Entre ella y tu no hay más de un par de metros (o pasos), de hecho, no hay ninguna diferencia notable en su apariencia que te haga voltear la cabeza para notar sus efectos en la cotidianidad. Como esas fotos genéricas en las cuales se ve un montón de gente “X”, ella se funde al término de la rutina. Regresa a casa cuando tu sales de ella, pero no porque regrese de alguna fiesta o reunión en la cual haya sido alguien mas de los invitados; probablemente sí regrese de alguna de estas actividades, larga noche y algo de paga: es su trabajo entretener(te), a tus amigos, novio, esposo, etc. Baila para ellos, los hace tomar, fumar, sentirse dominantes y dueños de sus deseos. Regresa de saberse usada por débiles seres en trajes de poder, borrachos y drogados, con fantasías que rayan en lo patético, son los mismos que ven pornografía de todo tipo en sus laptops, y a los cuales les gusta la mejor amiga de su hija. En la cola para los jeeps que suben al cerro se siente cansada, los efectos de la piedra se desvanecen así como su maquillaje descuidando que hacen juego infame con su ropa de trabajo, barata y sin los cuidados que reflejen un hogar con cuidados y atenciones. Baja la gente y sube la escoria podría uno pensar, pero en realidad baja la gente y sube el under que hay detrás de esa “gente”. La chiquilla que hace la cola lleva consigo lo encargado: algo de pasta y un poco de aceite; es más, todos los que suben con ella algo llevan, haciendo la salvedad de que sus medios para obtenerlas son distintos a los empleados por los “ justos y decentes” a los cuales saludan rápido y con un poco de asco. Piensa un poco mientras sube. Le gustaría dormir un poco antes de vender piedra con uno de sus hermanos pero sabe que le espera un padrastro nuevo al cual complacer porque su madre ya tiene unos 30 años con fenotipo
de 50, y a los de turno siempre le han gustado bien carajitas. No estudia porque no lo necesita, lo que necesita es llevar dinero para no morir a golpes, ayudar con el negocio familiar y mantener contento al “padre de turno”. Eso de pensar en tener una vida a futuro no es una opción para los seres que necesitan salir de noche para sobrevivir otro día; futuro no es siquiera algo conjugable porque en sus 13 años nadie le ha dicho que mañana puede ser distinto a sus demás 4745 días previos. Sospecha que le volvieron a montar barriga, coño, tendrá que volver a pasar por la solución que se le da en el barrio: la trastienda de Ramona. No podrá trabajar por unas semanas y eso significa quedarse en casa, donde ella es gratis. A veces la salida es agarrarse al Willy de turno, da status y podría salir de casa. Pero los Willys las prefieren putas puertas adentro... Entre vender piedra y ser puta no hay mucho elección, fumar piedra la ayuda a llevar su oficio. Ella no conocer de perversiones, hace lo que le pidan porque todo es válido y tiene tarifa, no sabe (o puede) decir “no”, el derecho a decir “no” todavía no se lo ha ganado, ese derecho lo tienen las chicas que pueden contar el dinero e irse a casa sabiendo que es sólo un trabajo, no un medio de vida; para ésta niña venderse es un estilo de vida, estilo de vida que pasar por formar parte de todos los clichés del muno subdesarrollado: negra, niña, pobre y sin rostro específico para esa larga lista de organizaciones que supuestamente deberían sacarla de esa vida y darle futuro. No siente envidia hacia nadie, ni tampoco algo aparte de las necesidades básicas, el mundo de las sensaciones también le está vetado, no conoce las palabras, no siente los matices, nació dura como la pobreza y no hay un motivo para cambiar. Ese es uno, el blandengue que come por ocio y puede hacer planes para mañana.
Abre la puerta de casa y su vida cae en el ciclo de estas líneas. Ciclo que ella conoce, pero nosotros no conocemos de ella. No tiene nombre, a mi no me importa y estoy segura que a ti tampoco, son sólo dos páginas de algo que a todos nos conmueve hacia afuera, pero nos importa menos que nada hacia adentro porque nuestros niños no saben que el mundo de “ella” existe, y a fin de cuentas, si no lo viven ¿deberían preocuparse porque exista?