ESTUDIO SOBRE LAS ANCHOAS Las anchoas confunden los microplásticos con comida porque huele como la comida, según afirma un nuevo estudio en la revista científica Proceedings of the Royal Society B. Los hallazgos pertenecen a dos nuevos estudios que examinan el impacto de los microplásticos sobre el ecosistema marino y que han sido publicados esta semana. El otro estudio, que aparece en la revista Science Advances, explica, en parte, cómo los microplásticos son transportados al océano profundo por diminutos invertebrados marinos conocidos como larváceos gigantes. Los microplásticos se crean cuando la luz solar y la acción de las olas descomponen los desechos plásticos de mayor tamaño, convirtiéndolos en trozos del tamaño de un grano de arroz que pueden medir cinco milímetros o menos. Han convertido los océanos del mundo en lo que los científicos denominan una «sopa de plástico», pero su impacto sobre el ecosistema marino todavía no se entiende del todo. Un estudio de 2015 que intentaba medir la cantidad de microplásticos en los océanos del mundo confirmó dicha descripción de «sopa» cuando estimó que el número de partículas en 2014 iba de 15 a 51 billones de pedazos, con un peso de entre 93.000 y 236.000 toneladas métricas.