EL RUMOR
Es la información transmitida de persona a persona, sufriendo la deformación lógica debido a las interpretaciones valóricas que cada actor social incorpora o quita a la información original, transformando el mensaje de origen. Surge cuando no existen canales adecuados de información en la sociedad. Normalmente el Rumor se desarrolla en las sociedades con libertad de prensa restringida. Es oral por naturaleza. Nadie lo firma. El Rumor es invasivo. Allí donde existan más de dos personas, siempre habrá un trozo de realidad maquillada que circula sin confirmación ni fuente segura. El Rumor es algo que está en el ambiente. Adquiere real existencia en la mente de la gente, en especial de quienes lo propagan.
El Rumor no es veraz, pero si verosímil. Siempre sugiere, nunca asegura. Medio verdad, medio mentira, revolotea en el ambiente y no tiene filiación conocida. Se habla, se comenta. Siempre en formas verbales reflejas e impersonales. El Rumor está relacionado con el Poder. Tiene que ver con lo prohibido en campos como la política y el sexo. Supone una constante: una sociedad dual en donde siempre se sospecha de que algo pasa pero no se cuenta. El Rumor surge privilegiadamente en sociedades como la nuestra, donde el Poder está muy concentrado, el núcleo de gente que decide y establece la agenda pública es enormemente restringido. Siendo el Rumor una distorsión de comunicación, puede transformarse en un instrumento comunicacional en la medida que es utilizado intencionalmente para desencadenar versiones falseadas de una cierta realidad. El Rumor está normalmente vinculado al ámbito de la denuncia, a socavar el Poder.
El Chisme o Copucha, por el contrario, se restringe a asuntos más personales, acotados a personas individuales que no necesariamente están vinculados con el poder.
El Pelambre por su parte tiene un sentido comunitario, fuertemente ligado a la envidia, a eso que no se tiene y que en el otro se ve como un defecto. La tradición indígena se potenció en Chile con la española transformándose el Rumor en Cahuín, expresión aborigen que en mapudungun significa “reunión”, la que con el mestizaje adquirió connotación de comentario malintencionado, no para acotar la verdad sino para enrarecerlo.
Cristián Vives Nov. 2003