se embarcaron hacia México en el Mexique. Jordi estudió en la Academia Hispano Mexicana, y decidió residir en Barcelona 1969.

Entrevista ¿Cómo se llaman tus padres, tus hermanos? Mi padre era Francesc Salvat Pons y mi madre Antonia Coromines Muntaner, ambos eran del casco antiguo de Barcelona. Tenía una hermana que murió hace unos años,

Carmen Salvat Coromines, ella nació en el 29 o sea que ellos se debieron casar en el 28 o algo así. Mi hermana me llevaba 10 años y por eso creo que fui un poco accidente familiar. Yo nací en México, mis padres llegaron a México a mediados del 39 y yo nací en diciembre, o sea que yo entré de contrabando digamos. Da la sensación de que fui el producto de un encuentro muy feliz, porque mi padre cruzó la frontera por un lado con el ejército y mi madre con un grupo de refugiadas, o sea que si hubiera sido por mis padres yo creo que no hubieran venido por mí en esa época y en estas circunstancias, pero bueno mira, no salió mal. ¿Tus padres te explicaban cosas de la guerra? Digamos, era una cuestión cotidiana saber lo que pasaba. Cotidiano no, pero vaya era normal, no era hacer de ello ni una cosa sensacionalista ni ocultarlo. En general de la guerra, poco, mi padre se presentó para la guerra porque él quería colaborar, entonces estuvo conduciendo camiones allí por el Tibidabo, pero eran camiones muy grandes y como él era muy pequeño dijeron que no servía para el cargo. Más adelante se volvió a presentar como voluntario y entonces entró en el cuerpo jurídico y ahí sí, fue tirando hacia arriba. carnet UNAM Mi padre atravesó la frontera como militar del cuerpo jurídico del ejército. Tengo unas memorias escritas por él, no están publicadas pero son muy agradables, muy divertidas pese a las circunstancias, son sobre la guerra, de poco antes de que se enrolara hasta la llegada a México. ¿Tu padre estuvo en un campo de concentración? No, mi padre tuvo suerte de trabajar en la empresa Uralita, fue muy fiel a la empresa, estaba sindicalizado, era una especie de sindicato de empleados más que obrero y esto casi le salvó la vida, porque cuando se estaban incautando empresas, él en la asamblea participó a favor de mantener el status que tenía la empresa. Cuando empezó la guerra lo dejó todo, se enroló en el ejército y entonces cruzó la frontera, pasó a Francia, me parece que a Toulouse y siguió en contacto con los propietarios de Uralita. Ellos le dijeron que siempre lo habían considerado un empleado modelo, que había trabajado mucho por la empresa y que por lo tanto mientras él siguiera en Francia, seguiría cobrando. Entonces digamos, tuvo la suerte de no estar en campos con refugiados y tal, sino que pudo pagarse un hotel. Me puedes contar la historia de tus papás brevemente durante la guerra. Ambos eran miembros de Acción Catalana, los dos militaban más o menos activamente, mi padre a lo mejor más activamente que mi madre, por la época mi madre era una ama

de casa y mi padre trabajaba. ¿Dónde estaban cuando la guerra? Mi madre cuando la guerra estaba en Barcelona, se ve que tenían unos amigos en Sant Boi y el último tiempo lo vivieron ahí para evitar los bombardeos porque vivían aquí en paseo San Juan y era una zona muy bombardeada porque había fábricas. Entonces en esa época se fueron a vivir a Sant Boi y de ahí sale mi madre, salió por Francia con mi hermana y se encontraron en Toulouse con mi padre. ¿Tu mamá tampoco estuvo en campo de concentración? No porque cuando se encontraron ya podían vivir del dinero que recibían, estaban en un hotel. Y yo supongo que de la euforia del encuentro es que yo nací porque con lo responsables que eran mis padres no puedo creer que ellos en ese momento decidieran tener un hijo en esa situación, en este sentido soy una carambola. Jordi con Heidi Burgués ¿La familia de tu padre y la familia de tu madre también era gente que estaba por la República? Sí también era gente que estaba por la República pero que no estaban activos. Mi padre tenía un hermano mayor que en la Primera Guerra Mundial se alistó en el ejército inglés y murió en un barco que había desaparecido, se dio por muerto. ¿Sabes cómo se fueron a México? Mi padre era ético exagerado porque podía haber alargado su estancia en Francia, él iba cobrando de la empresa Uralita, pero dijo que en cuanto pudiera se marcharía y así fue. Se apuntaba a todas las listas y al final se apuntó en el Mexique y en él se fueron, mis padres y mi hermana. Al llegar a México tuvo la suerte de que sabían que iba en ese barco y lo contrató un equivalente a Uralita en México que era Techo Eterno Eureka, entonces afortunadamente pudimos sobrevivir bastante bien el exilio porque él tuvo trabajo sólo llegar.

¿Tu padre en México seguía teniendo contactos políticos o sindicales? Hacía algo de subversión digamos, porque cuando salían en México noticias de cosas que pasaban en Cataluña o bien en Barcelona, y que obviamente pues aquí no se publicaban, entonces con sobres comerciales de distintas empresas que tenía y con un listín de teléfonos de Barcelona, que había conseguido no sé de dónde y sin conocer a nadie, les iba mandando a gente de aquí información para que supieran lo que estaba pasando. ¿Cómo viviste el exilio de tus padres? Tanto mi padre como mi madre tenían una gran añoranza de Cataluña, lo más triste y una de las cosas que más castigo puede ser es tenerte que ir de tu país porque quieres a tu país. O sea todos. No, digamos hay gente que se fue por motivos ideológicos, por ser anarquista, que dijeron “nos van a matar, pues nos vamos”, pero su ideología es el anarquismo, lo mismo los comunistas, “yo soy comunista y pues me voy porque si no me matan”. Academia Hispano Mexicana Esto también es un castigo, pero el vivirlo como mi padre, es que, a ver, ¿mi padre por qué se tuvo que ir? Porque era un catalanista de hueso colorado y mi madre también. Entonces, por el hecho de querer mucho a tu país tienes que salir de tu país, eso es un doble castigo. Así lo he interpretado yo y así es como yo lo viví en casa. Decíamos al año que viene pues volvemos a Cataluña, y eso constantemente, nunca se le ocurrió a nadie de la familia comprar una casa, ni un piso. “¡Hombre, si nos vamos al año que viene! ¡¿Qué se va a comprar?!”. ¿Tu padre estaba relacionado con otras personas, en cuestión política, de política catalana? Mi padre siempre, no paró. Bueno en Acción Catalana no sé qué cargo ocupaba, alguna influencia debía tener porque en la época del final de la República, cuando trabajaba en Uralita, otra cosa que él hacia, es que cuando sabían que iba un piquete de la FAI a buscar a no sé quien para llevarlo a la Arrabasada y matarlo, él se enteraba, no sé cómo e iba con un grupo de Mossos de Escuadra, se adelantaba y les decían que ese tipo estaba detenido, que era un delincuente y tal, y de esta manera los rescataba ¿no? ¿Qué

cargo ocupaba para poder hacer eso? No lo sé. Ya en el barco formó parte de un Comité, se creó un Comité en el Mexique y él participó. En México, la comunidad catalana recibía a los exiliados, digamos cosa que no sucedió con los vascos que tuvieron que crear el Centro Vasco, entonces había el Centro Vasco y el Círculo Vasco, pero en México el Orfeó Català se creó con catalanes que ya existían desde principios de siglo y cuando llegaron los refugiados, los absorbieron dentro. Entonces mi padre automáticamente fue secretario del Orfeó Català, toda la vida. El Orfeó Català funcionaba como una federación, había una junta central que era por elección, obviamente y después había una serie de secciones. Nosotros vivíamos con mi familia del Orfeó a la casa, cantábamos en el Orfeó, mi madre fue ayudante del director, después tocaba el piano, en fin, ya te puedes imaginar, era el ensayo el martes, otro el miércoles, la junta del jueves. Entonces cuando yo tuve la edad, también formé parte de la Junta, fui secretario de la dirección, desde los 17 años hasta los 30. Los padres y la hermana de Jordi ¿A qué edad llegaste a España? Yo aquí llegue en el 70, con 30 años. ¿Te viniste con tus padres o solo? Por partes, bueno aquí hay una desgracia muy triste, mi madre vino varias veces, en el 61 vine yo con ella fue la primera vez que vine, luego en el 65 volví a venir con ella. A mi madre había quien le decía “tú lo que quieres es ir a morir a Barcelona”, y ella decía “a mí me da lo mismo morir donde sea, que me entierren aquí o allí ya estoy muerta, lo que yo quiero es ir a vivir a Barcelona. No quiero venir de viejita y estar sentadita mirando por la ventana”. Y así fue, en el año 68 decidieron venir y en una de las cenas de despedida que les hicieron -que fue increíble la cantidad de gente que fue porque habían participado en todo-, le dio una embolia y se quedo parapléjica y entonces vino para estar sentada tras la ventana, la pobre. Ellos vinieron en el 69 porque hubo todo un tiempo de meditación y yo vine en el 70. Ya fui el último de la familia.

¿A qué escuela fuiste? Desde tercero de primaria hasta que entré a la Universidad fui en el Academia Hispano Mexicana, que tenía un gran director de secundaria, que para mí fue un ejemplo de lo que debe ser un profesor. Y después entré a la Facultad de Ingeniería a estudiar Ingeniería Civil.

La abuela de Ángel y la madre de Jordi, Antonia ¿La escuela seguía siendo un ambiente de refugiados? Yo nunca me sentí -a lo mejor visto a la distancia sí-, pero yo nunca me sentí en un gueto, siempre me sentí mexicano pero claro, todas las noches iba al Orfeó Català. También tenía amigos mexicanos, en aquella época todavía se podía jugar en la calle, nunca hubo discriminación y si alguna vez la hubo, fue una discriminación en positivo. ¿Cómo veías tú a los mexicanos y cómo ellos te veían a ti? Digamos que yo siempre me sentí igual a ellos, nunca me sentí diferente, ni me sentí en un gueto. Solamente me pasó una vez que trataron mal a mi madre, en un autobús, entonces íbamos sentados y se suben unas señoras mexicanas, mexicanas y se sientan al lado de mi madre y mi madre se apartó un poco para que cupieran mejor y la mujer yo

creo que sintió como si ella tuviera asco o algo y entonces con mucho despecho le dijo “refugiada”. Esa es la única vez, en 30 años, que he sentido algo en contra de mi familia, pero nunca me sentí mal por ser hijo de refugiados nunca y nunca lo oculté. ¿Tú en tus años universitarios tenías alguna participación de tipo político? No, no, en la universidad estuve en la sociedad de alumnos y en la Academia también estuve un par de años en la sociedad de alumnos. ¿Por qué decidiste volver Barcelona o a Cataluña?

a

Me ganaba bien la vida, ganaba un buen dinero y me podía permitir por ejemplo cambiar de coche cada dos años, estaba soltero o podía venir a Barcelona cuando quisiera, pero ya tenía yo tal lavado de cerebro, desde el nacimiento, de que aquello era provisional, que siempre supe que al final iba a acabar aquí. Escudo Orfeó Catalá ¿Cómo vivieron tus padres el hecho de haber vuelto siendo exiliados y el haber vuelto antes de la muerte de Franco? Había mucha gente que tenía por principio no volver hasta que no muriera Franco, mi padre no, mi padre siempre dijo mientras yo pueda tener una seguridad de vida, vendré. Él, lo que tenía miedo era de venir y que lo encarcelaran o lo mataran, por eso estaba afuera y por eso tardó en venir. Pero a la que más o menos obtuvo unas garantías, buscó su historial y de alguna manera como no tenía ningún delito, el único delito era el ser catalanista, pues al final ya eso en esa época no estaba tan penado ¿no? Su intención era venir porque quería vivir en Cataluña simplemente, sin más condicionantes que vivir, ¿no? Que no lo mataran, ni lo metieran en la cárcel, entonces cuando tuvo un grado de garantía de que no le pasaría nada fue que decidió venir. ¿Qué idea tenías de Cataluña cuando estabas en México? Digamos, ¿la Cataluña mexicana tenía que ver con la Cataluña que encontraste cuando llegaste? Sí, sí, una cosa que yo siempre he dicho es que yo nací en una burbuja de Cataluña en México, entonces claro, yo soy mexicano, me siento orgulloso de ser mexicano y soy catalán porque nací dentro de una burbuja que era Cataluña. Cuando vine aquí, la Cataluña que conocía era la Cataluña de mis padres, de antes de la guerra, pero había toda una serie de costumbres y de maneras de ser pues que sí las reconocí, actualizadas pero las reconocí, no me sentí extraño.

¿Cómo fue tu integración cuando tú viniste? Yo venía muy mentalizado, tan mentalizado que te digo que cuando yo vine aquí y empecé a trabajar ganaba el 20% de lo que ganaba en México, pero nunca me he arrepentido de haber venido. Los dos primeros años tengo que admitir que fueron difíciles, me costó integrarme si bien conocí gente, llegué en junio y en diciembre empecé a trabajar, con lo cual me empecé a relacionar con gente. Fue lento, pero nunca me sentí rechazado y nunca oculté ser mexicano. Con el tiempo he ido evolucionando en el trabajo y ahora soy el director de logística de una empresa del sector del automóvil, con lo cual es una locura auténtica, pero bueno me gusta mi trabajo, es durísimo pero me gusta. Me imagino que llegar en los años 70 fue diferente que haber llegado un poco antes, por ejemplo en los sesentas. Sí porque el franquismo se ha ido suavizando con los años, o sea hablar de los 50s o de los 60s se ve que era muy bestia ¿no? En los 70s seguía siendo una dictadura pero ya no era tan salvaje aparentemente. En los 70s pues sí que tenías que ir con mucha precaución, por ejemplo un compañero de trabajo me dijo un día que teníamos una reunión de vecinos de la calle, a escondidas, sabiendo que seguramente estaba la policía social metida y con cuidado de que nadie diga la palabra libertad, porque te puedes meter en un lío. Habló de los años 70s, de una reunión simplemente de vecinos, no una reunión política y había que ir con precauciones porque la dictadura seguía. Fábrica Uralita ¿Qué es lo que más valoras de tu vida en Cataluña? En general te diré que soy muy feliz y muy afortunado en la vida que he llevado desde que llegué hasta ahora. Mi familia obviamente es muy importante para mí porque mis padres y mi hermana murieron y por la separación de edad no conocí a mis abuelos, ni a muchos de mis tíos. Mi familia ha sido muy corta y yo creo que eso le pasó a mucha gente en México, el hacer que los amigos sean la familia. Profesionalmente, yo obviamente he podido estar aquí donde estoy porque venía muy bien preparado. Si bien la carrera de Ingeniero Civil en México estaba muy depreciada, aprendí mucho, también mi formación inicial en la Academia fue muy buena y entonces el que aquí profesionalmente haya podido hacer lo que he hecho es en gran parte por la

formación que he recibido en México. Al margen de esto, digamos para colaborar con la sociedad, trabajé en un intento, que no prosperó desgraciadamente, pero duró sólo algunos años, fue un intento de crear un sindicato catalán, como tienen los vascos, por ejemplo. Nosotros pretendíamos hacerlo e iniciamos una cosa que se llamaba “Sindicato de Cataluña” empezamos con técnicos y administrativos y después creceríamos, sonábamos mucho e íbamos muy bien pero llego un momento en el que hubo una discrepancia. Por parte de alguien importante del grupo del presidente, querían que fuéramos un poco una correa de transmisión de su partido, y eso no estábamos dispuestos a hacerlo, queríamos ser un sindicato catalán, un sindicato simplemente, pero no vendido a ningún partido y eso hizo que se nos retiraran las ayudas y se acabó. También en esa época fui miembro del comité de empresa de donde trabajaba, y me fue bien, salí siendo respetado por la empresa y por los trabajadores, en esa época era muy difícil representar a técnicos y administrativos porque los trabajadores los consideraban parte de la empresa.

Instalaciones de la fábrica Tú crees que por el hecho de haber venido antes, como es tu caso, ha sido más fácil el haber encontrado trabajo y el integrarte a diferencia de la gente que ha venido después. Yo creo que sí, en aquella época era más fácil encontrar trabajo que ahora, es más en aquella época intenté encontrar un trabajo nuevo y casi lo conseguí, afortunadamente no, pero era relativamente fácil cambiar de trabajo, ahora es difícil, si viene uno ahora a integrarse le cuesta, le cuesta bastante.

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