Iglesia - M. Maria Y M. Amalia

MADRE MARÍA SEIQUER GAYÁ

Vivamos muy unidas a Dios y así nuestras obras, las más sencillas en sí, quedarán divinizadas en El para el bien de la Iglesia. ( M. Amalia)

Vivir por la Iglesia y gastarse por ella es vivir por Cristo y morir por El. Vivamos y muramos por Cristo. (M. María)

El Magisterio de la Iglesia nos lleva a la unidad… Sed, hijas mías, amantes de la Iglesia, y no queráis otra guía que su luz. (M. María)

Tenemos que darle a la oración litúrgica la gran importancia que tiene : orar por la Iglesia. (M. Amalia)

Las almas que son de la Iglesia sufren constantemente por las que aun no sienten su maternal cobijo. Hijas mías, buscad sin descanso almas para la Iglesia. (M. María)

No nos cansemos de amar a Cristo, para así ser impulso para su Cuerpo Místico: la Iglesia. El amor es la sangre caliente que hace latir ese Cuerpo Santo. (M. María)

Quisiera hacerles sentir y entusiasmarse en los pueblos que estamos con la ayuda a la Parroquia, que es mejor medio para hacer Iglesia. (M. María)

Tenemos espíritu de obediencia a nuestra Madre la Iglesia, que nuestro corazón vibre con ella, que es vibrar con el corazón de Cristo. (M. Amalia)

Viviendo en la Iglesia y por la Iglesia produciremos durante nuestra vida ricos y copiosos frutos. (M. María)

Tengamos en cuenta, hermanas, que Cristo, El solo, hizo Iglesia. Para hacer nosotras Iglesia, tenemos que ser otros Cristos. (M. María)

Hacer Iglesia es formar auténticos cristianos. Sepamos inculcar en las humildes gentes de nuestros pueblos el gran valor que supone el haber sido bautizados. (M. María)

Si la Iglesia es nuestra Madre, debemos amarla como tal, alegrándonos con sus alegrías y llorando con ella sus penas. (M. Amalia)