Estimado Sr. Jefe de gobierno Ing. Mauricio Macri/ Vicejefa Lic. Gabriela Michetti: Con motivo al próximo suceso con fecha primero de diciembre de 2009 en el cual dos personas del mismo sexo contraerán matrimonio civil a raíz del fallo de la jueza Gabriela Seijas, a cargo del Juzgado de Instrucción Nº 15 en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, que declaró la inconstitucionalidad de los artículos 172 y 188 del Código Civil, los particulares y organizaciones abajo firmantes deseamos expresar nuestro más profundo sentimiento de disconformidad y desacuerdo por su decisión de no apelar a tal fallo, siendo que tal acción se encontraba dentro de sus obligaciones de funcionario público. Sus declaraciones públicas favorables al mal llamado “matrimonio gay” basadas en “el derecho de cada uno a decidir aquello que lo hace más feliz” que exhortan a “que adoptemos y convivamos con esta nueva realidad, que es la dirección en la que va el mundo en cuanto a salvaguardar el derecho de cada persona a elegir libremente con quien formar pareja y ser feliz” son completamente infundadas, refutables y muestran un gran relativismo moral. Nuestra Constitución vigente, en el art. 75 inciso 22 y los tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional, sólo reconocen la familia basada en el matrimonio heterosexual (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 23, inc. 2 y Convención Americana sobre Derechos Humanos, art. 17, inc. 1, entre otros textos). Por otro lado, el Art. 19 ya sostiene la libertad de las personas a “elegir libremente con quien formar pareja” en su vida privada, siendo tales acciones exentas de la autoridad de los magistrados. En cuanto a la cuestión de la dirección que toma el mundo en este tema, nótese que lo expresado por usted es una disparidad, si tenemos en cuenta que el 96,5% de los países no tienen matrimonio para homosexuales. Es decir, de 198 países existentes, sólo 7 lo aceptan en su normativa. Si analizamos lo que sucede en países modernos, nótese que en Estados Unidos, el matrimonio homosexual pierde cuando se lo somete a referéndum. El mismo ha sido vapuleado en siete de ocho estados, por ejemplo, el 55% de los californianos votaron en contra del gaymonio y el mes pasado sucedió lo mismo en el estado de Maine. Tampoco Francia y Gran Bretaña tienen aprobada este tipo de legislación, por citar algunos de tantos ejemplos. Finalmente, mientras los resultados que muestran algunas encuestas pocos serias y gravemente manipuladas indican que la mayoría de los argentinos están a favor del “matrimonio” gay, otra encuesta realizada a fines de 2008 por la empresa Ibarómetro sobre una muestra de mil porteños, el 57,8% opina en contra de la posibilidad de que personas del mismo sexo puedan adoptar hijos un 41 por ciento se manifestó en contra del matrimonio gay, y un 13 no contestó. Es de esperar que en el resto del país estas cifras sean aún menos favorables al “matrimonio” gay, donde aún no hay un cultura “gay friendly” enraizada como sucede en la ciudad de Buenos Aires. Lamentamos su modo de proceder y sus declaraciones que, sin lugar a dudas, ha desconcertado a gran parte del pueblo argentino. Cordialmente,